Llegaste tú y todo cambió.

por **Attia Fugger** Vie Feb 28, 2014 8:34 pm

Paris, Febrero de 1804.

Estoy cansada. Estoy molesta. Si escribo ahora es porque siento la necesidad de desahogarme y no encuentro con quién hacerlo. No tengo con quien hacerlo. Desde siempre he estado sola en esta cruzada por conseguir una misión en la que me embarqué desde hace tantos años. Algunos podrían pensar que es un capricho de un día para otro pero no. Nací con la intención de mejorarle la vida a toda mi familia y con el tiempo decidí que sólo me salvaré a mi misma, mis padres y hermanos pueden podrirse en el lodo inmundo que les corresponde. Ellos no son quienes deben poner la cara cuando alguien se da cuenta que mi fachada está llena de errores, no deben soportar esas fiestas aburridas llenas de snobs. Soy yo y siempre he sido yo la que lleva adelante el plan. Soy yo quien disfrutaré de los frutos de lo que he sembrado.

Y es por eso que me preocupa esa piedra que se ha interpuesto en mi camino. Julius, y por supuesto, Maximus… porque no existe uno sin el otro. Son los más odiosos y a la vez adorables hombres (y niño) que pude conocer alguna vez y son también quienes pueden hacer peligrar todo. Especialmente el más grande. Reconozco que he soñado con él, que lo imagino tocando mi piel y deslizando sus labios por mi cuello. Prefiero no poner en palabras lo que aquellas imágenes producen en mi cuerpo porque decirlo lo vuelve más real y no quiero realidad, quiero que se queden como una fantasía. Deseo a Juliuis pero también deseo que él nunca se entere y que piense que lo aborrezco, así se aleja y no me distrae. La gente no puede verme junto a él, nadie puede saber que me encanta estar a su lado, escucharlo quejarse, regañar a Maxi, mucho menos darse cuenta que me controlo para no besarlo.

Quiero besarte maldito Julius y te odio por eso.

Lo odio. Odio a Julius aunque no odio a Maxi, el pequeño me agrada porque me permite tener una excusa para no estar tan cerca.

Te odio Julius y odio lo que me haces sentir.

Odio también no poder contarle a nadie sobre ti.

A.-