Fragmentos de la noche [Priv]

por **Faura** Dom Mar 02, 2014 1:53 pm

Ojalá pudiera haber llegado a ver aquella casa de la cual sus labios solían alardear tanto y de la que yo iba a cobijarme con tacto afecto a la misma. Lo que más me gustaba era cuando Ágora, me vestía y después me trataba como si fuera su única hermana, me cantaba alguna canción para que mis pesadillas se alejaran y en realidad lo conseguían. Hacía calor dentro de la habitación, eso se podía notar sin necesidad de ver el ambiente. Ahora tendría que llegar a la plaza de los dulces en mis sueños, donde escucharía al vendedor de algodón de azúcar vender dulces para los niños o algún otro dulce, pero no escuchaba nada. Seguramente estaría aun un poco lejos de la plaza, así que cuando fui a caminar con el bastón, guiándome por las risas de los niños, algo suave me cogió de la mano, se llamaba Gregre, como un peluche que tuve antaño, me llevaba un poco por donde debía de ir y ya continuaba mi camino por unas silenciosas calles.

“¡AUUUU!”

-¿Au? ¿Quién dijo “Au”?-Dije bastante curiosa. Había retumbado en todo el ambiente, con algún efecto en eco que pudiera perderse en el vacío. Enseguida, un escalofrió rozo mis piernas, encogiéndolas bajo el vestido del camisón y mi corazón dando un vuelco, pensó enseguida que podría haberme equivocado de camino. Ya no olía a dulces, ni escuchaba más risas de niños pequeños.

-¡Faura! –Escuche como Ágora gritaba alarmada, despertándome de mi sueño. Seguía quieta en mi cama, no sabía que pasaba, tenía miedo. Mucho miedo -…Estoy aquí….-Dijo de nuevo mi salvadora, aquella que me explicó lo que pasó con Jack y su hermano, Jace. Cogiéndome en sus brazos me saco de la cama, llevándome a la misma habitación cuando había peligro.
-¿Un lobo, Ágora? –Pregunte con las manos en búsqueda de algún tejido, textura que pudiera guiarme en mi búsqueda para encontrar la cara o el cuello de Ágora, sintiéndome perdida….como siempre…no era nada normal, pero Ágora era buena.

Otro escalofrió sentí por mis piernas, pero subieron por mis muslos. Ya habíamos llegado a esa habitación, me dejo en la cama que había hecho la segunda vez que me trajo aquí, ella era mi guardiana, alguien a quien amaba mucho desde que era pequeña. Seguro que tenía la apariencia de un ángel, alguien con las hebras doradas, los ojos azules y con una tersa piel suave como el terciopelo, seguramente, este es su castillo, que estaría hecho con cientos de girasoles que relucen como el sol y en donde estoy ahora mismo, es solamente una nube, una burbuja que me protege de cada mala amenaza. ¿Y el miedo que antes se instaló en mi cuerpo hace unos segundos?

Ahora no lo encontraba. Solo había una sonrisa que iba de oreja a oreja, el olor a lavanda llego a mis fosas nasales cuando Ágora me abrazo y me arropo nuevamente. Frío llegue a sentir -¡Ágora! ¡No te vayas…! –Ahora tenía miedo de nuevo, no sabía porque, pero algo me decía que saldría mal parada -…No...No te vayas…-Las pisadas de Ágora resonaron cerca de mi oído izquierdo del cual ladee un poco para acercarme más, mis manos fueron de nuevo en su búsqueda – Ágora…habla…no te escucho…-Seguía buscando con mis manos algo, toque las mantas suaves de terciopelo, seguí hacia delante y me topé con un hoyo en una tela rugosa, como los de los pantalones.

-¡TU! ¡Déjala! –Ágora finalmente soltó palabra, la escuché, parecía estar en peligro y finalmente sentí alguien muy cerca de mí.

por **Jace Lacke** Sáb Mar 22, 2014 9:05 pm

Estaba ahí de nuevo, en las afueras de aquella casa a la que no debía ingresar y dentro de la cual sabía que Faura se encontraba a salvo, nada importaba más que eso, saber que ella estaba a salvo de todo y de todos. Apenas le vio por primera vez en su pueblo natal y Jace sintió esa manera de acelerarse su corazón que nadie más que los enamorados podían entender. Pronto la verdad sobre aquel enamoramiento llego a él como un rayo que robaba toda esperanza; Faura era la esposa de su hermano.

Nunca llevo buena relación con Jack, pero desde que supiera de la existencia de su hermosa cuñada trato por todos los medios de estar mas cerca de ellos. Todo hasta que debió salvar a Faura y dejar todo lo conocido solo por mantenerle a salvo. La quería sobre todas las cosas, nada que alguien le dijera cambiaba el hecho de que buscaba como proteger a la mujer ciega que consideraba el amor de su vida.

Desde que se situara en París, vigilando desde la distancia trato de in algunas veces en dirección a Faura, pero siempre estaba esa cazadora de nombre Agora que fue la que se la llevo mientras él le miraba desde la oscuridad de uno arbustos. Al parecer esa cazadora había malinterpretado la idea de Jace de salvar a su único amor y pensaba que Jace había tratado de asesinarle junto con Jack. En parte prefería que la cazadora siguiera pensando de esa manera porque eso garantizaba la seguridad de su amada en aquel hogar. Pero en esta noche como en muchas otras que asistió a aquel hogar vigilando desde la oscuridad fue que no pudo resistir la imperiosa necesidad de ir tras ella.

Sigiloso entro en la casa aquella y descubrió la inocente y hermosa figura de su aun cuñada en la gran cama que la cazadora le tenía solo para ella. Sonrío mientras le miraba fijamente, las respiraciones de ella le calmaban como nada en el mundo pero aquella cazadora era demasiado lista y descubrió la presencia del gitano en el interior de su hogar, debiendo o ocultarse él entre los cuartos y siguiendo aquellos finos pasos una vez que se llevo a su amada de aquella habitación. Espero paciente a que se alejara de aquel cuarto con la molestia escrita en el rostro, todo para entonces poder entrar en aquel cuarto donde esta vez Faura le llamo. No era que le llamaba a él, sino a Agora, pero eso no importaba realmente. Una serie de pasos nuevos llegaron hasta sus oídos y de manera ágil Jace abrió la ventana del cuarto aquel. Se disponía a tomar a Faura entre sus brazos cuando la cazadora irrumpió. - Es tarde para que vengas a dar ordenes, cazadora - esa noche quería habla con su cuñada, ya era necesario, él lo necesitaba.

Tomo a Faura y la cargo. - No te sueltes o terminaras por caer y morir - advirtió de una manera un tanto ruda antes de correr y dar un salto con ella en los brazos. Agradecía que aquella habitación estuviese en el primer piso pero si bien sus pies tocaron el exterior se lanzo a correr buscando perder a Agora quien seguramente les seguiría de cerca.

por **Faura** Lun Mar 31, 2014 2:43 pm

¿Qué estaba pasando en realidad?

No podía ver hacia donde me llevaba, pero podía sentir el aire como manejaba mis cabellos al azar, reconocí la voz de Jace amenazando a Ágora, cuanto me enfade por eso, estaba por patalear y que me bajara al suelo, pero mi corazón se había encogido en un puño cuando grité, agarrándome a donde podía, mi falda volvía e venia hacia mí, pero estaba más concentrada en estar sujeta al cuello de Jace, gritando, gimiendo que de cómo se movía parte de mi ropa -….¡¡JACEEE!! –Grite su nombre pero estábamos al parecer en tierra firme, habíamos aterrizado de buena manera y yo solo estaba al pendiente de que algo bueno pasara.

Ágora, tenía que venir o no, ella podría hacer lo que quisiera, escuche un disparo, escuche mi nombre ser gritado al aire con fuerza, no podía moverme aunque quisiera ir hacia ella porque estaba en brazos de Jace, no podía moverme apenas y me preguntaba aun muchísimas cosas. Como era que ahora me venía a buscar o porque no me venía a buscar mi esposo o quizás mando Jack a Jace para que me devolviera a su lado. Tenía y quería volver a estar con Jack pero había algo en mis recuerdos que se bloqueaba y no me dejaba recordar las voces escuchadas antes de que me encontrara Ágora.

Era extraño que me encontrar ahora en esta situación.

Habíamos parado. No sabía dónde estábamos, pero olía a pino, tierra mojada y se podía sentir el poco frio del ambiente…Deberíamos estar en campo cerrado, es decir, cubiertos por las copas de los arboles los cuales nos cubren de la crueldad del viento. Bien aún me sujetaba insegura al cuerpo de Jace en donde yo ahora tenía temor a caer, pero seguía manteniéndome quieta, pensando en que Ágora me recuperara pronto. No es que no confiara en Jace, pero ¿Por qué no negocio con Ágora en que si me pudiera ver en la mansión? No pienso que hubiera hecho falta la necesidad de sacarme afuera al bosque, donde hay más bandidos que animales salvajes.

-Jace…-Murmure con miedo aun a caerme en donde estuviéramos-…..No me tires a un foso…ni a un rio lleno de cocodrilos por favor…-comienzan mis piernas a patalear rápidamente con miedo, pero tuve que calmarme debido a un tirón en el pie-…ahg…un tirón en el pie-Lo notaba tirante, molesto, un impedimento que no me dejaba relajar el cuerpo-….Jace un tirón…un tirón….-Decía sin parar hasta que note como se iba un poco el dolor pero ahí abajo lo notaba tirante, sin darme cuenta de que lo estaba pasando fatal, no sabía porque -…No quiero morir Jace…por favor ayúdame….-Dije para terminar notar como caía al suelo y un dolor creciente palpitaba en mi nalga derecha, en donde lleve mi mano y lentamente me la sobaba para que el dolor pudiera cesar de una vez.

-¿Por qué me dejaste caer? –Pregunte de nuevo, moví mi mano libre por el aire pero no hallaba ni pierna ni tela que pudiera pertenecer a Jace -¿Jace? Diablos ¿Dónde estás Jace? –Pregunte de nuevo varias veces pero permanecía mi alrededor en completo silencio, esperaba a que Jace aun dijera algo, pero no decía nada.

-¡Quieto!-Dijo Ágora estando a caballo, de la manera más rápida en la que pudo haberlos encontrado, apuntando a la cabeza al gitano que se había llevado a Faura del lado de su protectora -…..Gitano más vale que la devuelvas conmigo….-Dijo la cazadora refiriéndose a Faura, que la veía aun restregándose la mano contra la nalga dolida.

por **Jace Lacke** Sáb Abr 05, 2014 3:25 pm

Sujetaba con fuerza a Faura, corría tan rápido como le daban sus piernas. En esa situación Jace recordaba el día en que se alejo de su lugar natal llevando a Faura consigo, siempre el único pensamiento que se encontraba anclado en Jace era protegerle. Se había jurado hacer todo por tenerle a salvo, que fuera feliz y que nadie se atreviera a ponerle un dedo encima con malas intenciones; el gitano estaba dispuesto a dar su vida por ella, por escuchar su nombre de aquellos labios aunque fuera en un grito como el que daba en los momentos en que saltaron de aquel cuarto.

Su respiración era dificultosa conforma avanzaban más en la oscuridad de la noche, entre los árboles y los sitios por los que pensaba perder a Agora. Aquello sería complicado pero no estaba dispuesto a darse por vencido porque sabía que era capaz de perderle.

- ¿cómo piensas eso Faura? No voy a tirarte a ningún foso ni mucho menos a un río - se había detenido, todo porque no había señales de la cazadora y creyó que se había librado de ella y de esa persecución, ahora quería enfocarse en su cuñada antes de que debiera volver a llevarle a aquel hogar en donde sabia que se encontraba a salvo, mucho más que con él - tranquila Faura - le dijo cuando comenzó a patalear - relajate que voy a ayudarte nada va a pasar, es solo un tirón y eso se quita fácil, deja que vea tu pie y todo estaré bien - rió - no seas dramática, no vas a morir - iba a ponerla en el suelo con cuidado cuando noto que era apuntado por aquella arma y de manera deliberada soltó a Faura. No deseaba hacerle daño, pero tampoco quería que Agora notara que la mujer que estaba reclamándole desde el suelo era su gran debilidad.

No respondió a las preguntas de Faura por el sencillo hecho de que deseaba ir a su lado y abrazarle, decirle que no había sido su intención dejarla caer de esa manera y que siempre estaría cerca, pero ahí estaba Agora para interferir con todo.

- No estoy moviéndome cazadora - levanto las manos para que le viera inofensivo - estoy aquí quieto que no lo notas… - lentamente se giro a mirar a la cazadora que le apuntaba con un arma directo a la cabeza y antes de decir cualquier cosa miro a Faura - no pienso devolvertela… no aún… así que si deseas llevártela justo ahora lo mejor será que me dispares - advirtió de manera firme, él siempre era así cuando se trataba de algo o alguien que juraba proteger. Su cuñada, era su razón de vivir.

por **Faura** Mar Abr 29, 2014 9:05 am

La mirada de Ágora era fría como el hielo. Observaba a Jace con firmeza, no le quitaba ojo de encima -….Aléjate…ya me ocupo de ella…-Dijo mientras le dejaba de apuntar y el caballo atado en la rama de un árbol, se acercó a Faura que aún estaba en el suelo y se agacho para acariciarle los cabellos -…Eh…Querida mía…-Termino por darle un beso protector sobre su frente mientras observaba de reojo a aquel que la había sacado de la mansión. Miro a Faura y la ayudo a levantarse del suelo, la abrazo y se quedó observando al gitano.

-…Escucha….deberías buscarte a alguien…No sé cómo has llegado a conocerla pero deberías alejarte de ella….-Noto como Faura tiraba de su uniforme cuando dijo aquello. Miro a Faura y en presencia de aquel gitano la sujeto de los hombros para que estuviera en calma -….Faura….creo que es lo mejor….-No se molestó en mirar al gitano, solo soltó a Faura con suavidad y la guio hasta Jace-….Despídete…-Mostro su antipatía dando al gitano otra mirada de desagrado -…Deprisa…-Con aquello dicho se dirigió al caballo para liberarle de las ataduras donde estaba atado y llevarlo un tramo lejos de la pareja.

Faura estaba triste. No quería irse del lado de Jace –Jace….-Sus manos cogieron algún trozo de tela en donde poder agarrarse, subió por lo que notaba que era el torso ajeno y cuando se sintió segura de proceder, Ella se aproximó hacia Jace cubriendo su torso con su pequeño y frágil cuerpo, oliendo el aroma de aquel a quien se abrazaba como si lo hubiera hecho siempre. En realidad, le conocía desde hace mucho tiempo, antes incluso de que contrajera matrimonio con su hermano Jack, el cual recordó de repente. Su rostro se levantó hacia delante-….¿y Jack? –susurro en vez de murmurar aquella pregunta, sujetándose en aquellos brazos que los tenia de apoyo.

-….No es que quiera verle…sino…me preguntaba si aún estaba vivo…-entonces su tono de voz, resonó un poco más fuerte, con las manos subió por el cuello ajeno para así poder rodearlo de una sola vez e ir a besarle, pero acertó besándole en el mentón con una barba de un día -….mmm perdón…tengo mala puntería…-Se quedó quieta, pero las manos subían por su nuca, acariciando los pelillos de aquella base de la cabeza, subió, enredo sus dedos en sus cabellos y finalmente los movió hacia delante, llegando a las mejillas, acariciándolas para después sujetarlas y por intuición, llego a besarlo escuetamente, sentía que el tiempo le oprimía las ganas de estar con él debido a las advertencias de Ágora -….Por…porque no te vienes…a la mansión…

-Vamos Faura….-Mostro Ágora la impaciencia que la estaba haciendo perder las buenas maneras si le fuera poco. Tomo con suavidad del hombro de Faura llevándola lejos de aquel muchacho pero vio como Faura se escondía como pudo detrás de Jace -….Faura….ven aquí…nos vamos a ir y todo ira mejor….-Mostraba su apatía poco a poco cuando miraba al gitano del cual se estaba escondiendo Faura detrás. Ágora para entonces pensaba en algo que después le llevarían los demonios al averno, pero si era la única manera de que Faura se moviera del sitio, entonces no tendría más remedio -…Muchacho…-Suspiro, pensaría sus palabras pues estaba Faura presente y no querría problemas -….¿Porque no aceptas su oferta? Así podrías estar con ella el tiempo que quisieras…aunque seguramente después llames a tu banda y les digas donde está para matarla mientras duerme….-Las palabras de Ágora podrían decirse que eran desconfiadas al igual que su mirada fría y que aún la mantenía sobre los ojos azules de Jace -….¿qué vas a hacer?

por **Jace Lacke** Sáb Mayo 03, 2014 1:16 pm

Tanto él como Agora dejaban la mirada fija en el otro. No era un secreto que ninguno de ambos se soportaba, aquella cazadora le había arrebatado a Faura y desde la primera vez que le viera, pensó que él estaba ahí para matar a Faura. Había tratado de explicarse pero a cambio había recibido solamente una herida en la pierna que le dejo varios días sin poder andar e igual, siguió asistiendo a aquella casa para ver a escondidas a su cuñada. Con las manos aún en el aire y con las ganas de ser él quien levantara a Faura del suelo, dejo que Agora pasara y se hiciera cargo de ella.

Frunció el ceño en total desacuerdo de las palabras de aquella mujer de cabellos rubios y mirada fría. Así como ella no estaba dispuesta a cederle a Faura, él tampoco estaba dispuesto a dejar de verle o alejarse de ella solo porque la cazadora se lo dijera o le amenazara continuamente - No quiero buscarme a nadie más y tampoco voy a alejarme de ella nunca, si me quieres ver lejos de Faura ya sabes que lo mejor será que me mates Agora - empuño las manos y dio un paso hacía ellas, con la vista clavada en los ojos de la mujer que se empeñaba en alejarle de su razón de estar. Un suspiro fue lo que dio cuando con pasos lentos su cuñada fue hacía él de la mano de Agora, estiro la mano hasta encontrar la de la mujer que tanto amaba y le guío entonces hasta donde él se hallaba.

Sonrió, le gustaba escuchar como se oía su nombre de aquellos labios y su mano fue a acariciar suavemente los cabellos de Faura. Cuando la tenia así de cerca le era mucho más difícil tener que aceptar sus partidas o que no podía estar con ella y protegerle de todo aquel que tratara de hacerle daño o beneficiarse de su inocencia y fragilidad. La sonrisa fue suplida por una expresión de tristeza, aún no comprendía porque seguía sufriendo de esa manera cuando ella preguntaba por su hermano, ella era después de todo la esposa de Jack y no la suya, no era nada suyo. No respondió de inmediato porque la verdad era que no veía a su hermano desde que escapara con Faura del intento de asesinato de ella.

Una sonrisa se le escapo de los tristes labios cuando le beso el mentón, aún no comprendía el porque ella seguía haciendo esa clase de cosas si su corazón y mente se encontraban siempre dirigidos al mayor de los hermanos - No se donde esta Jack, no se nada de él, Faura y si supiera algo - cerro los ojos, dejando que las manos femeninas acariciaran todo cuando desearan de él - … si supiera… no te lo diría…. - al final y al parecer tras estar segura de donde estaban sus labios, fue besado por ella y Jace suspiro. Con esa clase de maneras de actuar solamente le daba esperanzas de que algún día ella podía amarle - … Eso sería una locura Faura, Agora me odio y lo sabes muy bien… - le beso en la frente, escuchando como Agora llamaba a su cuñada para ambas regresar a la mansión de donde antes le había robado él. Antes de que ella fuera arrastrada lejos de él, se oculto tras su cuerpo y de manera instintiva Jace se movió más para protegerle.

Tanto los ojos de la cazadora como los suyos se mantenían fijos en los otros. Era una batalla entre ellos y Faura era el premio - ¿Qué quieres? - pregunto de manera algo ruda, sin separarse ni un centímetro de la cercanía de Faura pero las palabras de la mujer de los cabellos rubios le dejo prácticamente boquiabierto, con todo y que al mismo tiempo expresaban las dudas que tenia sobre él - Ya te dije que no le haré nada, de querer hacerlo ya lo hubiera hecho, yo… yo voy a proteger a Faura con mi vida… - volvió a tener aquella firmeza y ante la ultima pregunta de Agora termino por suspirar. Sin decir mucho más se agacho ligeramente e hizo que Faura le pasara los brazos por el cuello para poder cargarla en su espalda - De esa manera iras mejor - sonrío aunque ella no pudiese verle y después se concentro en Agora - Vamos, que te seguiré de regreso a la mansión, pero yo llevare a Faura que tu eres capaz de estafarme para que no la vea más - después de que su cuñada se hubiese acomodado bien en su espalda, inicio la andanza de regreso a la mansión - ¿Estas segura de esto, Faura?

por **Faura** Miér Mayo 28, 2014 5:46 pm

Ella se afianzo mejor cuando Jace La cogió en su espalda -…Estoy segura…y…ahora me gustaría decirte algo pero Ágora nos escucharía…
-Prácticamente escucharía todo…-Dijo mientras se daba la vuelta en busca del caballo, lo encontró atado tal y como le dejo, mostrándose aliviada. Se subió -…pero ve delante mía y así sé que no me estafas…-Murmuro hacia Jace que estaba demasiado seguro con Faura a cuestas.

¿Qué era lo que se le escapaba a Ágora? ¿Por qué estaba así con el gitano? Ágora parecía cuidar lo que llamaban un tipo de gente especial por tener los ojos amatistas. Unos creían que eran un embrujo, otros un cambio en el ADN, pero Ágora sabía que los de su gente tenían relación con los antiguos celtas y no sabía mucho más. Estaba pensando mientras iba a caballo por los amplios campos de su mansión. Después de mucho sopesarlo, le daría unas semanas a Jace para ver que hacía con Faura. Si la traicionaba en menos de tres días tenía la muerte asegurada pero si no, entonces tendría que ser ella misma quien diera el primer paso para hacer las paces. Del modo en que estaba sentada, la haría caer de inmediato. Se asentó con un poco más de seguridad, observando a la parejita caminar hacia la mansión. Estaba segura de que en algún momento ella misma podría ser feliz, pero ¿Por qué se hacía ilusiones? Su “raza” o su “tipo” de gente les costaba mantener ya de por si un compañero fiel a su lado pues al ser tan poco comunes, eran atrapados con facilidad y así fueron desapareciendo.

-No vayáis tan rápido…que os estoy viendo…-Ágora tuvo que repetir que no fueran tan rápido. Maldito gitano, acabaría con el voto de confianza que le estaba dando en menos de un segundo. No quería ver a Faura llorar porque se sentía sola después de cada pesadilla que ella apaciguaba con cantares de nana y con caricias en la espalda. Las noches viendo a Faura llorar sobre su pecho era como si una daga ardiendo se incrustara en su corazón. ¿Por qué la gente sufre por amor? Es una pérdida de tiempo enamorarse y quedarse mirando en las musarañas. Estaba claro que no todo dura para siempre, pero ¿Quién iba a calmar sus pesadillas? Nadie.

Ágora tiene la mala costumbre de dormir siempre con una daga bajo la almohada. Ocultando el odio hacia aquellos que osen apartarla de Faura o de cualquiera a quien ella amara, pero nunca amo, bueno, quizás una vez hace mucho tiempo pero fue algo efímero, algo que no pudo disfrutar demasiado pues fue víctima de un engaño. Ágora jamás pudo volver a ver el amor de la misma manera que antes. Y cada cierto tiempo, se despertaba en mitad de la noche sacando a la vez la daga oculta de la cama para simplemente atacar a nadie en particular. Cuanto deseaba que las imágenes de su cabeza desaparecieran de una vez, pero nunca, nunca se iban de su mente.

Ahora, no hace mucho, Faura consiguió apaciguar sus temores nocturnos debido a que aquel gitano que la llevaba en la espalda, desde que se presentó delante de la mansión y ella le echo fuera una vez, pero a pesar de eso, insistió –Jace…cuéntame…-Faura quería saber lo que estaba viendo Jace a su alrededor, se afianzo a su cuello con cuidado de no ahogarlo -…Cuéntame que ves….-Susurrando con tranquilidad, Faura repitió una vez más una petición la cual ella no podía permitirse debido a su discapacidad. No podía ver, pero podía sentir la fuerza interior de Jace y la inquietud de Ágora que iba detrás de ella y de Jace -…Seguro que esta todo precioso…me gustaría ver…-Susurro en el oído de Jace, acariciando los cabellos secos de Jace con los labios, postrando un beso en cada parte de su cabeza.

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