Diario Infernal "Los Worthing"

por **Julyne/Sebak Worthing** Sáb Ago 16, 2014 10:03 pm

Éxtasis

Once upon a lost dream

“Por favor calma mis ansias esta noche”, ese era mi mantra no solo en la mente si no sobre los labios húmedos en susurros con el sabor salado de las lágrimas que corrían sobre la piel tersa de las mejillas, no podía ver nada no debía ver solo sentía las cadenas en mis muñecas y cuello, esas cadenas que tenían dedos, su respiración agitada sobre mis pechos descendía hasta coronar con su lengua mis pezones, ya no eran los delicadas perlas de suavidad, estaban duras como dagas lista para matar de placer.

Oigo un gruñido, las cadenas desaparecen…trato de levantarme para buscarle con mis manos pero enseguida su peso lo evita, su sonrisa la puedo sentir en mi piel, disfruta esto mucho, verme inquieta y deseosa de él, sus labios toman mi lóbulo izquierdo lamiendo y jugando con él, me deshago en suspiros que trato de contener pero mi piel los muestra erizándose por completo, su barba incipiente roza justo ahí debajo de oreja entre mi cabeza y mi cuello en ese punto centra que hace que todo me cosquille –Tranquila hermanita, tranquilízate y sostente de los barrotes esto será tal como te gusta- muerde mi mentón con aquellos dientes haciéndome sentirlos en otro lado.

La espalda se arquea contra mi voluntad con las piernas realizando una danza erótica y muy sensual, busca apaciguar esa llama que va creciendo, oigo su sonrisa al verme tan ansiosa de sentirlo en mi interior como cada noche lo hacía, pero esta noche era especial, sus manos acarician mis hombros se demora, sus dedos buscan incitar pedazo a pedazo de mi piel, quiere que explote y le suplique que me tome…pero no lo haré tengo un orgullo y no seré la única que anhele esto…subo el pie por entre sus en un camino despacio, la bajo nuevamente hasta tocar su pie jugueteando con mis dedos en tono inocentes, sus dedos hábiles bajan por mi cuello hasta que se detienen y noto su erección golpeando el vientre, esta duro…

-Qué haces?– pregunta confundido por haberle acariciado –Quieta pequeña, o te dolerá más esta noche, no creas que no soy capaz de romper esa muralla de tu orgullo y vanidad, esta noche no habrá otro hombre en tu mente que yo, desearas que cada noche te haga mía– aspira en el centro de mis senos golpeando su pelvis a mi expuesto sexo –Argh– gimo de dolor, me molesta la pretina de su pantalón que se incrusta en mi sensible clítoris, su mirada ardía en extremo y estaba quemando mis pezones y vientre el cual burbujeaba por sus besos…y como un adivino de mis deseos me tomó de las caderas empujándose más contra mí –AY– aquel asalto me hizo gritar de sorpresa…rodee su cintura con las piernas su cadera y pensé que comenzaría a hacerme suya pero no, solo se dedicó a dejar mi trasero sobre sus muslos doblados “¿cuánto más me va a hacer esperar?” muerdo mis labios tirando con fuerza de los barrotes de la cabecera de la cama haciéndola sonar como un gruñido, que era el mío.

–hmm sí que estas desesperada, oh hermanita quien diría que serías mías, mírate estás más que una vil zorra, bien dicen de ti “dama de día y zorra de noche”– siento algo frío y cálido en mi vientre es su lengua está bajando formando una S en mi piel, me revuelvo bajos su manos y él solo aprieta más fuerte mi sexo a su pantalón “maldición voy a venirme sobre él” muerdo más fuerte los labios para evitar gritar, su lengua sigue descendiendo y su cuerpo se mueve como si ya me tomara “Dioooos” suelto mi labio temblando e hinchado de tanto que lo presiono, está rojo y húmedo.

No puedo más, lo siento…los sentidos se vuelven a nublar veo todo blanco y chispas estallando a mi alrededor, puedo ver aun con la pañoleta roja en mis ojos, no siento el cuerpo soy solo un ente que flota hacia el sol para tocarlo…

Soy Ícaro volando a mi perdición

Cuando regreso del cielo orgásmico siento el entumecimiento de las piernas, los brazos, como si volviera a nacer pues el aire entra de golpe…me siento a mil aún más sensible y sé que estoy toda sonrojada por aquel orgasmo, pero él solo se ríe y ahí despierto…es un sueño pues sus dedos ya están dentro de mi moviéndose… –DIOOS NO DE NUEVO– el empuja más a dentro chocando su pulgar a mi extremo sensible botón de excitación –Si, de nuevo sí me has mojado el pantalón y eso merece un castigo hermanita– introduce más los dedos hasta que vuelvo a soñar.

Sueños, sueños de él junto a mí viviendo un amor prohibido, pecaminosos y señalado por la sociedad, de él tomándome en cada rincón de esta podrida ciudad, de él haciéndome ver que soy la única que lo puede alimentar como se debe.

Un golpe me hace despertar del sueño, un golpe fuerte que sonroja mis mejillas acompañadas de un líquido frío, me ha mojado más…y entonces siento mejor las cosas, ya no son sus dedos ahora es él, me está tomando como suya…al despertar embiste con violencia haciéndome tirar de las barras gritando por piedad…el solo se ríe… “a qué hora entró y no lo sentí” y nuevamente con esa extraña habilidad que tiene para leerme los deseos su risa me corta –Estabas tan húmeda que no parabas de venirte, tenías orgasmo tras orgasmo, pero ya me cansé en esta posición, quiero otra- gruñe saliéndose de mí…dejándome vacía…¡oh dios mío cuanto lo deseaba en verdad! –mmm- jadeo al sentir su falta –No seas golosa hermanita ya falta poco para que recibas lo que más te gusta- se acerca a mi oído susurrando con la punta de su lengua rozando la piel –Aquello que siempre fue y será tuyo se alojará donde más le gusta estar, ahí, bien adentro tuyo para apagar ese fuego que tienes dentro- sus manos toman mi cuerpo para ponerlo boca abajo, pataleo y él solo me da una nalgada fuerte que me hace sonreír sus labios se acercan a mi espalda y su miembro late entre mis glúteos –Hazlo, por favor– susurro bien bajo para sujetarme con mayor fuerza a lo único que ahora me sostiene de no morir, ni bien le digo aquello siento su miembro rozar la entrada palpitante de mi intimidad, la mueve de arriba hacia abajo y nuevamente, está torturándome…busco pegar mis caderas a la suya cuando ya siento el embiste, directo, fuerte, rudo, sus manos aprietan mis glúteos lo que hace que aquella penetración sea más intensa –me gustas así de prieta hermanita, es como si fuera yo el que te desvirga, hmm si, oh Jul, me la estas apretando más en tu interior, siento cm me la succionas, no quieres que me aleje de ahí verdad- niega agitando la cabeza de lado a lado, esa misma cabeza que se agacha contra la almohada para morderla, la misma que se levanta con furia agitando hacia atrás los cabellos…cabellos que tocan la espalda semi arqueada… -Oh hermanita estas, estas tan….AAAAAAAAGGGGH- sus manos presionan con fuerza que sus dedos se meten en la carne blanda haciéndome gritar de dolor y placer, todo mezclado con un orgasmo mutuo…se queda quieto unos minutos en los que siento una calidez invadirme, una corriente tibia que me llena en abundancia…sonrío y él cae sobre mi espalda aun dentro de mí, toma mis manos para extenderlas sobre la cama, bien abiertas y comienza a masajear los hombros con las yemas de sus dedos acompañados de tiernos besos…

Me quejo un poco y entonces él sale de mi interior de golpe, se frunce mi ceño por esa salida tan abrupta…tomo la sabana para cubrirme mirándole como se comienza a vestir… -Mañana te quiero desnuda en mi habitación, no me gusta tener sexo contigo en tu cuarto, así que mañana vas al mío- sube su pretina y se coloca la camisa…le ve con odio caminando al cuarto de baño y entonces el me corta en la puerta pegándome contra la madera para reclamar mis labios en un beso de una sentencia que ha ejecutado él donde yo solo canto.

El agua tibia inunda mi rostro…salgo del agua…estaba recostada en la bañera y mi hermano ahí mirándome desnuda con una sonrisa pícara y mi pañoleta roja, con cadenas de plata, una fusta, vino, cerezas, una rosa y una pluma todo eso sobre la mesita donde dejo mis joyas…y en las manos de él una caja con una cadena que dice “forever us”.

El sueño se hacía ahora realidad pero con más intensidad…esa era nuestra promesa de sangre...

por **Julyne/Sebak Worthing** Vie Mayo 20, 2016 10:33 pm

Desasosiego

Y entonces dime ¿por qué?

El aroma que percibo es el mismo en cada una de las mujerzuelas que ocupan aquel lugar, la misma vulgar fragancia pero el rostro y voz son diferentes, las odio simplemente las detesto a estas muñecas estúpidas y sin cerebro que se envuelven en su mediocridad, ¿cuánto más insulso puede ser un ser humano? Acaso no tienen ambiciones, deseos de algo más. No, su única ambición es dinero no piensan más que en tener dinero mientras que ella desea el poder absoluto tanto como para declararme la guerra.

Los gemidos que se escapan de aquella boca no son los que quiero oir, y por más que les cubra la boca son lo que sea terminan por desesperarme el que no consiga ese tono que tanto ansiado poder oír una vez más. Sé que ella no me dejará tocarla si no hay otra mujer pero ninguna de las muñecas sucias que hemos encontrado es digna para ese juego que tanto nos gusta; todas ellas terminan en menos de treinta minutos en el suelo cubierta de su propia suciedad e inmunda dignidad pisoteada.

¿Por qué solo huelo su perfume? ¿Será obsesión? ¿Pasión? ¿Amor? O solo ¿Odio?, es más lo último por enfrentarme de aquella manera aun cuando sabe que tiene todas las de perder conmigo, pero no está de más tentar a aquella fiera, solo un poco más. Aunque hay algo que no he dicho todavía, y es que hasta en sueños esa mujer me sigue, sueños en donde está mi merced completamente, uno en el que su cuerpo y alma me pertenecen y puedo hacer con ella lo que me plazca incluso ella lo hace conmigo en muchas formas; es ahí donde puedo oler el perfume de su cuerpo, oír su canto en gemidos y como pide siempre más mientras soy yo quien la complace realmente.

Pero son solo sueños.

Incluso cuando comemos, verla devorar los alimentos o verla tratar con otras personas es excitante, pero más que nada el desear humillarla y domar a aquella fiera de hermana que tengo, ¿será esto algo normal? Bueno, dentro de mi adorada familia que se puede considerar normal si vivimos en un constante lucha por el poder familiar.

Aun así, solo en sueños puedo ser feliz con los orgasmos placenteros que puedo ser capaz de darle, y que solo yo podría otorgarle de aquella manera bestial y plena. No hay hombre que pueda si quiera imaginar lo que el tocar aquellos cabellos produciría en aquella fiera de piel blanca.

Es todo una muñeca, una que nadie podrá tocar, porque nadie se atreve a beber el veneno de los Worthing.

por **Julyne/Sebak Worthing** Miér Jul 20, 2016 11:41 pm

Mascara

No todo lo que vemos es cierto

Cada vez estaba más segura de que aquellas personas querían algo de mi, no es la primera y no será la última vez que ocurre, es lo que pasa cuando se tiene un apellido que acarrea bienestar económica en cantidades desmedidas, lástima que no todas pueda disfrutarla como se debe. Ver aquellas mujeres con sonrisas falsas tratando de agradarme solo hacía crecer mi odio por ellas, y por qué no mis ganas de divertirme a sus costas ¿Cómo lo haría? Si lo supiese quizás podría ayudarlas en su ambición, pero no, algo en mi interior me decía que no llegarían a saberlo, al menos…hoy no.

Sus miradas iban y venían de mi persona hacia el exterior del restaurante, lugar de la cita ¿Acaso estaban tratando de ocultarme algo? Ambas coincidieron en que no todos los que llevaban mi apellido eran de fiar era una muy curiosa forma de hacer que confiara en ellas, hasta ellas mismas me hacían dudar de la fiabilidad de los de esa clase de gente. Pero al fin y al cabo, yo ya había decidido jugarles un truco a ellas, darles una oportunidad para intentar envolverse hasta el punto de enredarse tanto que no tengan más opción que arrojarse al vacío siendo ahorcadas por mis cuerda y así puedan contarme con su último aliento su verdaderos deseos si es que así lo querían.

Hablaban sin descanso, nombrando apellidos de altos extractos, ¡como si realmente los conocieran! Estaba segura que todo era falso o al menos rumores en chismes que han escuchado en secreto de conversaciones ajenas. Imaginarlas en tan deplorables posturas hizo que me riera ganando su pequeño desagrado ¡Al fin algo de verdad! Con una mueca muy elegante donde las excusas sobran invento una historia sobre la mujer que me han estado contando. Oír que se de aquella mujer las hace palidecer, nuevamente un golpe para ellas.

Una de ellas me pregunta si soy una bruja al saber información sobre la marquesa de Tremaine, pero solo sonrío mientras tomo el té de la tarde –Soy de las brujas que bajan al infierno todas las noches, y por las mañanas amanecen en el cielo– me reí suavemente mirando a las dos mujeres que abrían sus bocas horrorizadas por mi comentario.

¡Que dicha!

por **Julyne/Sebak Worthing** Dom Nov 20, 2016 10:41 pm

Penitencia

Y entonces dime ¿por qué?

Cuando salí de casa, mi aspecto era muy distinto al de ahora. La ropa recién planchada, bien aseado, con las botas limpias. ¿Qué cambió? Una bruja, todas iguales. Traicioneras, interesadas y vengativas. Esto último, sobretodo.

Una ducha, eso necesitaba para sentirme como nuevo. Limpiarme la sangre, quitarme la ropa, ahora rajada por todos lados. Igual que un pordiosero. Parecía que hubiese salido del interior de una vaca, recién parido. Sacudí la sangre de mis manos, con un movimiento seco. Era como gelatina adherida a mis dedos. Entré en la estación. Pero no estaba vacía. Un tren acababa de efectuar su llegada y necesitaba subirme a él ¿Dónde lavarme? La gente se escandalizaría al verme. En realidad, la bruja no sufrió ningún daño. Pero invocó a un extraño ser, tan grande como un árbol. La sangre era de él.

- Al fin de nuevo en casa... Ojalá no me hubiesen obligado a viajar... - oculté mi presencia tras una columna, al escuchar el murmullo de una mujer. Asomé la cabeza con cuidado. Estaba sentada en un banco. ¿Qué hacer? Diré que acabé con la vida de aquel ser extraño. Pero la bruja seguía mis pasos. Tenía que escapar de la ciudad. Coger ese tren y librarme así, de sus intentos fratricidas hacia mí.

—Pss, pss... — emití aquel llamamiento, para que me mirase y viniera. La noche empezó a caer a ritmo desenfrenado.

Lo primero, no alarmarla.
—No te preocupes, la sangre no es mía — dije sofocado, con el corazón en un puño —Trabajo... — ¿Dónde? —¡En un matadero! — eso eso, disimula. Que no se note que estás mintiendo. ¿No se te pudo ocurrir otra cosa mejor?

—Oye, necesito que me hagas un favor — mire paranoico, la entrada de la estación. Por el momento no vi a la bruja llegar. Tenía que darme prisa o aquella joven sería la próxima, en estar embadurnada de sangre. ¡La mía! —Tienes que conseguirme algo de ropa — podría ponérmela por encima, limpiarme un poco la cara y subirme al tren sin problema. Por suerte, los viajeros seguían dentro de los vagones.

Sin duda era de clase alta por su forma de hablar y su vestimenta. Así que, no me serviría de nada pagarle una pequeña recompensa, por los servicios. Apoyé el rostro sobre la columna, más lástima no pude dar. Y entre suspiros, cerré los ojos, buscando la forma de convencerla. Estaba tan cansado, que me pesaban los brazos —Porque confío en que, sea una buena samaritana... — llamarla de usted era un buen comienzo. Las buenas formas no suelen ir conmigo y la situación en la que me encontraba era tan extrema, que ni siquiera presté atención, a cómo me dirigí a ella —...y muestre algo de compasión, por este pobre hombre — De pobre nada. Rajé un pedazo de pantalón intacto, para limpiarme la cara. Aún así quedaron restos resecos de sangre en mi mandíbula —¿Tiene un pañuelo? — o una toalla. Lancé el trozo de pantalón lejos de nosotros con rabia. ¡Estúpida bruja...!

por **Julyne/Sebak Worthing** Lun Feb 20, 2017 9:41 pm

Resistencia

Y entonces dime ¿por qué?

Con un sonoro canto e inquietante aletear del gallo de cara a la mañana o de tarde. Ese gallo de mierda canta a cualquier hora y así, unos nuevos acontecimientos resurgieron para dar paso a un nuevo día. Es raro de pensar cómo es que algunos lugareños se acostumbraban fácilmente a elaborar siempre las mismas rutinas. Sin penas, sin males; e indiferentes sobre aquello que les pueda perturbar más allá de sus cabezas: París, ¿cuántos secretos albergás? Supongo, qué son tantos, cómo lo son en numero de catacumbas halladas a la fecha. Un rato antes de partir, ya me encontraba amaneciendo a los completos tumbos y por otro lado, estaba corriendo con cierta ventaja al no tener que asistir al Talamasca. Sino...¡Pobre de mi alma!, ¡no tendría ningún segundo de respiro! Amamantada todavía por el dulce confort de una mullida cama y presa de una poderosa fatiga. Le permití a mi cuerpo disfrutar de mis últimos minutos de paz. No quería levantarme muy enseguida, ni menos ponerme una nueva muda de ropa.

Aunque, ya desde la planta baja, mi oídos pudieron captar aquel sonido pausado que emitían siempre los zapatos de mi ama de llaves cuando subía por las escaleras. Mi merienda consistió en un vaso de jugo exprimido, acompañados de unos ricos pastelitos y una buena taza de té negro caliente. Al menos quería tener algo dentro del estómago hasta la cena y sí es que no me retrasaba por estar al pendiente de mi investigación. Por lo visto, una figura de Santa Juana de Arco andaba tejiendo rumores de haber hecho un nuevo milagro y éso me llamaba a que fuese a visitarle en reiteradas oportunidades. Obviamente, no era algo que me causaba gran satisfacción y hasta daba por sentado que se trataba de alguna clase de broma de mal gusto. Aunque ahora, lo que me andaba preocupando era el destino que tendría mi silla diaria y no tarde en expresarselo al mozo de mi cuadra, que parecía bastante animado aquella tarde.

— Es muy confiable, señorita.—Aseguró él, todo sonriente y palmeando la montura recién puesta, con seguridad. Ni modo tendría que ir sobre ése animal desconocido y por poco iba a echarme a la retranca. Admitiendo; muy a mi pesar, que viéndolo de cerca intimidaba y además que era gigantesco para mí. E inclusive, diría: que pasaría tranquilamente cómo ancestro perdido del brioso caballo de Alejandro Magno: temible, audaz y veloz. El cuidador me cedió las riendas y custodiaba mis movimientos al montar de un salto sobre el caballo. Esté tuvo intenciones de encabritar, pero como si yo le hubiese leído tal intención, logré hacerlo enderezar hacia donde deseaba ir.—Vaya con cuidado.

por **Julyne/Sebak Worthing** Lun Mar 20, 2017 10:21 pm

Juego Sucio

Y entonces dime ¿por qué?

La reunión con aquellas mujeres estaba tomando nuevos horizontes con puntos de caridad que ninguna de esas apretadas estaba dispuesta a soltar. Cuanto aburrimiento y a todo esto mi hermano no aparecía para terminar con ese estúpido momento, solo risas y fingidas conversaciones que se trataban sobre la vida de los demás, no eran más que chismes y rumores mal infundados, de muchos de ellos yo sabía la verdad y de otros era la causante de la ruina, o mejor dicho mi hermano y yo.

Juegos y más juegos estos nunca ven el final si sus jugadores saben lo que hacen y sobre todo saben utilizar sus “habilidades” a su conveniencia, moviendo las fichas a su antojo y beneficio, la clase privilegiada tiene aquella facilidades tanto económicas como sociales, son los dueños de todo y todos, quien se pase por su delante podría terminar siendo devorado por ellos, su apetito no conoce límites y ahí entra un apellido “Worthing” de donde sale una mujer que de humana no tiene nada más que solo el cuerpo, puro veneno y maldad, si una víbora picara a esta mujer, el animal moriría y ella solo reiría triunfante.

Luego de aquel momento una estola de acciones es mejor para la noche, apartándome de aquellas mujeres opté por dar un paseo por las calles con la noche tan fresca brinda a todos una sensación de liberta y no es diferente al salir de la mansión, arreglándose los guantes negros a juego con sus joyas, su vestido azul oscuro y sus zapatos negros, un sombrerito azul con arreglos negros y una malla que cubre medio rostro de la mujer de forma diagonal, toda una “lady” ante los ojos de quien la vea, pero de Lady solo tenía el nombre y apellido y como toda damita directo a su carruaje, la jovencita decidió jugar con su noche, negándose el privilegio de andar en elegancias más bien decidió andar a su cuenta. No pasaron ni dos cuadras que para cruzar de una vereda a otra que su mirada se encuentra con la de un hombre que parecía más que eso un méndigo y pobretón de aquellos que solo sirven para hacer labores forzadas, hizo un gesto de desagrado al tenerlo frente a él y sus palabras le provocaron una risa de ironía y mordaz.

por **Julyne/Sebak Worthing** Sáb Mayo 20, 2017 11:23 pm

Juego Sucio

Y entonces dime ¿por qué?

En su caminar se adivinan los movimientos erráticos de aquel que llevaba mucho tiempo huyendo. Tres días para ser más exactos. La nueva vida de Ro se puede ver su aspecto, tan desgastado y vagabundo como su caminar. Aunque es lo normal después de tres días sin preocuparse si quiera de dormir el tiempo suficiente o de encontrar buena comida. La niña sabía que la nueva misión que se había propuesto era bastante arriesga tanto para ella como para la vida que tenía en Francia junto a su madre, sin embargo algo la impulsaba a encontrar la parte de su familia que le faltaba.

Su vida en Francia, salvaje y pérdida, era lo que siempre había conocido. Sus pasos en Bern Haven eran muchos más contrarios a lo que conocía. Y eso sumido, al dolor que le suponía correr el riesgo de pasear, tan reciente como estaban sus transformaciones, en un sitio que desconocía. No la tenía tan contenta como había supuesto. Claro que, ¿qué había esperado? ¿Un padre que le abriera la puerta y la invitara a entrar a su vida después de tantos años pasando de su existencia? Un verdadera locura. Sin embargo desde que había averiguado lo sucedido a su familia, no había dejado de seguir a su supuesto hermano. Para... ¿Conocer? Puede. Para ver lo que era capaz de ser.

Necesitaba una ducha, comida caliente y dormir largo rato. Y sobre todo buscar un buen lugar en el que esconderse la próxima luna llena.

por **Julyne/Sebak Worthing** Sáb Jun 24, 2017 10:53 pm

Instinto

La sangre e smás espesa que el agua

La carta de su madre llegó, como esta dirigida a mi propiedad, mi hogar puedo y tengo el derecho de leerla además ¿Cuándo ha sido la última vez que Sebak me oculta las cartas de su arpía madre?, la respuesta es nunca todas las he leído.

La carta no dice mucho solo las estupideces de siempre de: “Cuando volverás”, “Debes ser el heredero de tu padre”, “Desprestigiaste a esa perra”…como si necesitará de él para tener una reputación sola me basto. Ruedo los ojos y estoy tentada a responderle, si, lo haré, además a Sebak no le molestará.

En el estudio respondo la carta de una manera muy propia de mi dándole detalles muy sórdidos a la arpía esa inservible de como es mi reputación, o al menos las seis primeras letras de la palabra. Me rio solo de pensar la cara que pondrá esa vieja apretada cuando lea la parte de “ah y hasta tu hijito sabe muy bien mi reputación de buena mano en la cama”, daría lo que fuera por estar ahí y verle su cara de pálida y de amargada.

Oigo la puerta abrirse del estudio y quien aparece recién despertándose aun siendo el medio día es nada más ni nada menos que mi querido y bastardo hermano, Sebak, todo desnudo y sin vergüenza, como si esa palabra la conociéramos nosotros dos. Enarca una ceja mirándole, reprochándole su presencia tan tarde, al salir del estudio pego la carta de su madre en el pecho junto a la que le envio diciéndole que se encargue de enviar esa carta personalmente, que es hora que visite a la bruja de su madre.

Sebak toma mi codo pegando su cuerpo al mio, maldita sea ya está duro pero no puedo tengo negocios que atender en las afueras de la ciudad y no puedo llegar tarde, nunca llego tarde. Lo aparto y él solo rie susurrando “Tu también quisieras que la perra de tu madre estuviera viva para poder decirle todo eso, al final te agrada mi madre” mis ojos lo fulminan y una pelea comienza entre los dos.

Me voy más que molesta, furiosa con ganas de matar a algún esclavo, tal vez compre uno solo para matarlo a latigazos.

En el viaje en carruaje miro por la ventana pensando lo que ha dicho, y es mentira, mi madre si estuviera viva nunca se preocuparía de mí, al contrario estaría aquí insistiendo en que debo ser la heredera del imperio de los Worthing, que debo casarme con tal y cual sujeto, que debo ser una dama completamente, ella censuraría mis comportamiento tal como su madre lo hace y por eso la odio, peo seguro que mi madre buscaría meterse en la cama de Sebak como busca la madre de él hacerlo.

Malditas y luego la zorra soy yo.

¡Que crueldad!

por **Julyne/Sebak Worthing** Dom Oct 29, 2017 9:36 pm

Instinto

La sangre e smás espesa que el agua

No puedo evitar reirme de Juls para el momento que ella sale, la verdad que ver su enojo y el veneno que destila cuando se enoja es más que suficiente, es más hasta me encanta verla tan furiosa como para tornarse esas mejillas de lady tan rojas como la desvergüenza que siente esa mujer.

Con un suspiro de enamorado la veo partir riéndome, se que ella odiaba a su madre, siempre lo hizo ya que cuando comenzó a vivir en Francia lo primero que hizo al vivir conmigo fue hablar de lo zorra que era su madre y lo mucho que la odiaba por haberle arruinado su juventud, aunque no sé que se queja si está más que bella la desgraciada. La veo partir dando sus últimas órdenes y solo la reverencio a la señora Worthing, aunque somos hermanos ambos competimos por el cargo de Lider de los Worthing, pero hay algo en Juls, algo que no es natural ni normal, y quizás por eso nuestro padre la deja hacer y deshacer, aunque a mi no me importa mientras tenga el apellido Worthing y el dinero de mi bastardo infeliz padre, todo estará bien, no importa si manda ella o yo. Al final ambos disfrutamos esta disputa.

Leo la carta que Juls ha contestado riéndome a carcajadas, luego paso a la de mi madre y solo la arrugo y arrojo a la basura, salgo el estudio y una de las criadas se sonroja al verme desnudo, el entrego la carta a ella –Envía esto de urgencia al correo con destino a Londres, si no está en el correo en diez minutos serás castigada es hermoso ver a las criadas nerviosas por los castigos que sabemos imponer mi hermana y yo. Subo a la habitación que compartimos Juls y yo para tomar un baño y vestirme, para cuando bajo la criada ha llegado toda sudada, agitada y nerviosa. Me rio de solo verla y la subo a la habitación directo a la cama de Juls.

Solo esperaba que Juls llegara a tiempo o se perdería del mejor festín.

¡Que crueldad!

por **Julyne/Sebak Worthing** Miér Abr 25, 2018 11:44 pm

Instinto

La sangre e smás espesa que el agua

Los dos Bastardos Worthing habían tenido la noche anterior una de las más ajetreadas de todas, primero porque dos de sus nuevos empleado se habían atrevido a robarles y sobre todo a huir pensando que no tendrían castigo, grasso error porque así perros que huyeron tal cual fueron cazados hasta recibir su castigo, las muertes más dolorosas de todas y todo ello en presencia de sus amos que tomaban té y coñac frente a ellos, que crueles y despiadadas pueden ser las personas cuando se lo proponen.

La perra Worthing luego de aquel entremés de Barbacoa humana se retiró a sus aposentos para dejar que su querido hermano terminara el trabajo de rebanar a los infieles, mientras aquella mujer de sonrisa malévola se retiraba a descansar.

Temprano en la mañana, con el sol tocando los cielos y aquella mujer con un vestido entallado color pasteles abandona su hogar el mismo que estaba anoche manchado de sangre de inocentes, parte a su lugar favorito, el conservatorio el único sitio donde ella encuentra la calma que en su hogar no lo haya, las horas van pasando hasta que un familiar lejano a la familia de ella se presenta para hablar de negocios, sobre todo uno con el signo de dinero en él.

El familiar era un primo lejano, de aquellos que ella odia por ser tan pobres y mediocres en su proceder pero acepto de buen grado debido al tema que tenía “Cambio”, al parecer el esposo fiel y digno ante todos honraba el apellido Worthing, porque por un puñado de dinero vendió como esclava a una mujer, la cual tenía lazos de unión con él, eso le pareció muy gracioso a Julyne que acepto a su nuevo juguete, su prima política.

Regresa a su mansión donde la espera aquella mujer, pero antes de siquiera pronunciar palabra alguna, unos brazos la rodean junto al sonido de la porcelana siendo recogida del suelo, los ojos de Julyne se van directo a la doncella que rápidamente limpia todo, le temen y no es para menos. Aparta a la mujer tomándole del mentón con esa mirada altiva y arrogante viajan por el cuerpo de la mujer, hace una mueca como de desagrado y luego chasquea los dedos, una joven mucama aparece sin mirar a la mujer, agachada en reverencia.

-Llévala a mi habitación, haz que tome un baño, ya subo- una orden isofacta, mira a la mujer sonriéndole –Clarisse aquellos hombres murieron porque quisieron robar la mano que les da de comer, ahora, ¿sabes porque estás aquí? – Acaricia el mentón de la mujer relamiéndose los labios –pronto llegará mi hermano así que debes estar presentable para el almuerzo, poco a poco te ire dando las instrucciones, ¿quedó claro? de ahora en adelante harás lo que te digamos, sin reclamar ni chistar, eres una empleada y te debes comportar como tal- suelta el mentón de la mujer indicando a la mucama que la lleve. Temblorosa pide a la joven que le acompañe

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