It's a kind of magic [Tobias]

Vampiros, cambiaformas, licántropos... ¿qué más razas aguardaban a la joven por París? por ahora se habían encontrado con un vampiro y una cambiaformas. Desde luego se moría de ganas por ver todas aquellas razas de las que había leído en innumerables ocasiones en cientos de libros. ¿Pero cuándo volvería a tener lugar otro de esos encuentros? la pelirroja no tenía ni idea, pero aguardaba con ansia ese momento.La italiana se desperezó y se levantó, salió y como ya había hecho anteriormente comenzó a caminar sin rumbo fijo por las calles de París "París, oh, París, que hermosa ciudad, no por nada es esta la ciudad del amor y no solo por su belleza si no por su gente, la fauna de sus bosques y... no sé, París posee... una especie de magia que me atrae y me hace volver de vez en cuando... Se podría decir que es una ciudad a la que al final es inevitable cogerle cierto a cariño al hermosos paisaje." se decía así misma mientras caminaba con paso tranquilo y una leve sonrisa que se dibujaba en su rostro. Hacía frío y las calles estaban desierta y completamente en silencio, lo único que interrumpía aquel hermoso silencio era el sonido de sus pasos, tal vez por la temprana hora o por el frío, pero parecía un pueblo fantasma. Se fijaba en cada detalle, al fin y al cabo para eso había salido a la calle, para explorar aquella misteriosa ciudad y los oscuros secretos que escondía.

De repente, pasó de caminar por  por anchas e iluminadas calle a introducirse por estrechos y oscuros callejones. Poca luz podía entrar en estos, pero era la suficiente como para lograr ver a un gato blanco como la nieve, que se acercó a la muchacha y se frotaba contra sus piernas exigiéndole caricias a esta. Lo más lógico era pensar que el animal había percibido que la pelirroja también tenía una gran parte felina. Aria acarició la cabeza y el lomo del hermoso animal, que al ser callejero llevaba un par de manchas, la italiana lo cogió en brazos y acarició su suave pelaje, los ojos de este eran hermosos, uno de color azul y el otro de color verde. El animal ronroneaba pero al ver la figura de un estevado can de opaco pelaje que mostraba sus dientes de manera amenazante hacía el felino que la pelirroja sujeta en sus brazos, se acercaba al gato que saltó de sus brazos con el pelo erizado, soltando bufidos, poniéndose casi de puntillas y salió corriendo mientras el otro animal lo perseguía mientras soltaba amenazantes ladridos y el gato corría tanto como sus cortas patas le permitían. La joven miró la persecución hasta que doblaron la esquina y los perdió de vista, Aria se dio la vuelta dispuesta a volver a las anchas y luminosas calles por las que caminaba antes.

Entonces comenzó a escuchar unos pasos entre el silencio del callejón en el que no lograba vislumbrar figura alguna , guardó silencio durante unos segundos -... ¿hola? ¿quién anda ahí?- preguntó esperando una respuesta y en cambio no recibió ninguna, al menos no de inmediato, pero los pasos no cesaron y la joven miraba a su lados en el lúgubre callejón algo alarmada. ¿Quién andan ahí? se preguntaba mirando a todos sus lados, la tranquilidad que hace unos segundos se respiraba en el callejón se estaba viendo amenazada y eso no era algo que agradara a la pelirroja joven. Se giró y al fin vislumbró una figura de lo que parecía ser un extraño caballero que se introducía en el callejón.