AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Rose e l'eternità (Alessandro)
2 participantes
Página 1 de 1.
Rose e l'eternità (Alessandro)
Querido Alessandro:
Mi estimado amigo...cuanto tiempo hace ya que no nos vemos. Lastima que te tenga que pedir un favor tan personal, íntimo... Mi hermano y su esposa han fallecido y me he quedado a cargo de mi pequeña sobrina Iadelaira. Solo tiene 6 años...y Alessandro tenemos que hablar...en un entorno más privado.
Me muero... y no puedo hacerme cargo de ella. Amigo...te necesito
Con afecto
Mikelangelo Conde Grimaldi, del gran ducado y de la gran casa.
Rose e l'eternità
Mi estimado amigo...cuanto tiempo hace ya que no nos vemos. Lastima que te tenga que pedir un favor tan personal, íntimo... Mi hermano y su esposa han fallecido y me he quedado a cargo de mi pequeña sobrina Iadelaira. Solo tiene 6 años...y Alessandro tenemos que hablar...en un entorno más privado.
Me muero... y no puedo hacerme cargo de ella. Amigo...te necesito
Con afecto
Mikelangelo Conde Grimaldi, del gran ducado y de la gran casa.
Rose e l'eternità
Entrelineas se podía leer perfectamente las intenciones del Conde.Que podía hacer ahora, el Conde Grimaldi miraba con la copa de brandy en la mano a un montón de cartas sobre su mesa. Arriba oía unos ligeros pasos, la pequeña se había despertado. Se levantó pesadamente, terriblemente dolorido, pero tenía que ejercer de cabeza de la familia. En frente de él sus armas, aquellas maravillosas armas de cazador que antaño le dieron fama y fortuna, ahora su cuerpo se veía maltrecho a pesar de su juventud, un terrible padecimiento lo convertía de apoco en un muerto viviente. Desde que se encontró a su sobrina, la casa cobró cierta vida, se oían pasos curiosos en cualquier esquina y tras ellos un angelical rostro observaba cada movimiento. Ahora cada vez que la veía solo pensaba en una cosa, protegerla y encontrarle un nuevo hogar ahora que poco a poco la vida se escapa de entre sus labios. Miro a su dulce sobrina bajar los escalones hacia su estudio, vestía como una autentica princesa, cuando notó los cansados ojos de su tío paro y se escondió como pudo entre los huecos de la escalera, le sonrió juguetona y su tío con dolor se agacho para recibirla en un fuerte abrazo...que tierno era, la abrazaba con fuerza:
-Pequeña...prometes ser una buena niña- asintió
-Prometes proteger tu casa -Asintió
-Prometes ser una joven bella, inteligente, hermosa y fuerte- asintió
-Prometes quererme eternamente- sonrió y le beso
-Prometes no enfadarte- asintió
-Me muero- la niña lo miro con ojos llorosos- Pero no te quedaras sola, si muero te voy a dejar con un buen amigo, te cuidara...será como tu padre- la niña no dijo nada solo dejo escapar ligeras lágrimas.
-Promete que seras fuerte- la abrazo con fuerza- prométeme que le aras caso....lo hago por tu bien y cuando muera estaré contigo como padre y madre están ahora contigo- sonrío, la niña lloraba
-No llores ¿te aria yo daño? -la niña negó
-Pues se feliz con él y hazle caso...nada malo te pasará te lo prometo-sonrío con dulzura la niña por primera vez en días digo
-Te lo prometo tío- se le escapó una lágrima
-Hoy iremos a verle
Cuando la noche se hizo la noche cerrada como estipulaba en la carta, Iadelaira estaba dormida profundamente. Su tío la cargo en sus brazos tapada con una suave manta aterciopelada, con solo un par de candiles el carromato se acercaba a la casa del próximo padre de su querida sobrina. Cuando llegaron enseguida descargaron los baúles de la pequeña.
Abrieron su puerta, ella estaba completamente tapada y sumida en un profundo sueño, mejor así. Él también lo estaba callados entraron en la mansión y enseguida los llevaron a un despacho, en él el conde suspiro y miro a su dulce ángel:
-Te tratara bien mi vida...-le dio un dulce beso y se sentó en un diván recostó a su dulce sobrina tapándola con su manta y con su capa. El conde suspiro y se sentó su dulce regalo, su dulce princesa estaba tapada, parecía un dulce bulto en el diván.
El conde respiro y la puerta se abrió, su rostro, miro a aquel hombre; antes el joven conde Grimaldi era un hombre muy apuesto, de profundos ojos verdes, tez tersa y blanquecina. Ahora se veía marcado por arrugas, como si tuviera más de quince años de los que verdaderamente tenía, parecía un señor mayor. Su cabello se veía poco a poco plateado, sus ojos estaban hundidos por unos pesados párpados...estaba tocando a la muerte:
-Alessandro...viejo amigo-dijo alzando los brazos para darle un afectuoso abrazo:
-¿No me recuerdas?-ríe
-Ahora me parezco más a mi padre-rio sonoramente
-Gracias...-dijo sonriente giro ligeramente el rostro y se vio un pequeño bulto que se movía
-Ella es Iadelaira Grimaldi...la última- sonrío
-Dejemos la dormir mientras hablamos querido amigo...
Iadelaira Grimaldi- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 16/12/2013
Re: Rose e l'eternità (Alessandro)
Poco a poco el despacho desde el cual dirigía o por lo menos trataba de dirigir la empresa de mis padres comenzaba a abarrotarse de toda clase de papeles y paquetes que yo solía restarles importancia, quizá nada me importaban estos e incluso las invitaciones que constantemente recibía para poder acudir a celebraciones “aristocráticas”, sin embargo debía asistir a ellas, era parte del plan después de todo, debía conocer al enemigo para así poder estar preparado para cuando me tocase competir contra este, la preparación hace al maestro solía decir mi padre y ahora veo por qué.
De pronto Charles entro en la habitación con una carta en las manos.
-Señor, tiene correspondencia- dijo con su tono de voz áspero, como cansado de su trabajo ya por los años, sin embargo se rehusaba a renunciar, pensaba que sin él mi vida sería un caos y bueno así era, yo estaría perdido de no ser por él.
-Si son invitaciones a eventos bótalos por favor a la chimenea, tenemos que avivar el fuego y no estoy de humor para gastar madera, bueno luego nos inventamos de que la carta se extravió por ahí- una sonrisa se dibujo en mi rostro ante la idea y enseguida levante la vista del cuaderno de ingresos que me habían enviado desde Italia.
-Así lo hare señor, sin embargo aquí hay una carta que quizá sea de su interés, es del Conde Grimaldi- dijo mientras sacaba una carta del montón que traía en las manos y enseguida la deposito sobre la mesa.
-Gracias…- dije dejando de lado todo lo que tenía sobre la mesa y enseguida tome la carta y la abrí con sumo cuidado, Mikelangelo era un viejo amigo de la infancia, un hombre que compartía mis mismas metas e intereses sin embargo el tenia un punto de vista diferente al mío, cosa que se me hacía bastante peculiar, de una u otra forma era agradable volver a saber de él.
Mis ojos se fueron ensanchando cada vez mas conforme iba leyendo las palabras escritas en la carta, me mordí el labio inferior y enseguida volví a posar la mirada en la misma, incrédulo a aquellas palabras, se me hacía bastante difícil tratar de entender la idea aquella de que muchos de mis seres más allegados tuvieran algo que ver en ese asunto, acaso el tendría que ver algo con esto? No, imposible, muy pocas personas sabían la relación de amistad que manteníamos con esa familia, por lo cual rápidamente saque esa idea de mi cabeza.
Deposite la carta de mi viejo amigo sobre el escritorio y enseguida con bastante pesar cogí la hoja más cercana y un poco de tinta, sin embargo no lograba escribir nada, realmente aquella noticia me había abatido bastante, emití un fuerte resoplido y enseguida fije los ojos en la hoja que tenia al frente.
Mire el contenido de la carta que había escrito y enseguida negué con decepción, me costaba creer lo absurdo que sonaba, era casi como si se tratase de un extraño, pero la consternación me tenia cada vez peor, que mas podía hacer? Selle la carta e inmediatamente llame a Charles para que se la entregase lo más rápido posible al cartero.
El día y la hora acordados por fin llegaron y simplemente me limite a quedarme en mi habitación, debía estar presentable, llegado el momento vería después de bastantes años a mi viejo amigo y quizá, Dios no lo quisiera sería la última vez que lo podría ver, cuando por fin se anuncio la llegada de tanto la sobrina como el Conde aun no había terminado con mis preparativos, me había distraído más de lo que quería, sin embargo debía encontrar una forma de huir de aquella realidad.
Charles los condujo hasta mi despacho el cual había hecho limpiar para la ocasión, finalmente baje por las escaleras y tras un exhalar un poco de aire abrí la puerta de mi refugio, allí estaba él, bastante viejo, mucho más de lo que me acordaba, por unos segundos dude de si evidentemente se tratada de mi amigo de antaño sin embargo al ver aquellos ojos verdes característicos de él, una sonrisa se dibujo en mi rostro.
-Mikelangelo…- dije sin quitar aquella sonrisa y procedí a darle un fuerte abrazo fraternal.
Reí un poco ante su pregunta y enseguida negué.
-Es muy difícil con tu nuevo aspecto- volví a reír ante su respuesta y enseguida negué, no tienes que agradecérmelo respondí con una sonrisa en los labios mirando en dirección de la pequeña que ahora dormía sobre el diván, es muy hermosa agregue retornando la vista hacia mi amigo.
Asentí ante su siguiente respuesta y lo invite a abandonar el estudio, me gire hacia Charles el cual aun estaba parado en un rincón y le pedí que llevase a la niña al cuarto que había preparado para ella, nuevamente me di media vuelta y salí al porche de la mansión, encendí un cigarrillo y procedí a sentarme en una de las gradas que comunicaban el suelo con la entrada de la casa.
-Espero no te moleste que fume un poco- dije dándole una calada al cigarrillo, enseguida baje la vista hacia el suelo y suspire con pesar, así que te mueres, eh? dije finalmente sin poder contenerme un segundo más.
De pronto Charles entro en la habitación con una carta en las manos.
-Señor, tiene correspondencia- dijo con su tono de voz áspero, como cansado de su trabajo ya por los años, sin embargo se rehusaba a renunciar, pensaba que sin él mi vida sería un caos y bueno así era, yo estaría perdido de no ser por él.
-Si son invitaciones a eventos bótalos por favor a la chimenea, tenemos que avivar el fuego y no estoy de humor para gastar madera, bueno luego nos inventamos de que la carta se extravió por ahí- una sonrisa se dibujo en mi rostro ante la idea y enseguida levante la vista del cuaderno de ingresos que me habían enviado desde Italia.
-Así lo hare señor, sin embargo aquí hay una carta que quizá sea de su interés, es del Conde Grimaldi- dijo mientras sacaba una carta del montón que traía en las manos y enseguida la deposito sobre la mesa.
-Gracias…- dije dejando de lado todo lo que tenía sobre la mesa y enseguida tome la carta y la abrí con sumo cuidado, Mikelangelo era un viejo amigo de la infancia, un hombre que compartía mis mismas metas e intereses sin embargo el tenia un punto de vista diferente al mío, cosa que se me hacía bastante peculiar, de una u otra forma era agradable volver a saber de él.
Mis ojos se fueron ensanchando cada vez mas conforme iba leyendo las palabras escritas en la carta, me mordí el labio inferior y enseguida volví a posar la mirada en la misma, incrédulo a aquellas palabras, se me hacía bastante difícil tratar de entender la idea aquella de que muchos de mis seres más allegados tuvieran algo que ver en ese asunto, acaso el tendría que ver algo con esto? No, imposible, muy pocas personas sabían la relación de amistad que manteníamos con esa familia, por lo cual rápidamente saque esa idea de mi cabeza.
Deposite la carta de mi viejo amigo sobre el escritorio y enseguida con bastante pesar cogí la hoja más cercana y un poco de tinta, sin embargo no lograba escribir nada, realmente aquella noticia me había abatido bastante, emití un fuerte resoplido y enseguida fije los ojos en la hoja que tenia al frente.
Ven, aquí te espero, necesito contarte algunas cosas, realmente tenemos que hablar.
Alessandro Di Stefano
Mire el contenido de la carta que había escrito y enseguida negué con decepción, me costaba creer lo absurdo que sonaba, era casi como si se tratase de un extraño, pero la consternación me tenia cada vez peor, que mas podía hacer? Selle la carta e inmediatamente llame a Charles para que se la entregase lo más rápido posible al cartero.
El día y la hora acordados por fin llegaron y simplemente me limite a quedarme en mi habitación, debía estar presentable, llegado el momento vería después de bastantes años a mi viejo amigo y quizá, Dios no lo quisiera sería la última vez que lo podría ver, cuando por fin se anuncio la llegada de tanto la sobrina como el Conde aun no había terminado con mis preparativos, me había distraído más de lo que quería, sin embargo debía encontrar una forma de huir de aquella realidad.
Charles los condujo hasta mi despacho el cual había hecho limpiar para la ocasión, finalmente baje por las escaleras y tras un exhalar un poco de aire abrí la puerta de mi refugio, allí estaba él, bastante viejo, mucho más de lo que me acordaba, por unos segundos dude de si evidentemente se tratada de mi amigo de antaño sin embargo al ver aquellos ojos verdes característicos de él, una sonrisa se dibujo en mi rostro.
-Mikelangelo…- dije sin quitar aquella sonrisa y procedí a darle un fuerte abrazo fraternal.
Reí un poco ante su pregunta y enseguida negué.
-Es muy difícil con tu nuevo aspecto- volví a reír ante su respuesta y enseguida negué, no tienes que agradecérmelo respondí con una sonrisa en los labios mirando en dirección de la pequeña que ahora dormía sobre el diván, es muy hermosa agregue retornando la vista hacia mi amigo.
Asentí ante su siguiente respuesta y lo invite a abandonar el estudio, me gire hacia Charles el cual aun estaba parado en un rincón y le pedí que llevase a la niña al cuarto que había preparado para ella, nuevamente me di media vuelta y salí al porche de la mansión, encendí un cigarrillo y procedí a sentarme en una de las gradas que comunicaban el suelo con la entrada de la casa.
-Espero no te moleste que fume un poco- dije dándole una calada al cigarrillo, enseguida baje la vista hacia el suelo y suspire con pesar, así que te mueres, eh? dije finalmente sin poder contenerme un segundo más.
Alessandro Salvatore- Cazador/Realeza
- Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 26/11/2013
Edad : 31
Re: Rose e l'eternità (Alessandro)
El conde con tranquilidad, con toda la que podía pues hasta su pulso temblaba suspiro sentándose al lado de su amigo:
-Tranquilo ya hay pocas cosas que me molesten-río de soslayo. Aquellas palabras de su amigo atravesaron su pecho como una daga ardiente:
-Si....me muero...lo peor es que no saben de que-dijo cabizbajo y dio un gran suspiro:
-No me queda mucho y...ella necesita de alguien. Perdóname pero...fuiste el único que vino a mi mente. No hay familia que se pueda quedar con ella.-tras sus sentencias aclaro su voz con cuidado y trago saliva carmesí:
-Mira..Alessandro-dijo con una sonrisa y alzo como pudo un maletín que tenía a su lado y se lo mostró con una sonrisa:
-Aún sigo siendo un buen falsificador- riendo con ganas mostró el contenido del maletín, muchas hojas:
-Esto te ayudará a que nadie sospeche de que es mi sobrina y le servirá a ella como careta ante la sociedad- saco con cuidado un fino papiro atado con un lazo y lo desenvolvió:
-Mi testamento-dijo sentencian te
-Te cedo todo...todos mis vienes, mis terrenos...mis títulos-dijo con una sonrisa y se lo tendió para que firmara:
-Sin embargo, no es lo único que debes de firmar-dijo riendo:
-El testamento es de verdad-rió
-Aquí tienes otra cosa que firmar-sonrió
-De este ahí tres copias-dijo con una sonrisa, era un papel considerablemente más pequeño y tenía otros dos exactamente iguales:
-En el juras que cuando Iadelaira cumpla los 21 años le cederás lo que corresponde, es decir mis títulos, mis tierras mis vienes...-sonrió de miedo lado:
-Solo faltas tu firma- se lo tendió con suma elegancia, en el papel se veía una elegante firma bien elaborada la de Mikelangelo, y un garabato, la de Iadelaira.
-Creo en tu palabra mi estimado amigo pero...no quiero que pierda nada...es lo que queda de mi estirpe, de mi legado como cazador. Quiero que crezca sabiendo lo que es ser un Grimaldi, pero como buena Salvatore que será a partir de ahora...-con una sonrisa le tendió el resto de documentos:
-Solo tienes que firmar una partida de nacimiento:
-En estos documentos, tienes varias opciones-dijo riendo:
-Los que están atados con una cinta azul dicen que: las has adoptado en un orfanato de París. Los atados con una cinta verde dicen: que tuviste una aventura con alguna rica muchacha, que era muy joven para que su familia se hiciera cargo de una pequeña; así pues te han dado la custodia entera de su querida hija. Las atadas con la cinta morada: sencillamente dicen que estuviste casada con una tal Marie Clar de alta cuna, sin embargo mantenías tu matrimonio oculto dado que tu mujer estaba enferma; también tienes los papeles médicos; según estos acaba de fallecer. Su familia esta muerta era la última debido a esa extraña enfermedad...por suerte tu pequeña no muestra síntomas.- Sonrió de medio lado
-¿Cuál quieres?- dijo riendo
-Me encargaré de todos los gastos que implique...si se necesita hacer un funeral de pega, si se necesita sobornar a monjas, si se requiere a una falsa madre...todo-dijo sonriente.
-Aparte...podrás ver el libro genealógico de mi familia. Me gustaría que recibiera toda la educación que necesita una cazadora...aunque...-ríe de medio lado:
-Tendrá que aprenderse la tuya y la suya-rio
-Debe de tener la mayor cuartada...ese canalla la busca...
En la lejanía se escucho un agudo grito infantil. A pesar del maltrecho estado de Mikelangelo corrió como pudo. Por las escaleras una pequeña corrió como podía mientras un mayordomo y una sirvienta iba detrás de ella:
-Mi vida...-murmuro Mikel abrazándola entre jadeos:
-¿Qué pasa?-dijo con una sonrisa
-¿Dónde...dónde...?
-Chst...-dijo Mikel cargándola con un rostro demacrado y cansado por el esfuerzo:
-El será tu nuevo padre mi vida...esta será tu nueva casa-dijo sonriendo la. Iadelaira lloraba mientras miraba a Alessandro:
-Mi..nuevo papi...-dijo tartamudeando:
-Si mi vida si...-dijo tosiendo de lado...la enfermedad estaba haciendo mella, estaba cansado:
-Me llamo Iadelaira-dijo en voz baja muy cansada y vergonzosa, tapaba su boca con el hombro de su tío.
-Iadelaira...cariño-dijo con una sonrisa cansada y la bajo al suelo:
-Aupa aupa-dijo la niña alzando los brazos:
-No puedo pequeña...ve...ve con ella-dijo señalando a la sirvienta:
-Ahora iremos mi niña
-Aupa aúpa-seguía clamando, la sirvienta se llevo a la pequeña que miraba con tristeza a su tío y con miedo a Alessandro, seguía mirándoles:
-Es un poco miedosa Alessandro-comentó entre risas
-A mi me miraba con esos mismos ojos-sonrió
-Y ahora mira...le cuesta más que a mí. -le miro sonriente
-Cesemos esto....es demasiado duro seguir esperando...Con un par de ¨Aupas¨ será tuya-dijo entre risas- Es muy cariñosa....muy simpática y a la mínima...se queda con todo.-Le sonrío con dulzura.
-Tranquilo ya hay pocas cosas que me molesten-río de soslayo. Aquellas palabras de su amigo atravesaron su pecho como una daga ardiente:
-Si....me muero...lo peor es que no saben de que-dijo cabizbajo y dio un gran suspiro:
-No me queda mucho y...ella necesita de alguien. Perdóname pero...fuiste el único que vino a mi mente. No hay familia que se pueda quedar con ella.-tras sus sentencias aclaro su voz con cuidado y trago saliva carmesí:
-Mira..Alessandro-dijo con una sonrisa y alzo como pudo un maletín que tenía a su lado y se lo mostró con una sonrisa:
-Aún sigo siendo un buen falsificador- riendo con ganas mostró el contenido del maletín, muchas hojas:
-Esto te ayudará a que nadie sospeche de que es mi sobrina y le servirá a ella como careta ante la sociedad- saco con cuidado un fino papiro atado con un lazo y lo desenvolvió:
-Mi testamento-dijo sentencian te
-Te cedo todo...todos mis vienes, mis terrenos...mis títulos-dijo con una sonrisa y se lo tendió para que firmara:
-Sin embargo, no es lo único que debes de firmar-dijo riendo:
-El testamento es de verdad-rió
-Aquí tienes otra cosa que firmar-sonrió
-De este ahí tres copias-dijo con una sonrisa, era un papel considerablemente más pequeño y tenía otros dos exactamente iguales:
-En el juras que cuando Iadelaira cumpla los 21 años le cederás lo que corresponde, es decir mis títulos, mis tierras mis vienes...-sonrió de miedo lado:
-Solo faltas tu firma- se lo tendió con suma elegancia, en el papel se veía una elegante firma bien elaborada la de Mikelangelo, y un garabato, la de Iadelaira.
-Creo en tu palabra mi estimado amigo pero...no quiero que pierda nada...es lo que queda de mi estirpe, de mi legado como cazador. Quiero que crezca sabiendo lo que es ser un Grimaldi, pero como buena Salvatore que será a partir de ahora...-con una sonrisa le tendió el resto de documentos:
-Solo tienes que firmar una partida de nacimiento:
-En estos documentos, tienes varias opciones-dijo riendo:
-Los que están atados con una cinta azul dicen que: las has adoptado en un orfanato de París. Los atados con una cinta verde dicen: que tuviste una aventura con alguna rica muchacha, que era muy joven para que su familia se hiciera cargo de una pequeña; así pues te han dado la custodia entera de su querida hija. Las atadas con la cinta morada: sencillamente dicen que estuviste casada con una tal Marie Clar de alta cuna, sin embargo mantenías tu matrimonio oculto dado que tu mujer estaba enferma; también tienes los papeles médicos; según estos acaba de fallecer. Su familia esta muerta era la última debido a esa extraña enfermedad...por suerte tu pequeña no muestra síntomas.- Sonrió de medio lado
-¿Cuál quieres?- dijo riendo
-Me encargaré de todos los gastos que implique...si se necesita hacer un funeral de pega, si se necesita sobornar a monjas, si se requiere a una falsa madre...todo-dijo sonriente.
-Aparte...podrás ver el libro genealógico de mi familia. Me gustaría que recibiera toda la educación que necesita una cazadora...aunque...-ríe de medio lado:
-Tendrá que aprenderse la tuya y la suya-rio
-Debe de tener la mayor cuartada...ese canalla la busca...
En la lejanía se escucho un agudo grito infantil. A pesar del maltrecho estado de Mikelangelo corrió como pudo. Por las escaleras una pequeña corrió como podía mientras un mayordomo y una sirvienta iba detrás de ella:
-Mi vida...-murmuro Mikel abrazándola entre jadeos:
-¿Qué pasa?-dijo con una sonrisa
-¿Dónde...dónde...?
-Chst...-dijo Mikel cargándola con un rostro demacrado y cansado por el esfuerzo:
-El será tu nuevo padre mi vida...esta será tu nueva casa-dijo sonriendo la. Iadelaira lloraba mientras miraba a Alessandro:
-Mi..nuevo papi...-dijo tartamudeando:
-Si mi vida si...-dijo tosiendo de lado...la enfermedad estaba haciendo mella, estaba cansado:
-Me llamo Iadelaira-dijo en voz baja muy cansada y vergonzosa, tapaba su boca con el hombro de su tío.
-Iadelaira...cariño-dijo con una sonrisa cansada y la bajo al suelo:
-Aupa aupa-dijo la niña alzando los brazos:
-No puedo pequeña...ve...ve con ella-dijo señalando a la sirvienta:
-Ahora iremos mi niña
-Aupa aúpa-seguía clamando, la sirvienta se llevo a la pequeña que miraba con tristeza a su tío y con miedo a Alessandro, seguía mirándoles:
-Es un poco miedosa Alessandro-comentó entre risas
-A mi me miraba con esos mismos ojos-sonrió
-Y ahora mira...le cuesta más que a mí. -le miro sonriente
-Cesemos esto....es demasiado duro seguir esperando...Con un par de ¨Aupas¨ será tuya-dijo entre risas- Es muy cariñosa....muy simpática y a la mínima...se queda con todo.-Le sonrío con dulzura.
Iadelaira Grimaldi- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 16/12/2013
Temas similares
» Alessandro's ID
» Sabrina Di Alessandro
» Alessandro Arnaldi
» Ausencia de Alessandro & Cía.
» La horna de un zapato roto [Katra Di Alessandro]
» Sabrina Di Alessandro
» Alessandro Arnaldi
» Ausencia de Alessandro & Cía.
» La horna de un zapato roto [Katra Di Alessandro]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour