AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
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Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Se notaba que era fin de semana y que la mayor parte de la ciudad de Paris había sucumbido a la vida nocturna, dejándose llevar por el ocio y el desenfreno, por la lascivia y el libertinaje en todo su esplendor. Como era habitual en los tiempos que corrían, la mayoría de la población, tanto masculina como femenina, sucumbía a esos locales destinados al placer carnal, donde el decoro y el pudo no tenían cabida. El burdel tampoco se quedaba atrás como pude comprobar cuando entré en él junto con Luke, soportando parte de su peso a medida que nos habríamos paso hasta la zona de la barra, lugar donde le dejé sentado unos instantes. - No tardo, enseguida vuelvo.- le susurré al oido, acariciando con mis labios el lóbulo de su oreja en mi retirada. Necesitaba hacerme con una habitación amplia y cómoda, algún dormitorio donde se pudiera pasar perfectamente toda la noche puesto que la mayoría estaban destinados solo para unas horas. Después de toda aquella ingesta de alcohol el caballero apenas se mantenía en pie y conociéndome, sabía que cuando disfrutara de una noche conmigo, el hombre apenas podría moverse al día siguiente.
- Venga conmigo caballero, voy a llevarle a un lugar donde no va a querer volver a beber si no es de mi boca.- comenté mientras tomaba sus manos entre las mías para que se pusiera en pie, guiándole por un largo pasillo que se abría paso al final de la sala. Mis pasos le precedían al tiempo que mis caderas se contoneaban a un lado y a otro hasta llegar a una puerta de madera de roble. Metí la llave en la cerradura y la giré tirando de ella hacia mí. Un leve "click" confirmó su apertura. - Pasa y ponte cómodo. - le dije señalando una cama situada justo delante nuestro, un mueble de grandes dimesiones donde podríamos retozar sin ningún problema. Por el contrario yo me acerqué hasta el tocador, me sneté sobre la silla y me crucé de piernas. - Tu mandas ¿quieres que haga algo en especial o prefieres que te sorprenda? - pregunté acariciando con mis dedos la parte de mi pierna que unía la rodilla con la cadera. Estaba dispuesta a hacer sus sueños realidad, a terminar cabalgándole hasta que me pidiera que parara.
- Venga conmigo caballero, voy a llevarle a un lugar donde no va a querer volver a beber si no es de mi boca.- comenté mientras tomaba sus manos entre las mías para que se pusiera en pie, guiándole por un largo pasillo que se abría paso al final de la sala. Mis pasos le precedían al tiempo que mis caderas se contoneaban a un lado y a otro hasta llegar a una puerta de madera de roble. Metí la llave en la cerradura y la giré tirando de ella hacia mí. Un leve "click" confirmó su apertura. - Pasa y ponte cómodo. - le dije señalando una cama situada justo delante nuestro, un mueble de grandes dimesiones donde podríamos retozar sin ningún problema. Por el contrario yo me acerqué hasta el tocador, me sneté sobre la silla y me crucé de piernas. - Tu mandas ¿quieres que haga algo en especial o prefieres que te sorprenda? - pregunté acariciando con mis dedos la parte de mi pierna que unía la rodilla con la cadera. Estaba dispuesta a hacer sus sueños realidad, a terminar cabalgándole hasta que me pidiera que parara.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Habían llegado ya al burdel, no paso mucho tiempo antes de que Luke volviera a tener un trago en sus manos, Clio lo dejo solo por unos momentos y aprovecho para beber unos pocos tragos mas, si algo siempre decía Luke nunca estas lo suficientemente borracho. La hermosa mujer llego después con una llaves en las manos, había encontrado un cuarto para pasar la noche los dos, -¿Beber de tu boca?- se pregunto, -Pues soy todo tuyo-, tomando su mano se levanto de golpe y la siguió.
Pasaron por un pasillo donde claramente se podía escuchar todo tipo de cosas, gemidos y gritos de placer, para muchos estar tan borracho como Luke disminuía su desempeño, pero no para el, si tal caso era lo hacia mucho mejor en ese estado. Al llegar a la habitación escucha como Clio introduce la llave en la puerta y la abre, al entrar ve una gran cama y un cuarto bastante grande, enseguida se quito su chaqueta y las botas y se tiro en la cama. Observo como ella se sentaba y cruzaba sus piernas para luego dirigirle la palabra con un tono pícaro.
-Pues me gustaría ver como me sorprendes-, al decir se quito su camisa y su cinturón, dejando puesto solo el pantalón, -Debo advertirte, cuando estoy en este estado puedo ponerme algo brusco, espero no te moleste- dijo con una sonrisa traviesa marcada en su cara. Podía ver el hermoso cuerpo que tenia Clio pero estaba todavía completamente vestida.
-Y dime ¿cuando veré ese hermoso cuerpo sin tantas ropas encima?- ya no parecía un borracho para nada, la lujuria solía eliminar la borrachera en el, y pues si había algo que le gustaba hacer a Luke era dar placer. -Bueno como todo buen caballero, esta noche no será nada mas para mi, mi hermosa amante -. haciéndole señas con su mano izquierda la invito a meterse a la cama para que terminara el trabajo con sus pantalones.
Pasaron por un pasillo donde claramente se podía escuchar todo tipo de cosas, gemidos y gritos de placer, para muchos estar tan borracho como Luke disminuía su desempeño, pero no para el, si tal caso era lo hacia mucho mejor en ese estado. Al llegar a la habitación escucha como Clio introduce la llave en la puerta y la abre, al entrar ve una gran cama y un cuarto bastante grande, enseguida se quito su chaqueta y las botas y se tiro en la cama. Observo como ella se sentaba y cruzaba sus piernas para luego dirigirle la palabra con un tono pícaro.
-Pues me gustaría ver como me sorprendes-, al decir se quito su camisa y su cinturón, dejando puesto solo el pantalón, -Debo advertirte, cuando estoy en este estado puedo ponerme algo brusco, espero no te moleste- dijo con una sonrisa traviesa marcada en su cara. Podía ver el hermoso cuerpo que tenia Clio pero estaba todavía completamente vestida.
-Y dime ¿cuando veré ese hermoso cuerpo sin tantas ropas encima?- ya no parecía un borracho para nada, la lujuria solía eliminar la borrachera en el, y pues si había algo que le gustaba hacer a Luke era dar placer. -Bueno como todo buen caballero, esta noche no será nada mas para mi, mi hermosa amante -. haciéndole señas con su mano izquierda la invito a meterse a la cama para que terminara el trabajo con sus pantalones.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 12/02/2015
Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Una vez dentro de la habitación esperé a que el hombre se tumbara sobre la cama y se pusiera cómodo para disfrutar de lo que estaba por llegar. Mientras, yo aguardaba sentada sobre la silla del tocador, con mis piernas largas y firmes cruzadas, dejando entrever parte del muslo por debajo de la falda. Siempre me había gustado más insinuar que mostrar, dejar algo de trabajo a la imaginación pues en el mundo de la fantasía todo era posible. Sonrei de forma coqueta cuando escuche que quería que le sorprendiera, mencionándome sus ganas por verme completamente desnuda, sin un centímetro de tela que cubriera mi delicada piel. - asi que tienes ganas de contemplar estos pechos. - dije apretándomelos el uno contra el otro por encima del corsé, aumentando con ese breve gesto el canalillo, un valle donde estaba invitado a perderse. - o tal vez tienes ganas de recorrer con tu boca esta zona. -mis dedos se deslizaron por la falda, alli donde la seda tapaba la parte más intima de mi cuerpo. - Entonces no pierdas detalle.
Me acerqué a uno de los laterales del tocador y encendí una pequeña radio, desde la cual empezó a sonar una musiquilla sensual, acorde con el momento. Mis dedos jugaban con mi pelo, recogiéndolo, dejándolo caer por mi espalda en pequeños mechones morenos que se movían al compás de mi cuerpo. Un cuerpo que se meneaba al igual que lo haría cualquier ninfa, contoneando las caderas como sensualidad al tiempo que mis manos iban bajando muy despacio, acariciando mi piel y dibujando cada una de mis curvas hasta situarse en mi espalda. Aflojé las cuerdas del corsé, tiré de ellas y después me deshice del cierre frontal, permitiendo que éste cayera al suelo con la misma suavidad que lo haría un pétalo de rosa. Mis pechos quedaron inmediatamente al descubierto, deseosos de ser mordidos. - tu amante aún no ha cenado y está algo hambrienta.- susurré con un tono de voz sensual mientras me sentaba a su lado en la cama, desabrochando sus pantalones para hacerme con aquello que tenía escondido en ellos. Mis dedos hábiles se deshicieron del botón, bajaron la cremallera y tomaron su pene con firmeza. Lo acaricié suavemente, notando como se iba endureciéndose a medida que aumentaba de tamaño. - ¿Te gusta que te la coma? .- pregunté pasando mi lengua por su glande, atrapando la punta con mis labios y dándole un pequeño mordisquito sin hacer uso de los dientes. Todo en mi era suavidad y delicadeza, o por lo menos de momentos, cuando me tocase cabalgarle la cosa cambiaría.
Me acerqué a uno de los laterales del tocador y encendí una pequeña radio, desde la cual empezó a sonar una musiquilla sensual, acorde con el momento. Mis dedos jugaban con mi pelo, recogiéndolo, dejándolo caer por mi espalda en pequeños mechones morenos que se movían al compás de mi cuerpo. Un cuerpo que se meneaba al igual que lo haría cualquier ninfa, contoneando las caderas como sensualidad al tiempo que mis manos iban bajando muy despacio, acariciando mi piel y dibujando cada una de mis curvas hasta situarse en mi espalda. Aflojé las cuerdas del corsé, tiré de ellas y después me deshice del cierre frontal, permitiendo que éste cayera al suelo con la misma suavidad que lo haría un pétalo de rosa. Mis pechos quedaron inmediatamente al descubierto, deseosos de ser mordidos. - tu amante aún no ha cenado y está algo hambrienta.- susurré con un tono de voz sensual mientras me sentaba a su lado en la cama, desabrochando sus pantalones para hacerme con aquello que tenía escondido en ellos. Mis dedos hábiles se deshicieron del botón, bajaron la cremallera y tomaron su pene con firmeza. Lo acaricié suavemente, notando como se iba endureciéndose a medida que aumentaba de tamaño. - ¿Te gusta que te la coma? .- pregunté pasando mi lengua por su glande, atrapando la punta con mis labios y dándole un pequeño mordisquito sin hacer uso de los dientes. Todo en mi era suavidad y delicadeza, o por lo menos de momentos, cuando me tocase cabalgarle la cosa cambiaría.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Luke ya estaba postrado en la cama, solo tenia sus pantalones para cubrirlo, -quizás pueda contemplar tus hermosos pechos, mientras mi boca se sacia con esos hermosos labios que aun no me has dejado ver- una pequeña sonrisa picara se formo en su rostro, Clio se fue acercando poco a poco a la cama, encendió la radio para mejorar el ambiente con un poco de música.
Sus manos recorrían su cuerpo, provocando a Luke, el se la comía con su vista, -Fácilmente puedo enamorarme de ti- dijo con un tono sarcástico pero quizás no tanto, ella seguía provocándolo haciendo un pequeño espectáculo para quitarse su corsé, lentamente se lo quito dejando al descubierto sus grandes y firmes pechos, Luke dejo salir un pequeño suspiro y dijo -Eso es lo que llamo perfección-. Estaba con su espalda apoyado en el espaldar de la cama, -Yo también estoy bastante hambriento y espero poder comer cada parte de ese hermoso cuerpo-, se le fue acercando lentamente hasta llegar a donde el estaba, sintió como hábilmente le soltaba el pantalón dejando su hombría al descubierto.
Sintió sus manos cálidas agarrarlo y comenzar a frotar, seguido de su pregunta que hizo que Luke se excitara aun mas, se comenzó a endurecer en sus manos y el le dijo, -Pues claro me gustaría ver esos labios dándome placer-, sintió su lengua seguida de un pequeño mordisco juguetón, Luke dejo salir un gemido con una pequeña risa, Luke al sentir esto la agarro por la barbilla acercando su cara a la de el, -Espero poder devolverte el favor- al decir esto plasmo un fuerte y gran beso en sus labios, mientras su mano recorría su cuerpo hasta llegar a su vagina, con sus dedos la comenzó a frotar y sintió como se comenzaba a humedecer, se dejo llevar y comenzó a frotarla con mas fuerza, y con sus labios comenzó a recorrer su cuerpo, llegando hasta sus pechos dándole un pequeño pero fuerte mordisco, su mano seguía frotándola para luego detenerse de repente. Agarro su mano se la beso y la volvió a poner en su pene, luego le dio otro fuerte beso y le dijo, -¿Quieres continuar allá abajo?-.
Sus manos recorrían su cuerpo, provocando a Luke, el se la comía con su vista, -Fácilmente puedo enamorarme de ti- dijo con un tono sarcástico pero quizás no tanto, ella seguía provocándolo haciendo un pequeño espectáculo para quitarse su corsé, lentamente se lo quito dejando al descubierto sus grandes y firmes pechos, Luke dejo salir un pequeño suspiro y dijo -Eso es lo que llamo perfección-. Estaba con su espalda apoyado en el espaldar de la cama, -Yo también estoy bastante hambriento y espero poder comer cada parte de ese hermoso cuerpo-, se le fue acercando lentamente hasta llegar a donde el estaba, sintió como hábilmente le soltaba el pantalón dejando su hombría al descubierto.
Sintió sus manos cálidas agarrarlo y comenzar a frotar, seguido de su pregunta que hizo que Luke se excitara aun mas, se comenzó a endurecer en sus manos y el le dijo, -Pues claro me gustaría ver esos labios dándome placer-, sintió su lengua seguida de un pequeño mordisco juguetón, Luke dejo salir un gemido con una pequeña risa, Luke al sentir esto la agarro por la barbilla acercando su cara a la de el, -Espero poder devolverte el favor- al decir esto plasmo un fuerte y gran beso en sus labios, mientras su mano recorría su cuerpo hasta llegar a su vagina, con sus dedos la comenzó a frotar y sintió como se comenzaba a humedecer, se dejo llevar y comenzó a frotarla con mas fuerza, y con sus labios comenzó a recorrer su cuerpo, llegando hasta sus pechos dándole un pequeño pero fuerte mordisco, su mano seguía frotándola para luego detenerse de repente. Agarro su mano se la beso y la volvió a poner en su pene, luego le dio otro fuerte beso y le dijo, -¿Quieres continuar allá abajo?-.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
La ropa fue desapareciendo paulatínamente a medida que mi cuerpo se movía al ritmo de la música, recorriendo cada centímetro de mi piel con mis manos mientras sonreía con todos los comentarios de Luke. Frases cargadas de proposiciones indecentes que me hacían pensar que el hombre estaba más cuerdo que nunca, daba la impresión de que su organismo había quemado todo el alcohol que tenía en sangre. Caminé hacia la cama y me senté en ella, desabrochando esos pantalones que todavía vestía para sacar al exterior su pene. Lo acaricié desde la punta hasta la base notando como se endurecía entre mis dedos, como aumentaba de tamaño y como se preparaba para lo que estaba por venir. Para comenzar le dí un pequeño mordisco juguetón.- Estoy aqui para hacer tus sueños realidad.- dije antes de que silenciara mis labios con un beso apasionado, beso que me robaba el aire mientras su mano se abría paso hasta mi sexo. ¡Pero qué maravilla! No pude evitar soltar un gemido desde lo más profundo de mi pecho cuando empezó a recorrer mis labios menores con sus dedos, rozando mi clítoris y haciéndome estremecer. Me sentía muy húmeda, muy mojada y muy cachonda. - Oh si.- susurré al tiempo que mis caderas se movían al ritmo que marcaban sus manos, retorciéndome de lo lindo con cada espasmo de placer que Luke me provocaba. ¿Existía algo más estimulante?
Poco tardé en descubrir que la respuesta era afirmativa, sus labios sobre mis pechos eran algo indescriptible. Gruñí cuando sus dientes tiraron de mi pezón, notando un pequeño escozor que recorrió la zona. - Voy a hacer que te corras solo usando la boca.- dije en forma de advertencia mientras volvía a tomar posiciones, atrapando esta vez sus testículos con mis labios antes de entretenerme con su miembro. Llevé mi melena morena hacia uno de mis hombros para que no me estorbara y rocé su falo con movimientos circulares hasta llegar a su punta, centrándome en esta última hasta que se me ocurrió la brillante idea de probar una postura que nos encantaría a los dos. Me quité la falda, me arranqué el tanga y situando mi cabeza entre sus piernas, dejé que la suya pudiera alcanzar mi vagina, colocándonos en un perfecto 69. - ¿Estás dispuesto a devolverme el favor? - pregunté con una sonrisa traviesa.
Poco tardé en descubrir que la respuesta era afirmativa, sus labios sobre mis pechos eran algo indescriptible. Gruñí cuando sus dientes tiraron de mi pezón, notando un pequeño escozor que recorrió la zona. - Voy a hacer que te corras solo usando la boca.- dije en forma de advertencia mientras volvía a tomar posiciones, atrapando esta vez sus testículos con mis labios antes de entretenerme con su miembro. Llevé mi melena morena hacia uno de mis hombros para que no me estorbara y rocé su falo con movimientos circulares hasta llegar a su punta, centrándome en esta última hasta que se me ocurrió la brillante idea de probar una postura que nos encantaría a los dos. Me quité la falda, me arranqué el tanga y situando mi cabeza entre sus piernas, dejé que la suya pudiera alcanzar mi vagina, colocándonos en un perfecto 69. - ¿Estás dispuesto a devolverme el favor? - pregunté con una sonrisa traviesa.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Cuando Clio retomo su miembro y lo introduce en su boca, solo puede sentir esos hermosos labios alrededor de su sexo, dándole placer, varios gemidos salen de su boca, cuando este hace contacto visual con Clio mientras ella continua dándole placer, esto excita aun mas a Luke. De repente ve como Clio se levanta y se quita el resto de su ropa, de forma un poco brusca, y de igual manera vuelve a poner su cabeza entre sus piernas pero esta vez poniéndole su vagina cerca de sus labios, esperando a que Luke le devolviera el favor.
Sin pensarlo dos veces, comenzó a besar la parte interior de sus muslos, comenzando desde abajo y subiendo poco a poco, besándolos y mordiéndolos suavemente, sus manos también recorrían sus muslos hasta llegar hasta arriba agarrando sus nalgas y apretándolas para seguidamente plasmar su boca en su sexo. Por la posición en que estaban, comenzó a lamer desde su clítoris subiendo lentamente con su lengua y saboreando cada parte de ese delicioso manjar. Para luego concentrarse con su boca solamente en su clítoris succionándolo y jugando con su lengua, con su mano derecha, le daba placer en su vagina mientras su boca seguía dándole placer, dos dedos salían y entraban de ella lento pero fuerte. Luke se dejo llevar y paso varios minutos comiéndola, salió de si mismo cuando ya sintió que estaba cerca de acabar, pero no podía terminar esta noche tan temprano, por lo que levanto a Clio bruscamente y prácticamente la lanzo contra el espaldar de la cama, diciendo, -Me concentrare en ti por un rato si no te molesta, no quiero terminar esta noche tan rápido-, se le acerco se inclino hacia ella y le dio un beso lleno de lujuria y pasión, fue poco a poco bajando con su boca, mordiendo su cuello para luego concentrarse por unos minutos en sus hermosos pechos, lamiendo sus pezones y mordiéndolos delicadamente en una forma juguetona, mientras hacia todo esto su mano estaba frotando su clítoris. Bajo poco a poco pasando su lengua por su abdomen al estar cerca de su vagina Luke abre las piernas de Clio en un solo movimiento rápido y fuerte, su mano que estaba frotando su clítoris ahora es introducida en la boca de Clio, mientras Luke continua el trabajo con su boca, Luke estaba dispuesto a hacer llegar al orgasmo a Clio varias veces antes de terminar la noche. Para Luke era igual de importante hacer llegar al orgasmos a su pareja como el tener uno durante el sexo.
Sin pensarlo dos veces, comenzó a besar la parte interior de sus muslos, comenzando desde abajo y subiendo poco a poco, besándolos y mordiéndolos suavemente, sus manos también recorrían sus muslos hasta llegar hasta arriba agarrando sus nalgas y apretándolas para seguidamente plasmar su boca en su sexo. Por la posición en que estaban, comenzó a lamer desde su clítoris subiendo lentamente con su lengua y saboreando cada parte de ese delicioso manjar. Para luego concentrarse con su boca solamente en su clítoris succionándolo y jugando con su lengua, con su mano derecha, le daba placer en su vagina mientras su boca seguía dándole placer, dos dedos salían y entraban de ella lento pero fuerte. Luke se dejo llevar y paso varios minutos comiéndola, salió de si mismo cuando ya sintió que estaba cerca de acabar, pero no podía terminar esta noche tan temprano, por lo que levanto a Clio bruscamente y prácticamente la lanzo contra el espaldar de la cama, diciendo, -Me concentrare en ti por un rato si no te molesta, no quiero terminar esta noche tan rápido-, se le acerco se inclino hacia ella y le dio un beso lleno de lujuria y pasión, fue poco a poco bajando con su boca, mordiendo su cuello para luego concentrarse por unos minutos en sus hermosos pechos, lamiendo sus pezones y mordiéndolos delicadamente en una forma juguetona, mientras hacia todo esto su mano estaba frotando su clítoris. Bajo poco a poco pasando su lengua por su abdomen al estar cerca de su vagina Luke abre las piernas de Clio en un solo movimiento rápido y fuerte, su mano que estaba frotando su clítoris ahora es introducida en la boca de Clio, mientras Luke continua el trabajo con su boca, Luke estaba dispuesto a hacer llegar al orgasmo a Clio varias veces antes de terminar la noche. Para Luke era igual de importante hacer llegar al orgasmos a su pareja como el tener uno durante el sexo.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
La noche ya se había cernido completamente sobre nosotros, dejando nuestros cuerpos expuestos a la tenue luz de la habitación, la cual producía un juego de penumbras bastante íntimo, ideal para el momento del que estábamos disfrutando. Mi mano se movía cada vez más rápido sobre su miembro, estimulándolo con intensidad, sintiendo como la erección ya era más que evidente. Su dureza me encantaba, me ponía muy cachonda, pero lo que de verdad me excitaba era notar como sus labios recorrían el interior de mis muslos. Gemí al sentir como su lengua lamía mi clítoris, retorciéndome de placer cada vez que sus labios succionaban ese pequeño botón de mi sexo tan sensible y delicado. - Oh, Luke.- susurré su nombre en mitad de un jadeo, tratando de que el temblor de mis brazos no terminara por tirarme contra su cuerpo. Me resultaba complicado mantenerme firme ante tal torrente de placer, sin embargo aguanté como una campeona hasta que sus manos me apartaron echandome a un lado. Sin delicadeza alguna sentí como caía sentada sobre la cama, mirándole con los ojos entrecerrados. - Soy toda tuya cariño.- le dije mordiéndome el labio, incitándole para que se acercara y continuara demostrándome aquella destreza de su lengua poseía. ¿Cuanto duraria antes de sucumbir y follarme de forma salvaje? Quería cabalgarle, retozar con él hasta que el escozor fuera tal que no me pudiera sentar al día siguiente.
Sin decir nada más cerré los ojos dejándome llevar, disfrutando de esos besos que quitaban la respiración, de esos mordiscos en mi cuello y de esas atenciones en mis pechos. Arqueé mi espalda cuando sus dientes tomaron posesión de mis pezones, tirando levemente de estos, volviendome completamente loca. Perdía la cordura cada vez que encontraba a alguien capaz de mimármelos en condiciones, al fin y al cabo mis tetas eran unos de mis puntos débiles. Poco a poco su lengua fue trazando un sendero alrededor de mi abdomen para tomar el relevo allí donde sus manos estuvieron comprobando la humedad de mi sexo, allí donde sus dedos comprobaron la temperatura y la textura interior de mi cuerpo. Me recosté un poco más, permití que me abriera las piernas y vi como situaba su cabeza entre ellas. - ¿sueles hacer esto muy a menudo? - pregunté tomando su mano entre las mías, llevándomela hasta la boca. Lamí con delicadeza cada uno de sus dedos, degustando desde ello el sabor de mis flujos
Sin decir nada más cerré los ojos dejándome llevar, disfrutando de esos besos que quitaban la respiración, de esos mordiscos en mi cuello y de esas atenciones en mis pechos. Arqueé mi espalda cuando sus dientes tomaron posesión de mis pezones, tirando levemente de estos, volviendome completamente loca. Perdía la cordura cada vez que encontraba a alguien capaz de mimármelos en condiciones, al fin y al cabo mis tetas eran unos de mis puntos débiles. Poco a poco su lengua fue trazando un sendero alrededor de mi abdomen para tomar el relevo allí donde sus manos estuvieron comprobando la humedad de mi sexo, allí donde sus dedos comprobaron la temperatura y la textura interior de mi cuerpo. Me recosté un poco más, permití que me abriera las piernas y vi como situaba su cabeza entre ellas. - ¿sueles hacer esto muy a menudo? - pregunté tomando su mano entre las mías, llevándomela hasta la boca. Lamí con delicadeza cada uno de sus dedos, degustando desde ello el sabor de mis flujos
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
¿Cuanto habían pasado ahí en la habitación?, ¿horas?, ¿minutos?, parecía una eternidad. Dicen que el tiempo vuela cuando te diviertes, pero en este caso parecía haberse detenido, no tenían noción de el tiempo, solo existían ellos dos en el mundo, en una habitación donde solo había placer y lujuria.
Su cabeza todavía seguía entre los delicados y hermosos muslos de Clio, dándole placer, moviendo su lengua alrededor de su clítoris mientras subía la mirada para conectarse con la de ella, sus dedos salieron de su boca para volver a tocar sus adentros. Sin duda alguna Luke podía pasar toda la noche haciendo esto, una pequeña risa salió de el cuando Clio le lanza esa pregunta, echa su cabeza un poco hacia atrás para responderle, -No tan a menudo como quisiera mi hermosa amante-. Ya era demasiado la anticipación, quería sentir el calor y la humedad de Clio con su hombría, retiro su boca de su vagina para plasmarle otro beso húmedo y lujurioso, sin previo aviso mientras estaban disfrutando de ese beso Luke la penetra lentamente introduciendo su miembro dentro de ese paraíso hermoso que Clio tenia entre sus piernas.
Detuvo el beso bruscamente para observar su reacción mientras la penetraba lentamente, sus miradas se conectaron, gemidos y respiraciones agitadas era lo que se escuchaba en la habitación que se había tornado muy calurosa en aquella fría noche de Paris.
Luke la agarro entre sus brazos para dar un giro brusco y rápido para el quedar ahora en el espaldar de la cama y dejar que ella cabalgara su hombría. Situó sus manos en sus pechos apretándolos y jugando con ellos delicada y fuertemente a la vez, esto de verdad parecía gustarle a Clio, que alguien se tomara el tiempo para darle placer y jugar con esas hermosas tetas. Puso su mano izquierda en la cintura de ella, por un momento observo como lo cabalgaba y la excitación aumentaba cada vez mas, en un movimiento rápido la toma con su mano derecha por la nuca y acerca su cara a la de el, sus labios se volvieron a entrelazar, le encantaba el sabor de su boca y podría quedarse besándola toda la noche.
Su cabeza todavía seguía entre los delicados y hermosos muslos de Clio, dándole placer, moviendo su lengua alrededor de su clítoris mientras subía la mirada para conectarse con la de ella, sus dedos salieron de su boca para volver a tocar sus adentros. Sin duda alguna Luke podía pasar toda la noche haciendo esto, una pequeña risa salió de el cuando Clio le lanza esa pregunta, echa su cabeza un poco hacia atrás para responderle, -No tan a menudo como quisiera mi hermosa amante-. Ya era demasiado la anticipación, quería sentir el calor y la humedad de Clio con su hombría, retiro su boca de su vagina para plasmarle otro beso húmedo y lujurioso, sin previo aviso mientras estaban disfrutando de ese beso Luke la penetra lentamente introduciendo su miembro dentro de ese paraíso hermoso que Clio tenia entre sus piernas.
Detuvo el beso bruscamente para observar su reacción mientras la penetraba lentamente, sus miradas se conectaron, gemidos y respiraciones agitadas era lo que se escuchaba en la habitación que se había tornado muy calurosa en aquella fría noche de Paris.
Luke la agarro entre sus brazos para dar un giro brusco y rápido para el quedar ahora en el espaldar de la cama y dejar que ella cabalgara su hombría. Situó sus manos en sus pechos apretándolos y jugando con ellos delicada y fuertemente a la vez, esto de verdad parecía gustarle a Clio, que alguien se tomara el tiempo para darle placer y jugar con esas hermosas tetas. Puso su mano izquierda en la cintura de ella, por un momento observo como lo cabalgaba y la excitación aumentaba cada vez mas, en un movimiento rápido la toma con su mano derecha por la nuca y acerca su cara a la de el, sus labios se volvieron a entrelazar, le encantaba el sabor de su boca y podría quedarse besándola toda la noche.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Por regla general el trabajo de una prostituta no solía ser una tarea fácil y cuanto menos placentera, teníamos que lidiar con todo tipo de hombres, la mayoría de ellos desesperados y groseros, incapaces de hacer disfrutar a una mujer. En momentos como ese tenía que hacer de tripas corazón, limitándome a cerrar los ojos, tragar saliva y cruzar los dedos para que el encuentro durara el menor tiempo posible. Sin embargo, en otras ocasiones mi suerte era mucho mayor y aquella, era una de esas noches. Cuando me encontré a Luke tirado en el callejón solicitando cobijo en mi cama no daba dos francos por un buen polvo, él iba como una cuba y no se tenía ni en pie ¿cómo diablos iba a hacer su trabajo en condiciones? pero ahí le tenía, sumergido entre mis piernas mientras su lengua hacía maravillas con mi clítoris. Sin dejar de arrancarme tantos gemidos que se deberían estar escuchando en la planta de abajo. - ¿Dónde está el problema? Cariño, yo te dejaría que me lo comieras a todas horas. Podría hacerte un precio especial - dije enterrando mis dedos en su cabello, aproximando su cabeza aún más a mi feminidad hasta que con un gesto suave me dio a entender que pensaba retirarse de esa zona. Los juegos preliminares habían terminado, era momento para entrar en acción.
Besé sus labios con intensidad, con deseo, introduciendo mi lengua en su boca para beber del dulce néctar de ésta. Disfrutando del calor de su cuerpo cuando, sin previo avisó, su miembro me penetró de repente. Gruñí con un leve ronroneo mientras mis ojos se entrecerraron en una mirada felina, atrapando con mis piernas su cintura. Al parecer el caballero tenía ganas de guerra y yo iba a demostrarle que podría estar perfectamente a la altura, que era toda una gatita salvaje en la cama. Mordí mi labio inferior silenciando unos cuantos gemidos que luchaban por salir al exterior con cada embestida que me propinaba el moreno, haciéndome de rogar. Si quería escucharme entonar esa dulce melodía compuesta por gritos de placer debería esforzarse más. Era una mujer complicada a la que no le gustaba fingir en la cama, a no ser que su cliente se lo pidiera expresamente.
Uno de sus brazos se colocó sobre mi espalda, sujetándome con una fuerza envidiable mientras me hacía girar sobre su cuerpo, dejándome encima de su pelvis. Una posición perfecta para cabalgarle, para demostrarle lo buena amanzona que era. La boca de Luke estaba a pocos milímetros de la mía, sin embargo, esta vez no le besé, incorporé lentamente mi torso hacia arriba, quedándome sentada sobre su hombría. - Estás a punto de comprobar lo resistentes que pueden llegar a ser estas camas. - Mencioné con aquella voz sensual y atrayente, notando como sus manos se situaban sobre mis pechos, acariciándolos, tirándo de ellos. Empezando a jugar sucio. Humedecí mis labios y recogí mi pelo sobre mi cabeza, moviendo mi cadera en círculos, lentamente, llevando la flexibilidad de su erecto miembro hasta el límite. Quería verle disfrutar, dejar en su mente tal recuerdo que me deseara cada noche, que anhelara tenerme en mil y una situaciones. Podría hacer realidad sus más oscuras fantasías. Guiada por sus manos me incliné hacia delante, besando una vez más sus labios sin parar de moverme, deslizándome ligeramente hacia arriba de su rostro para poner mis tetas sobre éste. Aproximé mis pezones a sus labios tentándole, retirándolos unos milímetros cuando su boca estaba a punto de alcanzarlos.
Besé sus labios con intensidad, con deseo, introduciendo mi lengua en su boca para beber del dulce néctar de ésta. Disfrutando del calor de su cuerpo cuando, sin previo avisó, su miembro me penetró de repente. Gruñí con un leve ronroneo mientras mis ojos se entrecerraron en una mirada felina, atrapando con mis piernas su cintura. Al parecer el caballero tenía ganas de guerra y yo iba a demostrarle que podría estar perfectamente a la altura, que era toda una gatita salvaje en la cama. Mordí mi labio inferior silenciando unos cuantos gemidos que luchaban por salir al exterior con cada embestida que me propinaba el moreno, haciéndome de rogar. Si quería escucharme entonar esa dulce melodía compuesta por gritos de placer debería esforzarse más. Era una mujer complicada a la que no le gustaba fingir en la cama, a no ser que su cliente se lo pidiera expresamente.
Uno de sus brazos se colocó sobre mi espalda, sujetándome con una fuerza envidiable mientras me hacía girar sobre su cuerpo, dejándome encima de su pelvis. Una posición perfecta para cabalgarle, para demostrarle lo buena amanzona que era. La boca de Luke estaba a pocos milímetros de la mía, sin embargo, esta vez no le besé, incorporé lentamente mi torso hacia arriba, quedándome sentada sobre su hombría. - Estás a punto de comprobar lo resistentes que pueden llegar a ser estas camas. - Mencioné con aquella voz sensual y atrayente, notando como sus manos se situaban sobre mis pechos, acariciándolos, tirándo de ellos. Empezando a jugar sucio. Humedecí mis labios y recogí mi pelo sobre mi cabeza, moviendo mi cadera en círculos, lentamente, llevando la flexibilidad de su erecto miembro hasta el límite. Quería verle disfrutar, dejar en su mente tal recuerdo que me deseara cada noche, que anhelara tenerme en mil y una situaciones. Podría hacer realidad sus más oscuras fantasías. Guiada por sus manos me incliné hacia delante, besando una vez más sus labios sin parar de moverme, deslizándome ligeramente hacia arriba de su rostro para poner mis tetas sobre éste. Aproximé mis pezones a sus labios tentándole, retirándolos unos milímetros cuando su boca estaba a punto de alcanzarlos.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Después de ese húmedo y excitante beso, observaba como Clio expertamente movía su cintura circularmente, sentía como su pene se retorcía y ardía dentro de ella, era una sensación que podría llevar a cualquier hombre al limite, Luke no era diferente, no quería que ese momento acabara, quería sentir a Clio encima de el durante horas. Acerco sus pechos a su cara, quería que fueran atendidos, Luke abrió su boca y justo cuando estaba a punto de saborear uno de ellos, Clio se aleja, -¿Ganas de jugar sucio?- dijo con un tono travieso y mirándola a los ojos, puso sus dos manos sobre su espalda para evitar que se alejara y acerco rápidamente su cara a uno de sus pechos, su boca había encontrado un pezón bastante erecto. Lo agarro entre sus dientes al mismo tiempo que lo estimulaba con su lengua, abrió aun mas su boca para abarcar mayor parte de el mismo, jugo con ambo senos mordisqueándolos y apretándolos con sus manos gemidos salían de su boca aun sentía como Clio no se había dejado de mover, aun cabalgándolo.
La fuerza a parar y la levanta sin delicadeza alguna, cuando se excitaba demasiado Luke se tornaba un poco brusco, aun sentado la forzó a dar vuelta para que lo siguiera cabalgando pero esta vez dándole la espalda a Luke. Al darle vuelta la penetro otra vez sin previo aviso, vio como el pelo de Clio caía delicadamente sobre su espalda, paso su mano por su pelo y se lo acerco a su cara, un olor dulce y placentero impregno sus fosas nasales. Sus manos siguieron el recorrido hasta llegar a sus nalgas, sus movimientos eran casi hipnóticos, las agarra y aprieta soltando una que otra nalgada en el proceso.
Paso minutos observando su espalda para luego en un movimiento pasa su mano derecha al frente, para agarrarla por el cuello, forzándola a que apoye su espalda con su cuerpo, apretaba un poco el agarre a su cuello, pero no lo suficiente como para ahogarla, simplemente para aumentar la excitación. Su mano izquierda encontró uno de sus senos, jugo un poco mas con ellos antes de seguir bajando, paso acariciando su suave abdomen hasta llegar a su sexo, volvió a apretar ese delicioso y placentero clítoris mientras ella seguía cabalgándolo. Aun con su mano en su cuello, le voltea la cara un poco, lo suficiente para verla a los ojos. La mano que estaba en su cuello encuentra el camino hacia su boca introduciendo sus dedos dentro de ella, Luke seguía dándole placer a su clítoris mientras Clio seguía con el control de el ritmo, en un momento de extremo placer, Luke vuelve su mano a el cuello de ella y con la otra aumenta el ritmo en el que masajea su clítoris, para luego tomar el ritmo de la penetración aumentándolo de velocidad por un momento, -Oh, Clio- dijo cuando sentía como su pene acariciaba las paredes mas profundas de su vagina, -Quiero tenerte todas las noches solo para mi- dijo en un tono suave que no iba con la forma en que la seguía penetrando.
La fuerza a parar y la levanta sin delicadeza alguna, cuando se excitaba demasiado Luke se tornaba un poco brusco, aun sentado la forzó a dar vuelta para que lo siguiera cabalgando pero esta vez dándole la espalda a Luke. Al darle vuelta la penetro otra vez sin previo aviso, vio como el pelo de Clio caía delicadamente sobre su espalda, paso su mano por su pelo y se lo acerco a su cara, un olor dulce y placentero impregno sus fosas nasales. Sus manos siguieron el recorrido hasta llegar a sus nalgas, sus movimientos eran casi hipnóticos, las agarra y aprieta soltando una que otra nalgada en el proceso.
Paso minutos observando su espalda para luego en un movimiento pasa su mano derecha al frente, para agarrarla por el cuello, forzándola a que apoye su espalda con su cuerpo, apretaba un poco el agarre a su cuello, pero no lo suficiente como para ahogarla, simplemente para aumentar la excitación. Su mano izquierda encontró uno de sus senos, jugo un poco mas con ellos antes de seguir bajando, paso acariciando su suave abdomen hasta llegar a su sexo, volvió a apretar ese delicioso y placentero clítoris mientras ella seguía cabalgándolo. Aun con su mano en su cuello, le voltea la cara un poco, lo suficiente para verla a los ojos. La mano que estaba en su cuello encuentra el camino hacia su boca introduciendo sus dedos dentro de ella, Luke seguía dándole placer a su clítoris mientras Clio seguía con el control de el ritmo, en un momento de extremo placer, Luke vuelve su mano a el cuello de ella y con la otra aumenta el ritmo en el que masajea su clítoris, para luego tomar el ritmo de la penetración aumentándolo de velocidad por un momento, -Oh, Clio- dijo cuando sentía como su pene acariciaba las paredes mas profundas de su vagina, -Quiero tenerte todas las noches solo para mi- dijo en un tono suave que no iba con la forma en que la seguía penetrando.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Me encontraba en uno de esos momentos en los que se desea que el final no llegue nunca, donde disfrutar de cada segundo se convertía en una urgencia. Sus penetraciones, compañadas del sutil movimiento circular de mi cadera, seguían siendo bruscas, violentas, consiguiendo que su pene entrara y saliera por mi vagina con total fluidez gracias a mis flujos vaginales. Me estaba entregado completamente a él y mis ojos se encontraban cerrados, me negaba a ser consciente de nada más, solo de aquella increíble sensación que me guiaba hacia la locura. Esa vorágine en espiral que me retenía en un mundo donde la fantasía y la seducción eran mis mayores aliadas, donde la imaginación conseguía todo lo que se proponía. Sin previo aviso me incliné sobre su cuerpo, tentándole con mis pechos sobre su boca sin permitir que me los lamiera. - Pronto te darás cuenta de que soy muy juguetona.- susurré en mitad de un gemido cuando noté como Luke posicionaba sus manos sobre mi espalda y me pegaba a su boca. ¡Oh Dios! Entreabrí mis labios en el mismo instante en que sus dientes se adueñaron de mi pezón, lamiéndolo suavemente con su lengua. Logrando que me pusiera más cachonda todavía.
Solo hacía falta vernos para darse cuenta de que nos compenetrábamos a la perfección en esa danza de placer y lujuria. En esos momentos nuestros cuerpos desnudos eran como dos piezas de un complejo puzle, las cuales parecían estar hechas la una para la otra. Elevé mi pelvis cada vez que el caballero me la metía, consiguiendo que aquel acto fuera más violento y hondo, logrando que en cada impacto sonase un "plas, plas, plas" de lo más excitante... De repente sus manos le alzaron de forma brusca, obligándome a girar sobre mí misma para sentarme de espaldas a él. Me la volvió a clavar hasta el fondo, con la única diferencia de que esta vez su mano sostenía mi cuello, apretando ligeramente mientras me pegaba a su cuerpo. Gruñí girando mi cabeza, mirándole a los ojos con cierta fiereza. En momentos como aquel, cuando la pasión y el deseo tomaban posesión de mi ser, me costaba controlar mis gestos. Sobre todo al notar como su mano me sobaba los pechos sin compasión antes de dirigirse hasta mi clítoris. ¡Qué bien lo tocaba! - Luke.- chillé retorciéndome entre sus manos, callando mis palabras al ver como sus dedos se introducían en mi boca. Los lamí, los chupé y los succioné como si de un pene se tratara. - Cariño, si vienes a verme cada noche, vas a terminar enamorándome.- Le susurré con la respiración entre cortada en el oído, tan caliente que incluso podría rivalizar con el mismísimo infierno. Tenía varias ideas en la mente para hacer que nuestros encuentros fueran inolvidables, lejos de esas paredes tan vistas, fuera de aquel antro de perdición. ¿Se atrevería? Después de follarle durante varios minutos en esa posición me separé de él caminando un par de pasos hacia delante, dejando que contemplara mi trasero, prieto y redondito, tan suave al tacto como hipnótico a la vista. - Ven cielo.- le animé al tiempo que apoyaba una de mis rodillas sobre la silla del tocador, sujetándome con las manos sobre el respaldo. Abrí ligeramente las piernas y con mis dedos acaricié el camino que unía mi sexo con la parte más alta de mi culo. Quería que me diera por detrás, que me penetrara la vagina mientras tenía mi culo en pompa.
Solo hacía falta vernos para darse cuenta de que nos compenetrábamos a la perfección en esa danza de placer y lujuria. En esos momentos nuestros cuerpos desnudos eran como dos piezas de un complejo puzle, las cuales parecían estar hechas la una para la otra. Elevé mi pelvis cada vez que el caballero me la metía, consiguiendo que aquel acto fuera más violento y hondo, logrando que en cada impacto sonase un "plas, plas, plas" de lo más excitante... De repente sus manos le alzaron de forma brusca, obligándome a girar sobre mí misma para sentarme de espaldas a él. Me la volvió a clavar hasta el fondo, con la única diferencia de que esta vez su mano sostenía mi cuello, apretando ligeramente mientras me pegaba a su cuerpo. Gruñí girando mi cabeza, mirándole a los ojos con cierta fiereza. En momentos como aquel, cuando la pasión y el deseo tomaban posesión de mi ser, me costaba controlar mis gestos. Sobre todo al notar como su mano me sobaba los pechos sin compasión antes de dirigirse hasta mi clítoris. ¡Qué bien lo tocaba! - Luke.- chillé retorciéndome entre sus manos, callando mis palabras al ver como sus dedos se introducían en mi boca. Los lamí, los chupé y los succioné como si de un pene se tratara. - Cariño, si vienes a verme cada noche, vas a terminar enamorándome.- Le susurré con la respiración entre cortada en el oído, tan caliente que incluso podría rivalizar con el mismísimo infierno. Tenía varias ideas en la mente para hacer que nuestros encuentros fueran inolvidables, lejos de esas paredes tan vistas, fuera de aquel antro de perdición. ¿Se atrevería? Después de follarle durante varios minutos en esa posición me separé de él caminando un par de pasos hacia delante, dejando que contemplara mi trasero, prieto y redondito, tan suave al tacto como hipnótico a la vista. - Ven cielo.- le animé al tiempo que apoyaba una de mis rodillas sobre la silla del tocador, sujetándome con las manos sobre el respaldo. Abrí ligeramente las piernas y con mis dedos acaricié el camino que unía mi sexo con la parte más alta de mi culo. Quería que me diera por detrás, que me penetrara la vagina mientras tenía mi culo en pompa.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Se dejo llevar por el sonido casi hipnótico que sonaban con cada penetración, le encantaba sentir su clítoris entre sus dedos, y lo excitaba cada gemido que salía de Clio. Su mano seguía alrededor de su cuello, y podía sentir su cuerpo caliente pegado al de el, sintió su aliento cerca de su oreja cuando ella le responde a la proposición que le había hecho, había llegado al punto de que todo lo que hiciera Clio lo excitaría aun mas, ese aliento tan cálido en su oreja provoco que la penetración se volviera mas brusca y fuerte dejando salir varios gruñidos y gemidos mientras aumento el ritmo, -Eso no estaría del todo mal, enamorarse de un cliente- le respondió. Luke la tomaría en cualquier lugar, de noche y de día, y no dejaría que en su presencia otro hombre la tuviera.
Siguieron en esa posición por un buen rato, se dejaron llevar por el deseo que sentían el uno por el otro, no quería que esa noche acabara. De forma brusca Clio detiene la acción y se levanta, moviéndose sensual y provocativamente excitando aun mas a Luke, podía volverse loco en ese mismo instante, ve como de manera provocativa se apoya en el tocador y abriendo sus piernas lo invita a continuar el trabajo. Luke se levanta lentamente frotando su miembro mientras caminaba hacia donde estaba Clio al llegar se queda mirando de arriba hacia abajo, admirando ese hermoso cuerpo, necesitaba comerla otra vez, rápidamente se coloco en sus rodillas y enterró su rostro en su sexo, probando una vez mas sus deliciosos fluidos. Con su lengua recorría toda su vagina, subía para mordisquearles suavemente las nalgas, para luego volver a atender su sexo, con sus manos acariciaba sus muslos y una que otra nalgada fuerte mientras la seguía comiendo, de verdad podía pasar toda su vida comiéndola y dándole placer. Se levanto en un solo esfuerzo agarro su pene y lentamente lo froto en los labios de su vagina, la agarro por el pelo y tiro lento pero fuerte de el para así lograr que lo mirara a los ojos, y sentir el deseo de ella por tenerlo adentro otra vez.
No se dejo esperar, después de provocarla frotando su pene con su vagina por unos minutos la volvió a penetrar, estaba tan mojada que entraba fácilmente y hasta lo mas profundo de ella, el ritmo comenzó agresivo y rápido, gruñidos y gemidos salían de Luke, mientras halaba mas fuerte de su pelo con su otra mano acariciaba todo su cuerpo desde sus muslos y nalgas, hasta sus tetas. No disminuyo su ritmo, cada penetración era mas fuerte y agresiva, ya había perdido la noción de el tiempo, no sabia si seguía de noche o ya había amanecido, no le importaba no quería dejar esa habitación por un buen tiempo.
Seguían en esa posición, a Luke le encantaba la vista y como su culo rebotaba con cada penetración que hacia, -No quiero acabar, por lo que tendré que comerte unas cuantas veces mas ¿espero no te importe?-, le dijo mientras se inclinaba para hablarle al oído con su mano otra vez situada en su cuello.
Siguieron en esa posición por un buen rato, se dejaron llevar por el deseo que sentían el uno por el otro, no quería que esa noche acabara. De forma brusca Clio detiene la acción y se levanta, moviéndose sensual y provocativamente excitando aun mas a Luke, podía volverse loco en ese mismo instante, ve como de manera provocativa se apoya en el tocador y abriendo sus piernas lo invita a continuar el trabajo. Luke se levanta lentamente frotando su miembro mientras caminaba hacia donde estaba Clio al llegar se queda mirando de arriba hacia abajo, admirando ese hermoso cuerpo, necesitaba comerla otra vez, rápidamente se coloco en sus rodillas y enterró su rostro en su sexo, probando una vez mas sus deliciosos fluidos. Con su lengua recorría toda su vagina, subía para mordisquearles suavemente las nalgas, para luego volver a atender su sexo, con sus manos acariciaba sus muslos y una que otra nalgada fuerte mientras la seguía comiendo, de verdad podía pasar toda su vida comiéndola y dándole placer. Se levanto en un solo esfuerzo agarro su pene y lentamente lo froto en los labios de su vagina, la agarro por el pelo y tiro lento pero fuerte de el para así lograr que lo mirara a los ojos, y sentir el deseo de ella por tenerlo adentro otra vez.
No se dejo esperar, después de provocarla frotando su pene con su vagina por unos minutos la volvió a penetrar, estaba tan mojada que entraba fácilmente y hasta lo mas profundo de ella, el ritmo comenzó agresivo y rápido, gruñidos y gemidos salían de Luke, mientras halaba mas fuerte de su pelo con su otra mano acariciaba todo su cuerpo desde sus muslos y nalgas, hasta sus tetas. No disminuyo su ritmo, cada penetración era mas fuerte y agresiva, ya había perdido la noción de el tiempo, no sabia si seguía de noche o ya había amanecido, no le importaba no quería dejar esa habitación por un buen tiempo.
Seguían en esa posición, a Luke le encantaba la vista y como su culo rebotaba con cada penetración que hacia, -No quiero acabar, por lo que tendré que comerte unas cuantas veces mas ¿espero no te importe?-, le dijo mientras se inclinaba para hablarle al oído con su mano otra vez situada en su cuello.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Era imposible ignorar las caricias de Luke, ese hombre sabía muy bien como tentarme, como despertar en mi ese sentimiendo de deseo. Mordí mi labio inferior de manera traviesa al ver como el caballero se aproximaba hacia mí mientras mantenía erguido su miembro, otorgándole una serie de roces que quería sentir sobre mi piel. Esbocé una sonrisa ladina cuando sus manos me tomaron por la cintura, consiguiendo que me inclinara un poco más sobre el respaldo de la silla, algo inquieta por saber que tenía en mente, aunque me podía hacer una ligera idea. En un abrir y cerrar de ojos su rostro se situó a la altura de mis muslos, ampliando todavía más la distancia que los separaba para poder llegar con su boca hasta mi sexo. - Eres increíble...- Solté un leve gemido cuando su lengua rozó mi feminidad, la cual comenzó a palpitar de deseo, humedeciéndose a medida que me estimulaba. No sé como lo hacía pero, aquel hombre era capaz de anular todos mis sentidos, mi capacidad de razonar. Logrando con sus gestos que me odiara a mi misma por ser tan vulnerable.
Tenía que admitir que mi recién estrenado amante estaba cumpliendo todas mis expectativas, llevaba semanas fantaseando con un momento como aquel, anhelando encontrar la compañía de un hombre que por fin supiera como hacerme disfrutar de lo lindo con el simple roce de su cuerpo contra el mío. Su calor estaba fundiéndose con mi fuego interior en uno solo, como dos llamas de un mismo incendio que amenazaban con convertir en cenizas cada rincón de aquella habitación. Una sonrisa que estaba hecha completamente de un alto grado de perversión apareció en mis labios en el mismo momento que me tiró del pelo. El moreno era todo un experto a la hora de utilizar su lengua ¡y qué manera de menearla! el contacto más simple de ese músculo en mi intimidad me enloquecía por segundos, haciéndome presa de mis propios gemidos. Era imposible disimular aquel abanico de sensaciones placenteras que Luke me provocaba. ¿Acaso quería que le suplicara que me follase? - mmm gatito.- Fue un suave sonido el que salió de mis labios cuando su miembro frotó de nuevo contra la entrada de mi vagina, abriéndose paso en mi interior mientras hacía que sus embestidas fueran una auténtica delicia. Durante unos segundos retuve su miembro con los músculos de mi vagina, abrazándoselo, sintiéndole en todo su esplendor. El caballero tenía una buena arma de combate pero, lo mejor de todo era que sabía utilizarla. - Hazlo rápido, con fuerza.- le exigí apretando los dientes, clavando mis dedos en el respaldo de la silla cuando notaba como toda su envergadura me entraba en cada estocada.
El moreno era para mí una fuente de perdición. Mis ojos grises se posaron en los de él en el mismo momento en el que me pidió permiso para comerme, por lo visto no quería correrse todavía. - Vaya, te resistes a darme tu leche.- comenté regalándole una mirada con cierto aire felino. - ¿y qué desea comerme mi señor?
Tenía que admitir que mi recién estrenado amante estaba cumpliendo todas mis expectativas, llevaba semanas fantaseando con un momento como aquel, anhelando encontrar la compañía de un hombre que por fin supiera como hacerme disfrutar de lo lindo con el simple roce de su cuerpo contra el mío. Su calor estaba fundiéndose con mi fuego interior en uno solo, como dos llamas de un mismo incendio que amenazaban con convertir en cenizas cada rincón de aquella habitación. Una sonrisa que estaba hecha completamente de un alto grado de perversión apareció en mis labios en el mismo momento que me tiró del pelo. El moreno era todo un experto a la hora de utilizar su lengua ¡y qué manera de menearla! el contacto más simple de ese músculo en mi intimidad me enloquecía por segundos, haciéndome presa de mis propios gemidos. Era imposible disimular aquel abanico de sensaciones placenteras que Luke me provocaba. ¿Acaso quería que le suplicara que me follase? - mmm gatito.- Fue un suave sonido el que salió de mis labios cuando su miembro frotó de nuevo contra la entrada de mi vagina, abriéndose paso en mi interior mientras hacía que sus embestidas fueran una auténtica delicia. Durante unos segundos retuve su miembro con los músculos de mi vagina, abrazándoselo, sintiéndole en todo su esplendor. El caballero tenía una buena arma de combate pero, lo mejor de todo era que sabía utilizarla. - Hazlo rápido, con fuerza.- le exigí apretando los dientes, clavando mis dedos en el respaldo de la silla cuando notaba como toda su envergadura me entraba en cada estocada.
El moreno era para mí una fuente de perdición. Mis ojos grises se posaron en los de él en el mismo momento en el que me pidió permiso para comerme, por lo visto no quería correrse todavía. - Vaya, te resistes a darme tu leche.- comenté regalándole una mirada con cierto aire felino. - ¿y qué desea comerme mi señor?
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Le encantaba como Clio lo miraba, y le hablaba mientras la penetraba. Sintió como los músculos de su vagina se contraían, aprontando su miembro y llevándolo al borde, gruñidos y gemidos, -Maldita sea mujer- dijo entre dientes halándole mas fuerte el cabello, lo estaba excitando mucho mas que cualquier otra mujer había logrado. La siguió penetrando por unos minutos en esa posición, la sutileza se había ido por completo de Luke, cada penetración era aun mas fuerte.
-¿Que deseo comerte?-, pregunto para luego parar la penetración, la agarrón entre sus brazos y la lanzo sobre la cama, para luego sin previo aviso poner su cuerpo encima de el de ella, y acercar sus labios a los de ella, sus lenguas se entrelazaron en un beso húmedo y lujurioso, con su mano izquierda agarro sus dos brazos y los puso por encima de su cabeza, dejando ver en todo su esplendor sus hermosos pechos. Se hizo camino por todo su cuerpo, mordisqueando y besando su cuello, para luego llegar a sus tetas, podía tener su rostro enterrado ahí por horas, sus pezones estaba duros, eran perfectos, y cabían a la perfección en sus labios. Jugo con ellos por un rato, lamiéndolos y apretándolos con sus manos, luego continuo, besando su abdomen, abrió sus piernas y sin previo aviso, metió su lengua en sus adentros una vez mas, lamio y mordisqueo suavemente su clítoris. Paso unos minutos, concentrado, en su sexo, esperando haberla hecho llegar al orgasmo varias veces, ya no podía mas, quería penetrarla otra ves y esparcir su semilla en donde ella le pidiera.
La volvió a manipular, agarrándola y llevándola al borde de la cama, la volteo y puso sus rodillas en el borde alzando su culo y dejando al aire en todo su esplendor su hermosa vagina, hizo que su torso se inclinara sobre la cama forzando su cabeza hacia abajo con su mano solo quería ver levantado su hermoso culo. Agarro su miembro y frotándolo una vez mas, contra los labios de su vagina, se inclino y acerco su cabeza a la de ella, diciéndole al oído, -¿Quieres que te siga cogiendo? mi hermosa y deliciosa amante, y ¿Donde quieres mi leche?-, su aliento cálido la envolvió completamente, mientras su miembro seguía tentando esa entrada húmeda y excitante.
-¿Que deseo comerte?-, pregunto para luego parar la penetración, la agarrón entre sus brazos y la lanzo sobre la cama, para luego sin previo aviso poner su cuerpo encima de el de ella, y acercar sus labios a los de ella, sus lenguas se entrelazaron en un beso húmedo y lujurioso, con su mano izquierda agarro sus dos brazos y los puso por encima de su cabeza, dejando ver en todo su esplendor sus hermosos pechos. Se hizo camino por todo su cuerpo, mordisqueando y besando su cuello, para luego llegar a sus tetas, podía tener su rostro enterrado ahí por horas, sus pezones estaba duros, eran perfectos, y cabían a la perfección en sus labios. Jugo con ellos por un rato, lamiéndolos y apretándolos con sus manos, luego continuo, besando su abdomen, abrió sus piernas y sin previo aviso, metió su lengua en sus adentros una vez mas, lamio y mordisqueo suavemente su clítoris. Paso unos minutos, concentrado, en su sexo, esperando haberla hecho llegar al orgasmo varias veces, ya no podía mas, quería penetrarla otra ves y esparcir su semilla en donde ella le pidiera.
La volvió a manipular, agarrándola y llevándola al borde de la cama, la volteo y puso sus rodillas en el borde alzando su culo y dejando al aire en todo su esplendor su hermosa vagina, hizo que su torso se inclinara sobre la cama forzando su cabeza hacia abajo con su mano solo quería ver levantado su hermoso culo. Agarro su miembro y frotándolo una vez mas, contra los labios de su vagina, se inclino y acerco su cabeza a la de ella, diciéndole al oído, -¿Quieres que te siga cogiendo? mi hermosa y deliciosa amante, y ¿Donde quieres mi leche?-, su aliento cálido la envolvió completamente, mientras su miembro seguía tentando esa entrada húmeda y excitante.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
El deseo y el placer de aquel encuentro ardía en mi interior como si se tratara del combustible para una maquina, consiguiendo que solo desease más y más contacto con el cuerpo del moreno hasta el punto de no ser capaz de saciarme. Si por mi fuera estaría a todas horas desnuda frente a él, besándole, mordíendole o follándole, lo que nos pidiera el instinto a cada momento, disfrutando el uno del otro como si no existiera un mañana. La falta de delicadeza se hizo presente una vez más cuando Luke me tomó entre sus brazos y me lanzó sobre la cama, notando como mi espalda impactaba contra el colchón al tiempoque mi tigre de bengala se posicionaba encima de mí. Atrapándome con su torso para que no tuviera ninguna escapatoria. Mi piel se estremecía bajo las atenciones del caballero, recibiendo los labios del mismo de manera acogedora, con ganas y hambre a la vez que con fiereza e intensidad, alargando ese beso todo lo que pude. - Estás juguetón hoy.- susurré, permitiendo que me pusiera mis brazos estirados por encima de mi cabeza. Mis pechos firmes y voluminosos se alzaron un poco más con ganas de guerra, deseosos de llamar la atención de aquel hombre que no dudó ni un instante en comérmelos. Gemí como una gatita cuando su boca se posó sobre ellos, succionándolos, lamiéndolos, chupándolos y mordiéndolos. ¡Qué delicia!
Me mordí el labio con lascivia mientras contemplaba como lo hacía, aguantándome las ganas de posar mi mano sobre su nuca y encerrarle todavía más contra esos dos cojines calientes que adoraban ser mimados. Al igual que mi clítoris, el cual no tardó en ser atendido por esa boca hambrienta. Los gemidos eran desgarradores amedida que su lengua hacía maravillas con mi sexo hasta que me volvió a guiar a una posición distinta, colocándome de rodillas al borde de la cama. Le miré de soslayo alzando un poco más mi culo, sintiendo como un airecillo corría entre mis piernas. - Oh si, cariño, deseo que me sigas follando.- musité a media voz al notar como su pene volvía a frotarse con la entrada de mi vagina, consiguiendo que mi mejilla y mi pecho quedaran todavía más pegados a la cama.- Donde tu desees mi amo, ¿quieres que me la trague o prefieres correrte sobre mis pechos o mi culo? - le propuse mientras llevaba mi mano hacia atrás, acariciándole los testículos con suavidad.
Me mordí el labio con lascivia mientras contemplaba como lo hacía, aguantándome las ganas de posar mi mano sobre su nuca y encerrarle todavía más contra esos dos cojines calientes que adoraban ser mimados. Al igual que mi clítoris, el cual no tardó en ser atendido por esa boca hambrienta. Los gemidos eran desgarradores amedida que su lengua hacía maravillas con mi sexo hasta que me volvió a guiar a una posición distinta, colocándome de rodillas al borde de la cama. Le miré de soslayo alzando un poco más mi culo, sintiendo como un airecillo corría entre mis piernas. - Oh si, cariño, deseo que me sigas follando.- musité a media voz al notar como su pene volvía a frotarse con la entrada de mi vagina, consiguiendo que mi mejilla y mi pecho quedaran todavía más pegados a la cama.- Donde tu desees mi amo, ¿quieres que me la trague o prefieres correrte sobre mis pechos o mi culo? - le propuse mientras llevaba mi mano hacia atrás, acariciándole los testículos con suavidad.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Se habían desconectado completamente de el mundo, las palabras de Clio lo excitaban, no le respondió a su pregunta ya en el momento decidiría donde esparcir su semilla. Al sentir sus suaves manos acariciar sus testículos, la penetro lentamente, para luego aumentar el ritmo poco a poco, ya estaba al borde, no quería que la noche acabara, pero sabia que esa no iba a ser la ultima, la borrachera se había ido completamente de su cuerpo. Estaba completamente sumergido en Clio, podía sentir como las paredes de sus adentro se contraían dándole un placer exquisito, la posición en la que la había puesto era poco sutil y bastante erótica.
Luke poso sus manos en ambas nalgas, seguidamente las apretó y aumento el ritmo, estaba todo sudado y su respiración era toda agitada, ya no podía retrasar mas su clímax, gemía mientras subía aun mas la velocidad de la penetración, estaba ya en clímax. Saca rápidamente su pene, para luego halar a Clio de la cama y ponerla de rodillas en el suelo con su espalda apoyada al lado de la cama. Se agacho un poco mientras frotaba su pene, posicionándolo entre sus pechos, siguió frotándolo mirando a Clio directamente a los ojos. Alzo su vista al mismo tiempo que su semilla se esparcía por los hermosos pechos de Clio, la vuelve a mirar gimiendo y mordiéndose el labio inferior, para luego caer desplomado en la cama.
-Ha sido el mejor sexo que he tenido en un largo tiempo- dijo aun con la respiración agitada. Se arrastra por la cama para alcanzar su chaqueta que había quedado en el espaldar de la misma, saca un pequeño saco de cuero, y dice -Es todo tuyo, todo el dinero que poseo encima- le dijo invitándola devuelta a la cama, -Solo pido un ultimo beso- dijo con una sonrisa plasmada en su rostro.
Luke poso sus manos en ambas nalgas, seguidamente las apretó y aumento el ritmo, estaba todo sudado y su respiración era toda agitada, ya no podía retrasar mas su clímax, gemía mientras subía aun mas la velocidad de la penetración, estaba ya en clímax. Saca rápidamente su pene, para luego halar a Clio de la cama y ponerla de rodillas en el suelo con su espalda apoyada al lado de la cama. Se agacho un poco mientras frotaba su pene, posicionándolo entre sus pechos, siguió frotándolo mirando a Clio directamente a los ojos. Alzo su vista al mismo tiempo que su semilla se esparcía por los hermosos pechos de Clio, la vuelve a mirar gimiendo y mordiéndose el labio inferior, para luego caer desplomado en la cama.
-Ha sido el mejor sexo que he tenido en un largo tiempo- dijo aun con la respiración agitada. Se arrastra por la cama para alcanzar su chaqueta que había quedado en el espaldar de la misma, saca un pequeño saco de cuero, y dice -Es todo tuyo, todo el dinero que poseo encima- le dijo invitándola devuelta a la cama, -Solo pido un ultimo beso- dijo con una sonrisa plasmada en su rostro.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Descontrol. Sin duda alguna esa era la palabra que mejor podría definir aquella situación, ambos habíamos sucumbido al deseo que sentíamos el uno por el otro, entregándonos en todo momento a nuestros instintos más primarios hasta el punto de querer repetir la experiencia. ¿Dejaría que me tuviera de nuevo sola para él? Era muy probable, pero tendría que aceptar una serie de condiciones si quería volver a disfrutar del sabor de mi piel, volver a recorrer con sus dedos cada curva de mi figura. Sus manos se posaron sobre mis nalgas, sosteniéndome con una fuerza envidiable mientras me la seguía metiendo con brusquedad. Taladraba mi vagina con una intensidad que provocaba que de mi boca solo salieran gritos de placer, obligándome a cerrar los ojos con fuerza. Mi respiración estaba totalmente alterada, el placer había llegado a cada parte de mi ser, sin excepción. Y de repente el caballero volvió a cambiarme de posición, colocándome esta vez de rodillas frente a él, con la espalda reposando sobre el lateral de la cama. Mis pechos se oprimieron contra su pelvis, encerrando entre ellos su pene el cual estaba a punto de estallar. Y lo froté, tomé mis tetas entre mis manos y dibujando pequeños círculos fui apretándolas una y otra vez contra su polla, viéndome tentada a rozarla de nuevo con mi lengua... la tenía tan cerca de la barbilla, tan a mano, que resultaba ser un dulce dificil de resistir.
Mis ojos grises ardieron con pasión mientras la intensidad de mi mirada recaía en los ajenos, observando a aquel pecado hecho hombre. Quería contemplar por mi misma los gestos de su rostro cuando llegara el clímax, cuando su semilla quedara liberada y esparcida sobre mis senos . Y así fue, tras un profundo gemido Luke descargó su leche sobre mí, salpicándome parte de la mejilla antes de caer erndido en la cama. - Creo que se podría mejorar si me das otra oportunidad.- susurré deslizando mis dedos por mis montañas calientes, recogiendo con ellos parte de ese líquido blanquecino para llevármelo a la lengua. Los rocé con la punta de ésta hasta que quedaron completamente limpios, después tragué. - Sois muy generoso mi señor.- dije agarrando el saquito para dejarlo sobre el tocador al tiempo que tomaba un pañuelo entre mis manos y limpiaba con pequeño toquecitos la zona de mi cuerpo que todavía estaba manchada. Después volví junto a él, gateé por la cama y me recosté entre sus brazos. - Deseo concedido, cariño.- posé mi mano sobre su mandíbula y guié su boca hasta la mía, bebiendo de sus labios con total tranquilidad, tomándome mi tiempo en ese gesto que duró varios minutos. - ¿al final dormirás esta noche aqui conmigo o pretendes marcharte ya? - pregunté una vez nos separamos, acariciando con mis dedos parte de su abdomen, pegando mi pecho a su costado.
Mis ojos grises ardieron con pasión mientras la intensidad de mi mirada recaía en los ajenos, observando a aquel pecado hecho hombre. Quería contemplar por mi misma los gestos de su rostro cuando llegara el clímax, cuando su semilla quedara liberada y esparcida sobre mis senos . Y así fue, tras un profundo gemido Luke descargó su leche sobre mí, salpicándome parte de la mejilla antes de caer erndido en la cama. - Creo que se podría mejorar si me das otra oportunidad.- susurré deslizando mis dedos por mis montañas calientes, recogiendo con ellos parte de ese líquido blanquecino para llevármelo a la lengua. Los rocé con la punta de ésta hasta que quedaron completamente limpios, después tragué. - Sois muy generoso mi señor.- dije agarrando el saquito para dejarlo sobre el tocador al tiempo que tomaba un pañuelo entre mis manos y limpiaba con pequeño toquecitos la zona de mi cuerpo que todavía estaba manchada. Después volví junto a él, gateé por la cama y me recosté entre sus brazos. - Deseo concedido, cariño.- posé mi mano sobre su mandíbula y guié su boca hasta la mía, bebiendo de sus labios con total tranquilidad, tomándome mi tiempo en ese gesto que duró varios minutos. - ¿al final dormirás esta noche aqui conmigo o pretendes marcharte ya? - pregunté una vez nos separamos, acariciando con mis dedos parte de su abdomen, pegando mi pecho a su costado.
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Estaba exhausto pero a la vez descansado, había tenido una muy buena noche. Observo como Clio se levantaba de el suelo, y prosiguió a limpiarse, con unos pequeños y provocativos toques. -Créeme que tendrás muchas oportunidades mas-, dijo a la insinuación de Clio. Observo como se acercaba gateando sobre la cama, y sintió sus labios húmedos tocar con los de el, en un beso que duro minutos, si Luke tuviera unos años menos, ese beso lograría endurecer su hombría nuevamente.
Sus dos cuerpos desnudos se unieron en la cama, sintió como los pechos de Clio descansaban pegado al costado de su torso. -¿Es eso una invitación mi hermosa amante?-, respondió pasando su mano por su rostro recogiéndole un mechón travieso para observarla mejor, -Me encantaría quedarme aquí contigo, así me asegurare que ningún otro hombre te tenga esta noche-, dijo pasando sus dedos por sus jugosos labios. Agarro su barbilla y levanto la mirada, -Ahora la verdadera pregunta es...¿Quieres que me quede? o ¿Me estas echando?- con una pequeña sonrisa en su rostro continuo, -Porque si me estas echando, será difícil separarte de estos brazos- al decir esto la agarro y la posiciono encima de el pegada a su cuerpo encerrándola con los dos brazos, todavía con esa sonrisa arrogante que se dibujaba en su boca.
Luke sabia que tenia que irse, su hermano lo iba a comenzar a buscar después y quería ahorrarse el sermon, pero no podia dejar de juguetear un poco mas con Clio, sabia que la mujer solo mostraba interés por el dinero que le había dado, pero eso no le importaba a el. Clio sabia fingir interés demasiado bien, o quizás no era tan fingido como Luke pensaba.
Sus dos cuerpos desnudos se unieron en la cama, sintió como los pechos de Clio descansaban pegado al costado de su torso. -¿Es eso una invitación mi hermosa amante?-, respondió pasando su mano por su rostro recogiéndole un mechón travieso para observarla mejor, -Me encantaría quedarme aquí contigo, así me asegurare que ningún otro hombre te tenga esta noche-, dijo pasando sus dedos por sus jugosos labios. Agarro su barbilla y levanto la mirada, -Ahora la verdadera pregunta es...¿Quieres que me quede? o ¿Me estas echando?- con una pequeña sonrisa en su rostro continuo, -Porque si me estas echando, será difícil separarte de estos brazos- al decir esto la agarro y la posiciono encima de el pegada a su cuerpo encerrándola con los dos brazos, todavía con esa sonrisa arrogante que se dibujaba en su boca.
Luke sabia que tenia que irse, su hermano lo iba a comenzar a buscar después y quería ahorrarse el sermon, pero no podia dejar de juguetear un poco mas con Clio, sabia que la mujer solo mostraba interés por el dinero que le había dado, pero eso no le importaba a el. Clio sabia fingir interés demasiado bien, o quizás no era tan fingido como Luke pensaba.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
¿Realmente quería que pasara la noche junto a mí? Aquella era una buena pregunta. Si recordaba las palabras que Luke pronunció a oscuras en aquel frío callejón parisino, dejarle dormir en mi cama era parte del trato al que habíamos llegado antes de dirigirnos al burdel. Por otro lado, las monedas que me había entregado cubrían con creces mis servicios y el aquiler de ese dormitorio. Me parecía justo permitir que se quedara conmigo entre esas sábanas hasta la llegada del amanecer, difrutando del calor de nuestra piel mientras nos entregábamos a los brazos de Morfeo. - ¿De verdad quieres que te sea sincera? - pregunté alzando la mirada, fijándola directamente sobre los ojos del caballero al tiempo que meditaba mi respuesta. No era fácil dar una contestación así a un cliente. Estaba claro que por mi cama habían pasado muchos hombres y a pesar de que la mayoría de ellos habían resultado ser todo un suplicio, estaba obligada a que mis palabras fueran de lo más complacientes. Dijera lo que dijera sonaría a mentira. De repente, sin previo aviso, sus brazos me sujetaron con fuerza para colocarme boca abajo sobre su cuerpo. Atrapándome en una prisión cálida y acogedora mientras mis pechos quedaban oprimidos contra su pectoral y mi sexo rozaba sutilmente con el suyo. - Me encantaría tenerte aqui conmigo hasta el alba.- dije con sinceridad, a sabiendas que aún me daba tiempo a hacer algún que otro trabajillo rápido con algún cliente desesperado. Si algo bueno teníamos las mujeres en comparación con los hombres, sin duda ese era nuestro aguante. Tardábamos más en saborear el placer del sexo pero soportábamos lo que nos echaran.
- Antes de arriesgarme a despertar y que no estés a mi lado, si te propongo algo ¿qué me dirías? - pregunté con una sonrisa divertida dibujada en los labios.- ¿Aceptarías venir conmigo a un pantano? Mañana al atardecer, sin coste alguno. - el tono de mi voz sonaba provocativo, con un alto grado de sensualidad.- con la única condición de que te sometas a mis juegos y aceptes mis normas.- mi dedo índice se deslizón por su torso hasta llegar a su ombligo, esperando una respuesta de aquel caballero. Quería demostrarle que ese primera noche solo había sido un aperitivo, mostrarle mi carta de presentación con el fin de que se diera cuenta de que un polvo y una mamada no estaban del todo mal, pero mis servicios llegaban más allá de eso. El poder de la imaginación no tenía límites y también ofrecía trabajos a domicilio.
- Antes de arriesgarme a despertar y que no estés a mi lado, si te propongo algo ¿qué me dirías? - pregunté con una sonrisa divertida dibujada en los labios.- ¿Aceptarías venir conmigo a un pantano? Mañana al atardecer, sin coste alguno. - el tono de mi voz sonaba provocativo, con un alto grado de sensualidad.- con la única condición de que te sometas a mis juegos y aceptes mis normas.- mi dedo índice se deslizón por su torso hasta llegar a su ombligo, esperando una respuesta de aquel caballero. Quería demostrarle que ese primera noche solo había sido un aperitivo, mostrarle mi carta de presentación con el fin de que se diera cuenta de que un polvo y una mamada no estaban del todo mal, pero mis servicios llegaban más allá de eso. El poder de la imaginación no tenía límites y también ofrecía trabajos a domicilio.
Cliodna- Prostituta Clase Baja
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Re: Sígueme al paraiso [Luke J. Ashford][+18]
Solo sentían su cuerpo cálido pegado al de el, sus pechos siendo apretados por su torso, de verdad era confortante, fácilmente se podía quedar dormido en esa posición. La pregunta de Clio lo hizo pensar, ¿de verdad quería que fuera honesta con el?, probablemente no, no sabia lo que en verdad pensaba ella de el, era difícil saber cuando una cortesana era sincera o cuando solo pretendía, eran muy buenas mentirosas, y como no serlo, prácticamente es su profesión.
-Pensándolo bien, no, miénteme, dime lo que quiero oír-... Su respuesta sonó sincera, pero ¿Solo estaba fingiendo?. A Luke no le importaba, el como un niño ingenuo creía todo lo que salía de sus hermosos labios.
Lo tomo por sorpresa, no esperaba ese tipo de proposición, -¿Sin coste alguno?- se pregunto,no tendria ningun problema en pagarle lo que ella pidiera, pero no sabia que tenia pensado, y ¿a un pantano al atardecer?, parecía el comienzo de una historia de terror de las que su padre les contaba a el y a su hermano cuando eran pequeños. -¿Sabes que mientras estés desnuda encima de mi, será imposible rechazar cualquier cosa que me pidas?- dijo mordiéndose el labio y dándole una pequeña sonrisa. Podía hacer tiempo para ella, no tenia nada planeado, no iba a salir a cazar con su hermano ya que esperaban las ordenes de su padre y solo esperaba que esas ordenes se tardaran en llegar.
-Pero ahora siento un poco de curiosidad- todavía sosteniéndola fuerte en sus brazos, -Prometo someterme a cualquiera de tus juegos, pero dime ¿que es lo que me espera?, si se puede saber-, no era normal que una cortesana lo invitara a pasar una velada a las afueras del burdel y sobre todo sin cobrarle nada. Era un hombre mas que capaz de defenderse así mismo, por si cualquier cosa que amenazara su vida podría llegar a pasar.
-Pensándolo bien, no, miénteme, dime lo que quiero oír-... Su respuesta sonó sincera, pero ¿Solo estaba fingiendo?. A Luke no le importaba, el como un niño ingenuo creía todo lo que salía de sus hermosos labios.
Lo tomo por sorpresa, no esperaba ese tipo de proposición, -¿Sin coste alguno?- se pregunto,no tendria ningun problema en pagarle lo que ella pidiera, pero no sabia que tenia pensado, y ¿a un pantano al atardecer?, parecía el comienzo de una historia de terror de las que su padre les contaba a el y a su hermano cuando eran pequeños. -¿Sabes que mientras estés desnuda encima de mi, será imposible rechazar cualquier cosa que me pidas?- dijo mordiéndose el labio y dándole una pequeña sonrisa. Podía hacer tiempo para ella, no tenia nada planeado, no iba a salir a cazar con su hermano ya que esperaban las ordenes de su padre y solo esperaba que esas ordenes se tardaran en llegar.
-Pero ahora siento un poco de curiosidad- todavía sosteniéndola fuerte en sus brazos, -Prometo someterme a cualquiera de tus juegos, pero dime ¿que es lo que me espera?, si se puede saber-, no era normal que una cortesana lo invitara a pasar una velada a las afueras del burdel y sobre todo sin cobrarle nada. Era un hombre mas que capaz de defenderse así mismo, por si cualquier cosa que amenazara su vida podría llegar a pasar.
Luke J. Ashford- Cazador Clase Alta
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