Vicio Maldito || Privado

por **April V. Gilmerië** Mar Jun 17, 2014 10:06 pm

Sus problemas desaparecían cuando estaba aquella droga dentro de su sistema, parecía no importarle nada más que disfrutar aquel placer momentáneo que cuando terminaba, la hacía caer al suelo de forma estrepitosa, dolía como llegaba a encantarla, era una relación extraña, pero como en toda relación, siempre hay altos y bajas, pero en esta había más bajas que altas últimamente, comenzaba a notarse en su comportamiento nervioso y deseoso de siempre estar en ese estado.

—¿Qué haces aun no he terminado? — se quejo ella mientras se levantaba de un mullido sofá, estaba en una oscura habitación, en donde el aire era denso por el humo exhalado de los veinte “amigos” que disfrutaban de su mismo placer. Reían, jugaban y hablaban de cualquier cosa que llegaba a su mente, algunos eran solitarios y en una esquina en silencio disfrutaban. A regañadientes termino acomodándose a un lado, mientras caia en los brazos de un joven apuesto, rio estúpidamente, contagiando al joven. — ¿No crees que es un poco tarde? — pregunto reincorporándose.

No se dio cuenta cuando ya llevaba tres pasos hacia la puerta, el joven la sujeto de la mano y comenzó a seguirla. El tiempo pasaba rápido, en ocasiones parecía pesado, tan diferente se podía comportar que dejaba a April algo confundida, cuando volvió a captar y mirar a su alrededor estaba en la calle con el joven sujetándola fuertemente aprisionándola contra una pared, de lo que parecía un callejón.

— Déjame…— dijo tratando de sonreír levemente, suponiendo que solamente un juego de niños, pero el hombre no se detuvo, busco su cuello y la rodilla de el pareció dividir sus piernas, un miedo terrible apareció en su cuerpo, comenzaba a temblar, mientras sentía como la lengua del hombre lamia su cuello —NOOOOO— grito a todo pulmón, comenzó a patalear, pero él seguía.

Al parecer aquellos gritos advirtieron a dos jinetes de la policía que pasaron, pronto terminaron separando al violador, April pudo respirar de alivio, pero no por mucho, pues sintió como también la llevaban a ella, poniéndole unas horribles esposas, que la lastimaban. — ¿A dónde me llevan? No, suélteme— Gritaba mientras la ponían en el caballo como un saco de patatas y la llevaban al cuartel de la policía, termino encerrada en un calabozo junto con algunas mujeres mas que deducía que eran cortesanas de bajos escrúpulos. ¿También pensarían que ella era una de ellas?. [/B]

por **Nuria Curie** Lun Jun 23, 2014 7:12 pm

Di una calada fuerte al cigarrillo que dejaba una estela de humo en el ya de por sí denso aire, mientras observaba a todos a mi alrededor, tan ajena a ellos y tan absorta a la vez… No podría describir que era lo que pasaba por mi mente, si es que algo llegaba a pasar…

Algunas noches venía a este lugar, cuando deseaba fumar sin que nadie me viera mal; sin molestar al clan que me había dado arropo, sin ser más que una sombra que se pierde en la urbe parisina en el silencio de la noche…

Un hombre me empujó con fuerza, mientras llevaba a una mujer de la mano, “Quizás sea su hermano, su prometido…” pensé exhalando una bocanada de humo que se perdía en forma “Pero que labios más bellos tiene ella…” la miraba cuando de pronto su expresión pareció cambiar, pasando apenas el umbral de la puerta su rostro mostró un miedo que no era de esperar al encontrarse con su… “¿Qué cosa era lo que había pensado que serían?”, di otra calada al cigarro que pugnaba por morir entre mis dedos y miré a todos en el interior, nadie pareció notar nada…

Cuando regresé la mirada a la entrada, ya se habían perdido en la negrura de la noche las dos siluetas, “qué más da…” pensé dejando escapar el último suspiro de mi cigarro, poniéndome en pie y caminando hasta el marco de la puerta.

Me recargué en la madera que hacía de marco y suspiré el frío aire de la noche… por un momento pensé que era mi imaginación la que me jugaba una mala pasada, aunque nunca antes había imaginado cosas… Comencé a revisar mis bolsillos, en busca de otro cigarro que meterme a los labios cuando escuché gritos… ladee la cabeza… esos gritos provenían de una calleja muy cercana al lugar…

De pronto escuché los cascos de dos animales a mis espaldas “Genial, lo que falta… Policías” pensé mientras cerraba las puertas del lugar quedándome fuera de este… No esperaba que un par de policías cerraran tan divertido recinto...

Se detuvieron en la calleja y subieron a un tipo a las ancas de un caballo; yo permanecí en silencio observando la escena mientras me despabilaba el aire fresco, cuando veo que suben a una mujer a las ancas del otro caballo… “Que mujer… que bellos labios…” mi pensamiento se entrecortó “Pero si ella acaba de salir de aquí” armaba en mi mente mientras comenzaba a caminar por donde habían pasado los caballos…

Llegue hasta el cuartel de Policía y por un momento dudé en entrar… “Yo ni siquiera conozco a la mujer…” pero antes de reaccionar, estaba metiendo un par de hojas de menta en mi boca para mejorar mi aliento y caminaba al interior del cuartel…

-Buenas noches…- dije con mi mejor sonrisa –Buscaba a mi amiga… creo que ha habido un error…- ladee el rostro dejando caer un rizo por mi frente, esperando que vieran suficiente dulzura en mi mirar… “¡Diablos! ¿Cómo se llamará ella?” pensaba mientras me atendían…

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