A pain covered by light and love [PRIV]

por **Quinn Bentley** Jue Nov 27, 2014 4:49 pm

QUINN BENTLEY + AUTUMN AYLIER

En los caminos que escoge uno en su propio destino puede encontrarse con personas o recuerdos que le hacen recordar, pero con quien estaba Quinn esa noche era simplemente una realidad sumida en una belleza otoñal en la que nadie podría darse cuenta - ¿Confías en mí? –Dijo Quinn con seguridad al mismo colocándose detrás y cogiéndola de ambas manos, entrelazando una con otra – Estamos cerca de mi hogar –Dijo en susurros cerca del oído ajeno de Autumn y finalmente comenzó a andar hacia delante, guiándola aun sujeta de las manos desde atrás – Camina conmigo en confianza y tranquila, yo te protegeré – Dijo cuándo se acercaban a aquella intersección, dos caminos que nadie sabía hacia donde llevaban, pero él, al haber sido un brujo con anterioridad, sabia algunos trucos de cómo encontrar su hogar. Su hermano seguramente habría vuelto a su hogar.

Él estaba dispuesto a tener en cuenta que esto sería nuevo para su acompañante, pero no la soltó excepto de la derecha para poder ponerse a su izquierda, y con ambas manos libres alzadas a la altura de su cabeza, los anillos que tenía en sus dedos formaban la “llave” para poder abrir la puerta a su hogar y después de que estuvieran viendo varios arbustos entrelazados entre si, el aire comenzó a soplar fuerte, Quinn permanecía estático mientras su concentración emergía de su interior y finalmente, una puerta enorme de hierro con una muralla de oscura piedra apareció frente a ambos.

¿Cómo era posible? Si, Quinn, al ser ambos hermanos licántropos y haber siendo brujos antaño se sabían trucos. Eran licántropos pero con ayuda mágica de sus familiares que aun estos eran brujos, les hicieron objetos mágicos, objetos mágicos capaces de poder esconderles de miradas ajenas y sobre todo de los cazadores que aun buscaban su verdadera residencia. Este era la seguridad que quería Quinn contra quienes aún les buscaban, después de aquella tragedia con Madison y el Clan de los colmillos blancos, reforzaron la seguridad y la protección de ambos. Quinn, mirándose las manos y los anillos que portaba en sus dedos, suspiro alivio. Alzo la mirada y su mirada iba dirigida hacia Autumn – Ya hemos llegado Autumn –Sonrió y le ofreció la mano para que la tomara, esperando que la tomase, que viera que con él no tenía nada que temer en absoluto.

– Este es mi hogar y el tuyo por el momento –Terminando por acercarse a ella, tomándola de la mano vio como uno de sus sirvientes – los pocos que quedaban en la mansión – se acercaban a ellos, como el sirviente miraba recelosamente a la recién llegada y aquello le molesto a Quinn – Eddie, ella es nuestra invitada desde ahora así que quiero que la traten bien – Eddie asintió, demostrando obediencia a las ordenes de su amo Bentley y obviamente el menor de los dos hermanos – Tranquila Autumn – La miró con tranquilidad, avanzando con sus enormes pies, abriendo aún más la puerta de hierro dando paso a un hermoso jardín frontal con árboles, arbustos, y una pasarela de piedra y columnas del mismo material.

Todo hasta poder llegar a una gran escalinata de piedra blanca. Si, podría ser un jardín muy grande pero la mansión tampoco se expandía tanto como un palacio, pero tenía además una pequeña granja al fondo del jardín junto con una pequeña cuadra – Bueno ¿qué te parece? – Estaba ansioso por la respuesta de Autumn y mientras esperaba, vio como Eddie acababa por cerrar la puerta que él mismo había hecho aparecer.

por **Autumn Aylier** Dom Ene 04, 2015 10:36 pm

No había más temor por parte de la bruja, se encontraba segura desde ese momento y en delante. Apenas se había cruzado con Quinn y supo que todos los pesares de su corazón quedarían hechos a un lado, porque él era muy bueno y podía saberlo porque la miraba siempre a los ojos y se notaba preocupado por ella. Nadie más le hubiera sacado de las aguas de la laguna con tal de que estuviera bien, por eso le acompaño a su hogar, donde se suponía que pasaría unos días. Gracias a eso era también que temía mucho menos; al no estar mas tiempo en el exterior no tendría que cuidarse de los inquisidores y de lo que ellos quisieran hacerle.
– Claro que confió en ti, porque tu confías en mi ¿Verdad que lo haces? – sonrió al hombre que le acompañaba y dejo que le guiara por donde se suponía que era el camino para llegar hasta aquel hogar misterioso. Llevaban un buen rato andando y aunque le dolían un poco los pies de andar, no se quejo para nada – Ya se que me protegerás, porque eres muy bueno – continuo dejando que le guiara hasta que se detuvieron y Quinn hizo algo que le parecía sumamente extraño pero que no creía que fuera a lastimarle para nada.

No entendió que fue del todo lo que sucedió, pero sus ojos se quedaron fascinados con aquello que veían. De no ser porque Quinn era un lobo, juraría que eso era magia -que era eso exactamente- y ella se quedo mirando aquello de manera atenta, hasta que la voz masculina la saco de sus ensoñaciones y entonces fue a tomar su mano y dejarse llevar nuevamente por aquel hombre.
– ¿Qué ha sido todo eso? Porque parece que este lugar es un sitio muy seguro y de esa manera, me siento más contenta de haber venido contigo Quinn – Un hogar. Eso era lo que tenía en aquel lugar al lado del licántropo que tan amablemente le ofrecía todo cuando tenía. Sonreía cual chiquilla y andando de la mano de Quinn observaba tanto como le era posible, al menos lo hizo hasta que un hombre que se les acercaba la hizo sentir como una completa intrusa y de manera inconsciente, la bruja se pego más al cuerpo ajeno en busca de protección contra aquellos que parecían querer dañarla. Sin embargo, una palabra de su salvador y todo entonces volvió a la normalidad. No cabía la menor duda de que él era quien llevaba la batuta en aquel sitio y por tanto, ella se sentía completamente tranquila – Esta bien, aunque creo que no le he caído bien ¿Hice algo malo, Quinn? – el pesar en sus ojos era inevitable, a ella no le gustaba llevarse mal con otras personas.

La maravillosa vista de aquel lugar la dejaba atonita y sus ojos fueron a buscar el rostro de Quinn.
– ¿Todo este lugar es tuyo? ¡ES ENORME! – exclamo emocionada al tiempo que soltaba la mano del licántropo e iba a ver cada parte del jardín con ojos curiosos – y es muy bonito – se detuvo entonces frente a la escalinata y subio algunos escalones antes de llamar a Quinn para que se acercara un poco; y no fue hasta que el hombre estuvo cerca que aprovechando la altura que le daban los escalones le dio un beso – Gracias por todo. Eres muy bueno y te quiero –le sonrió entonces, antes de enfocar sus ojos en la mansión – ¿Podemos ir adentro?

por **Quinn Bentley** Mar Ene 27, 2015 5:44 pm

QUINN BENTLEY + AUTUMN AYLIER

Quinn siguió con vista avizor al sirviente que se les acerco pero no pasaba nada. Era como de la familia y entonces presto atención a cada gesto importante de Autumn – Tranquila, es muy cuidadoso conmigo y mi hermano, pero puedes confiar en él, es un buen sirviente y te puede enseñar la casa si quieres –sonrió para sacar las llaves, ver que Autumn seguía a su lado y entonces, finalmente abrió la puerta lentamente.

– Y siéntete como en tu casa Autumn, creo que mi hermano ahora anda ausente….puedo empezar a enseñarte si deseas mañana. Dejemos hoy el día para presentaciones y que te acomodes. Debe de ser todo demasiado nuevo para ti….y bueno así tengo una oportunidad de estar a solas contigo. No me gustaría que te fueras a los brazos de mi hermano – Termino riendo sonoramente pero termino por negar – Es broma Autumn –Siguió riendo – Mi hermano es incluso más alto…un poco al menos, mejor quédate conmigo –La atrajo hacia él tras cerrar la puerta y acabó por agacharse un poco hasta que pudo rozar sus labios contra los de Autumn suavemente, dándola un suave y tierno beso que le pareció insatisfecho.

-Señor –Eddie apareció de nuevo al lado de ambos. Haciendo una reverencia se postro ante su maestro - ¿Puedo preguntar si la invitada trae algo de equipaje?

-Eh..-Quinn observo a Autumn y entonces resoplo por la estúpida pregunta – No, de hecho sacaras la ropa que quedó de….-Se mordió la lengua. No era que hablasen mucho de ella, pero antaño tuvieron una hermana, una hermosa muchacha de gran parecido a Quinn que desapareció cuando tan solo tenía 17 años de edad. Solo suspiro y pensó en la otra opción – de Madison…Busca el baúl con las ropas que quedaron de ella. Deben de estarle perfectamente –Observo a Autumn rápidamente y asintió sintiéndose seguro.

-Si señor…-Hizo otra reverencia y se dispuso a ir al desván en busca del baúl que contenía las ropas de la difunta esposa del Sr. Xavier tras lo que paso. Quinn sabía que no era nada pero le dolía mas sacar las ropas de su hermana menor que las de aquella víbora que jugo con ambos hermanos. Haciéndose la inocente. Menos mal que existía Quinn de por medio y no se llevó ella nada del dinero de los Bentley. Seguro que Madison se acercó a Xavier por eso, si no, ¿Por qué se habría acercado y haber jugado con ambos hermanos.

Quinn miro a Autumn con mirada ausente – Ehr..te regalo unos vestidos o ropas que nos dejó un conocido ya que jamás volvió, pensamos que alguna vez nos servirían…hasta que podamos ir al centro y comprarte más ropa. Ahora todo será diferente, sobre todo el dinero que tendremos que gastar para tu equipo…de aprendizaje…-Chasqueo la lengua una vez demostrando que apenas tenía material – Apenas tengo material mágico ya que ya no somos…más o menos brujos, ya sabes –encogió los hombros como sintiéndose culpable por no tener lo que Autumn necesita – Será divertido ya verás –Sonrió de lado mientras le retiraba uno de los mechones de su rostro, acercándola y apoyando su frente contra la ajena - ¿Qué quieres que te enseñe? ¿Te enseño tu cuarto? –Pregunto curioso ya que Autumn ahora, era la nueva invitada después de hace tanto tiempo.

por **Autumn Aylier** Mar Feb 03, 2015 9:52 pm

Estaba viviendo en un sueño, esa debía ser la respuesta más sensata a todo aquello que sus ojos veían y a todo lo que escuchaba decir por parte del lobo. De un momento a otro pasaba de estar completamente sola en la vida, a tener alguien que se preocupaba por ella y que incluso, aseguraba ayudarle a conocer más de sus propios poderes. No solo eso tenía que agradecer a Quinn, sino que además de eso y sus buenos tratos, le invitaba a quedarse en su hogar. ¿Hacía cuanto que Autumn no dormía dentro de una casa? Tenía tanto que su cuerpo ya no recordaba como era la sensación de dormir sobre un colchón, pero sobre todo, estaba recordando como era que se sentía no tener miedo de todo lo que le rodeaba.
– Ya comprendo, entonces no temeré de nadie de los que se encuentren en este lugar – aseguro la bruja justo después de que el lobo le decía que quienes ayudaban eran de fiar. Junto a Quinn estaría segura, ella sabía que a su lado nada le sucedería.

Ante las palabras ajenas se encogió de hombros y sonrío ligeramente avergonzada. Todo lo que decía era cierto. El simple hecho de saber que tendría un hogar al cual regresar era bastante extraño y desconcertante así que no tuvo más que asentir a lo que él le decía.
– De hecho, si no vamos a comenzar a aprender magia hoy – le miro ilusionada – me gustaría que seas tu quien me muestre la casa. Sé que has dicho que puedo confiar en los demás, pero prefiero estar contigo – dijo de manera sincera, pero inmediatamente frunció el ceño cuando menciono lo del hermano que aún ni conocía – ¿A los brazos de tu hermano? Pero si a mi me gusta que me abraces tu – menciono frunciendo el ceño, sin creerle completamente que aquello fuera una broma como él aseguraba – ¿Y qué tiene que ver que sea más alto? – pregunto antes de verse rodeada por aquellos brazos y rió bajito sobre los labios ajenos – Eso da cosquillas Quinn.

La voz que se escucho entonces hizo que ambos los brazos del licántropo dejaran de rodearla. Cuando Quinn le miro ella dio una negativa con la cabeza. Autumn apenas y tenía lo que traía puesto, porque cargar con ropa era bastante molesto y eso le hacía más lenta al momento de correr; cosa que era esencial para la bruja y los temores que se cargaba. Sin comprender que sucedía, dejo al lobo dar indicaciones mientras que su mirada iba curiosa por todo aquel lugar que ahora sería su hogar. El pensamiento de ese hecho le fascinaba y por eso fue que se quedo sonriendo de manera boba hasta que la voz de Quinn volvió a llamarla y los ojos de la bruja se enfocaron en los ajenos. Podía notar como existía un rastro de algo que no podía describir en los ojos masculinos y por eso se acercó hasta él.
– No importa la ropa, yo estaré bien con lo que me des y tampoco es necesario que vayamos de compras. Mira que me he mantenido bastante bien sin muchas cosas – hizo entonces una mueca – ¿Qué necesitas para aprender magia? Mi madre nunca me dio nada para que aprendiera algo especifico y seguro que puedo aprender así – le sonrío cuando estuvieron bastante juntos y le paso los dedos por la mejilla – No quiero que te pongas triste… – solo aquel comentario solamente porque le nació y entonces, los ojos de Autumn se iluminaron al escuchar lo del cuarto – ¿Tendré cuarto propio? – se separo de él y le tomo de la mano – Vayamos a verlo… y después él tuyo y el resto de la casa ¿Podemos? – era como una chiquilla en un parque de diversiones por primera vez.

por **Quinn Bentley** Miér Feb 25, 2015 6:34 pm

QUINN BENTLEY + AUTUMN AYLIER

El regocijo que sentía Autumn, Quinn lo sentía dentro de si mismo, sentía que al parecer estaba haciendo bien el estar pendiente y cerca de Autumn, porque podría ser una muchacha joven pero no hace poco se la ha encontrado corriendo, asustada y sola. Él pareció ser su milagro – Jajaja ya voy, ya voy! –Siguió a Autumn un poco más y la detuvo para que él abriera antes la puerta, la abrió y mostro una hermosa habitación decorada con cortinas blancas de raso, una cama que era el doble que ella – Vaya, la cama es más grande que tú ¿no te perderás? –Termino por hacer la broma de la que se rio a escondidas, pero después le enseño el armario –completamente vacío – y dispuesto para cuando llegue la ropa que había en los baúles – Aquí podrás meter ohm, la ropa que haya en el baúl –Siguió –Ven –Le enseño el baño, la tina en el centro, armarios y el tocador con un espejo mediano circular con decorados renacentistas – Aquí bueno, podrás hacer de todo y esta estantería –Volvió a la habitación y señaló a una estantería vacía de madera de roble blanco.

– Aquí podrás poner tus accesorios, pociones o libros de magia que vayas o te vayan interesando. Déjalo aquí todo lo que sea de ocultismo y sobretodo relacionado mágico. El roble blanco es un árbol ancestral que se utilizaba para la utilización de ritos, encantamientos, no en un hechizo, pero al estar más conectado con la naturaleza, pues el “poder” se incrementa y…-señaló al cristal del armario, sacó de su bolsillo un saquito marrón de donde tiro a la estantería unos polvos malva y tras recitar unas palabras, un pentagrama circular malva se visualizó y se desvaneció – El pentagrama protege tus pertenencias. Yo que tengo estos…polvos te lo he podido mostrar, pero tú que eres una bruja, no los necesitas y ahora mismo tienes que al menos sentirlo o yo que sé –encogió los brazos ya que cuando se convirtió en licántropo perdió sus facultades mágicas. Solo podía emplear la magia de un modo indirecto. De seguido tomó la mano de Autumn y la guio por toda la mansión.

La llevo a ver todas las habitaciones excepto la suya propia y la de su hermano. Le enseño el estudio, la inmensa biblioteca, la cocina, el patio exterior desde uno de los balcones del segundo piso en el que había una escalera de caracol que bajaba al porche de abajo por donde entrabas a otra habitación llena de libros o subía hacia la torre en donde había un desván lleno de antiguos libros, artilugios prohibidos, pero Quinn, para que Autumn no merodeara por allá arriba, le contó que tenía todas las tumbas de los Bentley en el desván para estar todos juntos. Además, no podría entrar ya que necesitaba de una llave la cual solo la tenía Darius, es decir, su hermano mas mayor.

-Agh…¿Qué te parece la mansión? –Pregunto sentándose en uno de los sillones de la sala de estar en la que habían parado a descansar. Eddie le había dicho que el baúl de dicha persona ya estaba en la alcoba de Autumn y algunas pertenencias como joyas y otros accesorios que consideró también subir para la señorita. Quinn a decir verdad, no había pensado en eso –Eddie, tráenos algo de comer, por favor –Dijo antes de que el criado se fuera hacia la cocina a preparar algo de picoteo.

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