AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
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Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Todavía espero que llegue el momento…
Esta frio, congelado… inerte.
Un vacío… El abismo
es parecido
a tus
Besos.
Esta frio, congelado… inerte.
Un vacío… El abismo
es parecido
a tus
Besos.
...un momento
perdido en el tiempo...
perdido en el tiempo...
Sueño
con volver
a ese recuerdo que
me a permanecido con vida,
sigo latente, entumecida,buscando
entre sueños dolorosos, fríos y vacíos…
con volver
a ese recuerdo que
me a permanecido con vida,
sigo latente, entumecida,buscando
entre sueños dolorosos, fríos y vacíos…
El viento azotaba mi cabello con mucha fuerza, golpeaba mi rostro con brusquedad, mis ojos cerrados que poco a poco entre abría para sentir esa briza rabiosa, percibir por lo menos, que alguien sentía algo por mí, aunque fuera esa fría y brusca ventisca.
Me levante lentamente del piso flotante de mi alcoba, mire las ventanas que estaban abiertas, las cortinas bailaban al son de esa briza inquieta, era hermoso de ver, la libertad de sus movimientos, la elegancia y sofisticación de esa lenta y pasiva danza que los conectaba siendo tan distintos, aun así tenían esa comodidad de estar juntos en pasos de baile… No quise interrumpir tan maravilloso acto y pre cure moverlas lentamente para poder mirar desde mi terraza, el viento siguió jugando con mi cabello, lentamente me senté en el barandal, sabia que esas fachas no era para mostrarlas en publico, con una bata de seda y un babydoll trasparente que dejaba ver mis senos desnudos y las pantys que llevaba puestas. Aun así no me importo en absoluto y sin pensarlo dos veces salte desde mi terraza hasta caer en mi pequeño jardín que estaba al frente de las calles de parís, mire mis pies heridos por las piedras y matorrales que había debajo, pero de algo debo agradecer de esa ventisca, era de su frio tacto que me había dejado sedada durante mi sueño. Camine sin importarme el fino roce de la tierra en la planta de mis pies, el asfalto dejo descasar por unos segundos ese ardor tan peculiar, cada paso que daba sentía el frio, el viento mover mi ropaje, recordando el baile tan hermoso que había contemplado, quise sentirme la protagonista de aquella danza, donde podía ser una con esa briza rabiosa.
La oscuridad de la noche había tapado cualquier rastro de estrellas en ese cielo, tan oscuro y turbulento… cualquiera diría que vendría un temporal, que es mejor aguardase en sus casas, compartir en familia mientras que el mal tiempo pasara. Mientras que yo, estaba afuera, inquieta, tambaleante, sonriendo sin saber cual era el motivo, seguramente me reía de lo estúpido que seria quedarme en casa ¿a esperar a que llegue mi familia?... hace tiempo que había perdido el toque cálido, ni si quiera permanecía en mi piel, y junto con la calidez se habían ido los recuerdos de mis padres, de esa sumisa niña, de ese pomposo esposo, de ese cruel niñito. Ni los rostros recordaban.
Sin darme cuenta me alejaba de aquella ciudad, y un bosque sobrio, tenebroso tomaba partido en el ambiente que me rodeaba, el pasto acariciaba mis pies descalzos, y las gotas de roció ayudaban al color rojizo de los dedos de mis pies, entumecidos por el frio de aquel lugar.
Llegue hasta el cementerio, desde lejos denotaba un pequeño lago, junto a algunas tumbas rodeadas por agua estancada de ese laguito que nació por el mal temporal, me parecía hermoso a esta distancia, todo me parecía hermoso en este estado de transe que me encontraba, parecía drogada, como si por primera vez abría probado el sumo delicioso que es la sangre humana, esa sensación de la primera vez, ese hormigueo, esa satisfacción, una necesidad de no parar de sentirla recorrer mi boca hasta llegar a mi garganta, algo de verdad maravilloso, un vicio que me dejaba extasiada, como si fuera un orgasmo repentino, un sucio pecado que estaba dispuesta a seguir asiéndolo, aunque eso me volviera una pecadora por miles de años mas, no me importaría ser rechazada por Dios, ni pedir perdón por ello, ya que seguiría haciéndolo sin detenerme.
Las ramas de los arboles chocaban unas contra otras, las hojas caían al suelo, las pocas hojas que quedaban de ese árbol, el cambio de estación los había dejado completamente desnudos, el pequeño lago parecía congelado, el fino hielo untaba sus aguas… caí al piso para romper ese delgado hielo que cubría el lago, veía como los pedazos se separaban y algunos se desvanecían entre las aguas sucias de ese lago, junte mis piernas y las abrace junto a mi pecho, mis dedos lograban tocar las aguas congeladas creando pequeñas hondas que eran interrumpidas por mas hielo escarchado, el frio se denotaba en todo mi cuerpo, pero no lo sentía… no sentía nada. El tiempo había llevado mis recuerdos y mi habilidad de sentir emoción alguna… -¿será que se habrá congelado igual que ese lago?- aun sí así fuese me sentía cómoda siendo como era, me resultaba fácil.
Me quede sentada un buen rato en esa posición, sentía como me dormía poco a poco, no quería dormir en ese lugar, quería volver, pero se habían congelado mis sentidos… apoye mi cuerpo junto al árbol, deje caer mis pies al frio lago, la delgada escarcha se amontonaba junto a mis pies me sentía parte del ambiente…
- Spoiler:
Última edición por Madeleine Dubont el Lun Jul 02, 2012 5:30 pm, editado 1 vez
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 27/05/2012
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Extraño era para mi pasear como si nada una noche en la que en vez de estar perdiendo mi tiempo podría mejor estar buscando a mi hermano mayor.
La verdad no sabía ya si rendirme o no, ¿acaso valía la pena seguir buscandole, cuando ni siquiera le conocía? ¿Y si en realidad no se trataba de mi hermano sino de una simple foto de un desconocido más?...¿El amante de mi madre?, ¡Por favor, si a leguas se notaba que era mucho más jóven que ella!, ¡En que demonios estaba pensando! Lo que necesitaba más bien era un descanso prolongado.
Esto de ser inmortal me traía sin cuidado, y había olvidado lo importante que era dormir por las mañanas, cuando el sol se asomaba por mi ataúd. ¡Ya empezaba a aborrecer esa vieja caja! Tanta oscuridad no era para mi. Quería broncearme un poco, no tener siempre la piel tan blanca como la nieve.
¿De verdad, por qué estaré tan loco?
Y por si fuera poco, esa noche me adentré a la residencia familiar SOLO. Claro, quien me iba a secuestrar por parecer una linda señorita, maldito Nosferatu, me las iba a pagar cuando lo viera.
Eran las 12 de la noche, y con desgane mis pasos parecían ser los únicos que resonaban por aquellos lugares de la ciudad, ¿y a que había ido al cementerio tan noche?, al parecer algo se me había perdido la otra mañana (entiendase que aún no salía el sol, por eso no me quemaba, sobre todo porque el cementerio casi siempre estaba alejado de la luz, era la misma oscuridad que los muertos le daban con su estancia) y necesitaba recuperarlo antes de que algún fantasma se lo llevara.
Y adivinen que era eso tan importante: el anillo de la familia.
¿Como se me pudo haber olvidado en el cementerio?, si mi padre estuviera vivo y se enterara seguro me quitaba la inmortalidad.
-Que oscuro está todo esto, ojalá y Nosferatu estuviera aquí, seguro que se volveria loco de tanta "maravilla", ¡si, ajá!
Era dificil no pensar en él, pues desde entonces...no dejaba de lado el sentimiento mi corazón.
¿Por qué no permanecimos juntos...como algo más? Ya no me acuerdo...
Entre los caminos que las tumbas formaban, volteando al nevado suelo empecé a buscar mi anillo, encontrandome con la silueta de quien era al parecer una hermosa niña, recostada en una de las tumbas con los pies metidos al lago congelado que ahí había.
¿Que clase de ser era?, ¿Por qué el hielo no la congelaba?, ¿O...estaba viva aún?
Con mucha discresión, y sobre todo curiosidad, quise acercarme a su lado, para ver si todavía tenía vida en su cuerpo, pero cuando quise despertarla al menos con un simple toque de mi mano, sentí que estaba helada, como si tuviera tiempo ahí en esa posición.
Aunque algo me decía que no estaba muerta, no como yo lo imaginaba.
No podía sentir la presencia de su corazón con mi poder, pero si podía sentir su respiración ¿"artificial"?
¿Entonces...era como...yo?
La única manera de que mi poder de percepción funcionara era con los de mi especie, los cambiaformas y los hombres lobo...según las enseñanzas de mi padre hace tiempo.
Así que no podía percibir a los fantasmas, y a los humanos solo con el olor de sangre que pudieran tener impregnados al haber asesinado o al haberse hecho una simple herida. Los demás no estaban bajo mi control (si así se le podía llamar a mi poder).
Algo dentro de mi me decía que no debía dejarla más tiempo del que ya llevaba aquí, pero tampoco podía asegurar que si la ayudaba me haría daño.
-¿Que haré?, se ve tan inocente aunque...eso solo nos sirve como una máscara de defensa- pero había olvidado que con mi percepción también podía sentir el peligro de los seres con los que me topaba en mi camino...mi corazón se aceleraba como si tuviera miedo.
En ese entonces, no percibía maldad en su interior...pero tampoco bondad...percibía más bien...¿tristeza?, ¿miedo?, ¿pero a que?
-¿A que le temeis, pequeña?- con mi voz interior quise llamar a su corazón, mientras tomaba sus manos y las calentaba un poco con las mías (si es que podía hacer eso), cerrando los ojos en el proceso.
Esta conexión me llevó al mundo de sus sueños, ¿o su pasado?, un jardin donde un árbol de inmenso tamaño, con un columpio de enredaderas, se presentaba. Ella se columpiaba con mucha insistencia.
OFF: espero no te moleste, me pareció interesante tu trama asi que me uní a ella
La verdad no sabía ya si rendirme o no, ¿acaso valía la pena seguir buscandole, cuando ni siquiera le conocía? ¿Y si en realidad no se trataba de mi hermano sino de una simple foto de un desconocido más?...¿El amante de mi madre?, ¡Por favor, si a leguas se notaba que era mucho más jóven que ella!, ¡En que demonios estaba pensando! Lo que necesitaba más bien era un descanso prolongado.
Esto de ser inmortal me traía sin cuidado, y había olvidado lo importante que era dormir por las mañanas, cuando el sol se asomaba por mi ataúd. ¡Ya empezaba a aborrecer esa vieja caja! Tanta oscuridad no era para mi. Quería broncearme un poco, no tener siempre la piel tan blanca como la nieve.
¿De verdad, por qué estaré tan loco?
Y por si fuera poco, esa noche me adentré a la residencia familiar SOLO. Claro, quien me iba a secuestrar por parecer una linda señorita, maldito Nosferatu, me las iba a pagar cuando lo viera.
Eran las 12 de la noche, y con desgane mis pasos parecían ser los únicos que resonaban por aquellos lugares de la ciudad, ¿y a que había ido al cementerio tan noche?, al parecer algo se me había perdido la otra mañana (entiendase que aún no salía el sol, por eso no me quemaba, sobre todo porque el cementerio casi siempre estaba alejado de la luz, era la misma oscuridad que los muertos le daban con su estancia) y necesitaba recuperarlo antes de que algún fantasma se lo llevara.
Y adivinen que era eso tan importante: el anillo de la familia.
¿Como se me pudo haber olvidado en el cementerio?, si mi padre estuviera vivo y se enterara seguro me quitaba la inmortalidad.
-Que oscuro está todo esto, ojalá y Nosferatu estuviera aquí, seguro que se volveria loco de tanta "maravilla", ¡si, ajá!
Era dificil no pensar en él, pues desde entonces...no dejaba de lado el sentimiento mi corazón.
¿Por qué no permanecimos juntos...como algo más? Ya no me acuerdo...
Entre los caminos que las tumbas formaban, volteando al nevado suelo empecé a buscar mi anillo, encontrandome con la silueta de quien era al parecer una hermosa niña, recostada en una de las tumbas con los pies metidos al lago congelado que ahí había.
¿Que clase de ser era?, ¿Por qué el hielo no la congelaba?, ¿O...estaba viva aún?
Con mucha discresión, y sobre todo curiosidad, quise acercarme a su lado, para ver si todavía tenía vida en su cuerpo, pero cuando quise despertarla al menos con un simple toque de mi mano, sentí que estaba helada, como si tuviera tiempo ahí en esa posición.
Aunque algo me decía que no estaba muerta, no como yo lo imaginaba.
No podía sentir la presencia de su corazón con mi poder, pero si podía sentir su respiración ¿"artificial"?
¿Entonces...era como...yo?
La única manera de que mi poder de percepción funcionara era con los de mi especie, los cambiaformas y los hombres lobo...según las enseñanzas de mi padre hace tiempo.
Así que no podía percibir a los fantasmas, y a los humanos solo con el olor de sangre que pudieran tener impregnados al haber asesinado o al haberse hecho una simple herida. Los demás no estaban bajo mi control (si así se le podía llamar a mi poder).
Algo dentro de mi me decía que no debía dejarla más tiempo del que ya llevaba aquí, pero tampoco podía asegurar que si la ayudaba me haría daño.
-¿Que haré?, se ve tan inocente aunque...eso solo nos sirve como una máscara de defensa- pero había olvidado que con mi percepción también podía sentir el peligro de los seres con los que me topaba en mi camino...mi corazón se aceleraba como si tuviera miedo.
En ese entonces, no percibía maldad en su interior...pero tampoco bondad...percibía más bien...¿tristeza?, ¿miedo?, ¿pero a que?
-¿A que le temeis, pequeña?- con mi voz interior quise llamar a su corazón, mientras tomaba sus manos y las calentaba un poco con las mías (si es que podía hacer eso), cerrando los ojos en el proceso.
Esta conexión me llevó al mundo de sus sueños, ¿o su pasado?, un jardin donde un árbol de inmenso tamaño, con un columpio de enredaderas, se presentaba. Ella se columpiaba con mucha insistencia.
OFF: espero no te moleste, me pareció interesante tu trama asi que me uní a ella
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Localización : En el país de la soledad
Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Observaba de reojo las escarchas que se acumulaban en mis pies, y el sueño que me abordaba no dejaba que mis ojos siguieran viendo ese hermoso paisaje sombrío, sentía como el viento aullaba queriendo invitarme a otra danza, no tenia ánimos de seguir sus pasos de baile y procure cerrar los ojos para seguir hundida en mis pensamientos, escuchaba desde lejos el pasto seco crujir, no tenia que ser una experta para denotar que alguien se acercaba lentamente… lo que no podía percibir con exactitud si eran pasos humanos o de algún animal, el sueño me acogía como si me tapara los oídos para solo escuchar el sonido tenue de ese pequeño charco, cuando el hielo se convierte en uno, ese escalofriante sonido, que me hacia sentir parte de ese ambiente, podría estar sentada horas y horas y el frio del lugar no me afectaría, quizás sentiría adormecimiento al pararme, o quizás no seria así… no podría saber, pero lo mas divertido de esto, era que no me importaba.
Todavía envuelta en pensamientos enlazados a sueños repentinos que desaparecían para crear uno nuevo más ilógico que el primero, aun así era divertido formularlos y olvidarlos en pocos segundos… Sentí una calidez en mis manos, ese tacto me relajaba aun mas que el frio del lugar y tan discorde a lo que había sentido antes abrí los ojos lentamente, mirando borrosamente aquellas manos pálidas que sujetaban las mías -¿Por qué tan cálidas?- me cuestione insaciablemente, como si la pregunta me dará un retorcijón en el estomago, quería que esas manos se parecieran a las mías… tan humanas todavía.
Voltee mi rostro cuidadosamente, con la vista todavía nublada y el aspecto de esa persona me hizo responderme esa pregunta que tan insistentemente me había desarrollado… solo con mirar su rostro, embozado en una ternura única, una mirada de preocupación suave pero perceptible, ojos oscuros que me intrigaban, me hubiera gustado saber lo que pensaba…
Me acerque cuidadosamente para mirarlo detenidamente y bese la comisura de sus labios, el alcance no me dio para mas, quizás ya estaba siendo atrapada por ese hielo que tan fuertemente me había apegado, por primera vez desee salir de ese ambiente. Volví a mi posición intentando zafarme del hielo, pero mis intentos eran tan flojos y con muy poco animo que no dure ni 5 segundos intentándolo, volví mi mirada en ese rostro, le sonreí y comente con voz baja, pero que pudiera oírla–Eres cálido-…
OFF: No te preocupes... es un gusto rolear contigo ^^
Todavía envuelta en pensamientos enlazados a sueños repentinos que desaparecían para crear uno nuevo más ilógico que el primero, aun así era divertido formularlos y olvidarlos en pocos segundos… Sentí una calidez en mis manos, ese tacto me relajaba aun mas que el frio del lugar y tan discorde a lo que había sentido antes abrí los ojos lentamente, mirando borrosamente aquellas manos pálidas que sujetaban las mías -¿Por qué tan cálidas?- me cuestione insaciablemente, como si la pregunta me dará un retorcijón en el estomago, quería que esas manos se parecieran a las mías… tan humanas todavía.
Voltee mi rostro cuidadosamente, con la vista todavía nublada y el aspecto de esa persona me hizo responderme esa pregunta que tan insistentemente me había desarrollado… solo con mirar su rostro, embozado en una ternura única, una mirada de preocupación suave pero perceptible, ojos oscuros que me intrigaban, me hubiera gustado saber lo que pensaba…
Me acerque cuidadosamente para mirarlo detenidamente y bese la comisura de sus labios, el alcance no me dio para mas, quizás ya estaba siendo atrapada por ese hielo que tan fuertemente me había apegado, por primera vez desee salir de ese ambiente. Volví a mi posición intentando zafarme del hielo, pero mis intentos eran tan flojos y con muy poco animo que no dure ni 5 segundos intentándolo, volví mi mirada en ese rostro, le sonreí y comente con voz baja, pero que pudiera oírla–Eres cálido-…
OFF: No te preocupes... es un gusto rolear contigo ^^
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
¡Estaba viva! podía sentirlo sin duda, pero...¿en realidad estaba bien esto que tenía pensado hacer?,
Solo espero que Nosferatu no la llegue a ver y llevarsela a su mundito de "fantasías nocturnas". Se me hace muy inocente para ello.
(¡Claro que yo no era como Nos, pero tampoco era tan ingenuo como parecía, pues yo si sabía cuando "llevarlas a la cama" de esa manera, y cuando llevarlas simplemente a descansar).
Así sin más, regresando a la realidad, fijé mis ojos en los suyos los cuales ahora parecían abrirse lentamente.
Lo que me dejó totalmente inmóvil, y con un sonrojo en mis mejillas, era lo que al parecer estaba a punto de hacer cuando la vi levantarse un poco y acercarse a mi, sin soltar mis manos.
¡Me dio un beso en los labios! Definitivamente estaba viva.
-Eres cálido- me decía entre susurros, como si acabara de despertar de un sueño.
Aún demasiado tímido y aturdido por lo que acababa de sentir y presenciar, vi como insistía en levantarse de entre aquellas lápidas, así que mis instintos reaccionaron y me abrieron los ojos para ayudarla a hacerlo.
En el instante en que la sostuve de la cintura, para tomarla entre mis brazos, vi como se desvanecía de lo debil que estaba.
-¡Oh, espera!, déjame ayudarte, vamos, si salimos de este frío lago podrás descansar y te sentirás mejor. No te haré daño, todo está bien.
Con su ayuda, aún un poco debil, pero consciente, logré cargarla entre mis brazos, para llevarla conmigo hacia la residencia de mi familia, situada no muy lejos del cementerio. Pues mi casa se encontraba aún muy lejos de nosotros.
Al llegar a la grande y blanca casona, con las llaves que tenía en el interior de uno de los bolsillos de mi gabardina logré abrir la puerta, y de un solo golpe con el pie entré con ella aún en mis brazos, para subirla hacia el segundo piso, donde hace mucho se situaba mi habitación cuando era tan solo un crío.
Al dejarla en la cama la cubri con mi gabardina, mientras buscaba entre el ropero algunas sábanas limpias.
Durante la madrugada, hasta el anochecer del día siguiente, me quedé a dormir aquí dentro, uno de esos días en los que recordaba los viejos tiempos, después de haber encontrado la foto de mi hermano. Por eso había sábanas más limpias que otras.
Después di una arreglada y limpieza a la habitación, sentandome un rato mirando hacia la ventana como la noche se hacía más profunda. Mirando en un reloj que había en la pared donde se situaba el ropero o guardaropa, pude ver que eran las 12:00 apenas.
-Esto va para largo, solo espero no quedarme dormido lo suficiente antes de que ella recobre fuerzas-
La noche aún era jóven, y la luna todavía no se posaba en lo más alto de aquél negro manto estelar.
Este día sería único sin igual en mi inmortal existencia. Por primera vez pasaba la noche con una niña, y ya no era para divertirme, sino para darle cobijo, y ¿Por qué no? mi compañía y amistad.
¿A qué sonaban mis palabras que me sentía como un mocoso ayudando a una señorita?
Nosferatu me tiene demasiado traumado por el solo hecho de verme más jóven de lo que soy.
¡Pero yo le demostraré que soy capaz de cuidar de alguien más que solo mi propia sombra!
Solo espero que Nosferatu no la llegue a ver y llevarsela a su mundito de "fantasías nocturnas". Se me hace muy inocente para ello.
(¡Claro que yo no era como Nos, pero tampoco era tan ingenuo como parecía, pues yo si sabía cuando "llevarlas a la cama" de esa manera, y cuando llevarlas simplemente a descansar).
Así sin más, regresando a la realidad, fijé mis ojos en los suyos los cuales ahora parecían abrirse lentamente.
Lo que me dejó totalmente inmóvil, y con un sonrojo en mis mejillas, era lo que al parecer estaba a punto de hacer cuando la vi levantarse un poco y acercarse a mi, sin soltar mis manos.
¡Me dio un beso en los labios! Definitivamente estaba viva.
-Eres cálido- me decía entre susurros, como si acabara de despertar de un sueño.
Aún demasiado tímido y aturdido por lo que acababa de sentir y presenciar, vi como insistía en levantarse de entre aquellas lápidas, así que mis instintos reaccionaron y me abrieron los ojos para ayudarla a hacerlo.
En el instante en que la sostuve de la cintura, para tomarla entre mis brazos, vi como se desvanecía de lo debil que estaba.
-¡Oh, espera!, déjame ayudarte, vamos, si salimos de este frío lago podrás descansar y te sentirás mejor. No te haré daño, todo está bien.
Con su ayuda, aún un poco debil, pero consciente, logré cargarla entre mis brazos, para llevarla conmigo hacia la residencia de mi familia, situada no muy lejos del cementerio. Pues mi casa se encontraba aún muy lejos de nosotros.
Al llegar a la grande y blanca casona, con las llaves que tenía en el interior de uno de los bolsillos de mi gabardina logré abrir la puerta, y de un solo golpe con el pie entré con ella aún en mis brazos, para subirla hacia el segundo piso, donde hace mucho se situaba mi habitación cuando era tan solo un crío.
Al dejarla en la cama la cubri con mi gabardina, mientras buscaba entre el ropero algunas sábanas limpias.
Durante la madrugada, hasta el anochecer del día siguiente, me quedé a dormir aquí dentro, uno de esos días en los que recordaba los viejos tiempos, después de haber encontrado la foto de mi hermano. Por eso había sábanas más limpias que otras.
Después di una arreglada y limpieza a la habitación, sentandome un rato mirando hacia la ventana como la noche se hacía más profunda. Mirando en un reloj que había en la pared donde se situaba el ropero o guardaropa, pude ver que eran las 12:00 apenas.
-Esto va para largo, solo espero no quedarme dormido lo suficiente antes de que ella recobre fuerzas-
La noche aún era jóven, y la luna todavía no se posaba en lo más alto de aquél negro manto estelar.
Este día sería único sin igual en mi inmortal existencia. Por primera vez pasaba la noche con una niña, y ya no era para divertirme, sino para darle cobijo, y ¿Por qué no? mi compañía y amistad.
¿A qué sonaban mis palabras que me sentía como un mocoso ayudando a una señorita?
Nosferatu me tiene demasiado traumado por el solo hecho de verme más jóven de lo que soy.
¡Pero yo le demostraré que soy capaz de cuidar de alguien más que solo mi propia sombra!
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Localización : En el país de la soledad
Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Asome una pequeña sonrisa, al parecer mi acto le producido un pequeño enrojecimiento en sus mejillas. Duro poco mi sentimiento placentero ya que estaba cansada, agotada, quizás no fue una buena idea llegar a este pequeño charco para jugar con esta agua sucia como lo aria un pequeña de 7 años de edad, pero al intentar levantarme y no lograrlo me sorprendió que el me ayudara a lograrlo. Sosteniéndome de la cintura, un rose que no sentía hace muchos años atrás, supongo que no vio mi cara de sorprendida, no sabría decir si mi rostro abría esbozado una tonalidad rojiza, pero con el frio que tenia y el agotamiento aparente no era algo muy perceptible.
Después de ello no recuerdo mucho, supongo que en el trayecto me desvanecí y entre los pequeños momentos de lucidez solo podía reconocer un fino olor a perfume, un cálido abrazo, unos brazos fuertes… no lo recuerdo muy bien, pero solo quiero mantener conmigo ese perfume tan peculiar.
Después de varios delirios y pesadillas cortas y cargadas de malos recuerdos, pude abrir los ojos. Me sostuve la frente fuertemente, estaba mareada, mire pausadamente ese techo desconocido -¿Dónde estoy?- que chistoso, ¿en que momento llegue aquí y como?, supongo que ya no tenia importancia. Me senté lentamente todavía estaba algo aturdida y ese niño cálido sentado mirando la noche trascurrir. Una escena muy tierna… y -¿Quién era el’?- me reía de mi ignorancia y mi poca perspicacia…
Con los poco ánimos que tenia intente pararme suavemente para que el no notara que me había despertado, pero no logre pararme y decidí gatear por la cama para poder alcanzarlo. Con mi babydoll húmedo por la helada escharcha, callándose uno de mis arciales por mi brazo, ese frio que me hacia temblar suavemente, las mejillas enrojecidas, mordiéndome el labio inferior…
Estire mi brazo para poder alcanzarlo, pero me detuve antes de hacerlo. Seria un atrevimiento de mi parte si lo tomaba del brazo solo para acercarlo hacia mí, y mas si quería aprovecharme de su linda cara, con los años me hecho mas perceptible, ¿acaso quieres asustarlo?... pues ya ni modo, tendría que aguantarme las ganas de tocarlo.
-tengo frio...-
Exclame todavía con las mejillas ruborizadas, el solo acto de decirle eso me ponía nerviosa, ¿quería que me abrigara? Tenia mi ropa mojada y no creo que tenga algo de malo decirlo… quizás mi forma de decirlo sea mi problema… dirás -¿podría abrazar, tengo frio…? No, no podría soltar tal exclamación, todavía me falta personalidad para hacerlo…
Después de ello no recuerdo mucho, supongo que en el trayecto me desvanecí y entre los pequeños momentos de lucidez solo podía reconocer un fino olor a perfume, un cálido abrazo, unos brazos fuertes… no lo recuerdo muy bien, pero solo quiero mantener conmigo ese perfume tan peculiar.
Después de varios delirios y pesadillas cortas y cargadas de malos recuerdos, pude abrir los ojos. Me sostuve la frente fuertemente, estaba mareada, mire pausadamente ese techo desconocido -¿Dónde estoy?- que chistoso, ¿en que momento llegue aquí y como?, supongo que ya no tenia importancia. Me senté lentamente todavía estaba algo aturdida y ese niño cálido sentado mirando la noche trascurrir. Una escena muy tierna… y -¿Quién era el’?- me reía de mi ignorancia y mi poca perspicacia…
Con los poco ánimos que tenia intente pararme suavemente para que el no notara que me había despertado, pero no logre pararme y decidí gatear por la cama para poder alcanzarlo. Con mi babydoll húmedo por la helada escharcha, callándose uno de mis arciales por mi brazo, ese frio que me hacia temblar suavemente, las mejillas enrojecidas, mordiéndome el labio inferior…
Estire mi brazo para poder alcanzarlo, pero me detuve antes de hacerlo. Seria un atrevimiento de mi parte si lo tomaba del brazo solo para acercarlo hacia mí, y mas si quería aprovecharme de su linda cara, con los años me hecho mas perceptible, ¿acaso quieres asustarlo?... pues ya ni modo, tendría que aguantarme las ganas de tocarlo.
-tengo frio...-
Exclame todavía con las mejillas ruborizadas, el solo acto de decirle eso me ponía nerviosa, ¿quería que me abrigara? Tenia mi ropa mojada y no creo que tenga algo de malo decirlo… quizás mi forma de decirlo sea mi problema… dirás -¿podría abrazar, tengo frio…? No, no podría soltar tal exclamación, todavía me falta personalidad para hacerlo…
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Sin duda llevaba las de perder contra el sueño, ¿Tanto tiempo era el que había dejado de dormir por el día que ni siquiera había reparado en que hasta la baba se me caía mientras me encontraba con la mitad del cuerpo en la ventana?
Que risa le hubiera dado a él si me viera así.
Pero este cansancio no podría conmigo por mucho tiempo, puesto que por detrás de mi pude escuchar una dulce voz, proveniente de la cama; casi me olvidaba por completo de mi hermosa acompañante. ¿A donde se me fue la cabeza?
-tengo frío-eran sus timidas palabras, lo que me hizo darme cuenta de que ella aún estaba mojada, pues únicamente la había recostado en la cama pero no le había dado ropa para cambiarse...ella aún no estaba consciente, por eso no hice ningun movimiento más.
Ahora que la veía despierta, y un poco más consciente de si, me levanté de la silla para dirigirme hacia la cama con ella, donde para darle confianza le sonreí cálidamente, y le ofrecí darle un poco de ropa, para poner a secar la suya en el balcón de la mansión. (un lugar tan solitario, así que nadie nos molestaría, y podíamos hacer lo que quisieramos, eso nos daba ventaja de "correr por todas partes".
En lo que no había reparado, al momento de intentar ayudarle con su ropa, era que en realidad no traía ropa que quitarse, más bien traía una ligera y blanca batita que hizo que repentinamente me estremeciera extrañamente de deseo, a la vez que volvían a pintarse mis mejillas de un rosa fuerte.
-¡L-lo siento, olvidé...que todavía estabas mojada!, ¿Te gustaría deshacerte de tus prendas...para ponerlas a secar un rato?, a-aunque, c-creo que no se podrá...¡esperame tantito, no tardo!-con mucha vergüenza corrí de la habitación para ir a la que solía ser de mi madre, teniendo en mente que ella siempre guardaba finos y ligeros vestidos que usaba dentro de la casa, así que quise pensar que le quedaría uno que otro, para la figura tan delicada y joven que poseía (mamá no era mucho mayor que yo, parecía mas bien mi hermana mayor, lo que a veces me sorprendía mucho). Encontrando uno, subí nuevamente con ella a la cama, donde con la mirada gacha le ofrecí el vestido, ella parecía divertirse con mis movimientos tan repentinos y tímidos. Así que para ayudarme a ayudarla (valgame la redundancia), tomó mis manos entre las suyas y las colocó sobre sus hombros. Ambos ahora sonrojados comenzamos con la "ardua" tarea de deshacernos de sus ropas, para vestirla y secarla.
Bajando lentamente los tirantes de su ropa interior pude notar lo blanca y suave que era su piel, lo que me hizo querer avanzar más, al menos para abrazarla, porque parecía estar temblando.
De un momento a otro, por error, y a causa de mi timidez, asi sucedió, tropecé con las sábanas y casi caí encima de ella, por suerte apoyé mis manos en el colchón, pero me quedé viendo fijamente sus ojos, eso hizo que reaccionara y cerrara los míos de lo rojo que me estaba poniendo.
-¡P-perdoname, n-no era mi intencion!- ¿y ahora como lograría moverme, si mi cuerpo no reaccionaba?
Ahora si que estaba en apuros.
Que risa le hubiera dado a él si me viera así.
Pero este cansancio no podría conmigo por mucho tiempo, puesto que por detrás de mi pude escuchar una dulce voz, proveniente de la cama; casi me olvidaba por completo de mi hermosa acompañante. ¿A donde se me fue la cabeza?
-tengo frío-eran sus timidas palabras, lo que me hizo darme cuenta de que ella aún estaba mojada, pues únicamente la había recostado en la cama pero no le había dado ropa para cambiarse...ella aún no estaba consciente, por eso no hice ningun movimiento más.
Ahora que la veía despierta, y un poco más consciente de si, me levanté de la silla para dirigirme hacia la cama con ella, donde para darle confianza le sonreí cálidamente, y le ofrecí darle un poco de ropa, para poner a secar la suya en el balcón de la mansión. (un lugar tan solitario, así que nadie nos molestaría, y podíamos hacer lo que quisieramos, eso nos daba ventaja de "correr por todas partes".
En lo que no había reparado, al momento de intentar ayudarle con su ropa, era que en realidad no traía ropa que quitarse, más bien traía una ligera y blanca batita que hizo que repentinamente me estremeciera extrañamente de deseo, a la vez que volvían a pintarse mis mejillas de un rosa fuerte.
-¡L-lo siento, olvidé...que todavía estabas mojada!, ¿Te gustaría deshacerte de tus prendas...para ponerlas a secar un rato?, a-aunque, c-creo que no se podrá...¡esperame tantito, no tardo!-con mucha vergüenza corrí de la habitación para ir a la que solía ser de mi madre, teniendo en mente que ella siempre guardaba finos y ligeros vestidos que usaba dentro de la casa, así que quise pensar que le quedaría uno que otro, para la figura tan delicada y joven que poseía (mamá no era mucho mayor que yo, parecía mas bien mi hermana mayor, lo que a veces me sorprendía mucho). Encontrando uno, subí nuevamente con ella a la cama, donde con la mirada gacha le ofrecí el vestido, ella parecía divertirse con mis movimientos tan repentinos y tímidos. Así que para ayudarme a ayudarla (valgame la redundancia), tomó mis manos entre las suyas y las colocó sobre sus hombros. Ambos ahora sonrojados comenzamos con la "ardua" tarea de deshacernos de sus ropas, para vestirla y secarla.
Bajando lentamente los tirantes de su ropa interior pude notar lo blanca y suave que era su piel, lo que me hizo querer avanzar más, al menos para abrazarla, porque parecía estar temblando.
De un momento a otro, por error, y a causa de mi timidez, asi sucedió, tropecé con las sábanas y casi caí encima de ella, por suerte apoyé mis manos en el colchón, pero me quedé viendo fijamente sus ojos, eso hizo que reaccionara y cerrara los míos de lo rojo que me estaba poniendo.
-¡P-perdoname, n-no era mi intencion!- ¿y ahora como lograría moverme, si mi cuerpo no reaccionaba?
Ahora si que estaba en apuros.
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Mientras me buscaba algo de ropa me di cuenta de lo ansiosa que estaba… ¿o era el frio?... no, claro que no, quería que volviera para saber que se le ocurriría para sacarme la ropa, imaginaba sus manos recorrer mi cuerpo sus ojos tambaleantes buscando un lugar donde pudiera perder su mirada, quería sentir su calidez de cada rose, anhelaba sus manos tanto que solo pensar en ellas me producía un estremecimiento, carecía de lógica en estos momentos, me había propuesto con desespero que no intentaría incomodarlo, que no tendría que tocarlo, su roce era éxtasi para mi cuerpo… inquieta descartaba la idea que me dejara sola intentando vestirme, el agotamiento, el cansancio que mi cuerpo expedía supongo que él ya lo había sentido o percibido… poca amenaza soy, una presa fácil de persuadir en estas condiciones… me eh puesto senil con los años, jamás se me había ocurrido antes dejarme caer en un cementerio con este agotamiento para que alguien se acercara y quizás intentara matarme o algo peor, ya que, ya estaba muerta.
Lo vi llegar todavía con un poco de rubor en sus mejillas, me inquietaba su rostro tan perfecto, intente acomodarme para que pudiera quitarme la ropa fácilmente, pero el solo acto de tocarme le sentía un tímido ardor en todo su cuerpo, sentía esa calidez en cada tacto de sus dedos jugar con los tirantes de mi ropa interior… me parecía muy excitante debo decir, hasta que callo repentinamente sobre mi, cerré los ojos, pensé que sentiría su cuerpo apegado al mio y eso provocaría algo en mi, algo que no podría parar… él me producía algo que estaba fuera de mi control, pero alcanzo a sostenerse, abrí los ojos suavemente para mirar su rostro aun con enrojecimiento en sus mejillas y ahora mas nerviosa que antes, sus labios tan cerca de los míos, su cabello que cubría parte de su rostro… sus ojos cerrados intentando controlar ese rubor que a mi me encantaba.
-¡P-perdóname, n-no era mi intención!- exclamo con rapidez, casi podía imaginarme el latir de su corazón en una situación como esta, seria maravilloso poder oírlo, él era una persona impresionante, sabia lo que era, sentía su presencia… sabia que nadie en este mundo con mis características y las de él podría ser bueno… y aun así le encontraba un rastro de humanidad en su piel... y en la mía se había enfriado… su roce me estremecía, su rostro me llamaba a besarlo, su cuerpo me insinuaba que lo tocara… y las ganas eran tan insaciables como las gotas febriles color escarlata.
Estire mi brazo para alcanzar su rostro, ese ardor recorrió mis dedos, su fino perfume podía envolverme, quería seguir sintiéndolo, hasta que mi cuerpo no aguanto mas… me apoye en el colchón para poder llegar hasta su rostro, bese su mejilla y recorrí su cuello, bese sus labios y me agarre a su cuerpo, quería seguir sintiéndolo, no importaba nada mas que eso, mis dedos se posaban en su hombro intentando llegar hasta su torso, tenia el insaciable deseo de quitarle la ropa, pero intente controlarme, ya en esos momentos carecía de elocuencia si seguía así me perdería en su mirada…
Poco a poco el frio se escapo de mi cuerpo, quería sentir su aliento, sus palabras inundar mi oído, deseaba su cuerpo tanto que no dude en rodearlo con los brazos, cada tacto dejaba salir un pequeño suspiro cargado de anhelo y adrenalina del momento…
-quédate así conmigo… te necesito…-
Pronuncie aquellas palabras con deseo, sonaron algo intranquilas, tambaleantes, con un quejido detrás de ellas intentando asomarse en mis mejillas rojas y mis labios sedientos de sus besos… su calidez me descontrolaba, jamás había sentido tanto anhelo por alguien… esta persona que aun siendo como yo, era diferente… totalmente un misterio, algo que quería descubrir…
Lo vi llegar todavía con un poco de rubor en sus mejillas, me inquietaba su rostro tan perfecto, intente acomodarme para que pudiera quitarme la ropa fácilmente, pero el solo acto de tocarme le sentía un tímido ardor en todo su cuerpo, sentía esa calidez en cada tacto de sus dedos jugar con los tirantes de mi ropa interior… me parecía muy excitante debo decir, hasta que callo repentinamente sobre mi, cerré los ojos, pensé que sentiría su cuerpo apegado al mio y eso provocaría algo en mi, algo que no podría parar… él me producía algo que estaba fuera de mi control, pero alcanzo a sostenerse, abrí los ojos suavemente para mirar su rostro aun con enrojecimiento en sus mejillas y ahora mas nerviosa que antes, sus labios tan cerca de los míos, su cabello que cubría parte de su rostro… sus ojos cerrados intentando controlar ese rubor que a mi me encantaba.
-¡P-perdóname, n-no era mi intención!- exclamo con rapidez, casi podía imaginarme el latir de su corazón en una situación como esta, seria maravilloso poder oírlo, él era una persona impresionante, sabia lo que era, sentía su presencia… sabia que nadie en este mundo con mis características y las de él podría ser bueno… y aun así le encontraba un rastro de humanidad en su piel... y en la mía se había enfriado… su roce me estremecía, su rostro me llamaba a besarlo, su cuerpo me insinuaba que lo tocara… y las ganas eran tan insaciables como las gotas febriles color escarlata.
Estire mi brazo para alcanzar su rostro, ese ardor recorrió mis dedos, su fino perfume podía envolverme, quería seguir sintiéndolo, hasta que mi cuerpo no aguanto mas… me apoye en el colchón para poder llegar hasta su rostro, bese su mejilla y recorrí su cuello, bese sus labios y me agarre a su cuerpo, quería seguir sintiéndolo, no importaba nada mas que eso, mis dedos se posaban en su hombro intentando llegar hasta su torso, tenia el insaciable deseo de quitarle la ropa, pero intente controlarme, ya en esos momentos carecía de elocuencia si seguía así me perdería en su mirada…
Poco a poco el frio se escapo de mi cuerpo, quería sentir su aliento, sus palabras inundar mi oído, deseaba su cuerpo tanto que no dude en rodearlo con los brazos, cada tacto dejaba salir un pequeño suspiro cargado de anhelo y adrenalina del momento…
-quédate así conmigo… te necesito…-
Pronuncie aquellas palabras con deseo, sonaron algo intranquilas, tambaleantes, con un quejido detrás de ellas intentando asomarse en mis mejillas rojas y mis labios sedientos de sus besos… su calidez me descontrolaba, jamás había sentido tanto anhelo por alguien… esta persona que aun siendo como yo, era diferente… totalmente un misterio, algo que quería descubrir…
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Ante mi tímido comportamiento de pronto sentí un extraño y placentero magnetismo que recorría mi rostro, haciendome entreabrir los ojos sin olvidarme del calor que me estaba empezando a invadir todo el cuerpo.
Mi rostro se sentía caliente de la vergüenza, y mis ojos se abrían poco a poco para descubrir a la dueña de mis deseos más oscuros que ya comenzaban a despertar.
No imaginé que pasaría esto, no significaba que no estaba listo, ya sabía a donde iríamos a parar si continuabamos así, pero...lo que me sorprendía, y a la vez me dejaba vulnerable, lleno de deseo, era sentir una energía y magnetismo identicos a los míos.
Había hecho el amor con doncellas humanas, gitanas, brujas...pero nunca llegaba más allá de simples caricias y sutiles besos robados por mi de sus labios. No me apetecía robarles su virginidad, únicamente anhelaba como cada noche aquél el elixir que me proporcionaba la inmortalidad en la que mi vida yacía sumida: su sangre.
Era mi naturaleza de vampiro ser así, nada más, y para conseguir lo que quería, cada noche las llenaba de pasión, hasta "devorarlas".
Esta noche sin lugar a dudas era más que un sueño...algo dentro de mi me indicaba que mis fantasías más oscuras estarían por volverse realidad.
Sobre todo, porque la dueña de esas fantasías era un ser de mi mismo mundo, mi misma especie: un vampiro.
Comenzaba a arder en deseo, y tanto como los ojos de ella me lo decían, yo igual ansiaba poder poseerla esa noche...hacerla mía, y que nadie más la tocara...hacerla sentir única.
A pesar de la ternura que mis facciones reflejaban, en realidad mi espiritu iba más allá de solo adolescencia y juventud fisica. Mi edad era mucha, pero no demasiada aún. Todavía me sentía como un muchacho experimentando su primera vez...cuando en realidad mi experiencia ya era algo.
Dejé que se acercara más a mi, y que me sorprendiera una vez más con un segundo roce de sus labios, como aquella vez en el cementerio, pero esta vez notaba en ella un deseo más despierto que desde entonces.
Besaba mis labios, y bajaba hasta mi cuello, yo solo atinaba a cerrar los ojos, sintiendo sus sutiles pero intensas caricias, las cuales parecían hipnotizarme.
Su mano, apoyada en mi hombro buscaba ver más allá de mis ropas, de aquél suéter negro, y mi blanca camiseta interior.
Mis mejillas no dejaban de arder, y sin pensarlo, al momento de sentir su voz entre mis oídos, un leve suspiro salió de mi boca.
-quédate así conmigo...te necesito...-para ser la primera vez que nos conocíamos ibamos demasiado rápido, aunque eso parecía ya no importarme.
-Me quedaré...todo el tiempo que lo desees...-jadeando un poco le respondí, para entonces sentir como se abrazaba a mi cuello, dándome la oportunidad que tanto esperaba...
La atraje hacia mi, abrazandola suavemente, y aún con un poco de timidez me lancé y pasé mi mano por su blanca y delicada espalda, llevandome entre los dedos la tela de su vestido aún muy húmedo.
Con mis dedos comencé a trazar una linea en su colunma vertebral, dirigiendome hacia sus caderas, la tela del vestido fue cayendo poco a poco, deslizandose desde sus hombros por sus brazos, hasta llegar precisamente hasta su cintura.
La tenía solo para mi, desnuda, y sintiendo como su vientre y sus hermosos pechos rozaban contra mi.
Accedí a darle el paso también, para que se deshiciera de mis ropas. (de por si ya me estaba muriendo de calor), y mientras subía con ambas manos mi sueter, para sacarmelo, levanté los brazos para ayudarla. Después acerqué mi rostro al suyo, ya desnudo mi cuerpo de la cintura a la cabeza, y con los ojos llenos de deseo acumulado, la besé, lamiendo cual si fuera un traviezo animalito el contorno de sus labios, hasta pedirle me dejara entrar a su boca.
Ambos comenzamos a suspirar, y ya no había marcha atrás.
Definitivamente no tenía pensado detenerme aquí, pues ella se había entregado primero...
Solo que tambien temía algo...llegar a lastimarla con el demonio que llevaba hambriento, muy dentro de mi.
Ella era como yo, no creo que eso pasara, además, tal ves tenía más experiencia que yo...
¿Por qué no averiguarlo entonces?
Mi rostro se sentía caliente de la vergüenza, y mis ojos se abrían poco a poco para descubrir a la dueña de mis deseos más oscuros que ya comenzaban a despertar.
No imaginé que pasaría esto, no significaba que no estaba listo, ya sabía a donde iríamos a parar si continuabamos así, pero...lo que me sorprendía, y a la vez me dejaba vulnerable, lleno de deseo, era sentir una energía y magnetismo identicos a los míos.
Había hecho el amor con doncellas humanas, gitanas, brujas...pero nunca llegaba más allá de simples caricias y sutiles besos robados por mi de sus labios. No me apetecía robarles su virginidad, únicamente anhelaba como cada noche aquél el elixir que me proporcionaba la inmortalidad en la que mi vida yacía sumida: su sangre.
Era mi naturaleza de vampiro ser así, nada más, y para conseguir lo que quería, cada noche las llenaba de pasión, hasta "devorarlas".
Esta noche sin lugar a dudas era más que un sueño...algo dentro de mi me indicaba que mis fantasías más oscuras estarían por volverse realidad.
Sobre todo, porque la dueña de esas fantasías era un ser de mi mismo mundo, mi misma especie: un vampiro.
Comenzaba a arder en deseo, y tanto como los ojos de ella me lo decían, yo igual ansiaba poder poseerla esa noche...hacerla mía, y que nadie más la tocara...hacerla sentir única.
A pesar de la ternura que mis facciones reflejaban, en realidad mi espiritu iba más allá de solo adolescencia y juventud fisica. Mi edad era mucha, pero no demasiada aún. Todavía me sentía como un muchacho experimentando su primera vez...cuando en realidad mi experiencia ya era algo.
Dejé que se acercara más a mi, y que me sorprendiera una vez más con un segundo roce de sus labios, como aquella vez en el cementerio, pero esta vez notaba en ella un deseo más despierto que desde entonces.
Besaba mis labios, y bajaba hasta mi cuello, yo solo atinaba a cerrar los ojos, sintiendo sus sutiles pero intensas caricias, las cuales parecían hipnotizarme.
Su mano, apoyada en mi hombro buscaba ver más allá de mis ropas, de aquél suéter negro, y mi blanca camiseta interior.
Mis mejillas no dejaban de arder, y sin pensarlo, al momento de sentir su voz entre mis oídos, un leve suspiro salió de mi boca.
-quédate así conmigo...te necesito...-para ser la primera vez que nos conocíamos ibamos demasiado rápido, aunque eso parecía ya no importarme.
-Me quedaré...todo el tiempo que lo desees...-jadeando un poco le respondí, para entonces sentir como se abrazaba a mi cuello, dándome la oportunidad que tanto esperaba...
La atraje hacia mi, abrazandola suavemente, y aún con un poco de timidez me lancé y pasé mi mano por su blanca y delicada espalda, llevandome entre los dedos la tela de su vestido aún muy húmedo.
Con mis dedos comencé a trazar una linea en su colunma vertebral, dirigiendome hacia sus caderas, la tela del vestido fue cayendo poco a poco, deslizandose desde sus hombros por sus brazos, hasta llegar precisamente hasta su cintura.
La tenía solo para mi, desnuda, y sintiendo como su vientre y sus hermosos pechos rozaban contra mi.
Accedí a darle el paso también, para que se deshiciera de mis ropas. (de por si ya me estaba muriendo de calor), y mientras subía con ambas manos mi sueter, para sacarmelo, levanté los brazos para ayudarla. Después acerqué mi rostro al suyo, ya desnudo mi cuerpo de la cintura a la cabeza, y con los ojos llenos de deseo acumulado, la besé, lamiendo cual si fuera un traviezo animalito el contorno de sus labios, hasta pedirle me dejara entrar a su boca.
Ambos comenzamos a suspirar, y ya no había marcha atrás.
Definitivamente no tenía pensado detenerme aquí, pues ella se había entregado primero...
Solo que tambien temía algo...llegar a lastimarla con el demonio que llevaba hambriento, muy dentro de mi.
Ella era como yo, no creo que eso pasara, además, tal ves tenía más experiencia que yo...
¿Por qué no averiguarlo entonces?
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Ya me había dejado caer en sus brazos, cada roce me provocaba un sublime éxtasis, hace mucho tiempo no sentía ese estremecimiento, y dudo mucho que antes lo allá sentido con tanta fuerza… jamás me había enamorado de alguien y nunca experimente esa sensación de la pasión combinada con el amor, pero algo me conmocionaba… si fuese así… ¿Por qué él me producía ese efecto?... carecía de lógica.
Su calidez era algo que buscaba con ansias, pero ¿no era amor?... claramente que no lo era, aun seguía siendo un extraño para mi, aunque su cara me producirá un sentimiento fuera de lo normal… sencillamente no sabia explicarlo.
Mientras me envolvían esos pensamientos, sentía sus manos recorrer mi cuerpo su roce era exquisito, sus manos aun con ese toque que simplemente me gustaba… un escalofrió se apodero de mi cuerpo, deje caer mi barbilla en su hombro y sin darme cuenta solté un quejido muy complaciente, seguramente iba muy rápido, pero no lograba controlar mis movimientos… aun me sentía lacia, cansada, agotada y supongo que se había dado cuenta por mis movimientos aun pasivos y lentos…
Sentía su olor tan peculiar en la punta de mi nariz, su cuello me pedía a gritos un roce con mi boca… deje caer mis labios y sin darme cuenta roce su piel con mis colmillos… ¿acaso intente morderlo?... su calidez era casi humana, y quizás eso era lo que me descontrolaba, pero su sangre no seria igual que su hermoso rostro, ni sus finos roses… aun así la deseaba como si fuera una presa mas de mi lista…
Suavemente me deje caer y sentí como la sangre brotaba lentamente de la incisión que le había provocado… sentía su sangre, ese sabor metálico que aunque no fuera igual que la sangre humana todavía podía percibir ese deseo oculto de saborear ese liquido escarlata… completamente él me descontrolaba… su rostro, su cuerpo, su calidez y ahora su sangre era un deleite para mi paladar.
Levante mi rostro lentamente la sangre caía por mi barbilla, mi rostro ruborizado podía sentir el ardor de mis mejillas… la sensación de querer abrazarlo e imaginar su corazón latir, escuchar esa armoniosa melodía que tantas veces mi querido amigo vomitivo me aseguraba que el mio era tan hermoso como la música alabada por los mas poderosos críticos, sin duda hoy lo eh entendido… siempre asevero que mi latir era su mayor deleite y cuando dejo de latir… su cariño se esfumo.
Lamí su herida como su fuera un gato arreglando y ordenando su pelaje, deje posar mis brazos alrededor de su cintura y le susurre al oído.
-tú me gustas…-
Levante el rostro e intente buscar su cara para mirar sus ojos fijamente, tome su barbilla con la yema de los dedos y le sonreí, ladee mi rostro hacia un lado cerrando los ojos… como si fuera una pequeña de 7 años intentando agradar… con mas fuerza rodee sus mejillas con las manos y jugando con sus labios lo bese sin temor alguno, me encantaba besarlo, me resultaba fascinante sentir sus labios posados junto a los míos, su cuerpo me producía un estremecimiento al verlo tan junto al mio… su persona completamente me producía un sentimiento inquietante…
…aunque todavía no podía descifrar que era, no tenia ganas de saber con exactitud aquel sentimiento… simplemente quería seguir experimentándolo.
OFF: lamento la tardanza...
Su calidez era algo que buscaba con ansias, pero ¿no era amor?... claramente que no lo era, aun seguía siendo un extraño para mi, aunque su cara me producirá un sentimiento fuera de lo normal… sencillamente no sabia explicarlo.
Mientras me envolvían esos pensamientos, sentía sus manos recorrer mi cuerpo su roce era exquisito, sus manos aun con ese toque que simplemente me gustaba… un escalofrió se apodero de mi cuerpo, deje caer mi barbilla en su hombro y sin darme cuenta solté un quejido muy complaciente, seguramente iba muy rápido, pero no lograba controlar mis movimientos… aun me sentía lacia, cansada, agotada y supongo que se había dado cuenta por mis movimientos aun pasivos y lentos…
Sentía su olor tan peculiar en la punta de mi nariz, su cuello me pedía a gritos un roce con mi boca… deje caer mis labios y sin darme cuenta roce su piel con mis colmillos… ¿acaso intente morderlo?... su calidez era casi humana, y quizás eso era lo que me descontrolaba, pero su sangre no seria igual que su hermoso rostro, ni sus finos roses… aun así la deseaba como si fuera una presa mas de mi lista…
Suavemente me deje caer y sentí como la sangre brotaba lentamente de la incisión que le había provocado… sentía su sangre, ese sabor metálico que aunque no fuera igual que la sangre humana todavía podía percibir ese deseo oculto de saborear ese liquido escarlata… completamente él me descontrolaba… su rostro, su cuerpo, su calidez y ahora su sangre era un deleite para mi paladar.
Levante mi rostro lentamente la sangre caía por mi barbilla, mi rostro ruborizado podía sentir el ardor de mis mejillas… la sensación de querer abrazarlo e imaginar su corazón latir, escuchar esa armoniosa melodía que tantas veces mi querido amigo vomitivo me aseguraba que el mio era tan hermoso como la música alabada por los mas poderosos críticos, sin duda hoy lo eh entendido… siempre asevero que mi latir era su mayor deleite y cuando dejo de latir… su cariño se esfumo.
Lamí su herida como su fuera un gato arreglando y ordenando su pelaje, deje posar mis brazos alrededor de su cintura y le susurre al oído.
-tú me gustas…-
Levante el rostro e intente buscar su cara para mirar sus ojos fijamente, tome su barbilla con la yema de los dedos y le sonreí, ladee mi rostro hacia un lado cerrando los ojos… como si fuera una pequeña de 7 años intentando agradar… con mas fuerza rodee sus mejillas con las manos y jugando con sus labios lo bese sin temor alguno, me encantaba besarlo, me resultaba fascinante sentir sus labios posados junto a los míos, su cuerpo me producía un estremecimiento al verlo tan junto al mio… su persona completamente me producía un sentimiento inquietante…
…aunque todavía no podía descifrar que era, no tenia ganas de saber con exactitud aquel sentimiento… simplemente quería seguir experimentándolo.
OFF: lamento la tardanza...
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Que traviezos eran sus gestos, y sus palabras, me provocaban un magnetismo totalmente desconocido.
¿Que era esa sensación que se acumulaba en mi corazón?, ¿Acaso todavía tenía corazón?
Después de todo mi humanidad no se había ido del todo, a pesar de que aquella persona me había robado la vida en un solo suspiro, insitandome a ir más allá de lo prohibido. Ya no recuerdo su rostro, pero a decir verdad...ya no me interesa, quizás...le estoy un poco agradecido por la inmortalidad que me dio en aquél beso de sangre.
Gracias a ello he conocido esta noche a una hermosa damita, la dueña de todas mis pasiones, o al menos eso empezaba a creer, porque...¿Qué pasaría cuando todo esto terminara?, ¿Por qué demonios me pasaba una pregunta tan repentina por la cabeza?.
Me estaba volviendo loco con sus caricias, su tierno rostro de niña buena, y esa cálida sonrisa. No quería que esto terminara mas bien, quería que fuera mía por siempre, y que todas las noches fueran como esta.
Con mis labios pegados a los suyos, y su lengua en el interior de mi boca, pude sentir un éxtasis enorme al escucharla gemir de placer, algo dentro de mi comenzaba a romperse, y mi lado animal comenzaba a surgir, ¿lo que estaba sintiendo entonces dentro de mi boca...eran mis colmillos?, así parecía, pues estaban creciendo con el poder de aquél placer inimaginable.
Aunque ella tampoco se quedaba atrás pues acercando su rostro, y hundiendolo en mi cuello, pude sentir un pequeño pero agradable dolor en aquella zona: Me estaba enterrando sus colmillos también.
Al verla con la comisura de los labios mojada en sangre me dieron ganas de volver a saborearla, ¿me pregunto, como sabrá su sangre?, después de todo, ella ha probado de la mía, no estaría mal quedar parejos.
-Tu me gustas- me decía, para lamer con su lengua aquella herida que había abierto en mi piel, y después posar sus largas y delicadas manos en mis mejillas.
El solo hecho de ver asi tan de cerca sus ojos...hacía que mi lado humano despertara...cuanto anhelaba poder ser abrazado por ella, y sentir la respiración de su pecho, el vaivén del mismo...y sus pechos muy firmes entre mis manos, para chuparlos y morderlos suavemente con mis colmillos.
Magnifico, así probaría su sangre, a pesar de que me estaba descontrolando, pero no la veía muy energetica, creo que la tendría nuevamente bajo mi control.
Acomodandola suavemente, al abrazarla, en la cama, repasé con mi lengua una linea que dividía sus pechos, y con mis manos los acaricié, dandome la oportunidad de degustarlos con mis colmillos ahora jugando traviesos entre mi lengua.
Acerqué mis labios y succioné despacio, y de vez en cuando rápido, aquellos hermosos pezones, mordiendolos y degustandolos.
-Tu tambien me gustas-con una sonrisa perversa en mi rostro, y mis cabellos cubriendome los ojos un poco, señal de que mi transformación había comenzado, posé ahora mis labios en su cuello, volví a usar mi lengua, me acerqué a sus labios para robarle un beso, y succioné un poco de su sangre de sus pechos.
Que delicia el poder sentir aquél elixir rozando en mis labios. Parecía tener un sabor más dulce que el de un simple humano, pero era suficiente para mi...era la sangre de mi princesa.
Quise darle rienda suelta al placer, y desabrochar mis pantalones pero...¿estaría bien que lo hiciera, sin su permiso?
-¿Te gustaría...que continuaramos más allá de solo esto?-susurrandole en el oído, volví a besar sus labios sutilmente esta vez, esperando su respuesta.
OFF: ¿Lo cambiamos a +18? ¿O nos detenemos ahi?
¿Que era esa sensación que se acumulaba en mi corazón?, ¿Acaso todavía tenía corazón?
Después de todo mi humanidad no se había ido del todo, a pesar de que aquella persona me había robado la vida en un solo suspiro, insitandome a ir más allá de lo prohibido. Ya no recuerdo su rostro, pero a decir verdad...ya no me interesa, quizás...le estoy un poco agradecido por la inmortalidad que me dio en aquél beso de sangre.
Gracias a ello he conocido esta noche a una hermosa damita, la dueña de todas mis pasiones, o al menos eso empezaba a creer, porque...¿Qué pasaría cuando todo esto terminara?, ¿Por qué demonios me pasaba una pregunta tan repentina por la cabeza?.
Me estaba volviendo loco con sus caricias, su tierno rostro de niña buena, y esa cálida sonrisa. No quería que esto terminara mas bien, quería que fuera mía por siempre, y que todas las noches fueran como esta.
Con mis labios pegados a los suyos, y su lengua en el interior de mi boca, pude sentir un éxtasis enorme al escucharla gemir de placer, algo dentro de mi comenzaba a romperse, y mi lado animal comenzaba a surgir, ¿lo que estaba sintiendo entonces dentro de mi boca...eran mis colmillos?, así parecía, pues estaban creciendo con el poder de aquél placer inimaginable.
Aunque ella tampoco se quedaba atrás pues acercando su rostro, y hundiendolo en mi cuello, pude sentir un pequeño pero agradable dolor en aquella zona: Me estaba enterrando sus colmillos también.
Al verla con la comisura de los labios mojada en sangre me dieron ganas de volver a saborearla, ¿me pregunto, como sabrá su sangre?, después de todo, ella ha probado de la mía, no estaría mal quedar parejos.
-Tu me gustas- me decía, para lamer con su lengua aquella herida que había abierto en mi piel, y después posar sus largas y delicadas manos en mis mejillas.
El solo hecho de ver asi tan de cerca sus ojos...hacía que mi lado humano despertara...cuanto anhelaba poder ser abrazado por ella, y sentir la respiración de su pecho, el vaivén del mismo...y sus pechos muy firmes entre mis manos, para chuparlos y morderlos suavemente con mis colmillos.
Magnifico, así probaría su sangre, a pesar de que me estaba descontrolando, pero no la veía muy energetica, creo que la tendría nuevamente bajo mi control.
Acomodandola suavemente, al abrazarla, en la cama, repasé con mi lengua una linea que dividía sus pechos, y con mis manos los acaricié, dandome la oportunidad de degustarlos con mis colmillos ahora jugando traviesos entre mi lengua.
Acerqué mis labios y succioné despacio, y de vez en cuando rápido, aquellos hermosos pezones, mordiendolos y degustandolos.
-Tu tambien me gustas-con una sonrisa perversa en mi rostro, y mis cabellos cubriendome los ojos un poco, señal de que mi transformación había comenzado, posé ahora mis labios en su cuello, volví a usar mi lengua, me acerqué a sus labios para robarle un beso, y succioné un poco de su sangre de sus pechos.
Que delicia el poder sentir aquél elixir rozando en mis labios. Parecía tener un sabor más dulce que el de un simple humano, pero era suficiente para mi...era la sangre de mi princesa.
Quise darle rienda suelta al placer, y desabrochar mis pantalones pero...¿estaría bien que lo hiciera, sin su permiso?
-¿Te gustaría...que continuaramos más allá de solo esto?-susurrandole en el oído, volví a besar sus labios sutilmente esta vez, esperando su respuesta.
OFF: ¿Lo cambiamos a +18? ¿O nos detenemos ahi?
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Necesitaba controlar mis ansias, per no lograba hacérselo saber a mi cuerpo… sin culpabilidad me deje llevar por ese momento, me gusta, me gusta mucho… y no quería dejar de sentir aquella sensación.
Poco a poco empecé a sentir su descontrol, me excitaba, me llamaba seguir su ritmo, sus besos eran mi mayor placer sus caricias un vicio exquisito…
Sentí su lengua recorrer mis senos inquieto, insaciable, sentía su pasión en cada movimiento que hacia, me inquietaba…
Mis deseos se mezclaron con ideas y pensamientos que en segundos recorrían mi cabeza, sentía la absurda sensación de haber sentido esto antes… pero no recordaba en que momento, era ilógico, mi vida a sido una miseria antes y después de mi trasformación… inmersa en esos pensamientos, tenia la necesidad de tomar su fino rostro entre mis manos, besar su boca con desespero mientras intentaba llegar hasta su pelvis, pero me detuve de aquel sueño y volví a escuchar su armoniosa voz que decía.
-tú también me gustas- absorta en aquellas cuatro sencillas palabras sonreí ruborizada, nunca pensé que se sentiría tan bien que alguien te digiera ello, y mas si tu lo sentías también hacia esa persona… lo había escuchado antes, pero se me hizo indiferente en ese entonces, carecía de calidez… era solo un monigote controlada por hilos de marionetas, ahora quizás no me sentía así, ya que hace tiempo había dejado de sentir… supongo que todavía tengo corazón… esas palabras tan intrépidas me habían dejado anonadada, y no sabia como reaccionar.
Intente seguir su mirada, pero su desespero se hacia latente, su inquieta figuro me gustaba, pero aun viéndolo así tan dispuesto me puso a recordar su tierna aparición en aquel cementerio, nunca habría imaginado que su persona llegaría a ser tan diferente de aquel entonces… sonreí al plantearme aquella comparación, sus labios se acercaron a los míos y con delicadeza me beso, siguió su curso hasta llegar a mis pechos…
No podría ser tan rigurosa en esa observación, después de todo lo conocía muy poco… lo único que sabia con certeza y que no podría dudar de ello era que él era un vampiro y que sin importar sus cambios bipolares me gustaba… simplemente me gustaba.
Los pensamientos relámpago que me controlaban dejaban que mi cuerpo siguiera inquieto y deseoso de sus besos, pero una pregunta tímida que salió de su boca me hizo parar de ocasionarme preguntas sin respuestas, ideas sin elocuencia y mi cuerpo ceñido ya con el control de mi cordura.
-¿te gustaría… que continuáramos más allá de solo esto?- yo no me había planteado en ningún momento que quería parar lo que sucedía, pero al parecer era la única que tenia es idea, él ya había pensado en separar su cuerpo del mio en dejar de besarme y eso me desmotivaba, yo quería sentirlo mas allá de esto, quizás tenia la idea de sentir su sangre como la de una presa, esa presa que quedaba helada, pálida, muerta… ¿tan deseosa de su cuerpo estaba que lo imaginaba hasta en esas condiciones?... hasta la pasión carnal que sienten los humanos… esa conexión que experimentan con el sexo, algo que jamás había experimentado gracias a mi temprano con vertimiento en lo que era hoy en día. Como dirían cabalmente, era virgen o así exclamaría cualquier persona normal, a mi me resultaba una idea tribal… poco importante.
La espera de mi respuesta fue endulzada con sus labios, su fina presencia me hacia suspirar inquieta, pero aun estaba atolondrada con aquella pregunta. Supongo que nunca seria para mi, lo quería demasiado y el descontrol de aquella intensa situación me asustaba, mi imagen de él era impresionante, no quería hacerle daño y quizás este lapso fue lo mejor para esta situación.
Intente que retrocediera y aun con la sonrisa en el rostro empecé a subirme encima suyo, bese sus labios lentamente, mi lengua inquieta recorrió su boca, roce su paladar, quería seguir sintiendo esa sensación de desespero, quería tener este segundo de emoción por mucho tiempo mas…
Lo recorrí con la mira, quería recordar su cuerpo con sumo detalle, baje hasta su pelvis y con suavidad metí mi mano por debajo de su pantalón quería tocarlo… sentir su calidez extrema, lentamente intente sacarle un suspiro con cada movimiento de mis dedos tocando su entrepierna y su miembro.
Separe mis labios de los suyos y respondí…
-no...-
Lo dije monótonamente, casi neutra, pero deseaba que el se opusiera, quería seguir en sus brazos… me estaba deshaciendo por dentro, a ver lo sentido de ese modo me impacientaba, me baje de la cama, tambaleante intente sentarme en la silla cerca de la ventana, pero caí al suelo antes de llegar a ella… me tiene demasiado domada, baje el rostro intentado seguir mis movimientos…
-perdóname… por favor ayúdame a vestirme, no seguiré incomodándote...-
OFF: decide tú si quieres o no… yo te seguiré en lo que elijas... ^^
Poco a poco empecé a sentir su descontrol, me excitaba, me llamaba seguir su ritmo, sus besos eran mi mayor placer sus caricias un vicio exquisito…
Sentí su lengua recorrer mis senos inquieto, insaciable, sentía su pasión en cada movimiento que hacia, me inquietaba…
Mis deseos se mezclaron con ideas y pensamientos que en segundos recorrían mi cabeza, sentía la absurda sensación de haber sentido esto antes… pero no recordaba en que momento, era ilógico, mi vida a sido una miseria antes y después de mi trasformación… inmersa en esos pensamientos, tenia la necesidad de tomar su fino rostro entre mis manos, besar su boca con desespero mientras intentaba llegar hasta su pelvis, pero me detuve de aquel sueño y volví a escuchar su armoniosa voz que decía.
-tú también me gustas- absorta en aquellas cuatro sencillas palabras sonreí ruborizada, nunca pensé que se sentiría tan bien que alguien te digiera ello, y mas si tu lo sentías también hacia esa persona… lo había escuchado antes, pero se me hizo indiferente en ese entonces, carecía de calidez… era solo un monigote controlada por hilos de marionetas, ahora quizás no me sentía así, ya que hace tiempo había dejado de sentir… supongo que todavía tengo corazón… esas palabras tan intrépidas me habían dejado anonadada, y no sabia como reaccionar.
Intente seguir su mirada, pero su desespero se hacia latente, su inquieta figuro me gustaba, pero aun viéndolo así tan dispuesto me puso a recordar su tierna aparición en aquel cementerio, nunca habría imaginado que su persona llegaría a ser tan diferente de aquel entonces… sonreí al plantearme aquella comparación, sus labios se acercaron a los míos y con delicadeza me beso, siguió su curso hasta llegar a mis pechos…
No podría ser tan rigurosa en esa observación, después de todo lo conocía muy poco… lo único que sabia con certeza y que no podría dudar de ello era que él era un vampiro y que sin importar sus cambios bipolares me gustaba… simplemente me gustaba.
Los pensamientos relámpago que me controlaban dejaban que mi cuerpo siguiera inquieto y deseoso de sus besos, pero una pregunta tímida que salió de su boca me hizo parar de ocasionarme preguntas sin respuestas, ideas sin elocuencia y mi cuerpo ceñido ya con el control de mi cordura.
-¿te gustaría… que continuáramos más allá de solo esto?- yo no me había planteado en ningún momento que quería parar lo que sucedía, pero al parecer era la única que tenia es idea, él ya había pensado en separar su cuerpo del mio en dejar de besarme y eso me desmotivaba, yo quería sentirlo mas allá de esto, quizás tenia la idea de sentir su sangre como la de una presa, esa presa que quedaba helada, pálida, muerta… ¿tan deseosa de su cuerpo estaba que lo imaginaba hasta en esas condiciones?... hasta la pasión carnal que sienten los humanos… esa conexión que experimentan con el sexo, algo que jamás había experimentado gracias a mi temprano con vertimiento en lo que era hoy en día. Como dirían cabalmente, era virgen o así exclamaría cualquier persona normal, a mi me resultaba una idea tribal… poco importante.
La espera de mi respuesta fue endulzada con sus labios, su fina presencia me hacia suspirar inquieta, pero aun estaba atolondrada con aquella pregunta. Supongo que nunca seria para mi, lo quería demasiado y el descontrol de aquella intensa situación me asustaba, mi imagen de él era impresionante, no quería hacerle daño y quizás este lapso fue lo mejor para esta situación.
Intente que retrocediera y aun con la sonrisa en el rostro empecé a subirme encima suyo, bese sus labios lentamente, mi lengua inquieta recorrió su boca, roce su paladar, quería seguir sintiendo esa sensación de desespero, quería tener este segundo de emoción por mucho tiempo mas…
Lo recorrí con la mira, quería recordar su cuerpo con sumo detalle, baje hasta su pelvis y con suavidad metí mi mano por debajo de su pantalón quería tocarlo… sentir su calidez extrema, lentamente intente sacarle un suspiro con cada movimiento de mis dedos tocando su entrepierna y su miembro.
Separe mis labios de los suyos y respondí…
-no...-
Lo dije monótonamente, casi neutra, pero deseaba que el se opusiera, quería seguir en sus brazos… me estaba deshaciendo por dentro, a ver lo sentido de ese modo me impacientaba, me baje de la cama, tambaleante intente sentarme en la silla cerca de la ventana, pero caí al suelo antes de llegar a ella… me tiene demasiado domada, baje el rostro intentado seguir mis movimientos…
-perdóname… por favor ayúdame a vestirme, no seguiré incomodándote...-
OFF: decide tú si quieres o no… yo te seguiré en lo que elijas... ^^
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Un baile de caricias, suspiros, roces, gemidos entrecortados, y una que otra sonrisa de satisfacción nos unían esa noche. Pero todavía tenía miedo...miedo de que si terminabamos esto ya no volvería a verla...ya no volvería a sonreírme y ser toda mía.
¿Qué haría entonces si eso pasaba?
Esperando su respuesta a la pregunta que le había hecho vi como tomaba el control de la situación, dejandome esta vez a mi debajo suyo, montandose en mis caderas para seguir besandome con sumo deseo y placer, que me provocaba un inmenso cosquilleo en el corazón.
Increibles sensaciones, y muy nuevas para mí eran las de ese día, ahora que comenzaba una fuerte tormenta, según mi sentido del olfato, sabía que por más que se quisiera ir no podría, a menos que se quisiera mojar.
A continuación, lenta pero traviesamente pude sentir como metía su mano debajo de mis pantalones, para tomar con delicadeza mi sexo, el cual comenzaba a reaccionar ante el roce de sus uñas, y el movimiento que hacía con su mano, poniendose duro.
Eso logró sacar uno que otro suspiro en mi, sobre todo una picara sonrisa, que en conjunto con el sonrojo ya no tenía idea de si me veía tierno o sexy.
-...no...-fue su respuesta finalmente, mis colmillos, ahora asomandose por entre mis labios permanecieron así un buen rato, y la sonrisa que hace instantes me tenía loco por ella iba desapareciendo.
¿No?
Precisamente pensando para mis adentros esto desde un principio no parecía estar bien, puesto que solo nos conocíamos unas cuantas horas.
No tenía planeado que eso pasara tampoco, porque lo único que tenía en mente era cuidarla al menos hasta que recuperara la conciencia. Ahora que lo había hecho, y con la respuesta que me había dado, no por eso me hizo entristecer, al contrario, le di la razón. Pero algo si era seguro...
Una vez que una mujer entra en mi vida, tan siquiera solo para tener sexo conmigo, y que me ha dejado marcado en el corazón, no sale tan fácil de las redes de mi amor...No la dejaría irse tan fácilmente, pero no por eso la iba a apresar como si de un animal se tratase.
Ella tenía todo el derecho de marcharse, fisicamente, pero ya no podría hacerlo emocional y sentimentalmente.
-Esta bien- viendo como se levantaba de la cama, para dirigirse hacia la silla que hace horas yo había ocupado, noté que había tropezado en el acto, la ayudé una vez más, haciendo que se parara y me diera la espalda para quitarle ya con un poco más de respeto la ropa que todavía tenía un poco humeda.
Luego le pedí levantara las manos y le ayudé a colocarle aquél ligero vestido blanco que había encontrado en el guardaropa de mamá.
Cuando la vi de frente, después de haber ella caminado hacia la ventana, me quedé atonito, porque aún si traía ropa su hermosura era incomparable con la de las demás mujeres que había conocido.
-Eres hermosa, ¿alguien te lo había dicho...con ese sentimiento?-sonriendole de manera gentil e ingenua, como siempre lo hacía, me vestí también quedandome al menos descalzo, porque aunque el clima cambiara yo no enfermaba nunca-Tal vez llueva mucho, ¿quieres quedarte...solo por hoy a dormir aquí?-esta vez me senté de nueva cuenta en la silla, y sin que se diera cuenta, como si fuera un niño que abrazaba dulcemente, en busca de cariño, a su madre, la abracé por la cintura, con ella dándome la espalda-No te impediré el marcharte, solo te lo comento porque...no me gustaría que te mojaras otra vez como en el cementerio. Quédate al menos solo hoy, y esta cama será toda tuya durante el día, al siguiente anochecer te marchas si quieres-con los ojos cerrados, y sonriendo, no dejé de abrazarla, hasta esperar me respondiera nuevamente.
Los rayos comenzaban a pintarse en el cielo, y gotas de lluvia resbalaban por el ventanal que teníamos a un lado de nosotros.
OFF: Dejemoslo así de momento, y esperemos que se conozcan más, entonces ella podrá entregarse a él sin miedo, je, porque ya lo conocerá y sabrá si será capaz de hacerle daño o no. ¿te parece?, más adelante hacemos un rol +18 entonces
¿Qué haría entonces si eso pasaba?
Esperando su respuesta a la pregunta que le había hecho vi como tomaba el control de la situación, dejandome esta vez a mi debajo suyo, montandose en mis caderas para seguir besandome con sumo deseo y placer, que me provocaba un inmenso cosquilleo en el corazón.
Increibles sensaciones, y muy nuevas para mí eran las de ese día, ahora que comenzaba una fuerte tormenta, según mi sentido del olfato, sabía que por más que se quisiera ir no podría, a menos que se quisiera mojar.
A continuación, lenta pero traviesamente pude sentir como metía su mano debajo de mis pantalones, para tomar con delicadeza mi sexo, el cual comenzaba a reaccionar ante el roce de sus uñas, y el movimiento que hacía con su mano, poniendose duro.
Eso logró sacar uno que otro suspiro en mi, sobre todo una picara sonrisa, que en conjunto con el sonrojo ya no tenía idea de si me veía tierno o sexy.
-...no...-fue su respuesta finalmente, mis colmillos, ahora asomandose por entre mis labios permanecieron así un buen rato, y la sonrisa que hace instantes me tenía loco por ella iba desapareciendo.
¿No?
Precisamente pensando para mis adentros esto desde un principio no parecía estar bien, puesto que solo nos conocíamos unas cuantas horas.
No tenía planeado que eso pasara tampoco, porque lo único que tenía en mente era cuidarla al menos hasta que recuperara la conciencia. Ahora que lo había hecho, y con la respuesta que me había dado, no por eso me hizo entristecer, al contrario, le di la razón. Pero algo si era seguro...
Una vez que una mujer entra en mi vida, tan siquiera solo para tener sexo conmigo, y que me ha dejado marcado en el corazón, no sale tan fácil de las redes de mi amor...No la dejaría irse tan fácilmente, pero no por eso la iba a apresar como si de un animal se tratase.
Ella tenía todo el derecho de marcharse, fisicamente, pero ya no podría hacerlo emocional y sentimentalmente.
-Esta bien- viendo como se levantaba de la cama, para dirigirse hacia la silla que hace horas yo había ocupado, noté que había tropezado en el acto, la ayudé una vez más, haciendo que se parara y me diera la espalda para quitarle ya con un poco más de respeto la ropa que todavía tenía un poco humeda.
Luego le pedí levantara las manos y le ayudé a colocarle aquél ligero vestido blanco que había encontrado en el guardaropa de mamá.
Cuando la vi de frente, después de haber ella caminado hacia la ventana, me quedé atonito, porque aún si traía ropa su hermosura era incomparable con la de las demás mujeres que había conocido.
-Eres hermosa, ¿alguien te lo había dicho...con ese sentimiento?-sonriendole de manera gentil e ingenua, como siempre lo hacía, me vestí también quedandome al menos descalzo, porque aunque el clima cambiara yo no enfermaba nunca-Tal vez llueva mucho, ¿quieres quedarte...solo por hoy a dormir aquí?-esta vez me senté de nueva cuenta en la silla, y sin que se diera cuenta, como si fuera un niño que abrazaba dulcemente, en busca de cariño, a su madre, la abracé por la cintura, con ella dándome la espalda-No te impediré el marcharte, solo te lo comento porque...no me gustaría que te mojaras otra vez como en el cementerio. Quédate al menos solo hoy, y esta cama será toda tuya durante el día, al siguiente anochecer te marchas si quieres-con los ojos cerrados, y sonriendo, no dejé de abrazarla, hasta esperar me respondiera nuevamente.
Los rayos comenzaban a pintarse en el cielo, y gotas de lluvia resbalaban por el ventanal que teníamos a un lado de nosotros.
OFF: Dejemoslo así de momento, y esperemos que se conozcan más, entonces ella podrá entregarse a él sin miedo, je, porque ya lo conocerá y sabrá si será capaz de hacerle daño o no. ¿te parece?, más adelante hacemos un rol +18 entonces
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
La respuesta que le había dado todavía me resonaba en la cabeza, inquieta intentaba evitar su mirada, me ayudo a vestirme, sus manos pasaban sin rozar mi piel y aun sentía ese cálido estremecimiento, mire todo el momento hacia abajo esperando a que cada movimiento se hiciera mas rápido para que no notara mi aislamiento.
El vestido era hermoso, aunque se notaba suavemente algún detalle de desgastamiento, pequeños, pero para mi perfeccionismo los podía notar, me queda muy bien, como mis antiguos vestidos de fiestas, hermosos, pomposos, demasiado vistosos para mi gusto… ya que mi madre los escogía y simplemente ver los no me daba ninguna emoción, totalmente desabrida era con respecto a la apariencia personal, antes no me importaba, ahora simplemente podría andar desnuda y tampoco me importaría…
Todavía con la vista perdida entre los rincones de la habitación pude escuchar su voz tierna y acogedora decir –Eres hermosa, ¿alguien te lo había dicho… con ese sentimiento?- Su pregunta me sabio a nada, simplemente no recordaba si lo escuche alguna vez, y si no lo recordaba no le había dado la importancia que debía, me llegaban imágenes pausadas del chico vomitivo, el infame que me convirtió diciendo quizás subjetivamente esas tan preciadas palabras… pero si alguna vez me las dijo, jamás me importo que salieran de su boca yo lo aborrecía desde el día que lo conocí, aunque mas ahora, pero es ambiguo, solo lo recuerdo como un mal momento de mi “vida”…
No respondí a aquella pregunta, no quería relatarle mi espantosa vida, aunque no podría juzgarla así… pero a mi parecer fue una perdida de tiempo…
Lo veía vestirse, su silueta se reflejaba en la poca luz de la habitación, me molestaba ver como tanta emoción acababa tan desabridamente… quizás debí decirle que no importaba… que simplemente quería estar con el, pero en estos momentos ya no importaba… me había enfriado.
Todavía podía escuchar su voz sumisa, tímida, tierna… esa voz que me estremecía, su carácter tan bipolar me gustaba y a la vez lo odiaba por ser tan de mi gusto… nada satisfactorio para mi, me sentía vulnerable con solo escucharlo hablar… podía decir que si, que no, podía lanzarme de un edificio, si él lo decía… no me gusta estar tan a disposición… me molestaba, era patética.
-Tal vez llueva mucho, ¿quieres quedarte...solo por hoy a dormir aquí?- si quería quedarme… mire hacia la ventana todavía podía ver algunas gotas caer y empañar el vidrio, ya seca no querría mojarme de nuevo, pero sinceramente ¿me importaba?... carecía de lógica, podía irme sin decir nada, ya que el clima era lo de menos, lo único que me detendría serian los rayos… les tenia un poco de temor, muy ensordecedores y mas si yo estaba afuera escuchándolos gruñir, pero la lluvia no me molestaba, mire su rostro pausadamente para voltear de nuevo y evitar su mirada, quizás había algo mas que me detenía de mi ida tan repentina… su presencia y el temor de los rayos… y sin tomar en cuenta que me había prestado un vestido para mantenerme seca y yo seria tan injusta y burda que saldría simplemente para arruinar su esfuerzo tan voluntario… había perdido la cordura, tendría que quedarme hasta poder ver de nuevo el sol esconderse…
No quise responder de nuevo, ahogada en mis pensamientos, soy tan irónica, tan poco amigable… tan despreciable… quizás le respondería alguna brutalidad, y la hermosura que el tanto vio en mi se ira como la lluvia cuando aparece el sol… preferí callar y seguir entumecida en mis pensamientos, intentando recobrar las fuerzas para volver a salir y ser la misma de antes.
Sentí sus manos recorrer mi cintura su rostro posado en mi espalda, tan repentino, me dejo sin aliento sin darme cuenta quede anonadada con tal acción… me tomo por sorpresa, sus manos me producían una sensación que subía hasta mis mejillas tornándolas de color rojizo, un reverdecimiento acompañado de una sensación de escalofrió, estremecimiento, un calor… el me tenia domada… y me gustaba sentirme así, pero la parte de mi que todavía podía razonar me decía insaciablemente que parara… que estaba siendo demasiado predecible.
-No te impediré el marcharte, solo te lo comento porque...no me gustaría que te mojaras otra vez como en el cementerio. Quédate al menos solo hoy, y esta cama será toda tuya durante el día, al siguiente anochecer te marchas si quieres- me dio risa su expresión, su calma en cada silaba que pronunciaba, para mi era un caos poder dormir en su cama y saber que él estaba rondando, que lo tenia tan cerca y que no lo podía tocar… nada de mi gusto… pero supongo que a él no le importaba, a mi me ponía nerviosa, pero si él podía asimilarlo con tal calma podría intentar imitarlo, aunque sé que no podría… pero no pierdo nada con intentarlo…
Esperar hasta que el cielo se torne oscuro, era mi única opción… no podría salir a la luz del sol sin esperar que me rostice simplemente con unos pocos rayos de sol, aunque el ardor me gustaba, ¿tan masoquista era que me gustaba sentir ese dolor?.. Me gustaba sentirlo, pero no en toda mi piel… no seria masoquista, seria simplemente suicida.
Por fin con las ideas claras pude tornar una respuesta, tan monótona como todas las que le había propuesto. Me molestaba solo pensar que era simple, tan minimalista… carecía de gusto… era desabrida hasta en el habla.
-me quedare…-
Los rayos de sol se asomaban suavemente por la ventana, podía sentir como las gotas dejaban de caer con su misma frecuencia, ahora se pausaban y hasta me gustaba su desazón…
Unos pocos rayos podían tocar mi piel, tan suaves que no lograban dañarme, esa calidez me gustaba… me arrincone en un extremo del ventanal un lugar donde no pudiera tocar mi piel completamente, pero que su belleza se hiciera legible hasta poder ver como el cielo se aclaraba, acercaba la mano para sentir como esos frígidos rayos intentaban a toda costa poder broncear mi piel, esa sensación me gustaba… cerraba los ojos intentando sentir la calidez, esa armonioso dolor tan débil de los pequeños rayos matutinos… muy bellos, me hacían sonreír…
Todavía con la mano estirada para que esos pequeños rayos tocaran la palma de mi mano y mis dedos posados en el vidrio como si quisiera salir y sentir mas que ese pequeño ardor, mire su rostro… quizás lo que me gustaba de él era esa calidez que era como estos rayos de sol… que podían gustarme tanto, pero que a la vez me hacían daño, su belleza me aturdía, me dejaba domada y relajada… y aun sabiendo que ese sentimiento no podría ser, seguía intentando tocar esos rayos de sol…
Aun con los ojos cerrados le pregunte…
-¿estas cansado?... ¿soy una molestia verdad?… no te preocupes por mi, yo esperare hasta que anochezca y me iré…-
No quise abrir los ojos, no quería ver su expresión de alivio… seria un dolor muy grande, y con ese ardor que me producía esos rayos que tanto me gustaban eran suficientes, no quise razonar mas… intente desviar ese pensamiento de mi mente…
El vestido era hermoso, aunque se notaba suavemente algún detalle de desgastamiento, pequeños, pero para mi perfeccionismo los podía notar, me queda muy bien, como mis antiguos vestidos de fiestas, hermosos, pomposos, demasiado vistosos para mi gusto… ya que mi madre los escogía y simplemente ver los no me daba ninguna emoción, totalmente desabrida era con respecto a la apariencia personal, antes no me importaba, ahora simplemente podría andar desnuda y tampoco me importaría…
Todavía con la vista perdida entre los rincones de la habitación pude escuchar su voz tierna y acogedora decir –Eres hermosa, ¿alguien te lo había dicho… con ese sentimiento?- Su pregunta me sabio a nada, simplemente no recordaba si lo escuche alguna vez, y si no lo recordaba no le había dado la importancia que debía, me llegaban imágenes pausadas del chico vomitivo, el infame que me convirtió diciendo quizás subjetivamente esas tan preciadas palabras… pero si alguna vez me las dijo, jamás me importo que salieran de su boca yo lo aborrecía desde el día que lo conocí, aunque mas ahora, pero es ambiguo, solo lo recuerdo como un mal momento de mi “vida”…
No respondí a aquella pregunta, no quería relatarle mi espantosa vida, aunque no podría juzgarla así… pero a mi parecer fue una perdida de tiempo…
Lo veía vestirse, su silueta se reflejaba en la poca luz de la habitación, me molestaba ver como tanta emoción acababa tan desabridamente… quizás debí decirle que no importaba… que simplemente quería estar con el, pero en estos momentos ya no importaba… me había enfriado.
Todavía podía escuchar su voz sumisa, tímida, tierna… esa voz que me estremecía, su carácter tan bipolar me gustaba y a la vez lo odiaba por ser tan de mi gusto… nada satisfactorio para mi, me sentía vulnerable con solo escucharlo hablar… podía decir que si, que no, podía lanzarme de un edificio, si él lo decía… no me gusta estar tan a disposición… me molestaba, era patética.
-Tal vez llueva mucho, ¿quieres quedarte...solo por hoy a dormir aquí?- si quería quedarme… mire hacia la ventana todavía podía ver algunas gotas caer y empañar el vidrio, ya seca no querría mojarme de nuevo, pero sinceramente ¿me importaba?... carecía de lógica, podía irme sin decir nada, ya que el clima era lo de menos, lo único que me detendría serian los rayos… les tenia un poco de temor, muy ensordecedores y mas si yo estaba afuera escuchándolos gruñir, pero la lluvia no me molestaba, mire su rostro pausadamente para voltear de nuevo y evitar su mirada, quizás había algo mas que me detenía de mi ida tan repentina… su presencia y el temor de los rayos… y sin tomar en cuenta que me había prestado un vestido para mantenerme seca y yo seria tan injusta y burda que saldría simplemente para arruinar su esfuerzo tan voluntario… había perdido la cordura, tendría que quedarme hasta poder ver de nuevo el sol esconderse…
No quise responder de nuevo, ahogada en mis pensamientos, soy tan irónica, tan poco amigable… tan despreciable… quizás le respondería alguna brutalidad, y la hermosura que el tanto vio en mi se ira como la lluvia cuando aparece el sol… preferí callar y seguir entumecida en mis pensamientos, intentando recobrar las fuerzas para volver a salir y ser la misma de antes.
Sentí sus manos recorrer mi cintura su rostro posado en mi espalda, tan repentino, me dejo sin aliento sin darme cuenta quede anonadada con tal acción… me tomo por sorpresa, sus manos me producían una sensación que subía hasta mis mejillas tornándolas de color rojizo, un reverdecimiento acompañado de una sensación de escalofrió, estremecimiento, un calor… el me tenia domada… y me gustaba sentirme así, pero la parte de mi que todavía podía razonar me decía insaciablemente que parara… que estaba siendo demasiado predecible.
-No te impediré el marcharte, solo te lo comento porque...no me gustaría que te mojaras otra vez como en el cementerio. Quédate al menos solo hoy, y esta cama será toda tuya durante el día, al siguiente anochecer te marchas si quieres- me dio risa su expresión, su calma en cada silaba que pronunciaba, para mi era un caos poder dormir en su cama y saber que él estaba rondando, que lo tenia tan cerca y que no lo podía tocar… nada de mi gusto… pero supongo que a él no le importaba, a mi me ponía nerviosa, pero si él podía asimilarlo con tal calma podría intentar imitarlo, aunque sé que no podría… pero no pierdo nada con intentarlo…
Esperar hasta que el cielo se torne oscuro, era mi única opción… no podría salir a la luz del sol sin esperar que me rostice simplemente con unos pocos rayos de sol, aunque el ardor me gustaba, ¿tan masoquista era que me gustaba sentir ese dolor?.. Me gustaba sentirlo, pero no en toda mi piel… no seria masoquista, seria simplemente suicida.
Por fin con las ideas claras pude tornar una respuesta, tan monótona como todas las que le había propuesto. Me molestaba solo pensar que era simple, tan minimalista… carecía de gusto… era desabrida hasta en el habla.
-me quedare…-
Los rayos de sol se asomaban suavemente por la ventana, podía sentir como las gotas dejaban de caer con su misma frecuencia, ahora se pausaban y hasta me gustaba su desazón…
Unos pocos rayos podían tocar mi piel, tan suaves que no lograban dañarme, esa calidez me gustaba… me arrincone en un extremo del ventanal un lugar donde no pudiera tocar mi piel completamente, pero que su belleza se hiciera legible hasta poder ver como el cielo se aclaraba, acercaba la mano para sentir como esos frígidos rayos intentaban a toda costa poder broncear mi piel, esa sensación me gustaba… cerraba los ojos intentando sentir la calidez, esa armonioso dolor tan débil de los pequeños rayos matutinos… muy bellos, me hacían sonreír…
Todavía con la mano estirada para que esos pequeños rayos tocaran la palma de mi mano y mis dedos posados en el vidrio como si quisiera salir y sentir mas que ese pequeño ardor, mire su rostro… quizás lo que me gustaba de él era esa calidez que era como estos rayos de sol… que podían gustarme tanto, pero que a la vez me hacían daño, su belleza me aturdía, me dejaba domada y relajada… y aun sabiendo que ese sentimiento no podría ser, seguía intentando tocar esos rayos de sol…
Aun con los ojos cerrados le pregunte…
-¿estas cansado?... ¿soy una molestia verdad?… no te preocupes por mi, yo esperare hasta que anochezca y me iré…-
No quise abrir los ojos, no quería ver su expresión de alivio… seria un dolor muy grande, y con ese ardor que me producía esos rayos que tanto me gustaban eran suficientes, no quise razonar mas… intente desviar ese pensamiento de mi mente…
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Después de unos minutos del silencio que nos acompañaba y llenaba la habitación, escuché su respuesta.
-me quedare…-Era tan serena, carente de emoción alguna...simplemente neutra.
¿Donde había quedado aquella ilusión de ser que parecía atraparme con el magnetismo de su cuerpo? Parecía ser que su brillo se había extinguido casi en un abrir y cerrar de ojos.
Tal ves ella ya lo sabía, y sin darme cuenta desde un principio había leído mi comportamiento dual, al igual que mi manera tan ingenua y simple de ser.
Tal ves ya sabía que yo había descubierto su vulnerabilidad, la cual creció en el momento en que me vio por primera vez en el cementerio.
¿Realmente lo sabía?
Su deseo hacia mi, si mis instintos no se equivocaban, por muy desconocido y misterioso que me fuera, sin duda se había acrecentado de golpe hacía rato en la cama.
Y posiblemente su manera tan fría y neutra de haberme respondido era un mecanismo de defensa...o el orgullo que la destacaba desde siempre.
No la conocía de antes, pero sentía como si así hubiera sido.
¿En vidas pasadas?
Tal ves su repentina frialdad no me importaba mucho que digamos, porque por primera vez una mujer había hecho que mostrara un poco de la oscuridad que llevaba en mi ser.
Ninguna otra chica había logrado eso en mi en aquellos momentos de sensibilidad y pasión corporal, que para mi eran más de cacería que de diversión, pues precisamente necesitaba alimentar al animal que me consumía cada noche. Aún a costa del sufrimiento de mi mente y mi corazón.
(pero ellas tenían suerte de despertar a la mañana siguiente, adoloridas y moribundas pero vivas)
Nunca me había gustado ser inmortal, ya que con ello se iba la poca humanidad que tanto amaba...y se desvanecía con el paso de los años la inocencia que me hacía el niño soñador que siempre era y que tanto adoraba.
Por eso mi personalidad se había dividido en dos la noche de mi transformación, junto con el odio que se acumulaba en mi interior hacia la falta de autocontrol emocional que el deseo y la tentación me habían arrancado.
No tenía la total certeza de si sabía que había descubierto su ¿posible secreto?, aunque me sentía al menos un poco seguro y aliviado de que nuestra pasión se hubiera roto hace rato, pues no quería que ella descubriera lo que para mi si era un secreto, y el mas doloroso que tenía a pesar de lo ingenuo que todavía era. (lo más seguro era que otros como yo a mi edad ya habían aprendido a tolerar y existir con esa oscuridad tan horrible que los tenía atrapados entre la vida y la muerte...eso me hacía sentir para mi desgracia un poco impotente).
Como había dicho, no parecía importarme lo fría que se mostrara conmigo, al menos me alegraba saber que había aceptado un poco mi ayuda, (si acaso así lo veía ella), y me daba la ventaja de tener su presencia aunque fuera unas horas o minutos más aquí.
Curiosamente, y lo digo porque a pesar de ser tan dulce y "tonto" en mi forma de ser, el hecho de estar solo no parecía afectarme en lo más mínimo, esa noche como ninguna otra la pequeña sensación de angustia que tenía mi corazón diariamente parecía estarse calmando.
Su sola presencia me bastaba para alimentar a mi tímido corazón de latidos (que ya no tenía, literalmente) llenos de alegría.
Diría que el tiempo pasaría lentamente en esos instantes para un humano, pero para nosotros era tan rápido que el ambiente fuera de la casa nos lo decía con la parada de la lluvia, los truenos, y la llegada de los rayos de un sol muy fuerte a tan tempranas horas del día siguiente.
Todo ese tiempo la veía estatica mirando por el grande ventanal, hasta verla acomodarse y hacerse pequeña para esconderse de los rayos mismos de aquella matutina estrella, en una de las esquinas de esa habitación de blancas paredes que nos tenía "atrapados" a ambos en un silencio inmenso.
Yo permanecía en la cama, con los pies fuera de esta aún descalzos, y al parecer sin darme cuenta el color de mi piel había vuelto a broncearse como a diario, y mis colmillos hacía tiempo se habían guardado nuevamente junto con los demás dientes dentro de mi boca.
Era extraño quizás no haberme alimentado en toda la noche anterior, pero eso me decía que ya estaba aprendiendo a controlar mi deseo y ansiedad de beber sangre.
No me veía demacrado, al contrario, había vuelto a "disfrazarme" del humano que ahora aparentaba y que años atrás había sido.
El tiempo se nos congelaba a pesar de ir tan rápido frente a nuestros ojos, y la realidad me había tomado por sorpresa con un poco más de sus palabras, que ahora se habían escuchado ironicas y un poco hirientes.
-¿estas cansado?... ¿soy una molestia verdad?… no te preocupes por mi, yo esperare hasta que anochezca y me iré…-
¡Claro que no estaba para nada molesto! cansado un poco, pero no molesto. ¿Cómo se le había ocurrido pensar semejante cosa?
El solo hecho de ver como parecía esconderse ya no solo de la luz de sol sino de mi también, me tenía muy inquieto, y además me dejaba con ganas de detener su comportamiento y demostrarle lo contrario a sus heladas palabras. No tenía pensado hacerle daño, por eso había accedido a parar en el momento en que ella había dicho que no, esperando entendiera que la comprendía un poco.
-El tiempo que llevamos de conocernos sigue siendo nada, más bien solo nos hemos tocado...solo hubo simples roces. Eso no me ha molestado en lo absoluto, pero si me ha dejado un poco confuso.
Accedí a tu respuesta porque no quiero que te sientas atrapada al estar conmigo...siempre he pensado lo cruel que es atrapar a un animal y domesticarlo, mejor ¿Por qué no convivir y aprender de él sin forzarle a enjaular su libre vida? Lo mismo pienso de los humanos, que a comparación de nuestra inmortal y oscura existencia, sus vidas son un suspiro. A veces no saben como vivir ese soplo de presencia terrenal, y se hacen daños unos a otros por preguntas y respuestas como las que tu me has dado hoy.
No puedes ser una molestia para mi, no solo por lo poco que te tratado, sino porque imagino que tu también lo has pasado horrible estancada en ese hermoso y frágil cuerpo de ángel que le demuestra al mundo, al igual que el mío, que somos eternos.
Aunque llenes de deseo y placentero calor a mi cuerpo y a mi esencia no te haré daño ni haré algo que no quieras...tal ves no me creas, porque, ¿cuantos seres o personas no te habrán dicho algo así e hicieron lo contrario de lo que dijeron?, y tampoco me creerás tan facilmente porque no me conoces aún.
Lo poco que presenciaste de mi en la cama anoche no es nada comparado a lo que soy en realidad. Yo tampoco te conozco.
Así que si te quieres ir no te detendré, pero siente lo que dices, no vaya a ser que un día si nos volvemos a ver te arrepientas de haberte alejado-guiñandole un ojo traviezamente, después de haber caminado durante mis palabras hacia la ventana también, me acerqué a su lado, y ahí acaricié con dulzura y comprensión sus rubios cabellos, después la tomé de la barbilla y le besé la mitad de los labios. No deseaba que me siguiera evitando todavía más, y menos que me lanzara una cachetada o algo más que me dejara ver su molestia. Si es que la había.
-me quedare…-Era tan serena, carente de emoción alguna...simplemente neutra.
¿Donde había quedado aquella ilusión de ser que parecía atraparme con el magnetismo de su cuerpo? Parecía ser que su brillo se había extinguido casi en un abrir y cerrar de ojos.
Tal ves ella ya lo sabía, y sin darme cuenta desde un principio había leído mi comportamiento dual, al igual que mi manera tan ingenua y simple de ser.
Tal ves ya sabía que yo había descubierto su vulnerabilidad, la cual creció en el momento en que me vio por primera vez en el cementerio.
¿Realmente lo sabía?
Su deseo hacia mi, si mis instintos no se equivocaban, por muy desconocido y misterioso que me fuera, sin duda se había acrecentado de golpe hacía rato en la cama.
Y posiblemente su manera tan fría y neutra de haberme respondido era un mecanismo de defensa...o el orgullo que la destacaba desde siempre.
No la conocía de antes, pero sentía como si así hubiera sido.
¿En vidas pasadas?
Tal ves su repentina frialdad no me importaba mucho que digamos, porque por primera vez una mujer había hecho que mostrara un poco de la oscuridad que llevaba en mi ser.
Ninguna otra chica había logrado eso en mi en aquellos momentos de sensibilidad y pasión corporal, que para mi eran más de cacería que de diversión, pues precisamente necesitaba alimentar al animal que me consumía cada noche. Aún a costa del sufrimiento de mi mente y mi corazón.
(pero ellas tenían suerte de despertar a la mañana siguiente, adoloridas y moribundas pero vivas)
Nunca me había gustado ser inmortal, ya que con ello se iba la poca humanidad que tanto amaba...y se desvanecía con el paso de los años la inocencia que me hacía el niño soñador que siempre era y que tanto adoraba.
Por eso mi personalidad se había dividido en dos la noche de mi transformación, junto con el odio que se acumulaba en mi interior hacia la falta de autocontrol emocional que el deseo y la tentación me habían arrancado.
No tenía la total certeza de si sabía que había descubierto su ¿posible secreto?, aunque me sentía al menos un poco seguro y aliviado de que nuestra pasión se hubiera roto hace rato, pues no quería que ella descubriera lo que para mi si era un secreto, y el mas doloroso que tenía a pesar de lo ingenuo que todavía era. (lo más seguro era que otros como yo a mi edad ya habían aprendido a tolerar y existir con esa oscuridad tan horrible que los tenía atrapados entre la vida y la muerte...eso me hacía sentir para mi desgracia un poco impotente).
Como había dicho, no parecía importarme lo fría que se mostrara conmigo, al menos me alegraba saber que había aceptado un poco mi ayuda, (si acaso así lo veía ella), y me daba la ventaja de tener su presencia aunque fuera unas horas o minutos más aquí.
Curiosamente, y lo digo porque a pesar de ser tan dulce y "tonto" en mi forma de ser, el hecho de estar solo no parecía afectarme en lo más mínimo, esa noche como ninguna otra la pequeña sensación de angustia que tenía mi corazón diariamente parecía estarse calmando.
Su sola presencia me bastaba para alimentar a mi tímido corazón de latidos (que ya no tenía, literalmente) llenos de alegría.
Diría que el tiempo pasaría lentamente en esos instantes para un humano, pero para nosotros era tan rápido que el ambiente fuera de la casa nos lo decía con la parada de la lluvia, los truenos, y la llegada de los rayos de un sol muy fuerte a tan tempranas horas del día siguiente.
Todo ese tiempo la veía estatica mirando por el grande ventanal, hasta verla acomodarse y hacerse pequeña para esconderse de los rayos mismos de aquella matutina estrella, en una de las esquinas de esa habitación de blancas paredes que nos tenía "atrapados" a ambos en un silencio inmenso.
Yo permanecía en la cama, con los pies fuera de esta aún descalzos, y al parecer sin darme cuenta el color de mi piel había vuelto a broncearse como a diario, y mis colmillos hacía tiempo se habían guardado nuevamente junto con los demás dientes dentro de mi boca.
Era extraño quizás no haberme alimentado en toda la noche anterior, pero eso me decía que ya estaba aprendiendo a controlar mi deseo y ansiedad de beber sangre.
No me veía demacrado, al contrario, había vuelto a "disfrazarme" del humano que ahora aparentaba y que años atrás había sido.
El tiempo se nos congelaba a pesar de ir tan rápido frente a nuestros ojos, y la realidad me había tomado por sorpresa con un poco más de sus palabras, que ahora se habían escuchado ironicas y un poco hirientes.
-¿estas cansado?... ¿soy una molestia verdad?… no te preocupes por mi, yo esperare hasta que anochezca y me iré…-
¡Claro que no estaba para nada molesto! cansado un poco, pero no molesto. ¿Cómo se le había ocurrido pensar semejante cosa?
El solo hecho de ver como parecía esconderse ya no solo de la luz de sol sino de mi también, me tenía muy inquieto, y además me dejaba con ganas de detener su comportamiento y demostrarle lo contrario a sus heladas palabras. No tenía pensado hacerle daño, por eso había accedido a parar en el momento en que ella había dicho que no, esperando entendiera que la comprendía un poco.
-El tiempo que llevamos de conocernos sigue siendo nada, más bien solo nos hemos tocado...solo hubo simples roces. Eso no me ha molestado en lo absoluto, pero si me ha dejado un poco confuso.
Accedí a tu respuesta porque no quiero que te sientas atrapada al estar conmigo...siempre he pensado lo cruel que es atrapar a un animal y domesticarlo, mejor ¿Por qué no convivir y aprender de él sin forzarle a enjaular su libre vida? Lo mismo pienso de los humanos, que a comparación de nuestra inmortal y oscura existencia, sus vidas son un suspiro. A veces no saben como vivir ese soplo de presencia terrenal, y se hacen daños unos a otros por preguntas y respuestas como las que tu me has dado hoy.
No puedes ser una molestia para mi, no solo por lo poco que te tratado, sino porque imagino que tu también lo has pasado horrible estancada en ese hermoso y frágil cuerpo de ángel que le demuestra al mundo, al igual que el mío, que somos eternos.
Aunque llenes de deseo y placentero calor a mi cuerpo y a mi esencia no te haré daño ni haré algo que no quieras...tal ves no me creas, porque, ¿cuantos seres o personas no te habrán dicho algo así e hicieron lo contrario de lo que dijeron?, y tampoco me creerás tan facilmente porque no me conoces aún.
Lo poco que presenciaste de mi en la cama anoche no es nada comparado a lo que soy en realidad. Yo tampoco te conozco.
Así que si te quieres ir no te detendré, pero siente lo que dices, no vaya a ser que un día si nos volvemos a ver te arrepientas de haberte alejado-guiñandole un ojo traviezamente, después de haber caminado durante mis palabras hacia la ventana también, me acerqué a su lado, y ahí acaricié con dulzura y comprensión sus rubios cabellos, después la tomé de la barbilla y le besé la mitad de los labios. No deseaba que me siguiera evitando todavía más, y menos que me lanzara una cachetada o algo más que me dejara ver su molestia. Si es que la había.
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 04/06/2012
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Localización : En el país de la soledad
Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
No quería mirarlo, quería escapar… quería ser tan libre como ese rayo de sol que no importaba lo difícil que fuese atravesar ese mural solido que nos rodeaba, seguía danzante frente a nosotros…
Cuando escuche su dulce voz respondiendo a mis frías palabras de antes… su tono de voz cambio, su fuerza se hizo visible, su mirada parecía juguetona, pero veía algo de inseguridad en su mirada…
¿Era tan neutra, fría que ni siquiera me había percatado de las palabras que había vociferado?
Podía percatarme del tono que le daba a cada palabra que decía, con los ojos cerrados procure escuchar y analizar lo que me decía sin alterarme… me impacientaba… su voz cada vez se hacia mas rigurosa, aunque su rostro denotaba una cierta suavidad, ternura… no podía encontrar la similitud entre sus palabras y los suspiros que endulzaron mi oído anteriormente…
Analice cada palabra que me daban eco en mi cabeza, algunas que me herían mas que otras, la forma que lo decía quizás no daba a entender ese parecer mio, pero analizarlas una por una me daba otro significado… un significado que quizás imaginaba en mi cabeza con el cual juzgue sus palabras…
¿…Simples roces…? Quizás lo que mas me molesto de sus palabras, para mi no eran simples, no me importaba lo poco que lo conociera, si tenia que perderme en su mirada y ser enjuiciada después por ese acto tan pecaminoso sinceramente recibiría ese castigo tan sedienta como el mismo acto de pecado que eh incitado… siendo de su mano seria tan magnifico como el pecado mismo.
¿Atrapada…?Si, sencillamente eso estaba pensando, pero sus palabras me hicieron reaccionar… ¿de verdad me sentía atrapada?... me plantee la idea de salir de esta habitación cuando la noche llegara, pero sinceramente… ¿quería hacerlo?... supongo que la llegada de la noche seria mi mayor tristeza, que vergonzoso seria excusarme para poder quedarme un poco mas de tiempo con él…
¿Cuerpo de ángel? Mi contenedor… como un jarrón de porcelana... o una muñeca del mismo material… supongo que no era la única que sufría por ser como era… saber que él pensaba lo mismo que yo me alegraba, la única persona como yo que eh conocido a fondo es a la persona que me a convertido… y me hizo sufrir tanto… ¿será el miedo el que me niega tomar su mano? No quería analizarlo… no podía explicar el sentimiento que tenia, pero me dolía.
Lo que había observado en la cama… para mi significaba mucho, tanto que voltee mi rostro para observarlo mientras pronunciaba sus ultimas palabras para cerrar su respuesta, su actitud de ahora me confundía…
Tan perdida en mis pensamientos, tan aislada, en un abismo sin fin… el dolor me dejaba inerte… la frialdad tomaba partido en mi actitud, lo neutro de mis palabras era una defensa, un escudo que sin darme cuenta había puesto y que tan desesperadamente mantenía en cualquier situación… y… ¿jamás me había dado cuenta…? Tan patética era…
“…Siente lo que dices…” las palabras que me hicieron sentir que mi corazón latía de nuevo… camino hacia mi con la misma mirada de antes y beso la mitad de mis labios con dulzura…
Esbozo una lágrima por mi mejilla, sus labios poco a poco empezaron a alejarse de los míos… intente ocultar mi llanto antes que pudiera ver mi rostro cubierto en lagrimas… jamás había llorado delante de alguien y sentía vergüenza de hacerlo tan inexplicablemente.
-lo siento, no fue mi intención darte ese parecer con respecto a mis palabras, solo quería… quería…-
Me levante pausadamente para poder salir de ese rincón donde me había escondido, no quería darle a entender que huía de él, huía del pasado… tenia razón, no lo conocía y eso hacia que mi comportamiento sea tan frio y desabrido…
-lo lamento.-
Me mordía los labios fuertemente intentando no llorar, me había puesto débil e intentaba encontrar la calma para expresarle todo lo que sentía en esos momentos, pero… jamás lo había hecho, no sabia como empezar… mire su rostro un instante largo y aun con un nudo en la garganta le dije…
-no quiero que llegue la noche, me desespera pensar que tendré que irme y quizás esto termine tan deprisa, no entiendo porque, pero aunque no te conozca siento la necesidad de quedarme contigo… y tengo miedo, tengo miedo de perderte pero a la vez de que el pasado este en mi presente y que se repita lo que viví antes… no quiero pensar que es así, y supongo que lo mejor que se me ocurrió para evitar que eso pase fue esperar que anochezca…-
Mire aun lado, inquieta arrugue el vestido con los dedos, buscando fuerzas para decir todo y no callarlo, tenia que expresar le lo que sentía y no que me viera como un jarrón sin su contenido, o simplemente vacío…
-no te conozco… pero de verdad me gustaría hacerlo… por favor quédate conmigo.-
Cuando escuche su dulce voz respondiendo a mis frías palabras de antes… su tono de voz cambio, su fuerza se hizo visible, su mirada parecía juguetona, pero veía algo de inseguridad en su mirada…
¿Era tan neutra, fría que ni siquiera me había percatado de las palabras que había vociferado?
Podía percatarme del tono que le daba a cada palabra que decía, con los ojos cerrados procure escuchar y analizar lo que me decía sin alterarme… me impacientaba… su voz cada vez se hacia mas rigurosa, aunque su rostro denotaba una cierta suavidad, ternura… no podía encontrar la similitud entre sus palabras y los suspiros que endulzaron mi oído anteriormente…
Analice cada palabra que me daban eco en mi cabeza, algunas que me herían mas que otras, la forma que lo decía quizás no daba a entender ese parecer mio, pero analizarlas una por una me daba otro significado… un significado que quizás imaginaba en mi cabeza con el cual juzgue sus palabras…
¿…Simples roces…? Quizás lo que mas me molesto de sus palabras, para mi no eran simples, no me importaba lo poco que lo conociera, si tenia que perderme en su mirada y ser enjuiciada después por ese acto tan pecaminoso sinceramente recibiría ese castigo tan sedienta como el mismo acto de pecado que eh incitado… siendo de su mano seria tan magnifico como el pecado mismo.
¿Atrapada…?Si, sencillamente eso estaba pensando, pero sus palabras me hicieron reaccionar… ¿de verdad me sentía atrapada?... me plantee la idea de salir de esta habitación cuando la noche llegara, pero sinceramente… ¿quería hacerlo?... supongo que la llegada de la noche seria mi mayor tristeza, que vergonzoso seria excusarme para poder quedarme un poco mas de tiempo con él…
¿Cuerpo de ángel? Mi contenedor… como un jarrón de porcelana... o una muñeca del mismo material… supongo que no era la única que sufría por ser como era… saber que él pensaba lo mismo que yo me alegraba, la única persona como yo que eh conocido a fondo es a la persona que me a convertido… y me hizo sufrir tanto… ¿será el miedo el que me niega tomar su mano? No quería analizarlo… no podía explicar el sentimiento que tenia, pero me dolía.
Lo que había observado en la cama… para mi significaba mucho, tanto que voltee mi rostro para observarlo mientras pronunciaba sus ultimas palabras para cerrar su respuesta, su actitud de ahora me confundía…
Tan perdida en mis pensamientos, tan aislada, en un abismo sin fin… el dolor me dejaba inerte… la frialdad tomaba partido en mi actitud, lo neutro de mis palabras era una defensa, un escudo que sin darme cuenta había puesto y que tan desesperadamente mantenía en cualquier situación… y… ¿jamás me había dado cuenta…? Tan patética era…
“…Siente lo que dices…” las palabras que me hicieron sentir que mi corazón latía de nuevo… camino hacia mi con la misma mirada de antes y beso la mitad de mis labios con dulzura…
Esbozo una lágrima por mi mejilla, sus labios poco a poco empezaron a alejarse de los míos… intente ocultar mi llanto antes que pudiera ver mi rostro cubierto en lagrimas… jamás había llorado delante de alguien y sentía vergüenza de hacerlo tan inexplicablemente.
-lo siento, no fue mi intención darte ese parecer con respecto a mis palabras, solo quería… quería…-
Me levante pausadamente para poder salir de ese rincón donde me había escondido, no quería darle a entender que huía de él, huía del pasado… tenia razón, no lo conocía y eso hacia que mi comportamiento sea tan frio y desabrido…
-lo lamento.-
Me mordía los labios fuertemente intentando no llorar, me había puesto débil e intentaba encontrar la calma para expresarle todo lo que sentía en esos momentos, pero… jamás lo había hecho, no sabia como empezar… mire su rostro un instante largo y aun con un nudo en la garganta le dije…
-no quiero que llegue la noche, me desespera pensar que tendré que irme y quizás esto termine tan deprisa, no entiendo porque, pero aunque no te conozca siento la necesidad de quedarme contigo… y tengo miedo, tengo miedo de perderte pero a la vez de que el pasado este en mi presente y que se repita lo que viví antes… no quiero pensar que es así, y supongo que lo mejor que se me ocurrió para evitar que eso pase fue esperar que anochezca…-
Mire aun lado, inquieta arrugue el vestido con los dedos, buscando fuerzas para decir todo y no callarlo, tenia que expresar le lo que sentía y no que me viera como un jarrón sin su contenido, o simplemente vacío…
-no te conozco… pero de verdad me gustaría hacerlo… por favor quédate conmigo.-
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Hacía tiempo que no escuchaba o veía siquiera llorar a una mujer...la única en aquél entonces era mi dulce madre, quien parecía sufrir cada vez que estaba con mi padre. ¿Es que acaso él la lastimaba tanto?
A mi padre siempre lo veía con un semblante neutro, como el que ella me estaba mostrando esa mañana; tan frío, en ocasiones calculador, y rara vez sonreía.
Ella me recordaba a mi padre. ¿Se habrían conocido en alguna época?, no lo creo, él era más "viejo" que ella.
Sin la más minima pizca de rencor o dolor, muy decidido me acerqué lo suficiente al ventanal como para posar mi mano derecha y ver como se quemaba con aquellos ligeros rayos solares. No me dolía en lo absoluto, o al menos no reparaba en ello, pues comenzaba a perder de una manera muy extraña la razón...mi vista se vaciaba, mi semblante permanecía neutro, sin emoción alguna. ¿En que parte de la realidad me encontraba, que perdí incluso la noción del tiempo que había pasado?
Sus sollozos me devolvieron a la habitación, y me hicieron voltear a verla.
-lo siento, no fue mi intención darte ese parecer con respecto a mis palabras, solo quería… quería…-¿estaba...desesperada?, ¿Por qué?, ¿de que manera deseaba explicarme lo que sentía?
Por una extraña razón comenzaba a sentir que ella tenía, ¿miedo?, tal ves de la misma manera que yo. El magnetismo que nos unía todas esas horas era inmenso, y me era increible creer que algo así me estuviera pasando.
¿Quien era ella en realidad?, ¿De donde venía?, ¿por qué me volvía loco cada vez que la miraba a los ojos?, ¿Y...por que de repente se empezaba a perturbar demasiado?
-lo lamento.-viendo como se levantaba de aquella esquina, sin detenerla dejé que se alejara un poco más de mi, esperando ver que reacciones tenía.
Mordiendo sus labios, ¿que era lo que ocultaba?, ¿a que le temía?
-no quiero que llegue la noche, me desespera pensar que tendré que irme y quizás esto termine tan deprisa, no entiendo porque, pero aunque no te conozca siento la necesidad de quedarme contigo… y tengo miedo, tengo miedo de perderte pero a la vez de que el pasado este en mi presente y que se repita lo que viví antes… no quiero pensar que es así, y supongo que lo mejor que se me ocurrió para evitar que eso pase fue esperar que anochezca…-
-Es curioso...yo también tengo miedo-caminando lentamente hacia ella tomé sus manos para entrelazarlas con las mías, viendo como me desviaba la mirada avergonzada y comenzando a llorar silenciosa-miedo de que si te vas...ya no vuelvas a ser la misma de la noche anterior...miedo de que el temor que tu llevas en tu corazón...te aleje de mi y te haga desconocerme-soltando una de sus manos toqué su mejilla, y con mi dedo pulgar le sequé las lágrimas que con insistencia resbalaban por su bello rostro de marfil-¿Es normal tener este miedo?, para mi no lo se, pero pienso que para ti si...por lo visto te han lastimado demasiado...que por eso buscas evitar que ocurra la misma "pesadilla" otra vez, ¿cierto?
No te haría daño, es fácil decirlo, pero con el tiempo...no se que vaya a pasar. Dentro de mi, al igual que tu, duerme una criatura horrenda a la cual encierro para evitar que siga lastimando a alguien más.
Son simples humanos, dirías, pero...soy tan parecido como ellos que me da horror quitarles lo único por lo que deberían preocuparse.
Son unos tontos, no conocen el significado y valor de sus vidas...y eso me enferma demasiado-apretando mis puños con fuerza, mi rostro sigue neutro de emoción alguna de enojo-Tal ves mi pasado no sea como el tuyo...y la persona que te hizo lo que eres no era como mi señor, pero...nunca llegué a odiarle por esta maldicion que me dio...me llegué a odiar a mi mismo por sucumbir a sus deseos. Yo tuve la culpa por dejarme envenenar desde un principio, y este es mi castigo-lentamente la guíe de nueva cuenta hasta la cama, sentandome yo y teniendola frente a mi, para guardar silencio y seguir observando su hermoso rostro de niña.
-no te conozco… pero de verdad me gustaría hacerlo… por favor quédate conmigo.-yo también anhelaba que se quedara a mi lado todo un tiempo, y eso sonaba descabellado, pero...algo me decía que ella era importante, y que no debía dejar que se marchara así de fácil.
Levantandome de la cama, para acercarme lo suficiente a ella, tomandola aún de las manos, le di un beso esta vez más profundo que aquél en el ventanal. Mis pensamientos traspasaron los suyos, y le pedi no se alejara ni me evitara.
-No tengas miedo...renunciaré a mi inmortalidad si alguna vez llegase a lastimarte. Es una promesa. Confía en mi, y déjame hacerte olvidar aquellos malos recuerdos que te tienen apresada, mi dulce niña.
Era una promesa importante, y la primera en mi existencia, deseaba que me creyera con toda el alma, y haría hasta lo imposible por tener su confianza solo para mi. No dejaría que nadie la lastimara otra vez, ni siquiera el demonio que llevaba conmigo.
A mi padre siempre lo veía con un semblante neutro, como el que ella me estaba mostrando esa mañana; tan frío, en ocasiones calculador, y rara vez sonreía.
Ella me recordaba a mi padre. ¿Se habrían conocido en alguna época?, no lo creo, él era más "viejo" que ella.
Sin la más minima pizca de rencor o dolor, muy decidido me acerqué lo suficiente al ventanal como para posar mi mano derecha y ver como se quemaba con aquellos ligeros rayos solares. No me dolía en lo absoluto, o al menos no reparaba en ello, pues comenzaba a perder de una manera muy extraña la razón...mi vista se vaciaba, mi semblante permanecía neutro, sin emoción alguna. ¿En que parte de la realidad me encontraba, que perdí incluso la noción del tiempo que había pasado?
Sus sollozos me devolvieron a la habitación, y me hicieron voltear a verla.
-lo siento, no fue mi intención darte ese parecer con respecto a mis palabras, solo quería… quería…-¿estaba...desesperada?, ¿Por qué?, ¿de que manera deseaba explicarme lo que sentía?
Por una extraña razón comenzaba a sentir que ella tenía, ¿miedo?, tal ves de la misma manera que yo. El magnetismo que nos unía todas esas horas era inmenso, y me era increible creer que algo así me estuviera pasando.
¿Quien era ella en realidad?, ¿De donde venía?, ¿por qué me volvía loco cada vez que la miraba a los ojos?, ¿Y...por que de repente se empezaba a perturbar demasiado?
-lo lamento.-viendo como se levantaba de aquella esquina, sin detenerla dejé que se alejara un poco más de mi, esperando ver que reacciones tenía.
Mordiendo sus labios, ¿que era lo que ocultaba?, ¿a que le temía?
-no quiero que llegue la noche, me desespera pensar que tendré que irme y quizás esto termine tan deprisa, no entiendo porque, pero aunque no te conozca siento la necesidad de quedarme contigo… y tengo miedo, tengo miedo de perderte pero a la vez de que el pasado este en mi presente y que se repita lo que viví antes… no quiero pensar que es así, y supongo que lo mejor que se me ocurrió para evitar que eso pase fue esperar que anochezca…-
-Es curioso...yo también tengo miedo-caminando lentamente hacia ella tomé sus manos para entrelazarlas con las mías, viendo como me desviaba la mirada avergonzada y comenzando a llorar silenciosa-miedo de que si te vas...ya no vuelvas a ser la misma de la noche anterior...miedo de que el temor que tu llevas en tu corazón...te aleje de mi y te haga desconocerme-soltando una de sus manos toqué su mejilla, y con mi dedo pulgar le sequé las lágrimas que con insistencia resbalaban por su bello rostro de marfil-¿Es normal tener este miedo?, para mi no lo se, pero pienso que para ti si...por lo visto te han lastimado demasiado...que por eso buscas evitar que ocurra la misma "pesadilla" otra vez, ¿cierto?
No te haría daño, es fácil decirlo, pero con el tiempo...no se que vaya a pasar. Dentro de mi, al igual que tu, duerme una criatura horrenda a la cual encierro para evitar que siga lastimando a alguien más.
Son simples humanos, dirías, pero...soy tan parecido como ellos que me da horror quitarles lo único por lo que deberían preocuparse.
Son unos tontos, no conocen el significado y valor de sus vidas...y eso me enferma demasiado-apretando mis puños con fuerza, mi rostro sigue neutro de emoción alguna de enojo-Tal ves mi pasado no sea como el tuyo...y la persona que te hizo lo que eres no era como mi señor, pero...nunca llegué a odiarle por esta maldicion que me dio...me llegué a odiar a mi mismo por sucumbir a sus deseos. Yo tuve la culpa por dejarme envenenar desde un principio, y este es mi castigo-lentamente la guíe de nueva cuenta hasta la cama, sentandome yo y teniendola frente a mi, para guardar silencio y seguir observando su hermoso rostro de niña.
-no te conozco… pero de verdad me gustaría hacerlo… por favor quédate conmigo.-yo también anhelaba que se quedara a mi lado todo un tiempo, y eso sonaba descabellado, pero...algo me decía que ella era importante, y que no debía dejar que se marchara así de fácil.
Levantandome de la cama, para acercarme lo suficiente a ella, tomandola aún de las manos, le di un beso esta vez más profundo que aquél en el ventanal. Mis pensamientos traspasaron los suyos, y le pedi no se alejara ni me evitara.
-No tengas miedo...renunciaré a mi inmortalidad si alguna vez llegase a lastimarte. Es una promesa. Confía en mi, y déjame hacerte olvidar aquellos malos recuerdos que te tienen apresada, mi dulce niña.
Era una promesa importante, y la primera en mi existencia, deseaba que me creyera con toda el alma, y haría hasta lo imposible por tener su confianza solo para mi. No dejaría que nadie la lastimara otra vez, ni siquiera el demonio que llevaba conmigo.
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Localización : En el país de la soledad
Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Tan serenamente decía “yo también tengo miedo…” me resultaba difícil creer que alguien tan cálido como él haya sentido miedo alguna vez, tengo la ligera certeza que es una persona que no deja que lo perturben pensamientos malos, pensamientos que le den tristeza y que sin importar lo que pase sigue con su objetivo, hasta la forma de comportase, era totalmente aislada, como si el sufrimiento no hubiera pasado en el…
mirarme a mi… recordar todo el sufrimiento que he tenido que aguantar por 200 años… esas ganas de volver a ver mi pasado, de lo bueno y lo malo que albergaba en el, ya que solo queda mirar trascurrir el tiempo, ver como todo cambia menos tu, sigues igual, sin ninguna huella en tu piel, pero miles de llagas en tu memoria… fue difícil ver como todos morían y tu solo podías observar… a no ser que le infringieras el dolor de ese abrazo, ese que con tanto fervor odiaba y amaba al mismo tiempo… ah pasado tanto tiempo y todavía no puedo descifrar si ese “regalo” es de mi gusto o no.
Tomo mi mano, volvía a sentir esa cálida mano igual a la primera vez que nos conocimos… me gustaba ver que alguien compartía mi secreto, que sabia el significado y el verdadero dolor de aquel mundano secreto, él no lo había vivido como yo, pude rescatar aquello de sus palabras… pero no podría decirlo con certeza, ya que no sabia mucho de él…
Nombro a alguien, supongo que seria el hombre quien lo convirtió… lo nombraba sin resentimientos, sin juzgarlo… yo en otra parte, pensar en quien me convirtió es un suplicio. Recordar como se burlaba de mi en ese laberinto… como jugaba, ya que simplemente lo hizo por diversión… antes no lo hubiera descifrado, pero ahora que lo conozco bastante sé que su mayor deleite es ver sufrir a los demás… un hobbie que jamás compartí, yo solo lo observaba divertirse…
“…Me llegué a odiar a mi mismo por sucumbir a sus deseos. Yo tuve la culpa por dejarme envenenar desde un principio, y este es mi castigo…”
Supongo que tenia razón, yo solo lo odiaba ya que… el me convirtió por simples caprichos, no tuvo ni si quiera una fuerte razón para hacerlo. Pero estaba consiente… sabia que yo tenia la culpa… tuve la fuerza para resistirme, pero no supe como actuar en ese momento… pero alborotar el pasado no cambiara lo que soy en el presente, no puedo perdonar a esa persona que me convirtió y junto con ello no puedo perdonarme a mi misma por dejar que me hiciera daño.
Cada razonamiento que expresaba en voz alta, yo lo analizaba y sacaba una conclusión para explicar mi vida… él tenia la fortaleza para explicarlo abiertamente, pero yo carecía de ella… me podía ver fría y frígida, pero sinceramente quería participar en su conversación… simplemente me faltaba las fuerzas… jamás había hablado de esto con alguien y expresarlo así tan de repente me resultaba caótico…
Todavía con las lagrimas visibles en mis mejillas y con la vista perdida intentando captar cada idea que él expresaba , jugando con su mano que me resultaba emocionante sentirla tanto tiempo junto a la mía, se acercó lentamente para volverme a besar… esta ves pude sentir algo mas que su cálido beso, sin contar que me estremecía su fino rose, que mis mejillas se ruboricen solo con su tacto, que inconscientemente cerraba los ojos esperando sentir esa emoción en el estomago como si hubiera almorzado mariposas… sentí como la melodía de su voz nacía en mi cabeza pidiéndome que no me alejara ni que lo evitara…
“No tengas miedo...renunciaré a mi inmortalidad si alguna vez llegase a lastimarte. Es una promesa. Confía en mi, y déjame hacerte olvidar aquellos malos recuerdos que te tienen apresada, mi dulce niña.”
Sus palabras me dejaron atónita, las mariposas dejaron de revolotear para poder escuchar sus palabras, si mi corazón latiera seguramente se hubiera pausado también para poder creer lo que mis oídos estaban escuchando… todo mi ser quería entender lo que sus palabras significaban…
…¿él renunciaría a su inmortalidad si alguna vez me lastimase?... ¿él seria capas de hacer eso por mi?... gran parte de mi temor era por lo desconocido que eran sus sentimientos hacia mi… y aunque esas palabras no significasen que él pudiera sentir algo por mi, escucharlas era emocionante… sin remordimiento de mis palabras anteriores pude decirle que me gustaba, sinceramente todavía lo siento así, quizás podría darle otro nombre a estos sentimientos, pero mi poca experiencia en estos temas me limita en nombrarlo severamente… no sabría si es mas que un solo me gusta, pero sus palabras me daban a entender aquello… no solo me gustaba… ya trascendía de solo esos vanos sentimientos… simplemente era mucho mas…
Apreté su mano, fue algo que inconscientemente hice, me recordó lo que uno hace para diferenciar lo real del sueño, cuando alguien se piñizca pensando que es solo un pasaje de su inconsciente… estaba nerviosa y una pequeña carga de adrenalina recorría mi cuerpo… sin pensarlo detenidamente solté su mano para buscar su cuello y envolverlo con mis brazos… lo asocie a como se abrazaría una pareja de novios… ese abrazo que se acompaña con un beso, mientras que el rodea su cintura con sus brazos y ella busca su rostro para besarlo…
Aunque ese acto quedo inconcluso, ya que solo me digne a apoyar mi cabeza en su pecho y sonreír complacida… no quería arruinar el momento e intentar volver a llevarlo a la cama… ya que en ese momento las ganas no me faltaba…
-todo lo que he vivido hasta ahora ha sido triste, pero si estas conmigo jamás volverá a ser así, me creerás burda diciéndote esto, pero creo en ti… y no quiero que te alejes de mí… de verdad me gustas mucho.-
Sabia que si volvía a sentir sus besos, sus manos en mi cuerpo no dudaría en volver a sumergirme en su ropaje, bajar hasta su torso y tocar su cuerpo desnudo… no importaba lo poco que lo conociera… me gustaba y eso era lo único que me importaba en estos momentos… anhelaba insaciablemente escuchar sus suspiros, esos quejidos complacientes, quería volver a tocar su miembro y sentir lo cálido que era… ver ese rubor de sus mejillas, sus colmillos tan visibles… era hermoso…
Por primera vez sonreí tan extensamente en unos pocos minutos… y ya había olvidado como me veía haciéndolo… no quería pensar en nada mas que en sus palabras anteriores que me había dejado atónita, si pensaba tan explícitamente hacer eso por mi… ¿por mi? ¿De verdad…? Lo encontraba fascinante… eso en mi mundillo de fantasía significaba que me quería… y no quería cuestionarme aquello, ya que me ponía feliz…
…El sol cambiaba su punto de proyección, se podía ver ya en lo alto del cielo tornándolo de un celeste brillante… pocas nubes se estilizaban en aquel espectáculo… el viento dejo de soplar tan fuertemente y lo cambio por una enternecedora briza… se escuchaban voces y ruidos en las calles de Paris, todo en ese escenario se volvió monótono, lo que frecuentemente se observaba en ese ambiente…
OFF: que genial la canción... *w* dime, ¿quien canta?
mirarme a mi… recordar todo el sufrimiento que he tenido que aguantar por 200 años… esas ganas de volver a ver mi pasado, de lo bueno y lo malo que albergaba en el, ya que solo queda mirar trascurrir el tiempo, ver como todo cambia menos tu, sigues igual, sin ninguna huella en tu piel, pero miles de llagas en tu memoria… fue difícil ver como todos morían y tu solo podías observar… a no ser que le infringieras el dolor de ese abrazo, ese que con tanto fervor odiaba y amaba al mismo tiempo… ah pasado tanto tiempo y todavía no puedo descifrar si ese “regalo” es de mi gusto o no.
Tomo mi mano, volvía a sentir esa cálida mano igual a la primera vez que nos conocimos… me gustaba ver que alguien compartía mi secreto, que sabia el significado y el verdadero dolor de aquel mundano secreto, él no lo había vivido como yo, pude rescatar aquello de sus palabras… pero no podría decirlo con certeza, ya que no sabia mucho de él…
Nombro a alguien, supongo que seria el hombre quien lo convirtió… lo nombraba sin resentimientos, sin juzgarlo… yo en otra parte, pensar en quien me convirtió es un suplicio. Recordar como se burlaba de mi en ese laberinto… como jugaba, ya que simplemente lo hizo por diversión… antes no lo hubiera descifrado, pero ahora que lo conozco bastante sé que su mayor deleite es ver sufrir a los demás… un hobbie que jamás compartí, yo solo lo observaba divertirse…
“…Me llegué a odiar a mi mismo por sucumbir a sus deseos. Yo tuve la culpa por dejarme envenenar desde un principio, y este es mi castigo…”
Supongo que tenia razón, yo solo lo odiaba ya que… el me convirtió por simples caprichos, no tuvo ni si quiera una fuerte razón para hacerlo. Pero estaba consiente… sabia que yo tenia la culpa… tuve la fuerza para resistirme, pero no supe como actuar en ese momento… pero alborotar el pasado no cambiara lo que soy en el presente, no puedo perdonar a esa persona que me convirtió y junto con ello no puedo perdonarme a mi misma por dejar que me hiciera daño.
Cada razonamiento que expresaba en voz alta, yo lo analizaba y sacaba una conclusión para explicar mi vida… él tenia la fortaleza para explicarlo abiertamente, pero yo carecía de ella… me podía ver fría y frígida, pero sinceramente quería participar en su conversación… simplemente me faltaba las fuerzas… jamás había hablado de esto con alguien y expresarlo así tan de repente me resultaba caótico…
Todavía con las lagrimas visibles en mis mejillas y con la vista perdida intentando captar cada idea que él expresaba , jugando con su mano que me resultaba emocionante sentirla tanto tiempo junto a la mía, se acercó lentamente para volverme a besar… esta ves pude sentir algo mas que su cálido beso, sin contar que me estremecía su fino rose, que mis mejillas se ruboricen solo con su tacto, que inconscientemente cerraba los ojos esperando sentir esa emoción en el estomago como si hubiera almorzado mariposas… sentí como la melodía de su voz nacía en mi cabeza pidiéndome que no me alejara ni que lo evitara…
“No tengas miedo...renunciaré a mi inmortalidad si alguna vez llegase a lastimarte. Es una promesa. Confía en mi, y déjame hacerte olvidar aquellos malos recuerdos que te tienen apresada, mi dulce niña.”
Sus palabras me dejaron atónita, las mariposas dejaron de revolotear para poder escuchar sus palabras, si mi corazón latiera seguramente se hubiera pausado también para poder creer lo que mis oídos estaban escuchando… todo mi ser quería entender lo que sus palabras significaban…
…¿él renunciaría a su inmortalidad si alguna vez me lastimase?... ¿él seria capas de hacer eso por mi?... gran parte de mi temor era por lo desconocido que eran sus sentimientos hacia mi… y aunque esas palabras no significasen que él pudiera sentir algo por mi, escucharlas era emocionante… sin remordimiento de mis palabras anteriores pude decirle que me gustaba, sinceramente todavía lo siento así, quizás podría darle otro nombre a estos sentimientos, pero mi poca experiencia en estos temas me limita en nombrarlo severamente… no sabría si es mas que un solo me gusta, pero sus palabras me daban a entender aquello… no solo me gustaba… ya trascendía de solo esos vanos sentimientos… simplemente era mucho mas…
Apreté su mano, fue algo que inconscientemente hice, me recordó lo que uno hace para diferenciar lo real del sueño, cuando alguien se piñizca pensando que es solo un pasaje de su inconsciente… estaba nerviosa y una pequeña carga de adrenalina recorría mi cuerpo… sin pensarlo detenidamente solté su mano para buscar su cuello y envolverlo con mis brazos… lo asocie a como se abrazaría una pareja de novios… ese abrazo que se acompaña con un beso, mientras que el rodea su cintura con sus brazos y ella busca su rostro para besarlo…
Aunque ese acto quedo inconcluso, ya que solo me digne a apoyar mi cabeza en su pecho y sonreír complacida… no quería arruinar el momento e intentar volver a llevarlo a la cama… ya que en ese momento las ganas no me faltaba…
-todo lo que he vivido hasta ahora ha sido triste, pero si estas conmigo jamás volverá a ser así, me creerás burda diciéndote esto, pero creo en ti… y no quiero que te alejes de mí… de verdad me gustas mucho.-
Sabia que si volvía a sentir sus besos, sus manos en mi cuerpo no dudaría en volver a sumergirme en su ropaje, bajar hasta su torso y tocar su cuerpo desnudo… no importaba lo poco que lo conociera… me gustaba y eso era lo único que me importaba en estos momentos… anhelaba insaciablemente escuchar sus suspiros, esos quejidos complacientes, quería volver a tocar su miembro y sentir lo cálido que era… ver ese rubor de sus mejillas, sus colmillos tan visibles… era hermoso…
Por primera vez sonreí tan extensamente en unos pocos minutos… y ya había olvidado como me veía haciéndolo… no quería pensar en nada mas que en sus palabras anteriores que me había dejado atónita, si pensaba tan explícitamente hacer eso por mi… ¿por mi? ¿De verdad…? Lo encontraba fascinante… eso en mi mundillo de fantasía significaba que me quería… y no quería cuestionarme aquello, ya que me ponía feliz…
…El sol cambiaba su punto de proyección, se podía ver ya en lo alto del cielo tornándolo de un celeste brillante… pocas nubes se estilizaban en aquel espectáculo… el viento dejo de soplar tan fuertemente y lo cambio por una enternecedora briza… se escuchaban voces y ruidos en las calles de Paris, todo en ese escenario se volvió monótono, lo que frecuentemente se observaba en ese ambiente…
OFF: que genial la canción... *w* dime, ¿quien canta?
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
OFF: Este es el video, je, a ver que te parece, el nombre de la banda es Acid Black Cherry, JRock, y una de mis favoritas
https://www.youtube.com/watch?v=NTSwkGkSdYk&feature=related
Su piel y sus palabras se habían hecho más cálidas. Un deseo incontrolable de llevarla nuevamente a la cama y revolcarme entre las sábanas, llenando los espacios de su cuerpo con mis caricias y el placer de mis movimientos de vaivén al compás de sus caderas. Pero no me podía permitir eso, ya que no quería perder su confianza.
Mis palabras eran certeras, y me aseguraría de que siguieran así mientras ella no se alejara de mi lado. Y a todo esto me pregunto entonces, ¿De donde vino para llegar a parar con tanto frío al cementerio?, ¿Y que era lo que buscaba ahí? Tal ves ese sería nuestro tema de conversación mientras la luna se posaba en el cielo, despidiendo a su amado el Sol, al cual desafortunadamente no podía ver siempre ya que una importante linea en el huso horario la separaba. Que tristeza pasaba ella, quien después de todo se ganaba el derecho de comprender a los enamorados y sus desdichas.
Un poco más calmados los dos, accedí a sentarme mejor en el suelo, aprovechando que tenía alfombra, ahí la acomodé muy cerca de mi, con las piernas juntas le pedí se sentara sobre ellas, para que siguiera apoyando a gusto su cabeza en mi ahora desnudo pecho (el calor había subido en aquél beso que preferí al menos desabrocharla). Al compás de mis latidos la vi cerrar dulcemente los ojos, así aproveché y comencé a preguntarle suavemente el porque de su visita al cementerio.
-¿Por qué estabas esa noche tan sola en el cementerio?, ¿hay alguien a quien posiblemente visitaras?, aunque....tus energías eran nulas. ¿Alguien...te lastimó para....que quisieras perder el conocimiento?, después de todo no estoy seguro si congelarse sea una opción para perder la inmortalidad, je. Al menos si el sol pasa por esos rumbos entonces te quemaría a la mañana siguiente.
¿Te gustaría contarme de donde vienes, pequeña?
Quien sabe si era mas "pequeña" que yo, pero me era dulce y cariñoso decirle así, además...de que pegada a mi lado era tan tierna como una niña.
Todavía había sol, aunque el crepúsculo estaría por llegar en cualquier momento, era una escena demasiado romantica que tal ves tendría la dicha de compartir con ella esa tarde...si me lo permitiera. Juntos fundiríamos nuestro cariño con la despedida del sol. Y tal ves la vería cerrar sus ojos para descansar de tan agotador día. Se lo merecía, y creo que yo también.
https://www.youtube.com/watch?v=NTSwkGkSdYk&feature=related
Su piel y sus palabras se habían hecho más cálidas. Un deseo incontrolable de llevarla nuevamente a la cama y revolcarme entre las sábanas, llenando los espacios de su cuerpo con mis caricias y el placer de mis movimientos de vaivén al compás de sus caderas. Pero no me podía permitir eso, ya que no quería perder su confianza.
Mis palabras eran certeras, y me aseguraría de que siguieran así mientras ella no se alejara de mi lado. Y a todo esto me pregunto entonces, ¿De donde vino para llegar a parar con tanto frío al cementerio?, ¿Y que era lo que buscaba ahí? Tal ves ese sería nuestro tema de conversación mientras la luna se posaba en el cielo, despidiendo a su amado el Sol, al cual desafortunadamente no podía ver siempre ya que una importante linea en el huso horario la separaba. Que tristeza pasaba ella, quien después de todo se ganaba el derecho de comprender a los enamorados y sus desdichas.
Un poco más calmados los dos, accedí a sentarme mejor en el suelo, aprovechando que tenía alfombra, ahí la acomodé muy cerca de mi, con las piernas juntas le pedí se sentara sobre ellas, para que siguiera apoyando a gusto su cabeza en mi ahora desnudo pecho (el calor había subido en aquél beso que preferí al menos desabrocharla). Al compás de mis latidos la vi cerrar dulcemente los ojos, así aproveché y comencé a preguntarle suavemente el porque de su visita al cementerio.
-¿Por qué estabas esa noche tan sola en el cementerio?, ¿hay alguien a quien posiblemente visitaras?, aunque....tus energías eran nulas. ¿Alguien...te lastimó para....que quisieras perder el conocimiento?, después de todo no estoy seguro si congelarse sea una opción para perder la inmortalidad, je. Al menos si el sol pasa por esos rumbos entonces te quemaría a la mañana siguiente.
¿Te gustaría contarme de donde vienes, pequeña?
Quien sabe si era mas "pequeña" que yo, pero me era dulce y cariñoso decirle así, además...de que pegada a mi lado era tan tierna como una niña.
Todavía había sol, aunque el crepúsculo estaría por llegar en cualquier momento, era una escena demasiado romantica que tal ves tendría la dicha de compartir con ella esa tarde...si me lo permitiera. Juntos fundiríamos nuestro cariño con la despedida del sol. Y tal ves la vería cerrar sus ojos para descansar de tan agotador día. Se lo merecía, y creo que yo también.
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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Localización : En el país de la soledad
Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
OFF: tenemos gustos parecidos… aunque escucho mas K-pop también tengo muchas canciones de J-rock… mi preferida de ese genero es Sadie- Ice romance ^^
Escuchaba su melodiosa voz, sin duda tenia curiosidad de mi persona… y en realidad no le había comentado nada sobre mi por el solo hecho de no aburrirlo, pero ahora que el me pedía contestar, y no quería ser descortés y evitar esas preguntas, ya que eran quizás parte de mis lagunas mentales… algunas veces puedo ser muy depresiva y gracias a eso estaba en ese lugar…
Sonreí al escucharlo pronunciar cada silaba, me parecía divertido e interesante que él sitiera alguna duda sobre mi procedencia… aunque yo no sabia nada de él tampoco, no quería inquietarlo, y me preocupaba su reacción, pero si él tuvo la valentía yo también podría hacerlo.
-jajaja, no, no se trata de nada de eso… supongo que la noche me despertó y me dieron ganas de salir a caminar, el tiempo estaba muy malo y me gusta sentir el viento en mi rostro… llegue a ese cementerio de casualidad y el agotamiento me dejo posarme un rato largo… supongo que quería ser parte de ese ambiente… ¿no te ah pasado que piensas que todo lo que te rodea no te pertenece?, que no importa lo que haces jamás pertenecerás a ese lugar… además, me divertía mucho la idea de que yo debería estar bajo tierra, de todos modos… mi corazón no late.-
Al decir esas palabras recordé a Nathaniel… nunca había dicho su nombre tan severamente… siempre lo recordé como el chico vomitivo, o como el despreciable quien me convirtió… sus frases favoritas… “tu corazón no late, ya no me sirves de nada”… él tanto que se regodeaba sobre lo hermoso de mi latir, que me saco lo mas bello que tenia y eso le encantaba…
Pose mis manos sobre mi pecho, esperando a que las palabras que tanto odiaba no sean ciertas, pero aunque intentara todo lo posible no escuchaba nada… se había ido junto con el tiempo.
Me percate de mi melancolía eh intente sonreír forzadamente para que no se diera cuenta… baje las manos rápidamente eh intente formular una pregunta para llenar ese vacío.
-¿y tú, que hacías en ese lugar…? El tiempo estaba horrible como para visitar a un amigo… cuando nos conocimos te veías preocupado por mi, eres muy tierno… y dime ¿este lugar es tu casa?... pareciera que no vivieras aquí…-
Deje de preguntar, quizás la rapidez con que lo había hecho no me dejo calcular y pensar lo que debería preguntar o no… intente calmarme, las conversaciones tan cercanas no se me daban bien… en lo largo de mi vida solo había conversado con mis empleadas y quizás con alguna que otra clienta en mi tienda… nada cercano, solo conversaciones frívolas y apartadas… como “buenos días señorita Madeleine, ¿no cree que hace un espectacular día para salir de compras?... si usted lo dice Señora Petrisqueen, sinceramente no podría pedir un día mejor…” siempre con una sonrisa forzada, con en ambiente cerrado, disque para conservar las telas de los vestidos… nunca me había percatado, pero si actuaba siempre tan neutra y fría, era por la costumbre y la cotidianidad de todos los días, esa sonrisa forzada para los clientes y las empleadas…
Sonreí de nuevo… estaba inquieta y no entendía porque de mi persistencia… jugaba con las manos intentando calmarme, pero aun así el sentimiento prevalecía… hasta que pude asimilar lo que me sucedía, tenia sed… pensar en el rojo escarlata me secaba La garganta… con rubor en el rostro y con la vista perdida le comente…
-me da pena decirte esto, pero… tengo sed...-
Pensaba en como saciar esa sed que tenia, tan cautivada estaba con su mirada que se me había olvidado completamente porque había salido esa noche… había salido para arrancar lo mas preciado de una vida… su alma, su capacidad de mantenerse en este tiempo… quizás las formas de hacerlo y de decirlo no eran las adecuadas… sonaba despiadada… pero no conocía otra forma de hacerlo, Nathaniel me había enseñado, si se puede decir enseñar… solo me dejo morirme de hambre e intentar que saliera yo sola a buscar el alimento… bonita forma de enseñar, pero era factible…
Escuchaba su melodiosa voz, sin duda tenia curiosidad de mi persona… y en realidad no le había comentado nada sobre mi por el solo hecho de no aburrirlo, pero ahora que el me pedía contestar, y no quería ser descortés y evitar esas preguntas, ya que eran quizás parte de mis lagunas mentales… algunas veces puedo ser muy depresiva y gracias a eso estaba en ese lugar…
Sonreí al escucharlo pronunciar cada silaba, me parecía divertido e interesante que él sitiera alguna duda sobre mi procedencia… aunque yo no sabia nada de él tampoco, no quería inquietarlo, y me preocupaba su reacción, pero si él tuvo la valentía yo también podría hacerlo.
-jajaja, no, no se trata de nada de eso… supongo que la noche me despertó y me dieron ganas de salir a caminar, el tiempo estaba muy malo y me gusta sentir el viento en mi rostro… llegue a ese cementerio de casualidad y el agotamiento me dejo posarme un rato largo… supongo que quería ser parte de ese ambiente… ¿no te ah pasado que piensas que todo lo que te rodea no te pertenece?, que no importa lo que haces jamás pertenecerás a ese lugar… además, me divertía mucho la idea de que yo debería estar bajo tierra, de todos modos… mi corazón no late.-
Al decir esas palabras recordé a Nathaniel… nunca había dicho su nombre tan severamente… siempre lo recordé como el chico vomitivo, o como el despreciable quien me convirtió… sus frases favoritas… “tu corazón no late, ya no me sirves de nada”… él tanto que se regodeaba sobre lo hermoso de mi latir, que me saco lo mas bello que tenia y eso le encantaba…
Pose mis manos sobre mi pecho, esperando a que las palabras que tanto odiaba no sean ciertas, pero aunque intentara todo lo posible no escuchaba nada… se había ido junto con el tiempo.
Me percate de mi melancolía eh intente sonreír forzadamente para que no se diera cuenta… baje las manos rápidamente eh intente formular una pregunta para llenar ese vacío.
-¿y tú, que hacías en ese lugar…? El tiempo estaba horrible como para visitar a un amigo… cuando nos conocimos te veías preocupado por mi, eres muy tierno… y dime ¿este lugar es tu casa?... pareciera que no vivieras aquí…-
Deje de preguntar, quizás la rapidez con que lo había hecho no me dejo calcular y pensar lo que debería preguntar o no… intente calmarme, las conversaciones tan cercanas no se me daban bien… en lo largo de mi vida solo había conversado con mis empleadas y quizás con alguna que otra clienta en mi tienda… nada cercano, solo conversaciones frívolas y apartadas… como “buenos días señorita Madeleine, ¿no cree que hace un espectacular día para salir de compras?... si usted lo dice Señora Petrisqueen, sinceramente no podría pedir un día mejor…” siempre con una sonrisa forzada, con en ambiente cerrado, disque para conservar las telas de los vestidos… nunca me había percatado, pero si actuaba siempre tan neutra y fría, era por la costumbre y la cotidianidad de todos los días, esa sonrisa forzada para los clientes y las empleadas…
Sonreí de nuevo… estaba inquieta y no entendía porque de mi persistencia… jugaba con las manos intentando calmarme, pero aun así el sentimiento prevalecía… hasta que pude asimilar lo que me sucedía, tenia sed… pensar en el rojo escarlata me secaba La garganta… con rubor en el rostro y con la vista perdida le comente…
-me da pena decirte esto, pero… tengo sed...-
Pensaba en como saciar esa sed que tenia, tan cautivada estaba con su mirada que se me había olvidado completamente porque había salido esa noche… había salido para arrancar lo mas preciado de una vida… su alma, su capacidad de mantenerse en este tiempo… quizás las formas de hacerlo y de decirlo no eran las adecuadas… sonaba despiadada… pero no conocía otra forma de hacerlo, Nathaniel me había enseñado, si se puede decir enseñar… solo me dejo morirme de hambre e intentar que saliera yo sola a buscar el alimento… bonita forma de enseñar, pero era factible…
Madeleine Dubont- Vampiro Clase Alta
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Re: Parte del Ambiente... [NICODEMUS]
Y así tan de repente la escuché reír.
Que locura la mía el de imaginarla siempre sonriente, no por fingir, sino porque realmente era feliz. ¿Algún día será así? Claro que si, ya lo verás, princesa, haré hasta lo imposible por sacarte una sincera sonrisa. Solo para mí.
¿Así que simplemente pasaba por ahí?, para relajarse y dejarse llevar por el viento nocturno. Quiero pensar que así era, aunque...algo levanta mis sospechas, simplezas, pero nada más. No podía dudar aún de lo que me decía, puesto que habían sido 2 días los que llevabamos de tratarnos.
Aunque también me dejó un poco sorprendido la manera en la que describía los lazos que la ataban, al igual que a mi, a este mundo terrenal.
-¿no te ah pasado que piensas que todo lo que te rodea no te pertenece?, que no importa lo que haces jamás pertenecerás a ese lugar… además, me divertía mucho la idea de que yo debería estar bajo tierra, de todos modos… mi corazón no late.-
-Si...me pasa todo el tiempo. Pero no dejo que eso me afecte, después de todo, je, yo tampoco estoy vivo-sonriendole dulzonamente tomé con una mano su barbilla, para ver como después se acomodaba nuevamente, y mantenía sus manos muy pegadas a su pecho, como si deseara algo con todo su ser-Así es...nuestros corazones ya no laten, tal ves no como cuando eramos humanos...pero yo sigo pensando que tienen un ritmo sobrenatural. Laten pero solo para nosotros, los humanos no comprenden ni lo llegarán a hacer, la manera en la que late nuestra inmortalidad. Solo los de nuestra propia estirpe. Y más si se crea una conexión entre nosotros-hablaba en general, obviamente, porque era extraño que no solo con ella mi corazón se conectaba y podía sentir las emociones de amargura o desolación de aquél ser. Nosferatu también era así...muchos otros vampiros que comenzaba a conocer tenían en sus adentros un alma deseosa de volver a tener vida...de salir del infierno en el que yacían sucumbidos eternamente.
Algunos, claro estaba, no todos, pues no conocía a todo el mundo, y quien sabe cuantos mas estaban locos de poder.
-Suena curioso pensarlo así...a veces yo también quise estar bajo tierra. Más allá de la realidad tan cruel en la que me encontraba, pero me di por vencido a la idea, hasta que volví a ver a mi mejor amigo ahora convertido en lo que soy yo también. Nunca lo imaginé así, pero a decir verdad, para la frivolidad que tiene le queda más que a mi el ser vampiro.
Espero y tu también te des por vencida algún día, y comprendas que aún en esta cruda realidad hay lugar para los de nuestra especie. Yo soy uno de ellos, y tal ves algún día te muestre lo divertido que es ser inmortal.
-¿y tú, que hacías en ese lugar…? El tiempo estaba horrible como para visitar a un amigo… cuando nos conocimos te veías preocupado por mi, eres muy tierno… y dime ¿este lugar es tu casa?... pareciera que no vivieras aquí…-
Era divertido verla tan curiosa como yo, todo un tiempo para descubrir de donde venimos y quien nos creó.
-No hacía mucho, se podría decir, y tampoco visitaba a alguien, je, no tengo familia al menos por estos rincones del planeta. Diría que mi amigo es la única familia que me queda con "vida", al menos hasta que encuentre a mi hermano mayor, alguien a quien desconozco totalmente, pues solo tengo una fotografía que precisamente encontré dentro de esta vieja mansión.
Lo que en realidad buscaba era demasiado importante, incluso que mi propia existencia. Era uno de los tesoros de mi ya extinta familia, muy importante: El anillo que nos hacía formar años atrás, parte del circulo de las familias de clase alta más destacadas. Antes de ser desterrados y llevados al olvido.
Mi madre me pidio le prometiera que lo cuidaría sin importar si el mundo se acabara, y yo le pagué a mi promesa perdiendolo en el cementerio-con una enorme gota en la cabeza, y rascandome, seguía preocupado por aquella valiosisima joya, la cual no había encontrado, en lugar de eso había encontrado otra joya de un valor más significativo quizás. ¿O acaso el anillo...era esta hermosa diosa? Que risa me daba si así fuera, un espiritu atrapado en una joya ancestral.
-Este no es mi hogar, al menos ya no, antes si lo era, cuando aun era un pequeño humano, compartía mi vida con mi amada madre, quien al parecer tenía la loca idea de inmortalizar a su pobre e ingenuo "angelito". Siempre la escuchaba sin que se diera cuenta, cuando se miraba al espejo, como si consultara un oracúlo, rezar porque algún día yo fuese eterno. ¿Qué locura, no?, descubrir que de todos los que te rodean tu madre sea quien anhele para ti algo tan descabellado, porque la vida se hizo para vivirse y algun día acabarse, ¿no es así?
Nosotros no deberíamos existir, por el solo hecho de ser inmortales, pues solo los dioses y deidades divinas tienen ese derecho. Al menos eso me enseñaron mis institutrices cuando era niño.
El mero hecho de nuestra existencia es ya un pecado.
Pero eso es lo de menos para mi, ahora que te he conocido...ya no parece importarme si soy o no un pecador-mirando hacia el ventanal pude ver como se tornaba más oscuro el cielo, para dar paso a la visita de la luna nuevamente. Eso me recordaba que ella pronto se marcharía de mi lado. ¿Lo haría?, ¿y a donde iría entonces?
De todos modos yo también tenía que dejar la mansión para volver a mi casa, donde Nosferatu posiblemente estaría esperandome, con los brazos cruzados listo para regañarme cual si fuera una madre para mi (¡Más bien madrastra!).
De vuelta a la realidad, de tanto que me sumergí en mi explicación volví a escuchar su voz interrumpiendome un poco.
-me da pena decirte esto, pero… tengo sed...-
¿Me estaba leyendo el pensamiento?, hacía rato que yo también moría por probar un poco de sangre, pero la sed se había apaciguado al verla tan triste, lo que me dio fuerzas para darle animos, hasta que terminé junto con ella sentado en el suelo de la habitación, olvidando por completo que las tripas me gruñían del dolor.
Con un leve sonrojo en mis mejillas, y los colmillos creciendo en el proceso, rozando en mi labio inferior y haciendome sangrar, accedí a sus palabras sacrificando un poco de mi, imaginando que si bebía de mi sangre recuperaría sus fuerzas y perdería el apetito que la estaba "devorando" a cada instante.
Con la mirada sombreada de la vergüenza le respondí
-Toma de mi sangre...tal ves eso te ayudará un poco...-ayudandole a tomar la decisión la levanté de mi regazo, para con mis manos entrelazar las suyas, después rasgar con una de mis uñas mi cuello, el cual comenzaba a sangrar ligeramente. Sus ojos comenzaban a brillar deseosos por el llamado que mi liquido escarlata le daba. No podía esperar el verla apegada a mi de esa forma, sin importar si con ello se llevaba mi existencia en el proceso de alimentarse.
Que locura la mía el de imaginarla siempre sonriente, no por fingir, sino porque realmente era feliz. ¿Algún día será así? Claro que si, ya lo verás, princesa, haré hasta lo imposible por sacarte una sincera sonrisa. Solo para mí.
¿Así que simplemente pasaba por ahí?, para relajarse y dejarse llevar por el viento nocturno. Quiero pensar que así era, aunque...algo levanta mis sospechas, simplezas, pero nada más. No podía dudar aún de lo que me decía, puesto que habían sido 2 días los que llevabamos de tratarnos.
Aunque también me dejó un poco sorprendido la manera en la que describía los lazos que la ataban, al igual que a mi, a este mundo terrenal.
-¿no te ah pasado que piensas que todo lo que te rodea no te pertenece?, que no importa lo que haces jamás pertenecerás a ese lugar… además, me divertía mucho la idea de que yo debería estar bajo tierra, de todos modos… mi corazón no late.-
-Si...me pasa todo el tiempo. Pero no dejo que eso me afecte, después de todo, je, yo tampoco estoy vivo-sonriendole dulzonamente tomé con una mano su barbilla, para ver como después se acomodaba nuevamente, y mantenía sus manos muy pegadas a su pecho, como si deseara algo con todo su ser-Así es...nuestros corazones ya no laten, tal ves no como cuando eramos humanos...pero yo sigo pensando que tienen un ritmo sobrenatural. Laten pero solo para nosotros, los humanos no comprenden ni lo llegarán a hacer, la manera en la que late nuestra inmortalidad. Solo los de nuestra propia estirpe. Y más si se crea una conexión entre nosotros-hablaba en general, obviamente, porque era extraño que no solo con ella mi corazón se conectaba y podía sentir las emociones de amargura o desolación de aquél ser. Nosferatu también era así...muchos otros vampiros que comenzaba a conocer tenían en sus adentros un alma deseosa de volver a tener vida...de salir del infierno en el que yacían sucumbidos eternamente.
Algunos, claro estaba, no todos, pues no conocía a todo el mundo, y quien sabe cuantos mas estaban locos de poder.
-Suena curioso pensarlo así...a veces yo también quise estar bajo tierra. Más allá de la realidad tan cruel en la que me encontraba, pero me di por vencido a la idea, hasta que volví a ver a mi mejor amigo ahora convertido en lo que soy yo también. Nunca lo imaginé así, pero a decir verdad, para la frivolidad que tiene le queda más que a mi el ser vampiro.
Espero y tu también te des por vencida algún día, y comprendas que aún en esta cruda realidad hay lugar para los de nuestra especie. Yo soy uno de ellos, y tal ves algún día te muestre lo divertido que es ser inmortal.
-¿y tú, que hacías en ese lugar…? El tiempo estaba horrible como para visitar a un amigo… cuando nos conocimos te veías preocupado por mi, eres muy tierno… y dime ¿este lugar es tu casa?... pareciera que no vivieras aquí…-
Era divertido verla tan curiosa como yo, todo un tiempo para descubrir de donde venimos y quien nos creó.
-No hacía mucho, se podría decir, y tampoco visitaba a alguien, je, no tengo familia al menos por estos rincones del planeta. Diría que mi amigo es la única familia que me queda con "vida", al menos hasta que encuentre a mi hermano mayor, alguien a quien desconozco totalmente, pues solo tengo una fotografía que precisamente encontré dentro de esta vieja mansión.
Lo que en realidad buscaba era demasiado importante, incluso que mi propia existencia. Era uno de los tesoros de mi ya extinta familia, muy importante: El anillo que nos hacía formar años atrás, parte del circulo de las familias de clase alta más destacadas. Antes de ser desterrados y llevados al olvido.
Mi madre me pidio le prometiera que lo cuidaría sin importar si el mundo se acabara, y yo le pagué a mi promesa perdiendolo en el cementerio-con una enorme gota en la cabeza, y rascandome, seguía preocupado por aquella valiosisima joya, la cual no había encontrado, en lugar de eso había encontrado otra joya de un valor más significativo quizás. ¿O acaso el anillo...era esta hermosa diosa? Que risa me daba si así fuera, un espiritu atrapado en una joya ancestral.
-Este no es mi hogar, al menos ya no, antes si lo era, cuando aun era un pequeño humano, compartía mi vida con mi amada madre, quien al parecer tenía la loca idea de inmortalizar a su pobre e ingenuo "angelito". Siempre la escuchaba sin que se diera cuenta, cuando se miraba al espejo, como si consultara un oracúlo, rezar porque algún día yo fuese eterno. ¿Qué locura, no?, descubrir que de todos los que te rodean tu madre sea quien anhele para ti algo tan descabellado, porque la vida se hizo para vivirse y algun día acabarse, ¿no es así?
Nosotros no deberíamos existir, por el solo hecho de ser inmortales, pues solo los dioses y deidades divinas tienen ese derecho. Al menos eso me enseñaron mis institutrices cuando era niño.
El mero hecho de nuestra existencia es ya un pecado.
Pero eso es lo de menos para mi, ahora que te he conocido...ya no parece importarme si soy o no un pecador-mirando hacia el ventanal pude ver como se tornaba más oscuro el cielo, para dar paso a la visita de la luna nuevamente. Eso me recordaba que ella pronto se marcharía de mi lado. ¿Lo haría?, ¿y a donde iría entonces?
De todos modos yo también tenía que dejar la mansión para volver a mi casa, donde Nosferatu posiblemente estaría esperandome, con los brazos cruzados listo para regañarme cual si fuera una madre para mi (¡Más bien madrastra!).
De vuelta a la realidad, de tanto que me sumergí en mi explicación volví a escuchar su voz interrumpiendome un poco.
-me da pena decirte esto, pero… tengo sed...-
¿Me estaba leyendo el pensamiento?, hacía rato que yo también moría por probar un poco de sangre, pero la sed se había apaciguado al verla tan triste, lo que me dio fuerzas para darle animos, hasta que terminé junto con ella sentado en el suelo de la habitación, olvidando por completo que las tripas me gruñían del dolor.
Con un leve sonrojo en mis mejillas, y los colmillos creciendo en el proceso, rozando en mi labio inferior y haciendome sangrar, accedí a sus palabras sacrificando un poco de mi, imaginando que si bebía de mi sangre recuperaría sus fuerzas y perdería el apetito que la estaba "devorando" a cada instante.
Con la mirada sombreada de la vergüenza le respondí
-Toma de mi sangre...tal ves eso te ayudará un poco...-ayudandole a tomar la decisión la levanté de mi regazo, para con mis manos entrelazar las suyas, después rasgar con una de mis uñas mi cuello, el cual comenzaba a sangrar ligeramente. Sus ojos comenzaban a brillar deseosos por el llamado que mi liquido escarlata le daba. No podía esperar el verla apegada a mi de esa forma, sin importar si con ello se llevaba mi existencia en el proceso de alimentarse.
Nicodemus A. Blake- Vampiro Clase Alta
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