AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
2 participantes
Página 1 de 1.
Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Era una noche muy buena, por no decir excelente, hoy tenía un cliente el cual me había contratado para ir a su casa a disfrutar de mis servicios...lo que significa una noche llena de diversión y lujuria cosa que a mi me encantaba.Sabia que mi oficio no era el mejor del mundo pero disfrutaba con él, quitando las ocasiones en las que me tocaba alguien poco atractivo o demasiado mayor...esas noches no las disfrutaba tanto.No conocía el aspecto de Sebastian pero esperaba que fuera un hombre joven, guapo y atractivo, así sería mucho mejor para ambos. Me dijeron donde era la propiedad a la que tenía que ir, una gran casa...que cuando la vi mi cara helada se quedo, se notaba que dinero el hombre tenía.Una sonrisa en mi cara se dibujó al instante, sabía que esta noche iba a ganar bastante dinero, y eso me hacía feliz. Iba con una ropa algo mas ligera de lo normal, ya que era lo lógico en mi oficio, aunque tampoco iba muy llamativa por si mi cliente quería que nadie supiera sus...aficiones.
Cuando llegué a la puerta de la casa había una persona, uno de seguridad que me pregunto quien era, le dije el nombre e inmediatamente me dejo pasar a dentro de la casa y me dijo que esperara aquí que el dueño bajaría ahora mismo ya que le habían avisado de mi llegada. Yo mientras observaba atentamente toda la casa, era tan...impresionante.Había grandes cosas de valor a cada lado que miraba, se notaba que dinero no faltaba aquí.Todo lo contrario donde yo vivía se caía todo de lo viejo y estropeado que estaba, ojala viviera aquí sería una reina, pero sabía que eso nunca sucedería, no a la gente de mi clase. Esperé en la entrada apoyada en la pared a que mi querido señor bajará y pudiera ver al fin quien era. Cuando lo hizo sonreí para mis adentro, era un apuesto hombre y joven. Hice una pequeña reberencia de saludo-Buenas noches mi señor.-dije luego mirándole con una sonrisa en mi rostro.
Anastasia Fouged- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 28/08/2014
Localización : Calles,Burdel, en tu cama quizás ¿quien sabe donde más?
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
En los últimos días había tenido un trabajo del carajo. Por fin había terminado de limpiar y arreglar del todo la planta baja. Luego había contratado a un albañil que le ayudó a hacer algunas reparaciones que tenían pinta de urgentes y a continuación había cambiado el papel de las paredes y pintado. Entonces empezó a vaciar todo el contenido de las cajas y a colocaros en su sitio. La biblioteca ya estaba completada con todos sus libros. Los cuadros que había traído consigo de Europa Oriental decoraban las paredes. Los candelabros (ninguno de plata, claro) finamente decorados se repartían por toda la casa.
Además, había empezado a arreglar el piso superior y ya había dos habitaciones totalmente funcionales. Todavía le quedaban otras tres salas, pero eso lo dejaría para dentro de un par de días; de momento quería despejar la mente y pasárselo bien. A la luna llena le quedaba todavía quince días y llevaba demasiados días sin tener compañía en la cama, pero estaba demasiado cansado para salir de casa. Por eso movió hilos y pidió que enviaran a alguien desde el burdel. El mensaje había sido claro: no le importaba gastarse más dinero de la cuenta.
Estaba esperando en su habitación, terminando de revisar una carta que escribía para un compañero de la universidad. Oyó a James llamar a la puerta y éste entró sin esperar a que le dieran el visto bueno. El mensaje fue escueto: su invitada había llegado. Se llamaba Anastasia.
-Gracias...-dijo mientras se ponía en pie y guardaba la carta en un sobre-. Lárgate por ahí y tómate la noche libre. Pienso hacer ruido esta noche.
El guardia se encogió de hombros y se fue sin decir nada. Sebastian sabía que saldría por la puerta de la cocina después de coger algo para cenar y se quitaría de en medio. Era lo que más le gustaba de James, (al que había contratado tras el problemilla con Corbeau), que las pillaba al vuelo y era discreto.
-Vaya...-el licántropo estaba en la cima de las escaleras. Desde allí estaba viendo a Anastasia en todo su esplendor-. Eres la mujer más hermosa que ha entrado en ésta casa...
No era mentira, teniendo en cuenta que apenas habían entrado mujeres todavía. Pero aunque hubiera habido un ejército hubiera dado igual. La mejor forma de definir a la cortesana era esa, hermosa. Y voluptuosa. Y apetecible. Mil imágenes cruzaron la mente de Sebastian. En sólo cinco de ellas la chica estaba con ropa. En dos de esas cinco le estaba arrancando de un tirón el vestido. El resto de las novecientas noventa y cinco... bueno, imagínatelo.
Bajó el último escalón de un pequeño saltito y fue hasta donde estaba la mujer. En lugar de besarle el dorso de la mano, siguiendo las costumbres, la cogió de los hombros y le dio un par de besos en las mejillas. Olía requetebien. Quería desnudarla ya y empujarla contra la pared. Y penetrarla allí mismo.
-¿Has llegado bien a la casa? ¿Has cenado? ¿Te apetece beber algo?-no se había separado mucho de ella. Ojalá la respuesta fuera siempre que no-. Tengo un vino estupendo en el almacén... Ah, perdona, no sé si te han dicho mi nombre. Soy Sebastian. Puedes llamarme Seba si quieres...
Que se aprendiera su nombre. Si todo iba como esperaba lo iba a gritar muchas veces.
Además, había empezado a arreglar el piso superior y ya había dos habitaciones totalmente funcionales. Todavía le quedaban otras tres salas, pero eso lo dejaría para dentro de un par de días; de momento quería despejar la mente y pasárselo bien. A la luna llena le quedaba todavía quince días y llevaba demasiados días sin tener compañía en la cama, pero estaba demasiado cansado para salir de casa. Por eso movió hilos y pidió que enviaran a alguien desde el burdel. El mensaje había sido claro: no le importaba gastarse más dinero de la cuenta.
Estaba esperando en su habitación, terminando de revisar una carta que escribía para un compañero de la universidad. Oyó a James llamar a la puerta y éste entró sin esperar a que le dieran el visto bueno. El mensaje fue escueto: su invitada había llegado. Se llamaba Anastasia.
-Gracias...-dijo mientras se ponía en pie y guardaba la carta en un sobre-. Lárgate por ahí y tómate la noche libre. Pienso hacer ruido esta noche.
El guardia se encogió de hombros y se fue sin decir nada. Sebastian sabía que saldría por la puerta de la cocina después de coger algo para cenar y se quitaría de en medio. Era lo que más le gustaba de James, (al que había contratado tras el problemilla con Corbeau), que las pillaba al vuelo y era discreto.
-Vaya...-el licántropo estaba en la cima de las escaleras. Desde allí estaba viendo a Anastasia en todo su esplendor-. Eres la mujer más hermosa que ha entrado en ésta casa...
No era mentira, teniendo en cuenta que apenas habían entrado mujeres todavía. Pero aunque hubiera habido un ejército hubiera dado igual. La mejor forma de definir a la cortesana era esa, hermosa. Y voluptuosa. Y apetecible. Mil imágenes cruzaron la mente de Sebastian. En sólo cinco de ellas la chica estaba con ropa. En dos de esas cinco le estaba arrancando de un tirón el vestido. El resto de las novecientas noventa y cinco... bueno, imagínatelo.
Bajó el último escalón de un pequeño saltito y fue hasta donde estaba la mujer. En lugar de besarle el dorso de la mano, siguiendo las costumbres, la cogió de los hombros y le dio un par de besos en las mejillas. Olía requetebien. Quería desnudarla ya y empujarla contra la pared. Y penetrarla allí mismo.
-¿Has llegado bien a la casa? ¿Has cenado? ¿Te apetece beber algo?-no se había separado mucho de ella. Ojalá la respuesta fuera siempre que no-. Tengo un vino estupendo en el almacén... Ah, perdona, no sé si te han dicho mi nombre. Soy Sebastian. Puedes llamarme Seba si quieres...
Que se aprendiera su nombre. Si todo iba como esperaba lo iba a gritar muchas veces.
Friedrich Lahm- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 12/08/2014
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Cuando bajó por las escaleras me quede mirándolo, desde el punto donde estaba yo lo veía muy bien y se veía lo atractivo, sabía que iba a pasármelo muy bien esta noche y que iba a disfrutar como una niña de 4 años, aunque bueno también él iba a disfrutar incluso más, esa era mi especialidad. Cuando me dijo ese cumplido sonreí.Yo ya sabía que era guapa sin duda, y que era de las mejores que había en el Burdel por eso siempre tenía tanto trabajo, no era nada nuevo pero gustaba oírlo.-Muchas gracias señor. Usted es muy atractivo también-era verdad, estaba de muy buen y yo me alegraba por eso, si me tocaba otro viejo me iba a pegar un tiro. En mi mente yo ya me estaba imaginando la mil y una posturas que íbamos a hacer esta noche...si, iba a estar entretenido.Todo eso me lo imaginaba mientras él bajaba las escaleras y ya me entraban calores solo de imaginármelo.Y sonreí al ver como me saludaba en vez del típico beso en la mano me dio varios en la mejilla lo cual yo no me negué le deje hacerlo y le mire cuando me pregunto.-Si señor, llegué bien y cené también.Y lo de beber lo aceptaré gustosa pero con una condición, que me pueda quitar este vestido. Da mucha calor y es demasiado incomodo...-excusa barata. Me lo quería quitar para provocarlo mientras bebíamos algo, siempre me gustaba jugar un poco y provocar a los clientes antes de llegar a la diversión de verdad.Aunque a ver algo de calor si que daba el traje y era incomodo, mejor quedarse en corset, mucho mas fresquito y cómodo.-Encantada Sebas, yo soy Anastasia como ya sabrá pero me puede llamar como deseé-dije con una sonrisa picara en mi cara. Hoy me podría llamar como quisiera del placer que le iba a dar me llamaria incluso en algun nombre inteligible.
Anastasia Fouged- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 28/08/2014
Localización : Calles,Burdel, en tu cama quizás ¿quien sabe donde más?
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Sebastian estalló en carcajadas. Era una risa pura, sincera, real. Hacía mucho que no se reía de aquella forma.
-¿Calor? ¡Si todo va como debe yo mismo te ayudaré a desnudarte!-siguió riéndose mientras negaba con la cabeza, todavía sorprendido por la sinceridad y el puntito de arrogancia que destilaba aquella mujer. Le encantaba-. Pero no adelantemos acontecimientos... Vamos a por ese vino.
Sebastian tomó a Anastasia de la mano y la guió por la casa. Estaba muy bien iluminada por medio centenar de velas. Fue hasta la cocina, donde el fuego estaba medio consumido, y se metió en la despensa. Salió de allí con una botella de vino sin abrir. Luego cogió un par de copas y, otra vez con su invitada cogida de la mano, fue hasta el salón. La sonrisa no se le había quitado de la boca. La noche prometía.
El salón era la habitación más grande de la casa. Aunque no había pared alguna, estaba dividido en dos. Junto a la puerta se encontraba una gran mesa rodeada de una docena de sillas donde cenar con los invitados. Pegado a la pared había un enorme mueble donde guardaba la vajilla buena, algunas copas de vino más exclusivas, ropa de mesa, etc...
A un par de metros de la mesa había dos sofás que dividían la estancia. Frente a ellos estaba la chimenea, apagada porque todavía hacía un poco de calor. Aquella parte de la habitación estaba decorada con estanterías llenas de libros y algunos cuadros tapices pequeños. Los asientos eran de cuero y tan mullidos que te podías hundir en ellos. Entre los dos sofás había una mesita, donde depositó las copas y las llenó de vino.
Sebastian se sentó en uno de los sillones con una copa en la mano. Miró a Anastasia.
-Siéntate si quieres... O quítate ese pesado y caluroso vestido. Ponte cómoda. ¿Necesitas ayuda?-sonrió en lo que daba un sorbo al vino. La lujurua brillaba en su mirada. Era bueno, o al menos se lo habían cobrado como uno muy bueno-. Me encanta tu nombre. Me recuerda al tiempo que pasé en Rusia. Allí todas las chicas se llaman Anastasia, Sofía, Justina... Pero ninguna se acerca a tu belleza. ¿De dónde eres?
Una vidriera hacía las veces de cuarta pared. Daba al jardincito trasero, donde había estado con Timothy unos días atrás. La puerta estaba abierta y por ella entraba una cálida y agradable brisa. Las estrellas brillaban en el cielo. De la Luna no había ni rastro. Y Sebastian no quitaba ojo de Anastasia. Era tan guapa que le costaba creerlo.
-¿Calor? ¡Si todo va como debe yo mismo te ayudaré a desnudarte!-siguió riéndose mientras negaba con la cabeza, todavía sorprendido por la sinceridad y el puntito de arrogancia que destilaba aquella mujer. Le encantaba-. Pero no adelantemos acontecimientos... Vamos a por ese vino.
Sebastian tomó a Anastasia de la mano y la guió por la casa. Estaba muy bien iluminada por medio centenar de velas. Fue hasta la cocina, donde el fuego estaba medio consumido, y se metió en la despensa. Salió de allí con una botella de vino sin abrir. Luego cogió un par de copas y, otra vez con su invitada cogida de la mano, fue hasta el salón. La sonrisa no se le había quitado de la boca. La noche prometía.
El salón era la habitación más grande de la casa. Aunque no había pared alguna, estaba dividido en dos. Junto a la puerta se encontraba una gran mesa rodeada de una docena de sillas donde cenar con los invitados. Pegado a la pared había un enorme mueble donde guardaba la vajilla buena, algunas copas de vino más exclusivas, ropa de mesa, etc...
A un par de metros de la mesa había dos sofás que dividían la estancia. Frente a ellos estaba la chimenea, apagada porque todavía hacía un poco de calor. Aquella parte de la habitación estaba decorada con estanterías llenas de libros y algunos cuadros tapices pequeños. Los asientos eran de cuero y tan mullidos que te podías hundir en ellos. Entre los dos sofás había una mesita, donde depositó las copas y las llenó de vino.
Sebastian se sentó en uno de los sillones con una copa en la mano. Miró a Anastasia.
-Siéntate si quieres... O quítate ese pesado y caluroso vestido. Ponte cómoda. ¿Necesitas ayuda?-sonrió en lo que daba un sorbo al vino. La lujurua brillaba en su mirada. Era bueno, o al menos se lo habían cobrado como uno muy bueno-. Me encanta tu nombre. Me recuerda al tiempo que pasé en Rusia. Allí todas las chicas se llaman Anastasia, Sofía, Justina... Pero ninguna se acerca a tu belleza. ¿De dónde eres?
Una vidriera hacía las veces de cuarta pared. Daba al jardincito trasero, donde había estado con Timothy unos días atrás. La puerta estaba abierta y por ella entraba una cálida y agradable brisa. Las estrellas brillaban en el cielo. De la Luna no había ni rastro. Y Sebastian no quitaba ojo de Anastasia. Era tan guapa que le costaba creerlo.
Friedrich Lahm- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 12/08/2014
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Cuando este se rió él, ella no pude evitar reírse también y al final optó por ser sincera.-Bueno usted no lleva vestidos como este, le aseguro que da calor.Sobre todo teniendo las vistas que tengo.-toma directa que le había dado, acababa de decir que gracias a él me entraban calores.Sonreí por lo que dijo.-Y yo estaré encantada de que me desnude.-dije guiñandole un ojo de forma traviesa.Y asentí cuando dijo que fuéramos a por el vino.Pocas veces tomaba un buen vino ya que no podía permitirmelo así que podría aprovechar ahora que mi cliente me ofrecía ¿no?
Cuando me agarró de la mano fui detrás de él sin decir nada, simplemente observaba la casa lo grande y hermosa que era, se notaba que tenía mucho dinero todo lo contrario a mi. A mi me faltaba incluso a veces dinero para poder pagar todo...Cuando llegamos a la cocina me apoyé en la mesa esperando a que él cogiera lo que tenía que coger.Yo observaba que la cocina tenía de todo, alimentos que ni yo sabía que existian. Era todo un lujo...
Cuando volvio a cogerme de la mano para irnos sonreí siguiendole de nuevo hacía donde me llevaba que en este caso era el salón inmenso salón.Había bastantes cosas, libros, cosas de coleccionista...se notaba que tenía cultura y clase. Cuando Sebastian se sentó sonreí ante lo que dijo asintiendo.-Si creo que necesito un poco de ayuda, no llego bien a atrás-dije con una sonrisa picara mientras me sentaba de espaldas a él para que me desabrochará el vestido y poder estar mucho mas cómoda.Mientras cogí la copa de vino para dar un sorbo. Y que bueno estaba, se notaba que era caro, y de los buenos daba gusto tomarlo.
Cuando Sebastian me desabrochó el vestido sonreí dejando la copa donde estaba antes y me levanté quitandome el vestido, por lo que me quede con el corset algo mas provocativo de lo normal. Era uno de color negro,que resaltaba mis perfectos pechos y mis curvas. Iba conjunto a un tanga negro y unas medías negras. Sonreí como si nada, como si estuviera en pijama incluso y me sente a su lado cruzando las piernas.Cogí la copa de nuevo para beber un poco y le miré-Soy de aquí señor. De francia aunque mi madre era rusa a lo mejor de ahí mi nombre-nunca había conocido a mi madre por lo que tampoco sabía si era por eso o no. Notaba como él me deboraba con la mirada y me gustaba sentirme deseada.
Ahora al estar en ropa interior y que entrara la brisa por la ventana provocaba que la piel se me pusiera de gallina y que mis pezones se pusieran algo duros....
Anastasia Fouged- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 28/08/2014
Localización : Calles,Burdel, en tu cama quizás ¿quien sabe donde más?
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Anastasia era un soplo fresco en una habitación cargada de humo. Si algo no le terminaba de gustar de París es que todo era demasiado refinado, elaborado y con demasiados ritos sociales. Incluso a las putas tenías que cortejarlas. En las aldeas rusas era mucho más simple: elegías a la chica con más pecho y las mejillas más rojas, la atacabas en el bosque, le arrancabas el vestido y la tomabas allí mismo. Quisiera o no. Sencillo y efectivo.
Con Anastasia no hacía falta ni eso. La chica sabía a lo que iba. Y lo había dejado claro desde el principio. Era Sebastian quién le provocaba esos calores. ¿Una simple burla? ¿Parte de su trabajo? Le daba igual. Iba a lo que iba. Al tema. Sin tonterías de por medio. Que era lo que, tras tantos días de trabajo intenso, el licántropo necesitaba. Simplemente desfogar. Y le alegraba que fuera a ser con Anastasia.
Cuando se sentó de espaldas a él Sebastian le apartó la cascada de pelo. Se acercó a ella y le beso el cuello y la espalda. Aspiró su aroma. Era embriagador. Mientras le desataba el vestido siguió colmándola con besos en los hombros y el cuello. Y la soplaba en la nuca.
Terminado su trabajo Anastasia se puso de pie y con unos pocos pero elegantes movimientos se deshizo del vestido. Bajo él llevaba un corsé negro que realzaba su ya de por sí atractiva figura. Y abajo... Bueno, era la primera vez que Sebastian veía algo así, pero desde luego no había mucha tela. Y tampoco dejaba demasiado a la ya calenturienta imaginación del hombre ¿De esa manera vestían las francesas? Ahora empezaba a entender tantas cosas...
-Precioso...-el filósofo no apartaba la vista de su cuerpo. Se mordió el labio sin darse cuenta. Lo único que pasaba por su cabeza es si aquello sería muy difícil de quitar, pues quería verla desnuda por completo lo antes posible. Luego alzó los ojos y la miró a la cara-. ¿Tu madre era Rusa? Te creo, tienes un toque muy... no sé la palabra en fracés-sonrió y bebió un poco más-. Pero quiero decir que no pareces de aquí.
Se inclinó hacia ella y le puso la mano en la rodilla. Notó la piel de gallina y se atribuyó a sí mismo el mérito. Empezó a acariciarle la piel con la yema de los dedos.
-¿Hace mucho que te dedicas a ésto? ¿Te gusta tu trabajo?-mientras hablaba seguía con las caricias y la mano pasó de la rodilla a la cara interna de un muslo-. Seguro que una chica tan guapa como tú está todo el día trabajando...
Con Anastasia no hacía falta ni eso. La chica sabía a lo que iba. Y lo había dejado claro desde el principio. Era Sebastian quién le provocaba esos calores. ¿Una simple burla? ¿Parte de su trabajo? Le daba igual. Iba a lo que iba. Al tema. Sin tonterías de por medio. Que era lo que, tras tantos días de trabajo intenso, el licántropo necesitaba. Simplemente desfogar. Y le alegraba que fuera a ser con Anastasia.
Cuando se sentó de espaldas a él Sebastian le apartó la cascada de pelo. Se acercó a ella y le beso el cuello y la espalda. Aspiró su aroma. Era embriagador. Mientras le desataba el vestido siguió colmándola con besos en los hombros y el cuello. Y la soplaba en la nuca.
Terminado su trabajo Anastasia se puso de pie y con unos pocos pero elegantes movimientos se deshizo del vestido. Bajo él llevaba un corsé negro que realzaba su ya de por sí atractiva figura. Y abajo... Bueno, era la primera vez que Sebastian veía algo así, pero desde luego no había mucha tela. Y tampoco dejaba demasiado a la ya calenturienta imaginación del hombre ¿De esa manera vestían las francesas? Ahora empezaba a entender tantas cosas...
-Precioso...-el filósofo no apartaba la vista de su cuerpo. Se mordió el labio sin darse cuenta. Lo único que pasaba por su cabeza es si aquello sería muy difícil de quitar, pues quería verla desnuda por completo lo antes posible. Luego alzó los ojos y la miró a la cara-. ¿Tu madre era Rusa? Te creo, tienes un toque muy... no sé la palabra en fracés-sonrió y bebió un poco más-. Pero quiero decir que no pareces de aquí.
Se inclinó hacia ella y le puso la mano en la rodilla. Notó la piel de gallina y se atribuyó a sí mismo el mérito. Empezó a acariciarle la piel con la yema de los dedos.
-¿Hace mucho que te dedicas a ésto? ¿Te gusta tu trabajo?-mientras hablaba seguía con las caricias y la mano pasó de la rodilla a la cara interna de un muslo-. Seguro que una chica tan guapa como tú está todo el día trabajando...
Friedrich Lahm- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 12/08/2014
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
La diferencia que tenía con otras de mi clase es que eran demasiado finas, refinadas, timidas o no les gustaba su trabajo ya que estaban en la prostitución por obligación y lo odiaban.A ver yo entre en este mundo porque no me quedó otra y bueno si al principio lo pase mal como cualquier chica que la meten en el mundo de la prostitución pero tenía dos opciones: o hundirme con ello y vivir siempre amargada o intentar disfrutar de mi trabajo y ver el lado bueno de las cosas, y obviamente esa fue la opción que cogí. Empecé a cogerle el gusto al sexo y a disfrutar de ello, a mejorar mis formas de dar placer para otorgar el máximo placer al hombre e incluso a mi, y en realidad era un trabajo divertido.Obviamente había excepciones como cuando te tocaban viejos amargados o hombres gordos que no consiguen ligarse a nadie por lo que tienen que pagar para conseguir un poco de placer, en esos momentos si que odiaba mi trabajo.
Si una cosa me caracterizaba era ser directa y no ir con indirectas, ni ir de fina cuando no lo era, era basta mas que nada por la educación que había tenido.Obviamente sabía también comportarme porque había clientes con los que tenía que hacerlo, pero sabía que con Sebastian no tenía que serlo, se veía que el gustaba que fuera así de directa y clara, y atrevida y por eso no me cortaba ni un pelo e iba a ser esta noche una verdadera loba con él, nunca mejor dicho ¿no?
Cuando me coloqué a espaldas de él para que me ayudará con el vestido di un trago al Vino,me encantaba sentir el alcohol en mi cuerpo me gustaba daba calor y ayudaba siempre a meterse más en el tema. Deje la copa en la mesa y me mordí el labio al sentir los besos que me daba moviendo el cuello un poco para que tuviera más espacio para llegar mejor a los besos.El hombre sabía lo que hacía porque besaba muy bien. Cuando termino fue cuando me levanté para quitarme el vestido y dejarle a un lado con mi pierna.Todos los movimientos eran sensuales y elegantes sin duda. El conjunto que llevaba no era de lo mas usual que había, pero tenía una conocida que era costurera y le había pedido unas modificaciones en mi corset, poca gente lo tenía...pero a mi me encantaba. Me fije en como me devoraba con la mirada y le dedique una sonrisa mientras me sentaba a su lado.-Me alegro que le guste porque es muy exclusivo.-en realidad él era la primera persona que lo había visto así que si que era exclusivo. Asentí a su pregunta-Mi padre me dijo que si que era Rusa, tengo mezcla de culturas supongo.-me encogí de hombros y le mire cuando dijo lo otro-Espero que sea bueno lo de que no parezco francesa -ya que bueno algunas francesas eran tan...finolis.-¿Y usted de donde es?-a lo mejor no era de aquí tenía como acento...diferente.
Cuando sintió la mano en su pierna sonreí y asentí-Si, me dedico a esto desde los 15 años, y la verdad que si que disfruto con mi trabajo...me gusta mucho-dije con una voz algo mas sensual de lo normal.Me estremecí al sentir como su mano iba a esa dirección, al muslo.Me gustaba que tuviera iniciativa también.-La verdad que si que tengo bastante pero no me quejo, es un buen dinero que gano.-dije mientras una de mis manos iba a su camiseta empezando a desabrocharla-Señor debo quitarle esto, no estamos en igual condiciones y no es justo ¿no cree?-dije con una sonrisa picara mientras desabrochaba totalmente su camiseta y me fije en el cuerpo que tenía ahora lo veía perfectamente y estaba muy bien.Con mis manos acaricie su torso mientras subía a sus hombros y bajé la camiseta tirándola por ahí.
Anastasia Fouged- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 28/08/2014
Localización : Calles,Burdel, en tu cama quizás ¿quien sabe donde más?
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Sebastian se dejó quitar la camisa. Mientras lo hacía no perdía de vista a la chica. Su cuerpo no era especialmente musculoso, pero sí fibroso y marcado. Ventajas de haber sido mordido por un lobo enorme y cabreado. Una idea no dejaba de revolotear por su mente, estropeando ligeramente el instante.
A ver, que Anastasia no fuera virgen era algo que agradecía, al menos en aquél momento de su vida. De hecho le gustaba la idea de estar sentado y acariciando a una mujer con tantísima experiencia. Seguro que hacía de aquella una noche inolvidable.
Lo que ya le hacía menos gracia era, hablando pronto y mal, meterla en un sitio donde ya la habían metido muchos otros antes que él. Decía que llevaba trabajando desde los quince años. Una chica tan guapa y atractiva como ella debía de salir seguro que mínimo a hombre por noche. Ahora andaría por los... ¿qué? ¿veintidós? ¿veintitrés? Haciendo un cálculo rápido eran muchos hombres. Muchísimos. ¿Se habría quedado embarazada alguna vez? ¿Era madre? ¿Había abortado siempre? ¿Estaría algo flácido y dado de sí ahí abajo?
Mientras una parte de su mente divagaba la otra no perdía de vista a Anastasia y seguía la conversación con total normalidad. De vez en cuando su mano iba un poco más allá en el muslo y la intimidad de la chica estaba cada vez más cerca.
-Sí, te sienta estupenda no ser francesa del todo... Y me encanta tu nombre. Yo vengo de Munich, en Prusia. Llevo aquí algo menos de un mes y todavía estoy conociendo la ciudad...-le sonrió un poco más. Su mano ya estaba empezando a notar la tela que le cubría allí abajo-. Y sus misterios y secretos. Ahora que estamos más cómodos creo que podríamos intimar un poco más...
Se inclinó hacia ella y depositó un beso en la base del cuello. Luego otro un poco más arriba. Y un poco más. Eran apenas caricias, pero en el proceso iba rozando y tocando todo su largo cuello hasta llegar a la oreja. La mordisqueó. Sacó la lengua a pasear y acarició el lóbulo. ¿Cuántos hombres habrían hecho otro tanto de lo mismo antes que él?
-Me embriaga tu aroma...-al decir aquello su mano empezó a recorrer la escasa tela que cubría su punto más íntimo-. Pero todavía tengo sed...
Se apartó de ella, no sin cierta desgana. Apartó la mano de su entrepierna y recogió su copa. Una sonrisa se dibujaba en su cara. Se terminó el vino de un único trago. Junto al sabor llegó el olor de Anastasia. Parecía bastante limpia.
-Tú eres la experta. ¿Por dónde deberíamos empezar?-la sonrisa lobuna no se borraba de su cara. ¿Sería virgen por algún orificio de su cuerpo? Lo dudaba-. ¿O te apetece seguir hablando del pasado de cada uno?
A ver, que Anastasia no fuera virgen era algo que agradecía, al menos en aquél momento de su vida. De hecho le gustaba la idea de estar sentado y acariciando a una mujer con tantísima experiencia. Seguro que hacía de aquella una noche inolvidable.
Lo que ya le hacía menos gracia era, hablando pronto y mal, meterla en un sitio donde ya la habían metido muchos otros antes que él. Decía que llevaba trabajando desde los quince años. Una chica tan guapa y atractiva como ella debía de salir seguro que mínimo a hombre por noche. Ahora andaría por los... ¿qué? ¿veintidós? ¿veintitrés? Haciendo un cálculo rápido eran muchos hombres. Muchísimos. ¿Se habría quedado embarazada alguna vez? ¿Era madre? ¿Había abortado siempre? ¿Estaría algo flácido y dado de sí ahí abajo?
Mientras una parte de su mente divagaba la otra no perdía de vista a Anastasia y seguía la conversación con total normalidad. De vez en cuando su mano iba un poco más allá en el muslo y la intimidad de la chica estaba cada vez más cerca.
-Sí, te sienta estupenda no ser francesa del todo... Y me encanta tu nombre. Yo vengo de Munich, en Prusia. Llevo aquí algo menos de un mes y todavía estoy conociendo la ciudad...-le sonrió un poco más. Su mano ya estaba empezando a notar la tela que le cubría allí abajo-. Y sus misterios y secretos. Ahora que estamos más cómodos creo que podríamos intimar un poco más...
Se inclinó hacia ella y depositó un beso en la base del cuello. Luego otro un poco más arriba. Y un poco más. Eran apenas caricias, pero en el proceso iba rozando y tocando todo su largo cuello hasta llegar a la oreja. La mordisqueó. Sacó la lengua a pasear y acarició el lóbulo. ¿Cuántos hombres habrían hecho otro tanto de lo mismo antes que él?
-Me embriaga tu aroma...-al decir aquello su mano empezó a recorrer la escasa tela que cubría su punto más íntimo-. Pero todavía tengo sed...
Se apartó de ella, no sin cierta desgana. Apartó la mano de su entrepierna y recogió su copa. Una sonrisa se dibujaba en su cara. Se terminó el vino de un único trago. Junto al sabor llegó el olor de Anastasia. Parecía bastante limpia.
-Tú eres la experta. ¿Por dónde deberíamos empezar?-la sonrisa lobuna no se borraba de su cara. ¿Sería virgen por algún orificio de su cuerpo? Lo dudaba-. ¿O te apetece seguir hablando del pasado de cada uno?
Friedrich Lahm- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 12/08/2014
Re: Llegó la diversión bonjour ( Sebastian Lahm) +18
Le quité la camiseta y me fije en su cuerpo el cual estaba muy bien marcado, el cual me estaba volviendo loca.Sonreí al oírle hablar mientras me colocaba el pelo de manera coqueta a un lado para que no estropeara la vista de mi cuerpo.-Gracias supongo...¿Prusia? nunca fui la verdad...¿como que has venido de tan lejos? bueno cuando quieras te enseño la ciudad-le guiña un ojo mientras acariciaba su torso con mis dedos de manera juguetona.-Yo encantada de intimar más...estamos totalmente solos...-dije en un susurro.
Me estremecí al sentir sus besos por mi cuello y me mordí el labio del placer, y mas al sentir como jugaba con mi lóbulo. Yo mientras bajaba mis manos por su cuerpo hasta su entrepierna donde había un bulto bastante grande y acaricie este por encima de la ropa. Pero cuando se separó y me dijo eso no me lo esperaba y le miré sin saber muy bien que decir.-Bueno..puedes beber de mi-dije en un tono de picardia y cuando me preguntó le mire-Por donde quieras, deberiamos empezar a quitarte ropa.-dije mientras me levantaba para sentarme encima de él, una pierna a cada lado de él eso provocaba que mi zona intima estuviera en contacto con la suya.Empecé a rozar ambos sexos con movimientos leves mientras empezaba a besarle por el cuello, luego jugué con su lóbulo dandole pequeños mordiscos,empecé a bajar los besos por su torso lentamente mientras seguía con los rozamientos.
Anastasia Fouged- Prostituta Clase Baja
- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 28/08/2014
Localización : Calles,Burdel, en tu cama quizás ¿quien sabe donde más?
Temas similares
» Another Piece Of Meat [Sebastian Lahm] {+18}
» Friedrich Lahm
» Historia de Karl Lahm
» Bonjour, mes amis, bonjour
» Sebastian Dormances
» Friedrich Lahm
» Historia de Karl Lahm
» Bonjour, mes amis, bonjour
» Sebastian Dormances
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour