En la profunda savia de la humanidad || Libre

por **Aitziber D’ Lemoine** Lun Ene 27, 2014 9:39 pm

“Cuando de mí no quede sino un árbol…
Siembra…”

No sabía porque pero le estaba gustando esa obra que presentaban hoy, se trataba de unos castrati, que daban su primera función en el teatro de parís, ya habían dado de que hablar en Italia, con sus hermosas voces, actos únicos y ejemplares, no sabía exactamente qué era lo que más le gustaba de ellos. Según la sociedad los eunucos eran como querubines, hermosos que se desatacaban por sus altos notos y hermosas voces como miel derramada que atraía a las moscas por su dulzura, pero también había un lado oscuro, se entraba en una división, no eran ni mujeres ni hombres, eran ellos, seres que no podrían procrear, formar una familia, tal vez si enamorarse, porque eran al final de todo humanos, pero condenados a una vida especifica.

Esta obra se trataba de un emperador, un malvado emperador, que mandaba a sus hijas a casarse con los más despiadados hombres de otros países sin impórtale su bienestar, solo deseaba que su país fuese uno de los más poderosos; y para eso necesitaban aliados. Su hija menor la mas estaba enamorada, pero no era de un hombre, al contrario, era del arte y deseaba mostrarle a todo el mundo que podría valerse de sí misma, pero esto no podría ser concedida.

La trágica historia cuenta que huyo de casa vestida como un sirviente adentrándose en los bosques de la antigua Grecia, para encontrar un trágico destino; las ninfas se ofendieron al verla llena de harapos en su cuerpo y pensaron hacerle una hermosa rosa blanca, para que nunca volviera a ser algo tan horrible. Al ver lo que querían hacerlo, nuevamente huyo hasta encontrarse con un hermoso joven de piel pálida y lisa, el hombre se enamoro perdidamente de ella, al ver eso, ella con mucha astucia le pidió que se disfrazara de mujer y persuadiera a las ninfas de su destino, el lo hizo, pero las ninfas no hicieron caso…

“Cuando de mí no quede sino un árbol
cuando mis huesos se hayan esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de ti no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el aliento del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonido sin eco
dormidos en la sombra de un olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa”

Los dos quedaron condenados, uno como un árbol y la joven como una rosa blanca, en donde la belleza de la joven era la que perduraría para siempre con ayuda del joven.

Era una historia triste, algo que debía aplaudirse hasta que sus manos sangraran, aquella historia le había encantado, de seguro vendría mucho más a verla, pero, después podría embriagarse con eso, se estaba distrayendo, debía buscar su rosa blanca y con espinas, todos teníamos una de esas, que nos llevaba a realizar locuras, pero esas locuras eran buenas, te hacían sentir vivo.

“Por eso,
como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
a la tierra y al viento,
te pido que nos demos al futuro del mundo...”

por **Jamal Vieri** Lun Feb 24, 2014 1:02 am

Este día en especial Jamal había comprado entradas para el teatro algo poco usual en el ya que solía ir a tabernas para entretenerse, normalmente para buscar alguna mujer que lo entretuviera para que luego posara para el , pero ahora deseaba encontrar algo de inspiración para poder pintar y su ponía que podría encontrar esa clase de inspiración entre las letras de una obra .

No era nada nuevo , solía apreciar en verdad el teatro había dejado de ir desde la ultima vez que en una obra se encontró con su Maestro Virgil aquel que le había enseñado las artes de como matar seres de la noche , y a recordar aquello se sintió con nauseas de tener que compartir asiento con personas comunes y corrientes , por lo que consiguió un palco privado el cual constaba de doce asientos , distribuidas mitad y mitad en filas de dos en dos cubiertas con terciopelo rojo y bordes de caoba bien laqueadas , la alfombra era de un interesante diseño damasco muy a juego con el color de la caoba de las butacas , tanto el panel del barandal como el cortinaje estaba hecho de terciopelo y seda color vino con distintivos en hilo de oro muy elegante , algo especial para quien guste pagar una buena suma de francos , claro esta .

El moreno tomo asiento en el primer asiento de la fila de la derecha , su amigo imaginario tomo el segundo de la izquierda con bastante mal humor cabe decir .

Era una de esas ocasiones en las que agradezco el poder tener una posición privilegiada, el estar en una función de teatro me agrada bastante sin embargo últimamente no tolero estar rodeado de gente , todos ellos hablando al mismo tiempo y canturreando en una voz demasiado audible , que sinceramente deberían mantener la maldita boca bien cerrada para poder apreciar la historia .

--Claro , no a todos les gustan las porquerías que traen para entretener a tipos idiotas como tu .

Ah si , me olvidaba de el , Seth ese maldito bastardo que no sabe hacer otra cosa que hablar directamente a mi cerebro como lo hacen algunos chupasangre mirando a ese hombre desde aquí parece sacado de una taberna de esas que tienen grabado a puño y letra el lema de "peligro" en el rostro , petulante y engreído como pocos se encuentra aun lado mio con los brazos cruzados y las piernas levantadas recostadas en el barandal del palco privado que tenemos en los labios perfectamente delineados lleva un cigarrillo el cual no ah prendido y solo lo pasea de un lado al otro de su boca , la barba crecida y la camisa de lino abierta ala mitad sus pantalones negros marcan tentadoramente cada musculo de sus piernas , gruñe como perro rabioso de vez en cuando solo para recordarme lo mucho que le fastidia estar ahí .

--No es mas que una molesta historia de maricas llorones , anda Maestro , venga vamos a un burdel donde podamos apreciar mejor las piernas de alguna bella cortesana .

Cerré los ojos exasperado tratando de aislar la voz retumbante de mi acompañante , la verdad es que no servia de nada por que como dije , hacía algo para que yo lo escuchara a como diera lugar , me levante sin decir una palabra debía salir ahora antes de que comenzara a ponerse impertinente con los actores además de que no lograría ver ni entender nada .

Al salir del palco uno de los mozos me miro con cierta extrañeza , hice una mueca pues seguramente alcanzo a escuchar algo de mi conversación , razón por la que salí apresuradamente por los pasillos mientras tiraba el cigarrillo en uno de los contenedores ¿Yo llevaba el cigarro ?

Jamal se quedo a mitad de uno de los pasillos aturdido , no estaba seguro muy bien por que , la cabeza comenzó a darle muchas vueltas por lo que avanzo dando tras pies hasta poder sostenerse de uno de los muros del pasillo .

por **Kairi Ireland** Vie Mar 07, 2014 7:54 am

Otra puesta en escena perfecta de obra favorita, los actores habían estado impresionantes,nunca me hartaba de verla, siempre desde que era mortal me llamo el teatro, por eso mi vocación había sido convertirme en actriz y así ha sido...
Me habían puesto eso si en el peor sitio posible, olía a perro mojado y no entendía porque hasta que aquel muchacho paso por mi lado, que interés podía tener un perro (sin ofender) en esta demostración de cultura folclórica; No me quedaba tranquila, si había uno podía haber varios, a saber que estarían tramando... Mi mente comenzó a fantasear macabramente, tenia que saber lo que pasaba, abandoné mi asiento y fui tras aquel chico no entendida como los mortales no notaban su olor... me había dado cuenta de que cuando me convertí en inmortal me di cuenta que había mas criaturas que no eran humanas, de las que yo me esperaba, mi mejor amigo era un hombre lobo, y al darme cuenta nos distanciamos no podíamos soportarnos no solo por el olor...
apreté el paso ya que no le encontraba me asomaba discretamente de vez en cuando por si había cambiado de palco hasta que le vi delante de mi me oyó...
-Disculpa- ante todo formalidad- ¿que hace alguien como tu, en un sitio como este? Sonreí como hacia siempre ante la gente, me apoye en la pared y me cruce de brazos le mire de arriba abajo, era bastante guapo una pena que fuera un perro
-¿Vas a contestarme hoy o mañana perrito?

por **Aitziber D’ Lemoine** Mar Abr 01, 2014 11:36 am

“Sería una bendición para los que tienen una mente indagadora y ganas ilimitadas de aprender. Saber que disponen de una vida eterna para absorber conocimiento les daría mucho ánimo. Pero para los que piensan que ya han aprendido todo lo que hay que aprender y son cerrados de mente, la vida eterna sería una maldición espantosa. No sabrían cómo ocupar su tiempo.”
— Robert Jastrow

Se disponía a terminar aquella noche sin mucho que decir, un día normal en su vida, en ocasiones, noches como estas se necesitaban para avivar un poco el espíritu, pero su presencia sabía que no podía ser ocultada. Habían muchas sombras entre su presencia, diferentes especies, tratando de convivir juntas, por suerte ella podría pasar desapercibida aun mas que muchos otros. No le importaba mucho las miradas infortunas de su andar, las miradas descorteses de los integrantes de las familias más aclamadas de Francia por su procedencia y poca moral; eso decía su hermana Anne-sophie, quien se había encargado de hablarle mal a cada integrante de la alta sociedad de su media hermana.

En realidad prefería estar rodeado de sobrenaturales, antes que ese tipo de gente. Ya varias personas había salido, ella con su paso tranquilo, caminaba hacia la salida, mientras veía como dos personas, estaban cerca en un rincón, una joven, junto a un hombre, nada diferente a no ser por la diferencia de auras entre ellos, le pareció extraño que una creatura de las sombras, como un vampiro, estuviera tan cerca de un hijo de la luna, como era los licántropos, pero no hizo mucho, solamente bufo suavemente, mientras desviaba la mirada hacia otro lado.

— No creo que sea buen lugar para charlar, señores — advirtió tranquilamente, detallando con agilidad el lugar, gracias a sus amables fantasmas, le habían advertido sobre varios cazadores revueltos entre la gente, una mujer de ojos azules, como el cielo; así le habían descrito. Dos hombros iguales, como gotas de agua, podrías verlo dos veces en el mismo lugar. Tal vez no estaban por ella, esperaba que así fuera — Algunas personas simplemente les gusta cazar lo que se les ponga al frente — volvió verlos, para dedicarles una pequeña sonrisilla.

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