Puntadas del pasado; Reencuentro [Privado Dom]

por **Elijah Fray** Sáb Oct 19, 2013 9:27 am

Había decido exponer sus obras, sin embargo todo bajo un sinónimo desconocido y una invitación anónima para aquellos con la suerte como para considerarse tal cosa. La exposición fue más que exitosa, todos hablaban maravillas del autor aunque no le conocían, sin embargo una mujer que allí se encontraba parecía completamente inmutable frente a uno de los cuadros, lo cual captó la atención de aquel vampiro…Elijah se acercó para comentar – ¿Interesante, cierto?- mientras se mantenía a un lado de aquella figura. –Sabe usted que analizar cuadros es una pasión, cada pincelada significa algo en el mundo del pintor…Se puede sentir la tristeza y la soledad, la necesidad de permanecer fuerte, de ser creer que controla sus impulsos cuando en realidad ellos le controlan a él, el dolor en su alma, aunque puedo equivocarme…

-No, no lo hace- Susurró…Aquellas palabras habían golpeado al vampiro en lo más profundo de su cuerpo, su marchitado corazón hizo acto de presencia dando una leve queja. Sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió ganas de arrancar cada pedazo de corazón de su cuerpo. Sin embargo, desapareció rumbo al bosque antes que la mujer pudiese siquiera notarle.

Paso a paso recorrió aquel bosque, cada maldito aroma que abundaba en la zona le era más que suficiente para recordar momentos, historias, que, por más cortas que fuesen habían marcado a fuego la mente del Vampiro que ahora lentamente daba lentos pasos, los cuales no disimulaban la melancolía y la soledad que surfeaba su mente. El pasado era algo que le perseguiría toda su existencia, no podía enunciar “Vida” porque hacía miles de años que no estaba vivo.

Una pequeña gota de agua rozó su mejilla, aquella sensación de placer inundó su ser, recordó aquellos primeros años en los que todo era más que perfecto. Los sentimientos hacían titubear sus decisiones y él no podía permitírselo. Pero ahí estaban, una vez cada quizás cien o doscientos años los mismos atacaban, intentaban romper aquella barrera que los contenía lejos de la realidad, lejos del exterior, lejos de poder lastimarle.

Se detuvo posando su mano izquierda sobre el tronco de un enorme árbol, presenció el comienzo de una tormenta, aquella fuerza natural que azotaría el bosque con todo para dar y quitar vida. –Azótame, como cada maldito día- Susurró mientras aquellas lágrimas que brotaban se mezclaban con la lluvia pasando desapercibidas. Un golpe resonó en todo el bosque, un solo golpe le había dado al árbol y el mismo se habría partido en dos, cayendo una de las partes al suelo.

Se encontraba de pie, las lágrimas habían dejado de brotar y parecían haberse agotado, claramente podía regresar a ser quien era, Elijah, a quien nadie le imponía nada, a quien las reglas valían nada, el vampiro que la tierra vio crecer y aprender, él mismo.

por **Domhnall Fray** Sáb Nov 16, 2013 10:04 am

-Vamos, quiero la copa hasta el borde-

-E...está bien señor…ahora mismo- Enunció antes de retirar un cuchillo y cortar su muñeca, aquel filo deslizó sobre la piel cortando cada capa hasta llegar a la deseada arteria que tampoco impediría su desliz. La copa comenzó a llenarse de sangre rápidamente gota a gota. Al estar hasta el borde el joven callejero se vendó la mano como pudo con unos trapos que tenía entre sus ropas. De seguro no viviría más de unas horas con aquel sangrado.

Domhnall se retiró del lugar caminando con la copa, le habría pago algunas pocas monedas por aquello, le gustaba explotar aquellas pequeñas cosas de la humanidad que le causaban asco, cosas como el dinero. Aunque le detestaba vivía en una gran mansión y poseía bastantes activos en el banco, tampoco era estúpido.

Caminó con aquella copa en sus manos bebiendo la sangre de a sorbos pequeños, ya se había alimentado varias veces esa noche y en aquel momento lo hacía tan solo por el placer de hacerlo. El bosque era un lugar oscuro donde las tinieblas jugaban con los sentimientos de las personas, donde todo parecía ser algo que no era y al final, todo aquel que ingresase en el mismo en la noche, tendría un tétrico final.

¿Qué podría perder un vampiro como él? Nada, ergo caminó sin prisa adentrándose en el mismo, no sabía que podía encontrar más tampoco le importaba. Se mantuvo así, observando el lugar teñido de negro con algunos blancos destellos por la luna, nada especial que no hubiese visto antes. Hasta escuchar un sonido, un golpe y una vibración que asaltaron la noche. ¿Qué podría haber sido?

Se movilizó hacia el lugar del cual aquel horrible sonido provenía, para su sorpresa había una silueta, un aroma conocido. –Elijah- Susurró, había esperado años para encontrarle, pero también sabía que Elijah había esperado años para matarle, tendría que ser cauteloso.
Caminó lentamente hacia él y evocó unas palabras que habían gravado en la mansión en la que vivieron en algún momento de la historia.

-Puedes apagar el sol, pero nosotros aun brillaremos. ¿Cierto Hermano?- .

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