Romanian Rhapsody [Priv-Rubí]

por **Sirenia Vídgîr** Vie Mar 13, 2015 11:09 am

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Posiblemente una de los peores cosas que puedan sucederte es que estés a un momento de explotar cuando no puedes aguantar por ni un segundo más a la novia más charlatana del momento, una que se iba a casar pero de lo nerviosa que estaba, en cualquier momento, todo se iría al desastre.

-Oh, la música es prematura y alegórica al evento de esta noche –Dijo la sabia mujer anciana del campamento – Seguro que vendrán mujeres y hombres de otros campos vecinos, en mi época todo se hacía a escondidas.

-¿Otros Lombarda? Los anteriores fueron esparcidos por todo el bosque…figuradamente –Dijo aquella a la que llamaban la sirena de los bosques - ¿Quién fue?

-Malas lenguas dicen que fue un súcubo del diablo, otros que fueron criaturas malditas por el embrujo de las noches eternas.

-Vaya –Sirenia no estaba sorprendida. La anciana desvariaba de vez en cuando. Solo habría que seguirle el hilo de la conversación – Y no ¿volver…

-Pescado, deberías callarte y no arruinar mi boda. No vaya a ser que espantes a alguno de los invitados.

-Claro….-Sirenia soltaba el bajo del vestido que había terminado de arreglar con cuidado, ella recogía los restos de tela –Como quieras….-Salía de la tienda – Lagarta –pero se quedó satisfecha cuando le soltó aquello a la novia, que en realidad este no era su primera boda. Era una compañera de tienda extraña. Cada mes se casaba con un hombre diferente, todos con el mismo estereotipo, todos morenos y ojos claros. Solo que recordando que tipo de hombres le gustaba a esa lagarta, recordó a Thoumas, un hombre del cual quería saber más, alguien con quien se sentía desprotegida en un modo de debilidad, que podría hacer cualquier cosa para contentarle, pero saltaba su lado de preocupación de si llegara a estar sola de nuevo. No deseaba estarlo. No sola de nuevo. Con Thoumas se sentía desprotegida pero a la vez envuelta en la calidez de él. Aun sentía curiosidad de porque la magia del violín le afectaba de esa forma ¿Era esa forma de vivir acaso?

-¡aHG!- Tropezó torpemente para ir rodando tierra abajo por una colina pero que quedo cerca del campamento en el que estaba – Uff – Bufo cuando vio las telas manchadas de tierra, maldijo y maldijo. Al fin y al cabo, las telas las había comprado ella ya que en el campamento se había convertido en una especie de costurera barra diseñadora y bailarina en el campamento. Sin llegar como, poniendo unas telas aleatoriamente sobre un busto que robaron para ella de un basurero que encontraron unos gitanos de su campamento. Lo limpio, quito el olor a podrido y comenzó a usarlo a su libre albedrio. Creando y creando llegaron a saber de ella. La novia no lo sabía, pero había hecho un diseño realmente anormal a posta. No le caía bien.

-Esta está bien…-Fue mirando tela por tela, descubriendo que solamente una había sufrido daños colaterales por la caída. Cerca estaba el rio en el que solía lavar la ropa a menudo o cuando pretendía tener un momento de paz…cosa que no tendría en unas horas. Inmediatamente escucho el grito de terror proveniente de la novia que se iba a casar. Seguramente había encontrado el lagarto que había dejado momentos atrás antes de que se probase el vestido blanco crudo. No podría estar más usada su propia “dignidad” cosa que Sirenia mantenía aun intacta, preparándose para alguien que en realidad mereciera algo tan importante como aquello. Esperaba que fuera aquella persona por la que no dejaba de pensar, aquella persona a la que ella quería ayudar. Aquella persona que la visito hace unas noches y que portaba un instrumento de tristeza. Solo se asustaba si por la ausencia de esas noches, él la había olvidado o simplemente no encontraba el campamento.

por **Rubí** Jue Abr 02, 2015 11:50 am

Boda, boda, boda, giro un poco el cuello mirando con un dejo pícaro y travieso a mi hermana Amethist , sonriendo tomo las manos de mi hermana poniéndonos de pie de un brinco, comenzando a danzar dando pequeños brinquitos al rededor de mi padre por lo que esta contándonos. En una de las caravanas vecinas se casara una chica y aunque no me ha pedido a mi, mas bien a mi hermano Lorick que siempre anda de golfo con Dair y se lleva tan bien con Mátyás porque los dos son igual de prostipirugolfos; Lorick ira a presentarse en su nombre ya que tiene asuntos que atender como Jefe y no puede asistir. –¿Podemos llevar un regalo? – mi hermana me mira y ahora las dos le vemos de frente a mi amado padre –¿Podemos? ¿Podemos? – preguntamos a la par emocionadas. Una boda gitana siempre es motivo de emoción en cualquier gitana joven.

Mi padre no a dejado que Amethist porque aun la considera muy joven así que me ha permitido ir junto a mi hermano Lorick con el obsequio a la caravana, al menos una de nosotras lo a logrado después de rogar durante los últimos cuatro días. –Repite ¿Porqué querías venir si no te importa contraer nupcias? – mal miro a mi hermano con los ojos entrecerrados y el comienza a reír con ganas –No le veo la gracia, sabes tan bien como yo que a cualquier gitana le encantan las bodas – respondo altiva, juguetona y con la voz cantarina, dándole con el puño cerrado en el hombro despacito, le saco la lengua y camino digna apretando las manos en torno al bolso que se cruza por mi pecho –Mi pequeña y traviesa hermana ¿Que seria de nosotros sin tu cariñoso sentido del humor? – abraza mis hombros y besa mi mejilla, mientras que mi risa no aguanta mas y brota de mis labios escandalosa junto a la de él. Ambos continuando nuestro camino, molestándonos, entre empujones, bromas pesadas y canciones.

Camino algunos pasos atrás aun cantando la canción pero él se detiene y como resorte me doy de frente con su espalda y me voy para atrás, voy a reclamar sobandome el trasero pero el pide silencio –Shh, e escuchado algo – me paro de un brinco y me asomo al rededor. Yo no escucho nada, pero si miro unos listones tirados entre las amarillentas hojas del otoño –PPtttsss Hey, Lorick – señalo colina abajo –Creo que ella es a quien escuchaste, iré a ayudarle mientras tu puedes adelantarte – él intenta agarrarme del brazo gritándome que no sea imprudente, en balde, y yo mas rápida me deslizo sosteniéndome de los arboles en busca de la chica que e visto recoge algunas telas despidiéndome con la mano de mi hermano regalando una de mis mas tiernas y cariñosas sonrisas.

Unos minutos después me encuentro frente a la gitana –Hola ¿Te encuentras bien? ¿Estas lastimada? – pregunto sonriendo levantando una de las telas sucias acercándola a la chica de cabellos castaños. –¿Eres de por aquí? Soy Rubí ¿Quieres que te ayude?– esta boca que jamas se queda callada. Rolo los ojos encogiendo un poco los hombros.

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Jun 13, 2015 10:27 pm

Sirenia miraba a quien se había acercado a ella, le sonrió y la miro con la mitad de la vista que tenía. Su parche le decía aun que era señal de que no puede encandilar a ningún hombre ni que puede servir de amante tampoco pero la bondad de la joven que llego a su rescate, le animo un poco. Casi comienza a llorar que desea no seguir por la vergüenza que sufre en ese instante.

La mira cuando se levanta sola del suelo y es un poco baja, le llega por su mentón y sus cabellos cobrizos son revoltosos y hermosos. Sonríe a pesar de que le cuesta esbozar una bonita sonrisa, ella pretende huir en palabras pero sonríe más aunque piensa que queda bastante raro. Sueña que algún día sus miedos desaparecerán de repente, quedándose en la tierra como la mujer más segura del planeta.

-Estoy bien, gracias por preguntar realmente no me pasa nada. Solo caí y caí sin hacerme ningún daño. Eso es todo –Dijo cuándo fue a las ropas en el cesto. Aun se mareaba porque cuando casi la cuerda tensa del violín acertó en su pómulo acertó parte de su ojo pero sin llegar a lastimarlo, pero igualmente quiso ponerse el parche en el ojo por el mal que le daba al estar con alguien que no la deseaba o eso pensaba ella. Podía llorar aun sin permitirse detenerse, pero no, ahora no se sentía como si fuera el momento de hacer tal cosa. Se sentía siempre la peor del mundo o eso hacia la gente con ella.

La dejaba enamorada y después la dejaban tirada como si fuera basura, o una caca de perro de la que nadie se preocupa después o pisotea sin sentimiento alguno. Siempre podría ser la última en todo pero por una vez sentía que posiblemente algo estuviera a punto de cambiar. Necesitaba que algo cambiara en ella o de seguro se ahorcaría o se ahogaría en el lago o simplemente pediría sentencia de muerte gritando a los cuatro vientos que era bruja y así rápidamente la matarían para quitarle sufrimiento.

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