AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Endless Tales [privado]
2 participantes
Página 1 de 1.
Endless Tales [privado]
De ese día solo quedaban recuerdos, no había mencionado los motivos por los que había llegado convertida en un zorrito ártico sobretodo porque Annika casi nunca se transformaba, fue directo hasta su carreta y no salió durante toda la tarde, lloró lo que tenía que llorar, se protegió así misma de su recuerdo, pero ella sabía que jamás podría olvidarlo, aunque quisiera hacerlo se aferraba a los recuerdos de que aunque un animal para los sentimientos lo que ella había sentido si era real.
Pasaron algunos días, el recuerdo fue aminorando, se llevó la molestia y su recuerdo ya no dolía, las funciones continuaron, los aplausos estallaron y el telón bajo tantas veces que no es posible contarlas, la sonrisa tímida de Annika volvió a cubrir su rostro y su tan asustadiza personalidad cobró vida de nuevo.
Todo había vuelto a la normalidad, o al menos eso pensó pero no esperaba lo que estaba por ocurrirle, después de todo dicen que el mundo es demasiado pequeño… la mayoría de los cirqueros habían tenido la mañana libre y bajaron a las calles de París para echar un vistazo, atender sus propios problemas personales, incluso su madre y su hermana gemela decidieron dar una vuelta por ahí, en el campamento solo se quedaron Anni y su padre adoptivo quien había mencionado esa mañana que tendría una reunión importante de negocios, todos intentaron convencer a la cambiaformas que también diera una vuelta por el lugar, pero no, ella quería quedarse ahí donde se sentía segura acompañada de su gato.
El silencio era algo que disfrutaba, sobre todo cuando subía a la cuerda que utilizaba para practicar, en ese lugar era la reina del mundo, era su lugar especial, cuando practicaba era una mujer diferente, llena de vida, su padre la miraba sentado en una vieja silla mientras fumaba su pipa, hasta que una sombra apareció detrás de los arbustos, la sorpresa de Annika no tardo en marcarse sobre su rostro, conocía esa silueta, distinguía claramente el olor particular de su dueño… ¿pero qué estaba haciendo ahí? La cambiaformas casi pierde el equilibro pero más fue su sorpresa cuando su propio padre llama al joven por su nombre… Annika intercambia miradas entre ambos bajándose de la cuerda de un salto mortal.
Ambos sujetos estrecharon la mano y se dirigieron a la oficina móvil, ella no sabía que hacer… si quedarse quieta o huir, no entendía nada… la curiosidad la hizo esconderse detrás de la puerta aunque realmente no pudo oír casi nada de la conversación de los dos hombres, solo algo sobre unos negocios… el corazón de Annika parecía intentar salirse de su pecho, eso solo le pasaba cuando estaba él tan cerca… lo peor fue que casi la descubren cuando abrió la puerta y el único en salir fue el cazador… al verlo de nuevo no supo más que hacer que buscar alejarse de él, no volvería a pasar por aquella humillación de nuevo… no volvería a estar cerca suyo… no de nuevo.
Pasaron algunos días, el recuerdo fue aminorando, se llevó la molestia y su recuerdo ya no dolía, las funciones continuaron, los aplausos estallaron y el telón bajo tantas veces que no es posible contarlas, la sonrisa tímida de Annika volvió a cubrir su rostro y su tan asustadiza personalidad cobró vida de nuevo.
Todo había vuelto a la normalidad, o al menos eso pensó pero no esperaba lo que estaba por ocurrirle, después de todo dicen que el mundo es demasiado pequeño… la mayoría de los cirqueros habían tenido la mañana libre y bajaron a las calles de París para echar un vistazo, atender sus propios problemas personales, incluso su madre y su hermana gemela decidieron dar una vuelta por ahí, en el campamento solo se quedaron Anni y su padre adoptivo quien había mencionado esa mañana que tendría una reunión importante de negocios, todos intentaron convencer a la cambiaformas que también diera una vuelta por el lugar, pero no, ella quería quedarse ahí donde se sentía segura acompañada de su gato.
El silencio era algo que disfrutaba, sobre todo cuando subía a la cuerda que utilizaba para practicar, en ese lugar era la reina del mundo, era su lugar especial, cuando practicaba era una mujer diferente, llena de vida, su padre la miraba sentado en una vieja silla mientras fumaba su pipa, hasta que una sombra apareció detrás de los arbustos, la sorpresa de Annika no tardo en marcarse sobre su rostro, conocía esa silueta, distinguía claramente el olor particular de su dueño… ¿pero qué estaba haciendo ahí? La cambiaformas casi pierde el equilibro pero más fue su sorpresa cuando su propio padre llama al joven por su nombre… Annika intercambia miradas entre ambos bajándose de la cuerda de un salto mortal.
Ambos sujetos estrecharon la mano y se dirigieron a la oficina móvil, ella no sabía que hacer… si quedarse quieta o huir, no entendía nada… la curiosidad la hizo esconderse detrás de la puerta aunque realmente no pudo oír casi nada de la conversación de los dos hombres, solo algo sobre unos negocios… el corazón de Annika parecía intentar salirse de su pecho, eso solo le pasaba cuando estaba él tan cerca… lo peor fue que casi la descubren cuando abrió la puerta y el único en salir fue el cazador… al verlo de nuevo no supo más que hacer que buscar alejarse de él, no volvería a pasar por aquella humillación de nuevo… no volvería a estar cerca suyo… no de nuevo.
Annika Klijnsma- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Endless Tales [privado]
Los días pasaban con normalidad, las entradas y salidas de los burdeles eran más frecuentes más porque no demoraba ni minutos, realmente eran segundos, y todo gracias a esa maldita rubia junto a esos ojos tristones y cálidos y esas manos tan delicadas que no han tocado cuerpo alguno ¡Fek blondinka! En mis adentro maldigo a los dioses y al dios cristiano por haberme cruzado con aquella zorra debí darle un tiro en la frente y así hubiera ahorrado muchos predicamentos como el tenerla clavada en la mente.
La taberna es la única que me atiende por horas y días seguidos, Tara ya ni me reconoce, y quien lo haría pues una maldita bruja me ha hechizado en cuerpo y alma –Tsk, odio a las rubias– mascullo en molestia con la risa de mi hermana que no deja de hostigarme por el mal momento que estoy pasando, cada una de las chácharas de ella me resulta aún más molesto y todo se resuelve en que debo arrancar a esa maldita virgen de mi pensamiento y para ello las piernas de las castañas y pelirrojas de los burdeles ayudan y una que otra colega de oficio; poco a poco voy olvidándola hasta que solo es un vago recuerdo de otra de mis conquistas.
Al cabo de una semana…En la mañana
Una cita llega a la mansión, siempre es sabido que un trabajo no se deja pasar y más cuando de viejos conocidos se trata, en Rusia se tiene en muy especial agrado a los amigos y colegas entonces ¿Por qué no echarle la mano a uno cuando lo necesita?, los dos hermanos habían asistido pero en mitad de camino Tara decide hacer una visita antes, eso gracias a que una “mujer de la vida alegre” en nuestro camino ha mencionado un nombre “Deker” provocando la furia de la pequeña Mirković, pobre hombre que aguante semejante fiera pasional, así que fue solo Isak a la cita en el circo, aquella mañana no estaría nadie, o eso se pensaba.
El hombre me recibe con agrado, un apretón de manos y unos golpes en la espalda a manera de saludo, luego de unas pequeñas palabras parecía que buscaba privacidad, y más faltaba, en aquella oficina el dialogo fue más directo pidiendo ayuda en cuanto a las “pequeñas” damitas que vivían ahí que ahora eran acechadas por lobos y el señor quería saber si eran lycans de alguna manada o solo eran ermitaños que se acercaban por comida o hembras para su procreación, acepto con gusto y con un trago de ron el trato se ha sellado, además de que necesito algo de distracción en la cacería.
Al salir de la oficina, aquellos ojos, aquellas manos delicadas y aquel maldito cabello rubio que se alejaba… ¿qué hace ella ahí? verla correr enciende mi ira ¿cómo se atreve a huir así? –Ah no, no huirás maldita rubia, ven acá– corro tras ella agarrando su brazo con brusquedad para que me enfrente –Tu maldita rubia de los infiernos sabes lo que has hecho todo este tiempo, eres la culpable de todo– sí, ella tenía la culpa de que no pudiera al principio estar con las prostitutas y con las otras no lograba concentrarse mucho y siempre la veía a ella en aquellos rostros sucios de lujuria, era a ella a quien se follaba cada noche y ahora que la tenía no la voy a dejar alejarse así no más.
La tomo con ambas manos zarandeándola en forma de reclamo y antes que salga palabra de esa boca de bruja zorra maldita ártica la beso, devoro aquellos labios carnosos, suaves y tersos con los brazos atando su cuerpo al mío.
Fek blondinka = púdrete rubia
La taberna es la única que me atiende por horas y días seguidos, Tara ya ni me reconoce, y quien lo haría pues una maldita bruja me ha hechizado en cuerpo y alma –Tsk, odio a las rubias– mascullo en molestia con la risa de mi hermana que no deja de hostigarme por el mal momento que estoy pasando, cada una de las chácharas de ella me resulta aún más molesto y todo se resuelve en que debo arrancar a esa maldita virgen de mi pensamiento y para ello las piernas de las castañas y pelirrojas de los burdeles ayudan y una que otra colega de oficio; poco a poco voy olvidándola hasta que solo es un vago recuerdo de otra de mis conquistas.
Al cabo de una semana…En la mañana
Una cita llega a la mansión, siempre es sabido que un trabajo no se deja pasar y más cuando de viejos conocidos se trata, en Rusia se tiene en muy especial agrado a los amigos y colegas entonces ¿Por qué no echarle la mano a uno cuando lo necesita?, los dos hermanos habían asistido pero en mitad de camino Tara decide hacer una visita antes, eso gracias a que una “mujer de la vida alegre” en nuestro camino ha mencionado un nombre “Deker” provocando la furia de la pequeña Mirković, pobre hombre que aguante semejante fiera pasional, así que fue solo Isak a la cita en el circo, aquella mañana no estaría nadie, o eso se pensaba.
El hombre me recibe con agrado, un apretón de manos y unos golpes en la espalda a manera de saludo, luego de unas pequeñas palabras parecía que buscaba privacidad, y más faltaba, en aquella oficina el dialogo fue más directo pidiendo ayuda en cuanto a las “pequeñas” damitas que vivían ahí que ahora eran acechadas por lobos y el señor quería saber si eran lycans de alguna manada o solo eran ermitaños que se acercaban por comida o hembras para su procreación, acepto con gusto y con un trago de ron el trato se ha sellado, además de que necesito algo de distracción en la cacería.
Al salir de la oficina, aquellos ojos, aquellas manos delicadas y aquel maldito cabello rubio que se alejaba… ¿qué hace ella ahí? verla correr enciende mi ira ¿cómo se atreve a huir así? –Ah no, no huirás maldita rubia, ven acá– corro tras ella agarrando su brazo con brusquedad para que me enfrente –Tu maldita rubia de los infiernos sabes lo que has hecho todo este tiempo, eres la culpable de todo– sí, ella tenía la culpa de que no pudiera al principio estar con las prostitutas y con las otras no lograba concentrarse mucho y siempre la veía a ella en aquellos rostros sucios de lujuria, era a ella a quien se follaba cada noche y ahora que la tenía no la voy a dejar alejarse así no más.
La tomo con ambas manos zarandeándola en forma de reclamo y antes que salga palabra de esa boca de bruja zorra maldita ártica la beso, devoro aquellos labios carnosos, suaves y tersos con los brazos atando su cuerpo al mío.
No importa si tú quieres, no me interesa si lo deseas, solo se hará lo que yo quiero y anhelo y ahora lo que más deseo es tu cuerpo al mío.
Fek blondinka = púdrete rubia
Isak & Tara Mirković- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Localización : En el frio
Re: Endless Tales [privado]
Nadie noto gran cambio en la actitud de la cambia formas después del primer encuentro, tal vez Makenna un poco pero lo pasaba por alto pensando que tal vez seguía enojada por haber tomado otra dirección y no haber terminado el paseo juntas, y tenía razón, Annika estaba molesta pero más que estarlo con su gemela, lo estaba consigo misma, no importaba que estuviera haciendo o donde estuviera, hasta el más mínimo detalle le hacían pensar en aquel hombre ruso.
No tenía idea que era lo que ese hombre le había dado, pero no conseguía sacarlo de su cabeza, incluso ahora tan cerca de él dudaba de que fuera real, estaba segura que en cualquier segundo despertaría de ese sueño y se encontraría así misma frustrada sin saber qué hacer, pero al parecer el cazador sabía exactamente cómo actuar, su beso la tomó por sorpresa, esa agresividad que tenía para besar la lastimaba pero no hizo nada para separarse de él, sino que al contrario rodeo su cuello con ambos brazos para cortar la distancia entre ambos, las estúpidas historias de amor eran reales, al menos en ese momento el mundo entero se congelo y solamente existían ellos dos en su propio mundo, no importaba nada ni nadie en ese momento.
No fue hasta que el ruido de la puerta la hizo volver en si, tenía que separarlo su padre no podía verlos así, no sabe de donde consiguió la fuerza de voluntad suficiente para alejarlo pero lo consiguió, aunque esto le trajo un dolor físico, la necesidad de volver a besarlo, para frenarse a sí misma se mordió el labio inferior con tanta fuerza que sangró.
– Veo que has conocido a una de mis pequeñas – la silueta masculina apareció detrás del cazador, Annika los miraba a ambos sin entender mucho lo que sucedía – Anni, él es Isak Mirkovic, hijo de un viejo amigo de la familia, estará algunos días entre nosotros, por favor hazlo sentir como en su casa – Annika sintió el corazón hasta la garganta en ese momento que estuvo a punto de vomitarlo, pero no dijo nada ¿Qué debía decir? Se limitó a asentir levemente.
El dueño del circo se disculpó con el cazador por la timidez de Annika – Cuando conozcas a su gemela verás que aquella nunca se calla – bromeó antes de disculparse y retirarse a su oficina de vuelta, las mejillas de Annika se encendieron al instante, ahora mismo estaba celosa de que su hermana fuera el centro de la conversación, para Annika; Makenna era tan perfecta que estaba segura de que el cazador sentiría esa atracción hacia ella como la mayoría de las personas.
Estaba mucho más que celosa y podía notarse en su mirada, tenía que dar media vuelta y volver a huir no le quedaba de otra… pero no lo hizo, - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? – dio media vuelta y susurró lo suficiente para que solo él pudiera oírla, lo reto levemente con la mirada antes de volver a mirar sus labios... ¿que mierda le habia dado?
No tenía idea que era lo que ese hombre le había dado, pero no conseguía sacarlo de su cabeza, incluso ahora tan cerca de él dudaba de que fuera real, estaba segura que en cualquier segundo despertaría de ese sueño y se encontraría así misma frustrada sin saber qué hacer, pero al parecer el cazador sabía exactamente cómo actuar, su beso la tomó por sorpresa, esa agresividad que tenía para besar la lastimaba pero no hizo nada para separarse de él, sino que al contrario rodeo su cuello con ambos brazos para cortar la distancia entre ambos, las estúpidas historias de amor eran reales, al menos en ese momento el mundo entero se congelo y solamente existían ellos dos en su propio mundo, no importaba nada ni nadie en ese momento.
No fue hasta que el ruido de la puerta la hizo volver en si, tenía que separarlo su padre no podía verlos así, no sabe de donde consiguió la fuerza de voluntad suficiente para alejarlo pero lo consiguió, aunque esto le trajo un dolor físico, la necesidad de volver a besarlo, para frenarse a sí misma se mordió el labio inferior con tanta fuerza que sangró.
– Veo que has conocido a una de mis pequeñas – la silueta masculina apareció detrás del cazador, Annika los miraba a ambos sin entender mucho lo que sucedía – Anni, él es Isak Mirkovic, hijo de un viejo amigo de la familia, estará algunos días entre nosotros, por favor hazlo sentir como en su casa – Annika sintió el corazón hasta la garganta en ese momento que estuvo a punto de vomitarlo, pero no dijo nada ¿Qué debía decir? Se limitó a asentir levemente.
El dueño del circo se disculpó con el cazador por la timidez de Annika – Cuando conozcas a su gemela verás que aquella nunca se calla – bromeó antes de disculparse y retirarse a su oficina de vuelta, las mejillas de Annika se encendieron al instante, ahora mismo estaba celosa de que su hermana fuera el centro de la conversación, para Annika; Makenna era tan perfecta que estaba segura de que el cazador sentiría esa atracción hacia ella como la mayoría de las personas.
Estaba mucho más que celosa y podía notarse en su mirada, tenía que dar media vuelta y volver a huir no le quedaba de otra… pero no lo hizo, - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? – dio media vuelta y susurró lo suficiente para que solo él pudiera oírla, lo reto levemente con la mirada antes de volver a mirar sus labios... ¿que mierda le habia dado?
Annika Klijnsma- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Endless Tales [privado]
Y eso era todo lo que deseaba, aquella figura, con sus cabellos dorados blandiéndose al paso de los vientos todo en ese maldito lugar era irreal tenía que serlo. Maldigo por lo bajo pues las peores pesadillas se estaban volviendo realidad.
“Ahí estoy en el fin del mundo sobre aquel barranco guiado pro la maldita voz de aquel ángel blondo que me llama con un canto tan piadoso y cándido que revela mis más oscuros y profundos deseos, corromperlo una y otra vez solo para hacerle sentir que era mía, solo mía, para siempre. Extiende su mano a la mía tomándonos en una caricia tan íntima que a los cielos los nubla por el pecado cargado en ese roce, la estoy follando solo con tocarla. La erección, aunque visible se vuelve en segundo plato cuando su sonrisa y ojos develan su pureza que será solo mía y es ahí cuando de esos labios suspira en un jadeo que me lleva al clímax, mi nombre, Tsk, maldita bruja, maldita rubia, maldita blanda de los infiernos, mi ángel dorado. ”
El sudor y las zorras debajo de mi gritando con puños sobre mi pecho a que me salga de ellas que las lastimo, no me descargo ni siquiera llego a la excitación completa y todo por esos ojos que me siguen en las noches y ahora ella estaba ahí, tan fresca como si no ocurría nada. Estaba tan normal, que enseguida me asalta la idea que ella no sentía nada tampoco –Tsk, al demonio todo– mascullo con evidente molestia, la rompería solo por el hecho de mostrarle que tampoco me importaba que ella no me quitaba el maldito sueño. Yo era el dueño de todo incluso de esa mujer y se lo haría saber, la atormentaría hasta que ella me pidiera que la lleve a ese mundo.
La sonrisa falsa al estrechar la mano de mi viejo conocido mirando a la pequeña cambiante como si no la hubiera visto –Vaya, no me había fijado en ella– se detiene como si la analizara, guardo en la mente su figura, ese perfil imponente de seguridad pero ahí justo en sus ojos veo el atisbo de los nervios, bajo a sus piernas con ese ligero temblor, le altera mi presencia –Tsk deberías presentarme a la otra hermana, quizás con ella se dé una buena batalla antes de la guerra– reí situándome tras Annika; demonios pensar en su nombre me revolvía en ira y dulzura. Deje escapar el aire de mis pulmones en un leve soplido a su nuca, justo en la curva de su cuello, ahí donde sus cabellos la cubrían, mis manos en su cintura de tratar de amigos. El beso en su nuca fue todo lo que pude dejar ahí con ella. La confundiría completamente, hare que se muera de curiosidad y luego me la devoraré porque…porque sí.
EL viejo ríe mirando la mano que surca por la cintura de la pequeña, capto el mensaje alejando un poco los dedos que bailan en su vestido. Se voltea para indicarme el camino dándome el tiempo necesario para dejar unas palabras a ella –Te espero, más noche aquí mismo cuando no haya nadie, no faltas o te buscaré a tu tienda y será peor para ti– otro beso en su nuca listo a partir a dar una vuelta por el lugar –Puedo olerte, se dónde estarás, lo que hago es secreto pero tiene que ver con algo mucho mejor– viaje la vista pro su cuerpo de forma rápida relamiéndome los labios, tomé la postura de “caballero decente” y aspiré el aroma del viento, tan fresco como los cabellos de mi pequeña zorrita ártica.
“Ahí estoy en el fin del mundo sobre aquel barranco guiado pro la maldita voz de aquel ángel blondo que me llama con un canto tan piadoso y cándido que revela mis más oscuros y profundos deseos, corromperlo una y otra vez solo para hacerle sentir que era mía, solo mía, para siempre. Extiende su mano a la mía tomándonos en una caricia tan íntima que a los cielos los nubla por el pecado cargado en ese roce, la estoy follando solo con tocarla. La erección, aunque visible se vuelve en segundo plato cuando su sonrisa y ojos develan su pureza que será solo mía y es ahí cuando de esos labios suspira en un jadeo que me lleva al clímax, mi nombre, Tsk, maldita bruja, maldita rubia, maldita blanda de los infiernos, mi ángel dorado. ”
El sudor y las zorras debajo de mi gritando con puños sobre mi pecho a que me salga de ellas que las lastimo, no me descargo ni siquiera llego a la excitación completa y todo por esos ojos que me siguen en las noches y ahora ella estaba ahí, tan fresca como si no ocurría nada. Estaba tan normal, que enseguida me asalta la idea que ella no sentía nada tampoco –Tsk, al demonio todo– mascullo con evidente molestia, la rompería solo por el hecho de mostrarle que tampoco me importaba que ella no me quitaba el maldito sueño. Yo era el dueño de todo incluso de esa mujer y se lo haría saber, la atormentaría hasta que ella me pidiera que la lleve a ese mundo.
La sonrisa falsa al estrechar la mano de mi viejo conocido mirando a la pequeña cambiante como si no la hubiera visto –Vaya, no me había fijado en ella– se detiene como si la analizara, guardo en la mente su figura, ese perfil imponente de seguridad pero ahí justo en sus ojos veo el atisbo de los nervios, bajo a sus piernas con ese ligero temblor, le altera mi presencia –Tsk deberías presentarme a la otra hermana, quizás con ella se dé una buena batalla antes de la guerra– reí situándome tras Annika; demonios pensar en su nombre me revolvía en ira y dulzura. Deje escapar el aire de mis pulmones en un leve soplido a su nuca, justo en la curva de su cuello, ahí donde sus cabellos la cubrían, mis manos en su cintura de tratar de amigos. El beso en su nuca fue todo lo que pude dejar ahí con ella. La confundiría completamente, hare que se muera de curiosidad y luego me la devoraré porque…porque sí.
EL viejo ríe mirando la mano que surca por la cintura de la pequeña, capto el mensaje alejando un poco los dedos que bailan en su vestido. Se voltea para indicarme el camino dándome el tiempo necesario para dejar unas palabras a ella –Te espero, más noche aquí mismo cuando no haya nadie, no faltas o te buscaré a tu tienda y será peor para ti– otro beso en su nuca listo a partir a dar una vuelta por el lugar –Puedo olerte, se dónde estarás, lo que hago es secreto pero tiene que ver con algo mucho mejor– viaje la vista pro su cuerpo de forma rápida relamiéndome los labios, tomé la postura de “caballero decente” y aspiré el aroma del viento, tan fresco como los cabellos de mi pequeña zorrita ártica.
Isak & Tara Mirković- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Localización : En el frio
Re: Endless Tales [privado]
¿Esto en verdad ha pasado? ¿No ha sido otro sueño más de los que últimamente tiene con aquel hombre? No… no lo es, lo sabe porque ya no siente ese vacío que la acompañaba todos los días desde que ya no lo veía más, sabe que era él quien le faltaba aunque suene cursi.
Y una cosa es que lo encuentres por casualidad en medio del bosque, otra muy diferente que tenga esa clase de camaradería con su padre, Annika pasa a ser un segundo plano cuando los mira alejarse, espera que algo pase, no sabe realmente el qué, si el aire volver a sus pulmones o que sus piernas se atrevan a dar un paso hacia el frente. No lo consigue.
El tiempo que antes parecía haberse congelado ahora avanza con tal rapidez que todos han vuelto al circo, casi es hora de cenar, Makenna busca por todos lados a la desaparecida Annika, ella ha permanecido en el mismo lugar, no dice palabra alguna de lo que le ha pasado, a nadie le sorprende de nueva cuenta su seriedad… “ella es así”.
No consigue comer nada esa noche, sabe que si prueba un solo bocado vomitara enseguida, la única que se percata de su cambio es su madre, quien no tarda en tocarle la frente esperando que no esté enferma, pero no, no hay calor que cubra sus mejillas, al menos no de ese modo – Estoy bien – asegura antes de de levantarse y retirarse a intentar descansar. Al menos lo intentará hasta que todos estén completamente dormidos.
Solo dio vueltas en la cama, su madre ya ha ido a darle el beso de las buenas noches, no volverá hasta el día siguiente, espera un rato más antes de tomar un abrigo que cubra su viejo vestido veraniego y salir en su encuentro, ¿Por qué lo hacía? Probablemente porque estaba loca, pudo haberle dicho a su padre de aquel primer encuentro, pudo alertar a todos los del circo de que ese hombre le molestaba, la gente del circo era tan unida que la defenderían porque todos ellos eran una enorme familia.
Pero no era lo que ella quería, en verdad quería verlo, tanto que no podía esconderlo, más adelante estaba la jaula de Tristán, si la veía su hermana sabría que estuvo afuera de cama – Por favor Tristán… no le digas nada a Makenna, estoy bien – el enorme león no cree en sus palabras pero asiente, la cambiaformas le acaricia el mentón antes de continuar con su camino.
Ha llegado bastante antes, no hay ni un solo rastro de aquel joven, su cabello se mueve con el viento, intenta calmar el pecho, pero cada segundo que pasa vuelve a sentir el mismo vacio de siempre ¿Qué tal si él no iba? No podía ser posible… entonces una silueta apareció de entre los arbustos. Como lo había extrañado.
Y una cosa es que lo encuentres por casualidad en medio del bosque, otra muy diferente que tenga esa clase de camaradería con su padre, Annika pasa a ser un segundo plano cuando los mira alejarse, espera que algo pase, no sabe realmente el qué, si el aire volver a sus pulmones o que sus piernas se atrevan a dar un paso hacia el frente. No lo consigue.
El tiempo que antes parecía haberse congelado ahora avanza con tal rapidez que todos han vuelto al circo, casi es hora de cenar, Makenna busca por todos lados a la desaparecida Annika, ella ha permanecido en el mismo lugar, no dice palabra alguna de lo que le ha pasado, a nadie le sorprende de nueva cuenta su seriedad… “ella es así”.
No consigue comer nada esa noche, sabe que si prueba un solo bocado vomitara enseguida, la única que se percata de su cambio es su madre, quien no tarda en tocarle la frente esperando que no esté enferma, pero no, no hay calor que cubra sus mejillas, al menos no de ese modo – Estoy bien – asegura antes de de levantarse y retirarse a intentar descansar. Al menos lo intentará hasta que todos estén completamente dormidos.
Solo dio vueltas en la cama, su madre ya ha ido a darle el beso de las buenas noches, no volverá hasta el día siguiente, espera un rato más antes de tomar un abrigo que cubra su viejo vestido veraniego y salir en su encuentro, ¿Por qué lo hacía? Probablemente porque estaba loca, pudo haberle dicho a su padre de aquel primer encuentro, pudo alertar a todos los del circo de que ese hombre le molestaba, la gente del circo era tan unida que la defenderían porque todos ellos eran una enorme familia.
Pero no era lo que ella quería, en verdad quería verlo, tanto que no podía esconderlo, más adelante estaba la jaula de Tristán, si la veía su hermana sabría que estuvo afuera de cama – Por favor Tristán… no le digas nada a Makenna, estoy bien – el enorme león no cree en sus palabras pero asiente, la cambiaformas le acaricia el mentón antes de continuar con su camino.
Ha llegado bastante antes, no hay ni un solo rastro de aquel joven, su cabello se mueve con el viento, intenta calmar el pecho, pero cada segundo que pasa vuelve a sentir el mismo vacio de siempre ¿Qué tal si él no iba? No podía ser posible… entonces una silueta apareció de entre los arbustos. Como lo había extrañado.
Annika Klijnsma- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Endless Tales [privado]
Con un guiño fue todo lo que pude dejarle a aquella mujer. La detestaba, me detestaba pero por el simple hecho de que ella se me había vuelto importante, estaba poniendo mi mundo de cabeza ¿Cómo era posible ello?, como era factible que aquellos cabellos y esos ojos cálidos me tuvieran encandilado. Hechicera, eso debía ser ella, una maldita bruja que va a su pasa conquistando los corazones de hombres fuertes para fornicar con ellos y sacarles la semilla para tener guerreros fuertes.
No, su piel no huele como de una bruja, su piel huele más al bosque cubierto de una fina capa de lluvia, las hojas caídas siendo tocadas por la tierra húmeda albergando un poco de ese manantial puro de agua virgen. Tenía que ser mía, no permitiría que fuera de ningún hombre más. Esa mujer iba a ser mía quiera ella o no.
El viejo hablaba y parloteaba algunas cosas, en algunos momentos gano golpes en el estómago y espalda por andarme de distraído, y quien no lo estaría con aquella cabellera dorada y esos labios finos y carnosos que se movían, sus manos deslizándose, rozándose entre sí en pura señal de nervios. La ponía nerviosa eso era buena señal. “Si ponte nerviosa por mí, mírate tan hermosa con ese vestido pero mejor eres sin el” malditos pensamientos que llevaron a los ojos a posarse sobre aquel pecho que subía y bajaba.
Tenía que borrarla de la mente pero cada vez que lo intentaba volví a aparecer, su figura delgada, su silueta perfecta, esa piel blanca y delicada que deseaba probar con mis labios y dientes sobre una cama, ese cuello y sobre todo esos malditos labios que se movían para enloquecerme. Tengo que acabar con ello, debo saber si ella quiere, yo quiero, yo necesito.
Me alejo con el plan de vigilar toda la noche, dos compañeros me acompañan y mi querida hermana que desde hace días está más violenta que de costumbre, aseguro que fue un hombre que la dejó o insatisfecha o fue el único capaz de satisfacerla en todos sus ámbitos. Ella vigila uno el norte, mis otros compañeros el sur y este, dejaríamos el oeste libre para darles entrada a lo que sea que esté rondando por ahí, me quedo en aquel lugar refugiado por la oscuridad sobre uno de los carromatos, ansiando ver a mi “malykh”
Las horas van pasando y la densa noche se hace aún más oscura, con poca visibilidad solo puedo confiar en los otros sentidos, el oído, olfato y tacto. Un pequeño y minúsculo ruido se puede oír acercándose, pasos pequeños y sinuosos cual secreto a punto de ser descubierto, al descender del carromato alisto el arma, tirando del gatillo escondiéndola en la americana negra unida a esta, un arma de plata junto a un cuchillo en la otra mano de igual material. Estoy cerca de quien provoca el ruido hasta que las estrellas iluminan a mi tormento, era ella, había ido. Fue todo lo que necesite.
Guardo las armas acercándome a ella, su rosto sigue igual como cuando la conocí, temerosa, nerviosa, asustada, me gustaba ver todas esas emociones en aquel rostro y por ello… “anhelo ver esas y más emociones cada mañana.” ¿Qué demonios fue ese pensamiento?, lo borro porque no es correcto, no lo es ¿o sí? No saberlo me enfurece; estaba a tres pasos…extiendo la mano, solo dos pasos más, mis dedos tocan su rostro, un paso más y…la tomé entre mis brazos besándole con toda la pasión que me quedaba por ella.
Sus labios los tome entre los míos, la diestra sobre su nuca haciendo más profundo aquel ósculo, la zurda en su cintura apresándola a que no se aleje, ni que se atreva o la arrastraría junto a mí en aquel lugar y la tomaría en ese momento. Introduje la lengua para un baile de frenesí, su lengua inexperta buscaba para saborearla con mis labios, jugaba con su lengua, con sus labios a los que mordía levemente.
–Dios Annika, dime que sí, lo necesito– rompo el beso para unir nuestras frentes con la respiración agitada –Que me haces, ¿por qué me has hechizado? Me vuelves loco Annika me destrozas y haces que quiera destrozarte– el pulgar de la diestra roza aquellos labios abriéndolos un poco, ahí queda la pronta huella del beso que solo yo se lo daré de ahora en adelante. Pero había un detalle aun. ¿Qué sentía ella por mí? ¿Qué siento por ella?
–Tsk, maldición– al girar el rostro evito mostrarle esos sentimientos que fueron inútiles, hasta ahora, –Que has hecho mujer, ¿por qué a mí?, debes alejarte y odiarme pero eso hace que te odie más por quererte ir cuando te quiero cerca, cuando quiero que toda tu inexperiencia sea conmigo, cuando soy el que quiere conquistar tu ser y destruirlo– y ahí estaba la confesión perfecta de lo que sentía por ella. –Y tú tan indiferente a ello, tan fría que estoy seguro que ya retozaste con otro riéndote de mí cual zorra maldita que se burla de uno, y ello me da más rabia– las manos en la cintura pequeña de ella atrayendo ese cuerpo al mío. Eso quería que ella dijera sus palabras su confesión.
No era él un creyente, pero en ese momento juró que Dios estaba jugando con él una partida de pocker donde él tenía las de perder.
Malykh = pequeña en ruso
No, su piel no huele como de una bruja, su piel huele más al bosque cubierto de una fina capa de lluvia, las hojas caídas siendo tocadas por la tierra húmeda albergando un poco de ese manantial puro de agua virgen. Tenía que ser mía, no permitiría que fuera de ningún hombre más. Esa mujer iba a ser mía quiera ella o no.
El viejo hablaba y parloteaba algunas cosas, en algunos momentos gano golpes en el estómago y espalda por andarme de distraído, y quien no lo estaría con aquella cabellera dorada y esos labios finos y carnosos que se movían, sus manos deslizándose, rozándose entre sí en pura señal de nervios. La ponía nerviosa eso era buena señal. “Si ponte nerviosa por mí, mírate tan hermosa con ese vestido pero mejor eres sin el” malditos pensamientos que llevaron a los ojos a posarse sobre aquel pecho que subía y bajaba.
Tenía que borrarla de la mente pero cada vez que lo intentaba volví a aparecer, su figura delgada, su silueta perfecta, esa piel blanca y delicada que deseaba probar con mis labios y dientes sobre una cama, ese cuello y sobre todo esos malditos labios que se movían para enloquecerme. Tengo que acabar con ello, debo saber si ella quiere, yo quiero, yo necesito.
Me alejo con el plan de vigilar toda la noche, dos compañeros me acompañan y mi querida hermana que desde hace días está más violenta que de costumbre, aseguro que fue un hombre que la dejó o insatisfecha o fue el único capaz de satisfacerla en todos sus ámbitos. Ella vigila uno el norte, mis otros compañeros el sur y este, dejaríamos el oeste libre para darles entrada a lo que sea que esté rondando por ahí, me quedo en aquel lugar refugiado por la oscuridad sobre uno de los carromatos, ansiando ver a mi “malykh”
Las horas van pasando y la densa noche se hace aún más oscura, con poca visibilidad solo puedo confiar en los otros sentidos, el oído, olfato y tacto. Un pequeño y minúsculo ruido se puede oír acercándose, pasos pequeños y sinuosos cual secreto a punto de ser descubierto, al descender del carromato alisto el arma, tirando del gatillo escondiéndola en la americana negra unida a esta, un arma de plata junto a un cuchillo en la otra mano de igual material. Estoy cerca de quien provoca el ruido hasta que las estrellas iluminan a mi tormento, era ella, había ido. Fue todo lo que necesite.
Guardo las armas acercándome a ella, su rosto sigue igual como cuando la conocí, temerosa, nerviosa, asustada, me gustaba ver todas esas emociones en aquel rostro y por ello… “anhelo ver esas y más emociones cada mañana.” ¿Qué demonios fue ese pensamiento?, lo borro porque no es correcto, no lo es ¿o sí? No saberlo me enfurece; estaba a tres pasos…extiendo la mano, solo dos pasos más, mis dedos tocan su rostro, un paso más y…la tomé entre mis brazos besándole con toda la pasión que me quedaba por ella.
Sus labios los tome entre los míos, la diestra sobre su nuca haciendo más profundo aquel ósculo, la zurda en su cintura apresándola a que no se aleje, ni que se atreva o la arrastraría junto a mí en aquel lugar y la tomaría en ese momento. Introduje la lengua para un baile de frenesí, su lengua inexperta buscaba para saborearla con mis labios, jugaba con su lengua, con sus labios a los que mordía levemente.
–Dios Annika, dime que sí, lo necesito– rompo el beso para unir nuestras frentes con la respiración agitada –Que me haces, ¿por qué me has hechizado? Me vuelves loco Annika me destrozas y haces que quiera destrozarte– el pulgar de la diestra roza aquellos labios abriéndolos un poco, ahí queda la pronta huella del beso que solo yo se lo daré de ahora en adelante. Pero había un detalle aun. ¿Qué sentía ella por mí? ¿Qué siento por ella?
–Tsk, maldición– al girar el rostro evito mostrarle esos sentimientos que fueron inútiles, hasta ahora, –Que has hecho mujer, ¿por qué a mí?, debes alejarte y odiarme pero eso hace que te odie más por quererte ir cuando te quiero cerca, cuando quiero que toda tu inexperiencia sea conmigo, cuando soy el que quiere conquistar tu ser y destruirlo– y ahí estaba la confesión perfecta de lo que sentía por ella. –Y tú tan indiferente a ello, tan fría que estoy seguro que ya retozaste con otro riéndote de mí cual zorra maldita que se burla de uno, y ello me da más rabia– las manos en la cintura pequeña de ella atrayendo ese cuerpo al mío. Eso quería que ella dijera sus palabras su confesión.
No era él un creyente, pero en ese momento juró que Dios estaba jugando con él una partida de pocker donde él tenía las de perder.
Malykh = pequeña en ruso
Isak & Tara Mirković- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Localización : En el frio
Re: Endless Tales [privado]
No podía ser miedo lo que sentía, o tal vez si… si, no… ¿sí?.. Si pero no del que todo mundo piensa, ese hombre no le daba miedo sino le daba miedo lo que le hacía sentir y esa confusión eterna de lo que pasaba por su cabeza, desde que lo conoció sabía que no había un punto intermedio en su comportamiento podría ser un príncipe o podría convertirse en la bestia, el villano del cuento, la mayor parte de las veces era la segunda versión.
Se sentía confundida porque no sabía que estaba bien realmente, si estar con él o pensar estar con él cuando seguramente estar a su lado sería peligroso para la pobre y pequeña Annika, lo peor era que no le importaba, por primera vez en su vida estaba dispuesta a correr riesgos más grandes de los que había corrido nunca, por eso estaba parada en aquel lugar a altas horas de la noche, esperando su compañía.
La pequeña zorrita dio un pequeño brinco cuando oyó pasos a su espalda, se sintió estúpida cuando se percato de su presencia ¿Quién más podría ser? Era obvio de quien eran los pasos, lo miró fijamente con sus propias manos entrelazadas a la altura de su pecho, como era de esperarse la volvió a besar con ese salvajismo propio de él, Annika hizo una mueca de dolor al primer contacto, aun no se acostumbraba a la brusquedad de su ser, pero no lo rechazó, siguió aquel beso como había hecho la primera vez, ahora con un poco más de “experiencia” que antes, poso las manos sobre los brazos masculinos tirando levemente de su camiseta.
Lo que si le sorprendió fueron sus palabras, aquella confesión que no entendía, era bastante rudo hasta para expresar sus sentimientos, ¿Qué estaba diciéndole? ¿Qué él también la quería? No se trataba de placer carnal como él había querido demostrar ¿no? Annika no sabía que decir, su primera reacción fue reír, pero no de sus sentimientos era claro que ella también sentía eso por él, se tapo la boca enseguida después de haber soltado esa suave risa, él giró el rostro para que ella no lo mirara pero no la soltó, eso era bueno.
Annika se atrevió a extender una mano para tocar su mejilla y hacerle girar el rostro para que la mirara, sonrió un poco ¿En verdad crees que he estado con alguien más antes de ti? – eso era lo que le daba risa realmente, el hecho de que siguiera seguro de que ella estaba detrás de cualquier hombre que se le pusiera enfrente.
– Eres realmente un tonto cuando de sentimientos se trata ¿no? Lo que tú sientes es cariño, ¿nunca has demostrado cariño a nadie? ¿Ni a tu familia? – acarició levemente su mejilla sintiendo su pequeña barba rozar sus dedos – No soy indiferente a lo que sientes, tampoco sé que siento por ti, se que siento cariño, tengo ganas de verte todos los días, quiero conocer una faceta tuya que no se trate de solo follar, porque eso no es lo que una chica espera - puso un dedo sobre sus labios para que no hablara hasta que ella terminara.
– Se que dijiste que no eres el príncipe de los cuentos de hadas pero tampoco creo que seas el villano, y sé que siento algo por ti pero no puedo ponerle un nombre porque nunca he tenido a alguien más, si es amor quiero ponerle el título con el tiempo – tomó su mano y la paso por sus labios besando las yemas de sus dedos.
Se sentía confundida porque no sabía que estaba bien realmente, si estar con él o pensar estar con él cuando seguramente estar a su lado sería peligroso para la pobre y pequeña Annika, lo peor era que no le importaba, por primera vez en su vida estaba dispuesta a correr riesgos más grandes de los que había corrido nunca, por eso estaba parada en aquel lugar a altas horas de la noche, esperando su compañía.
La pequeña zorrita dio un pequeño brinco cuando oyó pasos a su espalda, se sintió estúpida cuando se percato de su presencia ¿Quién más podría ser? Era obvio de quien eran los pasos, lo miró fijamente con sus propias manos entrelazadas a la altura de su pecho, como era de esperarse la volvió a besar con ese salvajismo propio de él, Annika hizo una mueca de dolor al primer contacto, aun no se acostumbraba a la brusquedad de su ser, pero no lo rechazó, siguió aquel beso como había hecho la primera vez, ahora con un poco más de “experiencia” que antes, poso las manos sobre los brazos masculinos tirando levemente de su camiseta.
Lo que si le sorprendió fueron sus palabras, aquella confesión que no entendía, era bastante rudo hasta para expresar sus sentimientos, ¿Qué estaba diciéndole? ¿Qué él también la quería? No se trataba de placer carnal como él había querido demostrar ¿no? Annika no sabía que decir, su primera reacción fue reír, pero no de sus sentimientos era claro que ella también sentía eso por él, se tapo la boca enseguida después de haber soltado esa suave risa, él giró el rostro para que ella no lo mirara pero no la soltó, eso era bueno.
Annika se atrevió a extender una mano para tocar su mejilla y hacerle girar el rostro para que la mirara, sonrió un poco ¿En verdad crees que he estado con alguien más antes de ti? – eso era lo que le daba risa realmente, el hecho de que siguiera seguro de que ella estaba detrás de cualquier hombre que se le pusiera enfrente.
– Eres realmente un tonto cuando de sentimientos se trata ¿no? Lo que tú sientes es cariño, ¿nunca has demostrado cariño a nadie? ¿Ni a tu familia? – acarició levemente su mejilla sintiendo su pequeña barba rozar sus dedos – No soy indiferente a lo que sientes, tampoco sé que siento por ti, se que siento cariño, tengo ganas de verte todos los días, quiero conocer una faceta tuya que no se trate de solo follar, porque eso no es lo que una chica espera - puso un dedo sobre sus labios para que no hablara hasta que ella terminara.
– Se que dijiste que no eres el príncipe de los cuentos de hadas pero tampoco creo que seas el villano, y sé que siento algo por ti pero no puedo ponerle un nombre porque nunca he tenido a alguien más, si es amor quiero ponerle el título con el tiempo – tomó su mano y la paso por sus labios besando las yemas de sus dedos.
Annika Klijnsma- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Endless Tales [privado]
“Los hombres no expresan sus sentimientos, eso es para mujeres, como para tu hermana Tara, deja esa bazofia a ella, tu solo debes follarte a tantas mujeres puedas para aumentar tu reputación; ¿casarte?, bueno eso es algo que con el tiempo te llega pero debe ser una mujer digna de tu condición, que cada revolcón sea una batalla para que ambos disfruten, ese es un buen prospecto para un Mirković, no puede ser más débil que uno”
Aquellas malditas palabras hicieron mella en la cabeza en aquel momento, mal hora que escogieron las muyas desgraciadas en aparecer ¿por qué ahora? ¿Por qué con ella? ¿Qué demonios era ella? Masculle molesto por todo eso, sus labios que se movían y esa fe que tenía, esa calidez en sus labios y en su mirada, mirar sus ojos produce algo extraño, aquella ira se disipa un poco y dejan que me concentre en el movimiento de sus labios tomando atención a las palabras.
“Príncipe, bestia, no ha estado con otro hombre, cariño, amor, sentimientos”
La confusión se hace presente, alejo su presencia de la mía pero no con la brusquedad habitual con la que patearía a cualquier prostituta, solo es un leve empujón, no puedo enfrentar esa mirada, los puños cerrados y los dientes resonando de lo apretada que tenía la mandíbula, la quería, si, la quería solo para mí, quería verla cada día, cada noche, verla con hijos míos, ¿Qué demonios pensaba? ¿ella con mis hijos?, no, no puede ser posible, no puede ser deseo, es solo follarme, quitarle la maldita virginidad. Los ojos los abro de par en par –CALLATE– golpeo los puños contra uno de los árboles –Cierra tu boca y no digas más ¿sentimientos, amor, cariño? – sin importar nada mostraría que se equivocaba, solo era la bestia de los cuentos, cuentos de horror.
Arrastro su cuerpo contra el suelo empujando la cadera contra la de ella, frotando con la zurda uno de sus pequeños pezones –Tsk, sigues siendo plana– apretó ese seno un poco más buscando excitarme para tomarla ahí mismo –¿no sabes qué es esto? ¿Cómo esperas entonces que con el tiempo le puedas poner nombre? – sujeto más aquel seno pero nada. Sus ojos, sus labios, su respiración, su maldita fragilidad. Solté aquel agarre posesivo llevando los dedos a la mejilla de ella acariciándola con esa dulzura, una que jamás había sentido, es como si la fuera a romper ¿quería hacerlo?, si pero de otras maneras. Beso su mentón subiendo por la mejilla que acaricie, poco a poco cedo en el agarra recargándome sobre la diestra el peso del cuerpo para no aplastarla por completo. Esos ojos son mi perdición.
–Tsk maldita– sea mascullo molesto –Annika, oh mi malykh Annika, jamás sentí esas emociones que mencionas mucho menos el cariño, claro que no es lo mismo lo que siento por Tara es mi Hermana y quiero protegerla pero porque somos familia, es lo que llaman el común amor familiar pero es normal eso, Annika me haces que te odie y me odie por ello, mira lo que has hecho que haga que quiera tomar tu maldita virginidad aquí y ahora, que te destruya y te devore como lo que soy una maldita bestia de la cual luego se jactará de haber estado con una virgen, pero mira lo que consigues con tus ojos. Oh mi pequeña zorrita ártica, eres tan fría que me derrites– abrir sus labios con los dedos y luego posar los míos, eso era todo lo que necesitaba. Ahora el beso era distinto, más pausado con aquella palabra de “sen…sentí…sentimientos”. Sí, tenía sentimientos a ella pero no se los diría de frente.
Ante todo el orgullo de hombre.
Isak & Tara Mirković- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Localización : En el frio
Re: Endless Tales [privado]
Y volvían a los mismos patrones, lo mismo que habían estado haciendo todo este tiempo, era tan confuso estar con él, ¿la quería? ¿La odiaba? ¿Su puta o su amada? ¿A que estaban jugando? Annika no entendía nada de lo que sucedía en la cabeza y en el corazón de ese cazador.
Podía convertirse en la persona que más la intimidaba y que más protectora la hacía sentir, por primera vez en todo este tiempo que llevaba de conocerlo no tuvo miedo de su rudeza ni de sus caricias, tuvo más miedo de la suavidad con la que la besaba de a ratos, de la delicadeza que la trataba, no se trataba de masoquismo, sino de un sentimiento que nunca antes había experimentado…
Estaba acostumbrada a ser tan suave y débil como una pequeña mariposa que lucha contra el invierno sintiendo como sus alas se congelaban, solía ser la persona a la que el mundo debía cuidar de cualquiera e incluso de ella misma, tan delicada y tan tímida pero por primera vez… pudo notar un cambio en su interior.
Sintió fuerza de donde aun no lo entendía pero entendió que esta vez era ella quien estaba destinada a cuidar a aquel cazador, físicamente era un hombre fuerte, su oficio le exigía ser una persona que no tuviera sentimientos, eran bestias por profesión y no por gusto, sus sentimientos eran los que estaban congelados… eran fuego y hielo, ella debía calentar su alma, proteger su corazón.
Era fuerte pero su corazón no lo era, era como de cristal, tan frágil que ella no sabía cómo manejarlo, pero estaba dispuesta a correr el riesgo, esta vez un poco más segura de sus movimientos busco la mano del cazador que antes había aprisionado su pecho, entrelazando los dedos con los suyos, buscó de igual manera la mano que separaba los cuerpos de ambos, dejando que se recostara completamente sobre ella.
Tenía miedo pero tenía que ser fuerte, no buscaba placer carnal, eso no estaba en la lista de sus deseos, al menos no por ahora, era una entrega completamente diferente, ella estaba lista para entregarse en cuerpo y alma a aquel ser que con palabras la confundía pero que cuando la besaba de aquella manera entendía lo que su voz callaba.
Abrió un poco sus piernas para dejar que el cuerpo masculino se amoldara al propio, sus manos ahora libres pasearon con timidez por la espalda de su amado, colándose con lentitud bajo su camisa sintiendo por primera vez la calidez de su cuerpo con las yemas de sus dedos.
Selló los labios de su amado con los suyos, no quería que siguiera diciendo nada, porque ninguno de los dos sabía exactamente el nombre para todo lo que estaban sintiendo, era un cúmulo de emociones que iban y venían, de lo único que la pequeña zorrita estaba segura era que quería aprender el significado y ponerles el nombre a sus sensaciones con él a su lado, no quería pensar en el futuro porque era incierto, en lo único que quería pensar era en tenerlo a su lado por el tiempo que pudiera, todos los días formar un futuro juntos, sin ningún obstáculo entre ellos, sobre todo aquellas murallas que ambos lentamente iban derrumbando juntos.
Por supuesto que seguía teniendo miedo de lo que estaba ocurriendo, no quería despertar y darse cuenta de que él se iría, pero una parte muy interna en ella le gritaba que no tuviera miedo, que se dejara llevar por él, que caminaran juntos por la senda que sus destinos estaban abriendo.
–¿tienes tanto miedo como yo? Estoy aterrada Isak… pero me he enamorado del villano que dices ser, sé que no eres tan malo como dices, sé que tienes miedo, porque de lo único que mi vida ha estado compuesta todo este tiempo, es miedo, miedo a todo lo que me rodea, a dejar que la gente me lastime y sé que tú me lastimaras pero estoy aquí arriesgándome por ti, de eso se trata el amor
Podía convertirse en la persona que más la intimidaba y que más protectora la hacía sentir, por primera vez en todo este tiempo que llevaba de conocerlo no tuvo miedo de su rudeza ni de sus caricias, tuvo más miedo de la suavidad con la que la besaba de a ratos, de la delicadeza que la trataba, no se trataba de masoquismo, sino de un sentimiento que nunca antes había experimentado…
Estaba acostumbrada a ser tan suave y débil como una pequeña mariposa que lucha contra el invierno sintiendo como sus alas se congelaban, solía ser la persona a la que el mundo debía cuidar de cualquiera e incluso de ella misma, tan delicada y tan tímida pero por primera vez… pudo notar un cambio en su interior.
Sintió fuerza de donde aun no lo entendía pero entendió que esta vez era ella quien estaba destinada a cuidar a aquel cazador, físicamente era un hombre fuerte, su oficio le exigía ser una persona que no tuviera sentimientos, eran bestias por profesión y no por gusto, sus sentimientos eran los que estaban congelados… eran fuego y hielo, ella debía calentar su alma, proteger su corazón.
Era fuerte pero su corazón no lo era, era como de cristal, tan frágil que ella no sabía cómo manejarlo, pero estaba dispuesta a correr el riesgo, esta vez un poco más segura de sus movimientos busco la mano del cazador que antes había aprisionado su pecho, entrelazando los dedos con los suyos, buscó de igual manera la mano que separaba los cuerpos de ambos, dejando que se recostara completamente sobre ella.
Tenía miedo pero tenía que ser fuerte, no buscaba placer carnal, eso no estaba en la lista de sus deseos, al menos no por ahora, era una entrega completamente diferente, ella estaba lista para entregarse en cuerpo y alma a aquel ser que con palabras la confundía pero que cuando la besaba de aquella manera entendía lo que su voz callaba.
Abrió un poco sus piernas para dejar que el cuerpo masculino se amoldara al propio, sus manos ahora libres pasearon con timidez por la espalda de su amado, colándose con lentitud bajo su camisa sintiendo por primera vez la calidez de su cuerpo con las yemas de sus dedos.
Selló los labios de su amado con los suyos, no quería que siguiera diciendo nada, porque ninguno de los dos sabía exactamente el nombre para todo lo que estaban sintiendo, era un cúmulo de emociones que iban y venían, de lo único que la pequeña zorrita estaba segura era que quería aprender el significado y ponerles el nombre a sus sensaciones con él a su lado, no quería pensar en el futuro porque era incierto, en lo único que quería pensar era en tenerlo a su lado por el tiempo que pudiera, todos los días formar un futuro juntos, sin ningún obstáculo entre ellos, sobre todo aquellas murallas que ambos lentamente iban derrumbando juntos.
Por supuesto que seguía teniendo miedo de lo que estaba ocurriendo, no quería despertar y darse cuenta de que él se iría, pero una parte muy interna en ella le gritaba que no tuviera miedo, que se dejara llevar por él, que caminaran juntos por la senda que sus destinos estaban abriendo.
–¿tienes tanto miedo como yo? Estoy aterrada Isak… pero me he enamorado del villano que dices ser, sé que no eres tan malo como dices, sé que tienes miedo, porque de lo único que mi vida ha estado compuesta todo este tiempo, es miedo, miedo a todo lo que me rodea, a dejar que la gente me lastime y sé que tú me lastimaras pero estoy aquí arriesgándome por ti, de eso se trata el amor
Annika Klijnsma- Cambiante Clase Baja
- Mensajes : 31
Fecha de inscripción : 14/01/2014
Re: Endless Tales [privado]
Una sola palabra fue suficiente para dejarme idiotizado por minutos, horas o quizás semanas, no sabría decir a tiempo exacto que era aquello que ocurrió pero saber que una mujer, cualquiera que no fuera mi hermana, molestar con aquella palabra que traía mi hombría y lado de cazador era, era…increíble y por ello la risa no la contuve, reí con tanta fuerza que parecía anormal todo ello.
Acomodó mi cuerpo sobre el suyo de tal manera que parecíamos unos amantes furtivos dispuesto a tener una noche alocada hasta que el sol calentase la piel, pero no, no había nada de ello más allá de besos, de su lengua traviesa e inocente que jugaban con la mia, de su respiración agitada que se fundía con la mía en un sola, de su pecho subiendo y bajando siendo aplastado por mi cuerpo, de sus caderas que me invitaban a batirme contra ella una y otra vez pero solo era por momentos ya que el encantó terminó con aquella palabrita que hacía cosquillas en aquella pate tan preciada y amada por todo hombre que se respete.
Tomé sus mejillas lamiéndole aquellos labios hinchados y rojos de tanto que los devoraba –¿miedo? ¿Yo? JA mujer no seas loca, como un cazador como yo puede tener miedo eso es para mujeres y mariquitas periquitas, soy un hombre que se mide a los peligros y me rio de el en su cara, a mí me temen cuando me ven cerca primor– bajé la mano a sus caderas riéndome –incluso tu deberías tenerme miedo ahora pequeña zorrita mia– lamí su cuello con un mordisco en aquella curvatura .
Aquella mujer sabía cómo tener a un hombre en su control, sabía fastidiar con las palabras pero más que nada halagar con ellas –¿te has enamorado del villano de la historia? Entonces la joven doncella y princesa del reino en vez de amar al estúpido príncipe azul se aferró al maldito villano porque le da lo que quiera, aventura, adrenalina, emoción, deseo– acaricié más sus caderas subiéndole la falda del vestido sin dejar de ver a sus ojos –¿amor? ¿Crees en ello? Entonces si te digo que por amor te entregues a mí, que seas mía una noche, completamente sin negación ni nada, lo harías, me entregarías esa prueba de amor sin miedo, yo no tengo miedo de entregarme a ti aquí y ahora ¿y tú mi pequeña? – besa sus labios sellando aquella broma.
Incluso en un momento como ese sigue bromeando y molestando a la jovencita con tal de ver los miles de colores que podría tomar su rostro y por qué no, su cuerpo entero.
Acomodó mi cuerpo sobre el suyo de tal manera que parecíamos unos amantes furtivos dispuesto a tener una noche alocada hasta que el sol calentase la piel, pero no, no había nada de ello más allá de besos, de su lengua traviesa e inocente que jugaban con la mia, de su respiración agitada que se fundía con la mía en un sola, de su pecho subiendo y bajando siendo aplastado por mi cuerpo, de sus caderas que me invitaban a batirme contra ella una y otra vez pero solo era por momentos ya que el encantó terminó con aquella palabrita que hacía cosquillas en aquella pate tan preciada y amada por todo hombre que se respete.
Tomé sus mejillas lamiéndole aquellos labios hinchados y rojos de tanto que los devoraba –¿miedo? ¿Yo? JA mujer no seas loca, como un cazador como yo puede tener miedo eso es para mujeres y mariquitas periquitas, soy un hombre que se mide a los peligros y me rio de el en su cara, a mí me temen cuando me ven cerca primor– bajé la mano a sus caderas riéndome –incluso tu deberías tenerme miedo ahora pequeña zorrita mia– lamí su cuello con un mordisco en aquella curvatura .
Aquella mujer sabía cómo tener a un hombre en su control, sabía fastidiar con las palabras pero más que nada halagar con ellas –¿te has enamorado del villano de la historia? Entonces la joven doncella y princesa del reino en vez de amar al estúpido príncipe azul se aferró al maldito villano porque le da lo que quiera, aventura, adrenalina, emoción, deseo– acaricié más sus caderas subiéndole la falda del vestido sin dejar de ver a sus ojos –¿amor? ¿Crees en ello? Entonces si te digo que por amor te entregues a mí, que seas mía una noche, completamente sin negación ni nada, lo harías, me entregarías esa prueba de amor sin miedo, yo no tengo miedo de entregarme a ti aquí y ahora ¿y tú mi pequeña? – besa sus labios sellando aquella broma.
Incluso en un momento como ese sigue bromeando y molestando a la jovencita con tal de ver los miles de colores que podría tomar su rostro y por qué no, su cuerpo entero.
Isak & Tara Mirković- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 12/10/2013
Localización : En el frio
Temas similares
» Dead Men Tell No Tales — Privado
» Can whisper tales of gore // ID Leήeth
» Tales from the tavern // Privado - Roberts, William, Corbin y Altair
» Tales of Bellak
» Dead men tell no tales | +18 | +21 | Flashbacks
» Can whisper tales of gore // ID Leήeth
» Tales from the tavern // Privado - Roberts, William, Corbin y Altair
» Tales of Bellak
» Dead men tell no tales | +18 | +21 | Flashbacks
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour