Ladrones reales [Priv] Posi. +18

por **Pallas** Mar Ene 21, 2014 5:18 pm

Recuerdos eran encontrados en aquella tienda gitana en la que solía vivir desde que la encontraron con vida y le dieron un techo donde vivir. Raven Drooks, miraba aquel puñal que Brodrick le devolvió tras haberlo perdido ella, después se despidió de ella tras haberle salvado la vida, pero algo en ella había cambiado.

De repente aquella vida de tonos grises que iban oscureciéndose lentamente, ahora se frotaba los ojos y no veía el mundo como días anteriores. Peinándose estaba aquella larga oscura melena a la cual tenía tanto amor, tanto afecto y lo que se cuidaba con cuidado. Se había informado de una y mil maneras de mantener el cabello, la fortaleza o el brillo o mismamente múltiples cosas que ahora ella no recordaba en este instante. Era de noche, iba irse a dormir, ya terminaba de acicalarse las puntas de su cabello, iba a orar unas frases como era costumbre, aun sin haber podido adentrarse en aquella mansión en ruinas que llevaba el emblema de los Drooks. Fue tan efímero aquel momento, que le pareció un sueño demasiado real. Quizás viviendo entre tantos gitanos se estaba volviendo paranoica.

-Si…podemos convencerla para que lo haga…-Dijo uno de los gitanos cerca de su tienda. Raven estaba por meterse en la cama tras orar unas oraciones como buena cristiana, pero su oído se hizo el entendido y tomo el puñal que le recordaba a aquel caballero, Brodrick, se metió en la cama, guardo el puñal bajo la almohada y con ella su mano, disimulando que dormía o que se estaba durmiendo, uno de los gitanos le abrió la “puerta” que cerraba la tienda, que ocultaba el interior de la tienda. Vio tres sombras y solamente uno de ellos hablaba - ….¡Eh! ¡Tú! Despierta! –Raven escucho los malos modos y termino por contenerse, soltó el puñal, pero no dejo lejos la mano, se levantó un poco y giro su mirada hacia su derecha.
-¿Si?
-Duerme morena, mañana nos harás un trabajito si quieres seguir viviendo con nosotros y en el anonimato…-Con cierta burla, el gitano que hablo, tomo un libro del padre de Raven, Raven estaba a punto de hacer diana en el ojo de aquel chacal con una aguja de coser que encontrara en la tienda, pero se contuvo, se tragó el ver aquel gitano arrancar varias hojas sin cuidado para metérselas en el bolsillo del pantalón, dejar el libro en el suelo sin cuidado y salir victorioso de la tienda - ….Esa furcia sí que es rápida en aceptar….- Con eso, todos los que estaban alrededor rompieron a reír, pero en otro lado, Raven lloraba, ardía de rabia por haber presenciado lo que nunca hubiera querido ver jamás. Se sintió como si le desgarraran un recuerdo y se lo dejaran a mitad. No tenía opción.

Había visto varias veces cumplir esa misma amenaza contra varios del campamento y les había dejado en las calles de Paris, o mismamente había lanzado falsos rumores a otros campamentos para que aquellas personas no pudieran acomodarse en otros campamentos. Cada cosa que tocaban o decían, iba a misa, pero se habían topado con una antigua inquisidora que perseguía a gente como ellos. Solo que se hizo la tonta al llegar, haciéndoles creer que perdió la memoria, y seguiría así.

Se recostó sobre la almohada, pensativa. Pensó en que podría ser una oportunidad para poder volver a ver la calle sin miedo a dormir en la calle o bajo goteras de agujeros en la tienda, a volver a dormir en su cama que tanto añoraba pero que no sabía si estaría ahí. Seguramente llena de polvo y hollín, allí, todos sus recuerdos se quedaron…y no sabía si “ellos” también llegaron a sucumbir.

23:00 pm

(Música)

Había aceptado.

Lo que quería era salir del campamento, volver a ser Raven Drooks y volver a ser lo que era antaño. Solo que no dependía de que aquel deseo, aquel sueño vallara a cumplirse aquella misma noche. Sería como aquellos cuentos de hadas que de pequeña su padre siempre le había relatado, o su madre, con aquella voz tan angelical.

Su pelo recogido en un elegante moño, con joyas preciosas, un vestido de encaje ajustado a su cintura y a su cuerpo el cual hacia que le sintiera de escándalo. Su conjunto de la noche era rojo con intervalos de color dorado y marrón. ( http://www.vintagetextile.com/images/Graphics/Worthx.jpg ) Era un vestido precioso con el que su padre se enamoró de su madre, ¿Funcionaria igualmente? Lo dudaba. Los gitanos al verla no creyeron lo bella que estaba con aquel vestido, ella se puso la gran capa, evitando las miradas de todos y de aquel que la amenazo, solamente le dedico una vil mirada. Estaba en esa fiesta, por obligación, porque no quería quedarse en la calle ni que sus pertenencias fueran vendidas en subasta.

Estaba en aquella fiesta, con un puñal envenenado, no para ella, y tenía que conseguir que el anfitrión de aquella fiesta le diera algo que aquel gitano ansiaba con agonía. Sabia de los gitanos que estaban afuera de la mansión esperando la señal.

Estaba entre la espada y la pared.

Se puso tan nerviosa, que después de dos bailes de aquella fiesta en silencio, salió a los pasillos, hacia a algún lavabo cercano a la sala de baile. Debía de calmarse y a una ventana que había cerca se acercó.

La noche. Estaba solitaria.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Miér Abr 30, 2014 9:09 pm

De tus labios quiero ser el ladrón
De tu cuerpo quiero ser tu poseedor
Tu dueño absoluto sin tapujos

Ser el amo de tus sueños
Que por tus ojos sea alumbrado
En las noches de negrura

¡Oh mi amante oh mi luna hermosa.!

Entre risas una hombre y una mujer en una habitación, la ropa no era parte de ese momento de “poesía y música” al contrario solo la piel de dos amantes nocturnos era lo que estaba presente, y hablando de presentes ahí faltaba alguien el esposo de la dama en cuestión que aquel gitano estaba “acompañando” con violín en mano y poesías en su oído, los gemidos de la pareja se puede escuchar por toda la casa y que no decir por toda la ciudad, los arañazos de la mujer y los besos de los amantes es lo que encuentra un esposo enojado con arma en mano disparando, la mujer salta desnuda frente a su marido pidiendo clemencia, el gitano se ríe poniéndose los pantalones y los zapatos tomando entre las manos la camisa, con violín y el “regalo” de la mujer una joya muy hermosa un Collar de diamantes Isabelino una joya valiosa que se había ganado el gitano por haberle dado a la mujer una experiencia única en el sexo, saltó este pues por la ventana con el torso todo descubierto y el violín abrazado, lo cuidaba como ningún otro objeto, el marido engañado tiraba bala pro fuera de la ventana esperando darle pero solo consiguió alertar a todos de sus cuernos, entre risas se encontró con unos amigos gitanos que al saber lo acontecido rieron; ahí se viste algo decentemente dejando las tiras de la camisa algo flojas para tomar el fresco de la noche.

Camina por las calles de Paris mirando a gente de alta alcurnia, mirándole así que decide comenzar a tocar un poco frente al palacio para armonizar el baile, su voz tan jovial y descarada –Venid Venid hombres de buena fé y bendecidos por nuestro señor- jocoso y burlón de todo –Para que ir a una fiesta si la fiesta puede ir a ustedes- canturreaba tomando su violín en mano y dejando que las cuerdas hagan lo suyo, sus dedos rápidos y diestros comenzaron con las tonadas más graves a las más finas, arrastrando de ven en cuando la viola, y después el raspado de los dedos en las cuerdas llevando a las notas más profundas, como un vals romántico, pero el romance se había esfumado.

Entre los mirones de los señores que aplaudían el talento del joven gitano, los gritos de un hombre iracundo dispersan aquella multitud –Bastardo mal nacido te cogiste a mi esposa y esperas que no te mate- pero el astuto mozo tomó de la mano a una dama haciéndole una reverencia, él tenía algo de encantador y ladino en su presencia un joven libertino que con solo una mirada hipnotizaba a las jóvenes, quizás sería por su apariencia joven y atractiva, se metió con ella en aquel palacio siendo su acompañante pero luego de un baile se separaron dejándole él un beso en el dorso y en la mejilla un beso que llenaba de promesas de “nos volveremos a ver” salió el joven gitano por los pasillos hasta que se cruzó con una ventana que fue a dar a un hermoso y amplio jardín, la vista le llevó a tomar a su violín para tocar nuevamente su melodía a la luna que le observaba escondida entre las nubes oscuras que anunciaban precipitaciones de lluvia quizás una tormenta de primavera, una de aquellas lluvias que alegran a las flores y a las almas.

Tocaba la canción con la esperanza de que alguien le oyera o quizás nadie oiga su canción o eso el creía.

por **Pallas** Lun Mayo 26, 2014 6:20 pm

Sería imposible que se encontrara con Brodrick esa noche. Tenía en mente como le salvo la vida, pero eso era pasado y el pasado siempre tenía que quedarse enterrado. Nunca tenía que volver a mirar hacia atrás debido que siempre es una pérdida de tiempo. Por eso al presente se le llama “presente” porque ya de por si es un regalo, porque son nuevas experiencias una tras otra y que de nuevo, se quedan en el pasado. Raven siempre le había gustado observar lo que siempre vio a través de ventanales aunque ahora su nuevo hogar era una tienda de gitanos que le habían cedido para protegerla sin más… ¿de qué?

Ahora mismo Raven estaba con un hermoso vestido y decidió que no haría tal acto de villanía. Desearía volver a estar en su anterior vida. Volver a pisar tierra de mármol y camas cómodas en donde dormir y sus pensamientos la llevaron al jardín sin que se diera cuenta. Ella estaba ahí, en los jardines de repente y de fondo una melodía se escuchaba sin descanso, pero no fue a su socorro. Se sentó en un banco de piedra en el que arriba había un arco de rosas rosas.

Ahora mismo estaba pendiente en si de verdad había que matar a quien quisieran matar. Es cierto que fue una inquisidora anteriormente, y le agradaría recuperar su antigua vida de comerciante, dirigiendo la tienda de joyas de sus padres y por la noche, servía con nuevo armamento a tropas de la inquisición que necesitaran de su habilidad para hacer trampas para aquellos sobrenaturales. Comenzaba a quitarse el peinado (No tan elaborado) lentamente para finalmente tener a su lado todo tipo de adornos del pelo. Su cabello en cambio estaba ondulado, despeinado y sinceramente, no quería peinarse o hacerse algún que otro adorno más en su cabeza. Al final acababa siempre dándole dolores de cabeza por el peso de los abalorios del peinado. -…No sé que estoy haciendo..-murmuro para sí misma, pero entonces el viento nocturno le acaricio los hombros descubiertos, peino sus oscuros cabellos sin detenerse en darles otro estilo.

Tenía pensado en estar en ese lugar por unos minutos más.

Se sentía cómoda ahí. Sin nadie quien le dijera que o como, sin nadie que tuviera que amenazarle de muerte por no hacer lo que otros querían. Podía estar sola unos instantes y era algo maravilloso de experimentar.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Jue Jun 19, 2014 6:16 pm

El diablo se alza con las cuerdas
Las cuerdas lo atrapan lento y preciso
Preciso con el viento que corta las hojas
Todo vuelve al infierno donde han nacido.

Mi hermosa amante nocturna, no me dejes esta noche
No me condenes a la soledad infernal
Si lo vas a hacer al menos regálame un beso, tu beso letal
El beso de despedida mortal para morir lento

Mi amor eterno.

Las notas cesan lento en su primer acto, hace una reverencia al público inexistente pero presentes, aquellas rosas que se engalanan más con las melodías de aquel gitano descarado, una reverencia a cada lado donde los rosales sonreían y le agradecían expidiendo su aroma mágico, magia había en el lugar, magia romaní, entre sonrisas el joven toma su viola hablando con esa voz tan galante y descarada, sin tapujo sin medida como si no hubiera los modales ¿los había? Para él no, “para que perder tiempo con esas tonterías” siempre se decía a su hermano.

-Mis bellezas, mis musas, aquellas que inspiran las notas más candentes esta melodía es para ustedes- y entonces la viola comenzó a moverse sobre las cuerdas los ojos del violinista cerrados y su sonrisa que haría a cualquier jovencita suspirar, poco a poco sus dedos van marcando el ritmo entre rápido y lento, entre sensual y erótico, una danza entre amantes donde el orgasmo es el clímax de la melodía. Esos dedos van tocando las cuerdas para centrar más su ritmo, lo acelera como los latidos del corazón y cada golpe y rapado que hace mueve el viento para llevarlo con la melodía a los corazones rotos sin salida, a aquellos corazones que no saben qué hacer los envuelve y los atrapa para tirar de sus hilos al abismo de la locura y la pasión.

Entre los dos hermanos gitanos la diferencia está en la melodía y la magia que realizan, uno muestra los verdaderos sentimientos de las almas y el otro las calienta las conduce por caminos no conocidos, uno de ellos marca la tristeza llevando a que cada corazón revele su verdadero ser y el otro toca las melodías más atrevidas y vivas para llevar a todos al estado olvidado. Y así esta aquel gitano que con una sonrisa va a terminar su canción pero con la pasión y el calor con que le envuelve la melodía, la brisa, las rosas y el cielo nocturno su corazón late más fuerte que accidentalmente arroja la viola fuera de su mano y de su instrumento, lo deja volar libre, la pasión con la que tocaba el final lo envolvió tanto que no midió las claves que llevaba hasta hacerle soltar la viola.

-Esperen aquí mis bellas amantes, enseguida regreso con otra melodía para sus corazones espinados- con una sonrisa hace una reverencia a su público riéndose por su torpeza pero antes de salir a buscar su viola, un aroma lo hace despertar ¿el marido de su amante nocturna? Piensa y no se mueve queda rígido pensando que será su última melodía entonada y su ultimo público unas rosas hermosas que quedaran envueltas en sangre y diamantes.

por **Pallas** Jue Jun 26, 2014 4:52 pm

Parecería que era un espectro en la noche, con sus cabellos oscuros, su mirada grisácea al igual que el astro lunar. Su mirada entonces observaba en silencio la belleza de dicho astro. Se podría quedar observándola toda la noche, podría helarse con su presencia, pero ¿Qué paso? Inmediatamente se despertó de su embobamiento, viendo cerca el arco de algún instrumento de cuerda, de algún violín podría ser, lo tomo entre sus manos, observándolo con cuidado mientras se levantaba de aquel banco de piedra. Los adornos de su cabello estaban aún ahí sobre la piedra de aquel banco, pero ella estaba atenta a lo que tenía entre las manos.

Si bien no era tonta, sabía que lo que tenía en las manos, quizás no sería nada común. Sino algo preciado. Las cuerdas habían sido rozadas contra el violín no hace mucho, lo notaba en lo que tocaba las cuerdas ardientes seguramente de alguna melodía animada. Estaba perturbada de quien podría ser este arco o a que violín podría pertenecer. Levanto sus ojos en busca de alguien que podría estar buscando el violín, pero lo único que encontró fue a un joven de aspecto desaliñado, tenía un violín en la mano, entonces ese sería el dueño del arco que tenía entre sus manos.

-….¿Es tuyo este arco? –Pregunto con curiosidad, parecía que sí que lo era, se lo extendió de sobremanera que aquel pudiera quien fuera el dueño lo cogiera entre sus dedos. Pero parecía tardar en coger lo que le estaba acercando -…Lo dejaré en este lugar –Lo puso sobre una barandilla de piedra de bastante grosor, junto sus manos sobre su vestido a la altura de la cintura mientras sentía que la brisa de la noche seguía acariciando sus cabellos oscuros.

-Discúlpame la pregunta…pero ¿Qué hace un gitano como tú por aquí? –Pregunto aquella pregunta pues sabía que le había visto alguna vez en su campamento salir de alguna tienda que proviniera de alguna gitana -…Es que si eres quien creo, eres famoso en mi campamento…-murmuro que ella también venia de un campamento, gitano claro está, pero, ¿Qué razón daría ella para hacerle saber de su misma presencia aquí? –A mi…me han invitado...un amigo…Sa-Sali a buscarle pero no le veo por ninguna parte….-Tosió un poco cohibida del momento, comenzaba a refrescar y ella no tenía ni se había traído ningún chal para poder echarse por encima -…Y bueno…-Se atrevió a acercársele, se quedó bien cerca de él hasta que la presencia de un grupo de gitanos la encontraron y el que parecía el líder, desenvaino una daga de plata en dirección a ambos.

-Bien Raven…Dinos porque estas tardando tanto en hacer el trabajito que te hemos encargado… -Quien era el líder, mandaba a diestra y siniestro, sin importarle si humillaba a Raven -…¿Recuerdas lo que te pasaría si no cumples con tu parte del trato? Eso es, te echamos a la puta calle y tus pertenencias queridas se van a la hoguera….-Con aquellas amenazas, Raven tomo de su falda para recogérsela un poco y correr hacia donde estaban sus adornos del pelo, volvió a peinarse en un peinado sencillo y finalmente salió corriendo hacia el interior del Palacio en donde tenía que hacer su trabajo – Ah…Marius hombre…has crecido bastante…, dinos ¿Qué ha sido de tu madre? –Aquel sabia donde tocar, sabia de toda la gente gitana de Paris gracias a sus contactos -…No interrumpas a nuestra conejita de indias para que pueda al menos mantener su dignidad…-Todos acabaron riéndose sin ton ni son, hasta que finalmente quien era el líder, termino por meter más leña al fuego -…Por cierto, Que pena que tu madre este muerta –sonrió con malicia -….Me hubiera gustado volver a follarmela….-¿Sería verdad? O ¿sería una trola para simplemente alterar al gemelo de Thoumas Hendrick? Lo que hubiera sido, seguramente habría hecho efecto en Marius o eso esperaba el líder que llevaba el grupo que desapareció entre los matorrales.

por **Mátyás/Thoumas Hendrick** Mar Ago 19, 2014 11:55 pm

Con una sonrisa en los labios sus pasos inquisitivos de búsqueda de aquella viola que ha salido volando a los pies de una hermosa figura de la cual cree que es una ninfa petrificada por la belleza escarlata que refleja en la luna sus ojos van desde el suelo donde yace la musa hasta subir a los pies de ella con aquellos zapatos que engalanan la figura delicada de sus pies, sus piernas cubiertas por una capa y más capas de tela creando un vestido muy pomposo es ahí donde su risa aparece al ver los ajustada que estaba la mujer en aquellas prendas, quiso acerarse para ayudarla pero al parecer la joven dio unos pasos atrás manteniendo la distancia entre ellos más solo su voz cantarina dejó Mátyás.

-Si es mi arco con el que las cuerdas danzan cada noche, cada amanecer, cada día y cada ocaso, siempre las hace bailar con un solo objetivo- otra sonrisa y hace una reverencia a la dama que tenía enfrente pero su reverencia es un gesto burlón pues ha sido mal realizada todo en forma de jocosidad para que la dama notara que él no es un joven de alcurnia ni uno de aquellos estirados jovencitos de aquel baile aunque ya por su presencia se daría cuenta de ello –Estoy aquí porque aquí debo estar, la pregunta no sería esa, si no ¿Qué hace una gitana de los campos en un baile como este, cuando son más espíritus libres que cantan y revolotean por la noche?- tomo entre sus dedos el arco rozando finamente contra las cuerdas creando un sonido muy agudo y templado.

-Por qué me conoces? Acaso he ido a tu campamento? Cuál es? Dónde queda? He visitado muchos campamentos con mi hermano, no será que con él me confunden las damas?- su risa es aún mayor como si se tratar de una broma muy jocosa, da unos pasos hasta estar cerca de una banqueta toma asiento dejando el arco junto a él sobre la banqueta y con los dedos tira de las cuerdas del violín produciendo un sonido muy calmado pero cosquilloso, sus ojos se cierran y antes de enfrascarse a su melodía un susurro deja al viento –Su amigo ya está aquí al parecer-

Lo que acontecía simplemente él lo ignoraba cada palabra de aquellos vagos no les tomo por importancia aun cuando aquel tipo insultó a su madre, casi ya cuando se iban los sujetos con la mujer a la que tiraban de brazos Mátyás se levantó de su asiento riéndose –Vaya así que eras tú, bien mi madre me decía que había un hombre que tenía su virilidad tan pequeña como huevo de oruga y que no lo producía nada de orgasmos ni placeres que era un capado impotente- se ríe tomando su arma música para volver caminando a donde estaba antes, donde sus rosas, sabía que habría una pelea y quería al menos escoger el campo de batalla entre las flores con espinas.

-Venga y yo que pensé que era un viejo senil que andaba mi madre pero eras tu, bueno no hay mucha diferencia entre un viejo y tú ya que no puedes con una mujer como mi madre que era puro fuego y vas a poder trabajar con tu “conejita de indias” HEY mujer yo de ti mejor dejo a ese impotente y me busco algo mejor por esta zona, hay mejores lugares y miembros a los que follar como para estar con un capado como él pue será incapaz de darte orgasmos buenos y un verdadero placer en la cama que solo te conformarás con fingir el orgasmo- otra risa y sus manos tomaron el violín para volver a entonar una melodía pero esta vez era muy fuerte tenía movimientos tan bruscos y notas muy vivarachas como si anunciaran la posible pelea que se daría ahí frente a todas las flores.

por **Pallas** Vie Sep 12, 2014 1:48 pm

Raven observaba de lejos el gentío de los gitanos insultándose los unos a los otros. Estaba intranquila y buscaba algo a donde esconderse. No sabía donde, tenía en cuenta que era alta pero destacaría por su inmenso traje de noche que llevaba para la velada de ese baile. Observaba al gitano que se defendía, en toda su totalidad era hermoso. Sus ojos, sus labios y su persona le hacía atractivo, mucho más que quien la tenía chantajeada. En los bosques solía encontrarse muy poca gente, solamente a los bellos animales que ahí aguardaban. Los lobos que a veces daba de comer, las ardillas que entraban y salían dentro y fuera del campamento con avellanas que luego desaparecen de los ingredientes. Rio.

Se siente agusto mirando a aquel gitano, pero ¿Qué pensarían sus padres si en verdad buscara la solución en un gitano? Ella de todos modos quería volver hacia donde una vez estuvo. En la más alta de las sociedades. Sintiéndose libre de pensar lo que quisiera. O hacer lo que quisiera. Tener su negocio de joyas cuando de repente en el interior era una armería bien secreta oculta de los ojos curiosos de la gente. Echaba de menos esos años en los que solo servía cara al público. En los que no tenía que matar para conseguir quedarse por más tiempo. Dentro de su tienda había objetos de gran valor. No quería verlos desperdigados en una subasta por los cuatro vientos. No quería que todos sus recuerdos volaran en cuestión de unas horas.

-…-Quería ir a ayudar a aquel gitano pero simplemente no podía hacer nada. No podía tener en cuenta lo mucho que amaba esta ciudad para tener que vivir en las afueras. Tener que desesperarse buscando lo siguiente para comer, para poder jactarse de tener algún lujo de nuevo. Sus pies eran estalactitas. No se podía mover. Los tenía bien clavados en el suelo. ¿Cómo podría ayudarle? Entonces de la nada, los guardias que habían estado ocultos apresaron a los gitanos, apresando también al gitano que se había acercado a ella. Entonces ya vio su oportunidad.

-¡No! Esperen! –Salió corriendo de su escondite, yendo hasta los guardias –Oh! Mathyas! Ya bebiste como una cuba –Improvisaba algo –Disculpen caballeros, es….es mi desastroso esposo…Le estaba buscando…-Dijo mirando de guardia en guardia y después suspiro, jugando con la situación y se tomó la libertad de abofetear –suave- pero le abofeteo para que supiera que la tenía preocupada – La próxima vez que salgas sin avisar, o que vayas a emborracharte te cuelgo de tus pelotas –Dijo mientras los guardias enseguida lo soltaron, asustados de Raven, pero bueno, ¿Qué se le podía hacer?

Era dura de pelar algunas veces.

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