Gloria Ferrá

DATOS BÁSICOS

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Gloria sufre un grave problema mental. Por un lado adora su trabajo. Adora se tratada como un objeto sexual, como un pañuelo donde los hombres se vacían y la tiran al día siguiente. El placer que le da la sensación de ser humillada y usada no tiene parangón para ella.

El problema es que, cuando termina de trabajar y el cliente se va marcha ella se siente mal consigo mismo. Se siente mal por ser una vulgar puta. Se siente mal por disfrutar de serlo. Se avergüenza sólo de pensar en qué dirían sus padres si la vieran.

Cuando no está trabajando se odia a sí misma. Se odia no sólo por lo que hace, si no por haber sido incapaz de dar a luz. Se siente menos mujer porque nunca se podrá quedar embarazada.

Además de ese sentimiento de culpa, Gloria intenta ser una mujer agradable y buena, aunque los años le han enseñado a preocuparse sobre todo por ella misma. No cree en el amor romántico y es ahorradora en extremo.

Además, está empezando a pensar qué va a ser de ella. Al fin y al cabo ronda los treinta años y sabe que tarde o temprano tendrá que buscar otra forma de ganarse la vida…

HISTORIA

Gloria nació en Barcelona, una de las ciudades más grandes y ricas de España. Nacida en el seno de una rica familia de comerciantes, se crio como una burguesa más, recibió una educación superficial y se pasó la vida de baile en baile. Una vida que algunos considerarían monótona, aburrida y alienante. Pero que seguía siendo mucho mejor que ser un pobre desgraciado que no tenía dónde caerse muerto.

Lo cierto es que a Gloria le gustaba su vida, sobre todo porque no conocía ninguna otra. La habían educado para sonreír, asentir y obedecer siempre a su padre, sus hermanos y, algún día, a su marido.

Cuando cumplió los 19 años la casaron con Toni Puyol, un importante comerciante y socio del padre de Gloria. Era diez años mayor que ella, pero aun conservaba cierto atractivo, se mostró amable y trató de que se sintiera bien. Fue con Toni con quién tuvo su primera experiencia sexual y lo cierto es que no lo disfrutó mucho. Pero como era una buena esposa siempre que su marido quería ella se abría de piernas para él.

Dos años después de la boda se quedó embarazada. Fue un momento de alegría en la casa, pues su marido siempre había querido ser padre y tener un heredero. Pero a los cuatro meses de embarazo unas fiebres asaltaron a Gloria y perdió al feto, además de quedar estéril para el resto de su vida. Nunca jamás podría volver a quedarse embarazada.

Desde ese día su marido la rechazó y repudió. Al fin y al cabo una mujer que no podía tener hijos no le servía de nada. Al silencio siguieron las miradas frías. Luego llegaron los menosprecios. Después aparecieron los insultos. Y tras ellos los golpes.

Las noches en que Toni llegaba borracho a casa tras acostarse con cualquier fulana en el burdel Gloria se hacía la dormida y rezaba con todas sus fuerzas para que la dejara en paz. Pero siempre había una paliza. Siempre había un golpe. Siempre había una patada en el costado. Fueron tres años de malos tratos a los que, la verdad sea dicha, todavía no sabe cómo sobrevivió.

Harta de aquello y sin nadie a quién recurrir (sus padres habían muerto hace poco y sus hermanos no le hacían caso) decidió poner fin a todo. Vendió sus joyas, se subió a una diligencia y llegó a París.

¿Qué por qué París? Era el lugar más lejano que podía permitirse. También sabía un poco de la lengua. Y estaba segura de que Toni jamás la encontraría allí.

Al llegar se encontró con un grave problema: no sabía trabajar. Nunca le habían enseñado a hacerlo. Ni a planchar. Ni a limpiar. Ni a cocinar. Sólo sabía coser, pero pronto la echaron del taller por inepta, torpe y quejica.

Y, como miles de mujeres antes que ella, sin nadie que la cuidara, sin ninguna forma de ganarse la vida, se vio arrastrada a la prostitución. Ella. Una jovencita bien criada. Hija de mercaderes. Una rica muchacha de la burguesía catalana. Convertida en una puta.

Pero, para su sorpresa, descubrió que le gustaba. Descubrió que la excitaba. Que lo gozaba. Poco a poco y sin darse cuenta se volvió adicta a su trabajo. Le gustaba acostarse con completos desconocidos a cambio de dinero. Y con cada cliente iba descubriendo cosas nuevas. Penetración anal. Felación. Tríos. Orgías.

Incluso los golpes y los insultos. Lo que con Toni era dolor ahora se tornaba en placer. Que alguien la estrangulara mientras le desgarra el culo con fuerza y le recuerda lo puta que es la hace gemir de placer como ninguna otra cosa.

Han pasado los años. Ahora Gloria es una prostituta experta, que se ha ganado cierta reputación y ha conseguido una red de clientes estable. Goza de su trabajo. Goza como una perra en celo.

O al menos así es hasta la mañana siguiente, cuando tras el sudor y el esperma sólo queda asco y vergüenza. Cuando sólo puede odiarse así misma por vender de una forma tan repugnante su cuerpo. Cuando sólo  piensa en lo bajo que ha caído y que, para sobrevivir, ha tenido que vender su alma.

DATOS EXTRA

Es ninfómana.
Tiene tendencias sadomasoquistas.
No puede quedarse embarazada.
Ha sufrido varias venéreas, pero ahora mismo está limpia.
Ahorra para comprar en el futuro una posada.

gracias a αgusτınα• de sourcecode