Buio. [Yvette]

por Invitado Miér Sep 08, 2010 6:10 pm

Cuando me desperté, la maldita luz del sol aún iluminaba las calles. Tenía hambre, demasiada, y por eso no lograba dormir más. Me fue dificil ocultarme hasta que el sol se puso, y la tarea resultó bastante laboriosa, agotadora y sobre todo, irritante.
¿Me había levantado con el pie izquierdo?. Suspiré saliendo de mi escondite cuando la luna se encargó de comenzar a iluminar las calles.
No encontraba nada... ¡nada! Ni un solo humano, ¿donde demonios se habían metido?
El fuerte olor a comida que llegaba de una taberna me repugnó, pero un par de hombres salieron completamente borrachos del lugar. Sonreí, al fin comida.
Me acerqué a ellos uniéndome a sus carcajadas y pasando mis brazos por sus hombros. Ambos hombres me miraron confusos y sin darles tiempo a reaccionar, mis colmillos fueron a parar en su cuello succionando hasta la última gota de su sangre.
Usé mi mano para limpiarme la boca y luego lamí las pocas gotas que allí quedaron. En ese preciso instante, un trueno resonó corrompiendo el silencio del lugar. Me alejé de los cádaveres a paso tranquilo.
Lluvia, maldita lluvia. Comenzó a llover con fuerza, empapando mis ropas, y los truenos resonaban cada vez más, junto con los gritos de terror de la gente que salía del bar y se encontraba un par de cadáveres en la puerta.
Encontré un callejón a la derecha y decidí mantenerme allí por un instante, la gente empezaría a correr como loca y a gritar desesperada. Que tanto miedo, si la muerte llega tarde o temprano...

-¡Maldito seas, bastardo!.- grité molesto mirando al cielo.- ¡No existirás pero bien que te gusta amargarme la existencia!

por **Yvette C. Lemarchal** Miér Sep 08, 2010 6:21 pm

Regresaba a la ciudad, tras haber pasado casi 5 horas transformada en chacal, cada vez estaba mejorando más esa transformación. Lástima que no me sirviese para enfrentarme a un vampiro... Tenía la esperanza de volver a encontrarme con el vampiro que me dejó tan mal parada la noche anterior, ese que había sentido piedad por mí, privándome del regalo que podría haber sido la muerte para mí. Pues me hubiese liberado de toda la culpabilidad que me atormentaba día a día, por la muerte de mis padres.

Me vestí con algo muy poco usual para una mujer, me puse unos pantalones algo ajustados, en la parte superior, una sencilla camisa de color beige, la cual quedó totalmente empapada con el aguacero que empezó a caer.

Cerré los ojos deteniéndome enmedio de la calle sintiendo a la poca gente que quedaba corriendo en busca de un lugar dónde refugiarse. Alcé el rostro hacia el cielo, en ese instante, las gotas de lluvia, se convirtieron en mis propias lágrimas, aquellas lágrimas que me impedía sacar a mí misma, impidiéndome expresar cualquier sentimiento que pudiese debilitarme.

Respiré profundamente, y sentí el sonido de un fuerte trueno retumbar en mi pecho. Abrí los ojos y seguí caminando, en mi mano, llevaba la chaqueta de aquel vampiro, estaba rota, manchada de sangre, pero no me pertenecía.
Seguí caminando por las calles, dejando que mi largo pelo empapado cubriese mi espalda, hombros y enmarcase mi rostro. A pesar de la lluvia, reconocí un olor, sonreí levemente y me detuve al principio de un callejón y me giré viendo la figura del vampiro.

En silencio, le lancé su chaqueta y me mantuve en el umbral del callejón, quedando mi figura cubierta por sobras, siendo una simple forma a contraluz, bajo el centelleante cielo- Y el lobo encontró al cordero - susurré

por Invitado Miér Sep 08, 2010 7:09 pm

Aquellas malditas gotas de agua me empaparon el rostro cuando lo alcé para gritarle al viento. Cuanto odiaba la lluvia, cuanto odiaba mojarme. Resoplé molesto y bajé la cabeza cuando las gotas me resultaron demasiado molestas para mis ojos.
El sonido de una prenda mojada cayendo al suelo me sorprendió. Miré hacia un lado frotándome los ojos y me encontré mi vieja chaqueta, la que le había dado a aquella cambiaformas la otra vez.
Dirigí mi mirada hacia la boca del callejón y me topé con una figura a contraluz. Entrecerré los ojos para poder ver quién era, pero me fue imposible.

- Y el lobo encontró al cordero.- susurró.

Indudablemente, era ella. Me reí tomando mi maltrecha chaqueta y miré de nuevo a donde ella estaba.

-¿Vienes a por más?.- sonreí friamente, sin saber si podía verme o no.

Caminé lentamente hacia ella y pude dislumbrar finalmente su figura. Bajé la cabeza para mirarla fijamente a los ojos.

-Creí que después de lo del otro día, habías tenido suficiente....- sonreí irónico. -Veo que guardas la chaqueta con aprecio... tranquila, no es nada, solo pretendía ser amable.
Me eché a reír ante mi propia ironía y volví a clavar mis ojos en los suyos de forma desafiante. Iba a pagar el haberse aprovechado de mis debilidades, estaba en plenas facultades y esperaba que ninguna otra visión me atormentase en medio del combate que esperaba tuvieramos en aquel preciso instanto.
Ni olvido, ni perdono.

por **Yvette C. Lemarchal** Miér Sep 08, 2010 7:21 pm

Antes de quemar esa triste chaqueta, preferí devolvérsela a su dueño, un muerto de hambre...- susurré, sabiendo perfectamente que él podría escucharme.

Seguí con mi mirada sus pasos, sintiendo que a cada paso suyo hacia mí, mi corazón se aceleraba y mi cuerpo empezaba a producir adrenalina. Se detuvo frente a mí y bajó su mirada hacia mis ojos, y respondí alzando mi mirada hacia sus ojos en silencio, con una mirada fría, e inexpresiva.

En ese instante, ambos guardamos silencio, y sólo un fuerte trueno interrumpió el silencio. Y, seguido de ese trueno, un potente relámpago nos iluminó a ambos, seguido de otro fuerte trueno. La tormenta estaba totalmente encima de la ciudad.

Respiré profundamente aguantando la mirada fija en sus ojos y apreté los puños, dibujando en mis labios una leve curvatura, signo de desagrado - Sin compasión - susurré y justo en ese instante, giré sobre mi cuerpo alzando mi pierna y golpeándole con el pie en el estómago apartándolo de mí.

Volvería a pelear una y otra vez contra él, hasta que uno de los dos muriese, sin importarme el tiempo que tardase en conseguirlo.

La patada que le di, provocó que el vampiro retrocediese hasta golpearse con fuerza la espalda contra la pared del callejón. Apoyé mi pie en el suelo y avancé corriendo hacia él y alzando mi puño cerrado en el aire, tomé impulso para golpearle certeramente en la mejilla con todas mis fuerzas. Claramente superiores a las de un varón humano, pues mi cuerpo poseía una fuerza similar a la de un vampiro, pero éste siempre poseería otros atributos que le harían mejor que yo.

por Invitado Miér Sep 08, 2010 7:45 pm

Antes de quemar esa triste chaqueta, preferí devolvérsela a su dueño, un muerto de hambre...- susurró, irritándome de golpe, odiaba que me trataran como un pobre. Apreté los dientes mirándola a los ojos, esperando que notara mi rabia.

El silencio se hizo presente unos segundos, y solo se podían oír los truenos, los gritos de miedo de la gente, los niños llorando.. cuan apacible resultaba aquello. Sonreí irónicamente y parpadeé lentamente para volver a clavar mis ojos en los suyos.
Respiró hondo, pues, y aguantó mi mirada fijamente, apretando los puños. Sonreí ampliamente y en su rostro se dibujó una mueca de desagrado.

-Sin compasión - susurró, y tomándome por sorpresa, se giró sobre su cuerpo y su pie fue a parar a mi estómago.

La patada me hizo golpearme contra la pared del callejón. Irritándome, por no lograr predecir sus malditos movimientos. ¡Malditos reflejos!
Antes de que pudiera levantarme, corrió hacia mi alzando el puño con intención de golpearme, y así fue, dio en toda mi mejilla.
Me eché a reír y escupí en su cara.

-Mira el daño que me haces.- dije aún riéndo, y agarré su cuello para levantarme y alzarla a ella en el aire. -No quieres darte cuenta de que no puedes hacer nada contra mí... eres testaruda.- me reí frunciendo el ceño divertido clavando mi mirada en la suya y lanzándola por los aires hasta una pared. Corrí hacia ella antes de que su cuerpo cayese al suelo y golpée su estómago con el puño completamente cerrado. -Te saldría mejor rendirte...
Sonreí, y esperé su reacción. No esperaba que se rindiese, quería acabar ya con aquello.

por **Yvette C. Lemarchal** Miér Sep 08, 2010 8:00 pm

Cuando me escupió en la cara, me limpié con el dorso de mi mano y vi sangre, sangre del vampiro. ¿Qué cosa podía darme más asco que eso? Antes de poder reaccionar más, el Vampiro me tomó por el cuello alzándome con suma facilidad y me lanzó contra la pared sin compasión. Justo en el instante que mi cuerpo iba a chocar, el vampiro se avalanzó sobre mí y haciendo una fuerte presión con su puño sobre mi estómago me golpeó hasta que mi cuerpo impactó contra la pared del callejón haciendo que varios adoquines cayesen al suelo.

Abrí la boca para dejar escapar un jadeo al quedarme sin respiración por el golpe. Le miré fijamente a los ojos con una expresión extraña, por primera vez, de mis ojos caían lágrimas de verdad, pero por suerte se podían confundir con la lluvia que caía sobre mi rostro. Mas mi expresión no era la típica mueca de sollozo. Mi mandíbula estaba tensa, y mi respiración era profunda y entrecortada, llena de ira.

Sentía mis fosas nasales ensancharse al abarcar el aire con ansias- Jamás... me... rendiré - dije con voz firme. Alcé mi puño y le golpeé directamente en la garganta para apartarlo de mí.

A un humano le habría dejado sin respiración, pero a un vampiro sólo le haría daño. Cuando me soltó me acerqué a él respirando agitadamente y empecé a golpearle con mis puños en la cara, con la suficiente fuerza como para provocarle alguna que otra brecha en su casi impenetrable piel, y hacerle sangrar.

No había nada que me diese más fuerzas que la rabia, y ese era un momento perfecto para descargar parte de la rabia que había estado guardado durante tiempo.

por Invitado Miér Sep 08, 2010 8:35 pm

Salió un jadeo de su boca, tal y como esperaba se había quedado sin aire. Me reí al notar que al mirarme fijamente, las lágrimas se distinguían en sus ojos. Me eché a reír mirándola con asco. Estaba llena de ira, y yo solo quería alimentarla.

Jamás... me... rendiré -su voz sonó firme, y su golpe en mi garganta apenas me hizo cosquillas. Me había alimentado demasiado bien... para su desgracia.
De todas maneras, el golpe me hizo soltarla, y comenzó a golpear mi cara con fuerza, logrando que una imperceptible herida apareciese en mi labio.

Agarré sus manos antes de que volvieran a golpearme y apreté sus puños con fuerza, mirando directamente a sus ojos para percibir allí el dolor
-Ataca ahora.- sonreí apretando mucho más fuerte, sintiendo como sus huesos comenzaban a estallar.
Apretando aún sus puños, la lancé contra la pared y para golpear con mi en su estómago, provocando un encorvamiento en su cuerpo que aproveché para golpear, de nuevo con mi rodilla, en toda su cara.
Finalmente la solté, y al caer al suelo, la agarré por el pelo para levantarle la cabeza y que se dignase a mirarme.

-Ya no puedes huír....- sonreí friamente golpeando con fuerza su cara.

Cayó al suelo y me aproveché de su debilidad dando una patada en su abdomen, haciendo que girase por el suelo y acabase chocando contra una pared.

por **Yvette C. Lemarchal** Jue Sep 09, 2010 3:51 pm

Encaje como pude un golpe tras otro, pero a cada golpe, se me iban las ganas de seguir viviendo. Quizás sólo buscase el provocamiento del vampiro para encontrar a alguien que me liberase del tormento de recordar día tras día la muerte de mis padres.

Tras la primera tanda de golpes quedé boca abajo apoyando las manos en el suelo para incorporarme, pero Eric ya se encargó de hacerlo. Me agarró por el pelo alzándome y volviendo a embestir contra mi menudo cuerpo lanzándome finalmente contra la pared con una patada.

Me quedé unos segundos en el suelo, sin moverme, dejando que el agua que caía bañase mi cuerpo buscando una purificación. Sentí algo removerse en mi estómago y apoyé una mano en el suelo tosiendo con fuerza y escupiendo al suelo sangre procedente del interior de mi cuerpo.
Alcé el rostro mirando al vampiro con el rostro ensangrentado por los golpes- No tengo padres...- empecé a mencionar bajando la mirada y apoyando las manos en el suelo para incorporarme - No tengo hermanos...- continué diciendo tambaleándome al incorporarme - No tengo a nadie a quién le importe.... - seguí añadiendo, caminando hacia el vampiro llevándome una mano al vientre con un claro gesto de dolor - No tengo aspiraciones en esta vida...- añadí sintiendo como aún las lágrimas caía por mis mejillas.

Finalmente llegué hasta el vampiro, y me detuve delante de él irguiéndome - No soy nadie...- susurré mirándole a los ojos con una expresión extraña, con la mirada vacía, como la de alguien que que se siente más muerto que vivo..- Mátame... - añadí finalmente.

por Invitado Jue Sep 09, 2010 5:11 pm

Disfruté del sonido que su cuerpo produjo al chocar contra la pared. Me reí friamente y acaricié mis labios con las yemas de dedos, dándoles algo de calor, pues con la fría lluvia sentía que estaban más fríos de lo normal... casi congelados.

Volví mi mirada friamente hacia ella, observando lentamente todos sus movimientos.
Se pasó unos segundos en el suelo, para más tarde apoyar una mano en el suelo, incorporándose ligeramente, y escupió un buen chorro de sangre que miré divertido. Alzó luego su rostro ensangrentado para mirarme fijamente.

-No tengo padres...- dijo casi en un susurro, apoyando las manos en el suelo para incorporarse -No tengo hermanos...- continuó con su penoso discurso, tambaleándose al ponerse de pie. -No tengo a nadie a quién le importe....- añadió caminando hacia mí con una mano en su vientre - No tengo aspiraciones en esta vida...- llegó hasta mi y se detuvo irguiéndose. -No soy nadie...- dijo en un susurro con una mirada inexpresiva, arquée una ceja- Mátame....

Por Dios, lo que hubiese allá arriba o donde quisiera que estuviera él. ¿Qué sé suponía que era aquello? ¿Una táctica para darme pena? Arquée una ceja molesto y la empujé haciendo que cayese al suelo y quedase de rodillas frente a mí.

-¿Intentas darme pena y luego intentar matarme?.- inquirí arqueando una ceja molesto. -¿Acaso crees que puedes darme pena con tu patética historia? No eres la única que sufre en esta maldita vida.- mi tono de voz se aseveraba por momentos y cuando quise darme cuenta estaba casi gritando. -Tú no eres nadie... pues bien, yo no sé quién soy, no recuerdo nada... ¿y crees que voy por ahí quejándome? Soy un monstruo y sufro visiones... ¿acaso a ti te importa eso? Está claro que no.- dije tajante. -A mí, tú vida... tampoco. Has decidido enfrentarte a mí, lo demás, es cosa tuya... así que procura dejar esos trucos patéticos para otro.

En el fondo sentía un cierto sentimiento de pena... pero solo por el hecho de que estaba en su forma humana, no porque tuviera una vida "tan dura". Nadie se ha librado nunca de las desgracias, pero el ser humano (y los que no eran humanos), debían aprender de cada patada de la vida para hacerse más fuertes... o en mi caso, volverse cada vez peores personas.

por **Yvette C. Lemarchal** Jue Sep 09, 2010 6:05 pm

Sus gritos no hacían más que molestarme, tenía la cabeza a punto de estallar por los golpes, aguanté hasta que no pude más y le interrumpí gritándole yo también - ¡Cállate ya y acaba con esto de una maldita vez! - le grite, y me acerqué a él empujándole.

¡Vamos, hazlo!- volví a gritarle golpeándole con fuerza sobre el pecho, sintiendo como interpuso sus brazos para apartarme con su característica molestia. Le agarré la camisa con las manos por el pecho para no caerme al suelo con su empujón, y una de las manos me resbaló, pero alcancé a agarrarme de la mustia manga de la camisa la cual se rasgó completamente.

Cuando me recompuse volví a gritarle y empujarle golpeándole con mis puños en el pecho sin apenas fuerza - ¡Hazlo!- seguí gritándole.

por Invitado Jue Sep 09, 2010 6:36 pm

Me molestaba su estúpida actitud, esa manía que tenía la gente de dar pena podía conmigo.
¡Cállate ya y acaba con esto de una maldita vez! - gritó acercándose a mí, logrando que me irritase más. Pero antes de que pudiera actuar me empujó. -¡Vamos, hazlo!- volvió a gritar repitiendo la acción de empujarme, anticipándome a su acción y apartarla irritado casi empujándola. En ese momento sus manos agarraron mi camisa a la altura de mi pecho para sujetarse y así evitar la caída. Una de sus manos resbaló hasta la manga izquierda de mi camisa, y al tirar de ella, ésta se rasgó por completo para dejar al descubierto el tatuaje que llevaba en el interior de la muñeca izquierda.

Mi vista fue directa a éste y una visión atravesó mi mente de forma fugaz.

Jardines, niños, gritos, animales, más niños corriendo, un hombre que sonríe al verlos.

La visión fue más nítida de lo que solían ser habitualmente cuando veía mi tatuaje. Sentí que los puños de aquella chica golpeaban en mi pecho con débiles fuerzas, pero fueron las suficientes como para lanzarme contra una pared sin golpearme con esta. La inercia de mi cuerpo me hizo caer contra esta y a penas pude oír lo que me gritaba. Los fuertes dolores recorrían cada palmo de mi cuerpo y mis ojos estaban completamente en blanco, dando aquel aspecto de cadáver en mi rostro.
Cerré los ojos y dejé que mi cuerpo resbalase por la pared, hasta llegar a caer al suelo y sentarme allí en estado de shock, tembloroso y llevándome las manos a la cabeza, un grito de dolor escapó de mi boca y resonó en todo el callejón.

por **Yvette C. Lemarchal** Dom Sep 12, 2010 9:45 am

Me quedé un poco paralizada al ver la reacción del vampiro, fue totalmente contraria a lo que yo me esperaba. Vi cómo retrocedía y caía al suelo al golpearse contra la pared de piedra.

No permitiría que el vampiro se rindiese, no sin conseguir mi objetivo. Avancé hasta él con la respiración entrecortada, mi rostro estaba casi limpio de sangre, pues la lluvia iba limpiando constantemente la sangre que salía de mis heridas.

Llegué hasta el lugar del vampiro y me agaché un poco agarrándole de las solapas de la camisa y le sacudí con todas las fuerzas que me quedaban - ¡¡ACABA LO QUE HAS EMPEZADO VAMPIRO!! - le grité mientras le zarandeaba. Pero el vampiro seguía en estado catatónico.

Sentí una fuerte punzada en mi estómago que me hizo caer de rodillas delante de él, dejé una de mis manos apoyada en su pecho, y la otra me la llevé al vientre gimiendo por el dolor que me producía aquella fuerte punzada.

Agaché la cabeza cerrando los ojos y apretando los dientes. Resultaba paradójico que minutos antes estuviésemos el vampiro y yo agrediéndonos, y ahora estábamos los dos débiles, uno frente al otro, en el suelo, totalmente indefensos, dándonos quizás, lo que podría llegar a ser una tregua.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 2:56 pm

Aquel dolor volvía a torturarme con la aplastante facilidad de siempre, haciéndome encogerme y gritar como en ninguna otra ocasión lo hacía.

-¡¡ACABA LO QUE HAS EMPEZADO VAMPIRO!!.- gritó aquella maldita cambiaformas zarandeándome, pero todo me dolía aún demasiado.

Me llevó un buen rato salir de aquel estado, los dolores no querían cesar y los gritos y zarandeos de aquella maldita bastarda tampoco ayudaron demasiado. Casi sin fuerzas, la empujé con el pie sin demasiada fuerza para que se apartara de mí.

-J-juro que t-te odio....- alcancé a decir a duras penas. -Cada vez... cada vez que me enfrento contigo acabo peor...
Lancé una dura mirada a sus ojos, me daba igual que estuviera sufriendo o que todos los golpes le dolieran. No había peor dolor que el de tu propia mente avasallándote, y la mía lo hacía constantemente, sobre todo, en los enfrentamientos con ella. Aquel dolor era insoportable, parecía atravesar mi cabeza de una punta a la otra acabando con todas mis fuerzas y las de mi cuerpo. Otra vez necesitaba sangre si quería parar aquello, otra vez necesitaba encontrar la forma para parar aquel maldito dolor...
Cerré fuerte los ojos, levantándome, sabiendo que en cuanto lo hiciera aquella maldita iba a atacarme, pero yo ya no tenía tiempo para aquello. Necesitaba una sola cosa... e iba a conseguirla fuera como fuera si no quería acabar muy mal aquella noche...

por **Yvette C. Lemarchal** Miér Sep 22, 2010 7:45 pm

Recibí el golpe de su patada en mi cadera haciéndome retroceder y caer golpeándome la espalda contra el muro de piedra del callejón, quedando tendida en el suelo intentando reponerme del último golpe.

Podía casi sentir la necesidad de sangre en el vampiro, y debía conseguir hacerle alejarse de cualquier forma de vida humana, debía impedir que matase a alguien, pues mi objetivo era matarle a él, y de paso, morir yo en el intento. Aunque algo me decía que aquella, no sería mi noche.

Me incorporé apoyando ambas manos en el suelo, encogiéndome sobre los adoquines apoyando las rodillas e incorporándome lentamente, apoyando mi peso en la pared - O tú... o yo... - le dije llevándome la mano al costado al respirar con fuerza, posiblemente me hubiese vuelto a romper alguna costilla con la brutalidad de sus golpes.

Gemí levemente de dolor, y pude sentir un leve gemido. Alcé la mirada hacia el vampiro, él no había sido, yo tampoco, así que desvié la mirada hacia el inicio del callejón, y vi la figura de una menuda niña de unos doce años observando la escena paralizada de miedo, sin que sus pequeñas piernas pudiesen reaccionar.

Esos segundos, me pasaron a cámara lenta, desvié la mirada hacia Eric dispuesta a salir contra él para aplacarlo y proteger a la niña.

por Invitado Jue Sep 30, 2010 11:32 am

Caminé hacia la salida del callejón, con clara intención de ignorar a aquella maldita cambiaformas y buscar lo que necesitaba. Suspiré al oír como continuaba con su intención de pelear, ¿estaba loca o simplemente quería ponerme de mal humor?
Oí de pronto un leve gemido, uno que no provenía de la cambiaformas, y ví una niña en la entrada del callejón. Caminé apresurado hacia ella y tomé su mano con suavidad.
-Vámonos de aquí, esa mujer es un completo monstruo.- le susurré con voz débil caminando lentamente fuera del callejón.
No sabía donde iba a dejarla, pero yo tenía que irme y lo último que necesitaba era una niña que me hiciera compañía. Cuando nos alejamos unos pasos del callejón, solté su mano y le alborotó el pelo con suavidad.
-No vuelvas al callejón, aquella mujer podría hacerte daño.
En realidad, el verdadero monstruo era yo, pero jamás atacaría a una niña. Suspiré, ¿creía realmente aquella maldita cambiaformas que podría atacar a una simple niña?

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