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AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Hypnose [Rashid]
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Hypnose [Rashid]
por Sherezade Jue Feb 19, 2015 1:09 pm
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“Allahúmma anta Rábbi, la iláha ílla anta, jalaqtani wa ana ‘abduka wa ana ‘ala ‘ahdika wa wad’ika ma asta’tu, a’udhu bika min shárri ma sana’tu abu’u laka bi ni’mátika ‘aláia wa abu’u laka bi dhanbi, faghfir li fa ínnahu la iaghfir adh-dhunub ílla anta .¨
Una vez más una plegaria era alzada por la libanesa, ¿cuantas haría ese día? Ya había perdido la cuenta tal como hacía pocos, cuando aquello le había tocado por primera vez, ¨los nervios se disipan con la segunda¨ decían aquellas que más tiempo llevaban en el oficio, pero ella estaba segura que para ella no, para ella siempre seria así, y no porque fuese menos mujer que las demás. Era algo más de principios, de costumbres, de religión…Sherezade quien se culturizaba con libros provenientes de tierras occidentales tenía una idea muy distinta del mundo que ahora le rodeaba. No hubiese esperado tampoco para su vida los cuentos o escritos románticos que a los que era aficionada, pero aun así, ella jamás imagino que terminaría tan lejos de su casa, de todo lo que conocía y amaba, sin familia y teniendo que hacer para los demás, algo que solamente haría para quien fuese su esposo. La vida toma giros tan inciertos, de los cuales a pesar de ser realistas, no alcanzamos a imaginar su crueldad.
-Sherezade…- una suave voz con acento francés muy marcado se escuchó del otro lado de la cortina, una de sus nuevas ¨compañeras¨ la entre abrió y asomo su cabeza. La castaña quien permanecía de rodillas al suelo y con los ojos cerrados, sumida en una ferviente oración a Alláh no se había percatado de la presencia. Por lo cual la francesa le llamo nuevamente de una forma más audible –Sherezade! Faltan minutos para que subas, No demores o Madanme se molestara.- Convino. La libanesa abrió los ojos, tanto al momento como a la realidad, un suspiro abandono sus labios y se levantó lentamente volviendose hacia aquella, su semblante era sereno pues estaba dada más a la resignación que a revolcarse en su desgracia.
-Si me das un momento…estaré lista…- una suave sonrisa curvo sus labios, no estaba feliz, pero no se podía mostrar triste, dada su condición no podía exigir mucho, y si quería preservar su vida tenía que seguir por lo menos los acuerdos del trato que había llevado a cabo con la dueña del lugar. Especialmente el que más interesaba : ¨ No recibiría nada de ganancia extra, solo la comida y el vestido siempre y cuando solo se le permitirá bailar, y no entregar su cuerpo a ninguno de los asistentes.¨ La dueña pareció conforme, ella sabía que el espectáculo de la extrajera atraería nuevos clientes debido a la novedad, por lo menos por un tiempo.
Sherezade termino de arreglar el suntuoso vestuario, La madanme, no había escatimado en gastar en un precioso traje, que concernía en dos prendas: Un top de tiras rojas bordado con hilos dorados e incrustaciones de piedras, que no eran de valor pero se veían hermosas y brillantes. Una faltada larga de seda color rojo carmesí con aberturas a cada lado que daban una perfecta visión de sus piernas y le perimitian comodidad a la hora de ejercer los movimientos, adornada en las puntas con lagrima de cristal, y el caderin fijado en la faja hacia parecer que las monedas se deslizarían a lo largo de la falda pero sin impedir la visión de las extremidades inferiores de la odalisca, que en ese momento subía al escenario, cuando las notas de la oriental música empezaron a llenar el ambiente.
Después de una intervención de la propietaria del lugar, donde se anunció el show, las cortinas se abrieron y detrás de un escenario decorado con velos una morena apareció contoneándose elegantemente, marcando en primera el ritmo con sus pies, seguido de sus piernas y caderas.
La música era profunda y grave, ella dejaba que sus brazos permanecieran bajos y con pose al danzar, su rostro aún estaba cubierto cuando la escala musical fue subiendo, hasta levantar los brazos para seguirla en el crescendo elevando los mismos al cielo. Empezó a bailar con tal gracia, elegancia y belleza, descubriendose del largo velo irisado. Comenzó a moverse igual que las más suaves y delicadas de las brisas. Cuando apartó el velo de sí, todos se maravillaron ante la danza, tan sublime, sensual y perfecta. Percibiendo las miradas en ella, en su baile y cada parte de su cuerpo, especialmente una oscura y lasciva que en el fondo se encontraba, sintiendo se algo incomoda, pero capaz de seguir aquel juego, porque aquello era como lo tomaba para poder seguir, como un juego de provocación que le permitía desconectarse de su absurda realidad.
Sherezade- Humano Clase Baja
- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 04/02/2015
Re: Hypnose [Rashid]
por Rashid Sayf al Dîn Vie Feb 20, 2015 12:51 pm
"Te propongo que hoy tú elijas mi posición"
Rashid dio por finalizada la oración ,alzándose de nuevo en su postura de Sultán delante de sus fieles seguidores ,Ahmed,Khalid y un nuevo invitado de Marruecos . Wahed, hombre que rondaba los treinta y pico años ,alto y de facciones llamativas. Al igual que nuestro vampiro ,este también había sido convertido hacía más de un siglo. El motivo de la visita había sido por negocios y como no,asuntos personales. Por eso mismo Rashid indicó con un ademán de mano que abandonaran la habitación todos menos su invitado - Wahed ,hermano - nombró el vampiro con la intención de captar su atención - Dime como esta Nadia - exigió con voz tenue mientras tomaba asiento en uno de sus sofás marroquíes. Desde la luna de miel con Nadia, Rashid había encargado dos guardaespaldas ; un licántropo de día y un vampiro de noche. En caso de luna llena había otro marroquí pendiente de su primera esposa. El vampiro que se encargaba de la seguridad nocturna era Wahed, el cual había imitado al sultán,sentándose en frente de el - Os extraña, sidi. No cesa en preguntar por su regreso - Rashid chasqueó la lengua molesto provocando al invitado guardar un silencio instantáneo. Era típico de Nadia hacer preguntas e indagar en todo lo que no le convenía. ¿Cuando iba a entender que todo aquello lo hacía por su seguridad?. Hafsa había regresado de entre los muertos, Rannia pidiendo explicaciones ..¿cuál iba a ser la reacción de Nadia al enterarse de todas aquellas movidas?. Posiblemente le pediría el divorcio o se suicidaría . Era mejor mantenerla al margen de todo por un tiempo indefinido - Supongo que tu ausencia fue de lo más discreta posible. Nadia no es tonta. Si se percata de tu ausencia sabrá con precisión de que has venido a verme - su voz era profunda , a veces arrastraba las palabras con una elegancia innata y otras veces las escupía con asco a la gente que el creía que no eran merecedoras de su presencia.
Wahed asintió repetidas veces con el intento de no aborrecer al Sultán - Bien. Wahed a pesar de las tristes noticias que traes contigo iremos a celebrar tu presencia. Un hermano siempre es bienvenido a mi casa. Quiero enseñarte las delicias de un nuevo lugar - pronunció las palabras con una satisfacción casi diabólica.Ambos intercambiaron sonrisas demoníacas ,enseñando con facilidad los caninos que iban a perforar un número indefinido de cuellos.
Salieron de la mansión dialogando en un perfecto árabe mientras Ahmed y Khaled les esperaba fuera,al lado de un carruaje de lo más apreciable. Delante del carruaje habían cuatro caballos traídos especialmente de Arabia incluso el cochero provenía del mismo país. Un pack bien recibido en la boda de Rashid y Nadia . Subieron con elegancia los tres vampiros y el único humano ,Khaled, el cual mantenía la postura por primera vez en su vida. Iban a visitar el nuevo lugar abierto hacía menos de un mes,el Cabaret. Rashid había echo acto de presencia una o dos veces ,no eran los mismos bailes que le incitaban pero podían ser plausibles. En cuanto se detuvo el carruaje los hombres bajaron uno a uno en frente del Cabaret. A la entrada, les dieron la bienvenida con una reverencia especialmente a nuestro vampiro. Su estatus era intacto, casi inalcanzable para muchos de los mortales e inmortales.
Tomaron asiento en una de las zonas privadas que les permitía tener un autentico lujo a la hora de las actuaciones. Alrededor de una mesa decorada sofisticadamente, había un sofá rojo carmesí igual de cómodo que los sofás marroquíes. Nada mas sentarse fueron obsequiados con una botella de whisky y puros.
Rashid agradeció con un breve " gracias" ondeando su francés. Dado que el show no había empezado, los cuatro marroquíes conversaron y criticaron el nuevo local. Desde la arquitectura hasta el escenario, entre oleadas de humo y elegantes tragos de whisky , no acallaron las lenguas.
Una voz les captó la atención, dejando el tema con un borde " Yakfi" (basta) por parte del Sultán. Las luces tibias y la música oriental provocaron en los hombres una sonrisa complacida. Sentían que estaban en sus doradas tierras. Y allí hizo su aparición. Se abría paso entre el escenario con toques suaves de caderas, un escenario que solo le pertenecía a ella. Las curvas de la morena eran más que apreciadas por la multitud para no hablar de las ondulaciones y el ritmo marcado al compás de la música. Pero no era tan grande el aprecio de la multitud como lo era el de Rashid. Insuficiente luz para satisfacer la expiación curiosa que instigaba sus pupilas, no permitiéndole del todo vislumbrar la figura presuntuosa bajo el anonimato que le garantizaba el juego de las sombras.
Hasta que liberó su rostro del hijab, ofreciendo aun más magia a los movimientos. Rashid se humedeció los labios y acto seguido se mordió el inferior, totalmente excitado. Su mirada deslumbraba destellos de lascivia ,atacando cruelmente la obra de la morena.
Acomodó su espalda en el respaldo de los sofás con las piernas ligeramente separadas en un talante señorial. Rastreó como un perro de presa las partes visibles de la bailarina. El deseo lo acosaba insurrecto, revolucionario, sin receso alguno. La miraba apetitoso, ansioso, con ávidos por tomar aquella figura que iba a pertenecerle si o si -¡ Rashid por Alá ! Es la hija de Amir Akram Abdul Mesih - la osadía de Ahmed fue tan imprudente que provocó en el miembro viril de Rashid una siesta instantánea. Los dientes del vampiro se apretaron con fuerza ,afianzando una mirada fría . Desde su postura , intentó recordar el nombre del susodicho pero no había ni huella alguna . Tal vez por que deseaba disfrutar de la carnalidad de la bailarina o simplemente por que se encontraba demasiado excitado para divagar en unos recuerdos sangrientos.
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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Re: Hypnose [Rashid]
por Sherezade Dom Mar 08, 2015 8:08 pm
¨Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.¨
Las vibraciones de su música nativa transmitían una energía que cada poro de su cuerpo absorbía revitalizándolo desde el interior, el cerrar los ojos y dejarse llevar por aquellas melodías se apoderaban de la morena haciéndole caer en un poderoso trance donde solo los movimientos de su cuerpo al danzar eran el resultado, allí ella no solo olvidaba por un momento quien era, sus desgracias o el lugar donde se encontraba. No escuchaba, no veía, no le era necesario emitir algún sonido que no fuera el de sus pies al desplazarse por el escenario de madera. Solo transmitir lo que sentía, porque sherezade en aquel momento no era solo un cuerpo y un alma. Era el sol que bañaba con sus rayos las doradas dunas del desierto, era las palmeras hondeándose con la brisa, el manto de estrellas que cubrían la noche cual hermosas incrustaciones de diamantes en el cielo, era los sabores, los sabores y la belleza que representaba su adorado tierra, el lugar donde creció feliz y rodeada de amor.
Pero por más que quisiera solo cerrar los ojos y bailar olvidándose del resto, sabía que aquello era más que eso. Los movimientos se fueron profundizando cuando gradualmente la música cambiaba de nuevo, ya que era un ir y venir de letras profundas, que de un momento a otro estallaban en eufóricos sonidos que hacían su figura se perdiera en el aquel éxtasis de movimientos que su cuerpo realizaba poseso, y la música le seducía como si de un amante se tratara. Sus manos y sus brazos acorde con aquellos trazaban delicadas formas invisibles en el aire dándole la elegancia requerida para no parecer un vulgar acto como a los que en el lugar algunas veces se acostumbraba.
Y entonces allí mientras daba la espalda al público y dejaba caer el velo, los demás instrumentos empezaron a ser opacados por los Derbakeh, cuya percusión era acentuada con los movimientos las de caderas de la morena; más intensos, más sensuales e incitadores. Sus caderas vibraban de una forma que los locales no estaban acostumbrados a ver, y que seguramente tanto mujeres como hombres se quedarían sorprendidos con la facilidad y soltura que lo hacían, o quizás se asustarían al creer que se desprenderían de su cuerpo. Estaban tan poco acostumbrados a la danza de su cultura, tanto como ella a todo lo relacionado con ellos.
Su delicada piel debido a los constantes movimientos se empezó a perlar con una fina capa de sudor, en la cual la tenue luz se refractaba haciéndole brillar un poco, y entonces una vez más, dos toques profundos con la cadera marcaron el final del acto. Sherezade inspiro profundamente, la música se había acabado y los estruendosos aplausos no se hicieron esperar tras ella, quien esbozando una sonrisa dándole gracias a Alá por la por superar una vez más la prueba se dio la vuelta y ante un público complacido ella junto sus manos e hizo una inclinación, dando las gracias como lo haría un artista en su lugar.
- Choukran djazilan. – Agradece ella haciendo una inclinación más con expresión más serena y despidiéndose- Gracias…- observando en la mesa privilegiadamente situada frente al escenario, a un grupo de hombres con apariencia un tanto diferente al resto, pero más conocida por ella, ellos era de su misma cultura, podía saberlo por los ropajes y las facciones, eran inconfundibles. Mas su mirada se cruzó especialmente con una oscura y profunda que observo en medio del acto, pero que en aquel momento parecía taladrarle sin disimulo alguno. Sin más la joven bailarina bajo del escenario siendo recibida por un grupo eufórico de sus compañeras quienes la acapararon con abrazos y felicitaciones. Algo a lo que ella no estaba acostumbrada pero también agradeció con humildad el pequeño reconocimiento que le hacían.
Despidiéndose de ellas también alegando que necesitaba un lugar donde descansar un momento e hidratarse, la libanesa se sentó en el piso de madera detrás del escenario, donde momentos después recibió un mensaje de la dueña del lugar, quien le pedía acudir a su oficina , y a donde ella algo extrañada asistiria, aun sabiendo que tiempo de cambiarse no tenia, solo alcanzando a cubrirse un poco con una chalina prestada al ser apresurada por la mensajera.
-Por supuesto... ya voy.
Sherezade- Humano Clase Baja
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Re: Hypnose [Rashid]
por Rashid Sayf al Dîn Lun Mar 16, 2015 3:38 pm
" Mis ganas de ti no se quitan,se acumulan"
Era incapaz de reflexionar sobre la exclamación del imán, toda su atención se concentraba en las curvas de la bailarina. El tamborileo rítmico cubrían agilmente los jadeos que la morena dejaba escapar por sus labios entreabiertos con cada vuelta de su cuerpo y cada vibración de esta. Dio una calada larga al puro ,exhalando el humo por los orificios de la nariz . Por un par de segundos tanto la bailarina como el se mantuvieron invisibles tras la cortina de un humo extenso . La imposición de su mirada lució de nuevo ,permitiéndose el lujo de interpretar con sus ojos una noche emblemática ,carnal casi animal . Corrompido por la degeneración de sus pensamientos empezó a crear y procrear un momento íntimo entre los dos.
Exigiría un baile ,justo como aquel que no hacían más que despertarle un apetito insaciable mientras el, hundiría su espalda en un montón de cojines marroquíes, midiendo cada parte de su carne hasta ceder en la desesperación por tocarla . Sin preámbulo alguno la tomaría en sus brazos hasta tirarla sobre la cama con un movimiento seco y hosco. Se apegaría sobre ella ,recorriendo un camino escueto y augusto de caricias a cada fracción de su piel. Espiaría el interior de su cuerpo,el néctar del deleite del vampiro. La embestiría en asaltos en los que apenas tendría tiempo para contraatacar o reaccionar, tan solo canalizar el placer que el vampiro otorgaría noche tras noches.
La danza finalizó junto a las pervertidas posturas imaginativas del vampiro. Khaled, Ahmed y Wahed aplaudieron encantados mientras que el vampiro no despegó los labios del licor .
- Ahmed - llamó su atención con tono severo - ¿Puedo saber a que vino tu exclamada interrupción mientras la joven nos deleitaba con el baile? - preguntó en tono tranquilo y con la mirada sobre la mujer que lo abandonaba impiadosa . El imán y fiel amigo de Rashid frunció sus cejas incrédulo ante la pregunta del Sultán - Mi exclamada interrupción Rashid ,fue causada por la inmensa sorpresa de que teníamos que haber eliminado el apellido Akram Abdul Mesih hace años atrás . Reconocería el apestoso aroma de un traidor y..- Rashid alzó la mano en señal de silencio ,acostumbrado a mandar y ser obedecido - Yo di la orden sobre el crimen de honor , yo aniquilé al traidor con mis propias manos . El resto me era irrelevante , era tu tarea y la de Khaled .¿Me equivoco? - preguntó desafiando con la mirada a Khaled . Este negó bajando la cabeza , arrepentido o posiblemente intimidado - Levanta tus ojos del suelo ,no eres una mujer para bajar la vista delante de un hombre - ordenó con un tono de voz grave a punto de estallar en una furia incontrolable .
- ¿Quién más sabe sobre esto ? - preguntó alzando un suspiro confirmando la decepción de sus leales súbditos . Acabó la coba de golpe y giró la cabeza eliminando mentalmente a cada uno de ellos con la mirada - Solo nosotros cuatro .. - la contestación de Ahmed lograron calmar por un par de minutos las olas temperamentales del vampiro - Que así sea . Me ocuparé personalmente de vuestra incompetencia. Si alguien se entera de esto juro por Aláh que arderéis bajo mis ojos los tres - amenazó entre dientes ,exponiendo sus colmillos, la inconformidad afilada.
Los marroquíes asintieron bajo la mirada cruel del Sultán . Complacido ante la devoción ,levantó su cuerpo con el intento de remediar el error de sus hombres y posiblemente saciar las ansias que perturbaban el palpito de cada significado del placer - Seguid disfrutando la noche - ordenó o sugirió, el caso era que el tono que había empleado había sido duro y tajante al mismo tiempo que se alejaba de la zona de prestigio. Siguió el camino de un pasillo turbulento , lleno de gente apresurada y damas medio vestidas. A el solo le interesaba una en concreto y a pesar de que hacía uso de sus poderes ,no lograba dar con ella . Casi desesperado , llamó a la puerta de la posible propietaria del local . En cuanto escuchó un agudo " adelante" , entró en la oficina con el aire respetable que le caracterizaba . La mujer hizo una reverencia ,aclamando sorpresa por la presencia del vampiro - Estoy buscando a la joven que minutos atrás me deleitó y complació profundamente - comentó con un encanto ensayado . La propietaria llevó una mano a su pecho dramáticamente ,sonriendo de oreja a oreja dispuesta a un coqueteo discreto - Sherezade. Es una joven sumamente encantadora . La haré llamar enseguida - parpadeó unas cuantas veces sin apartar su golosa mirada del vampiro. Rashid corrigió su sonrisa en una de lo más irresistible - Desearía estar a solas con ella ,si es posible . Su hermosura va encadenada con la inteligencia que posee ,soy consciente de que entenderá que mi petición es sinceramente noble - aprovechándose de la desesperante mujer ,finalizó ironizando aquel comentario sobre la hermosura e inteligencia dirigidas a la propietaria. Ella accedió más que encantada ,abandonado por completo la oficina . Rashid tomó asiento sobre el sillón de la propietaria, tras el escritorio . Con ansía acumulada y al límite de cualquier imaginación esperó ver como la figura de la supuesta Sherezade aparecería de un momento a otro .
Rashid Sayf al Dîn- Vampiro Clase Alta
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