Paseado por el palacio (libre)

por **Sakura Pralus Maslac** Mar Dic 24, 2013 6:00 am

En el palacio Royal todo estaba muy tranquilo, los sirvientes trabajaban duramente y los habitantes del palacio caminaban tranquilamente sin ninguna preocupación, sip todo estaba muy tranquilo hasta que, las puertas que daban al salón real se abrieron de golpe, dejando ver a Sakura quien salía a paso rápido y muy molesta de allí, de lejos se podía escuchar al rey gritándole muy molesto pero la chica ni se inmuto, solo quería salir de allí cuanto antes, cuando se encontró lo suficientemente lejos de allí, sus pasos fueron bajando el ritmo hasta que se paro completamente en medio de uno de los pasillos.

El Rey se había enterado de sus escapadas por las calles de Paris, de que se relacionaban con aquellos que no eran de su clase y se había puesto furioso, tanto que le había prohibido salir, era por eso que Sakura estaba furiosa con él, y se había marchado corriendo como una niña a la que acaban de castigar.

Sakura siguió su camino, pensó que pasear por el palacio la calmaría, ya que no podría salir, al menos por ahora, aunque lo único que estaba en su mente en esos momentos era calmarse para no ponerse a llorar.

por **Samael von Percy** Miér Dic 25, 2013 3:03 am

"La libertad es un precio demasiado alto, que estoy dispuesto a pagar..."

Esa noche, después de una fiesta entre ricos y acaudalados señores de la guerra, donde planeaban como sacrificar a miles de los suyos sin ningún asco, en sus banquetes grotescos mientras a esquinas de las calles se veían niños rezar por algo más que una plegaria del papa... me encontraba yo, el sarcastico Samael, haciendo vida social con alguno de los más grandes maestres de la mesa redonda, en el Palacio Royal donde a gusto de todos, les apetecía las experiencias que un vampiro de mi clase les podía ofrecer...

- La historia, madame... no es simplemente como un libro religioso, tiene cada experiencia aclamada como una tragedia homérica, lista para ser contada... - le decía tan poeticamente a la señora van Fonet, una mujer de la nobleza alemana, quien distinguía entre otras por su elevada naturaleza del saber, era algo que me gustaba de los alemanes y admiraba de su cultura... el constante gusto por saber... algo que otras culturas no tenían en lo más mínimo...

- Sin duda, Milord... es algo digno de ser contado, por muchos de los cuales tienen algo que escribir para la historia, es sin duda un placer oír tanta experiencia... - no me sorprendía eso si, su sarcasmo propio de su familia, quienes habían metido en más de algún problema al rey de Alemania... pero no podía ser cambiado, a ellos se les quería así... aunque fuese a la fuerza.

- Es lo agradable de estudiar historia, madame von Fonet... es algo digno de... - Sentí un choque leve de alguien, me di vuelta a observar quien era y se trataba de una señorita bastante joven, no sabia que había pasado por lo cual le pedí permiso a la señora von Fonet para ir a preguntarle a esta señorita que había ocurrido... se notaba algo agitada, y a pesar de que la mayoría estuviese ya bebido, era complicado en mi hacerme caer en el alcohol... no era mi debilidad...
A pesar de todo, esperaba que se encontrara bien... lo que menos esperaba de la noche era que alguien se sintiese mal, o más mal que la gente pobre que habitaba frió y sin abrigo... en las calles de la pudorosa Francia.

por **Sakura Pralus Maslac** Miér Dic 25, 2013 6:06 am

Sakura siguió caminando, no sabia cuanto tiempo llevaba caminando por esos largos pasillos, lo que si sabia es que los zapatos de tacón que llevaba, la estaban matando, a si que decidió ir a un lugar del castillo donde sabían que no la encontrarían.

Salio al jardín y camino un poco hasta llegar a una hermosa fuente, donde el gua fluía con gracia y se podían ver pequeños peces nadando en ella, Sakura les sonrió y saludo con la mano, luego asegurando se de que no hubiera nadie, se quito los zapatos y puso los pies dentro del agua sentando se en el borde de la fuente.

Los peces de la fuente se acercaron a ella y empezaron a dar vueltas a su alrededor, como si supieran que estaba de mal humor y quisieran animarla.

-No os vais a creer lo que ha pasado-empezó a contarles la chica, sabiendo que la estaban escuchando-el rey me ha prohibido salir del castillo ¿os lo podéis creer? ¡¡¡Me ha prohibido salir a las calles de paris!!!, Dice que no debo juntarme con la gente del pueblo que es peligro, pero que sabrá el de peligro si nunca sale de aquí y cuando lo hace tiene toda un escolta, ¿ni si quiera se baja del carruaje?, si tan solo me escuchara sabría que no toda la gente de Paris es mala, muchos son buenos, amables y trabajan mucho para sobrevivir, no sabéis la miseria que hay en las calles, ojala pudiera hacer algo para ayudar-les contó con un tono de molestia y tristeza en su voz, luego cuando recordó la pelea que tubo con el Rey se levanto furiosa y empezó a andar por la fuente, sin importarle que su vestido se mojara.

-Ajj... maldito Rey sin corazón, maltido Rey de Francia y maldito sea el Rey de España que me hizo venir aqui-grito furiosa, y se volvio a sentar de golpe en el borde de la fuente-odio a los ricos-dijo en un susurro.

por **Samael von Percy** Sáb Dic 28, 2013 3:15 am

"El hombre más rico del mundo era el más pobre de espíritu... lo tenia todo pero a la vez nada"

La música de buena crianza me tenia algo asqueado, la gente entre ricos se volvía algo purulenta... y si bien no era lo suficientemente grato para mi perder mi tiempo - del cual no tenia de que preocuparme - opte por retirarme de los salones agros y me dispuse a curiosear en aquella joven que casi sollozando pedía ser escuchada...
Era ya de noche, hacia frio... no tardé en tomar mi abrigo y salir del amplio salón el cual me tenia algo cansado, la música como delicioso elixir, entre los más acaudalados se volvía una molestia... opte por buscar el silencio en el frio de la noche que en el ruido de la muchedumbre.

- Veo que la noche será un tanto solitaria... - dije escabulléndome entre la soledad de la pileta, solía hablar mucho en voz interna... tratando de tal vez, explicarme algunas cosas o buscar explicaciones propias... algo debía encontrar para estar aquí, que no fuera juntarme con algún cuello que morder, o alguna mujer que seducir sin que se de cuenta...

Vi a la jovencita bien arreglada salir del palacete, se sentó cerca mio sin darse cuenta de mi silenciosa presencia. Solo atine curioso y atenuante, a escuchar cada descarga ahogada de boca de una damisela real, no sabia de quien era hija... me parecía conocida, pero después de escuchar sus descargas me dispuse a preguntar sin titubeos...

- Ser rico no es fácil... ¿cierto? - encendí un tabaco de vainilla... el fuego era la única luz real que se podía distinguir entre tanta magnificencia humana, en construir edificios que demostraran lo que más les faltaba... honor, decencia... humildad hacia su pueblo.
Sabia que entre sus ganas de llorar podía contarme un poco de su vida... estaba completamente dispuesto a escucharla, quizás eso le faltaba... un brazo en el cual apoyarse...

- Soy Samael von Percy, Duque de Inglaterra... pero puedes llamarme Sami, si gusta su bella madame... - me presente desde la oscuridad, sin intención a molestar sus pensamientos agudos, se veía bien vestida, lo suficiente como para ser obligada a venir por estos lados... pero... ¿Quién sabe?
Sabia lo aburrida que eran estas reuniones, no contagiaba de su escepticismo a mi hijo Michael, sabia que lo desagradarían, éramos dos que no concordábamos con estas practicas algo arcaicas, los tiempos debían cambiar... y lo harían tarde o temprano.

por **Sakura Pralus Maslac** Sáb Dic 28, 2013 5:15 am

Sakura se giro sorprendida al escuchar que alguien la hablaba, avergonzada un poco de que la viera así con los pies metidos en la fuente se giro hasta quedar de espaldas a esta y se puso de nuevo los zapatos, escuchando atenta a cada palabra que decía y sorprendiéndose de sus palabras ya que era raro que alguien como el dijera eso.

-Me llamo Sakura Pralus Maslac, Duquesa de España, pero todos me dicen Sakura o Saku-le presento también y se levanto, solo para poner bien su vestido y volver a sentarse.

-Ser rico es fácil, lo difícil es que no se te suba el poder a la cabeza y te olvides de las buenas personas que están trabajando para vivir, y aunque lo sepas que no hagas nada para poder ayudarles, si tan solo pudiera dar mi dinero pero no, no puedo hacerlo porque soy muy joven todavía, además de ser mujer-dijo furiosa, mientras apretaba los puños con fuerza, sin impórtale si sangraba o no.

-Lo siento, supongo que a un hombre de alta cuna, como usted no le interesa estas cosas, y menos a un vampiro ¿verdad?-le dijo mirándole, por supuesto que sabía que era un vampiro, ya que había sentido su presencia y desgraciadamente ya había conocido a uno-oh acaso eres diferente-añadio, ya que algo le decía que era verdad.

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