Y? que más hay.. || Privado +18 || FLASHBACK

por **Sam K. McCruzott** Lun Oct 13, 2014 1:20 am

Otro maldito día en la gran ciudad parisina la cabeza me estalla de tanto alcohol y los grititos de las zorras del burdel estoy con una jaqueca que no me la jala necesito trabajar concentrándome en el negocio de putas podría mejor, van pasando los minutos de la mañana el esperpento de mujer que asea el lugar está dando vueltas por todo el sitio mandando a las putas, ella manda después de mí, mejor dicho ella manda a las mujeres a que se cumpla mi voluntad.

Los minutos van pasando y una botella de whisky me trae aquel esperpento –Que coño haces aquí estropajo- la mujer me mira con una ceja enarcada no es que la odie ni me caiga mal simplemente ya es muy mayor pero le gusta este trabajo y es una maldita de ser así pareciera que ella me hubiera parido, quizás por eso es que nos tratamos así –te traigo agua para beber bastardo mal nacido- la mujer ríe dejando la botella sobre el escritorio –ya ya déjalo ahí estropajo y lárgate- antes de siquiera decirle deja la botella para tomar asiento, quería una jodida platica de madre a hijo, joder. –Sam deberías comer algo así que mueve tu trasero, baja de esta oficina y siéntate a comer como un ser civilizado- al menos no fue una plática –joder ya bajare solo deja esa comida ahí tengo que terminar para pagarles a las zorras además tengo que organizar el espectáculo de hoy quiero que baile la latina en ahí en la tarima, con agua y cosas espectaculares, cobramos bien demos un buen show-

La mujer salió dándose por vencida la vieja sabía que si de mi negocio se trataba iba a dejar todo en segundo lugar, bueno casi todo porque probar a la mercancía nueva, es lo pongo en primer lugar.

A las horas de estar comiendo un poco de pan con queso y whisky la puerta suena, es la vieja andante –que quieres, ya te dije que dejes esa mierda ahí y no jodas estropajo- vuelve a tocar la puerta, salgo y la vieja señala hacia abajo –te llego una nueva bastardillo, ya puse a las otras abajo a buen recaudo, la hago subir a tu oficina o la veras abajo- la miro desde arriba moviéndome la mandíbula… -hazla subir quiero privacidad hoy- rio entrando.

Mi oficina queda en la parte alta y para acceder a ella hay que mover, hacer bajar, la escalera ahí es mi oficina, mi habitación mi todo, es mi templo de negocios y comercio de carne, y justo ahora venía una a ser probada.

por **Coralie** Lun Dic 22, 2014 8:58 pm

Las tripas me truenan por milésima vez desde hace no se cuantas horas ya, muero de hambre y continuo vagando con pasos lentos y desganados en busca de algún burdel con una fachada menos asquerosa que el resto. No es como que se pueda decir que tal o cual burdel es “mejor” a fin de cuentas todos son burdeles, en todos abres las piernas y dejas que te folle el mas asqueroso apestoso hombre que pague la suma precisa por unas cuantas meneadas de polla dentro de ti *mis hombros se encojen admirando uno de tantos en la calle* seria mucho mas fácil simplemente prostituirme en alguna esquina, pero no, se que puedo conseguir algo mejor. Las tripas me truenan una vez mas y eso me fuerza a tocar con puño cerrado la puerta del lugar.

La mujer que abre es una verdadera sorpresa, no es joven, tampoco vieja, unos cincuenta, con canas y demasiado voluptuosa; seguro es la encargada o una de las mas viejas que continua aferrándose a la profesión - Buenas, quisiera ver al dueño?… encargado?… por favor? - sonrió, espero sea la que arrea a las nuevas como yo, ¡claro! Aun no me contratan y ya me siento parte del putel. Ella tuerce la boca, me mira de arriba a bajo varias veces. ¡Ok! Con el vestido de puritana de cuello alto, mangas largas, que me cubre todo el cuerpo y la edad que tengo *ironía total* esta claro que no pertenezco a un congal de esta categoría. Con suerte no me echaran con una patada en el culo. - ¿Estas de broma cría? – las tripas me truena y sonrió apenada - Ahora entiendo todo… sígueme- deja la puerta abierta y le sigo obediente. Algo huele realmente bien. - Quédate ahí, sirve un plato y come un trozo de pan y no toques nada más. Soy Ana Lucia y aquí se obedece primero al bastardo malparido ese y después a mi. ¿Entendiste? - afirmo

Hago caso, no porque suela hacerlo, todo lo contrario pero en este preciso momento me muero de hambre y cómo desesperada. Desaparece y al regresar trae una sonrisa extraña, aprese divertida. Me da instrucciones con todo y que suba la comida al dueño. - *El dueño, WWooooyyy. Que honor el mío * - al entrar por donde me a indicado miro a un hombre de unos treinta y pico - Hola, le manda la mujer esa... ya sabe - dejo el plato y lo miro -Vengo por trabajo, solo déjeme advertirle que no se hacer nada de esto. Nadaa - remarco la palabra juguetona - No me vea como una mala inversión, tengo buen cuerpo y aprendo rápido y si no le basta con eso… puede subastar mi virginidad. A eso si que le sacara bastante. - muevo los dedos pulgar, índice y medio en un ademan de dinero y avaricia dejando al hombre que decida, rogando que no me eche del lugar.

por **Sam K. McCruzott** Lun Dic 22, 2014 9:00 pm

De todas las putas inocentes que siempre caen en esta mala vida, de aquellas que solo con golpes se arrean ahora llegaba una que al parecer tenía cerebro, la excepción de la regla de las mujeres que no saben pensar para que existen no, esta sabía muy bien lo que tenía y se podía utilizar por unas buenas monedas aunque su forma de hablar me mostro que a lo mejor si tenía experiencia en abrir las piernas para otros y por ende su “virginidad” estaba ahora en tela de duda, generalmente las virgencitas son aquellas apagadas y sumisas y esta no se veía así al contrario era una monja que lucha.

Le mire de pies a cabeza moviendo la silla un poco hacia atrás para poder visualizar mejor aquel pedazo de carne que iba a vender entre las nuevas, toco el mentón como si renegara de verla y en verdad lo hago porque ¿Cómo coño se atreve a venir vestida como una puta monja? me levanto acercándome a ella, solo pasando junto a la zorra que es más un mal chiste, voy a la puerta cerrándola con llave y es entonces que me recargo sobre esta –Deja esa mamada de comida ahí y quítate la ropa puta, como piensas que voy a ver lo que dices si no muestras y estas como una maldita recatada monja?, o es que eres eso, una monja ninfómana que solo quiere que se la metan por la gracia de dios?- jamás fui el más religioso, ni a la iglesia suelo ir pero en ese momento me acordaba lo que de pequeño mi madre solía decirnos.

Camine hasta ella, quedando justo detrás de su menudo cuerpo y mis manos fueron a su trasero tocando ambas nalgas con las manos –Esta pasable, aunque aún no sé por qué no lo he visto- camino hasta el escritorio riéndome un poco para sentarme sin mirar a la mujer, no sabía su nombre y no me importaba pero si iba a trabajar para mi necesitaba conocerla en todo, cada rincón de su maldito cuerpo y que es lo que piensa de esta “mala” vida –Dudo de tu virginidad pero hay que ver, ahora solo quiero ver tu cuerpo puta, y que me la chupes para ver si eres una inocente o una pérfida, pero como dices que no sabes nada, entonces vas a tener que hacerlo a mi manera- la risa cínica y cargada de lujuria con que devoro a ese pedazo de ser aun cuando es muy menuda para mi gusto que hasta la polla no se me para al verla.

-Qué esperas puta, o es que quieres que te rompa la ropa y ese bonito rostro por no obedecer- sin mirarle le escupo esas palabras fuertes, si quiere entrar a esta vida tiene que acostumbrarse a ese maltrato sobre todo a mi maltrato.

por **Coralie** Sáb Dic 27, 2014 3:05 am

Me mira, examinando a como puede pues las telas que envuelven mi cuerpo le impiden ver mis verdaderos encantos, en fin, a mis quince años sé que tengo potencial, mi cuerpo se a desarrollado con rapidez. Me toca el mentón, girándolo un poco ¿Acaso intenta estimar en cuento puede comenzar a venderme? Es raro pero me excita, me emociona el pensar que cosas me ara… mientras no me toque la cara. Obedezco dejando la comida, mis labios se curvan, dispuesta llevo las manos por mi cuerpo despacio hasta mi cuello pero me detengo cuando escuchando sus puritanas palabras. Detesto la iglesia, los rezos, los curas, al papá, pues todo aquello que quiero hacer de mi vida esta prohibido. Le llaman pecado y a las putas como yo se les apedrea por puro entretenimiento.

Aprieto el trasero sintiendo sus manos apretándolo - No solo esta pasable, puede que sea virgen pero no soy casta ni completamente pura. Puede dudar cuanto le plazca pero se de negocios le conviene - digo con calma señalando mi cuerpo. - Mientras no me toque el rostro nos entenderemos ¿Le apetece arrancarme la ropa? ¿Eso le gusta, le excita? Por mi esta bien. - Me desabrocho los listones que abrochan con fuerza desde mi cuello comenzando a descubrí la cremosa piel de mi cuello comenzando a dejar ver el corset que aprieta con fuerza mis generosos pechos. No vengo de una honorable y noble familia con riquezas de cualquier tipo, pero mi familia si tiene para darse algunos lujos y uno de esos es la ropa intima que llevo de bajo. - Nunca me he acostado con ningún hombre pero me gusta excitarles, hacer que me deseen… creer que pueden tenerme y abrir mis piernas para que se hundan entre mis cálidos y húmedos muslos - acaricio mi cuerpo, me acerco a él continuando desabrochando hasta mi cintura.

Le miro, le deseo. No hay nerviosismo, no hay debilidad ni nada de esas tonterías que me pasaban con aquellos críos con los que me liaba, él sé que no se correrá al pasar solo unos momentos. Admiro que es de esos hombres que pueden follarte toda la noche y a la mañana siguiente estar duro como una piedra y follarte nuevamente. Dirige un burdel. Me levanto la falda junto a los fondos que evitan el frio del invierno. - ¿Me follaras o solo me tocaras y probaras? - pregunto sentándome en su escritorio frente a el mostrándole mis torneadas piernas

por **Sam K. McCruzott** Miér Feb 04, 2015 12:01 am

Rebeldía, que era esto más que solo malditas palabras dichas en la boca de hombres que se negaban a cumplir con su deber, pero en las de una mujer solo significaban insolencia una que debe ser castigada y es lo que tendría, las palabras de aquella puta solo revoloteaban en mi cabeza, cada una de sus exigencias “no tocar su rostro” “sabe de negocios” que mierda podría saber una mujer como ella sobre negocios de cómo llevar un lugar como ese. No, ella solo sabía abrir las piernas dejar que la follen hasta el cansancio y dejar que se corran ahí los hombres fingiendo orgasmos o teniéndolos daba igual, solo tenía que ser culo flojo y listo era todo lo que tenía que hacer. Pero esta no, no creía que haría eso, ¿acaso creía que sería mi asistente? Ilusa.

La mano derecha la levanté azotando el dorso sobre su rostro en una bofetada que dejó roja la mejilla, la tomé del cuello empotrando ese menudo cuerpo a la madera del lugar, la asfixia se veía tan bien, el ver como el cuerpo lucha por respirar un poco más, un poquito más de lo que se le permite viendo ese par de tetas saltando ante el agarre, la coloco de espaldas para dar un buen azote a su trasero –Mira puta, tu no sabes de negocios, ¿crees que voy a vender una falsa virginidad a los clientes? Te jodes porque lo que harás es que me cobren el doble por mentir sobre ello, como te expresas y como te mueves cual sucia perra solo muestra que te la han metido tantas veces que ya la tienes bien viciosa ese coño, crees que me trago tus palabras, no zorra, tu te tragarás todo mi polla y todo lo que tenga que darte– la arrojo al suelo sin piedad ni nada retiro mi cinturón para acercarme a ella colocándose alrededor del cuello.

Parecía más un collar y quizás lo era, todas las mujeres merecían tener uno, la levantó con ese nuevo accesorio algo que hace que me excite, a medio –Te gusta ir parando pollas verdad, tanto que te follen duro contra una sucia pared, has entregado tu cuerpo hasta a las ratas y te me haces la digna– la mano en su trasero se abre paso entre sus piernas frotando la palma contra ese sexo, pellizco los muslos internos con algo de su sexo medio humedecido –mira cómo te pones, solo con esto no imagino lo que inundas cuanto te la meten, te has de mojar cual cascada– la risa sardónica que deje con el tono lascivo e hiriente.

por **Coralie** Mar Mar 03, 2015 10:03 pm

Lo primero que le dije y lo primero que hace, sera idiota -Maldito- susurro tocándome la cara antes resbalar los dedos hasta su mano enterrando las uñas intentando que me suelte el cuello él bastardo malparido. No me estaba dejando respirar, mi rostro se estaba poniendo rojo por la presión, un minuto mas y le hubiera pateado para que me soltara.

Cual títere me moldea, colocándome de espaldas a él, azotándome el trasero con la desnuda palma -¿Y tu que sabes? se mucho mas de lo que te imaginas... Pero aya tu si prefieres dejar un buen negocio... ...- respondo al mismo tiempo que el esta hablando quedando callada cuando dice que me tragare todo su polla. ¡¡Es un hijo de puta hecho y derecho!! se que soy una escuinlca de quince años pero de no estar tirada en "cuatro" le aplaudiría con una sonrisa de oreja a oreja. De donde vengo los hombres solo les abres las piernas, te la meten, duran cinco minutos y ya, ese a sido todo el espectáculo. Lo vi muchas veces, soy un poco voyerista, es el motivo por el que sigo virgen ¡ah si claro! y porque se supone que me tenia que casar "pura". Aprieta, mas no lo suficiente en mi cuello con algo que se siente como cuerpo.

Estoy mojada, mucho, y duele entre mis piernas hay un vació incomodo que al apretar los muslos me hace sentir que necesito tragarme tu polla... y todo lo que el quiera darme ¡OH si! soy una chica sucia, mala y perversa, mientras otras pensaban en un elegante Lord extranjero yo deseaba que me follaran duro contra algun sucio lugar hasta dejarme afónica de tanto grito. -¡SI, me encanta andar parando vergas por donde paso!- afirmo, no le reto, no que va, eso que gano. -¿Cual digna? Vine aquí porque me gusta y se lo estoy diciendo...- su mano se desliza entre mis muslos, pellizcando mi sensible piel.

Pechos llenos, caderas anchas, buen trasero, cintura pequeña, ¿Que mas quiere para una "niña" virgen? tantos asquerosos hombres que pagarían tan bien por una virgen y él que se pone digno es él. Muevo la cadera necesitada, humedeciendome aun mas, mas y mas, si pido que me la meta él se negara y me azotara o me sacara a patadas asi que lo único que hago es continuar gimiendo un poco mas y mas, dejando que haga.

E esperado mucho este momento como para que el cabron me salga conque siempre no me la va a meter. ¡Cállate ya y has lo que te dice! -Pero... ah... usted es el jefe... el que sabe... - me muerdo los labios temblando de ansiedad.

por **Sam K. McCruzott** Sáb Mar 28, 2015 1:22 am

Toda mujer esta para servir a un hombre con la cabeza agachada sin responder o rebuznar, si le hombre le pide que salte ella dirá solo “que tan alto” es lo que se espera y más si por aquel pedazo de carne han pagado, pero aquella malparida que estaba frente a mí se portaba rebelde, pero que pasaba por la cabeza de aquella mujer, su comportamiento y todo ella era de pelear más que de obedecer y para ese tipo de mujeres solo tenía un camino que eran los castigos físicos y sexuales algo que iba a disfrutar cada noche hasta que se aplaque esa zorra y entienda que ahí mandaba yo, tomé aquel cuello apretándole más sintiendo sus tráquea sonar justo en el momento de dejarla tirada y mandarla a patadas de ahí, si iba a patear su cuelo desnudo fuera de mi vista y mi establecimiento, pero no, me idee algo mejor.

La levanto de los cabellos empujándola contra el escritorio poniéndola boca abajo, le separo las piernas con mi pie y ahí chupo dos dedos de mi mano derecha para introducirlos sin estimulación ni nada en su interior. –MIERDA– empujo más los dedos dentro de ella y con la mano izquierda la pongo sobre su cabeza –Eres una sucia virgen verdad, así que eres una putita virgen, bueno eras, dime entonces ¿Cómo coños sabes de sexo si no te han abierto? O es que te gusta que te den mujeres perra– tiro de su cabello hacia atrás riéndome sacando los dos dedos de su interior –Te lavaré la boca con jabón puta, soy tu jefe, dueño y amo a mi respetas malparida y ahora muéstrame entonces lo que la “conocedora” de este arte sabe– me burlé de ella con desprecio sentándome en una silla dejándola desnuda frente a mí –más te vale saber más que yo en este negocio o te vas preparando para el castigo zorrita– muevo los dedos que tenía en su interior abriéndome los pantalones para dejar que esos dedos rocen aquella nuez enrojecida que tenía.

Comencé a tocarme delante de ella –Y vamos, ven acá y muéstrame tus dotes con la boca, si logras que m corra en tu boca tendrás una subasta de tu culo virgen y tu coño semi virgen si no entonces te lo follaré como castigo pero no con mi polla– me rio de ella sin dejar de tocarme indecentemente con malicia en el rostro viendo ese par de tetas bailar –Tienes medio buen cuerpo eso te lo reconozco y como se más de este negocio que tu niña, te diré que ese par de tetas darán mucho dinero pero si lo sabes usar, si no entonces darán lastima así que muéstrame ya tus “dotes” de experta que muero por conocer tus “negocios”– burlas y más burlas hacia ella tenía, solo quería violarla y lanzarla del burdel porque a ella la pondría en la calle a venderse como castigo.

por **Coralie** Lun Mayo 18, 2015 12:00 am

En mi mundo no aspiro a ser la señora distinguida que maneja una enorme casona, ni la madre amada, ni una dama de sociedad aclamada y respetada por sus actos de beneficencia o devocionario religiosa o por esas tonterías por las que se preocupan las señoras decentes y claro que ni por todo los francos de la corona francesa me imagino ser una esposa abnegada que haga caso a su esposo y agache la cabeza diciendo "Por supuesto, en este momento" ¡Ajá, claro! y como ya e dicho o uno se da cuenta, me gustan las cosas fáciles y por supuesto el sexo. Así llego a este momento, en el que este hombre esta asfixiándome por mero placer y se que una prostituta hace de TODO pero no la primera vez, no por ello digo que tengo que agarrarle el gusto poco a poco pero ¡Mierda, que tengo quince y este hijo de puta me quiere matar!

Las lagrimas caen por la fuerza que usa en mi cuello, mis manos rasguñan las suyas, duele, duele mucho; cierro los ojos con fuerza después de escuchar mi cuello crujir, puede que muera y por primera vez en mi vida soy consciente que puede, y solo puede que no haya sido buena idea que me pusiera al tu por tu con un tipo que me dobla la edad y triplica la fuerza. -¡Ahhh e... espe.. espera!- sus dedos están hasta el fondo, tiemblo de pies a cabeza, alzándome en punta de los pies, haciendo los hombros hacia atrás gimoteo -¡Oh dios!- susurro y rechino los dientes cuando me sacar los dedos cayendo de rodillas cuando él se aleja. Es claro que se burla de mi ¡Cabrón!

La respiración se me acelera, me toco el cuello con las lagrimas secas en las mejillas. ¿Miedo? Pues claro, estaría loca si a estas alturas no le tuviera miedo -No se mas aya de lo que e visto en el pueblo del que vengo... Yo no se en verdad, tengo quince ¿Qué puede saber una virgen pueblerina de quince años?- toso un par de veces aun con los ojos lagrimosos sobando mi cuello. A gatas me acerco a el mirando un falo de verdad, no, no, falo no verga, ya no soy la chica de antes -Pero no soy tonta, se que los hombres de la ciudad comercian con vírgenes, e escuchado muchas veces de los placeres sexuales que se ofrecen en París- susurro en gemidos ahogados dejando mucha saliva en la palma de mi mano derecha comiéndome con los ojos la verga frente a mi, esta muy dura, las venas se marcan, la punta esta roja y húmeda -Nunca e estado con una chica- aprieto con la palma subiendo y bajando sin mucho brío pasando mi lengua por la dura vara hasta la ciruela pero no la toco, solo rodeo donde se unen -Pero... lo are si usted me lo ordena- succiono con fuerza aun sin tocar la punta aumentando la velocidad de mi mano, abro la boca pasando mis dientes sin morderle. Me separo mirándole a los ojos, él pidió una mamada y de esas si que se, pero este hombre necesitara mucho mas que los niños verdes con los que practicaba. Junto saliva en mi boca mucha mas y esta vez después de meterle una lamida larga y muy despacio me lo meto de lleno, no hablare mas por un buen rato. Me pierdo en el sabor almizclado y salado que me inunda no solo la boca desencadenando fuertes escalofríos hasta explotar entre mis piernas, lo inquieto que parecía ponerse al vibrar. La derecha continua moviéndose frenética en va y ven, la izquierda acaricia sus bolas y mi boca hace el resto hasta que él se corra o me aparte.

por **Sam K. McCruzott** Vie Mayo 22, 2015 9:06 pm

La boca de las mujeres son tan profundas que pollas grandes las albergan con facilidad lo malo es encajar algo grueso en sus pequeñas bocas pero se puede si se las fuerza u poco, y así estaba esa cuya lengua hacía palpitar a mi polla, sentía erguirse y crecer más, sabía usar bien la boca quizás podría ponerla en la entrada para dar esta atención a los clientes, mientras está arrodillada y atada con cadenas, desnuda y con esas argollas en los pezones, esos pezones duros que están en sus senos que se mueven de arriba abajo. Ese par de tetas al verlas me la pone más dura, gruño mientras su boca me la comienza a comer, siento su lengua moverse y los dientes, joder los malditos dientes que me rozan las venas y la piel, rujo de placer tomándola la cabeza con ambas mano elevando la cadera embistiéndole la boca rápidamente, oh si, verla como le toca hasta la garganta y le da las arcadas me fascina en las mujeres.

–Serás puta, si has sabido usar bien al boca esta zorra a cuantos no habrás mamado hasta llenarte de leche en tu interior– escupo esas palabras cuando le empujo el miembro en su interior inmovilizándole la cabeza y con la otra mano le cubro la nariz viendo su piel blanca volverse roja, que delicia cuando se la saca con el resto de su saliva, me levanto viéndola toser ahogada –Qué? No me digas que es mucha polla para ti zorra– una carcajada mientras levanto la mano y la abofeteo con fuerza tomándola del cabello arrastrándola al escritorio. No me importa ya su virginidad arrancada a medias, a esa puta me la iba a cargar hasta el último rincón recordando que fui su primera vez y siempre seré eso el maldito cabrón que la violó hasta el cansancio.

Tiro las cosas sobre el escritorio y la tiro ahí sus piernas colgando de la parte donde se sitúan las “visitas” y su cara contra mi asiento, así la quería ver, me acerco a sus senos y se los chupo con fuerza tirando de sus pezones, la mano comienza a estimular y sin aviso azoto esos senos una y otra vez con palmadas rudas sobre esa carne suave, suena fuerte con el contacto que se me excita, su coño húmedo comienza a mojar mi polla y me rio por ello –estas ansiosa porque te la meta, pero no lo haré, no aun putita– froto mi polla a su coño mirando como arropa esa hendidura pequeña a mi monstruosa vara, me acerco y le abro las piernas para que no las cierre observando su coñito y riéndome. Camino hasta donde estaba su boca masturbándome, la jala para que la cabeza le cuelgue completamente y se la meto soltando el aire al sentir su interior húmedo, mis dedos van a su clítoris moviéndolo con fuerza tirando de ese botón delicado y pellizcándoselo con rudeza, la pelvis contra su rostro y las palmadas que azoto su coño escuchando su humedad.

Siento su boca tomarme y llenarse de mi polla, asfixiándola y entonces llega el momento, me separo de su boca buscando entre el suelo algo y lo veo, aquella botella, sin que ella vea vuelvo a meterle mi polla en la boca riéndome, me inclino hacia adelante pegándole en los muslos internos –Abre esas piernas que te quiero meter algo– chupo la botella y comienzo a estimular de arriba abajo sus coño expuesto y antes de que proteste o se dé cuenta, se la inserto de un solo golpe sintiendo en su boca como me oprime la polla incluso sus manos como tocan mis bolas. Me rio empujando más la botella en su interior –llénala puta, que ya no eres virgen, ahora eres una puta más así que llena la botella que luego exprimirás mi polla– paso la zurda a su seno aplastándolo y con la diestra sacando la botella y volviéndosela a meter. Era una cria de quince años, pero sabía bien lo que tenía que hacer con la boca y el cuerpo porque estaba bien desarrolladita, ya sabía como la iba a promocionar, con cadenas y desnuda por todo el lugar, será usada por todos los clientes, esa sería su primera vez.

por **Coralie** Dom Jun 14, 2015 7:20 pm

¿Si seré puta? Pues no eso es lo que me la he pasado intentando que entienda. Comenzaba a creer que este hombre era idiota o bueno de que iba esto a fin de cuentas. No a tantas la verdad, de donde vengo no hay hombres como él y los imberbes con los que practique se habían corrido tan rápido que no había tenido intención alguna de volver a tener ni la mas mínima interacción con esos. Si, puede que suene ególatra al pensar estas cosas mientras se la chupo a un hombre que me lleva por lo menos unos diez años pero en esta vida, en esta época no hay mucho futuro para una mujer como yo, soy realista, sería mi peor pesadilla convertirme en una mujer como mi madre, quiero ser la que decide por mi misma lo que pasara en su vida y si algún día me canso de este hombre simplemente me iré así como llegue.

No deja me mover, su mano me sostiene con fuerza la cabeza moviéndose dentro de mi boca, apenas le puedo mantener, me llena por completo, palpita caliente, inquieto y duro dentro de mis labios que a duras penas lo contiene. Me cubre la nariz, mis manos se van directo a sus piernas intentando alejarme, no puedo respirar nuevamente, al soltarme me lo saco de la boca dejando caer saliva y la fuerte y almizclada escancia que me recorre todo el sentido del gusto. Afirmo recuperando el aliento, tosiendo y tocándome la garganta –Nunca me ... comido una como la tuya… ah… ah… te gusta lo fuerte y a mi no– mentira porque no sé lo que me gusta, realmente no lo sé, con él aprenderé. Me abofetea arrastrándome hasta el escritorio y el golpe de mi espalda contra la madrera –¡AY!– duele dejándome estática antes de que el continúe con su demostración de poder sobre mi cuerpo anhelante de una verga entre mis piernas –Ansiosa no … no se… si es la … palabra…– suspiro rogando que deje sus juegos sucios y ya me lo meta al mismo tiempo que afirma que aun no lo hará, no se que espera, pero deduzco que no es uno de esos hombres urgidos que solo buscan entrar en el coño de cualquiera, el para que si tiene un mar de putas a su completa disposición. Frota algo contra mi, algo duro pero se que no es su verga porque la tengo entera en la boca, por la posición apenas y puedo respirar, me sostengo de sus bolas e intento apartar un poco su cadera que mueve fallándome la boca.

No es porque sea una cría llorona, estoy aquí porque me quiero follar a un hombre de verdad y no a un marica como los que conozco, pero como, lagrimas cae de mis ojos cuando mete entre mis piernas esa cosa dura y fría, arqueo la espalda temblando ¿Qué mierda es? ¡No quiero eso! Bueno si… bueno no se pero… no doy con que pueda ser y no soy mujer santa, y eso de virgen es porque ninguna verga me han metido pero si hablamos de “cosas” mis dedos, los largos y gruesos dedos de algunos hombres mayores e incluso algunas verduras como una zana… bueno si, estaba caliente y necesitaba aliviarme y no soy de las que se queda con las ganas. Mierda. Aprieto con fuerza sus bolas y le entierro las uñas en la entrepierna, me atraganto, tan malditamente vulnerable, ¡Dios eso solo hace que me sienta más excitada! Y como arte de magia en mi cabeza se cuela una idea para que deje sus juegos sádicos y me folle. Entre arremetidas furiosas sale sin querer y me muevo intentando incorpórame –No mas… por favor–atragantada con la verga dándome en la cara, llorare un poco y me azotara más, mucho mas, seguiré lloriqueando y puede que si muevo bien las piezas logre que me folle de una buena vez y después me mate. Este no es de los que se anda con juegos, la pregunta es ¿Aguantare lo suficiente? Me muevo forcejeando con él, insultándole, me toma de las muñecas marcándolas al someterme, pataleo y gimoteando lo que estaba dentro de mi sale, tengo que lograr enfadarlo pero no al grado de que me eche del lugar.

Manoteo escuchando los azotes en la que una vez blanca ahora roja esta mi piel, húmeda y adolorida. No se su nombre, su edad, su historia pero esas cosas son para niñas tontas que sueñan con un príncipe azul, yo, yo sueño con que un bastardo pederasta me folle tan duro que no pueda cerrar las piernas ni pueda sentarme o andar por lo adolorida que me a dejado.

por **Sam K. McCruzott** Lun Jun 22, 2015 9:13 pm

Aquella sucia mujer estaba probando mi paciencia, sus quejidos y lloraditas me la ponían pero no de dura sino de rabia porque eso de llorar es para las jovencitas esas sin gracia que viven por ahí, esas que no logran ni una erección si no que solo arrancan lastima de los hombres y enormes cuernos con putas de verdad; y ahora esta estaba tal cual como ellas con sus pataletas de ahogada por lo que se estaba comiendo por ambos orificios, tenía que castigarla hasta el cansancio por esas pendejadas de lágrimas.

Introduzco la botella con mayor fuerza, con la ira que me provoca la mujer esa, veo como menea las piernas tratando de alejarla y me le rio torturando su clítoris hinchado y rojo, lo muevo y froto con fuerza sin importarme si le duele o no –Ah te gusta esto verdad puta, te lo estas gozando por dentro golosa quieres más– alzo la mano y manoteo ese coño expuesto –abre las malditas piernas o te marcaré esas bellezas para que los hombres se rían de ti mientras te follan– la amenazo y me salgo de su boca tomándola de los cabellos para que se siente al filo de mi escritorio, la miro y se me ocurre su castigo. Primero la abofeteo dos veces a la cara agarrándole los cabellos con rudeza –Escucha bien zorra mal parida, si vuelves a llorar, si te vuelves a quejar de que “no más” “ay” o pendejadas de esas como las lágrimas que estas botando te patearé el culo con lo que tienes entre las piernas a los cerdos y luego a la calle a que te violen los cerdos a los que le harás de puta, entendiste zorra– no le doy tiempo y la empujo hacia atrás, me siento en la silla donde ella al principio de sentó y comienzo a masturbarme viendo esa botella enterrada en su coño, la miro con una ceja enarcada –Que esperas, FOLLATE PUTA– le grito haciendo un puño con la mano derecha como si la fuera a golpear.

La mujer lo movía lento y eso me desesperaba, me levanté para agarrarla de los cabellos y ponerla contra el escritorio, una nalgada le metí dirigiendo el miembro a su entrada trasera, comencé a introducirme en ella perforando su anillo anal, veía como gritaba y se apretaba riéndome, la tomé del cuello –No me digas que tampoco te la han metido por aquí eh– es entonces que la suelto y abro sus nalgas y me entierro con fuerza en ella sintiendo lo apretada que estaba incluso ahí, lo rígida que se ponía aquel sector con la arremetida fuerte que le dí –uffff sí que eras virgen de culo también puta, veamos si me la exprimes un poco, y no pares de follarte con la botella quiero que la llenes te dije si no lo haces ya sabes dónde vas a parar, quiero que mi polla entre en un lugar bien abierto, así que date duro puta– muerdo su hombro con fuerza dejando la marca de mis dientes en su cuerpo. Aun no le he dicho que tendré que dejarle una marca para que diga que es de mi propiedad pero se la dejaré bien marcada una S para que sepan que me pertenece esta puta, como las otras, para que no se anden de callejeras.

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