Leo D' Martino

No pienso arrodillarme ante nada ni nadie, llamelo como quiera... incluso rey, pero mis rodillas no tocaran el suelo a no ser que haya una mujer con las piernas abiertas.-El casi gruñido final después de esa frase retumbo en aquella sala donde todos observaban al conde italiano... Leo D' Martino. - Haga llegar mis mas sinceras disculpas al inepto que le haya hecho entregarme este mensaje con la esperanza que lo hiciera... jamas-El cuerpo del vampiro se echo casi encima del hombre con una elegancia y una ferocidad atemorizantes.-Jamas...-siseo con los ojos ahora negros-Me arrodillo.-Aquel mensajero estaba a punto de desmayarse y Leo lo sabia, su pulso iba a mas velocidad de lo que normalmente un humano aguantaba.-Y si alguien...-El cuerpo del vampiro giro mirando a los presentes.-Tiene algún tipo de problema con mis actitudes y mis perfectos modales...-El sarcasmo se podía tocar con la mano, incluso hacer formas como si fuera una nube.-Mi casa estará abierta para escuchar cada palabra.-Algo que todo el mundo sabia era que Leo D' Martino era el perfecto caballero... hasta que se le enfurecía, en ese momento... deberías correr por tu vida. ¿El diablo? El diablo había cedido su trono al conde Leo D' Martino en el momento que sus ojos verdes se posaron en el.

1356, Roma [Italia]
¿Como le llamara señora?-Una mujer de cabello oscuro sujetaba a un bebe con los ojos abiertos, algo extraño en los recién nacidos.-Leo... Leo D' Martino, el primer descendiente de nuestra familia...

Con esto comienza la vida del que seria el conde de Italia mas rebelde que se haya conocido en la corona italiana. Leo siempre fue guiado para seguir ciertas normas, en cumplir con sus deberes... lo mas importante era la lealtad.
Leo podría ser difícil con causas inútiles, pero si para el algo merecía lealtad o reconocimiento, tendrías a un fiel amigo y soldado a tu lado.

La vida de Leo no ha sido un camino muy liso que se diga, muchos errores, muchas peleas, demasiado carácter en general... pero lo controlaba después de una reprimenda por parte de su madre o mas horas de entrenamiento por parte de su padre. Leo amaba a su madre, era devoción lo que sentía y su padre... bueno su padre era caso aparte, siempre había querido seguir su ejemplo en la política, cuando iban a algún encuentro o fiesta observaba como su padre sutilmente y de forma definitiva arrinconaba a quien el creía que debía hacerlo para dejar las cosas claras, en definitiva era una familia normal con unos valores y enseñanzas que pasaron de generación en generación... pero esto no es un cuento de hadas, ni mucho menos algo que lleve a un final o ese es el pensamiento de Leo.

El día que cumplió los 28 años algo o alguien, que había estado en la fiesta que sus padres habían organizado, atacó sin medida a su familia. Aparentemente parecía un asesinato... habían sido apuñalados, su madre en el vientre y en el corazón y su padre por la espalda, ambos encontrados por Leo en el despacho de su padre... lo que nadie se fijo o quiso dar cuenta fueron las mordeduras en el cuello que ambos tenian, sobre la aorta y la carotida... un ataque mortal.

Leo después de que se llevasen a sus padres se quedo sentado en el suelo del mismo despacho sin dejar entrar la luz del sol solo observando las manchas de sangre en el suelo, lo que no sabia... es que no estaba solo y mientras el pensaba en quien o que había mandado hacer aquello prometiendo venganza algo se le abalanzó encima, algo duro, frío y con una fuerza que podría haberlo matado si no llega a agarrarse a el borde de la ventana que por casualidad impacto en el cuerpo contrario haciéndole chillar viendo como se quemaba su piel cada vez mas.-Vampiro...-Susurró mirándole entendiendo ahora todo. Sin pensar mas, comenzó a abrir todas las ventanas encerrando al vampiro entre la salida o la muerte, aquel hombre de ahora ojos rojos gruño con fuerza en su dirección y Leo aun con la respiración acelerada y el golpe en el cuerpo le sonrió, no sabe porque, no sabe el porque le provoco de esa manera solo sabe... que debía hacerlo.
Se había quedado solo... era el único descendiente de aquella familia, con 28 años se convertiría en conde y en algo más ya que no se había percatado de las dos incisiones en su cuello que el vampiro había conseguido hacerle. Para cuando Leo se dio cuenta de que estaba pasando se retorcía de dolor en el suelo gritando y suplicando que le matasen... los de alrededor cuchicheaban sobre que aquel joven se había vuelto loco después del asesinato de sus padres... el encontrarles muertos había sido traumatico y ahora solo escuchaban gritos... hasta que se hizo el silencio. Pasaron días hasta que esto ocurrió... horas de estar encerrado con el dolor... pero cuando todo aquello acabó, se había dado cuenta de que se había convertido en esa cosa que mato a sus padres... y juro venganza a aquel hombre, mataría a cada ser que se encontrase y le diera problemas... pero antes debía ocupar su lugar y honrar a su familia... el diablo acababa de renacer.
 

-La única manía que tiene es despeinarse cuando esta nervioso, excitado o con hambre.
-Lleva un anillo de acero en su mano derecha.
-Ha conseguido el mote del diablo de ojos verdes por méritos... que mejor no nombrar.
-Le apasiona la lencería puesta en sus mujeres.
-Tiene un caballo negro llamado, Shihâb que significa, Llama de fuego.   SHIHÂB
-Sabe 7 idiomas: Alemán, Danés, Italiano, Griego... pero también tiene conocimiento del Ingles, Francés y Español.
-Toda su familia tenia los ojos azules, el los tiene verdes.
-No se afeita la barba nunca