Ladrones y Mazmorras | Libre

por **Pyrêna Clio Brontë** Dom Feb 23, 2014 11:21 am

La vida de un carterista no es demasiado fácil... pero si además de eso, le sumas que la noche anterior te convertiste en un monstruo al que le salen pelos de todas las partes -posibles e imposibles- del cuerpo, y que no recuerdas absolutamente nada de lo que hiciste, es bastante más que probable que no te encuentres en condiciones de correr demasiado. Aún así, allí estaba, luciendo un vestido que le había costado meses pagar y subida sobre unos zapatos de tacón que nada la ayudaban en la tarea que la ocupaba: robar todo cuanto pudiera. Nunca había sido demasiado buena ahorrando, así que cada día tenía que ejercer su "profesión" para poder comprar algo que llevarse a la boca. Claro que no era tarea sencilla. Ni aun cuando las personas se acumulaban en un determinado lugar de la ciudad, era fácil acercarse a ellas y robarles sin que se diesen cuenta. Últimamente todo el mundo andaba ojo avizor, y más teniendo en cuenta que el número de robos se había multiplicado enormemente en los últimos meses.

¿De qué se extrañaban? Las clases pobres tenían que comer de algo, y eso era todo cuanto tenían. Lo raro sería que esos casos no se produjeran. Vivían como ratas en las calles. Pero claro, eso los nobles no lo sabían. Ni les interesaba. Vivían tan sumidos en su mundo perfecto que no se daban cuenta de las miserias que solaban su bonita ciudad. Necios... Por eso no se sentía culpable de vivir a costa de delinquir. En el fondo, era como una especie de justicia poética. Ella robaba a los ricos para dárselo a los pobres... Y como también era pobre, estaba justificado. Obviamente, de cara a la policía no, y por eso se veía obligada a vestir como una rica aunque no tuviera donde caerse muerta. Y qué demonios, a ella también le gustaba disfrazarse de princesa de vez en cuando. Así se sentía menos poca cosa en un mundo gobernado por poderosos. Eso, y que los vestidos le sentaban bastante mejor que a la mayoría de nobles que conocía. Alguna vez pensó en ejercer de dama de compañía para alguna señora, con la finalidad de irse llevando cosas que le gustaran de la casa. Pero no podía dejar a su hermano solo. Ni quería. Le necesitaba. Sólo con él se sentía plena. Y no soportaría perderle.

Y así, sumida en sus pensamientos y con una sonrisa de oreja a oreja adornando su semblante pálido y delicado, se sumergió entre el gentío saludando a todos con elegancia y fingida amabilidad, observando atentamente a cada uno de los transeúntes, vigilando hasta el momento preciso en que pudiera actuar.

por **Nemurenai Darksaigo** Lun Feb 24, 2014 4:49 pm

La primavera ya está en su auge todos en la ciudad vestían su última moda todas las jóvenes de París con sus vestidos de elegantes encajes y sedas finas a simple vista querían alardear a los demás de su alto rango en la sociedad, si me saludan de vez en cuando admito que soy de la alta sociedad pero aborrezco con tantas ganas la hipocresía de esa gente que solo piensa en si mismo, pero bueno hay que saludar o si no me tachan de mal educada, solo camina y trata de sonreír no por dar una impresión de mi alta alcurnia si no que no quiero que se den cuenta de que soy un ser de la noche, los humanos aun no se acostumbran a nuestra presencia y solo cuando nos ven salen corriendo por sus vidas –son algo exagerados- me dije a mi misma.

La multitud era cada vez mas gran creo que se puede decir que es la hora pico en este lugar mis ojos no dejan de observar cada movimiento de las personas a mi alrededor, podía sentir el sin fin de aromas cuando la multitud me absorbió, perfumes, esencias, especias, seda fina entre otras más pero eso no me distraía, se que los crímenes han estado en su punto más alto y no quiero ser una de sus víctimas o tal vez pueda que sea al revés. Me percate que llevaba el crucifijo de joyas finas en mi cuello y el anillo de compromiso de mi amor perdido. –Idiota- ¿Cómo me atrevo a salir con estas joyas? Seguro los ojos fisgones ya me están asechando y si me lo saco entre tanta gente daré sospechas y seguro creerán que es de gran valor.

Intente salir de la multitud alejarme de ella y guardar mis joyas preciadas, pero era imposible me empujaban de un lado hacia el otro incluso me pisaron, eso fue doloroso no puede ser que una simple multitud me tenga de esta manera soy una vampiresa pertenezco a la inquisición he estado en combates con otros seres de la noche, misión que casi me arrebatan mi existencia y una multitud me está ganando, estos es un golpe muy bajo a mi orgullo. Tanto lo intente que me distraje de mi observación y ahora estoy bajo la mira de cualquier dueño de lo ajeno.

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