AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
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La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Luego de pronunciar unas ultimas palabras para Violante, me aleje de su vida para siempre, saber que el no iba a ser mas parte de mi vida, que solo iba a ser parte de mis recuerdos dolía...era como tener un agujero enorme en el pecho que sabia que no sanaría con nada, corrí a la calle sujetando mi vestido para no tropezar con el, conteniendo las lagrimas hasta que estuve lo suficientemente lejos de el...lejos de todo, solo entonces me detuve y deje que los sollozos abandonaran mis labios mientras las lagrimas caían sin parar...
De tanto correr había acabado en un parque, me apoye en un árbol necesitando urgentemente de un apoyo, mi cuerpo temblaba mientras no podía dejar de llorar, desesperada, no podía evitar recordar todo lo vivido con Violante...todos y cada uno de los momentos con el, recordando sus promesas, sus promesas de un amor eterno...pero un amor que acabo tan rápido como comenzó...una parte muy cruel de mi misma me repetía una y otra vez que solo habían sido mentiras, que nunca me amo en realidad, que solo me había dicho aquello que yo anhelaba escuchar, que había creído ingenuamente en sus mentiras...
Quería gritar, quería...quería volver hacia el y...hacerlo cumplir sus promesas, reclamar que no era mi culpa lo que paso, que no era mi culpa que me dieran por muerta ni el no poder recordarlo, que no era mi culpa nada de eso, que debía...que debía cumplir sus promesas...que...que me amara...que se casara conmigo y vivir la eternidad a mi lado como habíamos planeado...que no le cumpliera a otra lo que me prometió a mi...no era justo...no era justo!!! quería gritar hasta quedarme sin voz...hasta desgarrar mis cuerdas vocales...
Cuanto había pasado?, cuanto tiempo estuve compadeciéndome de mi misma?, no lo sabia...llore hasta que las lagrimas dejaron de fluir, seque el rastro que habían dejado estas en mis mejillas, y apoye la cabeza en el tronco del árbol, mirando al cielo unos instantes antes de cerrar los ojos y comenzar a pensar que haría ahora con mi vida...con esta vida maldita que me esperaba...solo abrí los ojos nuevamente cuando escuche el sonido de las hojas secas al ser pisadas, mire alrededor, observando una silueta a unos metros de donde me encontraba, mi cuerpo se tenso y enseguida me puse alerta sin dejar de observarla atenta, sabia que debía estar asustada, pero me sentía tan triste...tan dolida que no podía sentir nada mas que dolor y mas dolor...
Última edición por Ainara L. Betancourt el Mar Mar 11, 2014 7:41 am, editado 1 vez
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Los había seguido toda la noche, nada había sido cosa del destino, mucho menos aquella noche. Tiare no estaba allí por una casualidad, no, ella sabía lo que acontecería, era consciente del encuentro de aquellos a los que dividió y destruyó, aquellos que veía como sus juguetes y con los que estaba dispuesta a jugar.
Ainara se detuvo y la vio a lo lejos, la clara silueta de la hija de los milenios que bajo la sombra no se revelaba del todo, era como un espectro surgido de su melancólica y destruida vida. –¿Crees en un Dios?– le habló por la mente, sin moverse, totalmente inmutada. Una brisa barrió una niebla que quiso imponerse en la madrugada de la ciudad y dejó ver la figura de Tiare, con su rostro igual a la porcelana en un vestido negro que la hacían ver como un ángel oscuro. –¿Crees en un Dios?– le volvió a preguntar manteniendo su postura igual a una de esas estatuas griegas. Nuevamente la niebla descendió a ellos ensombreciendo el rostro de Tiare. –¿Crees en un Dios?– continuó pero esta vez desapareció de los ojos de Ainara.
Como sí Tiare lo dispusiera así, un fuerte viento levantó las hojas haciéndolas chocar contra el frágil cuerpo de la mortal que se convertiría quisiera o no en su juguete, compañera y amante de la maldad de su frío corazón. El viento cesó su embestida y la figura de Tiare apareció a la misma distancia pero a la derecha de Ainara, y nuevamente pisando un par de hojas llamó su atención. –¿Crees en los ángeles y arcángeles como enviados del bien?– continuó en su mente, confundiéndola mientras el rostro de Tiare no cambiaba de semblante. –¿Crees en los ángeles y arcángeles como los guardianes de la paz y el amor?– la voz dentro de la mente de Ainara no había aumentado en intensidad o tonalidad en ningún momento pero ya ella podía deducir que esa voz provenía de la mujer vestida de negro con la enigmática apariencia.
Quizás llegaría el momento en el que Ainara terminara completamente loca, pero no sería esa noche, no mientras estuviera en poder de Tiare. La hija de los milenios volvió a desaparecer y tras unos minutos apareció justo del otro lado y volvió a llamar su atención con el pisar de las hojas. –¿Crees en el destino?– las preguntas no dejaban de formularse dentro de la mente de Ainara, era un acoso que Tiare disfrutaba mucho y que continuaría hasta provocarle temor pero a la vez curiosidad. –¿Crees en la justicia del mundo?–; el viento volvió a soplar esta vez hacia Tiare pero su vestido no se levantó, su cabello suelto no se dejó seducir, no cerró los ojos, de hecho no pestañeaba lo que intensificaba la motivación de que fuera una ilusión, quizás un producto de la imaginación de Ainara, la pronta locura que ella misma que podía abrazarla. Sí, la hija de la noche estaba segura que provocaba esa idea. –¿Crees que la vida fue justa contigo... Crees que Dios fue justo contigo... Crees que los ángeles fueron justos contigo al no proteger tu felicidad... Crees que tu destino es miserable y maldito?– concluyó y finalmente se movió, dio un par de pasos hacía Ainara, movimientos tiesos, poco flexibles, haciendo creer que la mujer de negro igual a una estatua cobrara vida.
Conforme se acercaba su cuerpo ganaba agilidad y empezó a moverse como un mortal, imitando sensualidad inocente, imitando el caminar de Ainara. La hija de la noche describió una leve sonrisa en sus labios, sus ojos se mantuvieron apagados y su pecho no presentó ningún indicio de que respirara. —Si crees en todas esas condiciones que te encadenan... ¿Por qué debes seguir creyendo en ellas?— le susurró, su boca apenas pareció moverse y finalmente sus ojos brillaron, fue como sí se tratara de una de esas maquinas modernas que eran encendidas cuando se disponía el hombre ha trabajar.
Ainara se detuvo y la vio a lo lejos, la clara silueta de la hija de los milenios que bajo la sombra no se revelaba del todo, era como un espectro surgido de su melancólica y destruida vida. –¿Crees en un Dios?– le habló por la mente, sin moverse, totalmente inmutada. Una brisa barrió una niebla que quiso imponerse en la madrugada de la ciudad y dejó ver la figura de Tiare, con su rostro igual a la porcelana en un vestido negro que la hacían ver como un ángel oscuro. –¿Crees en un Dios?– le volvió a preguntar manteniendo su postura igual a una de esas estatuas griegas. Nuevamente la niebla descendió a ellos ensombreciendo el rostro de Tiare. –¿Crees en un Dios?– continuó pero esta vez desapareció de los ojos de Ainara.
Como sí Tiare lo dispusiera así, un fuerte viento levantó las hojas haciéndolas chocar contra el frágil cuerpo de la mortal que se convertiría quisiera o no en su juguete, compañera y amante de la maldad de su frío corazón. El viento cesó su embestida y la figura de Tiare apareció a la misma distancia pero a la derecha de Ainara, y nuevamente pisando un par de hojas llamó su atención. –¿Crees en los ángeles y arcángeles como enviados del bien?– continuó en su mente, confundiéndola mientras el rostro de Tiare no cambiaba de semblante. –¿Crees en los ángeles y arcángeles como los guardianes de la paz y el amor?– la voz dentro de la mente de Ainara no había aumentado en intensidad o tonalidad en ningún momento pero ya ella podía deducir que esa voz provenía de la mujer vestida de negro con la enigmática apariencia.
Quizás llegaría el momento en el que Ainara terminara completamente loca, pero no sería esa noche, no mientras estuviera en poder de Tiare. La hija de los milenios volvió a desaparecer y tras unos minutos apareció justo del otro lado y volvió a llamar su atención con el pisar de las hojas. –¿Crees en el destino?– las preguntas no dejaban de formularse dentro de la mente de Ainara, era un acoso que Tiare disfrutaba mucho y que continuaría hasta provocarle temor pero a la vez curiosidad. –¿Crees en la justicia del mundo?–; el viento volvió a soplar esta vez hacia Tiare pero su vestido no se levantó, su cabello suelto no se dejó seducir, no cerró los ojos, de hecho no pestañeaba lo que intensificaba la motivación de que fuera una ilusión, quizás un producto de la imaginación de Ainara, la pronta locura que ella misma que podía abrazarla. Sí, la hija de la noche estaba segura que provocaba esa idea. –¿Crees que la vida fue justa contigo... Crees que Dios fue justo contigo... Crees que los ángeles fueron justos contigo al no proteger tu felicidad... Crees que tu destino es miserable y maldito?– concluyó y finalmente se movió, dio un par de pasos hacía Ainara, movimientos tiesos, poco flexibles, haciendo creer que la mujer de negro igual a una estatua cobrara vida.
Conforme se acercaba su cuerpo ganaba agilidad y empezó a moverse como un mortal, imitando sensualidad inocente, imitando el caminar de Ainara. La hija de la noche describió una leve sonrisa en sus labios, sus ojos se mantuvieron apagados y su pecho no presentó ningún indicio de que respirara. —Si crees en todas esas condiciones que te encadenan... ¿Por qué debes seguir creyendo en ellas?— le susurró, su boca apenas pareció moverse y finalmente sus ojos brillaron, fue como sí se tratara de una de esas maquinas modernas que eran encendidas cuando se disponía el hombre ha trabajar.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 03/02/2013
Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
No podía dejar de observar aquella figura, mi cuerpo se tenso cuando escuche aquella voz en mi cabeza, mi pecho comenzó a subir y bajar aceleradamente, contuve la respiracion unos segundos, mientras mi cabeza comenzaba a pensar en la respuesta, si, se supone que creía en Dios...fui criada de este modo, mis padres siempre me llevaron a la iglesia los domingos, rezaba a Dios todos los días...pero últimamente...últimamente había comenzado a olvidar que se suponía existía...había comenzado a olvidarle...así como el me había olvidado a mi...
Cerré los ojos cuando sentí el viento golpear mi cuerpo, las hojas azotarlo con fuerza, cuando se detuvo los volví a abrir y mire hacia el mismo lugar donde estaba aquella figura, sorprendiéndome al no verla mas, me sobresalte cuando escuche el sonido de pasos a mi derecha, me gire observándola ahora allí, mi pecho seguía latiendo a toda prisa, las preguntas seguían en mi cabeza, mi pecho subía y bajaba rápidamente, mi corazón latía acelerado, la vi desaparecer y luego sentí el sonido a mi otro lado, me gire rápidamente observándola..."¿crees en el destino?" me pregunto..haciéndome recordar que hubo un tiempo en el que si creía en el destino, en el que si creía que el me había unido a Violante...
Seguía observando a la mujer, pensando que quizás todo era producto de mi imaginación, quizás estaba volviéndome loca...sus preguntas no cesaban y yo solo deseaba silencio, me desesperaban, comenzaba a pensar en la respuesta de una cuando me formulaba la siguiente, me descontrolaba, seguí mirando a la mujer acercándose a mi, me quede muy quieta pensando en esas ultimas preguntas formuladas en mi cabeza...no, no, no...no creo que la vida fuera justa conmigo, no creo que Dios fuera justo conmigo...no creo que los ángeles lo fueran, creo que mi destino esta maldito...si, no podía ser de otra manera...pensaba sintiendo las lagrimas caer por mis mejillas una vez mas...pensado que quizás por algún motivo no merecía ser feliz...
Me pegue al árbol asustada cuando la vi acercándose cada vez mas a mi, ahora moviéndose mas ágil, como una persona normal, separe los labios para responder su pregunta, pero no tenia respuestas, volví a cerrarlos, quedándome en silencio mientras la observaba fijamente, atenta a cada movimiento que hiciera...asustada y en parte fascinada con ella...quise extender mis manos y tocarla para saber si era tan real como se veía o si solo era producto de mi imaginación y realmente me estaba volviendo loca...
-Quien eres?...y que es lo que quieres de mi?...- pregunte mirándola aun...- si, todas aquellas condiciones me encadenan, me aprisionan...me atrapan...pero si no creo en ellas...en que puedo creer?...- pregunte sin dejar de mirarla, manteniéndome pegada al árbol, sintiéndome acorralada, como un animalillo acorralado frente a su depredador y a la vez demasiado fascinado para escapar de el...- dime...te envió él?...si es así puedes irte...decirle que...no necesito que se preocupe por mi, que no necesito que envié a nadie a protegerme, que si las cosas acabaron...prefiero que acaben completamente...no quiero su lastima ni su preocupación..- dije mirándola, creyendo realmente que había sido Violante quien había enviado a alguien a seguirme, a protegerme...sin imaginarme quien era realmente la mujer frente a mi, ni que probablemente este encuentro seguiría cambiando mi vida drásticamente...
Cerré los ojos cuando sentí el viento golpear mi cuerpo, las hojas azotarlo con fuerza, cuando se detuvo los volví a abrir y mire hacia el mismo lugar donde estaba aquella figura, sorprendiéndome al no verla mas, me sobresalte cuando escuche el sonido de pasos a mi derecha, me gire observándola ahora allí, mi pecho seguía latiendo a toda prisa, las preguntas seguían en mi cabeza, mi pecho subía y bajaba rápidamente, mi corazón latía acelerado, la vi desaparecer y luego sentí el sonido a mi otro lado, me gire rápidamente observándola..."¿crees en el destino?" me pregunto..haciéndome recordar que hubo un tiempo en el que si creía en el destino, en el que si creía que el me había unido a Violante...
Seguía observando a la mujer, pensando que quizás todo era producto de mi imaginación, quizás estaba volviéndome loca...sus preguntas no cesaban y yo solo deseaba silencio, me desesperaban, comenzaba a pensar en la respuesta de una cuando me formulaba la siguiente, me descontrolaba, seguí mirando a la mujer acercándose a mi, me quede muy quieta pensando en esas ultimas preguntas formuladas en mi cabeza...no, no, no...no creo que la vida fuera justa conmigo, no creo que Dios fuera justo conmigo...no creo que los ángeles lo fueran, creo que mi destino esta maldito...si, no podía ser de otra manera...pensaba sintiendo las lagrimas caer por mis mejillas una vez mas...pensado que quizás por algún motivo no merecía ser feliz...
Me pegue al árbol asustada cuando la vi acercándose cada vez mas a mi, ahora moviéndose mas ágil, como una persona normal, separe los labios para responder su pregunta, pero no tenia respuestas, volví a cerrarlos, quedándome en silencio mientras la observaba fijamente, atenta a cada movimiento que hiciera...asustada y en parte fascinada con ella...quise extender mis manos y tocarla para saber si era tan real como se veía o si solo era producto de mi imaginación y realmente me estaba volviendo loca...
-Quien eres?...y que es lo que quieres de mi?...- pregunte mirándola aun...- si, todas aquellas condiciones me encadenan, me aprisionan...me atrapan...pero si no creo en ellas...en que puedo creer?...- pregunte sin dejar de mirarla, manteniéndome pegada al árbol, sintiéndome acorralada, como un animalillo acorralado frente a su depredador y a la vez demasiado fascinado para escapar de el...- dime...te envió él?...si es así puedes irte...decirle que...no necesito que se preocupe por mi, que no necesito que envié a nadie a protegerme, que si las cosas acabaron...prefiero que acaben completamente...no quiero su lastima ni su preocupación..- dije mirándola, creyendo realmente que había sido Violante quien había enviado a alguien a seguirme, a protegerme...sin imaginarme quien era realmente la mujer frente a mi, ni que probablemente este encuentro seguiría cambiando mi vida drásticamente...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
El rostro de Tiare regresó al de una estatua carente de expresiones, con sus ojos vacíos y sus labios unidos como si fueran tallados de una sola piedra. Como si sus pies no se movieran se deslizó hacía atrás y luego comenzó a dar vueltas tomando de eje a Ainara, una risa sarcástica emitió sobre la mente de la mortal para indicarle que se equivocaba de la forma más pedante posible y de pronto se detuvo a espaldas de Ainara. No hubo ningún tipo de silencio porque el viento en suaves brisas no lo permitían pero ya no hubo sonidos de pisadas, era como si la figura inmortal hubiera desaparecido del todo.
Sin darle tiempo a nada, se desplazó hasta la nuca de Ainara, acercando sus labios a la oreja derecha de la otra. —Los míos me llaman hija de los milenios, los cristianos me nombraron vampiro, muchos otros me ven como un demonio y para el resto soy el diablo— concluyó y extendió su lengua para acariciar el pómulo de Ainara, luego, desapareció antes de que la mortal pudiese girar. Cuando finalmente giró para buscarla Tiare ya estaba nuevamente a su espalda, comprobando que si antes estaba triste seguro ahora le procuraba terror aquella que se nombró el diablo. —No respondo a nadie y no tengo interés en continuar hiriendo tu corazón al recordarte las palabras de aquel ángel caído que robó la luz de tu inocencia— dijo en una voz sepulcral y Ainara la volvió a encarar.
La hija de los milenios recobró su apariencia de ser viviente y comenzó a caminar como una noble, deteniéndose frente a Ainara. Tiare no era una mujer alta, pero lo suficiente para que sin zapatos altos mirara los ojos de Ainara a la misma altura. —Ainara, la más hermosa entre los Betancourt— susurró en un tono más vivo que el anterior, su mano derecha, fría e igual al mármol, se levantó para descansarla sobre la suave y cálida mejilla de la joven. —Lo sé todo de ti, tu vida entera, todos tus recuerdos son míos, es así que conozco tu dolor mucho mejor del que otros podrían conocer jamás...— hizo una pausa sin retirar la mano del níveo rostro, su intensión era confundirla, la clave de todo era confundir su cuerpo y sobre todo su alma.
—Pero dime desolada orquídea... ¿Qué es lo que más deseas?— bisbiseó para sus palabras se las apropiara Ainara y nadie más, su mano se deslizó a su barbilla y con un suave tirón acercó ambos rostros, los ojos como la tempestad de Tiare, azules e indómitos hipnotizaron a la joven que estaba totalmente indefensa ante ella. —¿Qué estarías dispuesta a sacrificar por ver cumplidos tus sueños?— dijo a los labios que se rozaron al concluir su pregunta.
Sin darle tiempo a nada, se desplazó hasta la nuca de Ainara, acercando sus labios a la oreja derecha de la otra. —Los míos me llaman hija de los milenios, los cristianos me nombraron vampiro, muchos otros me ven como un demonio y para el resto soy el diablo— concluyó y extendió su lengua para acariciar el pómulo de Ainara, luego, desapareció antes de que la mortal pudiese girar. Cuando finalmente giró para buscarla Tiare ya estaba nuevamente a su espalda, comprobando que si antes estaba triste seguro ahora le procuraba terror aquella que se nombró el diablo. —No respondo a nadie y no tengo interés en continuar hiriendo tu corazón al recordarte las palabras de aquel ángel caído que robó la luz de tu inocencia— dijo en una voz sepulcral y Ainara la volvió a encarar.
La hija de los milenios recobró su apariencia de ser viviente y comenzó a caminar como una noble, deteniéndose frente a Ainara. Tiare no era una mujer alta, pero lo suficiente para que sin zapatos altos mirara los ojos de Ainara a la misma altura. —Ainara, la más hermosa entre los Betancourt— susurró en un tono más vivo que el anterior, su mano derecha, fría e igual al mármol, se levantó para descansarla sobre la suave y cálida mejilla de la joven. —Lo sé todo de ti, tu vida entera, todos tus recuerdos son míos, es así que conozco tu dolor mucho mejor del que otros podrían conocer jamás...— hizo una pausa sin retirar la mano del níveo rostro, su intensión era confundirla, la clave de todo era confundir su cuerpo y sobre todo su alma.
—Pero dime desolada orquídea... ¿Qué es lo que más deseas?— bisbiseó para sus palabras se las apropiara Ainara y nadie más, su mano se deslizó a su barbilla y con un suave tirón acercó ambos rostros, los ojos como la tempestad de Tiare, azules e indómitos hipnotizaron a la joven que estaba totalmente indefensa ante ella. —¿Qué estarías dispuesta a sacrificar por ver cumplidos tus sueños?— dijo a los labios que se rozaron al concluir su pregunta.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Me cubrí los oídos al oír aquella risa, como si eso fuera a silenciarla, sabia que era imposible, que aquella risa estaba en mi cabeza, cuando la mujer se detuvo mire frente a mi sin notarla, simplemente no la veía girar mas, por un momento pensé que se había ido, deje escapar un jadeo de sorpresa mientras me estremecía al sentirla tras de mi, hablando a mi oído, la escuche en silencio, me tense al sentir la lamida en mi pómulo, un nuevo estremecimiento me recorrió, me gire buscándola, mi corazón latía a mucha prisa, no dejaba de estremecerme toda, el miedo crecía cada vez mas...
Escuche otra vez sus palabras a mi espalda y nuevamente me gire, me estaba volviendo loca...me asustaba mucho mas cada vez, la vi quedándose frente a mi nuevamente, observe su rostro en silencio, escuchando sus palabras, me tense cuando sentí su mano fría en mi mejilla, su tacto me recordaba a Violante...mire sus ojos, su tacto...era idéntico al de mi amado, su piel fría y dura robando la calidez de mi mejilla, si cerrara mis ojos podría pensar y creer que era el...
Reaccione al oír su pregunta y seguí mirándola, que era lo que mas deseaba?...pensé en Violante, en el amor que me prometió tiempo atrás...en la eternidad juntos...mis ojos se llenaron de lagrimas nuevamente, pero deje escapar un jadeo cuando me tomo de la barbilla atrayéndome a ella, la mire sorprendida, poco a poco mis defensas fueron cediendo, comencé a relajarme nuevamente, escuche su pregunta y sentí sus labios rozando los míos, cerré los ojos sin poder evitar imaginarlo a él...sin pensarlo las palabras abandonaron mis labios los que aun se rozaban con los de ella pues no me atrevía, ni podía moverme...
-Todo, lo que sea...lo que quieras...- murmure sin pensarlo...y es que, era el dolor el que hablaba por mi...todo el sufrimiento, el llanto, estaba dispuesta a lo que fuera por recuperar al amor de mi vida..por que eso era Violante, el amor de mi vida...el único, estaba dispuesta a dar mi alma por él, por recuperar lo perdido...lo que nos arrebataron...-quien eres y que es lo que quieres?...que quieres de mi?...- pregunte abriendo los ojos, mirándola, solo al verla volví a sorprenderme, era ella, no era Violante, por unos segundos había olvidado donde estaba y con quien, pensé que eran los labios de mi amado quienes rozaban los míos, me moví enseguida unos centímetros hacia atrás, sintiendo que nuestros labios dejaban de rozarse...
Escuche otra vez sus palabras a mi espalda y nuevamente me gire, me estaba volviendo loca...me asustaba mucho mas cada vez, la vi quedándose frente a mi nuevamente, observe su rostro en silencio, escuchando sus palabras, me tense cuando sentí su mano fría en mi mejilla, su tacto me recordaba a Violante...mire sus ojos, su tacto...era idéntico al de mi amado, su piel fría y dura robando la calidez de mi mejilla, si cerrara mis ojos podría pensar y creer que era el...
Reaccione al oír su pregunta y seguí mirándola, que era lo que mas deseaba?...pensé en Violante, en el amor que me prometió tiempo atrás...en la eternidad juntos...mis ojos se llenaron de lagrimas nuevamente, pero deje escapar un jadeo cuando me tomo de la barbilla atrayéndome a ella, la mire sorprendida, poco a poco mis defensas fueron cediendo, comencé a relajarme nuevamente, escuche su pregunta y sentí sus labios rozando los míos, cerré los ojos sin poder evitar imaginarlo a él...sin pensarlo las palabras abandonaron mis labios los que aun se rozaban con los de ella pues no me atrevía, ni podía moverme...
-Todo, lo que sea...lo que quieras...- murmure sin pensarlo...y es que, era el dolor el que hablaba por mi...todo el sufrimiento, el llanto, estaba dispuesta a lo que fuera por recuperar al amor de mi vida..por que eso era Violante, el amor de mi vida...el único, estaba dispuesta a dar mi alma por él, por recuperar lo perdido...lo que nos arrebataron...-quien eres y que es lo que quieres?...que quieres de mi?...- pregunte abriendo los ojos, mirándola, solo al verla volví a sorprenderme, era ella, no era Violante, por unos segundos había olvidado donde estaba y con quien, pensé que eran los labios de mi amado quienes rozaban los míos, me moví enseguida unos centímetros hacia atrás, sintiendo que nuestros labios dejaban de rozarse...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Las palabras emanadas en ese murmullo fue su bálsamo, aquella expresión de los mortales de miel sobre su boca, Tiare la tomaba para sí; aunque desde un principio sabía que esa sería su respuesta, le agradaba pensar en que pudiera ir en contra de sus sentimientos, que Ainara negara su corazón, pero pocos eran los mortales capaces de lograrlo y a ellos Tiare no prestaba mucha atención. —No es quién soy, sino lo que soy... Tu decide quién soy— su rostro cambió a una perversidad.
La hija de los milenios volvió a desaparecer y reapareció a espaldas de Ainara, la abrazó por detrás, juntándole sus frágiles -para la inmortal- brazos por debajo de los generosos pechos mortales; aquel abrazo era imposible de que Ainara pudiera romperlo, no cuando la fuerza de Tiare superaba infinitamente la de Ainara. —No me has dicho que es lo que deseas...— dijo mientras acercaba sus labios al oído izquierdo y exhalaba sobre el dorado cabello de la mortal.
—¿Lo quieres a él, quieres recuperar su amor, quieres que tu vida regrese a ser como la de hace un año en la que se preparaba tu boda?— le susurró en una voz cruel, haciendo que comprendiera que no estaba hablando con un ser puro y que no deseaba un interés más que hacerlos felices. No, Tiare no deseaba eso y Ainara tenía que comprender que ella era el mal, que era el diablo y sin embargo, podía cumplir lo que le pidiera. —Tu piel sigue siendo suave, tersa y pura; cientos de hombres te desearían, pero tu quieres sólo a uno— le replicó con sutileza volviendo a lamer el pómulo.
Tiare descansó su nariz sobre la mejilla de Ainara y la fue deslizando hacia el cuello escondiéndola entre el largo cabello, ahí la besó y rompió el brazo para que ella pudiera alejarse; sin embargo, no permitió que fuera lejos y avanzando rápidamente la tomó de un hombro, la hizo girar y la cogió de cuello alzándola del suelo. Las expresiones de Tiare se dulcificaron y volvió a abrazar el cuerpo de Ainara pero esta vez de frente. –No temas... Teme a la soledad, a la infelicidad; deja que te aterre la vida sin él, saber que en brazos de otra vive feliz, que aquella mujer ocupó tu espacio... Teme a eso, no a mí– le dijo en su mente y con brusquedad la azotó en el piso.
—Yo puedo asesinar a Violante, a su prometida o despojarte de tu miserable vida. Puedo también hacer que lo olvides, borrar de tu mente el recuerdo de aquel presuntuoso vampiro, tu corazón no sabrá que existió. O borrar la mente de Violante para que se olvide de ella y vuelva contigo— su voz fue aumentando hasta resonar por las calles con un siniestro tono. —Y bien... ¿Muerte, olvido o separación?— pronunció caminando hacía ella, con la frente en alto y sus ojos azules posados en Ainara, viéndola como si de una mísera mujer se tratará.
La hija de los milenios volvió a desaparecer y reapareció a espaldas de Ainara, la abrazó por detrás, juntándole sus frágiles -para la inmortal- brazos por debajo de los generosos pechos mortales; aquel abrazo era imposible de que Ainara pudiera romperlo, no cuando la fuerza de Tiare superaba infinitamente la de Ainara. —No me has dicho que es lo que deseas...— dijo mientras acercaba sus labios al oído izquierdo y exhalaba sobre el dorado cabello de la mortal.
—¿Lo quieres a él, quieres recuperar su amor, quieres que tu vida regrese a ser como la de hace un año en la que se preparaba tu boda?— le susurró en una voz cruel, haciendo que comprendiera que no estaba hablando con un ser puro y que no deseaba un interés más que hacerlos felices. No, Tiare no deseaba eso y Ainara tenía que comprender que ella era el mal, que era el diablo y sin embargo, podía cumplir lo que le pidiera. —Tu piel sigue siendo suave, tersa y pura; cientos de hombres te desearían, pero tu quieres sólo a uno— le replicó con sutileza volviendo a lamer el pómulo.
Tiare descansó su nariz sobre la mejilla de Ainara y la fue deslizando hacia el cuello escondiéndola entre el largo cabello, ahí la besó y rompió el brazo para que ella pudiera alejarse; sin embargo, no permitió que fuera lejos y avanzando rápidamente la tomó de un hombro, la hizo girar y la cogió de cuello alzándola del suelo. Las expresiones de Tiare se dulcificaron y volvió a abrazar el cuerpo de Ainara pero esta vez de frente. –No temas... Teme a la soledad, a la infelicidad; deja que te aterre la vida sin él, saber que en brazos de otra vive feliz, que aquella mujer ocupó tu espacio... Teme a eso, no a mí– le dijo en su mente y con brusquedad la azotó en el piso.
—Yo puedo asesinar a Violante, a su prometida o despojarte de tu miserable vida. Puedo también hacer que lo olvides, borrar de tu mente el recuerdo de aquel presuntuoso vampiro, tu corazón no sabrá que existió. O borrar la mente de Violante para que se olvide de ella y vuelva contigo— su voz fue aumentando hasta resonar por las calles con un siniestro tono. —Y bien... ¿Muerte, olvido o separación?— pronunció caminando hacía ella, con la frente en alto y sus ojos azules posados en Ainara, viéndola como si de una mísera mujer se tratará.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Mi cuerpo se tenso cuando la vi desaparecer frente a mi, cuando sentí su abrazo, mi pecho subía y bajaba rápidamente por lo acelerado de mi respiracion, mi cuerpo tembló contra el suyo cuando sentí sus labios fríos rozando mi oído, cuando sentí su frío aliento rozando mis cabellos y la delicada piel de mi cuello, mis ojos se llenaron de lagrimas solo de pensar que hace un año, estábamos pensando en la boda perfecta, en...como seria nuestra vida...unas lagrimas se deslizaron por mi mejilla, volví a estremecerme por la lamida, casi sintiéndome anestesiada por el dolor que sentía...
Mas y mas lagrimas caían sin parar, lagrimas cristalinas, puras, llenas de dolor, mi cuerpo tembló una vez mas al sentir su nariz rozando mi piel, al sentir sus fríos labios en mi cuello, a penas me soltó de su abrazo, di algunos pasos alejándome de ella, pero no pude llegar muy lejos, enseguida sentí que tomaba mi hombro haciéndome girar para quedar frente a ella una vez mas, deje escapar un quejido de sorpresa cuando su mano me tomo del cuello, levantándome en el aire, quitándome la respiracion unos momentos, la mire con terror, y luego volví a sentir su abrazo, escuche su voz en mi cabeza, asentí al oírla y enseguida ella me arrojo al piso...
La mire asustada desde el suelo, escuchando luego sus palabras, no podía dejar de mirar sus ojos...- no puedo pedirte que lo mates...no...no puedo, ni siquiera que la mates a ella, o hagas con ella lo que me ocurrió a mi...el...el tomo su decisión...la amaba a ella...la escogió a ella...no quisiera morir, pero aun si borraras de mi mente y mi corazón todo recuerdo de el...seria lo mismo, ni tendría un propósito en la vida...- me pongo de pie mirándola aun, seco mis lagrimas y me apoyo del tronco del árbol sin dejar de verla...
Una sonrisa triste aparece en mis labios mientras la decisión se iba formando en mi cabeza y mi corazón...-has conmigo lo que desees...borra mi memoria, matame, o usame de alimento, has conmigo lo que quieras...has de cuenta que esta noche soy una mas de tus posesiones y decide mi destino, a mi ya nada me importa...- murmuro decidiendo entregarle mi alma, mi vida, mi destino y todo lo que soy en bandeja al mismísimo demonio...que ella hiciera lo que quisiera conmigo, a mi no me importaba...no me importaba nada...
Mas y mas lagrimas caían sin parar, lagrimas cristalinas, puras, llenas de dolor, mi cuerpo tembló una vez mas al sentir su nariz rozando mi piel, al sentir sus fríos labios en mi cuello, a penas me soltó de su abrazo, di algunos pasos alejándome de ella, pero no pude llegar muy lejos, enseguida sentí que tomaba mi hombro haciéndome girar para quedar frente a ella una vez mas, deje escapar un quejido de sorpresa cuando su mano me tomo del cuello, levantándome en el aire, quitándome la respiracion unos momentos, la mire con terror, y luego volví a sentir su abrazo, escuche su voz en mi cabeza, asentí al oírla y enseguida ella me arrojo al piso...
La mire asustada desde el suelo, escuchando luego sus palabras, no podía dejar de mirar sus ojos...- no puedo pedirte que lo mates...no...no puedo, ni siquiera que la mates a ella, o hagas con ella lo que me ocurrió a mi...el...el tomo su decisión...la amaba a ella...la escogió a ella...no quisiera morir, pero aun si borraras de mi mente y mi corazón todo recuerdo de el...seria lo mismo, ni tendría un propósito en la vida...- me pongo de pie mirándola aun, seco mis lagrimas y me apoyo del tronco del árbol sin dejar de verla...
Una sonrisa triste aparece en mis labios mientras la decisión se iba formando en mi cabeza y mi corazón...-has conmigo lo que desees...borra mi memoria, matame, o usame de alimento, has conmigo lo que quieras...has de cuenta que esta noche soy una mas de tus posesiones y decide mi destino, a mi ya nada me importa...- murmuro decidiendo entregarle mi alma, mi vida, mi destino y todo lo que soy en bandeja al mismísimo demonio...que ella hiciera lo que quisiera conmigo, a mi no me importaba...no me importaba nada...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Su decisión realmente la había decepcionado, la posibilidad de que ella renunciara a él aunque no imposible, le parecía mínima... ¿Cómo una mujer despechada no iba actuar? Pero entonces llegaron las destrozadas palabras que como un consuelo abordaban a la hija de los milenios. —Que el dolor no abandone tu razón— le advirtió moderando su voz, humanizándola lo suficiente para no escucharse vacía. —Pero tomaré tu palabra, es lo que deseas y es lo que te daré...— soltó una risa malvada que silencio a los pocos segundos y comenzó a provocarle dolor físico mediante su mente, la hizo que se retorciera como un despreciable gusano; siguió caminando y dejó la tortura para bajar a ella y levantarla con brusquedad.
—¿Te agrada el sabor de tu decisión?— susurró tomándole de la clavícula y acercándola peligrosamente a su rostro. —Tu lengua me irrita, tus sollozos no hacen más que alimentar la cólera por tu estúpida decisión... Pero escucha con atención, haré que te arrepientas, me suplicarás que la mate a ella y a él...— los ojos de Tiare brillaron con maldad, su sonrisa maliciosa comenzaba a interpretar una idea macabra, una de esas que destrozaban el alma al escucharla.
—No, mi bella orquídea... tú lo matarás. Te haré poderosa, quebraré tu espíritu y te corromperé, lo odiarás con la misma intensidad con que lo amaste, y no sabrás porque lo odias ni porque lo quieres muerto, implantaré sólo el deseo asesino y después, cuando no exista más, haré que despiertes y te des cuenta de tus acciones, haré que desesperes y finalmente te entregues a las bravas llamas o el abrazador sol, porque serás una inmortal, serás mi vástaga— los ojos de Tiare se cerraron y rió dentro de la mente de Ainara repitiéndole –has conmigo lo que desees...borra mi memoria, matame, o usame de alimento, has conmigo lo que quieras...has de cuenta que esta noche soy una mas de tus posesiones y decide mi destino, a mi ya nada me importa...– con la misma voz con la que se expresó a Tiare.
—Pero para todo esto... No necesitarás tu lengua— vociferó apretando su mandíbula para que abriera la boca, cuando lo hizo introdujo su lengua helada y la obligó a abrir más la boca, los colmillos parecieron crecer y uno de ellos desgarró como una mortal navaja la lengua; la sangre comenzó a salir por la herida, el colmillo se clavó totalmente, atravesando la pequeña extremidad. Su llanto era silencioso, porque no podía emitir sonido alguno fue entonces que Tiare penetró en su mente, le hizo creer que le arrancaba la lengua, que ésta salía suspendida y era aplastada por la malvada mujer, creó en ella la ilusión de que se arrodillaba llorando, sin poder hablar, sin dejar de sangrar y luego que se levantaba. Después, Tiare abandonó la boca y salió de la mente distorsionada de Ainara; por un par de segundos la mente se ordenó creyendo todo lo que Tiare había introducido, Ainara estaba ya segura de que no tenía lengua, el sangrado de su boca era el último factor para potenciar el engaño de la hija de los milenios.
—Antes de que te sometas a mi... Permíteme que te diga que yo fui quien destruyó sus vidas, yo te separé de él, yo borré parte de tu memoria y le hice creer que estabas muerta, por mí ustedes se encontraron esta noche porque yo los influencie así como acerqué al príncipe a esa niña tonta haciéndole creer que eras tu... Yo les hice eso y ahora bajo tu puño mataré al bastardo del príncipe, dejaré viuda a la niña tonta arrastrándola a mi luego de que te suicides— las facciones se ensombrecieron, la sonrisa en su rostro desapareció regresando a su estado de no vivo, como la hermosa estatua de antaño.
—¿Te agrada el sabor de tu decisión?— susurró tomándole de la clavícula y acercándola peligrosamente a su rostro. —Tu lengua me irrita, tus sollozos no hacen más que alimentar la cólera por tu estúpida decisión... Pero escucha con atención, haré que te arrepientas, me suplicarás que la mate a ella y a él...— los ojos de Tiare brillaron con maldad, su sonrisa maliciosa comenzaba a interpretar una idea macabra, una de esas que destrozaban el alma al escucharla.
—No, mi bella orquídea... tú lo matarás. Te haré poderosa, quebraré tu espíritu y te corromperé, lo odiarás con la misma intensidad con que lo amaste, y no sabrás porque lo odias ni porque lo quieres muerto, implantaré sólo el deseo asesino y después, cuando no exista más, haré que despiertes y te des cuenta de tus acciones, haré que desesperes y finalmente te entregues a las bravas llamas o el abrazador sol, porque serás una inmortal, serás mi vástaga— los ojos de Tiare se cerraron y rió dentro de la mente de Ainara repitiéndole –has conmigo lo que desees...borra mi memoria, matame, o usame de alimento, has conmigo lo que quieras...has de cuenta que esta noche soy una mas de tus posesiones y decide mi destino, a mi ya nada me importa...– con la misma voz con la que se expresó a Tiare.
—Pero para todo esto... No necesitarás tu lengua— vociferó apretando su mandíbula para que abriera la boca, cuando lo hizo introdujo su lengua helada y la obligó a abrir más la boca, los colmillos parecieron crecer y uno de ellos desgarró como una mortal navaja la lengua; la sangre comenzó a salir por la herida, el colmillo se clavó totalmente, atravesando la pequeña extremidad. Su llanto era silencioso, porque no podía emitir sonido alguno fue entonces que Tiare penetró en su mente, le hizo creer que le arrancaba la lengua, que ésta salía suspendida y era aplastada por la malvada mujer, creó en ella la ilusión de que se arrodillaba llorando, sin poder hablar, sin dejar de sangrar y luego que se levantaba. Después, Tiare abandonó la boca y salió de la mente distorsionada de Ainara; por un par de segundos la mente se ordenó creyendo todo lo que Tiare había introducido, Ainara estaba ya segura de que no tenía lengua, el sangrado de su boca era el último factor para potenciar el engaño de la hija de los milenios.
—Antes de que te sometas a mi... Permíteme que te diga que yo fui quien destruyó sus vidas, yo te separé de él, yo borré parte de tu memoria y le hice creer que estabas muerta, por mí ustedes se encontraron esta noche porque yo los influencie así como acerqué al príncipe a esa niña tonta haciéndole creer que eras tu... Yo les hice eso y ahora bajo tu puño mataré al bastardo del príncipe, dejaré viuda a la niña tonta arrastrándola a mi luego de que te suicides— las facciones se ensombrecieron, la sonrisa en su rostro desapareció regresando a su estado de no vivo, como la hermosa estatua de antaño.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
La mire en silencio, escuche sus palabras, sintiéndome...aliviada, pues al fin todo iba a terminar, de una u otra manera, me sorprendí al sentir aquel dolor, deje escapar un grito, cayendo al suelo, abrazándome a mi misma, sin dejar de gritar por el dolor que me provocaba, cerré los ojos con fuerza, sollozando, temblando, sentí como ella me tomaba del brazo y me levantaba, la mire con los ojos llenos de lagrimas, aun sollozando quedito, mirándola aterrada, negué al oírlo, no no, nunca jamas seria capaz de hacerle daño a el...pensaba mirándola....
Me sorprendí cuando me dijo aquellas palabras y negué tratando de apartarme de ella, me cubrí los oídos cuando repitió mis propias palabras en mi mente...- no no, no, nunca, jamas le haría daño...lo amo!!...- dije desesperada, tratando de apartarme, sintiendo mis latidos acelerados, sintiéndome aterrada, sollozos y mas sollozos abandonaban mis labios, mientras las lagrimas recorrían mis mejillas...
-No...por favor no...por favor...- suplique al oírla, dejando escapar un quejido cuando su mano apretó mi mandíbula obligándome a abrir la boca, trate de apartarme al sentir su lengua en mi boca, deje escapar un silencioso grito al sentir el dolor, mientras mis manos se aferraban a la suya que me tenia aprisionada, enterrando mis uñas, arañandola, tratando de apartarla desesperadamente, mientras sentía sus colmillos clavándose en mi lengua, el dolor era desgarrador, me hacia gritar silenciosamente, abrí los ojos sorprendida cuando la note y la vi arrancando mi lengua, grite horrorizada, me lleve la mano a la boca, sintiendo el sabor de mi propia sangre...ya no tenia lengua...no...no...sollozos silenciosos abandonaban mis labios, el dolor era horrible...
Escuche sus palabras sorprendida, quise gritarle, golpearla, tenia...tenia que avisarle a Violante...tenia que...no podía dejar...no podía dejar que me hiciera hacerle daño, di unos pasos hacia atrás, mirándola aterrada, en lo único que podía pensar era en avisar a Violante lo ocurrido, no podía...no podía dejar que la mujer frente a mi hiciera lo que quería, había sido una estúpida...di unos pasos mas hacia atrás, mientras ella hablaba, y sin mas me gire en un solo movimiento comenzando a correr, huir de ella, corriendo en dirección a Violante...tenia que avisarle, como fuera...sujete mi vestido levantándolo un poco para poder correr mas a prisa, solo podía pensar en Violante, en avisarle...en decirle de alguna manera lo ocurrido...
Me sorprendí cuando me dijo aquellas palabras y negué tratando de apartarme de ella, me cubrí los oídos cuando repitió mis propias palabras en mi mente...- no no, no, nunca, jamas le haría daño...lo amo!!...- dije desesperada, tratando de apartarme, sintiendo mis latidos acelerados, sintiéndome aterrada, sollozos y mas sollozos abandonaban mis labios, mientras las lagrimas recorrían mis mejillas...
-No...por favor no...por favor...- suplique al oírla, dejando escapar un quejido cuando su mano apretó mi mandíbula obligándome a abrir la boca, trate de apartarme al sentir su lengua en mi boca, deje escapar un silencioso grito al sentir el dolor, mientras mis manos se aferraban a la suya que me tenia aprisionada, enterrando mis uñas, arañandola, tratando de apartarla desesperadamente, mientras sentía sus colmillos clavándose en mi lengua, el dolor era desgarrador, me hacia gritar silenciosamente, abrí los ojos sorprendida cuando la note y la vi arrancando mi lengua, grite horrorizada, me lleve la mano a la boca, sintiendo el sabor de mi propia sangre...ya no tenia lengua...no...no...sollozos silenciosos abandonaban mis labios, el dolor era horrible...
Escuche sus palabras sorprendida, quise gritarle, golpearla, tenia...tenia que avisarle a Violante...tenia que...no podía dejar...no podía dejar que me hiciera hacerle daño, di unos pasos hacia atrás, mirándola aterrada, en lo único que podía pensar era en avisar a Violante lo ocurrido, no podía...no podía dejar que la mujer frente a mi hiciera lo que quería, había sido una estúpida...di unos pasos mas hacia atrás, mientras ella hablaba, y sin mas me gire en un solo movimiento comenzando a correr, huir de ella, corriendo en dirección a Violante...tenia que avisarle, como fuera...sujete mi vestido levantándolo un poco para poder correr mas a prisa, solo podía pensar en Violante, en avisarle...en decirle de alguna manera lo ocurrido...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Sí, ver a esa ingenua mortal, en un absurdo intento por escapar de la maligna mujer a la que había entregado su propia vida. Era el vicio de Tiare, era la como la sangre, sangre que pronto probaría de esa sucia mujer que había entregado su virginidad antes de casarse. Que escándalo sería para la sociedad, pero para la hija de los milenios era un buen entretenimiento. Así, divertida dejó que se marchara, que se perdiera en la oscuridad, de su sobrenatural vista; pero aunque Ainara lo añorase con todo su corazón, por más que se ocultara, nunca podría evadir a Tiare, no con un descontrolado y aterrado corazón, no pensando en Violante más que en sí misma. A veces Tiare realmente se preguntaba «¿en serio son así de ingenuos los mortales?», Ainara debía saber que no lograría llegar a Violante, no cuando Tiare le había anunciado lo que quería, tan sólo podía aferrarse a una esperanza de que la hija de los milenios hubiera perdido el interés y dejara que llegara a él.
Llegó el momento, Tiare se abalanzó sobre ella con su velocidad sobrenatural y cogiéndola por detrás le clavó sus mortales colmillos; no en su cuello, el mejor lugar para no provocar dolor, no, ella no se conformaba con doblegar el alma, sino que amaba de igual manera torturar el cuerpo. Por esa razón, sus colmillos penetraron el hombro izquierdo con una fuerza en su mandíbula tan potente que le destruyó los huesos. La sangre deleitó de la misma forma que los gritos de dolor que de su presa salían. Tiare no bebió con sutileza como lo había hecho su príncipe, no, ella no buscó darle placer; su intención era la de los violadores, justo hacía eso, violarla, someterla al placer de Tiare y sólo a ella.
Pese a que bebió con brusquedad, no debilitó el cuerpo de Ainara, abandonó la zona lesionada y tomándola de los cabellos la arrojó al suelo. —Me perteneces Ainara, tu misma firmaste la sentencia con el diablo al renunciar a tu vida. No pudiste decidir por ti misma así que lo hago por ti, ese será tu destino— le recordó en una voz fuerte y gutural, casi espectral; luego la rodeó y se puso en cuclillas, volvió a tomarle de los cabellos y la obligó a verla. —Tienes unos labios tan hermosos, una figura tan sensual que superas por mucho la belleza de aquella tonta niña... y aún así piensas primero en su felicidad. Reflexiona Ainara, ¿sí él tanto ama a aquella mujer, por qué volvió a tomar tu cuerpo, volvió a amarlo y te dijo que te amaba?— le susurró con una voz inocente, penetrante y con el único fin de continuar con su tortura mental.
Tiare era consciente de que Ainara no había reflexionado en eso y dándole nuevamente la oportunidad de obligar al príncipe a regresar con ella, se convertiría en una esperanza o simplemente un odio. De cualquier forma, de los labios de Ainara saldría una respuesta a la reflexión, respuesta que ella destruiría. Tiare, esperó a Ainara mientras dulcificaba cínicamente sus facciones, después descendió y sujetándola prácticamente de la clavícula la levantó como si de una muñeca se tratara. —¿No quieres hacerle daño?, sé entonces mi amante, mi compañera y yo te aseguraré que nada le pasará. ¡Ay!, ¿acaso no soy tan bondadosa?— le dijo con burla y por medio de la mente le hizo ver que aún tenía lengua, que lo que había creído ver tan sólo había sido una ilusión.
Sin esperar una respuesta concreta, Tiare le rasgó literalmente la garganta haciendo que comenzara a desangrarse, la tiró al suelo como si pretendiera dejarla morir, esperó a que palideciera su piel y luego, cuando la creyó lista se puso de rodillas, la sostuvo por la espaldas y levantándola describió una linea con su lengua sobre el cuello de ésta, la herida sanó inmediatamente, —despídete de la vida mortal— sentenció abriendo ligeramente la boca para mostrarle los dientes.
Llegó el momento, Tiare se abalanzó sobre ella con su velocidad sobrenatural y cogiéndola por detrás le clavó sus mortales colmillos; no en su cuello, el mejor lugar para no provocar dolor, no, ella no se conformaba con doblegar el alma, sino que amaba de igual manera torturar el cuerpo. Por esa razón, sus colmillos penetraron el hombro izquierdo con una fuerza en su mandíbula tan potente que le destruyó los huesos. La sangre deleitó de la misma forma que los gritos de dolor que de su presa salían. Tiare no bebió con sutileza como lo había hecho su príncipe, no, ella no buscó darle placer; su intención era la de los violadores, justo hacía eso, violarla, someterla al placer de Tiare y sólo a ella.
Pese a que bebió con brusquedad, no debilitó el cuerpo de Ainara, abandonó la zona lesionada y tomándola de los cabellos la arrojó al suelo. —Me perteneces Ainara, tu misma firmaste la sentencia con el diablo al renunciar a tu vida. No pudiste decidir por ti misma así que lo hago por ti, ese será tu destino— le recordó en una voz fuerte y gutural, casi espectral; luego la rodeó y se puso en cuclillas, volvió a tomarle de los cabellos y la obligó a verla. —Tienes unos labios tan hermosos, una figura tan sensual que superas por mucho la belleza de aquella tonta niña... y aún así piensas primero en su felicidad. Reflexiona Ainara, ¿sí él tanto ama a aquella mujer, por qué volvió a tomar tu cuerpo, volvió a amarlo y te dijo que te amaba?— le susurró con una voz inocente, penetrante y con el único fin de continuar con su tortura mental.
Tiare era consciente de que Ainara no había reflexionado en eso y dándole nuevamente la oportunidad de obligar al príncipe a regresar con ella, se convertiría en una esperanza o simplemente un odio. De cualquier forma, de los labios de Ainara saldría una respuesta a la reflexión, respuesta que ella destruiría. Tiare, esperó a Ainara mientras dulcificaba cínicamente sus facciones, después descendió y sujetándola prácticamente de la clavícula la levantó como si de una muñeca se tratara. —¿No quieres hacerle daño?, sé entonces mi amante, mi compañera y yo te aseguraré que nada le pasará. ¡Ay!, ¿acaso no soy tan bondadosa?— le dijo con burla y por medio de la mente le hizo ver que aún tenía lengua, que lo que había creído ver tan sólo había sido una ilusión.
Sin esperar una respuesta concreta, Tiare le rasgó literalmente la garganta haciendo que comenzara a desangrarse, la tiró al suelo como si pretendiera dejarla morir, esperó a que palideciera su piel y luego, cuando la creyó lista se puso de rodillas, la sostuvo por la espaldas y levantándola describió una linea con su lengua sobre el cuello de ésta, la herida sanó inmediatamente, —despídete de la vida mortal— sentenció abriendo ligeramente la boca para mostrarle los dientes.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Un grito ahogado escapo de mis labios cuando sentí sus colmillos enterrarse en mi hombro, casi caí al suelo, sintiendo el crujir de mis huesos, grite por el dolor que me causo, deje de respirar unos segundos solo por el shock de la situación, el shock que me causo aquel horrible dolor, sentí como tomaba mis cabellos arrojándome al suelo, la mire aterrada, dolorida escuchando sus palabras, era cierto le había entregado mi alma al mismísimo diablo en persona, grite cuando me tomo de los cabellos y la mire con las mejillas bañadas de lagrimas, mis labios estaban entreabiertos, respiraba por ellos, mi pecho subía y bajaba rápidamente, mi cuerpo temblaba por el miedo y el dolor que me había causado....
Escuche sus palabras, diciéndome lo hermosa que era no me importaba eso, dejaría todo por volver el tiempo atrás, por poder volver a estar con mi amado como antes...por no tener que renunciar a el, sus palabras me sorprendieron, era cierto, el...el me había hecho suya una vez mas, me dijo que me amaba...pero que caso tenia eso si solo me había dejado con mi dolor?...si...al final había decidido que fuera yo quien sufriera en vez de ella...eramos ambas inocentes, victimas de las circunstancias...y el había sido el verdugo que escogió que de ambas fuera yo quien sufriera...
Deje escapar un grito de dolor al sentir como me tomaba de la clavícula, hundiendo sus dedos en mi, obligándome a levantarme, abrí los ojos sorprendida al oírla, quise dar un paso atrás sorprendida, aterrada por sus palabras, no, no podía hablar en serio...era...imposible...ser su amante, su compañera? como podría si no sentía nada por ella? si nunca jamas sentiría algo mas que miedo por alguien tan cruel y malvada...pero...si me prometía, me juraba que no le haría daño nunca mas a Violante...no seria lo mismo que sacrificarme siendo la esposa de alguien mas? solo para olvidarle, para seguir existiendo en una vida vacía mientas el era feliz con la persona que escogió?...acaso esto no seria lo mismo? pensaba, desesperada, dolida...
Me lleve la mano a la boca cuando la ilusión se desvaneció de mi mente, tenia aun mi lengua, podía hablar...la mire sorprendida, estaba a punto de responder sus preguntas cuando sentí aquel horrible dolor en mi garganta, sintiendo la sangre cálida derramarse en mi piel, me tiro al suelo, lagrimas caían por mis mejillas, sentía que me ahogaba en mi propia sangre, no podía mas....no aguantaba, mi piel se iba poniendo mas fría y pálida, la sentí levantándome un poco, sentir su lengua húmeda en mi piel, lamiendo la herida, sentí como esta se cerraba, escuche sus palabras, y la mire, no quería ser inmortal, no quería vivir una eternidad con este dolor, no quería...pensaba desesperada...
-S...si....si acepto ser tu amante....no...no le harás daño a Violante...ni me harás hacérselo verdad?...lo...lo dejaras en paz?...si es así entonces...seré tu amante, tu compañera, lo que tu desees...pero jurame que ni tu ni nadie le hará mas daño a Violante, que tu te aseguraras de eso...júramelo...p...prometemelo...y seré tu amante...mi alma, mi cuerpo y todo lo que soy serán tuyos...- dije con la voz entrecortada, utilizando mis ultimas fuerzas para suplicarle aquello, rindiendome poco a poco, fui cerrando los ojos, sintiendo que mis energías se agotaban, mi corazón latía mas lento cada vez, y no odia dejar de pensar en Violante....mi único y eterno amor...
Escuche sus palabras, diciéndome lo hermosa que era no me importaba eso, dejaría todo por volver el tiempo atrás, por poder volver a estar con mi amado como antes...por no tener que renunciar a el, sus palabras me sorprendieron, era cierto, el...el me había hecho suya una vez mas, me dijo que me amaba...pero que caso tenia eso si solo me había dejado con mi dolor?...si...al final había decidido que fuera yo quien sufriera en vez de ella...eramos ambas inocentes, victimas de las circunstancias...y el había sido el verdugo que escogió que de ambas fuera yo quien sufriera...
Deje escapar un grito de dolor al sentir como me tomaba de la clavícula, hundiendo sus dedos en mi, obligándome a levantarme, abrí los ojos sorprendida al oírla, quise dar un paso atrás sorprendida, aterrada por sus palabras, no, no podía hablar en serio...era...imposible...ser su amante, su compañera? como podría si no sentía nada por ella? si nunca jamas sentiría algo mas que miedo por alguien tan cruel y malvada...pero...si me prometía, me juraba que no le haría daño nunca mas a Violante...no seria lo mismo que sacrificarme siendo la esposa de alguien mas? solo para olvidarle, para seguir existiendo en una vida vacía mientas el era feliz con la persona que escogió?...acaso esto no seria lo mismo? pensaba, desesperada, dolida...
Me lleve la mano a la boca cuando la ilusión se desvaneció de mi mente, tenia aun mi lengua, podía hablar...la mire sorprendida, estaba a punto de responder sus preguntas cuando sentí aquel horrible dolor en mi garganta, sintiendo la sangre cálida derramarse en mi piel, me tiro al suelo, lagrimas caían por mis mejillas, sentía que me ahogaba en mi propia sangre, no podía mas....no aguantaba, mi piel se iba poniendo mas fría y pálida, la sentí levantándome un poco, sentir su lengua húmeda en mi piel, lamiendo la herida, sentí como esta se cerraba, escuche sus palabras, y la mire, no quería ser inmortal, no quería vivir una eternidad con este dolor, no quería...pensaba desesperada...
-S...si....si acepto ser tu amante....no...no le harás daño a Violante...ni me harás hacérselo verdad?...lo...lo dejaras en paz?...si es así entonces...seré tu amante, tu compañera, lo que tu desees...pero jurame que ni tu ni nadie le hará mas daño a Violante, que tu te aseguraras de eso...júramelo...p...prometemelo...y seré tu amante...mi alma, mi cuerpo y todo lo que soy serán tuyos...- dije con la voz entrecortada, utilizando mis ultimas fuerzas para suplicarle aquello, rindiendome poco a poco, fui cerrando los ojos, sintiendo que mis energías se agotaban, mi corazón latía mas lento cada vez, y no odia dejar de pensar en Violante....mi único y eterno amor...
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Abre los ojos...
Abre los ojos...
Abre los ojos...
Esas fueron las palabras de Violante que estaba junto a Ainara en el suelo, hincado y sosteniéndola de la cabeza. El ritmo cardiaco de ella aumento un poco y sus hermosos ojos se abrieron. Tenía el rostro manchado por lágrimas que él no había provocado, poseía heridas en su frágil cuerpo y sus mismos cabellos dorados estaban salpicados por la sangre que de múltiples heridas poseía en todo el cuerpo. Algo la había atacado.
El príncipe le sonrió mientras despejaba su rostro de varios cabellos rebeldes —ya estoy aquí amor, ya estoy aquí— le dijo como un consuelo y cargándola un poco más la llevó a su pecho para abrazarla con cariño. —No me iré nunca más— le dijo y ella volvió a cerrar los ojos. Reincorporándose, el príncipe la sostuvo en brazos y así la cargó hasta la misma habitación donde todo había concluido, la recostó esperando que volviera a recobrar el conocimiento y cuando lo hizo corrió a ella sentándose en el borde de la cama y tomándole una de sus manos.
—Ainara, soy un idiota no podré vivir sin ti, lo intenté pero no pude ahora que te tengo nuevamente, que podemos hacer la vida que deseamos no puedo desecharla... |Te amo Ainara, con toda mi alma! Yo existo por ti, fue mi destino encontrarme contigo— le dijo besándole la mano y viéndola totalmente arrepentido por lo que había hecho y dicho. Con ambas manos se aferró a la débil de ella.
—Tu una vez sacrificaste tu vida por mí, lo dejaste todo y esta noche estabas dispuesto a hacerlo de nuevo... Yo también lo sacrificaré todo por ti... Porque primero estás tu que todo el mundo. Cometí un error, pero te pido que me dejes remediarlo, si me aceptas tendré toda la eternidad para sanar la herida que te provoque y podré amarte incondicionalmente— le susurró y le volvió a besar la mano. El corazón de Ainara, aunque débil, ya latía con más fuerza. Su cuerpo no tenía mucha sangre, de hecho tenía la suficiente para seguir con vida.
—Me prometí nunca condenar a alguien con el don oscuro, pero no quiero que algo te pase, quiero envidiarte y tenerte para mí en todo momento, dormir juntos y convivir así como amarnos todas las noches por siempre. Mantenerte bella por siempre, con ese cuerpo que no envejecerá, que no cambiará de apariencia, como es el engordar o enflaquecer. Quiero salvarte de la linea mortal por la que estás sufriendo. Quiero que como inmortales seas mi esposa y cumplamos juntos nuestros deseos— le imploró acercándose a ella y besando sus labios, su mano se deslizó por el cuello para acercarla más a él y mientras se besaban le dijo ¡Te amo!
El beso se prolongó, pero cuando finalmente terminó él la contempló con ternura. —No tengo un anillo que ofrecerte, pero con el don oscuro te pido... ¡Se mi esposa!— le pidió dibujando una sonrisa en su rostro. —¿Me aceptarás como esposo dejando que termine con tu vida mortal y te regrese a una no-vida, condenada a beber de los hombres para sobrevivir... Aceptarás eso por mí?— le dijo ansioso por su respuesta y la necesidad de amarla.
Abre los ojos...
Abre los ojos...
Esas fueron las palabras de Violante que estaba junto a Ainara en el suelo, hincado y sosteniéndola de la cabeza. El ritmo cardiaco de ella aumento un poco y sus hermosos ojos se abrieron. Tenía el rostro manchado por lágrimas que él no había provocado, poseía heridas en su frágil cuerpo y sus mismos cabellos dorados estaban salpicados por la sangre que de múltiples heridas poseía en todo el cuerpo. Algo la había atacado.
El príncipe le sonrió mientras despejaba su rostro de varios cabellos rebeldes —ya estoy aquí amor, ya estoy aquí— le dijo como un consuelo y cargándola un poco más la llevó a su pecho para abrazarla con cariño. —No me iré nunca más— le dijo y ella volvió a cerrar los ojos. Reincorporándose, el príncipe la sostuvo en brazos y así la cargó hasta la misma habitación donde todo había concluido, la recostó esperando que volviera a recobrar el conocimiento y cuando lo hizo corrió a ella sentándose en el borde de la cama y tomándole una de sus manos.
—Ainara, soy un idiota no podré vivir sin ti, lo intenté pero no pude ahora que te tengo nuevamente, que podemos hacer la vida que deseamos no puedo desecharla... |Te amo Ainara, con toda mi alma! Yo existo por ti, fue mi destino encontrarme contigo— le dijo besándole la mano y viéndola totalmente arrepentido por lo que había hecho y dicho. Con ambas manos se aferró a la débil de ella.
—Tu una vez sacrificaste tu vida por mí, lo dejaste todo y esta noche estabas dispuesto a hacerlo de nuevo... Yo también lo sacrificaré todo por ti... Porque primero estás tu que todo el mundo. Cometí un error, pero te pido que me dejes remediarlo, si me aceptas tendré toda la eternidad para sanar la herida que te provoque y podré amarte incondicionalmente— le susurró y le volvió a besar la mano. El corazón de Ainara, aunque débil, ya latía con más fuerza. Su cuerpo no tenía mucha sangre, de hecho tenía la suficiente para seguir con vida.
—Me prometí nunca condenar a alguien con el don oscuro, pero no quiero que algo te pase, quiero envidiarte y tenerte para mí en todo momento, dormir juntos y convivir así como amarnos todas las noches por siempre. Mantenerte bella por siempre, con ese cuerpo que no envejecerá, que no cambiará de apariencia, como es el engordar o enflaquecer. Quiero salvarte de la linea mortal por la que estás sufriendo. Quiero que como inmortales seas mi esposa y cumplamos juntos nuestros deseos— le imploró acercándose a ella y besando sus labios, su mano se deslizó por el cuello para acercarla más a él y mientras se besaban le dijo ¡Te amo!
El beso se prolongó, pero cuando finalmente terminó él la contempló con ternura. —No tengo un anillo que ofrecerte, pero con el don oscuro te pido... ¡Se mi esposa!— le pidió dibujando una sonrisa en su rostro. —¿Me aceptarás como esposo dejando que termine con tu vida mortal y te regrese a una no-vida, condenada a beber de los hombres para sobrevivir... Aceptarás eso por mí?— le dijo ansioso por su respuesta y la necesidad de amarla.
Violante- Vampiro Clase Baja
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
No sabia que había ocurrido, estaba envuelta en una espesa oscuridad, una de la que no podía salir, ni quería salir, era...relajante...tenia la sensación de que si me dejaba llevar por la oscuridad ya no existiría el dolor, la tristeza o el sufrimiento...hasta que de pronto escuche unas palabras...alguien me pedía que abriera los ojos, reconocía su voz...Violante, pero no...no quería salir de aquella oscuridad quería que me llevara, quería que todo desapareciera, que el dolor se fuera, su voz seguia llamándome, y poco a poco comencé a salir de aquel estado de semi inconsciencia, me encontraba en sus brazos, lo mire, sintiéndolo retirar mis cabellos del rostro, deje escapar un quejido cuando me cargo en sus brazos, escuchaba sus palabras, quería responder pero estaba demasiado cansada y dolorida, no tenia energías de nada...
La oscuridad volvió a reclamarme y para cuando abrí los ojos nuevamente lo vi a mi lado sentado junto a mi, tomando mi mano, escuche sus palabras en silencio, mis ojos se llenaron de lagrimas, hablaba en serio?...era real?...todo parecía un sueño hermoso, quise presionar su mano pero no tenia energías, no podía dejar de mirar sus ojos y escuchar sus palabras...-co...como sabes que...q...que estaba allí?...c...como me encontraste?...no...no es un sueño?...j...jurame que es real...- suplico con los ojos llenos de lagrimas, no podría soportar volver a ilusionarme con el, con formar una vida con el, con estar una eternidad a su lado para que el luego me dejara...realmente no podía soportar pasar por todo esto de nuevo...mi corazón latía a toda prisa, rápido, lo mas fuerte y rápido que podía después del estado en el que me encontraba...
Sus siguientes palabras hicieron que mi felicidad aumentara mas y mas, hablaba en serio?, realmente en serio?, no podía creerlo, después de decirme que...se iba a casar con la otra chica, y se saber que no podíamos estar juntos, ahora me ofrecía la inmortalidad a su lado nuevamente, ser su esposa, lo que había soñado y deseado, no deseaba nada mas que a el, que vivir mi vida a su lado...no podía responder, correspondí su beso suavemente, levante mis brazos, abrazándome a su cuello, correspondiendo el beso como si se me fuera la vida en ello...cuando el beso acabo abrí lentamente mis ojos observando los suyos, una sonrisa de felicidad apareció en mi rostro mientras las lagrimas bañaban mis mejillas, esta vez lagrimas de felicidad...- si Violante...si amor mio...eres...eres mi todo, el amor de mi vida, por ti haría lo que fuera...- dije llevando una de mis manos a acariciar su rostro de manera suave...- seré tu esposa, mi vida es tuya...solo tuya, siempre tuya...te amo, te amo Violante, siempre, siempre te amare...hazme inmortal como tu...pero antes prometeme...jurame que pase lo que pase nunca me dejaras...por que preferiré la muerte inmolada que la vida eterna sin ti a mi lado...- murmure mirando sus ojos, tomando sus mano, sintiéndome en paz...feliz...tanto que quería llorar y reír a la vez...quería creer que todo era real...pero en el fondo tenia terror de que no lo fuera...-eres real cierto?...por favor dime que todo esto es real...- suplique, asustada viendo sus ojos, rogando mentalmente que no fuera una cruel broma...o un sueño que luego se desvanecería...
La oscuridad volvió a reclamarme y para cuando abrí los ojos nuevamente lo vi a mi lado sentado junto a mi, tomando mi mano, escuche sus palabras en silencio, mis ojos se llenaron de lagrimas, hablaba en serio?...era real?...todo parecía un sueño hermoso, quise presionar su mano pero no tenia energías, no podía dejar de mirar sus ojos y escuchar sus palabras...-co...como sabes que...q...que estaba allí?...c...como me encontraste?...no...no es un sueño?...j...jurame que es real...- suplico con los ojos llenos de lagrimas, no podría soportar volver a ilusionarme con el, con formar una vida con el, con estar una eternidad a su lado para que el luego me dejara...realmente no podía soportar pasar por todo esto de nuevo...mi corazón latía a toda prisa, rápido, lo mas fuerte y rápido que podía después del estado en el que me encontraba...
Sus siguientes palabras hicieron que mi felicidad aumentara mas y mas, hablaba en serio?, realmente en serio?, no podía creerlo, después de decirme que...se iba a casar con la otra chica, y se saber que no podíamos estar juntos, ahora me ofrecía la inmortalidad a su lado nuevamente, ser su esposa, lo que había soñado y deseado, no deseaba nada mas que a el, que vivir mi vida a su lado...no podía responder, correspondí su beso suavemente, levante mis brazos, abrazándome a su cuello, correspondiendo el beso como si se me fuera la vida en ello...cuando el beso acabo abrí lentamente mis ojos observando los suyos, una sonrisa de felicidad apareció en mi rostro mientras las lagrimas bañaban mis mejillas, esta vez lagrimas de felicidad...- si Violante...si amor mio...eres...eres mi todo, el amor de mi vida, por ti haría lo que fuera...- dije llevando una de mis manos a acariciar su rostro de manera suave...- seré tu esposa, mi vida es tuya...solo tuya, siempre tuya...te amo, te amo Violante, siempre, siempre te amare...hazme inmortal como tu...pero antes prometeme...jurame que pase lo que pase nunca me dejaras...por que preferiré la muerte inmolada que la vida eterna sin ti a mi lado...- murmure mirando sus ojos, tomando sus mano, sintiéndome en paz...feliz...tanto que quería llorar y reír a la vez...quería creer que todo era real...pero en el fondo tenia terror de que no lo fuera...-eres real cierto?...por favor dime que todo esto es real...- suplique, asustada viendo sus ojos, rogando mentalmente que no fuera una cruel broma...o un sueño que luego se desvanecería...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Escucharla decir que lo aceptaba todo hizo que el príncipe sonriera con ternura, le acariciaba el cabello como un padre lo hace a su pequeña dejando que ella hiciera lo mismo con su rostro. —No tenerte casi me destruye, no volveré a perderte así que te lo prometo, estaremos juntos por siempre y para siempre. Lo juro porque mi amor por ti es único y con nadie podré experimentar esa devoción y entrega mutua. Tu me perteneces como yo te pertenezco, nuestras almas se unieron cuando te hice mujer sellándose nuestros destinos— dijo y sonrió. —¡Te amo!— concluyó en un susurró.
—¿Dudas de que lo que vez no es real?— le sonrió, no se había ofendido para nada y no quería que ella pensara que había pasado eso. —Comprendo porque lo dices amor mío, pero mejor dime...— y antes de finalizar se entregó a los labios que ansió besar, la prolongación creció en intensidad, la mano de Violante recorrió el vientre, subiendo entre los pechos acariciándolos lentamente y terminando su camino en el cuello. —Dime si eso fue una ilusión— continuó dándole breves besos en el rostro hasta llegar al pómulo de uno de sus labios. —Que esto que te prodigo es un sueño cruel, porque sí así fuera, no sería sólo despiadado para ti sino también para mí— le susurró y descendió hasta los labios volviéndola a besar.
Mientras estaban besándose con los ojos cerrados, Violante le abrió las piernas poniéndose sobre ella, la sostuvo de las manos llevándolas por encima de la cabeza, entrelazando los dedos. El beso cesó y él respiró en los labios de ella. —Te deseo Ainara, quiero sellar nuestra primera noche como inmortales como la abrimos aquella noche en el restaurante— dijo más para sí que para ella, y antes de que ella pudiera decirle algo, él clavó sus dientes en el cuello y bebió de ella.
No poseía mucha sangre por lo que el corazón de Ainara pronto perdió la fuerza, los latidos que eran pocos, ahora se volvían nulos. Hasta que finalmente el corazón dejó de latir... Ainara estaba muerta. El príncipe había llorado tiempo atrás por su muerte, pero ahora no, ahora podía regresarla a la vida. Se rasgó la muñeca peligrosamente y dejó que la sangre inmortal cayera sobre la boca de Ainara, ésta, se desplazó lentamente por la lengua, el espeso elixir escarlata tocó la garganta y bajo por la faringe hasta el estomago; se apoderó de los pulmones, el corazón y llegó al cerebro.
Lentamente, el hermoso rostro carente de cualquier color, se iluminaba de blanco, sus cabellos dorados brillaron y la temperatura de su cuerpo bajó para estabilizarse, las heridas se curaban y la mugre y la sangre del rostro desaparecían. La humana se estaba convirtiendo en una muñeca, Violante se mantenía sobre ella, con la herida de su brazo fija en la boca abierta de ella, mientras con el dedo de la otra mano mantenía la herida abierta para que no dejara de caer ese líquido rojizo que la traería a la vida. Los labios recuperaron su color rojizo y se enmarcaron todavía más, sus rasgos se afinaron y su piel comenzó a manifestar fortaleza.
Ainara regresó a la vida.
—¿Dudas de que lo que vez no es real?— le sonrió, no se había ofendido para nada y no quería que ella pensara que había pasado eso. —Comprendo porque lo dices amor mío, pero mejor dime...— y antes de finalizar se entregó a los labios que ansió besar, la prolongación creció en intensidad, la mano de Violante recorrió el vientre, subiendo entre los pechos acariciándolos lentamente y terminando su camino en el cuello. —Dime si eso fue una ilusión— continuó dándole breves besos en el rostro hasta llegar al pómulo de uno de sus labios. —Que esto que te prodigo es un sueño cruel, porque sí así fuera, no sería sólo despiadado para ti sino también para mí— le susurró y descendió hasta los labios volviéndola a besar.
Mientras estaban besándose con los ojos cerrados, Violante le abrió las piernas poniéndose sobre ella, la sostuvo de las manos llevándolas por encima de la cabeza, entrelazando los dedos. El beso cesó y él respiró en los labios de ella. —Te deseo Ainara, quiero sellar nuestra primera noche como inmortales como la abrimos aquella noche en el restaurante— dijo más para sí que para ella, y antes de que ella pudiera decirle algo, él clavó sus dientes en el cuello y bebió de ella.
No poseía mucha sangre por lo que el corazón de Ainara pronto perdió la fuerza, los latidos que eran pocos, ahora se volvían nulos. Hasta que finalmente el corazón dejó de latir... Ainara estaba muerta. El príncipe había llorado tiempo atrás por su muerte, pero ahora no, ahora podía regresarla a la vida. Se rasgó la muñeca peligrosamente y dejó que la sangre inmortal cayera sobre la boca de Ainara, ésta, se desplazó lentamente por la lengua, el espeso elixir escarlata tocó la garganta y bajo por la faringe hasta el estomago; se apoderó de los pulmones, el corazón y llegó al cerebro.
Lentamente, el hermoso rostro carente de cualquier color, se iluminaba de blanco, sus cabellos dorados brillaron y la temperatura de su cuerpo bajó para estabilizarse, las heridas se curaban y la mugre y la sangre del rostro desaparecían. La humana se estaba convirtiendo en una muñeca, Violante se mantenía sobre ella, con la herida de su brazo fija en la boca abierta de ella, mientras con el dedo de la otra mano mantenía la herida abierta para que no dejara de caer ese líquido rojizo que la traería a la vida. Los labios recuperaron su color rojizo y se enmarcaron todavía más, sus rasgos se afinaron y su piel comenzó a manifestar fortaleza.
Ainara regresó a la vida.
Violante- Vampiro Clase Baja
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Acaricie su rostro suavemente, deseando que el tiempo se detuviera en ese momento, deseando estar siempre a su lado, así, ambos felices, enamorados, amándonos, sonrei al oírlo, mi corazón latía acelerado por el, escuche su pregunta y asentí, en el fondo tenia miedo de volver a perderle, cerré los ojos correspondiendo su beso, un estremecimiento me recorrió toda al sentir la caricia de sus manos en mi vientre, siguiendo el camino entre mis senos, en el cuello, suspire en sus labios...-no, no es una ilusión, es real...-susurro mirando sus ojos, volviendo a cerrarlos para corresponder sus besos...
El tiempo había dejado de existir, no sabia cuanto llevábamos besándonos, disfrutando de su contacto, de saber que estaríamos juntos siempre, no sabia cuanto tiempo había pasado, suspire en sus labios escuchando sus palabras y antes de poder responderlas sentí sus dientes clavándose en mi cuello, deje escapar un quejido de dolor, la sangre enseguida broto a sus labios, mientras mi corazón se iba deteniendo poco a poco y mis ojos comenzaban a cerrarse una vez mas, el calor abandono mi cuerpo, y la palidez de la muerte reclamo mi piel antes sonrosada y llena de vida...estaba muerta...muerta...
La sangre, su sangre comenzó a dar vida a mi cuerpo, una vida diferente, una vida inmortal, mis ojos seguian cerrados, parecía una hermosa muñeca de porcelana recostada en la cama, poco a poco fui abriendo los ojos para mirarlo una vez mas, sentía su sangre caer en mi boca, sangre que bebí ávidamente, sujetándome de su brazo, enterrando mis recién estrenados colmillos en su piel, casi gimiendo al sentir el sabor de su sangre inundar mi boca, no había nada mas delicioso, mis ojos seguian observando los de el, deje su brazo dándole unas lamidas para beber hasta la ultima gota de sangre, rodee su cuello con mis dos manos y me gire de golpe quedando el recostado en la cama y yo sobre el sentada a horcajadas, con el vestido un poco levantado...-amor mio...mi Violante...-murmure sonriendo feliz, acariciando y observando su rostro con otros ojos, viendo hasta el ultimo detalle, acariciando con las yemas de mis dedos sus pómulos, su frente, su nariz, sus labios, los que me agache a lamer suavemente, deseando sentir su textura con mi lengua, me aparte mirando nuevamente sus ojos, sonriendo, bajando mis caricias por su cuello, sus hombros...
-Eres mio...y soy tuya...siempre, siempre...- digo sonriendo feliz...- quiero verte y tocarte...- digo mordiendo mi labio inferior, haciendo un corte en mi labio sin querer, había olvidado fácilmente lo afilados que eran mis nuevos colmillos, lamí la gota de sangre que broto de ellos antes de llevar mis manos a su camisa, quise desabrochar los botones pero acabe arrancándolos todos sin darme cuenta...- ups, lo siento...- murmuro acercándome a besar sus labios suavemente, apartándome luego para mirarlo, sonrei, me sentía muy feliz...mis dedos acariciaban su pecho y su estomago sin bajar mas, solo acariciando su piel con la yema de mis dedos, observándolo...-te amo Violante...-murmuro sonriendo, volviendo a acariciar su rostro, besándolo una vez mas, todo me llamaba la atención, todo se veía mas brillante, mas vivo, quería tocarlo todo, sentirlo todo, parecía una niña queriendo experimentar el mundo por primera vez....
El tiempo había dejado de existir, no sabia cuanto llevábamos besándonos, disfrutando de su contacto, de saber que estaríamos juntos siempre, no sabia cuanto tiempo había pasado, suspire en sus labios escuchando sus palabras y antes de poder responderlas sentí sus dientes clavándose en mi cuello, deje escapar un quejido de dolor, la sangre enseguida broto a sus labios, mientras mi corazón se iba deteniendo poco a poco y mis ojos comenzaban a cerrarse una vez mas, el calor abandono mi cuerpo, y la palidez de la muerte reclamo mi piel antes sonrosada y llena de vida...estaba muerta...muerta...
La sangre, su sangre comenzó a dar vida a mi cuerpo, una vida diferente, una vida inmortal, mis ojos seguian cerrados, parecía una hermosa muñeca de porcelana recostada en la cama, poco a poco fui abriendo los ojos para mirarlo una vez mas, sentía su sangre caer en mi boca, sangre que bebí ávidamente, sujetándome de su brazo, enterrando mis recién estrenados colmillos en su piel, casi gimiendo al sentir el sabor de su sangre inundar mi boca, no había nada mas delicioso, mis ojos seguian observando los de el, deje su brazo dándole unas lamidas para beber hasta la ultima gota de sangre, rodee su cuello con mis dos manos y me gire de golpe quedando el recostado en la cama y yo sobre el sentada a horcajadas, con el vestido un poco levantado...-amor mio...mi Violante...-murmure sonriendo feliz, acariciando y observando su rostro con otros ojos, viendo hasta el ultimo detalle, acariciando con las yemas de mis dedos sus pómulos, su frente, su nariz, sus labios, los que me agache a lamer suavemente, deseando sentir su textura con mi lengua, me aparte mirando nuevamente sus ojos, sonriendo, bajando mis caricias por su cuello, sus hombros...
-Eres mio...y soy tuya...siempre, siempre...- digo sonriendo feliz...- quiero verte y tocarte...- digo mordiendo mi labio inferior, haciendo un corte en mi labio sin querer, había olvidado fácilmente lo afilados que eran mis nuevos colmillos, lamí la gota de sangre que broto de ellos antes de llevar mis manos a su camisa, quise desabrochar los botones pero acabe arrancándolos todos sin darme cuenta...- ups, lo siento...- murmuro acercándome a besar sus labios suavemente, apartándome luego para mirarlo, sonrei, me sentía muy feliz...mis dedos acariciaban su pecho y su estomago sin bajar mas, solo acariciando su piel con la yema de mis dedos, observándolo...-te amo Violante...-murmuro sonriendo, volviendo a acariciar su rostro, besándolo una vez mas, todo me llamaba la atención, todo se veía mas brillante, mas vivo, quería tocarlo todo, sentirlo todo, parecía una niña queriendo experimentar el mundo por primera vez....
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Acaricie su rostro suavemente, deseando que el tiempo se detuviera en ese momento, deseando estar siempre a su lado, así, ambos felices, enamorados, amándonos, sonrei al oírlo, mi corazón latía acelerado por el, escuche su pregunta y asentí, en el fondo tenia miedo de volver a perderle, cerré los ojos correspondiendo su beso, un estremecimiento me recorrió toda al sentir la caricia de sus manos en mi vientre, siguiendo el camino entre mis senos, en el cuello, suspire en sus labios...-no, no es una ilusión, es real...-susurro mirando sus ojos, volviendo a cerrarlos para corresponder sus besos...
El tiempo había dejado de existir, no sabia cuanto llevábamos besándonos, disfrutando de su contacto, de saber que estaríamos juntos siempre, no sabia cuanto tiempo había pasado, suspire en sus labios escuchando sus palabras y antes de poder responderlas sentí sus dientes clavándose en mi cuello, deje escapar un quejido de dolor, la sangre enseguida broto a sus labios, mientras mi corazón se iba deteniendo poco a poco y mis ojos comenzaban a cerrarse una vez mas, el calor abandono mi cuerpo, y la palidez de la muerte reclamo mi piel antes sonrosada y llena de vida...estaba muerta...muerta...
La sangre, su sangre comenzó a dar vida a mi cuerpo, una vida diferente, una vida inmortal, mis ojos seguian cerrados, parecía una hermosa muñeca de porcelana recostada en la cama, poco a poco fui abriendo los ojos para mirarlo una vez mas, sentía su sangre caer en mi boca, sangre que bebí ávidamente, sujetándome de su brazo, enterrando mis recién estrenados colmillos en su piel, casi gimiendo al sentir el sabor de su sangre inundar mi boca, no había nada mas delicioso, mis ojos seguian observando los de el, deje su brazo dándole unas lamidas para beber hasta la ultima gota de sangre, rodee su cuello con mis dos manos y me gire de golpe quedando el recostado en la cama y yo sobre el sentada a horcajadas, con el vestido un poco levantado...-amor mio...mi Violante...-murmure sonriendo feliz, acariciando y observando su rostro con otros ojos, viendo hasta el ultimo detalle, acariciando con las yemas de mis dedos sus pómulos, su frente, su nariz, sus labios, los que me agache a lamer suavemente, deseando sentir su textura con mi lengua, me aparte mirando nuevamente sus ojos, sonriendo, bajando mis caricias por su cuello, sus hombros...
-Eres mio...y soy tuya...siempre, siempre...- digo sonriendo feliz...- quiero verte y tocarte...- digo mordiendo mi labio inferior, haciendo un corte en mi labio sin querer, había olvidado fácilmente lo afilados que eran mis nuevos colmillos, lamí la gota de sangre que broto de ellos antes de llevar mis manos a su camisa, quise desabrochar los botones pero acabe arrancándolos todos sin darme cuenta...- ups, lo siento...- murmuro acercándome a besar sus labios suavemente, apartándome luego para mirarlo, sonrei, me sentía muy feliz...mis dedos acariciaban su pecho y su estomago sin bajar mas, solo acariciando su piel con la yema de mis dedos, observándolo...-te amo Violante...-murmuro sonriendo, volviendo a acariciar su rostro, besándolo una vez mas, todo me llamaba la atención, todo se veía mas brillante, mas vivo, quería tocarlo todo, sentirlo todo, parecía una niña queriendo experimentar el mundo por primera vez....
El tiempo había dejado de existir, no sabia cuanto llevábamos besándonos, disfrutando de su contacto, de saber que estaríamos juntos siempre, no sabia cuanto tiempo había pasado, suspire en sus labios escuchando sus palabras y antes de poder responderlas sentí sus dientes clavándose en mi cuello, deje escapar un quejido de dolor, la sangre enseguida broto a sus labios, mientras mi corazón se iba deteniendo poco a poco y mis ojos comenzaban a cerrarse una vez mas, el calor abandono mi cuerpo, y la palidez de la muerte reclamo mi piel antes sonrosada y llena de vida...estaba muerta...muerta...
La sangre, su sangre comenzó a dar vida a mi cuerpo, una vida diferente, una vida inmortal, mis ojos seguian cerrados, parecía una hermosa muñeca de porcelana recostada en la cama, poco a poco fui abriendo los ojos para mirarlo una vez mas, sentía su sangre caer en mi boca, sangre que bebí ávidamente, sujetándome de su brazo, enterrando mis recién estrenados colmillos en su piel, casi gimiendo al sentir el sabor de su sangre inundar mi boca, no había nada mas delicioso, mis ojos seguian observando los de el, deje su brazo dándole unas lamidas para beber hasta la ultima gota de sangre, rodee su cuello con mis dos manos y me gire de golpe quedando el recostado en la cama y yo sobre el sentada a horcajadas, con el vestido un poco levantado...-amor mio...mi Violante...-murmure sonriendo feliz, acariciando y observando su rostro con otros ojos, viendo hasta el ultimo detalle, acariciando con las yemas de mis dedos sus pómulos, su frente, su nariz, sus labios, los que me agache a lamer suavemente, deseando sentir su textura con mi lengua, me aparte mirando nuevamente sus ojos, sonriendo, bajando mis caricias por su cuello, sus hombros...
-Eres mio...y soy tuya...siempre, siempre...- digo sonriendo feliz...- quiero verte y tocarte...- digo mordiendo mi labio inferior, haciendo un corte en mi labio sin querer, había olvidado fácilmente lo afilados que eran mis nuevos colmillos, lamí la gota de sangre que broto de ellos antes de llevar mis manos a su camisa, quise desabrochar los botones pero acabe arrancándolos todos sin darme cuenta...- ups, lo siento...- murmuro acercándome a besar sus labios suavemente, apartándome luego para mirarlo, sonrei, me sentía muy feliz...mis dedos acariciaban su pecho y su estomago sin bajar mas, solo acariciando su piel con la yema de mis dedos, observándolo...-te amo Violante...-murmuro sonriendo, volviendo a acariciar su rostro, besándolo una vez mas, todo me llamaba la atención, todo se veía mas brillante, mas vivo, quería tocarlo todo, sentirlo todo, parecía una niña queriendo experimentar el mundo por primera vez....
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
]La manipulación sobre la mente de Ainara concluyó. Tiare se encontraba acostada con su vástaga encima de ella. El vestido de la hija de los milenios había sido destrozado por la lujuria de Ainara, pero eso no le interesó en lo más mínimo, de hecho, le había excitado. —¡Vaya cariño, no sabía que eras así de perversa!, ¿lo aprendiste de Violante— le coqueteó mordiéndose el labio inferior y cerrándole el ojo mientras toma posesión de las muñecas para que no se apartara de ella.
—Fue hermoso, ˛no es así?— la cuestionó con cinismo, en un tono divertido pero tenebroso. —De verdad creíste todo lo que cree en tu mente...— rió —Eso es taaannnn dulce— ironizó soltándole las muñecas para que se levantara y se alejara, pero así como se levantó su inmortal vástaga, ella también lo hizo dirigiéndose a la puerta para bloquearle la salida. —Eres una mentirosa continuó en un tono malvado, expresando seducción por parte de sus ojos. —˛Acaso no habías renunciado a él?, tan falsamente te ibas sacrificar para que esa tonta niña no sufriera lo que tu sufriste— le dijo para que reflexionará, sosteniendo una divertida sonrisa.
—¿Crees que soy cruel?— le preguntó describiendo una sonrisa malvada en lugar de la divertida, sus ojos se oscurecieron y sin previo aviso se lanzó sobre ella estrellándola sobre le muro, totalmente despreocupada ya que su vástaga no resentiría realmente ese golpe. Ainara estaba condenada, la sangre de Tiare corría por sus venas, una poderosa sangre de más de tres mil años que otorgó en su vástaga un poder tan grande que era capaz de repeler a su creadora, Ainara poseía la capacidad de enfrentarse a Tiare y quizás vencerla, pues la hija de los milenios estaba tan fascinada con su creación que no podía matarla lo que le daría una ventaja a Ainara, aunque por supuesto, era una neófita que desconocía sus poderes y que no podía más que acatar las ordenes de Tiare.
—Descubriste lo poderosa que puedo llegar a ser, creías que con mi poder no ibas a poder sacar de tu corazón a ese despreciable príncipe. Pero te equivocaste, ¿no es así?, ¿qué se siente Ainara, que sientes al mostrarte lo equivocada que estabas, de que tu ansiedad por Violante es tan grande que no te importan los demás?— Tiare ejerció más fuerza sobre las muñecas de Ainara mientras la miraba con reproche y con una advertencia de que no pensara en hacer nada estúpido. El vínculo mental había desaparecido como sucede siempre entre creadores-vástagos y viceversa, no se podían leer la mente entre ellos, por lo que era un misterio para la hija de los milenios los pensamientos de su bella neófita. —No olvides algo cariño... ¡Me perteneces!— le recordó acercándose al rostro frío de la que era además de su vástaga, su amante, así lo había aceptado Ainara.
Sacó su lengua y lamió de la barbilla hasta el pómulo de su oreja izquierda. —Dime Ainara... ¿Te gustaría que eso que te hice ver se volviera realidad?— sonrió y rasguñó la oreja, su mano se deslizó como lo había hecho Violante dentro de la manipulación de Tiare sobre Ainara, pero esta vez, la mano presionó el cuello de su vástaga. —Ya una vez conseguí que él creyera que estabas muertas y en ti borrarte los recuerdos de él pero implantándote la ansiedad de que alguien te había amado y no lo podías recordar... Sí lo hice antes, puedo volverlo hacer, él te volverá amar sí así tu lo deseas— le volvió a proponer como se lo había expuesto cuando Ainara era mortal.
—Fue hermoso, ˛no es así?— la cuestionó con cinismo, en un tono divertido pero tenebroso. —De verdad creíste todo lo que cree en tu mente...— rió —Eso es taaannnn dulce— ironizó soltándole las muñecas para que se levantara y se alejara, pero así como se levantó su inmortal vástaga, ella también lo hizo dirigiéndose a la puerta para bloquearle la salida. —Eres una mentirosa continuó en un tono malvado, expresando seducción por parte de sus ojos. —˛Acaso no habías renunciado a él?, tan falsamente te ibas sacrificar para que esa tonta niña no sufriera lo que tu sufriste— le dijo para que reflexionará, sosteniendo una divertida sonrisa.
—¿Crees que soy cruel?— le preguntó describiendo una sonrisa malvada en lugar de la divertida, sus ojos se oscurecieron y sin previo aviso se lanzó sobre ella estrellándola sobre le muro, totalmente despreocupada ya que su vástaga no resentiría realmente ese golpe. Ainara estaba condenada, la sangre de Tiare corría por sus venas, una poderosa sangre de más de tres mil años que otorgó en su vástaga un poder tan grande que era capaz de repeler a su creadora, Ainara poseía la capacidad de enfrentarse a Tiare y quizás vencerla, pues la hija de los milenios estaba tan fascinada con su creación que no podía matarla lo que le daría una ventaja a Ainara, aunque por supuesto, era una neófita que desconocía sus poderes y que no podía más que acatar las ordenes de Tiare.
—Descubriste lo poderosa que puedo llegar a ser, creías que con mi poder no ibas a poder sacar de tu corazón a ese despreciable príncipe. Pero te equivocaste, ¿no es así?, ¿qué se siente Ainara, que sientes al mostrarte lo equivocada que estabas, de que tu ansiedad por Violante es tan grande que no te importan los demás?— Tiare ejerció más fuerza sobre las muñecas de Ainara mientras la miraba con reproche y con una advertencia de que no pensara en hacer nada estúpido. El vínculo mental había desaparecido como sucede siempre entre creadores-vástagos y viceversa, no se podían leer la mente entre ellos, por lo que era un misterio para la hija de los milenios los pensamientos de su bella neófita. —No olvides algo cariño... ¡Me perteneces!— le recordó acercándose al rostro frío de la que era además de su vástaga, su amante, así lo había aceptado Ainara.
Sacó su lengua y lamió de la barbilla hasta el pómulo de su oreja izquierda. —Dime Ainara... ¿Te gustaría que eso que te hice ver se volviera realidad?— sonrió y rasguñó la oreja, su mano se deslizó como lo había hecho Violante dentro de la manipulación de Tiare sobre Ainara, pero esta vez, la mano presionó el cuello de su vástaga. —Ya una vez conseguí que él creyera que estabas muertas y en ti borrarte los recuerdos de él pero implantándote la ansiedad de que alguien te había amado y no lo podías recordar... Sí lo hice antes, puedo volverlo hacer, él te volverá amar sí así tu lo deseas— le volvió a proponer como se lo había expuesto cuando Ainara era mortal.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 03/02/2013
Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Me sorprendí al ver a Violante transformándose en Tiare, escuche sus palabras y enseguida quise apartarme de encima de ella, mis ojos se llenaron de lagrimas, sintiendo como sujetaba mis manos con firmeza manteniéndome atrapada sobre ella...- suéltame...suéltame...- repetía sin parar hasta que lo hizo, me soltó, enseguida me puse de pie con intensiones de salir de allí, de huir, pero ella enseguida me bloqueo la salida, me tense, mirando alrededor, deseando huir, sintiendo las lagrimas de sangre caer por mis mejillas, la escuche en silencio, deseando poder cubrir mis oídos y dejar de oír sus crueles palabras, había jugado una vez mas conmigo...la mire al oír su pregunta, dejando escapar un grito de sorpresa al sentir como me azoto contra la pared, mas que nada por la sorpresa pues el dolor fue mínimo...me costaba recordar que ya no era una simple humana...
Me quede en silencio escuchando sus palabras, mientras cálidas lagrimas recorren mis mejillas, hermosas lagrimas de sangre, dejando surcos en mi ahora inmortal y perfecto rostro, deje escapar un quejido al sentir como presionaba mis muñecas, causándome dolor, escuche sus palabras, y mire sus ojos, con odio, nunca en mi vida había odiado a nadie como la odiaba a ella...-lo se...y que no se te olvide a ti, bajo que condiciones lo soy...si las rompes, se rompe el trato...- dije, sin dejar de mirar sus ojos, cerrando los ojos con asco al sentir su lengua húmeda contra mi piel, jadee cuando tomo mi cuello, abrí lentamente los ojos, observándola...-y que ganas tu con eso?...- pregunte, por que sabia que había algo oculto en lo que proponía...-que es lo que no me dices?...por que deseas tan desesperadamente que yo te pida que Violante vuelva conmigo?...-pregunte sin dejar de mirarla...
-Que ganas? por que estas tan desesperada de que yo tome la decisión que tu deseas?...- pregunte sin dejar de observar sus ojos, preguntándome mil cosas a la vez, preguntándome por que quería a toda costa que yo le pidiera que Violante me volviera a amar...para que? para luego hacer que me odie?...no...eso si que no iba a poder soportarlo... su odio...pensaba sin dejar de mirarla...-mi decisión no a cambiado...soy tuya con la condición de que no vuelvas a cruzarte en el camino de Violante, que lo dejes en paz...si decidió ser feliz con esa mujer, dejalo...es su decisión...no lo obligare a tomar otra, por que de todos modos seria lo mismo para mi, no podría estar con el sabiendo que en el fondo el ama a otra y no a mi...-dije seria...
-Ahora dejame y dime que es lo que quieres de mi...-dije quedándome allí muy quieta, casi como una estatua hermosa, perfecta, con el rostro bañado en lagrimas de sangre, y el corazón destrozado por mis propias palabras, quizás la situación había sido creada por Tiare, pero quien mas me había hecho daño, era la persona que yo mas amaba, Violante, y aun así era capaz de dejarlo todo por el...me odiaba a mi misma por eso...pero no podía ser de otro modo, era estúpido, yo pensando en el por sobre todas las cosas y el...el me había dejado a mi suerte, sabiendo que me destrozaba su decisión, me preguntaba si realmente me amaba... o si realmente me amo algún día...quizás no...pensaba cerrando los ojos, derramando aun mas lagrimas...
Me quede en silencio escuchando sus palabras, mientras cálidas lagrimas recorren mis mejillas, hermosas lagrimas de sangre, dejando surcos en mi ahora inmortal y perfecto rostro, deje escapar un quejido al sentir como presionaba mis muñecas, causándome dolor, escuche sus palabras, y mire sus ojos, con odio, nunca en mi vida había odiado a nadie como la odiaba a ella...-lo se...y que no se te olvide a ti, bajo que condiciones lo soy...si las rompes, se rompe el trato...- dije, sin dejar de mirar sus ojos, cerrando los ojos con asco al sentir su lengua húmeda contra mi piel, jadee cuando tomo mi cuello, abrí lentamente los ojos, observándola...-y que ganas tu con eso?...- pregunte, por que sabia que había algo oculto en lo que proponía...-que es lo que no me dices?...por que deseas tan desesperadamente que yo te pida que Violante vuelva conmigo?...-pregunte sin dejar de mirarla...
-Que ganas? por que estas tan desesperada de que yo tome la decisión que tu deseas?...- pregunte sin dejar de observar sus ojos, preguntándome mil cosas a la vez, preguntándome por que quería a toda costa que yo le pidiera que Violante me volviera a amar...para que? para luego hacer que me odie?...no...eso si que no iba a poder soportarlo... su odio...pensaba sin dejar de mirarla...-mi decisión no a cambiado...soy tuya con la condición de que no vuelvas a cruzarte en el camino de Violante, que lo dejes en paz...si decidió ser feliz con esa mujer, dejalo...es su decisión...no lo obligare a tomar otra, por que de todos modos seria lo mismo para mi, no podría estar con el sabiendo que en el fondo el ama a otra y no a mi...-dije seria...
-Ahora dejame y dime que es lo que quieres de mi...-dije quedándome allí muy quieta, casi como una estatua hermosa, perfecta, con el rostro bañado en lagrimas de sangre, y el corazón destrozado por mis propias palabras, quizás la situación había sido creada por Tiare, pero quien mas me había hecho daño, era la persona que yo mas amaba, Violante, y aun así era capaz de dejarlo todo por el...me odiaba a mi misma por eso...pero no podía ser de otro modo, era estúpido, yo pensando en el por sobre todas las cosas y el...el me había dejado a mi suerte, sabiendo que me destrozaba su decisión, me preguntaba si realmente me amaba... o si realmente me amo algún día...quizás no...pensaba cerrando los ojos, derramando aun mas lagrimas...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
La mirada de Tiare no cambió en lo más mínimo. Escuchaba los argumentos banales de su vástaga atenta a cada cambio de humor, veía como sus ojos sangraban. Ella nunca había llorado en su larga existencia y aunque todos sus vástagos lloraron a causa de ella, Ainara manifestaba algo diferente, después de todo su situación también era distinta. —¿Qué gano?— preguntó más para sí que para Ainara, como si realmente no lo supiera. —Hay demasiadas cosas... Su corona, sus relaciones, su poder político... Pero eso están banal... No, lo que yo ganó es tan sólo un poco de diversión— dijo en una voz sarcástica.
Liberó el cuello de Ainara y le dio la espalda para caminar al centro de la habitación, luego, se giró a ella. —Cuando me decidí a jugar con Violante fue mucho antes de que lo conocieras, descubrí que su esposa tenía intenciones de matarlo, seguí entonces con interés el complot que su esposa hacía pero entonces llegaste tu y lo cambiaste todo— dijo al principio con una voz serena y terminó denotando molestia. —No sólo era un elocuente seductor, sino también un pecador extraordinario, y todo eso lo desechó por ti, ¡Tú! Hiciste que mi juguete cambiará, por ti dejó de pecar— hizo una pausa sonriendo con malicia, después caminó a la cama y se sentó. —Decidí destruir el mundo de Violante para que regresará a ser quien era y volverlo mi amante, por ese motivo, dejé que su esposa se encargara de la última mujer con la que Violante folló, después, frustre los planes de su esposa...— la sonrisa de Tiare se hizo más grande y, sus ojos manifestaron un brillo de locura.
—Finalmente continuó, —fui a ti para despojarte de la mayoría de tus recuerdos con él, dejándote con la desesperante ansiedad de haber perdido algo, esa era tu condena, pero aún no terminaba, contraté a una asesina para que matará al último descendiente que tenía y montamos un escenario, sin que el estúpido se diera cuenta manipulé su mente para hacerlo viajar y creando una imagen tuya distinta, para cuando regresó vio a una triste neófita crucificada a la que patéticamente confundió contigo— soltó a reír recordando la expresión que Violante tenía aquella noche, la demencia la poseyó por unos instantes, y de la nada dejó de reír retomando el relato. —Lloró como tú lo has hecho y a la noche gritó que se iba a inmolar en el sol porque no quería vivir sin ti, lo que debes ya de saber no me era conveniente, así que me presenté a él torturándolo y dejándolo al borde de la muerte para efectuar la manipulación de la memoria perfecta, le inyecté el impulso de no cometer esa idiotez de querer inmolarse y además moldeé en su mente a una mujer distinta a ti, con otro rostro y distinta belleza, para así, si por una maldita circunstancia se encontraran, él no te reconociera y tu con tus limitados recuerdos no supieras que aquel era tú príncipe... ¿No es extraordinario?—.
Entonces Tiare nuevamente se levanté y a su velocidad se dirigió hacía Ainara, rodeándola, abrazando el cuerpo y llevando sus labios al oído izquierdo. —A pesar de lo que había hecho, Violante no volvió a ser el mismo, no se interesó en ninguna mujer porque tu habías sido su único amor, y no podía ofenderte reemplazando tu amor, a nadie podía dar su corazón...— le susurró, la soltó y caminó furiosa a un costado —¡PATETICO!— vociferó y volviéndose hacía Ainara descargó su ira infringiendo un insoportable dolor a su vástaga mediante la mente, ella era la culpable y sí lo relatado hasta ahora no había sido suficiente para que ya lo supiera, el castigo debía de hacerla comprender.
—Y cuando creí que nada más podía empeorar— dijo sin dejar de torturar a Ainara, llegó ella— la tortura concluyó, pero sus gestos furiosos se mantuvieron presentes. —Una boba niña que increíblemente respondía a la apariencia que yo había hecho de ti en la mente de Violante, el imbécil creyó que eras tú, que de alguna forma no habías muerto y aunque finalmente ella le convenció de ser otra mujer, Violante quedó hipnotizado por ella y su extraordinario parecido con la falsa imagen tuya. No hice nada en ese momento, ingenuamente creí que él la follaría y podría yo intervenir para encaminarlo nuevamente a su pecaminosa vida, pero él manifestó no querer tocarla, ser tan sólo su vigilante y le pidió matrimonio. Como te imaginarás eso me enfureció y mientras pasaba el tiempo ella enamoraba a Violante; él ya no representaba para mí nada, así que mi intención fue destruirlo y a esa otra mujer que lo mantenía fiel. Pero entonces reapareciste la noche en la que lo destruiría y me volví a enamorar de él, de lo que podría hacer con ustedes— Tiare ladeó ligeramente su cabeza y caminó hasta el gran ropero.
—Me odias Ainara, pero para mí tú eres basura, una mujer que frustró mis planes por primera vez, POR ESO TE HAGO SUFRIR— le gritó y de un golpe hizo que el ropero se abriera dejando que el cuerpo semi destruido y sin sangre de Violante cayera al suelo con brusquedad. —Mi interés de que tomaras la propuesta en la que tanto insistí, era para convertir a la prometida de Violante en una inmortal como lo hice contigo, hacer que lo matara y luego entre tú y ella se destruyeran. Pero ya no hay propuestas Ainara... ¡LOS DESTRUIRÉ AQUÍ Y AHORA!— vociferó con una expresión macabra en su rostro.
Liberó el cuello de Ainara y le dio la espalda para caminar al centro de la habitación, luego, se giró a ella. —Cuando me decidí a jugar con Violante fue mucho antes de que lo conocieras, descubrí que su esposa tenía intenciones de matarlo, seguí entonces con interés el complot que su esposa hacía pero entonces llegaste tu y lo cambiaste todo— dijo al principio con una voz serena y terminó denotando molestia. —No sólo era un elocuente seductor, sino también un pecador extraordinario, y todo eso lo desechó por ti, ¡Tú! Hiciste que mi juguete cambiará, por ti dejó de pecar— hizo una pausa sonriendo con malicia, después caminó a la cama y se sentó. —Decidí destruir el mundo de Violante para que regresará a ser quien era y volverlo mi amante, por ese motivo, dejé que su esposa se encargara de la última mujer con la que Violante folló, después, frustre los planes de su esposa...— la sonrisa de Tiare se hizo más grande y, sus ojos manifestaron un brillo de locura.
—Finalmente continuó, —fui a ti para despojarte de la mayoría de tus recuerdos con él, dejándote con la desesperante ansiedad de haber perdido algo, esa era tu condena, pero aún no terminaba, contraté a una asesina para que matará al último descendiente que tenía y montamos un escenario, sin que el estúpido se diera cuenta manipulé su mente para hacerlo viajar y creando una imagen tuya distinta, para cuando regresó vio a una triste neófita crucificada a la que patéticamente confundió contigo— soltó a reír recordando la expresión que Violante tenía aquella noche, la demencia la poseyó por unos instantes, y de la nada dejó de reír retomando el relato. —Lloró como tú lo has hecho y a la noche gritó que se iba a inmolar en el sol porque no quería vivir sin ti, lo que debes ya de saber no me era conveniente, así que me presenté a él torturándolo y dejándolo al borde de la muerte para efectuar la manipulación de la memoria perfecta, le inyecté el impulso de no cometer esa idiotez de querer inmolarse y además moldeé en su mente a una mujer distinta a ti, con otro rostro y distinta belleza, para así, si por una maldita circunstancia se encontraran, él no te reconociera y tu con tus limitados recuerdos no supieras que aquel era tú príncipe... ¿No es extraordinario?—.
Entonces Tiare nuevamente se levanté y a su velocidad se dirigió hacía Ainara, rodeándola, abrazando el cuerpo y llevando sus labios al oído izquierdo. —A pesar de lo que había hecho, Violante no volvió a ser el mismo, no se interesó en ninguna mujer porque tu habías sido su único amor, y no podía ofenderte reemplazando tu amor, a nadie podía dar su corazón...— le susurró, la soltó y caminó furiosa a un costado —¡PATETICO!— vociferó y volviéndose hacía Ainara descargó su ira infringiendo un insoportable dolor a su vástaga mediante la mente, ella era la culpable y sí lo relatado hasta ahora no había sido suficiente para que ya lo supiera, el castigo debía de hacerla comprender.
—Y cuando creí que nada más podía empeorar— dijo sin dejar de torturar a Ainara, llegó ella— la tortura concluyó, pero sus gestos furiosos se mantuvieron presentes. —Una boba niña que increíblemente respondía a la apariencia que yo había hecho de ti en la mente de Violante, el imbécil creyó que eras tú, que de alguna forma no habías muerto y aunque finalmente ella le convenció de ser otra mujer, Violante quedó hipnotizado por ella y su extraordinario parecido con la falsa imagen tuya. No hice nada en ese momento, ingenuamente creí que él la follaría y podría yo intervenir para encaminarlo nuevamente a su pecaminosa vida, pero él manifestó no querer tocarla, ser tan sólo su vigilante y le pidió matrimonio. Como te imaginarás eso me enfureció y mientras pasaba el tiempo ella enamoraba a Violante; él ya no representaba para mí nada, así que mi intención fue destruirlo y a esa otra mujer que lo mantenía fiel. Pero entonces reapareciste la noche en la que lo destruiría y me volví a enamorar de él, de lo que podría hacer con ustedes— Tiare ladeó ligeramente su cabeza y caminó hasta el gran ropero.
—Me odias Ainara, pero para mí tú eres basura, una mujer que frustró mis planes por primera vez, POR ESO TE HAGO SUFRIR— le gritó y de un golpe hizo que el ropero se abriera dejando que el cuerpo semi destruido y sin sangre de Violante cayera al suelo con brusquedad. —Mi interés de que tomaras la propuesta en la que tanto insistí, era para convertir a la prometida de Violante en una inmortal como lo hice contigo, hacer que lo matara y luego entre tú y ella se destruyeran. Pero ya no hay propuestas Ainara... ¡LOS DESTRUIRÉ AQUÍ Y AHORA!— vociferó con una expresión macabra en su rostro.
Tiare- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 03/02/2013
Re: La propuesta del diablo...(Tiare / Violante)
Escuche sus palabras, observándola sorprendida, no podía creer que hubiera seres, personas tan malvadas, tan crueles como ella...si ahora me dijeran que los monstruos existen, no pensaría en los vampiros en general...pensaría única y exclusivamente en Tiare...ella si que merece ser llamada monstruo...un monstruo horrible, un demonio despiadado...gire mi mirada hacia el ropero, observando a Violante allí, casi desnudo, sin sangre...me sorprendí, pero no sabia que pensar, si era realmente el o una ilusión mas...
Me acerque rápidamente a el, arrodillándome a su lado, observándolo, había dado mi vida para que el estuviera bien...y no había sido para nada...no había servido de nada...pensaba desesperada, por instinto hice un corte en mi muñeca, llevándola a sus labios, haciéndolo beber, deseando reanimarlo con mi sangre, no me importaba si terminaba desangrándome, dejándome sin una gota de sangre pues yo...ya estaba muerta...no era mas que un cadáver andante...uno que había perdido su alma y su corazón en el momento justo en el que me despedí de el...
Bebe...bebe Violante...bebe de mi...alimentate...repetía en mi mente, llevando sin querer las palabras a su mente, levante la mirada observando a Tiare...-no nos destruirás...tus planes siempre se verán rotos...destruidos...pero nunca podrás destruirnos, por que solo estas jugando y no te das cuenta, si hubieras querido nos habrías destruido en el primer momento en que posaste tus ojos en nosotros...irías y destruirías a la prometida de Violante, me destruirías a mi, y a el...pero al contrario, solo estas jugando....- digo sin dejar de mirarla, tratando de mantener la herida abierta para que bebiera Violante....-después que tendrás?...de quien buscaras venganza?...tu existencia se volverá monótona y aburrida...o es que también piensas inmolarte una vez que tus inmortales juguetes perezcan?...podrías haberme matado realmente...y no lo hiciste, por que quería esto, jugar con nosotros...divertirte a costa de nosotros...- digo mirándola a los ojos, sin dejar de sujetar a Violante contra mi pecho, sin dejar de alimentarlo con mi sangre...-pareces una niña mimada en busca de atención...- murmuro...- y dime, quien te dará la atención que deseas si acabas con nosotros?...- pregunto observándola, la verdad, me daba igual morir, yo ya no tenia un propósito en la larga existencia que me quedaba por delante...prefería morir que ver a Violante con otra que viviría la vida que a mi me habían arrebatado...mi rostro no dejaba de derramar lagrimas de sangre...
Me acerque rápidamente a el, arrodillándome a su lado, observándolo, había dado mi vida para que el estuviera bien...y no había sido para nada...no había servido de nada...pensaba desesperada, por instinto hice un corte en mi muñeca, llevándola a sus labios, haciéndolo beber, deseando reanimarlo con mi sangre, no me importaba si terminaba desangrándome, dejándome sin una gota de sangre pues yo...ya estaba muerta...no era mas que un cadáver andante...uno que había perdido su alma y su corazón en el momento justo en el que me despedí de el...
Bebe...bebe Violante...bebe de mi...alimentate...repetía en mi mente, llevando sin querer las palabras a su mente, levante la mirada observando a Tiare...-no nos destruirás...tus planes siempre se verán rotos...destruidos...pero nunca podrás destruirnos, por que solo estas jugando y no te das cuenta, si hubieras querido nos habrías destruido en el primer momento en que posaste tus ojos en nosotros...irías y destruirías a la prometida de Violante, me destruirías a mi, y a el...pero al contrario, solo estas jugando....- digo sin dejar de mirarla, tratando de mantener la herida abierta para que bebiera Violante....-después que tendrás?...de quien buscaras venganza?...tu existencia se volverá monótona y aburrida...o es que también piensas inmolarte una vez que tus inmortales juguetes perezcan?...podrías haberme matado realmente...y no lo hiciste, por que quería esto, jugar con nosotros...divertirte a costa de nosotros...- digo mirándola a los ojos, sin dejar de sujetar a Violante contra mi pecho, sin dejar de alimentarlo con mi sangre...-pareces una niña mimada en busca de atención...- murmuro...- y dime, quien te dará la atención que deseas si acabas con nosotros?...- pregunto observándola, la verdad, me daba igual morir, yo ya no tenia un propósito en la larga existencia que me quedaba por delante...prefería morir que ver a Violante con otra que viviría la vida que a mi me habían arrebatado...mi rostro no dejaba de derramar lagrimas de sangre...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
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