Es un ambiente bonito... [Mia]

por Invitado Dom Sep 12, 2010 4:20 pm

Sonreí al sentir el calor que desprendía aquella cafetería. Hacía tiempo que no entraba en un lugar como aquel, como una persona normal, para intentar socializar con las personas en vez de para chuparles toda la sangre que llevaban en el interior y arrojarlas a un río que no llevaba a ningún sitio. Me senté en una de aquella mesas, frente a la ventana, apoyando mi cuerpo en la pared y mirando por el cristal. Parecía que iba a llover, pero no lo conseguía. Y quería que lloviera. Hacía tiempo que no veía llover.

Pedí un café solo, bastante cargado. Por supuesto, aquello no me iba a alimentar, pero no me podía sentar en aquel lugar para no pedir nada. Tendría que hacer un esfuerzo por parecer un humano normal y corriente. Aunque demasiado pálido para no destacar entre todos aquellos que había en el Café.

Aspiré el aire. Los granos de café molidos. El azúcar. ¡Y hasta había miel! Había un montón de distendidas conversaciones en las mesas de mi alrededor. También me llegó al oído la risa cantarina de una chica y de un niño de nos más de siete años. Sonreí y dejé de mirarlos, volviéndome hasta la ventana y apoyando la cabeza en la mano. Me quité los guantes y y los dejé a mi lado, pegándolos a la pared. Bajé la cabeza, esperando a que me trajeran el café. Lo acepté de buena gana, sonriendo y dando las gracias con un amigable tono de voz.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 5:11 pm

Habia empezado mi turno en el café estaba ya algo cansada mis jornadas de trabajo habian aumentado, el dueño del lugar cada vez tenia más gente y nos necesitaba diario eso empezaba a molestarme, ya casi salia de ese lugar y una amiga me dejó encargada su mesa, más enfurruñada no podia estar, ya queria salir a tomar aire fresco habia pasado demasiado tiempo ahi metida, tome la charola llevandola con cuidado y miré la mesa con un chico con la cabeza baja, esperaba estuviera bien, deje el café en la mesa con una servilleta a lado y lo miré.-Aqui esta su café, esta bien Monseiur?.-Pregunté con un tono de voz suave sonriendole un poco, no habia visto por completo su cara pero seguro era atractivo, al menos eso se veia por las facciones de sus manos y demás.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 5:22 pm

La miré a los ojos, girándome hacia ella y mirándola a los ojos, mientras cogía el café con las manos. Sonreí y le di un trago al café, notando su explosión de sabor en la boca y tragando con cuidado. Dejé el café en la mesa y volví a girarme hacia ella, con una blanca sonrisa en los labios. Parecía una buena chica y su aroma parecía mucho más fuerte y exquisito que el de las demás personas que había podido llegar a encontrarme en todo el día.

-Está estupendo, madamme. Muchas gracias -la miré de nuevo a los ojos y ladeé un poco la cabeza-. Unos ojos precioso, señorita, son perfectos.

Volví a llevarme el café a los labios, tragando un poco más de su contenido, con la misma sonrisa en la cara. La seguí mirando a los ojos, esperando una respuesta por su parte, un leve enrojecimiento o alguna reacción ante mi comentario. Alguien salió por la puerta, dejando entrar un poco de aire helado de la calle hasta el interior de la cafetería.

-¿Puedo saber el nombre de la dueña de esos preciosos ojos? -alcé la mano, esperando a que ella me diera la suya. No me preocupada mi frialdad en la piel, acababa de entrar y era natural pensar que tenía las manos heladas del frío de la calle, así que dejé pasar ese detalle.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 5:40 pm

Noté cada uno de sus movimientos, cuando alzó la vista su mirada me cautivo, senti algo que ni yo misma crei, algo en el estomago, que raro era todo eso, segui con la sonrisa dibujada en mi rostro escuchando sus palabras tan dulces saliendo de sus labios, ¿Sus dulces labios?, si que estaba alucinando ya, cuando espetó la ultima palabra mis mejillas se tornaron de un ligero tono carmín notando que el comentario que habia hecho me habia gustado, baje un poco la vista intentando evitar el contacto con sus ojos los cuales no me dejaba pensar con claridad.
Gracias Monsieur, mi nombre es Mia Waldorf.-Coloque mi mano junto a la suya y senti un pequeño escalofrio con una corriente electrica demasiado extraña para mi que quite de inmediato mi mano de la suya, no queria ser descortés pero no entendia lo que hacia mi cuerpo en presencia de ese hombre que acababa de conocer.
Se le ofrece algo más?.-Dije rompiendo el hielo, y sonriendole mirando fijamente a sus ojos.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 5:53 pm

Siempre acertaba. Allí estaba la reacción que había estado buscando. Cuando se sonrojó, sonreí para mi fuero interno. Le di un ligero beso en la mano antes de que la apartara y volví a coger la taza con una mano. Ladeé la cabeza y la incliné, a modo de reverencia, esbozando una sonrisa torcida.

-Yo soy Desmond Leveque, es un placer conocer a una dama como usted, señorita Waldorf -me quité el sobrero, pasándome una mano por el pelo. Me quité también la gabardina, dejándola sobre la silla contigua, dejando ver un caro chaleco negro del que colgaba una cadena plateada, terminada en un reloj, del mismo material de la cadena y con grabados florales, en el bolsillo del mismo chaleco.

Me remangué las mangas hasta un poco más encima de los codos, y le di un nuevo sorbo al café templado, mientras lo saboreaba con lentitud. negué con la cabeza a la última pregunta y la volví a mirar, cruzando ambas manos y entrelazando los dedos, sobre la mesa.

-No, nada más. Muchas gracias, madamme -volví a sonreír de aquella manera tan arrebatadora-. Ha sido un placer conocerla -seguí un paso más adelante-. ¿La gustaría tomar algo conmigo cuando acabe su turno, my Lady? -hice una pequeña reverencia, sonriendo-. Acabo de llegar y no he tenido tiempo de hablar con nadie y echo de menos la compañía -mentí.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 6:17 pm

Reacciones poco comunes en mi despertaba el chico en mi, me recordaba cuando estaba enamorada de Dalmau, aunque esto no se comparaba con lo que Desmont me hacia sentir, que lindo nombre, poco comun aunque tambien no era que yo fuera muy social y tuviera mil amigos, solo que me hacia fantastico cada cosa que el hacia.
Note como se quitaba su chaqueta y demás mientras seguia con mi sonrisa en el, ya habia terminado mi turno y solamente debia servirlo a el ahora aunque eso no me molestaba en lo más minimo, de hecho se me habia olvidado ya que queria irme de ahi.
Es un gusto conocerle Monsieur Leveque, sea bienvenido a una de las mejores cafererías de Paris... y tambien a este magnifico lugar.- Le dije guiñandole con cautela un ojo, era algo timida pero el me daba confianza aunque no sabia porque.
Miré donde estaba la cocina y sonrei, mi turno habia acabado ya asi que podria tomar un café con el.-Por supuesto Monseiur Leveque sería un placer tomar una taza con usted.-Le contesté con una voz suave sintiendo mis mejillas arder de nuevo y baje la mirada, talvez estaba pasandome de confianza.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 6:30 pm

Sus reacciones parecían exageradas. Pero me gustaba aquella timidez y aquella sonrisa. Era muy bonita. Me apostaba lo que fuera a que aquella chica ya había pasado por el corazón de un montón de chicos. Pero, ¿cuántos años podía llegar a tener? Parecía joven, pero no llegaba a acertar su edad. Y no iba a preguntarlo, pues era algo descortés y de poca educación.

-Muchas gracias, señorita -un guiño por su parte. Sonreí, me había parecido un gesto muy atrevido para ella, la chica a la que se le habían puesto coloradas las mejillas con solo algunas acciones educadas.

Me apuré a levantarme, dando la vuelta a la mesa y retirando la silla de la mesa, tendiéndola la mano para que se sentara en la mesa, justo delante mía, con una enorme sonrisa en los labios. Era como estar con aquella chica, la otra humana a la que había conocido. Podían ser deliciosos, pero intentar interactuar con ellos era algo fantástico. No era un vampiro violeto, a no ser que tuviera demasiada sed o... diferentes causas. Eso era lo que me diferenciaba de muchas personas.

-El placer es mío. Por favor, tome asiento -hice un gesto con la mano, para que me diera la suya y la ayudara a sentarse.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 7:04 pm

Sonrei por como contestó, estaba emocinandome de más pero el chico de verdad me atraia de una forma irreal, al menos para mi, habia jurado no enamorarme más ni pensar en eso, gire un poco la cabeza para quitarme esos pensamientos y volver a la conversacion, tomé su mano para sentarme enfrente de el cosa que hizo que volviera a sentir su gelido tacto pero al mismo tiempo suave, me senté con cautela sin quitar la vista de el.
Esperé a que el se sentara mientras acomodaba mi vestido y un mechon de mi cabello.-Gracias por ser tan amable.-Eran pocos los que eran asi siendo de clase alta, muchos me trataban de forma hostil y como no hacerlo yo solo les servia café o algo más que desearan no tenian ninguna obligacion conmigo para tratarme bien.
Es usted diferente, me alegra saber que hay personas ... sencillas aún en Paris.-Le dije con una voz firme pero siendo amable, casi nunca me quedaba con lo que pensaba otras veces tenia que morder mi labio para callar, era un problema que siempre tenia que ocultar.
Le miré esta vez más detenida en cada faccion de su piel, la forma de sus ojos contrastaba con su nariz y asi hasta llegar a la forma de sus labios, no queria parecer muy interesada, me daba pena que se diera cuenta de lo que causaba en mi apenas a unos minutos de conocerlo.
Me acomodé en la silla esperando el dueño del lugar no le molestara que tomará una taza de café con uno de sus clientes auque si asi era me daba igual no perdería una oportunidad asi.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 5:22 am

Me volví a sentar en la silla, levantando un poco los pantalones y cruzando las piernas, apoyando en una de ellas un codo. Llevé mi mentón a una mano y continué observándola. Sonreí, cogiendo la tacita de porcelana y bebiendo un poquito más de su contenido. Se estaba empezando a enfriar. Pero no me importaba, el frío era algo que no me molestaba de ninguna de las maneras. Aquella chica tenía algo en la mirada, algo que invitaba a tener una conversación con ella, a sonreír y a buscar siempre maneras de escuchar su voz.

-Madamme, la educación siempre va por delante de cualquier cosa. Mis padres me enseñaron a ser cortés y amable con las personas, y más con señoritas como usted -giré un poco la cabeza.

El camarero se acercó para tomar nota a Mia, poniendo las manos detrás de la espalda. Observé aquel gesto, cuando cerró los puños, asintió a lo que ella dijo y se marchó por donde había venido. Reí por lo bajo y me volví hacia ella, escuchando lo que decía con atención, mientras esbozaba una sonrisa irónica. Me pasé una mano por el pelo y entrelacé los dedos de mi mano encima de la mesa, cerca de la taza de café.

-Diferente... sí, me lo han dicho más de una vez -torcí la sonrisa-. Usted también es diferente a las otras damas que he llegado a tener el placer de conocer.

Sí, había algo diferente en mía. Era bella, joven, sencilla, con buenos modales. Aunque estaba seguro de que, lo que más me atraía de ella, era el fuerte olor de su sangre humana corriendo por sus venas, llamándome una y otra vez. Suerte que ahora no la necesitaba, pero podría ser un buen reclamo en los días de sed. Otra apuntada para la lista negra. Aunque no me gustaría matarla, es más, seguramente no lo hiciera.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 2:24 pm

Miré cada movimiento que hacia, una parte de mi lo guardaba en mi memoria, no sabia porque me causaba tanta curiosidad y un sentimiento nuevo y raro en mi, queria conocerlo bien, sus gustos y otras cosas, seguro tenia alguien esperando en casa o al menos más chicas detrás de el, no tenia ninguna esperanza en cuanto a ese punto pero podríamos ser buenos amigos, talvez mis pensamientos estaban llendose demasiado lejos aunque no dejaba de escucharlo con atencion.
Acomodé un poco mi collar, se habia enredado en mi pelo, lo hice sin dejar de mirarlo.-Eso esta bien, mis padres también fueron estrictos en cuanto a eso... aunque se dará cuenta usted que no soy de una clase social... muy buena, pero aun asi me enseñaron lo que pudieron.-Le conté con media sonrisa después de pedir un café.
Escuché lo demás con una sonrisa a medias dibujada en mi cara mientras jugaba un poco nerviosa con mi collar y mordiendo levemente mi labio inferior.
Diferente?, talvez lo hacia por cortesia, o algo asi.-Pensé bajando la mirada apenada.
Talvez lo dice porque aún no me conoce bien.-Le contesté mirando mi collar, evitando su mirada para no confundirme más.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 2:34 pm

Un colgante realmente hermoso, pensé para mi. Pero no lo dije, no quería parecer que realmente estaba archivando cada movimiento que Mia hacía, guardándolo en un lugar de mi mente, por si en algún momento me hacían falta conocer. Sonreí de oreja a oreja y asentí con la cabeza a lo que dijo.

Vaya... de clase media. Nunca lo habría dicho. Vestía bastante bien y tenía muy buenos modales, por lo que desde un primer momento había pensado que ella era de una clase social bastante alta. Ese hecho me sorprendió bastante, lo que hizo que me inclinara un poco más sobre la mesa y la mirara a los ojos. Quería averiguar que se escondía detrás de esa mirada tímida y asustada al mismo tiempo. ¿Un pasado tenebroso? ¿Desamores? ¿Secretos? ¿Mentiras? Puede que esas y muchas más cosas. Y algo en mí quería averiguarlas todas.

-Sus padres hicieron un buen trabajo, mi Lady -sonreí, guiñándola un ojo-. Había apostado a que era usted una refinada señorita de una clase alta. Pero es genial ver como queda gente educada y decente de clases más bajas.

El camarero trajo su café y se lo dejó delante, con desgana. Miró de reojo y con superioridad a Mia. Suspiré y cerré los ojos, escuchando como se marchaba. Esbocé una sonrisa siniestra y entré en la mente de aquel tipo, utilizando uno de los poderes que no me gustaba usar. "Tropieza y cae al suelo". No tardó mucho en hacerlo. La bandeja cayó rodando y una chica se apresuró a ayudarlo. Miré de nuevo a Mia, triunfante y disimulando.

-Me encantaría conocerla, señorita. Me parece usted verdaderamente interesante.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 2:55 pm

Noté por el rabillo de los ojos como se apoyaba en la mesa cosa que hizo que subiera la mirada hasta encontrarme con sus ojos, otra vez habia olvidado el hilo de la coversacion, mordi leve mi labio un tanto apenada mientras oia lo que habia pensado con respecto a mi, y pasar tiempo con mi "hermana" Sara habia hecho que me hiciera más educada y supiera cosas de la "alta" sociedad pero algunas veces se olvidaban, ya me habia acostumbrado a ser solo yo, sin ninguna atadura pero tambien tenia los conocimientos que me habian dado anteriormente.

Gracias, y bueno... también es grato conocer personas como usted, pocos de la clase alta son amables con los que no tenemos muchos recursos... aqui suelen venir personas asi que se creen dueños de una y mandan hasta fastidiar.-Dije lo ultimo entredientes, pues varias veces me habia pasado, algunos se sentian tus gefes y te ordenaban hasta poner la servilleta en su regazo.
Cuando trajeron mi café noté a Desmond cerrando los ojos, talvez ya se habia aburrido de mi platica, mucho de mi y poco de el, me sorprendiò lo ultimo que dijo que hizo que la sonrisa se hiciera más grande y miré por la espalda como el chico que habia traido mi café caia,.
Pobre.-pensé encogiendome de hombros y volviendo la vista a Desmond.
A.. a mi también me gustaría conocerlo mejor... .-Dije mientras miraba el café haciendo un esfuerzo de no volver a sonrojarme.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 3:15 pm

El pobre chico se levanto y se limpió todo el café que había llenado su camisa, pues en la bandeja llevaba más de un café. Y calentito. Eso le pasaba por no saber tratar a una señorita. Odiaba a las personas que no sabían tratar a las demás, que las miraban por encima del hombro, creyéndose superiores a los que había a su alrededor. El ser más superior de toda aquella cafetería era yo y me comportaba como un ciudadano normal.

Miré, mientras entraba en una pequeña habitación, para cambiarse de ropa, lo más seguro. Decidí dejarlo en paz en aquel momento, para devolver mi atención a Mia, con una espléndida sonrisa. me encogí de hombros, mirando por la ventana.

-Bueno, que seas de una clase social alta no quiere decir que seas un cretino. Aunque el noventa y nueve por ciento lo son -reí con fuerza y me terminé el contenido de mi taza de café, mirándola de reojo.

Era infinitamente atractiva. Quizá por su sencillez y juventud. Y por sus buenas maneras. Y pos sus mejillas que siempre estaban coloradas al más mínimo comentario que yo la podía llegar a hacer. Sonreí y asentí con la cabeza, dejando la tacita de café a un lado de la mesa, pegándola a la pared. Me relamí los labios, quitándome los restos de café de ellos y me aventuré a hacer una pregunta discreta.

-Pues resulta que pasaré la noche solo, en el hotel. No he tenido el placer de la compañía -mentí de nuevo-, y temo volverme un poco solitario. ¿La gustaría a usted, bella dama, acompañarme a mi habitación para charlar un rato? Prometo acompañarla hasta su hogar si es necesario cuando usted quiera -me preparé a entrar en su mente, por si debía hacerla cambiar de opinión, aunque dudaba tener que hacer usos de mis poderes.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 3:45 pm

Apuntaba cada uno de sus movimientos y más por tanto interes que habia de mi parte, cada cosa que hacia era una invitacion a querer saber más de el, su sonrisa me dejaba sin habla y el sonido de su voz se me hacia tan familiar como si desde siempre lo conociera y asi estando en la penumbra con el hablando sabria perfectamente como sus labios se moverian y si tuviera que encontrarlo me guiaria por su voz melodiosa, talvez me habia ilucionado muy pronto con este chico, pero algo en mi decia que no importaba que siguiera asi y que conocería más de el.
Escuche con atencion y sonrie levemente tomando un poco de café sintiendo el liquido bajar por mi garganta, me agradaba el calor que despedia y el sabor mucho más.
Sus palabras me tomaron desprevenida, jIr a su habitación?, no me parecia bueno... pero queria ir, deseaba hacerlo...-
Mordi mi labio leve, no sabia que hacer... si aceptaba o no.-Ehm... bueno yo... no se... si sea buena idea.-Dije sonrojada bebiendo un poco más, pasando el café con algo de brusquedad.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 4:58 pm

Alcé las cejas. Estaba empezando a llover a mares. Al parecer, a muchas de las personas que estaban allí sentadas aquello parecía un problema, pues no tardaron mucho en pagar la cuenta en en salir de allí, tapándose sus voluminosos peinados con la gabardina de sus acompañantes, mientras ellos tenían que aguantar un mar que caía del cielo en pequeñas gotitas. Miré a los que salían por la puerta y centré mi atención en Mia.

Se estaba mordiendo el labio. Eso era inseguridad. Y no me podía mirar. Por lo que de verdad estaba deseando es que su respuesta era afirmativa. Si hubiera sido una respuesta clara, me hubiera mirado a los ojos y hubiera hablado con mayor seguridad, pero se tomaba su tiempo para meditar cada palabra que salía de su boca. Sonreí, inclinándome un poco más sobre ella.

-Vamos, mi Lady. Odio la soledad de esa habitación. Discúlpeme por no poder invitarla a mi mansión, pero todavía está... de reformas... -la mansión de los Leveque sería en pie, casi intacta, por lo que no tendría ningún problema en volver a ella, ya que estaba deshabitada-. ¿Qué me dice?

La guiñé un ojo, con una sonrisa en los labios. Sabía que no podía resistirse a aquella, nadie lo hacía. Los encantos de un vampiro eran demasiado fuertes para una humana como ella. Y quería que viniera conmigo. Quería ver qué podía pasar en esa habitación, quería saber cómo se desarrollaban los acontecimientos posteriores. Esperé su respuesta mirando por la ventana.

por Invitado Mar Sep 14, 2010 10:49 pm

Escuché como empezaba a llover, muchas de las personas que estaban en el lugar comenzaron a salir casi volando, querian huir de la lluvia y sería bueno hacer lo mismo pero no sabia si debia hacerlo presisamente con el, no es que no quisiera, si no que temia un poco a lo que pasará después, no habia estado en compañía de un hombre en ese aspecto o talvez mi imaginación volaba demasiado alto y solo charlariamos... aunque si pasaba otra cosa no estaria con objecion, era obvio que el chico me atraia, talvez más de lo que pensaba, incluso más de lo que mis sentimientos y el mismo corazón podían notar.
Tome la decision bebiendo un poco más de café, esa sonrisa rompio aun más mi negatividad a no ir y solo logre a decir un "si" con un movimiento de cabeza mirandolo un poco para después volver la vista a la taza que tenia unas cuantas florecillas en los bordes con decoración en tono dorado acompañado de un verde claro.
Si... esta bien..-Logré decir con un hilo de voz intentando mantener la vista donde nada me confundiera y mis pensamientos fluyeran mejor. El lograba hacer que mis pensamientos se encontraran unos con los otros y no solo tenia poder en eso si no en mis sentimientos y acciones, olvidaba unas cuantas veces en respirar cuando mantenia la mirada en sus ojos, en poco tiempo ya habia hecho de mi un lio... al menos lo era en su presencia.
Alcé la vista para encontrar su mirada en la ventana cosa que agradecí, al menos contaba con unos minutos antes que volviera la vista y me olvidara de respirar de nuevo.

por Invitado Jue Sep 16, 2010 2:24 pm

Esperé con bastante paciencia aquellas palabras. No se me borró la sonrisa de la cara, ni un solo momento. Y no dejé de mirarla. Un trueno en la calle. Hizo que más gente que hubiera allí saliera corriendo, pagando la cuenta y volviendo a sus casas, para alejarse de aquella extraña tormenta de otoño que se había cernido sobre la ciudad de París sin aviso previo. Bueno, el tiempo estaba muy loco en aquella época. Podía hacer sol y en tres segundos ponerse a diluviar, anunciando un pequeño monzón.

Y aquella sonrisa se expandió en mis labios. Asentí con la cabeza y me levanté con lentitud, llamando al camarero. Le di unas cuantas monedas y lo miré con una extraña sonrisa. Una pena que no se hubiera quemado mucho con el café. Me puse la gabardina y los guantes, para que Mia no notara mi extrema frialdad en la piel. Cuando llegáramos al hotel, me buscaría una buena escusa. ¿Qué decía? Podía convencerla de que mi piel era así de fría por alguna disparatada razón si entraba en su cabeza y la manejaba un poquito. O eso pensaba. No lo sabía ni yo.

Alcé una mano, esperando a que ella se levantara. Extendí el brazo hacia Mía, haciéndola un gesto para que se agarrara a mi brazo. Un nuevo trueno. Y un relámpago que iluminó todo el exterior. Hice una mueca con los labios.

-Madamme, no quiero ser maleducado, pero mucho me temo que vamos a tener que darnos prisa.

por Invitado Jue Sep 16, 2010 5:26 pm

Empezaba a pensar que a lo mejor no habia sido una buena idea aceptar, si alguien me veia le irian a decir a ese horrible vampiro y tendría como volverme a encontrar, seguiamos teniendo un asunto pendiente y todo lo que hacia me lo recordaba, jamás se me olvidaría como habia destruido parte de mi pasado en una sola noche y habia metido tanto miedo en mi ser contra los vampiros, esos seres que jamás me habia topado desde ese dia y esperaba no hacerlo de nuevo ya que no sabria como reaccionar, no sabia porque se me habia venido ese pensamiento a la cabeza, ladee un poco la cabeza intentando olvidar lo que habia pensado y mirando a Desmond, en eso no me arrepentia queria ir con el de alguna manera ya habia ganado un tanto de mi confianza, además que me atraia de una manera impresionante que yo misma no pensaba que pudiera existir alguien asi, no habia sentido nada asi desde hace mucho... y talvez nada como esto, me habia apresurado demasiado debia ver que pasaba y si el también se interesaba en mi como yo en el.
Noté como se levantaba e hice lo mismo acomodando mi vestido y disculpandome con el para ir por mi abrigo que lo habia dejado en uno de los estantes de madera, cuando regresé ya se habia colocado los guantes y demás prendas para protegerse del frio y lo mismo habia hecho yo con mi abrigo, era uno de mis favoritos, me asusté un poco al oir el estruendo de un relampago, la tormenta se habia soltado y tenia razón debiamos apurarnos, esta vez me apresuré a tomar su brazo y asenti dispuesta a ir con el.
Claro Monsieur, estoy lista....-Contesté con una sonrisa en los labios mirandolo, y no podia responder de otra forma, sabia que algo no andaba del todo bien, no me arrepentia por aceptar porque queria ir pero esto era diferente.
Desvié un poco la mirada para pensar en otra cosa y relajarme un poco no queria avergonzarme más enfrente de el.

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