Hechos inesperados [Privado]

por **Shlainn Ravencroft** Sáb Ago 09, 2014 9:49 pm

Ya era muy tarde cuando Sarah regresaba de hacer algunas compras que necesitaba, llevaba cargando un canasto lleno de utensilios como telas, hijos, o tras cosas que había adquirido en una tienda, pero a diferencia de otros días la chica decidió tomar otro camino que al acostumbrado para volver a casa, llegando finalmente al puerto.

Era un hermoso lugar aunque ya el sol empezaba a descender dando una espectacular vista que la joven disfrutó, estaba tan maravillada de ver como se sumergía el sol a lo lejos como si le diera pena estar en el cielo para poder darle paso a la oscuridad, ya había anochecido cuando la dama intentó retomar su camino pero un sujeto le detuvo.

-he.... señorita! no debería estar en estos sitios a estas horas, puede ser peligroso, aquí suelen rondar peligros inminentes...

-Le agradezco pero solo había perdido el camino de regreso... gracias por la advertencia.

-Fue un placer... – el hombre sonrió pero muy atrás se escuchó un ruido y un sujeto salió haciéndole señas al otro para que le siguiera, este sonrió sádicamente y susurró.

-Otro maldito chupa-sangre para matar...

Salió corriendo y Sarah se quedó pensativa unos momentos, analizando lo que había visto.

-Esos sujetos... – Sarah se dio media vuelta y empezó a caminar, pero desgraciadamente se había perdido y había parado en un callejón sin salida, intentando regresar por el camino que había tomado sintió un escalofrió helarle la sangre, al parecer un inmortal se encontraba cerca a ese lugar, en un sitio cercano se escuchaba como una persecución con algunos estruendos extraños y unas voces que exclamaban con furia.

Sarah reconoció una de las voces era la de aquel hombre que le había hablado todo parecía que eran cazadores y que estaban persiguiendo a un vampiro.

por **Burke Eichmann** Dom Ago 24, 2014 10:30 pm

Las cosas en general le salían bien, pero en ocasiones como esas, no podía cantar victoria, algo se había atravesado en su camino, podía llegar a dudar acerca de lo que era la Inquisición y quizá le habían tendido una trampa, o simplemente era una venganza de alguien que tenía cuentas pendientes con Burke, con alguien como él era difícil saber de quien podría venir una agresión. Habían sido tres malditos vampiros los que lo habían emboscado, venía sin la suficiente fuerza y un golpe en la nuca había sido lo que le había dejado de rodillas, gruñó pero por más que quiso hacer sus intentos eran simplemente inútiles, había quedado a merced de otros en muy poco tiempo. ¿Y todo el entrenamiento? Por supuesto, que estaba pero él no tenía ganas, ni tiempo, y mucho menos fuerza suficiente para sobreponerse.

Los rostros de los desgraciados se habían quedado grabados en su memoria, ya habría tiempo de ir por cada uno de ellos, los golpes no se hicieron esperar, haciendo que su cabeza girara casi por completo, sintiendo una y otra vez como su puño rebotaba. Dejó de forcejear y en ese instante sintió como una pieza atravesaba su abdomen, todo empezó a quemarle por dentro, y se contrajo de dolor, simplemente dejando su cuerpo contra el piso, sus manos estaban temblorosas, había perdido demasiado en los intentos, no había probado sangre en casi tres días y por si fuera poco, un pedazo de madera le estaba atravesando el centro del cuerpo.

-Vámonos...- Escuchó apenas las palabras de aquellos y sus manos se apresuraron a intentar quitar aquél artefacto que estaba haciéndolo hervir por dentro y escuchó unos pasos de nueva cuenta, sus respiraciones se hacían inconstantes y cuando logró por fin que la estaca abandonara su cuerpo, un quejido fue el que afloró, nadie podría creer que Burke era el que estaba tirado en el piso, pero así era, en esa ocasión habían salido las cosas mal. Sus ojos se esforzaban por permanecer abiertos, pero era casi una proeza, algo imposible que poco a poco hacía que todo se fuera nublando a su alrededor.

por **Shlainn Ravencroft** Miér Sep 03, 2014 11:56 pm

Se escucharon pasos presurosos muy cerca de donde la gitana se encontraba, mucho tumulto para aquella noche, la chica quedó estática pues no podía hacer nada al respecto pero cuando todo parecía haberse calmado el silencio fue roto por un quejido, una voz masculina había clamado de dolor.

Sarah estaba un poco temerosa pero si era alguien inocente el que se encontraba herido tal vez, podría ayudarle a recuperarse... no era correcto abandonar a nadie a esa suerte, a una muerte lastimera y solitaria así que guiándose por donde se escuchó aquella voz caminó hasta ver a un hombre tendido en el suelo.

Tenía una herida profunda en el centro de su cuerpo, Sarah corrió hacia donde estaba aquel, le tomó de la mano y preguntó angustiada.

¿Qué le ha pasado?... – por un instante un escalofrió recorrió todo su cuerpo mientras que sus ojos distinguían aquella aura mortuoria que cubre a los vampiros, el corazón de la chica se aceleró pero luego se fue calmando, pues al estar cerca a aquel, sentía que tenía que ayudarle.

Tomando la pañoleta que cubría su cabello, la retiró y con ella (ya que es muy extensa) empezó a envolver la herida del hombre. Se veía cociente y tal vez tendría fuerzas para moverse, aunque sería dificultoso, por eso se atrevió a preguntar.

-¿Puede levantarse? – dijo la joven, ya que su intención era retirarse a un lugar más seguro para ambos, pues podrían volver los que atacaron al hombre y posiblemente si no pudieron destruirlo tal vez ya en su estado podrían hacerlo.

Había una casa abandonada cercana al lugar donde Sarah pasaba algún tiempo cuando quería estar alejada del gueto gitano, quería ir a ese sitio para atender mejor a aquel.

por **Burke Eichmann** Dom Sep 07, 2014 1:39 pm

El dolor casi era insoportable, pero en algún momento le habían comentado que todo lo malo que hacía se le iba a devolver y parecía ser cierto, ahora sabía lo que los desgraciados a los que mataba sentían cuando él hacía de las suyas, ¿La diferencia? Él se quedaba a disfrutar cuando ellos comenzaban a rogar por su vida y en realidad lo disfrutaba, esas caras lastimeras que aullaban de dolor, suplicando por no sentir que el último aliento estaba por llegar. Él... No rogaría, no saldría de su boca ninguna maldición.

Sintió las manos de alguien comenzando a mover su cuerpo, él ayudaba ligeramente y miró a la mujer, el aura que percibía podía ser de un simple humano que contiene algunos poderes. -Puede ser... Pero...- Tosió, llevándose las manos por instinto hacia su abdomen en donde la pañoleta comenzaba a marcarse por la sangre. Se apoyó en una de sus rodillas y usando fuerza y orgullo terminó de ponerse de pie, se relamió los labios, logrando por fin, ver aquél rostro fino de la mujer que se había acercado hacia él. -¿A dónde iremos?- La voz sonaba débil, pero nunca dejaría que se quebrara, Burke estaba seguro que estaba sobre sus piernas no por la fuerza que le quedaba sino por el ego que no le permitía estar más tiempo en el piso.

La noche seguía cayendo sobre ellos, mientras su respiración parecía ahora hacerle un poco de falta, comenzó a caminar antes de que tuviera que flaquear, no se permitiría aquello. La mano zurda iba haciendo presión en su abdomen, sintiendo los dedos mancharse de carmín, aunque el fuego que parecía estarle quemando por dentro ya no estaba, o por lo menos iba desapareciendo poco a poco. -¿Ya se fueron?- Tal vez ella no les había visto, pero no podía arriesgarse de nuevo a que alguien se aprovechara de aquella situación.

por **Shlainn Ravencroft** Mar Sep 16, 2014 10:56 pm

Off Roll:

La mujer estaba preocupada por aquel hombre, por un lado estaba con esperanzas ya que este le había preguntado, tal vez tendría la fuerza necesaria para poder recuperarse eso esperaba ya que aunque veía su naturaleza no sabía realmente como fallecían aquellos con sus dotes.

Se sorprendió al ver que se levantaba, pero comprendió que debía ser algo común para los vampiros, aún así su preocupación no desaparecía, al escuchar la pregunta de aquel la dama respondió.

-Hay cerca una casa que nadie la habita, podrás estar tranquilo ahí sin que nadie se entere.

Sarah pegó un poco su cuerpo a la del hombre expendiendo su brazo derecho alrededor del cuello de la mujer, sosteniéndola con su mano derecha para que este pudiese recargarse y le fuere más fácil caminar.

Al escuchar la pregunta de aquel, Sarah movió su cabeza mirando hacia todas direcciones suspiró aliviada y contestó.

-ya no hay nadie, vámonos antes de que decidan volver.

Sarah inició el paso aunque lento para que aquel hombre continuara, así de forma tardada llegaron a una casa muy vieja con una fachada de abandono total, la mujer se acercó con el hombre en la puerta y buscando en una esquina encontró la llave y abrió.

-Aquí podrás descansar y recuperarte – dijo mientras entraba junto con él, cerrando la puerta y asegurándola, luego lo llevó a la habitación recostándolo en una vieja cama, no era cómoda pero por lo menos podría descansar.

La gitana estaba pensativa, podía notar el aura de muerte de aquel hombre, pero no sabía cómo ayudarle más para su recuperación, así que se atrevió a hablar.

-Disculpe mi atrevimiento pero se que no es una persona como cualquier otra, y también puedo notar que no es como los demás de su raza... Dígame por favor ¿Qué necesita para recuperarse?

Estaba dispuesta a ayudarle de cualquier forma, no sabía bien el motivo pero no sentía amenaza en el aura del hombre por lo que concluyó que no debía ser una mala persona (si se le podría llamar así).

por **Burke Eichmann** Dom Oct 12, 2014 11:40 pm

Su vida estaba pasando por sus ojos en ese momento, era como si todo lo malo se lo cobraran de un momento a otro, había sido una puñalada trapera lo que le habían jugado, pero si salía de aquella, los iba a matar como las cucarachas que eran, así de sencillo, en alguna de sus locas ideas se le llegó a cruzar que podía haber sido la misma Iglesia la que había intentado acabar con él, pero no tenía las evidencias suficientes, ya lo sabría en su tiempo, ahora necesitaba las fuerzas necesarias para poder seguir caminando hacia donde la mujer lo dirigía, a pesar de no necesitar respirar ahora el aire le estaba haciendo más falta que nunca, había ido al infierno por breves instantes y parecía que el mismo diablo estaba enojado con él, tal vez había pensado que su ingreso a la Inquisición era como una traición, Burke lo había visto como un simple reclutamiento del señor del mal, tal vez se había equivocado, de nuevo los cabildeos en su mente iban y venían, pero los tenía que dejar a un lado de una vez.

Se acomodó en la cama que le había dejado la mujer y un quejido brotó de sus labios, mientras se oprimió el abdomen. -Gracias.- Aquella palabra casi nunca salía de sus labios, pero en esta ocasión era completamente diferente, su vida realmente estaba pendiendo de un hilo y ese hilo justamente era ella. Escuchó atentamente las palabras de la gitana y relamió sus labios, tratándose de enderezar ligeramente aunque le dolía. -No lo sé... Primero... Primero revisa que ya no tenga nada de aquella estaca.- Pronunció a media voz, aunque al mirarla se quedaron sus ojos fijos en aquella fuente de vida que brotaba como venas en su cuello. -Podrías conseguirme a un humano... Prometo... No matarle, sólo beber un poco para poder estar mejor, necesito recuperar la sangre que he perdido, además tenía días que no bebía.- Se estaba odiando así mismo por estar de esa manera tan débil, detestaba que alguien más le viera así, ese momento de su vida lo iba a anular de su memoria en cuanto le fuera posible.

por **Shlainn Ravencroft** Mar Oct 14, 2014 12:03 am

Sarah estaba atenta a las palabras de aquel hombre, realmente se estaba preocupando por el y quería ayudarle sinceramente, fue que primero al terminar de escucharle, fue por una cubeta con agua y unas telas que tenía guardadas, luego después de lavarse las manos y rociarlas con alcohol para luego secarlas, fue a destapar la herida de aquel con mucho cuidado para no causar más molestia de la que el ya sentía y empezó a revisar minuciosamente para ver que no quedaran pedazos de la madera.

Encontró un trozo de unos 5 cm de tamaño por 3 de grosor, al quitarla la colocó en un trozo de tela y la puso en el suelo, luego volviéndose a lavar las manos corroboró que ya no hubiera nada en la herida y volvió a vendar.

Con las sábanas arropó bien al vampiro, y se alejó un poco con la cubeta de agua y las otras telas, luego tomando una y usándola como capa se la colocó encima y luego le dijo.

¨-Volveré lo más pronto posible con la persona... resiste por favor.
Sarah salió corriendo cerrando bien y observando que no la siguiera nadie, recorrió varias calles pero no encontraba algún “voluntario” para poder llevárselo, pasaron minutos y preocupada por que el estado de salud de su “huésped” empeorara volvió tratando de apurarse.

Llegando volvió a observar que nadie la hubiera seguido, cerro con llave y se colocó a un lado de la cama, luego hablo.

-No encontré a nadie pero... – tomando algo de aliento y con voz decidida –por favor tómeme como su alimento... necesita recuperarse y mi sangre es la única disponible en este momento – Sarah le miró como con súplica, realmente quería salvarlo y si podía hacerlo con su sangre estaba dispuesta a hacerlo.

por **Burke Eichmann** Lun Nov 17, 2014 4:56 pm

Ahí estaba él tirado en una cama, dejando que una simple humana le ayudara a seguir con vida, le detestaba con todas sus fuerzas, pero a la vez sabía que no había nada que hacer, sólo mantenerse atento de que no quisiera traicionarle, aunque ¿Qué podría hacer? Nada, estaba completamente indefenso mientras aquellos mal nacidos se habían salido con la suya. Estaba reventando del coraje que le comía las entrañas poco a poco haciendo que su poca paciencia se agotara por completo, mientras miraba el techo, se había quedado solo en aquella habitación, aunque al ya no tener nada en su cuerpo podía sentir como iba recuperando poco a poco aquellas fuerzas perdidas, aunque fuera de una forma demasiado lenta.

Se enderezó un tanto para quedar sentado en la cama, mirando cada uno de los detalles de la habitación, era bastante femenina, todos los detalles cuidados aunque realmente bastante sencillos, respiró profundo y quitó la venda de su abdomen observando la herida que se formaba en este, aquello le recordaría la noche de por vida. Bufó y escucho como la puerta se abría, casi por instinto quiso enderezarse y no pudo, quedando en la cama de nuevo. Observó a la mujer llegar sola y su entrecejo se frunció aunque casi de inmediato, aunque escuchó lo que ella tenía para decirle. -¿Tú?- Si algo caracterizaba a Burke es que no tenía consciencia y ahora no era de esos momentos en los que se arrepentía de lo hecho, pero había dicho que no le mataría.

Terminó por sentarse bien en la cama y tomó a la mujer por el brazo, extendiéndolo hacia él. -Dije que no te mataría y no lo haré...- En el fondo, podría llegar a ser agradecido y por el momento tenía que serlo, descubrió la muñeca de la mujer y la llevó a sus labios hincando los dientes en su suave piel mientras sentía como el cálido líquido carmesí comenzaba a inundar sus sentidos, haciéndolo sentir de nuevo ese calor extraño que nadie comprendía. Bebió un par de segundos, apenas lo necesario para poder mantenerse en pie y soltó la mano de la gitana. Dando unos repasos con su lengua y así cerrar las heridas que había abierto minutos antes. -Te sentirás un poco débil.- Dijo como si él pudiera estar completo en ese momento y no estuviera medio moribundo.

por **Burke Eichmann** Lun Nov 17, 2014 5:07 pm

Ahí estaba él tirado en una cama, dejando que una simple humana le ayudara a seguir con vida, le detestaba con todas sus fuerzas, pero a la vez sabía que no había nada que hacer, sólo mantenerse atento de que no quisiera traicionarle, aunque ¿Qué podría hacer? Nada, estaba completamente indefenso mientras aquellos mal nacidos se habían salido con la suya. Estaba reventando del coraje que le comía las entrañas poco a poco haciendo que su poca paciencia se agotara por completo, mientras miraba el techo, se había quedado solo en aquella habitación, aunque al ya no tener nada en su cuerpo podía sentir como iba recuperando poco a poco aquellas fuerzas perdidas, aunque fuera de una forma demasiado lenta.

Se enderezó un tanto para quedar sentado en la cama, mirando cada uno de los detalles de la habitación, era bastante femenina, todos los detalles cuidados aunque realmente bastante sencillos, respiró profundo y quitó la venda de su abdomen observando la herida que se formaba en este, aquello le recordaría la noche de por vida. Bufó y escucho como la puerta se abría, casi por instinto quiso enderezarse y no pudo, quedando en la cama de nuevo. Observó a la mujer llegar sola y su entrecejo se frunció aunque casi de inmediato, aunque escuchó lo que ella tenía para decirle. -¿Tú?- Si algo caracterizaba a Burke es que no tenía consciencia y ahora no era de esos momentos en los que se arrepentía de lo hecho, pero había dicho que no le mataría.

Terminó por sentarse bien en la cama y tomó a la mujer por el brazo, extendiéndolo hacia él. -Dije que no te mataría y no lo haré...- En el fondo, podría llegar a ser agradecido y por el momento tenía que serlo, descubrió la muñeca de la mujer y la llevó a sus labios hincando los dientes en su suave piel mientras sentía como el cálido líquido carmesí comenzaba a inundar sus sentidos, haciéndolo sentir de nuevo ese calor extraño que nadie comprendía. Bebió un par de segundos, apenas lo necesario para poder mantenerse en pie y soltó la mano de la gitana. Dando unos repasos con su lengua y así cerrar las heridas que había abierto minutos antes. -Te sentirás un poco débil.- Dijo como si él pudiera estar completo en ese momento y no estuviera medio moribundo.

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