AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Nastya Vlanova
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Nastya Vlanova
por Nastya Vlanova Sáb Mayo 10, 2014 6:35 am
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Nastya Vlanova di Caliery▲EDAD▲
22 años▲ESPECIE▲
Humana/Bruja▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase alta▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Heterosexual.▲LUGAR DE ORIGEN▲
Rusia▲HABILIDADES/PODERES▲
Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiaformas cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.→ Empatía: Permite conocer los sentimientos de otras personas e intuir sus movimientos. En formas más avanzadas, permite incluso variar sentimientos ajenos o controlarlos. Funciona de manera parecida a la telepatía, pero no es tan eficiente como esta.→ Barrera: Capacidad de generar campos de fuerza defensivos. Estos campos sólo duran temporalmente y pueden ser rotos si su oponente es también fuerte.→ Vigoris: Habilidad para insuflar energías a una persona, ya sea que esté moribunda o débil, traspasándole algo de su energía mediante un conjuro. Se requiere contacto físico y este poder no permite revivir a una persona muerta o evitar que muera si esta gravemente herida.
Nastya ha sido educada para y por ser ante todo buena anfitriona y buena hija, de quien sentirse orgullosos – pese a que su padre jamás esté orgullosa de ella.- Es una joven dulce, protegida en su más tierna infancia por los sirvientes de su casa y ridiculizada de joven por su cruel padre, lo que ha conseguido retraerla un poco y volverla algo tímida. Pese a ello cuando la calma y la paz la rodean, haciéndola sentir en casa, se desenvuelve como toda joven de clase alta. Abierta a las conversaciones, complaciente, y en muchas ocasiones alegre. Cualidades que sin duda en presencia de padre pierde, volviéndose por completo obediente y callada.
Curiosa, sus ojos a menudos observan su alrededor con preguntas tras ellos que esperan ser contestadas. Lo observa todo y cae en cualquier signo o rostro ajeno. A veces le parece conocer cuáles son los sentimientos o sensaciones de los demás, a lo que intuye debe de ser por una habilidad para diferenciar estados, tras pasar toda su joven vida intentando averiguar cuando es prudente acercarse a su padre o cuando no. Prudente, recatada, muy inteligente e inocente, resulta bastante fácil sacarle los colores, más aún con su blanca tez, que hace resaltar todavía más sus sonrojos y vivos ojos que posee.
Conoce la ambición, ya que su familia se basa principalmente en ello, solo que ella es justamente todo lo contrario. Ella donde sería más feliz sería entre los campos, sin reglas ni normas que seguir, libre como los pajarillos que vuelan amaneceres. Confiada en los buenos sentimientos de las personas y algo terca fuera de las paredes de su hogar, cuando la molestan tiende a sonreír e ignorar o a contraatacar resultando la peor de las molestias para cualquiera.
Curiosa, sus ojos a menudos observan su alrededor con preguntas tras ellos que esperan ser contestadas. Lo observa todo y cae en cualquier signo o rostro ajeno. A veces le parece conocer cuáles son los sentimientos o sensaciones de los demás, a lo que intuye debe de ser por una habilidad para diferenciar estados, tras pasar toda su joven vida intentando averiguar cuando es prudente acercarse a su padre o cuando no. Prudente, recatada, muy inteligente e inocente, resulta bastante fácil sacarle los colores, más aún con su blanca tez, que hace resaltar todavía más sus sonrojos y vivos ojos que posee.
Conoce la ambición, ya que su familia se basa principalmente en ello, solo que ella es justamente todo lo contrario. Ella donde sería más feliz sería entre los campos, sin reglas ni normas que seguir, libre como los pajarillos que vuelan amaneceres. Confiada en los buenos sentimientos de las personas y algo terca fuera de las paredes de su hogar, cuando la molestan tiende a sonreír e ignorar o a contraatacar resultando la peor de las molestias para cualquiera.
Nacida de la unión de la casa Vlanova de Rusia donde nació y los di Caliery de Francia, ambos fuertes y nobles linajes cercanos a las realezas de ambos pueblos. Unos provenientes de los primeros cazadores rusos y los otros provenientes de los primeros brujos de las tierras Parisienses, ya hace tanto tiempo atrás en la historia, desde el principio fue mal venida.
Entre los Vlanov se decía, que todo heredero, todo dueño y señor de las tierras debería de tener un varón a quien adiestrar, siendo este el primer hijo a nacer. Y justo precisamente fue aquello lo que desde un buen principio falló con la llegada de la criatura deseada y a la misma vez, indeseada.
Adam Vlanov jamás fue de resistirse en referente a todo lo que quisiera decir lucha y hombría. Gran guerrero y comandante como hombre firme, con las mujeres era un excelente galán y pillo, que se llevaba a cualquier mujer en la cama. Por ello fue que cuando encontró a Lyaila di Caliery jamás pensó que le fuera tan difícil de concebir con ella, de esperar y tener a su primer hijo en brazos. Enamorado – aunque jamás fuera lo suficientemente valiente para decirlo- y con una fuerte obsesión por la joven, se la llevó a su palacio donde al poco tiempo se desposaron y tras las bodas, tras las fiestas, pasaron semanas encerrados disfrutando el uno del otro en la habitación de ambos. Adam pasó más de tres meses encamado con Lyaila. Tras cada semana venia un médico que examinaba a la joven señora, resultando que jamás conseguía quedarse encinta. El señor sintiendo que los demás empezaban a cuestionar su hombría y honor, volvió a las andadas, acostándose con cada cortesana con que se cruzara, seduciendo jóvenes virginales, hasta yendo tras las faldas de las casadas, diciéndose que así olvidaría que su mujer no podía darle lo que él tanto ansiaba.
Su familia ante la esterilidad de la joven esposa, le dijeron de matarla, asesinarla y que así pudiera buscar una nueva. Adam cada y todas las veces se negó, la amaba y aún en una pequeña parte de él, guardaba la esperanza de conseguir el hijo que tanto deseaba con ella.
Durante años hasta él mismo fue perdiendo la esperanza y centrándose en sus demás caprichos, teniendo hijos bastardos fuera de aquel matrimonio fue pasando el tiempo, hasta que una buena mañana Lyaila se levantó en mal estado. Rápidamente avisaron al médico y en efecto, la noticia que tanto esperaban se hizo realidad. Lyaila estaba esperando un hijo, la semilla de Adam finalmente había dado sus frutos. Por consejo del médico, Adam volvió con ella plenamente, dejó de ver a sus demás hijos, a sus caprichos, centrándose solo en la mujer de sus ojos y la madre de quien sería su primogénito. Para esos tiempos el hermano menor de Adam, tuvo su primer hijo, lo que sembró los celos en él, quien se sintió mal por no ser el centro de atención. Molesto y más gruñón de lo normal, perjudicaba con su humor a su esposa, que ya a punto de salir de cuentas, tras una grave discusión de él con su hermano menor, Lyaila rompió aguas de un momento a otro.
El parto fue todo un caos, el medico no llegaba y la joven sufría. Finalmente tuvieron que hacerlo en familia, ya que el médico no llegaba. Lyaila empujó lo que pudo y luchó por su pequeño hasta que la pequeña vio la luz, nació. La familia solo tardó apenas un segundo en observar que el esperado primogénito era una niña. Adam desde aquel momento odió a su hija, por haber nacido como femenina, sin que ella tuviera jamás la culpa de ello. Y para rematar la situación, Lyaila se les moría, no había forma de detener la hemorragia tras que la niña saliera y sus fuerzas menguaban.
Adam se pasó las seis horas en las que resistió, a su lado sin separarse de ella, mientras Nastya bebía del pecho de su madre con desespero, como si una parte de ella supiera de su temprana ausencia y quisiera aprovechar todo lo que pudiera. La mujer murió tras luchar con fuerza contra la inconsciencia, sin embargo antes de que cerrara los ojos para siempre, le contó a su esposo, ex cazador, de que la familia de ella y ella misma, eran brujas. Solo que en su caso jamás se había hecho notable la brujería, si por ello con el resto de su familia cercana. Le rogó que no odiara a su hija, que ella no tenía la culpa y que si fuera bruja, que la protegiera de los cazadores, que no la entregara por el amor que a ella le tenía y por sus tantas promesas perdidas al viento.
Él asintió y lloró su muerte, junto con los llantos de Nastya al darse cuenta de que la leche ya no era tibia, si no fría y amarga, y que la calidez de su madre desaparecía. Tras un buen rato llorando, Adam tomó a la niña y la llevó a una sirvienta para que la amamantara y se ocupara de ella, hasta que él supiera que hacer con aquella pequeña. Los años fueron pasando y Nastya creció con la servidumbre, siendo a los cinco años cuando los primeros sucesos extraños sucedieron que su padre fuera a buscarla, temiendo que en efecto ella fuera bruja, como su madre le confesó antes de morir. Y así pasó. Como cazador supo enseguida que debía de rastrear en ella, encontrándole rastros de magia. Nastya inocentemente pensando en gustarle a su padre cuando alguna vez hacía magia, iba y se lo decía contenta y feliz de haberlo hecho, llevándose una mirada de puro odio y maldad, como palabras llenas de regaño por hacer magia en su presencia. Nastya al principio no lo entendía, hasta que empezó a guardárselo e intentaba no hacer nada extraño. Guardándose la magia para ella, llegándola a odiar ya que por ella era que su único padre la aborrecía, llamándola monstruo por ello.
Así creció la pequeña Nastya. Reprimiendo la magia que corría por sus venas, escondida de su padre, evitándolo en todo momento. Estudió. Aprendió a leer, escribir, diferentes idiomas. Bailar, el arte de bordar… sin embargo jamás nadie le enseño a ser bruja y con el malestar que le producía ser tan diferente a los demás, llegó a reprimir su magia. Tras que pasó su juventud, se decidió cambiar de residencia y acudir a Francia donde recientemente la abuela de Nastya había fallecido, dejando a su única nieta toda su herencia, mucho superior al patrimonio de los Vlanovs, sumando al odio de su padre por nacer chica y por ser bruja, la envidia y los celos de lo que todo esto comportaba.
Entre los Vlanov se decía, que todo heredero, todo dueño y señor de las tierras debería de tener un varón a quien adiestrar, siendo este el primer hijo a nacer. Y justo precisamente fue aquello lo que desde un buen principio falló con la llegada de la criatura deseada y a la misma vez, indeseada.
Adam Vlanov jamás fue de resistirse en referente a todo lo que quisiera decir lucha y hombría. Gran guerrero y comandante como hombre firme, con las mujeres era un excelente galán y pillo, que se llevaba a cualquier mujer en la cama. Por ello fue que cuando encontró a Lyaila di Caliery jamás pensó que le fuera tan difícil de concebir con ella, de esperar y tener a su primer hijo en brazos. Enamorado – aunque jamás fuera lo suficientemente valiente para decirlo- y con una fuerte obsesión por la joven, se la llevó a su palacio donde al poco tiempo se desposaron y tras las bodas, tras las fiestas, pasaron semanas encerrados disfrutando el uno del otro en la habitación de ambos. Adam pasó más de tres meses encamado con Lyaila. Tras cada semana venia un médico que examinaba a la joven señora, resultando que jamás conseguía quedarse encinta. El señor sintiendo que los demás empezaban a cuestionar su hombría y honor, volvió a las andadas, acostándose con cada cortesana con que se cruzara, seduciendo jóvenes virginales, hasta yendo tras las faldas de las casadas, diciéndose que así olvidaría que su mujer no podía darle lo que él tanto ansiaba.
Su familia ante la esterilidad de la joven esposa, le dijeron de matarla, asesinarla y que así pudiera buscar una nueva. Adam cada y todas las veces se negó, la amaba y aún en una pequeña parte de él, guardaba la esperanza de conseguir el hijo que tanto deseaba con ella.
Durante años hasta él mismo fue perdiendo la esperanza y centrándose en sus demás caprichos, teniendo hijos bastardos fuera de aquel matrimonio fue pasando el tiempo, hasta que una buena mañana Lyaila se levantó en mal estado. Rápidamente avisaron al médico y en efecto, la noticia que tanto esperaban se hizo realidad. Lyaila estaba esperando un hijo, la semilla de Adam finalmente había dado sus frutos. Por consejo del médico, Adam volvió con ella plenamente, dejó de ver a sus demás hijos, a sus caprichos, centrándose solo en la mujer de sus ojos y la madre de quien sería su primogénito. Para esos tiempos el hermano menor de Adam, tuvo su primer hijo, lo que sembró los celos en él, quien se sintió mal por no ser el centro de atención. Molesto y más gruñón de lo normal, perjudicaba con su humor a su esposa, que ya a punto de salir de cuentas, tras una grave discusión de él con su hermano menor, Lyaila rompió aguas de un momento a otro.
El parto fue todo un caos, el medico no llegaba y la joven sufría. Finalmente tuvieron que hacerlo en familia, ya que el médico no llegaba. Lyaila empujó lo que pudo y luchó por su pequeño hasta que la pequeña vio la luz, nació. La familia solo tardó apenas un segundo en observar que el esperado primogénito era una niña. Adam desde aquel momento odió a su hija, por haber nacido como femenina, sin que ella tuviera jamás la culpa de ello. Y para rematar la situación, Lyaila se les moría, no había forma de detener la hemorragia tras que la niña saliera y sus fuerzas menguaban.
Adam se pasó las seis horas en las que resistió, a su lado sin separarse de ella, mientras Nastya bebía del pecho de su madre con desespero, como si una parte de ella supiera de su temprana ausencia y quisiera aprovechar todo lo que pudiera. La mujer murió tras luchar con fuerza contra la inconsciencia, sin embargo antes de que cerrara los ojos para siempre, le contó a su esposo, ex cazador, de que la familia de ella y ella misma, eran brujas. Solo que en su caso jamás se había hecho notable la brujería, si por ello con el resto de su familia cercana. Le rogó que no odiara a su hija, que ella no tenía la culpa y que si fuera bruja, que la protegiera de los cazadores, que no la entregara por el amor que a ella le tenía y por sus tantas promesas perdidas al viento.
Él asintió y lloró su muerte, junto con los llantos de Nastya al darse cuenta de que la leche ya no era tibia, si no fría y amarga, y que la calidez de su madre desaparecía. Tras un buen rato llorando, Adam tomó a la niña y la llevó a una sirvienta para que la amamantara y se ocupara de ella, hasta que él supiera que hacer con aquella pequeña. Los años fueron pasando y Nastya creció con la servidumbre, siendo a los cinco años cuando los primeros sucesos extraños sucedieron que su padre fuera a buscarla, temiendo que en efecto ella fuera bruja, como su madre le confesó antes de morir. Y así pasó. Como cazador supo enseguida que debía de rastrear en ella, encontrándole rastros de magia. Nastya inocentemente pensando en gustarle a su padre cuando alguna vez hacía magia, iba y se lo decía contenta y feliz de haberlo hecho, llevándose una mirada de puro odio y maldad, como palabras llenas de regaño por hacer magia en su presencia. Nastya al principio no lo entendía, hasta que empezó a guardárselo e intentaba no hacer nada extraño. Guardándose la magia para ella, llegándola a odiar ya que por ella era que su único padre la aborrecía, llamándola monstruo por ello.
Así creció la pequeña Nastya. Reprimiendo la magia que corría por sus venas, escondida de su padre, evitándolo en todo momento. Estudió. Aprendió a leer, escribir, diferentes idiomas. Bailar, el arte de bordar… sin embargo jamás nadie le enseño a ser bruja y con el malestar que le producía ser tan diferente a los demás, llegó a reprimir su magia. Tras que pasó su juventud, se decidió cambiar de residencia y acudir a Francia donde recientemente la abuela de Nastya había fallecido, dejando a su única nieta toda su herencia, mucho superior al patrimonio de los Vlanovs, sumando al odio de su padre por nacer chica y por ser bruja, la envidia y los celos de lo que todo esto comportaba.
- Su padre siempre la ha repudiado por ser chica y bruja, siendo el primogénito de su hermano menor la máxima envidia del ex cazador Vlanov.
-Nastya reprime la parte mágica de su sangre siempre que puede, ya que le disgusta esa parte de ella y su padre le ha metido el miedo en el cuerpo, diciéndole que fue la magia lo que mató a su propia madre. (Una vil mentira de un odioso padre a su hija)
- Buena amazona, ama la equitación y perderse por desconocidos campos junto a su corcel
- Nastya no se imagina el alcance del odio que le tiene su padre, para ella él siempre será la unica familia que le queda y le respetará, como se espera de toda hija de buena familia.
-Nastya reprime la parte mágica de su sangre siempre que puede, ya que le disgusta esa parte de ella y su padre le ha metido el miedo en el cuerpo, diciéndole que fue la magia lo que mató a su propia madre. (Una vil mentira de un odioso padre a su hija)
- Buena amazona, ama la equitación y perderse por desconocidos campos junto a su corcel
- Nastya no se imagina el alcance del odio que le tiene su padre, para ella él siempre será la unica familia que le queda y le respetará, como se espera de toda hija de buena familia.
Última edición por Nastya Vlanova el Vie Sep 19, 2014 8:35 am, editado 5 veces
Nastya Vlanova- Hechicero Clase Alta
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Re: Nastya Vlanova
por Nigel Quartermane Dom Mayo 11, 2014 4:25 am
FICHA EN PROCESO
POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.
POSTEA A CONTINUACIÓN CUANDO TERMINES TU FICHA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF
PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN. GRACIAS.
Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Nastya Vlanova
por Asagi Dunkelheit Miér Mayo 21, 2014 9:51 pm
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