Mirada de lluvia

por **Serj Tankian** Miér Abr 29, 2015 8:30 am

En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo:
la imaginación...

Esta noche como tantas otras desde mi arribo a París me dirigí a la zona de tolerancia, es de los mejores lugares para cazar, donde los pobres diablos que salen de los burdeles y cantinas no saben la suerte que les espera; y lo mejor, encontrándose en el estado de ebriedad en el que se encuentran, a nadie resulta sorpresivo el que amanezcan muertos, quizás por una riña, un ajuste de cuentas… no importa.

No me sentía particularmente hambriento, si encontraba una presa que mereciera el esfuerzo, lo cazaría, pero de lo contrario, solo me acercaría a observar, porque a final de cuentas, me resulta deliciosamente interesante la forma en la que los humanos desperdician el poco y preciado tiempo que tienen en esta tierra…

El cabaret es el lugar más “decente” de esta zona de contingencia… Así que, con sobrero y abrigo, me dirigí a aquel lugar, buscando pasar desapercibido como un humano más en busca de la vorágine de placer que las bailarinas que allí trabajan, proporcionan a los hombres mediante el vaivén de sus turgentes caderas…

En la oscuridad de aquel lugar, en las sillas de tafetán rojo, con una copa de bourbon en la mano, enfriándose con mi tacto mortecino, mientras las mujeres desfilaban en sus mejores galas frente a los espectadores deseosos de poder sentir las pieles de ellas sobre su carne.

Entre las damas, una me llamó la atención, sus ojos color de agua cautivaban a todos los hombres a quienes les dirigía la mirada, no sé porque fui yo afortunado de ser bañado por el agua de sus ojos, pero en aquel instante la suerte de ambos se entremezcló, ella era ahora mi objetivo, su rubio cabello emanaba un aroma que me enloquecía, como un felino que se encuentra a la expectativa de su presa… La diferencia es que no sabía que hacer yo con mi presa…

por **Micaela Lamberg** Lun Mayo 04, 2015 11:16 pm

La noche comenzó pasada la media noche con su espectáculo como todas las noches, movía sus caderas con un vaivén que mostraba sus piernas ya que debía levantar su falda para poder moverse mejor y luego la soltaba para realizar movimientos con sus brazos levantándolos a la altura de la cabeza para después dar una vuelta al público para seguir moviéndose hacia un costado y al otro.
Luego volvió a darse vuelta al público mientras sus movimientos seguían siendo rápido para luego ver hacia el publico nuevamente pero esta vez vio a un hombre sentado en una silla de tafetán rojo, mirándola con atención; ella lo miro por un instante y le un escalofrió por todo el cuerpo pero siguió bailando concentrada en lo que hacía para luego dejar de verlo. Tenía una mirada profunda que le había llegado muy profundo de su ser y eso era extraño para ella ya que nadie había llegado hasta su ser como aquel hombre que estaba sentado ahí.
Se tenía que relajar entonces serró los ojos y comenzó a sentir la música lo cual la relaja de aquella situación, siguió bailando mientras podía sentir su mirada en ella. Abrió los ojos y lo volvió a ver para solo sonreírle mientras bailan hasta que termino la música. Sus miradas se habían entrelazado mientras ella bailaba para todos los que se encontraba viéndola. Al terminar de bailar solo se despidió con una reverencia hacia todos los hombres que se encontraban en el cabaret. Camino hacia un costado y bajo del escenario para ir al bar a tomar algo, se encontraba sedienta, camino por el pasillo por donde se encontraba este hombre despacio para luego poder llegar al bar.

por **Serj Tankian** Vie Mayo 15, 2015 2:44 pm

Déjame caer en tu tentación…
Y hágase de mí tu voluntad…

Su mirada se cruzó con la mía en el vaivén erótico que su baile dibujaba, no era necesario expresar con palabras lo que las miradas pueden gritar… Sentí su reacción ante el hecho, tanto o más como si estuviera dentro de ella, se estremeció en una mezcla de sensaciones que la aturdió; nada normal en una bailarina de cabaret, por un fugaz momento me pareció una niña que se encontraba en el lugar equivocado, y que, se había encontrado con el hombre de sus pesadillas… Pobre criatura, casi pude sentir tristeza por el futuro que habría de aguardarle a ella… Y su concentración regreso, dejando en blanco su mente, practicando total devoción a su danza, que a tantos nos tenía embelesados, su corazón latía frenético, eso me resultaba completamente tentador, como una invitación a cenar…

Terminó el baile y después de despedirse bajó del escenario, pasando junto a mí, nuestras miradas se conectaron una vez más, pero ahora yo era presa una lujuria que ningún humano podría sentir, o tan siquiera entender, la lujuria de poseerla por la sangre, de probarla, devorarla en un sueño fatídico…

Continuó su camino en dirección al bar, y yo, como el caballero que me jacto ser, le seguí, a una distancia prudente, para darle alcance en la barra de aquel bar… -Buenas noches…- le dije como si nos conociéramos de tiempo atrás, quizás así era, quizás en sus sueños o peores pesadillas, más sin embargo le extendí mi mano para poder besar la de ella.

por **Micaela Lamberg** Dom Mayo 17, 2015 10:52 pm

Al llegar al bar pidió lo que siempre tomaba después de bailar su último baile, un vaso de agua, lo más sencillo para tomar, baja la adrenalina que causa el bailar. Mientras esperaba que le sirvieran su vaso de agua, escucho la voz de un hombre que le saludaba. Giro su cabeza hacia el lado donde provenía la voz y lo saludo con una sonrisa amable-Buenas noches- dijo mientras le daba la mano con cordialidad y elegancia porque había aprendido buenos modales en su estadía en el burdel con los señores acaudalados de Paris.
Esa noche parecía transcurrir normalmente, conocer hombres adinerados era algo que le agradaba mucho por sus platicas y conocimientos. Ella era muy buena para escuchar los problemas de los demás pero nadie la escuchaba a ella. Volvió a observar al hombre que estaba enfrente a ella tenía un aire de misterio en su mirada que la había cautivado desde la primera vez que lo vio. Milagros Lamberg- se presento con amabilidad y cortesía para luego volver la vista a la barra para tomar el vaso de agua y beber un poco.

por **Serj Tankian** Dom Jun 07, 2015 8:27 pm

El erotismo es una de las bases
del conocimiento de uno mismo,
tan indispensable como la poesía…

Sonrío con una cordialidad casi nata, se notaba que lo que ella hacía, lo había hecho por mucho tiempo, y que disfrutaba de aquello, “No hay nada más sensual que una mujer que se desenvuelve en medio de la confianza que ella irradia” , un afrodisiaco natural, desde luego. Besé el dorso de su mano, que instantes después apartó llevando la mirada hasta la barra.

Tomó un vaso que no desprendía olor alguno, por lo que supuse que se trataba de simple agua natural, y tomó de aquel elixir, al tiempo que su ritmo cardiaco se iba mitigando hasta llegar a la normalidad, después me dijo su nombre, más lo que me encantaba de ella no era ese nombre, si no el aura que de sus ojos se desprendía, como estrellas fulgurantes que emanan luz en mitad de la noche…

-¿Puedo invitaros a sentarse conmigo señorita Lamberg?- dije con cortesía, sabía que en aquellos lugares, rara era la ocasión que una dama se negaba a tal invitación, y no había escuchado que nadie más la hubiera invitado antes, pero aun así, había un protocolo que seguir…

por **Micaela Lamberg** Mar Jun 30, 2015 11:21 pm

Dejo el vaso en la barra después de haber bebido, el agua recorría por su cuerpo para bajar su ritmo cardiaco y estabilizar su cuerpo después de bailar con pasión como todas las noches lo hacía. Miro al hombre de reojo mientras dejaba su copa en la barra y mientras ella le responde a su invitación- Si, encantada de acompañarlo a su mesa- dijo sonriéndole amable y a la vez con timidez porque no había recibido una invitación hacia un tiempo largo. Observo al hombre detenidamente y le pareció que tenía algo de misterio o enigmático, era un hombre atractivo, elegante y diferente a los que suele ver cada noche.
Solo espera que la lleve a donde él estaba sentado- Espero que este pasando una buena noche- Le dijo mirándolo a los ojos y sonriendo por esa noche diferente-

por **Serj Tankian** Jue Jul 30, 2015 1:15 am

Para las mujeres, el mejor afrodisiaco son las palabras…
El punto g está en los oídos,
y el que busque más abajo está perdiendo el tiempo…

Asentí ante las palabras de la dama, me imaginaba que se encontraba asediada por pretendientes que, si bien podían costear a cualquier dama de la misma calidad que ella en el burdel, el arte de conseguirla, de cazarla, era más sublime, se convertía en un estigma de hombría, tanto como la erección que se nota en los presentes que con lujuria observaban el vaivén que las caderas de la señorita Lamberg realizaban.

Tomé su mano para poder dirigirla a la mesa, cercana al escenario que ella previamente había usado como anzuelo para pobres peces “como yo…” que esperaban caer en las redes de una sirena de ojos de agua; su tacto era gentil y educado, era obvio que ella sabía lo que hacía y como desenvolverse en su trabajo… Como sacar partido de lo bueno que le había entregado la naturaleza, y ello me regocijaba en el interior, porque si bien, ella buscaba algo más que una mera compañía “por lo menos de manera inicial”, me permitía hacer un primer movimiento de un ajedrez del que no tenía la más remota idea de cómo podía terminar…

Me sonrió y habló con esa melodiosa voz que le había conocido al tiempo que tomaba asiento y yo terminaba de acercarle la silla, -Por supuesto señorita Lamberg- respondí con una sonrisa que apenas se asomaba en las comisuras de mis labios, pero que para mí representaban una sonrisa en toda la expresión de la palabra.

-Usted sabe cómo hacer que cualquier hombre tenga un rato agradable con solo ver vuestra danza…- El piropo era totalmente verdadero, pero también llevaba una doble intención, como en cualquier juego de estrategia, es más importante lo que se calla que lo que se dice…

por **Micaela Lamberg** Dom Ago 09, 2015 9:39 pm

El tomo su mano para llevarla a la mesa que se encontraba cerca del escenario para poder estar a solas, ella caminaba con su vestido como toda un dama que acompaña a un hombre a su mesa para luego pasar una velada amena y así conocerse mejor con aquel hombre que gentilmente, amablemente la dirigía a aquella mesa. Caminaban entre las mesas donde había escenas algo subidas de tono, ella siguió su camino junto a él mientras sus labios esbozaban una sonrisa.
Al llegar a la mesa ella escucho sus palabras y le respondió-Gracias Sr Tarkian, me alegro que le haya gustado- sonrió dulce y tiernamente al escuchar el piropo del Sr Tankian mientras se sentaba en la silla que estaba frente a la de ella. Solo miraba a su alrededor hasta que lo vio frente a ella y lo vio a los ojos.

Spoiler:

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