[libre] buscando algo para leer ??

Si el día fuese más corto, tal vez a él se le haría mucho más llevadero de lo que lo era en ese instante.La vida, llegaba a aburrirle.Sus hermanos se habían quedado vaya a saber el rey dónde, a
un así se había asegurado que Aramís no perdiese de vista a la menor, a la bonita de Gail.Sospechaba, que había algo sucediendo con él y de momento, no tenía idea alguna de cómo reaccionar.Se le haría extremadamente raro verles juntos,pero sabe que probablemente no haya hombre sobre la Tierra que sea mejor para ella. El dilema que llevaba largo rato en su cabeza, esa mañana se difuminaba con el humo de cigarro que se consumía en su mano.Sus labios, estaban ya algo requebrajados y secos por el viento, al igual que sus manos, dónde había partes que directamente, no poseía más sensibilidad.

De la manada, era el más tranquilo, por demás tranquilo.Muchas veces había sido blanco de burlas por ésto, sobre todo su hermana siempre le recordaba en ese tono infantil, que era un chico de 19 y que a pesar ser un licántropo, parecía de 37.Posiblemente ya era hora de superarlo todo y volver a ser el chico que era antes de que su vida se viese afectada.Pero costaba, y costaba aún más cuándo en las noches vienen a tu cabeza esas imágenes, una y otra vez.Esa sed de venganza, jamás desaparece.

Parado en la realidad, aún faltaba mucho para que el día se diese por terminado, y entre las opciones que tenía, decidió irse a la biblioteca.Ama a su familia, por sobre todas las cosas,pero de cuánto en cuánto puede permitirse un día libre, para ser él y disfrutar de lo que le gusta.Mientras caminaba, a paso lento, retardando su llegaga adrede, sintiendo el sol golpear su cara con calidez, esos pequeños detalles que hacen de la vida algo más hermoso.Y seguía en su lugar feliz cuándo entró en la biblioteca, saludando cordialmente con un leve asentimiento de cabeza.
El aroma y la paz del lugar contrastaban increíblemente con lo que sucedía afuera de la biblioteca. Si, podría pasarse horas leyendo el mismo libro, horas.Lejos de preferir algo de terror, fue directamente a la sección de tragedias.Algo, algo tenía que encontrar, amaba la clase de libros que le dejaban pensando, o alguna enseñanza de la cuál luego podía sacar provecho.Tomó una que había escuchado en el teatro, mientras dos señores lo comentaban, que al parecer era pasión compartida por ambos.Junto con éste, pasó y buscó un diccionario de dónde éstos estaban, uno nunca sabe cuándo va a necesitarlo.

Ni habían pasado ni tres minutos según su reloj mental, cuándo un ruido no muy lejano a dónde estaba, le distrajo de su lectura.Levantó la vista y observó, una chica que estaba recogiendo los libros más rápido de lo que él pudo levantarse para ir a ofrecerle su ayuda.Por mera curiosidad, la siguió con la mirada cuándo tomó el libro y se dirigió a la ventana.Ahora se encontraba más cerca de él, por lo que pudo ver con más atención los detalles, su cabello y las facciones de su rostro.Delicadas y femeninas, bellas desde su punto de vista.Se estaba contagiando, siempre había considerado que el mirar así a una persona era lo bastante grotezco, intimidante, pero son las malas influencias.Pudo notar cómo ella encima de su libro le devolvía la mirada con precaución, lo que causó en el un leve curvamiento de labios, que podría tomarse como una sonrisa, pero no terminaba de serlo.No, jamás en él.

Ahora que iban a quedarse en Francia unos cuántos meses para intentar cambiar su plan, debería de considerar la idea de comprarse un perro o una perrita.Aunque poco lo sabían a él siempre le habían gustado los animales, le parecía incluso más natural que el sexo.Un perro que no hable, que ladre cuándo esté enojado, que coma y haga sus necesidades cuándo se le de la gana.Ojalá y su vida fuese así de fácil, sin responsabilidades ni nada.
No era que poseía un color atrayente en sus ojos,pero su mirada era netamene atrapante y más cuándo se lo proponía.Iba contra su propia personalidad, pero estaba considerando la idea de acercarse a aquella chica, más bien una loba.Calculaba que rondaría en su edad, pero no aseguraba nada, no era exactamente bueno adivinando edades.Tenía que pensarlo bien, no acostumbraba a hacer eso, por lo que no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo tampoco.Según cree que tiene que acercarse y sólo comentar con la bella dama algún tema de interés común, cómo el clima o los días, o hasta sobre la luna llena entre los de su raza.No, eso último no sería conveniente, no a todos les agrada ser licántropos.

Era la luna la única que lograba sacar lo peor de sí, y a pesar de tener menos edad, Aramís le superaba en tamaño, estaba seguro aunque no pudiese recordarlo.También estaba seguro de que Gail sería de las más hermosas bestias salvajes, y no se la logra imaginar con un caminar que no se asemeje a algo gracil, puede que algo torpe, pero hermoso de todos modos.
Hablar con alguien no es una ciencia exacta, tenía que ser más fácil que eso.Tras pensarlo por un par de minutos, tomó su libro y se puso de pie.Siempre con esa paz influyente, casi arrastrando los pies para caminar.Podía a llegar a ser tan inmaduro a veces, que por su rostro intentaba adivinar su nombre.Algo largo y bonito o si no sería algo bastante sencillo y carismático.Ambas opciones pegarían a la perfección con ella.Intentaba adivinar también si era Francesa o si recién llegaba, casi igual que él.

Por fin llegó a dónde estaba ella y dejando de lado sus pensamientos,hizo una pequeña reverencia-Buenos días, señorita-saludó,cortés.Primero que nada, debería saludarla, luego presentarse y después ya se tomaría unos momentos para disculparse por hacerla sentir medio incómoda con su mirada.Las relaciones sociales, no son lo suyo, cualquiera que lo conociese se sorprendería que estuviese siquiera haciendo aquello, saludar a una desconocida.
Estiró su brazo, esperando porque ella la tomara y así poder saludarla cómo se debe.El hace caso omiso al tema de las clases sociales, trata a las mujeres por lo que son: una perfección inimaginable y tan bella que la mayoría de los hombres se ven cegados y no ven.

Mi vista estaba en el no sabia porque ni para que si debería de seguir leyendo mi libro aunque ni sabia de que se traba ni el titulo tenia aclarado. Lo deje a un lado cerrado y acomodando algunas hojas que estaban despegadas de su lugar, y luego lo deje ahí aun lado mire la mesa mire la ventana… mire una silla mire un árbol, miraba muchas cosas mientras seguía ahí sentada lejos de los demás mientras sentía que se acercaba cada vez mas a mi.

Escuche una voz algo cerca de mi no quería especificar claramente solo escuche algo… un saludo cortes solo sabia que era igual a mi en mi forma de raza. me dispuse a responder mientras sentia el viento que entraba por aquella ventana que estaba a mi lado mientras sus cortinas se movian por efecto del viento. sonrei y respondi a dichas palabras que habia escuchado hace unos segundos

Buenos días joven- sonreí algo amable pero timida. Sin entender mi reaccion lo observe era algo que siempre hacia en las personas que conocia

no entendía porque andaba timida si eso no estaba conmigo no era yo. Trate de sonreí con firmeza mirando su rostro algo bello se podría decir, me quede mirando solo eso.

Luego de unos segundos quizás largos no lo se volvi a sonreí y corrí mi vista hacia otro lado trataba de no mirar siempre lo mismo y mis manos regresaron al libro que había dejado aun lado hace un momento. Lo mire…

Que le trae por aquí? Pregunte con una sonrisa esperaba no ser tan apática para el al contrario andaba de humor al menos eso creía, con un humor hostil que podría ser algo entretenido o no lo se solo se iba a fluir con el paso de los minutos eso era lo que se venia a mi mente.

Le habia preguntado lo primero que se me vino a mi mente tal vez habia sido algo ridiculo pero ser nueva en un lugar donde no conocia a nadie solo a mi misma no sabia como actuar pero confiaba en mi sabia que tal vez no lo hacia tan mal. Valla que pensamientos se me venian era ya aburrido.

Seguia sintiendo el viento en mi rostro que luego pasaba por mi cabello haciendo que se moviera un poco dando como vida a lo que mas cuidaba de mi y muchas cosas mas. Miraba al chico que estaba ahi en silencio sin deicr alguna palabras. Segui sentada mirando el libro que tal vez leeria mas tarde o algun dia.

Bueno, no era exactamente bueno lo que esperaba.Cada ser en aquel mundo es diferente, y para él tiene un punto a favor que no se haya molestado en preguntarle tonteces como la clase o parecido, ya que a él, era demasiado poco lo que le importaba.Su mano, extendida en vano, bajó con lentitud hasta volver a su propio bolsillo.Si ella no quería que le besaran la mano, pues bien.
Ahora que sentía esa leve brisa en su rostro, podía percibir su aroma con más atención.Le parecía común, nada muy extravagante, matutino, suave.Agradable, en fin.

'Joven' esa palabra retumbó varias veces en su cabeza.Joven,joven,joven.Era extraño que le llamaran así, o a él se le hacía extraño.Después de tantos sucesos, no se sentía especialmente joven, le era imposible verse a si mismo cómo cualquier otro chico de su edad.Inconscientemente, sabía que después de todo si es muy joven.Posiblemente, estaba bien lo que hacía, relacionarse con los demás, intentar olvidar por un rato esa mierda que lo tiene atado desde hace tantos años.Si su tía se enterara, probablemente lloraría de emoción.
Tras su saludo, se obligó a distraerse con la sonrisa que ahora aparecía en sus labios.Era tan fácil para los demás y a él, le costaba mucho esfuerzo hacerlo parecer algo verdadero.Sonríe tal vez con sus labios,pero no en la mirada.

Cuándo volvió a oír su voz, se encontraba algo distraído mirando por la ventana, el paisaje no era nada llamativo, era más bien algo de la vida común.Y por momentos, se sintió como un pez en una pecera, que no puede salir y disfrutar de cosas así.Recobró la compostura y le miró, buscando en su mente las palabras correctas para que ella no le mal interpretara-No lo sé, creo que no hay una excusa..simplemente me disculpo si la incomodé-le dice, pausado y tranquilo,en su habitual tono de voz.