Alexandra De Lacour

por **Alexandra De Lacour** Jue Oct 23, 2014 11:22 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Alexandra De Lacour

▲EDAD▲

22 años.

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase alta.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Francia.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Alexandra es todo lo contrario a su hermana. Todo y que ambas sean jóvenes educadas y de refinados modales gracias a los excelentes tutores que a lo largo de su vida las han acompañado, jamás lograron atraer a Alexandra al mundo de las letras como si lograron con Georgiana. No se puede decir que la joven no lo intentara. Nada deseaba más que agradar a sus padres, a su familia, pero el mundo de la historia y el conocimiento no era para ella. Ella era una alma libre, una alma pura que antes de encerrarse, o de permitir que la encerrasen se aferraba a la libertad y a la rebeldía – sin importar si lo que hacía estuviera mal visto.- Ella siempre fue desde bien pequeña la más activa. Observadora nata, siempre sus ojos brillantes tendían a seguir cualquier movimiento y a fijarse en todo lo que la rodeaba, lo que al crecer no ha cambiado ni un ápice lo que le sirve para ver en los demás detalles que le hacen saber si debe o no fiarse de aquellos. De carácter y bastante rebelde, tiende a hacer las cosas como a ella le parece bien. Impulsiva y temperamental, es como un corcel indomable, menos con sus allegados y esencialmente con su hermana Georgiana, a la que ama y adora profundamente. Solo en estos casos suele mostrarse cariñosa en exceso, con los demás simplemente es correcta, respetuosa y atenta, con una bonita sonrisa siempre en sus labios… algo puramente cordial, como suele decir. Leal, sincera, atrevida y aventurera son otros adjetivos que suelen usarse al hablar de ella. ¿Puede llegar a odiar? Con la misma fuerza con la que ama sin medida.

HISTORIA

Nadie sabe cómo aparecieron las pequeñas infantes en los jardines de la mansión de Nathfield, en las afueras de París. Sin embargo el destino obro su magia y coincidió que la primera en descubrirla fue la señora de la casa, Helenna, quien al descubrir unas mantas que rompían sus flores, se acercó y las vio cubiertas por una manta, resguardándolas así del frio. Rápidamente las tomó en brazos y mandó a llamar a su esposo, como al médico de familia para que se acercara hacia las paredes de su hogar, con urgencia. Entrando en el salón Charles, su esposo ya se encontraba allí confundido y preocupado. Preocupación que se magnificó al ver a las pequeñas en brazos de su esposa y que por el pálido color de piel y la suciedad, no le hicieron falta las palabras para confirmar que aquellas niñas habían sido abandonadas y que por gracia divina, Helenna las había encontrado antes de ser tarde para aquellas recién vidas afloradas. Charles calmó a su mujer cuando el medico se llevó a las pequeñas para examinarla y tan pronto como el medico les dio esperanzas e instrucciones a las sirvientas sobre el cuidado de las pequeñas, al mismo tiempo ambos se comprometieron a cuidarlas y a adoptarlas. Ocupando así esas pequeñas a las que llamaron Georgiana y Alexandra, al niño que semanas antes demasiado débil para llegar al mundo, había muerto en el parto.

Por suerte para las gemelas, Helenna seguía teniendo leche materna, por lo que fueron alimentadas tan pronto el medico dio el visto bueno y así en apenas unas horas, ya se formaron los primeros lazos familiares. Todos quedaron prendados de ellas. Apenas lloraban, nunca molestaban y sus ojos se veían muy despiertos y observadores sobre todo los de Alexandra. Tras unas semanas cruciales en que se vida había dependido de un hilo, la pareja aclaró que las harían pasar por sus hijas y aprovechando la lejanía de las miradas indiscretas, se ahorrarían de las habladurías de la corte y por ultimo de dar explicación. Georgiana ocuparía el lugar que tendría que haber ocupado el hijo primogénito, el cual murió en el parto y de lo que solo los presentes aquella noche conocían y Alexandra sería la segunda primogénita. Así que les fue sumamente fácil adoptarlas y hacerles pasar como suya a los demás., terminando la pequeña siendo unas más de la familia.

La vida de las gemelas fue apacible y llena de amor, y mientras una se dedicaba a dormir horas y horas o a quedarse prendada de las mariposas y flores de los jardines, Alexandra -desde siempre la más despierta y activa- ya intentaba dar sus primeros pasos para salirse de la vigilancia paterna y descubrir aquel mundo tan vivo de su alrededor. Todo lo tuvieron, y todo les fue dado. Creciendo en una villa grande y productiva gracias a la cría selectiva de sus caballos, desde bien pequeña aprendió a montar siendo realmente destacable su compenetración con los caballos, hasta que Georgiana cayó y del susto que se dieron, prohibieron a Alexandra seguir montando junto a su hermana que tomó miedo a los caballos. Sin embargo Georgiana no les hizo caso y a escondidas seguía montando, volviéndose en una excelente amazona en apenas nueve cortos años.

Por su vida pasaron muchos tutores, no obstante, ella jamás fue estudiosa, eso se lo dejó a su hermana gemela quien asombraba a todos con su ingenio y capacidad intelectual. Ella por lo contrario, se alegraba por su hermana y seguía las clases como podía mientras su cabeza volaba lejos de allí, descubriendo, enfrascada en aventuras lejos de esos libros aburridos que lo único que hacían era producirle jaquecas.

Pasando veranos con sus tíos y sobrinos quienes ostentaban títulos de la realeza, las pequeñas fueron creciendo y mientras Georgiana sentía admiración y arrobo por uno de sus sobrinos, Alexandra solo podía esperar y pensar en su vecino. Los duques Ballester de España y su hijo Aldebarán, próximo duque. Entre ellos al principio surgió complicidad de quienes juegan a los mismos juegos o se buscan las cosquillas. Después a medida de que fueron creciendo surgieron ciertas miradas y coqueteos inocentes, los que desencadenaron promesas y una admiración profunda, tanto casi como el amor que llegaron a confesar. Se llevaban unos años, aun así para Alexandra eso jamás fue un impedimento, simplemente le amaba como se ama un sueño inalcanzable. Él era de la realeza y ella aunque de clase alta, no esperaba ser la próxima condesa. Pero… ¿y como decirle a un inocente y puro corazón, de una niña enamorada de su protector y mejor amigo, que no debía soñar despierta? El corazón mandó sobre ella y finalmente en un primer beso a escondidas del mundo, entregó su devoción al ladrón de aquellos sentimientos surgidos de lo más hondo de su ser, sin saber que justamente sería tras aquel beso que su mundo se derrumbaría y que la verdad saldría a la luz. Las niñas terminaban por crecer, y al crecer aquel palacio de sueños creados en la infancia desaparecía en la fría ventisca de la desilusión.

Primero; El origen desconocido de ellas fue descubierto y arrojado a la luz de la sociedad. Su malvado tío se aseguró de hacer llegar a todos la certeza de que aquellas jóvenes no eran más que unas abandonadas y muertas de hambre a las que decidieron cuidar los De Lacour. Aquello fue un golpe duro para ellas. Ambas se encontraban enamoradas de unos príncipes de cuentos y ahora esas ilusiones, esos sueños quedaban apartados, repudiados. ¿Qué diría la sociedad… las cortes, de no ver a sus condes con jóvenes de familia y sangre noble? Ellas podrían ser de una cualquier vagabunda, cualquier loca que terminara abandonándolas. Sin duda, para Georgiana fue más duro que para Alexandra, a quien poco le importaban la opinión de los demás. Mientras ella fuera feliz, ¿Por qué detenerse a escuchar esas personas que solo deseaban su infelicidad? Sin embargo debía contárselo a Aldebarán, y justo fue aquel preciso día que acudió buscándolo encontrándose la mansión asolada por soldados y muchedumbre con caballos, organizando una búsqueda… viniendo de aquel escenario, la segunda y mayor desilusión y desgracia a la vida de la joven Alexandra. Aldebarán desapareció, un día después de aquel beso, de aquellas promesas… se había alejado de todos, dejando detrás de él, un corazón moribundo de ilusiones que terminaron por ahogar en amargas lágrimas los ojos de la joven.

Finalmente, ambas sufrieron y como gemelas, como hermanas se consolaron uniendo sus sueños rotos, creando de nuevos… intentando levantar cabezas, sobreponerse. Georgiana rápidamente encontró con que centrar su cabeza y Alexandra se acostumbró a escaparse a solas, a luchar y a defender su vida de los maleantes con los que en ocasiones llegó a cruzarse en sus paseos nocturnos. Y así, sobreviviendo lentamente aquellas promesas, su ausencia fue menguando hasta no recordarlo. Aquel sueño jamás le había pertenecido.

Y de nuevo, otra desgracia que esta vez sí marcó el rumbo de ambas vidas. Tras convencer a su hermana de salir por la noche con ella, al llegar de su paseo se encontraron la casa ardiendo, y sus padres en las afueras asesinados. Sin vida. Ahora sin casa y sin familia, terminaron huyendo de allí, refugiándose en el único familiar que las aceptaba en su hogar, Auguste October de Rais. Su predilecto sobrino. Alejadas de allí, ya jamás volvieron… solo en ocasiones, aquellos recuerdos de él, del joven conde que la abandonó surgen a flote y con fuerza simplemente cierra los ojos y respira. Como cuando cabalgaba y dichosa sentía que lo tenía todo. Con la única diferencia que ahora ya no queda nada. De aquella joven ilusionada, solo sus cenizas perduran.

©Facilis Descensos Averni RPG

por **Alexandra De Lacour** Jue Oct 23, 2014 12:53 pm

Ficha terminada

por **Tarik Pattakie** Jue Oct 23, 2014 11:26 pm

FICHA APROBADA
BIENVENIDA A VICTORIAN VAMPIRES

TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADA DE CÓMO SE MANEJA TODO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MAL ENTENDIDOS, Y SI TIENES ALGUNA DUDA O ACLARACIÓN SOBRE CUALQUIER COSA, NO DUDES EN PREGUNTARME A MÍ O A OTRO ADMINISTRADOR, ESTAMOS PARA AYUDARTE.

QUE TE DIVIERTAS.

por Contenido patrocinado

Alexandra De Lacour

Alexandra De Lacour

Re: Alexandra De Lacour

Re: Alexandra De Lacour

Re: Alexandra De Lacour