La valse des morts [Priv Kale/Nerissa]

por **Nayru/Kale Wellsh** Miér Feb 19, 2014 1:10 pm

No se sentía desesperado por encontrar en la luna algún consuelo. No estimaba el encuentro de su princesa Brunilda como antes en el pasado. Su velocidad de olvidar era tan rápida como el buscar nuevas presas para poder comer, sabiendo que todas ellas se encontraban en las mazmorras con el mejor trato posible, para que la sangre no bajara en calidad y no estuvieran tomando sangre barata y entonces tuviera que deshacerse de todo. Estuvo creyendo en algo tan distante que si él fuera humano nuevamente, no se sentiría tan necesitado como se sentía ahora de sentir nuevamente aquellos suspiros sobre su piel de su amada, aquellos ojos azules mirándole con esmero, con esperanza de que la sacara a pasear bajo la luz de la luna, algún baño en el lago a escondidas o si quiera un baile donde ambos cuerpos estuvieran juntos para siempre, una armonía que no se rompería nunca, en donde dos sentimientos correspondidos son escuchados abiertamente y a la vez juntándose en un encuentro íntimo y personal, susurros, caricias sobre aquella pálida piel de su mujer le hacía entrar en el paraíso, aquella mirada azul era en la que entraba en una profunda paz, llevándole a la felicidad, aquellas palabras que recitaba con cuidado, era melodía celestial para él. Él amaba a su mujer, pero solamente una orden de su Sire basto para arrebatársela de su lado.

El adiós fue tan rápido, tan adusto que apenas pudo proceder para dar marcha atrás en el reloj de la muerte, la única excusa fue que no debió distraerse- esto no habría pasado-Dijo en el pasado aquel que se llamaba Maestro, Sire, como más suspirasen sus internos. Pero Kale no estaría sin Brunilda a su lado, no tenía nada más que el odio hacia su creador, todo lo que sentía era decadencia en aumento, intentando perderse más en un paraíso en el que nunca iba a volver a residir, jamás advertirían sus ojos de la presencia de su amada, de un nuevo sonreír o de un nuevo mirar hacia las estrellas o al astro que colgaba en aquel enorme manto oscuro de la noche. No, nada, solo había noches en vela que para los mortales era cuando el Lorenzo salía a hacer su aparición, él debería de dormir, pero no podía. Solo salía de su cama, intentando que aquella luz le crucificara en su fin para volver a ver a su amada. Su conversión le costó vidas, pero no quería que se añadiera la de Brunilda.

Kale había estado mucho tiempo eliminando aquel sentimiento de esperanza que intentaban instarle cada vez que hablaba con la pena por delante. Siempre había sido la diana para todas las burlas desde que se veía decaído, hasta al punto de no alimentarse correctamente porque cada mujer que veía le recordaba a Brunilda. Pasado un tiempo llego a convertirse en un hombre despiadado que con el que nadie quería relacionarse. Muchas mujeres pasaron por su cama, ninguna como Brunilda, pero en demasía se hartó de ver vestidos y faldas que pasaban por su entrepierna solamente para pasar el rato. Ya no tenía sentido seguir oliendo olores, escuchando ruidos de gemidos u otros similares, seguir sintiendo esperanza o anhelo de poner el reloj hacia atrás y recuperar parte del tiempo perdido.

Bailaba con su alma en el infierno, metido de lleno en un mundo donde los demonios jugaban a burlarse de él a causa de su estado sentimental. Acotando todas las normas y ordenes de su creador, hasta que al mismo jefe le llegó la hora de la despedida. Jamás volvió a existir un ser como su creador del cual recibir más ordenes ni más despedidas y entonces la vida inmortal que llevaba a cuestas se hizo menos pesada, menos sentimentalista y sin preocuparse de como quería su amo el té de cada noche. Pero… ¿Adónde iría el caballero desamparado? ¿Iría en busca de su princesa a través del reloj del tiempo? No. La muerte para todos había llegado, tanto para los de esa casa como para aquellos que estaban convirtiéndose o deseaban de verdad ser parte del Sire. Él les estaría haciendo un favor a los demás. No hubo más cosas que hacer desaparecer. Solo quedaba él, ya iba camino de ponerse frente a la luz del alba que entraban por los cristales de las ventanas de aquella gran sala de baile. Se puso a bailar con su soledad, comenzando a tocar un violín inexistente con la pasión de como si fuera el fin del mundo, para después notar el escozor de su piel, pero le daba igual, seguiría tocando hasta el fin de sus días.

-No…Kale…no lo hagas….-Dijo lentamente una voz conocida para él, Brunilda, allí, enfrente de él se encontraba la figura espectral de su amada, parecía que lloraba pero solamente estaba gimoteando, se acercaba a Kale y antes de que desapareciera…Dijo:
Vive….

AÑO 1800
00:00 pm

Estando entre tumbas recordaba lo que era la soledad -….¿Porque vivo sin ti…?-Supuestamente no quería verse envuelto en más problemas, hasta que pensó, que nadie le enseño, que los problemas, cuando nunca los quieres a tu lado, ellos vienen sin previo aviso.

por **Karen Nygard** Dom Mar 02, 2014 7:15 pm

¿Qué demonios estaba haciendo ella en el cementerio? Era una prueba de valor para si misma, no le dijo a nadie de aquello pero le parecía que ya era momento de dejar de temer a la oscuridad y a lo que existiera en ella, después de todo ya sabía que en la oscuridad había ciertas criaturas pero no que todas eran malas y que mucho de aquello que temía era solamente su imaginación que no le daba tregua. Ahora comenzaba a pensar que esas ocasiones en las que temió de algo, debieron ser un castigo por la clase de mujer que era; grosera, altanera y consentida; esa no era la manera más apropiada de una mujer para ser o comportarse con otros.

Tomo aire de manera profunda, estaba parada en la entrada del cementerio y no deseaba avanzar mucho más de ese lugar, pero debía hacerlo si quería demostrarse a si misma que podía lograr todo aquello que se proponía.
– Vamos, para esto te estuviste preparando – lanzo una mirada a un lado y otro, la soledad de la noche se tragaba las calles y los sonidos más ligeros se escuchaban con claridad. Toda esa tarde se dijo a si misma que de esa manera sería su excursión al cementerio y que debía ser valiente; pero de decirlo a hacerlo existía una diferencia enorme y mucho menos temor que ahora.
Los ojos de Nerissa se cerraron entonces y dio dos pasos, una vez dentro del cementerio abrió suavemente los ojos y suspiro.
– Primera prueba superada – se dijo a si misma con una sonrisa en los labios y entonces sus pasos se volvieron un poco más seguros, sumergiendo su cuerpo en aquel mar de tumbas y muerte.

Caminaba no pensando en que todo lo que había debajo de donde caminaba contenía a personas muertas o cadáveres, pensaba en cambio en otras cosas, sobre todo en que estaba logrando superar sus temores y que cuando lo comentara abría quien se emocionase por ella o con ella.
– Esto es mucho más sencillo de lo que parece – se sentía confiada, demasiado confiada pues aquel oscuro lugar siempre tenía sorpresas aguardando al siguiente paso. Apenas se acercaba ella a una tumba cuando un gato negro salto maullando de una forma tan espantosa que termino por asustarla. La joven dio un grito y salió corriendo entre las tumbas, dejando de prestar atención al camino y a donde le dirigía.
Se había dejado guiar por el terror y solo después de haberse cansado de correr fue que se aferro a una tumba, respiraba con dificultad y el cuerpo entero le temblaba. Permaneció en esa pose unos segundos en los que su corazón y su respiración se tranquilizaron; una vez que eso paso, levanto el rostro para toparse con un hombre que estaba un poco más adelante, entre otras tumbas y que ahora le miraba.
– Lo… lo siento… no he querido perturbar su paz es solo que me he asustado y… eso… – sonrió apenas, avergonzada por todo aquello. Efectivamente ahora la vergüenza le ganaba al temor. Siempre pensó en el cementerio como un sitio de miedo pero olvidaba muy seguido que aquel era un sitio en el cual las personas iban a hablar con aquellos que no les acompañaban más.

por **Nayru/Kale Wellsh** Dom Mar 30, 2014 2:24 pm

Muchas veces soñó con volver a estar junto con Brunilda, pero no pensaba que pudiera ser posible. Escucho en la lejanía pero tampoco muy lejos de donde se encontraba una voz asustada como si de alguna mujer –obvio- se hubiera perdido entre las tumbas y se preguntaba porque pasaba a menudo el que se perdieran mujeres por los cementerios. Había oído de mujeres perdidas, violadas y asesinadas por otros peligros, pero esperaba que quien se hubiera perdido, no corriera la misma suerte -….Oh...no…yo solo estaba….-Dijo mientras miraba hacia el suelo cuando caminaba hacia la mujer, pero al levantar el rostro, al mirar hacia delante, sus pies se congelaron, su cuerpo paro y volvió a la vida, ofreciéndole la imagen de una persona que jamás pensaba que volvería a ver -…Bru…Brunilda….-murmuro para sí mismo, en un tono bajo casi inaudible para otras personas. Estaba alucinando por lo que estaba viendo, pero debía parecer un loco.

Quería decir a la joven que no se preocupara ni que nada le fuera a pasar con el de compañía, pero las palabras aun no le salían de su interior y estaba más que nada en shock. ¿Cómo podría ser posible lo que estaba viendo en este mismo instante? Simplemente no podía ser que estuviera viendo a Brunilda…pero no, él sabía que estaba muerta…o ¿Es que no había sido así? ¿Cómo es que ella existía en esta época o al menos así era su rostro? -.....Dis-Disculpeme….-hizo una reverencia-…..Si se queda aquí…puede quizás perderse aún más…..-Se lamio los labios pues podía sentir el miedo dentro de aquel cuerpo tan frágil y pálido, él no la haría nada en absoluto no pretendía asustarla-….Puedo llevarla a la salida o decirle por donde ir…..-Murmuro con un tono fijo aun de sorpresa, intento serenarse, pero el proceso le llevaría unos cuantos minutos.

La noche era un fenómeno que estaba llena de sombras, misterios, silencio y si alguien fuera listo y escuchara bien, descubriría que estaba dentro de una melodía silenciosa que no permitía que la monotonía cesara.

Lo que capto Kale en aquella muchacha que era una copia de su amada Brunilda, es que eran iguales, tanto en físico como en gestos o movimientos y eso le dio pie para que el pudiera coger el valor suficiente para acercarse unos pasos hacia ella -…..No me tema…no voy a hacerte daño….de verdad….-Un error que cometió para que ella confiara en él, fue que mostro los colmillos en una dulce sonrisa, en un dulce gesto que quería otorgarle solo para mostrar su amabilidad. Se dio cuenta y oculto su sonrisa -….No…de verdad, no…..-Chasqueo la lengua, pensando que ya huiría de él.

por **Karen Nygard** Vie Abr 18, 2014 3:43 pm

Respiraba lento, tranquilizando su corazón que se había desbocado al pensar que en aquellos lugares existía peligro para ella que era nada más que una simple humana. Se acomodo el vestido y se soltó de la tumba a la cual estaba aferrada; esperaba que aquel hombre no tuviese malas intenciones pues había escuchado que últimamente en el cementerio sucedían cosas malas pero no creyó en aquello, menos cuando Reika se había reído cuando le contó y le tranquilizo, por eso también había aceptado ir por su cuenta a aquel sitio.
Sus ojos se posaron sobre el hombre que se detuvo como si estuviese viendo un fantasma; pudo haber creído que era de esa manera si los ojos ajenos hubiesen estado lejos de los suyos, pero estaba segura de que él le miraba y observo como los labios se movían en unas palabras imperceptibles para ella.
– Disculpe… ¿Pasa algo malo? – en su interior algo le grito que debía salir de ese lugar, alejarse de ese hombre desconocido y buscar a alguien conocido por ella, pero aparte de eso se sentía realmente fuera de peligro ahí con él, como cuando se estaba con alguien conocido que se tenía mucho tiempo sin ver pero que aquel sentimiento de familiaridad continuaba latente dentro de ellos.

Después de esa pregunta permanecieron en silencio unos instantes, mirándose mutuamente. Él parecía reconocerle y Nerissa solo se sentía intrigada aunque pronto la voz masculina le saco del silencio en el que se encontraban y sonrío.
– En eso tiene razón, lo mejor será que me vaya – miro de un lado a otro sin saber a que sitio debía dirigirse hasta que de nueva cuenta aquel hombre se dirigía a ella y no solo eso, además se ofrecía a llevarle fuera de aquel lugar. Volvió nuevamente su mirada a él – No gracias, creo que puedo encontrar la salida por mi misma ya que no deseo perturbarle más, mis gritos han debido ser suficiente por esta noche para usted – no le temía del todo pese a lo que él le decía y cuando se acerco un poco más a ella lo que pudo notar, lo que sobre todas las cosas llamo más su atención sobre todo fueron aquel par de colmillos que se notaron y se quedo de piedra.

Reika también le había pedido que se alejara de todo vampiro que encontrara porque no todos serían buenos, habría aquellos quienes buscaran hacerle daño y entonces debería temer; buscar la manera de huir y regresar a aquella mujer que parecía ser la única que no planeaba herirla pese a su naturaleza. Pero ahí estaba ella, de pie e inmóvil frente a aquel que en un abrir y cerrar de ojos podría arrancarle de la vida y llevarla a la muerte. Lo que le pareció extraño es que, de querer matarla seguramente se hubiera abalanzado sobre ella desde el instante en que la vio y con más razón ahora que descubría aquella naturaleza oscura que poseía, pero no, se esforzaba en cambio por tranquilizarle, hacerle confiar en él y en que no le dañaría tal y como lo había hecho aquella vampira la primera vez que se habían encontrado.
– Eres como ella – sonrió – también me dijo lo mismo y tampoco me hizo daño. ¿Cuál es tu nombre? Yo me llamo Nerissa pero puedes llamarme Neri me gusta más – era una manera tal vez extraña de hacerle sentir recibido o quizás más que eso un gran error, pero dentro de su corazón sabía que no lo era.

por **Nayru/Kale Wellsh** Vie Abr 18, 2014 4:11 pm

La sonrisa de aquella muchacha le había dado pase a que le estaba dando la invitación para que confiara en ella y viceversa. Estaba pendiente de lo que hacía hasta que finalmente fue él mismo el que dio el paso hacia delante, tomo la mano ajena con suavidad y le beso el dorso de la suave y pálida mano -…..Un placer conocerte Nerissa….-Alzo su mirada hacia aquellos ojos azules que destacaban en la oscuridad de la noche -….Dios mío ¿Dónde o quien ha sido tan bondadoso en regalarle esos hermosos ojos azules? –La sonrisa que salió de sus labios esta vez no fue temerosa sino alegre, sintiéndose halagado por ver la belleza de aquella mujer dirigiéndose hacia él.

-…Un privilegio al estar frente a una hermosa mujer como vos….-Hizo una reverencia, los modales no los perdió en absoluto - …..Mi nombre se remonta desde Carlo magno, es corto pero fácil de recordar….-Sonrió aún más -….Mi nombre es Kale, modernizado con el apellido de mi tutor que ahora en estos tiempos está ausente en el mundo de los vivos...-sintió que se estaba liando innecesariamente-…Perdón….Me llamo Kale Wellsh….Un placer…Nerissa….-Termino por sonreír aún más, asintiendo con la cabeza, acariciándole la mano como si se la estuviera acariciando a Brunilda.

Oh Brunilda, cuanto la echaba de menos, pero Nerissa era su viva imagen: Los mismos ojos, el mismo cabello oscuro, las mismas facciones, todo….

Kale estaba satisfecho por unos momentos por lo que estaba haciendo aunque pudiera parecer un deficiente mental por estar frente a una mujer tan hermosa, pero es que no podía evitarlo. Le pasaba en el pasado y le pasaría siempre que la viera -….Nerissa, ¿Puedo tutearos? –Se preguntó aún. Era de hecho que no había padres ni tutores quienes le dirigieran en decir cualquier cosa de protocolo o de modales, era evidente que estaban ellos dos solos en el cementerio, un lugar peligroso para Nerissa, pero a Kale, le gustaba mostrar que estaba bien educado y si le decía que sí, podría estar más cómodo que nunca.

Nada se sentía tan bien que estar en un sitio tan silencioso como lo era el cementerio aunque pudiera pasar cosas extrañas - ¿Aun desea salir del cementerio? Es verdad que se está muy solitario aquí…y muy silencioso, pero si gusta puedo darle conversación a la vez que le acompaño de vuelta a la salida….este lugar…me es conocido asi que llegaremos bien….-Ofrecio su brazo en cuanto estaba a mitad de hablar, sostenido en el aire el brazo se quedo aun cuando termino de hablar, esperaba a que se aferrara a él -…El suelo esta algo desequilibrado…mejor le ayudo para que no se tropiece….-Murmuro aun estando cada vez mas cerca de ella, de Nerissa.

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