AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
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Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Recuerdo del primer mensaje :
Corrió por los tejados con Gerard a su espalda, con la caja llena de botellas entre sus manos, el viento gélido otoñal golpeándole el rostro y el recuerdo de el rostro molesto de Anuar y la fríaldad de sus palabras, inevitablemente colándose en su memoria, aún cuando las incoherencias de Gerard le hicieran sonreír. Arribó a la casa 20 minutos después, habían pasado varias horas desde que habían salido, y ya era más de media noche. Las estrellas casi no se podían ver gracias a los nubarrones oscuros que habían cubierto parcialmente el cielo y la luna, seguramente esa madrugada iba a llover.
Entró por la puerta trasera como siempre y un sonido inesperado le hizo volver la cabeza rápidamente, preparándose mentalmente para atacar lo que fuera, pero era Toulouse, quien saltaba sobre unas cajas y se quedaba mirándoles con sus redondos y brillantes ojos verdes. Maulló y agitó la cola, antes de desaparecer tan rápidamente como había aparecido, Soren frunció el ceño y entró permitió que el chico se bajara de su espalda, entrando en la casa con él, luego de cerrar la puerta, comenzó a quitarse el gabán y a sacarse la espada para guardarla debidamente.
- Debo confesar que nunca me he embriagado... - Comenta aún con la espada entre sus manos, contemplando la hoja de plata - He... bebido de ebrios si... pero es un poco diferente, no se como explicarlo - Continua dejándose caer en el sofá y jugeteando con la espada entre sus manos sin cortarse - La gente bebe para olvidar ¿no?... el alcohol dicen... te libera de tu dolor -
Patético. Eso era patético, como lo eres tu, Soren. Deseando estár ebrio... ¿por Anuar? no me hagas reír.
- Quisiera...poder olvidar aunque sea por unos momentos lo que ha pasado esta noche - Finalizó observando la caja con las botellas que había comprado Gerard ¿Si se bebía todo eso, lograría embriagarse de verdad?
Corrió por los tejados con Gerard a su espalda, con la caja llena de botellas entre sus manos, el viento gélido otoñal golpeándole el rostro y el recuerdo de el rostro molesto de Anuar y la fríaldad de sus palabras, inevitablemente colándose en su memoria, aún cuando las incoherencias de Gerard le hicieran sonreír. Arribó a la casa 20 minutos después, habían pasado varias horas desde que habían salido, y ya era más de media noche. Las estrellas casi no se podían ver gracias a los nubarrones oscuros que habían cubierto parcialmente el cielo y la luna, seguramente esa madrugada iba a llover.
Entró por la puerta trasera como siempre y un sonido inesperado le hizo volver la cabeza rápidamente, preparándose mentalmente para atacar lo que fuera, pero era Toulouse, quien saltaba sobre unas cajas y se quedaba mirándoles con sus redondos y brillantes ojos verdes. Maulló y agitó la cola, antes de desaparecer tan rápidamente como había aparecido, Soren frunció el ceño y entró permitió que el chico se bajara de su espalda, entrando en la casa con él, luego de cerrar la puerta, comenzó a quitarse el gabán y a sacarse la espada para guardarla debidamente.
- Debo confesar que nunca me he embriagado... - Comenta aún con la espada entre sus manos, contemplando la hoja de plata - He... bebido de ebrios si... pero es un poco diferente, no se como explicarlo - Continua dejándose caer en el sofá y jugeteando con la espada entre sus manos sin cortarse - La gente bebe para olvidar ¿no?... el alcohol dicen... te libera de tu dolor -
Patético. Eso era patético, como lo eres tu, Soren. Deseando estár ebrio... ¿por Anuar? no me hagas reír.
- Quisiera...poder olvidar aunque sea por unos momentos lo que ha pasado esta noche - Finalizó observando la caja con las botellas que había comprado Gerard ¿Si se bebía todo eso, lograría embriagarse de verdad?
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
(( HAHAHA tuve la imagen mental de Gerardo apuntando con el pipi! ))
Por unos momentos creyó que se había enojado con la pregunta, cuando le vió recostado en la pared, pero luego el chico había sonreído y bromeado, lo cual era buena señal, Soren se sentía de repente de muy buen humor y ni siquiera haber recordado a Anatole y esos días en el castillo le habían quitado la sensación de euforia. El chico parecía nunca haber probado las drogas y si le hubiera dicho que si, la verdad es que no le hubiera sorprendido, muchos artistas y bohemios lo hacían, para obtener 'inspiración' decían.
- Se de varios alumnos en la clase que lo hacen - Comenta de soslayo como quitándole imortancia al asunto - Les ayuda a inspirarse, según ellos - Explicó y agregó al escuchar el chico - Sólo tengo curiosidad al respecto y quería pregunt...-
Entonces se detuvo en seco, porque había captado la doble intención de lo que el chico había dicho. Cierto era que Soren era lento para entender las indirectas y leer entre líneas como decían algunos, pero había captado lo que implicaba esa frase con total claridad, un fuerte sonrojo se apoderó de sus mejillas de la mano con la sensación de verguenza.
- Lo siento... no quería decir eso... no era mi intención - Se apresuró a decir avergonzado - Yo... no quería decir eso... sólo... - Se encontró entonces sin saber que decir o como justificarse - Dios... no puedo evitarlo...- Murmura esta vez, llevándose las manos a los costados de la cabeza - Deseo beber de ti... - Lo aceptó finalmente con un hilo de voz.
Oh Dios, Oh dios, ¡se lo había dicho!.
- Lo siento... es mi naturaleza... - Intentó justificarse, sin poder sostenerle la mirada.
Por unos momentos creyó que se había enojado con la pregunta, cuando le vió recostado en la pared, pero luego el chico había sonreído y bromeado, lo cual era buena señal, Soren se sentía de repente de muy buen humor y ni siquiera haber recordado a Anatole y esos días en el castillo le habían quitado la sensación de euforia. El chico parecía nunca haber probado las drogas y si le hubiera dicho que si, la verdad es que no le hubiera sorprendido, muchos artistas y bohemios lo hacían, para obtener 'inspiración' decían.
- Se de varios alumnos en la clase que lo hacen - Comenta de soslayo como quitándole imortancia al asunto - Les ayuda a inspirarse, según ellos - Explicó y agregó al escuchar el chico - Sólo tengo curiosidad al respecto y quería pregunt...-
Entonces se detuvo en seco, porque había captado la doble intención de lo que el chico había dicho. Cierto era que Soren era lento para entender las indirectas y leer entre líneas como decían algunos, pero había captado lo que implicaba esa frase con total claridad, un fuerte sonrojo se apoderó de sus mejillas de la mano con la sensación de verguenza.
- Lo siento... no quería decir eso... no era mi intención - Se apresuró a decir avergonzado - Yo... no quería decir eso... sólo... - Se encontró entonces sin saber que decir o como justificarse - Dios... no puedo evitarlo...- Murmura esta vez, llevándose las manos a los costados de la cabeza - Deseo beber de ti... - Lo aceptó finalmente con un hilo de voz.
Oh Dios, Oh dios, ¡se lo había dicho!.
- Lo siento... es mi naturaleza... - Intentó justificarse, sin poder sostenerle la mirada.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Aún mantuve la sonrisa en mis labios, noté cierto cambió en el profesor ¿qué sería? ¡Se había sonrojado! ¿Es que había dicho algo malo? Intenté recordar lo que había sucedido segundos atrás.
Se me empezó a disculpar, no entendí. Iba a agarrar su brazo para que se callase, pero luego le oí decir que deseaba mi sangre. Mi mano cayó de golpe, negué con la cabeza con una sonrisa nerviosa.
- Lo siento... es mi naturaleza... – me quedé mirando su perfil, ¿llevaba toda la noche queriendo decirme eso? ¿o lo había sentido de repente?
–Sabes tan bien como yo que no vas a beber de mí.- confiaba en su poder de autocontrol, y recordaba perfectamente el discurso sobre su moralidad.
–Es solo que tenéis hambre.- suspiré sonriendo de medio lado. –Está bien que me avises.- comenté haciendo un esfuerzo enorme por levantarme del sofa ¿cuántas veces me había levantado ya?
Caminé hacia donde había puesto su gabán, lo tomé entre las manos y volví a ponerme delante del profesor. –Mírame. – dejé el abrigo en su regazo con todo el cuidado que puede tomarse una persona que se habia bebido dos botellas, y que en todo el dia no habia parado de beber.
–Vas a ir a alimentarte, porque lo que no puedes hacer es quedarte aquí así poniéndome en peligro. Estoy logrando entender lo que conlleva todo esto, y no te preocupes, soy consciente de lo que te ocurre. – sonreí de nuevo.
–Vamos, ve. Yo te esperaré aquí, intentaré estar despierto cuando vuelvas. – me habría gustado darle un pequeño toque, pero ese no era el momento, me senté pesadamente en el sofá.
[que verguenza! xD]
Se me empezó a disculpar, no entendí. Iba a agarrar su brazo para que se callase, pero luego le oí decir que deseaba mi sangre. Mi mano cayó de golpe, negué con la cabeza con una sonrisa nerviosa.
- Lo siento... es mi naturaleza... – me quedé mirando su perfil, ¿llevaba toda la noche queriendo decirme eso? ¿o lo había sentido de repente?
–Sabes tan bien como yo que no vas a beber de mí.- confiaba en su poder de autocontrol, y recordaba perfectamente el discurso sobre su moralidad.
–Es solo que tenéis hambre.- suspiré sonriendo de medio lado. –Está bien que me avises.- comenté haciendo un esfuerzo enorme por levantarme del sofa ¿cuántas veces me había levantado ya?
Caminé hacia donde había puesto su gabán, lo tomé entre las manos y volví a ponerme delante del profesor. –Mírame. – dejé el abrigo en su regazo con todo el cuidado que puede tomarse una persona que se habia bebido dos botellas, y que en todo el dia no habia parado de beber.
–Vas a ir a alimentarte, porque lo que no puedes hacer es quedarte aquí así poniéndome en peligro. Estoy logrando entender lo que conlleva todo esto, y no te preocupes, soy consciente de lo que te ocurre. – sonreí de nuevo.
–Vamos, ve. Yo te esperaré aquí, intentaré estar despierto cuando vuelvas. – me habría gustado darle un pequeño toque, pero ese no era el momento, me senté pesadamente en el sofá.
[que verguenza! xD]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 30/06/2010
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
(( hahah...omg. No me imagino a Soren intentando cazar con lo ebrio que está dios seguro que se mete en un problema peor ))
Esperó un drama mucho mayor, quizás que el chico se enojara o se alejara de él, recordaba un par de noches atrás, como se había puesto al darse cuenta de su naturaleza vampirica, sin embargo Gerard parecía aceptar las cosas progresivamente bien, se había mostrado bastante condecendiente y comprensivo, casi como un hermano mayor. Soren no supo si sonreír o avergonzarse por esa demostración de aceptación, de repente se sentía como un niño pequeño que había cometido un error tonto por segunda vez.
La idea de irse a cazar, no le pareció tan mala, tenía sentido y era cierto eso de que no era prudente quedarse y ponerle en peligro, asintió con la cabeza enérgicamente y se puso de pie para agarrar el gabán.
Entonces fue cuando se di cuenta de todo el efecto que el alcohol había causado en él, el piso bajo sus pies se removió y tuvo que buscar apoyo en la pared, pero la mano no alcazó a dar con ella y calló sentado en su propio trasero en el mueble otra vez, se sentía mareado y parpadeó repetidas veces arrugando el puente de la nariz - Estoy jodido - Murmuró, se quedó unos momentos en silencio y luego se hechó a reír con ganas, agarrándose el estómago con ambas manos y dejándose caer por un lado del sofá hasta quedar recostado en él.
- ¡Mirame, soy un borracho! ¡Un borracho de verdad! - Exclamó desde su posición y siguió riendo, ¿porque le causaba tanta gracia? pensaba, bueno nunca había estado ebrio antes y de alguna manera le emocionaba que fuera su primera vez y estar sintiéndo todas esas sensaciones nuevas en su cuerpo - Woaaaah - Exclamó alzándo las piernas en el aire - ¿Donde están mis gafas? - Dejándo caer las piernas en el sofá pesadamente - Borracho y cegatón... no podría cazar ni a una tortuga paralítica -
Rió una vez más, estirándo los brazos, era increible como el alcohol podía hacerte olvidar de las cosas por las que sufrías, el recuerdo de Anuar se había disuelto en algún punto de la noche y ahora sólo se reía como un tonto tumbado cuan largo era en el sofá.
Esperó un drama mucho mayor, quizás que el chico se enojara o se alejara de él, recordaba un par de noches atrás, como se había puesto al darse cuenta de su naturaleza vampirica, sin embargo Gerard parecía aceptar las cosas progresivamente bien, se había mostrado bastante condecendiente y comprensivo, casi como un hermano mayor. Soren no supo si sonreír o avergonzarse por esa demostración de aceptación, de repente se sentía como un niño pequeño que había cometido un error tonto por segunda vez.
La idea de irse a cazar, no le pareció tan mala, tenía sentido y era cierto eso de que no era prudente quedarse y ponerle en peligro, asintió con la cabeza enérgicamente y se puso de pie para agarrar el gabán.
Entonces fue cuando se di cuenta de todo el efecto que el alcohol había causado en él, el piso bajo sus pies se removió y tuvo que buscar apoyo en la pared, pero la mano no alcazó a dar con ella y calló sentado en su propio trasero en el mueble otra vez, se sentía mareado y parpadeó repetidas veces arrugando el puente de la nariz - Estoy jodido - Murmuró, se quedó unos momentos en silencio y luego se hechó a reír con ganas, agarrándose el estómago con ambas manos y dejándose caer por un lado del sofá hasta quedar recostado en él.
- ¡Mirame, soy un borracho! ¡Un borracho de verdad! - Exclamó desde su posición y siguió riendo, ¿porque le causaba tanta gracia? pensaba, bueno nunca había estado ebrio antes y de alguna manera le emocionaba que fuera su primera vez y estar sintiéndo todas esas sensaciones nuevas en su cuerpo - Woaaaah - Exclamó alzándo las piernas en el aire - ¿Donde están mis gafas? - Dejándo caer las piernas en el sofá pesadamente - Borracho y cegatón... no podría cazar ni a una tortuga paralítica -
Rió una vez más, estirándo los brazos, era increible como el alcohol podía hacerte olvidar de las cosas por las que sufrías, el recuerdo de Anuar se había disuelto en algún punto de la noche y ahora sólo se reía como un tonto tumbado cuan largo era en el sofá.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Lo que vi después hizo que me chocase contra la realidad, el profesor realmente estaba borracho, suspiré mirando hacia otro lado, una sonrisa estúpida apareció en mi rostro.
El profesor comenzó a reírse, en vez de levantarse se había recostado de medio lado, me llevé la mano a la cara. –Dios Santo…- murmuré entre dientes, él no podía con su alma, era por mi culpa, yo le había ‘obligado’ a beber para que dejase atrás lo que había pasado esa noche.
-Sí, lo eres…- reafirmé sus palabras por lo bajo, yo le había convertido en eso, en alguien como yo. Tragué saliva con dificultad, la culpabilidad me carcomía.
Busqué con los ojos las gafas del profesor, estaban donde él las había dejado. Alcé mi mano para darme impulso, y las cogí, me puse de pie, aunque algo encorvado.
–Ya las tengo.- me acerqué donde estaba el profesor tumbado. Abrí las patillas , que por cierto en ese momento me resultó complicado, como si estuviera haciendo un rompecabezas. - ¿No las hacen más fáciles? – protesté, después intenté ponérselas en el lugar que era, varios intentos necesite. –Cierra…cierra los ojos.- le pedí mientras me reía.
– ¡Et voilà! – exclamé al haber acabado la “Gran Campaña”, sentí un inusual hormigueo recorriéndome la pierna.
–A… a lo mejor no estás en las mejores condiciones para salir… ¡joder So…Soren!- me agarré a las cosas que iba encontrando para no caerme, fui hacia una mesilla pretendí encender el quinqué. Me arrodillé en el con los ojos fijos en el artilugio, no se encendia.
–Ummmm… ¿esto se enciende con una cerilla? – mi torpe mano buscó en el cajón alguna caja de fósforos. Toqué cualquier cosa menos lo que quería encontrar. –Esto habría que ordenarlo…- le recomendé. Me puse de nuevo de pie y me dirigí arrastrando los pies hacia la cocina. Allí se supondría que debía haber ese tipo de cosas, abrí algunos cajones hasta dar con la caja, quedaban pocas cerillas, así que tenía que ser hábil y no desaprovechar ninguna.
Volví hasta el quinqué. Tras frotar varias veces el fósforo, éste se prendió.
–Ya era hora…madre mía.- metí con la mano temblorosa la llama en su sitio, pero debí tardar porque noté que me estaba quemando las yemas de los dedos. Solté la cerilla con una maldición, por suerte se había quedado dentro del quinqué y no había salido por los aires, podría haber formado una buena…
Estaba ya cansado, ahora fui hacia las ventanas, las cerré una por una, para que el sol no entrase mientras lo hacia los parpados se me iban cerrando. Me caí de cabeza en el otro sofá, me había hecho un poco de daño en la caída, me reí mientras me quejaba de la cabeza.
-Si…si hay una próxima vez… tenemos que idear esto mejor… Si me viera mi madre…- murmuré cerrando los ojos. -¿Tienes sueño?
[So-so-soren jajajajajaa]
El profesor comenzó a reírse, en vez de levantarse se había recostado de medio lado, me llevé la mano a la cara. –Dios Santo…- murmuré entre dientes, él no podía con su alma, era por mi culpa, yo le había ‘obligado’ a beber para que dejase atrás lo que había pasado esa noche.
-Sí, lo eres…- reafirmé sus palabras por lo bajo, yo le había convertido en eso, en alguien como yo. Tragué saliva con dificultad, la culpabilidad me carcomía.
Busqué con los ojos las gafas del profesor, estaban donde él las había dejado. Alcé mi mano para darme impulso, y las cogí, me puse de pie, aunque algo encorvado.
–Ya las tengo.- me acerqué donde estaba el profesor tumbado. Abrí las patillas , que por cierto en ese momento me resultó complicado, como si estuviera haciendo un rompecabezas. - ¿No las hacen más fáciles? – protesté, después intenté ponérselas en el lugar que era, varios intentos necesite. –Cierra…cierra los ojos.- le pedí mientras me reía.
– ¡Et voilà! – exclamé al haber acabado la “Gran Campaña”, sentí un inusual hormigueo recorriéndome la pierna.
–A… a lo mejor no estás en las mejores condiciones para salir… ¡joder So…Soren!- me agarré a las cosas que iba encontrando para no caerme, fui hacia una mesilla pretendí encender el quinqué. Me arrodillé en el con los ojos fijos en el artilugio, no se encendia.
–Ummmm… ¿esto se enciende con una cerilla? – mi torpe mano buscó en el cajón alguna caja de fósforos. Toqué cualquier cosa menos lo que quería encontrar. –Esto habría que ordenarlo…- le recomendé. Me puse de nuevo de pie y me dirigí arrastrando los pies hacia la cocina. Allí se supondría que debía haber ese tipo de cosas, abrí algunos cajones hasta dar con la caja, quedaban pocas cerillas, así que tenía que ser hábil y no desaprovechar ninguna.
Volví hasta el quinqué. Tras frotar varias veces el fósforo, éste se prendió.
–Ya era hora…madre mía.- metí con la mano temblorosa la llama en su sitio, pero debí tardar porque noté que me estaba quemando las yemas de los dedos. Solté la cerilla con una maldición, por suerte se había quedado dentro del quinqué y no había salido por los aires, podría haber formado una buena…
Estaba ya cansado, ahora fui hacia las ventanas, las cerré una por una, para que el sol no entrase mientras lo hacia los parpados se me iban cerrando. Me caí de cabeza en el otro sofá, me había hecho un poco de daño en la caída, me reí mientras me quejaba de la cabeza.
-Si…si hay una próxima vez… tenemos que idear esto mejor… Si me viera mi madre…- murmuré cerrando los ojos. -¿Tienes sueño?
[So-so-soren jajajajajaa]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Localización : York (Inglaterra). Residente en Paris.
Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Gerard casi le mete una pata de las gafas por un ojo a Soren mientras se las ponía y el vampiro no pudo más que sonreír tontamente frente al hecho - Gracias - Comentó una vez tuvo las gafas en su sitio. Observó como el chico se iba a buscar algo y se quejaba del desorden de la cocina. Aquella era la primera vez que alguien se quejaba por su desorden, claro, nunca había vivido con nadie hasta ese momento. Se avergonzo un poco, tenía que aceptarlo, aunque en ese estado de embriagez más bien le causó gracia.
- Eso es porque no tengo una bonita esposa que me organize la casa - Respondió alzando un brazo y señalando a Gerard aún desde su posición acostado en el sofá. El chico regresó con unas cerillas y encendió fuego, Soren parpadeó observando la pequeña llama, otra cosa que no solía hacer, encender luces dentro de la casa, sus ojos estaban tan acostumbrados a la oscuridad que no era necesario, cuando Gerard volvió de cerrar las ventanas, le siguió con la mirada hasta que lo vio caer prácticamente de cabezas contra el sofá.
- ¡Si me viera la mia! - Exclamó con un gesto melodramático - ¡Soren deja ya esos libros, los invitados están esperando! Soren, haz que tu padre se sienta orgulloso, mira a tu hermano, ¡Que caballero! - Agregó imitando la voz de su madre haciéndo la suya más delgada y refinada - Me pregunto si me habrán extrañado luego de que me fui... - Se quedó esta vez pensativo y se giró hacía Gerard - ¿Que diría la tuya si te viera? -
Agarró una de las botellas de un manotazo y se la llevó a la boca, bebió dos grandes tragos y volvió la vista al techo - No tengo sueño, tengo sed...- Comentó y volvió a reir sin motivo alguno - Pero no quiero salir a cazar... prefiero quedarme aquí contigo - Agregó, estando sobrio no habría aceptado tan abiertamente que le gustaba la compañía de Gerard, estando sobrio habríav inventado una escusa y habría pretendido ser politicamente correcto, pero en ese estado en el que todo le hacía gracia, los prejuicios parecían disolverse, para dar paso quizás a sus verdaderos sentimientos - Mi joven Gerard... que afortunado soy de haberte conocido -
(( Chan chan chaaaan! lol tengo que hacer un dibujo de ellos ebrios xD ))
- Eso es porque no tengo una bonita esposa que me organize la casa - Respondió alzando un brazo y señalando a Gerard aún desde su posición acostado en el sofá. El chico regresó con unas cerillas y encendió fuego, Soren parpadeó observando la pequeña llama, otra cosa que no solía hacer, encender luces dentro de la casa, sus ojos estaban tan acostumbrados a la oscuridad que no era necesario, cuando Gerard volvió de cerrar las ventanas, le siguió con la mirada hasta que lo vio caer prácticamente de cabezas contra el sofá.
- ¡Si me viera la mia! - Exclamó con un gesto melodramático - ¡Soren deja ya esos libros, los invitados están esperando! Soren, haz que tu padre se sienta orgulloso, mira a tu hermano, ¡Que caballero! - Agregó imitando la voz de su madre haciéndo la suya más delgada y refinada - Me pregunto si me habrán extrañado luego de que me fui... - Se quedó esta vez pensativo y se giró hacía Gerard - ¿Que diría la tuya si te viera? -
Agarró una de las botellas de un manotazo y se la llevó a la boca, bebió dos grandes tragos y volvió la vista al techo - No tengo sueño, tengo sed...- Comentó y volvió a reir sin motivo alguno - Pero no quiero salir a cazar... prefiero quedarme aquí contigo - Agregó, estando sobrio no habría aceptado tan abiertamente que le gustaba la compañía de Gerard, estando sobrio habríav inventado una escusa y habría pretendido ser politicamente correcto, pero en ese estado en el que todo le hacía gracia, los prejuicios parecían disolverse, para dar paso quizás a sus verdaderos sentimientos - Mi joven Gerard... que afortunado soy de haberte conocido -
(( Chan chan chaaaan! lol tengo que hacer un dibujo de ellos ebrios xD ))
Última edición por Soren Kaarkarogf el Lun Sep 20, 2010 10:03 pm, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Los comentarios del profesor me hacían mucha gracia, he de reconocer que yo estaba más en mis cabales que él, mi tolerancia al alcohol había aumentado desde que empecé a beber, hace diez años.
Me encogí en el sofá cerrando los ojos mientras escuchaba como imitaba a su madre, no pude evitar reírme, Dios, su madre llevaba muerta casi tres siglos porfavor… Me tapé la cara con las manos para amortiguar mi descontrolada risa.
-No sé…imagino que sí te habrían echado de menos…- dije con sinceridad, no para animar al profesor, aunque de cualquier manera eso no te anima, te pone peor, pero bueno, seguro que ya lo había superado.
-¿La mía?- me pregunté a mí mismo. – Diría “¡ay Gerard cuan orgullosos estamos de ti! Gerard deberías mirar más a las jovencitas y no tanto a tus cuadros ¡parece mentira Gerard! Gerard ¿cuánto has bebido?”… esas cosas…- solté un suspiró y volví a esconder la cara en el cojín.
Escuché el comentario sobre que tenía sed. –No hace falta que lo juréis.- murmuré con una sonrisa, que luego se quedó helada al recordar que era sed de sangre más que de otra cosa.
“Salir a cazar” que fuerte me sonó esa frase ¿cazarnos a nosotros? Preferí no entender, preferí hacer que no lo había escuchado.
¿Cómo? Si le dieran a elegir entre alimentarse o estar aquí ¿se quedaría conmigo? Me dí la vuelta y miré la pequeña llamita que oscilaba levemente.
- Mi joven Gerard... que afortunado soy de haberte conocido – sonreí al momento como obnubilado en mis pensamientos. –Yo también le quiero.- bromeé, era increible como cuando estabas asi decias las cosas con tanta fluidez. Cogí uno de los cojines que tenía a mano y lo lancé por los aires, dio a parar en el profesor. –No he sido yo.
Me volví a dar la vuelta pegando la frente en el respaldo del sofá.
-¿Cómo conociste a Anuar?
(Buah, yo hice uno pero no me convencio xD)
Me encogí en el sofá cerrando los ojos mientras escuchaba como imitaba a su madre, no pude evitar reírme, Dios, su madre llevaba muerta casi tres siglos porfavor… Me tapé la cara con las manos para amortiguar mi descontrolada risa.
-No sé…imagino que sí te habrían echado de menos…- dije con sinceridad, no para animar al profesor, aunque de cualquier manera eso no te anima, te pone peor, pero bueno, seguro que ya lo había superado.
-¿La mía?- me pregunté a mí mismo. – Diría “¡ay Gerard cuan orgullosos estamos de ti! Gerard deberías mirar más a las jovencitas y no tanto a tus cuadros ¡parece mentira Gerard! Gerard ¿cuánto has bebido?”… esas cosas…- solté un suspiró y volví a esconder la cara en el cojín.
Escuché el comentario sobre que tenía sed. –No hace falta que lo juréis.- murmuré con una sonrisa, que luego se quedó helada al recordar que era sed de sangre más que de otra cosa.
“Salir a cazar” que fuerte me sonó esa frase ¿cazarnos a nosotros? Preferí no entender, preferí hacer que no lo había escuchado.
¿Cómo? Si le dieran a elegir entre alimentarse o estar aquí ¿se quedaría conmigo? Me dí la vuelta y miré la pequeña llamita que oscilaba levemente.
- Mi joven Gerard... que afortunado soy de haberte conocido – sonreí al momento como obnubilado en mis pensamientos. –Yo también le quiero.- bromeé, era increible como cuando estabas asi decias las cosas con tanta fluidez. Cogí uno de los cojines que tenía a mano y lo lancé por los aires, dio a parar en el profesor. –No he sido yo.
Me volví a dar la vuelta pegando la frente en el respaldo del sofá.
-¿Cómo conociste a Anuar?
(Buah, yo hice uno pero no me convencio xD)
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Rió suavemente cuando escuchó a Gerard hablar de su madre, parecía que sus padres estaban orgullosos de él, que bonita era la idea de tener a la familia aún viva. Si tuviese la oportunidad de volver al pasado y hablar con su madre ¿que le diría? escuchando a Gerard rememorar esas vivencias familiares, se dio cuenta de la enorme distancia que había existido entre él y su madre. - Tu madre suena como una señora agradable - Comentó llevándose los dedos a los labios - Que bonito que tengas una buena relación con ella -
¿Porque le había dicho aquello?, porque era cierto. Y por fin era él sin ninguna restricción, por fin luego de años y años de callar lo que sentía, de sentirse incapaz de expresar sus sentimientos, gracias al alcohol las palabras surgían tranquilamente de su boca sin el mayor esfuerzo. ¡Lo mejor de todo es que era consciente de lo que decía! Consciente, pero sin ningún apice de verguenza. Escuchó la respuesta del chico y luego el cojín aterrizó en su cabeza. Rió de nuevo al escuchar las disculpas de Gerard y sin poderse levantar del sofá, estaba cómodo ahí tirado, debía parecer un pordiosero ebrio, con la camiza habierta de par en par y la ropa emarañada.
Anuar. Oh, con que facilidad se había olvidado de Anuar. Pensó y eso también le causó gracia.
- Cai de un árbol y por poco le aplasto - Respondió, rememorando aquella noche - Había ido a pintar al bosque, sentía deseos de pintar, estaba inspirado, cosa que no ocurre a menudo y el joven Dutuescu escogió el mismo árbol que yo para lo suyo, perdí el equilibrio intentando fisgonear sus dibujos y ¡Pum! ¡Crack! ¡Chu! - Explicó haciéndo onomatopellas y imitando el movimiento de un golpe con las palmas de sus manos - ¡Luego apareció el lobo! Creí que me mataría allí mismo, pero logré salir vivo como siempre -
Se giró en redondo en el sofá sin levantarse y se quedó mirándo a Gerard con ojos de pupilas muy dilatadas.
- La noche que nos conocimos tu y yo en la galería ¿recuerda mi cara llena de cicatrices y aruñones? Bueno... ese fue un regalito que me dejó el peludo animal - Explicó y dejó escapar una risita - ¿De verdad tan mal te ha parecido Anuar? Dime la verdad Joven Gerard... ¿Que piensas de él? -
(( haha. quiero verlo :3 ))
¿Porque le había dicho aquello?, porque era cierto. Y por fin era él sin ninguna restricción, por fin luego de años y años de callar lo que sentía, de sentirse incapaz de expresar sus sentimientos, gracias al alcohol las palabras surgían tranquilamente de su boca sin el mayor esfuerzo. ¡Lo mejor de todo es que era consciente de lo que decía! Consciente, pero sin ningún apice de verguenza. Escuchó la respuesta del chico y luego el cojín aterrizó en su cabeza. Rió de nuevo al escuchar las disculpas de Gerard y sin poderse levantar del sofá, estaba cómodo ahí tirado, debía parecer un pordiosero ebrio, con la camiza habierta de par en par y la ropa emarañada.
Anuar. Oh, con que facilidad se había olvidado de Anuar. Pensó y eso también le causó gracia.
- Cai de un árbol y por poco le aplasto - Respondió, rememorando aquella noche - Había ido a pintar al bosque, sentía deseos de pintar, estaba inspirado, cosa que no ocurre a menudo y el joven Dutuescu escogió el mismo árbol que yo para lo suyo, perdí el equilibrio intentando fisgonear sus dibujos y ¡Pum! ¡Crack! ¡Chu! - Explicó haciéndo onomatopellas y imitando el movimiento de un golpe con las palmas de sus manos - ¡Luego apareció el lobo! Creí que me mataría allí mismo, pero logré salir vivo como siempre -
Se giró en redondo en el sofá sin levantarse y se quedó mirándo a Gerard con ojos de pupilas muy dilatadas.
- La noche que nos conocimos tu y yo en la galería ¿recuerda mi cara llena de cicatrices y aruñones? Bueno... ese fue un regalito que me dejó el peludo animal - Explicó y dejó escapar una risita - ¿De verdad tan mal te ha parecido Anuar? Dime la verdad Joven Gerard... ¿Que piensas de él? -
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Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
No tenía una mala relación con mis padres, pero las cosas ya no eran como antes, desde que se supo lo de sus enfermedades las relaciones se habían tensado un poco, aunque el cariño siempre estaría ahí. No esperaba el día en que tuviera que regresar a York para estar en las últimas horas de vigilia… antes de lo inevitable. La triste realidad de los humanos, nada comparable con la historia del profesor.
Comenzó a contarme cómo había conocido a ese chico. ¿Con que se encontraron pintando…? No puse ninguna cara extraña solo fije mis ojos en el techo intentándome imaginar la escena de la caída, “menudo espectáculo…” pensé para mí.
Cuando empezó a hacer aquellos ruidos me reí llevándome una mano a la cara. –Vaya…- comenté, aunque esa no sería la mejor contestación. ¿Un lobo también? ¡Vamos! Ni en las mejores novelas de terror. ¿Cuántas veces habría estado al borde de la muerte? ¡A saber! Suspiré pensando que quizá la vida movidita le gustaba, porque había personas que buscaban aventuras y el contratiempo continuamente.
Me di cuenta de que estaba siendo observado, ladeé la cabeza para mirar al profesor a los ojos. Asentí con la cabeza a lo que me preguntó, chasqueé la lengua ¿por qué se metería en esos líos?
- ¿De verdad tan mal te ha parecido Anuar? Dime la verdad Joven Gerard... ¿Qué piensas de él? – me empecé a reír.
-¿Por qué me preguntas eso? ¿Qué quieres que te diga? – pregunté con una sonrisa de sorpresa, apoyándome en el brazo del sofá. –Simplemente no me ha caído en gracia… no me ha parecido un chico sincero… eso a simple vista.
Bufé desviando la mirada hacia el quinqué. –...pero lo que piense de él no es lo que importa. Si consideras que ese chico puede hacerte feliz, no puedo hacer nada para cambiarte de idea. – me relamí los labios rápidamente. –Es más os apoyaré en lo que pueda, aunque nunca me ha gustado inmiscuirme en este tipo de cosas. – alcé una ceja pensativo, recordando la cara de Anuar al llegar a la cafetería.
–Aquí tienes un hombro donde llorar cuando lo desees.- comenté apretando mi mano en el hombro del profesor. Después me volví a tumbar por completo entrelazando los dedos sobre mi pecho, con los ojos cerrados.
–Yo soy un negado para las relaciones… pienso que no traen más que problemas.- me reí entre dientes. – Te vuelves tan egoísta cuando amas…- “es asqueroso” iba a añadir, pero me mordí la lengua para no hacerlo.
Comenzó a contarme cómo había conocido a ese chico. ¿Con que se encontraron pintando…? No puse ninguna cara extraña solo fije mis ojos en el techo intentándome imaginar la escena de la caída, “menudo espectáculo…” pensé para mí.
Cuando empezó a hacer aquellos ruidos me reí llevándome una mano a la cara. –Vaya…- comenté, aunque esa no sería la mejor contestación. ¿Un lobo también? ¡Vamos! Ni en las mejores novelas de terror. ¿Cuántas veces habría estado al borde de la muerte? ¡A saber! Suspiré pensando que quizá la vida movidita le gustaba, porque había personas que buscaban aventuras y el contratiempo continuamente.
Me di cuenta de que estaba siendo observado, ladeé la cabeza para mirar al profesor a los ojos. Asentí con la cabeza a lo que me preguntó, chasqueé la lengua ¿por qué se metería en esos líos?
- ¿De verdad tan mal te ha parecido Anuar? Dime la verdad Joven Gerard... ¿Qué piensas de él? – me empecé a reír.
-¿Por qué me preguntas eso? ¿Qué quieres que te diga? – pregunté con una sonrisa de sorpresa, apoyándome en el brazo del sofá. –Simplemente no me ha caído en gracia… no me ha parecido un chico sincero… eso a simple vista.
Bufé desviando la mirada hacia el quinqué. –...pero lo que piense de él no es lo que importa. Si consideras que ese chico puede hacerte feliz, no puedo hacer nada para cambiarte de idea. – me relamí los labios rápidamente. –Es más os apoyaré en lo que pueda, aunque nunca me ha gustado inmiscuirme en este tipo de cosas. – alcé una ceja pensativo, recordando la cara de Anuar al llegar a la cafetería.
–Aquí tienes un hombro donde llorar cuando lo desees.- comenté apretando mi mano en el hombro del profesor. Después me volví a tumbar por completo entrelazando los dedos sobre mi pecho, con los ojos cerrados.
–Yo soy un negado para las relaciones… pienso que no traen más que problemas.- me reí entre dientes. – Te vuelves tan egoísta cuando amas…- “es asqueroso” iba a añadir, pero me mordí la lengua para no hacerlo.
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Esa noche había descubierto muchas cosas gracias a Gerard ¿o al alcohol? bueno, a Gerard por incitarle a beber de esa manera desmesurada, en sano juicio no habría estado hablando con un tercero sobre su relación con Anuar, en primer lugar porque la consideraba pecaminosa e indebida, el hecho de que fueran ambos hombres, era algo que su subconciente no acababa de aceptar aunque sonara muy irónico y segundo, estaba el hecho de que Gerard no era precisamente un cualquiera, era su alumno y los profesores no iban por ahí contándole cosas personales a sus alumnos.
- Mmm - Respondió a lo que dijo Gerard y se quedó en silencio. También tenia la sensación de que Anuar no era del todo sincero con él, sentía que le ocultaba cosas, pero eso era normal ¿no? él también ocultaba cosas y era mejor así - No se si pueda hacerme feliz - Comienza a decir luego de la pausa - Es... la primera relación que tengo en más de 200 años... nunca creí que estaría en una 'relación' menos con un... hombre...y humano - Observó con expresión lastimera la mesa observando las botellas ¿Debía seguir bebiendo como un degenerado?.
- Gracias... tus palabras me reconfortan... en realidad no te imaginas cuanto - Agregó y de repente se encontró descubriéndolo, se levantó con un movimiento rápido que le hizo sentir terriblemente mareado y tuvo que agarrárse la cabeza por los costados por unos instantes antes de poder hablar - ¡Gerard! - Exclamó y se llevó una mano a los labios con expresión de sorpresa, se tambaleó hasta el sofá donde yacía el humano recostado - Esto... es-to signifca que tu y yo... - Abrió mucho más los ojos como si no pudiera contener la emoción de sus palabras.
Se enredó con un pie en la mesita de centro y como pudo logró sentarse a un lado de Gerard sin dejár de mirarle como un niño que recién descubre algo increible (y en cierta forma lo era) - Significa que... ¿somos amigos? - Exclamó y luego se llevó el dedo indice a los labios - Porque... los amigos se cuentan cosas personales y se dan consejos y se confortan y... bueno eso es lo que he leído en los libros - Ahora esbozaba una sonrisa de oreja a oreja de auténtica felicidad, de nuevo mostrándo los colmillos de par en par, afilados y peligrosos, contrastando con su expresión alegre.
- Entonces eres... mi primer amigo - Concluye - ¡Woaahh! -
- Mmm - Respondió a lo que dijo Gerard y se quedó en silencio. También tenia la sensación de que Anuar no era del todo sincero con él, sentía que le ocultaba cosas, pero eso era normal ¿no? él también ocultaba cosas y era mejor así - No se si pueda hacerme feliz - Comienza a decir luego de la pausa - Es... la primera relación que tengo en más de 200 años... nunca creí que estaría en una 'relación' menos con un... hombre...y humano - Observó con expresión lastimera la mesa observando las botellas ¿Debía seguir bebiendo como un degenerado?.
- Gracias... tus palabras me reconfortan... en realidad no te imaginas cuanto - Agregó y de repente se encontró descubriéndolo, se levantó con un movimiento rápido que le hizo sentir terriblemente mareado y tuvo que agarrárse la cabeza por los costados por unos instantes antes de poder hablar - ¡Gerard! - Exclamó y se llevó una mano a los labios con expresión de sorpresa, se tambaleó hasta el sofá donde yacía el humano recostado - Esto... es-to signifca que tu y yo... - Abrió mucho más los ojos como si no pudiera contener la emoción de sus palabras.
Se enredó con un pie en la mesita de centro y como pudo logró sentarse a un lado de Gerard sin dejár de mirarle como un niño que recién descubre algo increible (y en cierta forma lo era) - Significa que... ¿somos amigos? - Exclamó y luego se llevó el dedo indice a los labios - Porque... los amigos se cuentan cosas personales y se dan consejos y se confortan y... bueno eso es lo que he leído en los libros - Ahora esbozaba una sonrisa de oreja a oreja de auténtica felicidad, de nuevo mostrándo los colmillos de par en par, afilados y peligrosos, contrastando con su expresión alegre.
- Entonces eres... mi primer amigo - Concluye - ¡Woaahh! -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Cuando intentaba ponerme en el lugar del profesor creía entender lo raro o extraño que podía resultar el haber comenzado una relación con un humano, sería inconcebible, había más cosas que les separaban que cosas que les unían, todo pueden ser desventajas, una tentación constante. Ya no lo digo porque sean ambos hombres…es por la condición natural de cada uno, es imposible que eso terminara en buen puerto, a no ser que el profesor hiciera uno de los suyos a Anuar... quizá había descartado esa posibilidad.
Si ya es difícil mantener algo con alguien igual a ti… con alguien tan distinto no quería ni pensarlo, no era mi problema la verdad, se habían metido ellos dos solos ahí, quizá así debiera de ser, me rasqué la cabeza desechando todas esas ideas.
¿Se estaba moviendo? Porque escuché el sonido del sofá, abrí los ojos instintivamente.
- ¡Gerard! – sonreí divertido al escucharle. -¡Qué!- respondí con el mismo tono de voz, moviendo la cabeza hacia él, se acercó hacia mí como le fue posible. “¿Qué le pasa ahora?” pensé aguantándome la risa.
- Esto... es-to significa que tú y yo... – “¿Tú y yo?”... ¿qué estaba intentando decir? Me preocupé por un momento, también me estaba asustando a la vez, viendo como sus ojos se acercaban a mí como dos lunas llenas flotando en la oscuridad de la habitación.
Se escuchó el sonido de la mesa al ser arrastrada, dejé que se sentase a mí lado moviendo un poco el cuerpo. ¿Qué iba a decirme? Por Dios… me tenía intrigado, por la intensidad que transmitía.
- Significa que... ¿somos amigos? Porque... los amigos se cuentan cosas personales y se dan consejos y se confortan y... bueno eso es lo que he leído en los libros.- Sonreí al igual que él, algo aliviado, las neuronas empezaron a conectarse unas con otras comprendiendo lo que decía. - Entonces eres... mi primer amigo ¡Woaahh! – Me sentí emocionado, me impulsé como pude hacia el profesor y le abracé con fuerza (o lo que me quedaba), cuando lo tuve entre mis brazos de lo rápido que me había movido me provocó entre nauseas y vértigos. Le di unos golpes en la espalda, apretandolo contra mí y volví a echarme hacia atrás controlando lo que en mi estomago se estaba formando. Solté una ligera risa mirándole con ojos brillantes:
– No te falta razón, los libros nunca mienten.- me pasé ambos brazos por detrás de la cabeza. –Espero merecer el ser llamado “tu amigo”.- comenté alzando ambas cejas. No me podía creer que me considerase su amigo, pues yo también lo sentía como tal.
–Será un honor. Ya sabe que puede contar conmigo para lo que sea… realmente pienso que independientemente de lo que nos haya sucedido a ambos, ya sea intentos de asesinato como el que esté aquí ahora, pienso que podríamos haber sido amigos sin necesidad de heroicidades. – me eché a reír, recordando algunas de las imágenes de encuentros pasados con el profesor. – Ya no me siento tan ‘carga’…- iba a seguir hablando pero de pronto me encontré mal, me levanté corriendo ignorando los mareos, me di de lleno con bastantes cosas en el camino al baño, ¿por qué todo estaba por medio? Me incliné en el váter como alma que lleva el diablo, y en fin…
Si ya es difícil mantener algo con alguien igual a ti… con alguien tan distinto no quería ni pensarlo, no era mi problema la verdad, se habían metido ellos dos solos ahí, quizá así debiera de ser, me rasqué la cabeza desechando todas esas ideas.
¿Se estaba moviendo? Porque escuché el sonido del sofá, abrí los ojos instintivamente.
- ¡Gerard! – sonreí divertido al escucharle. -¡Qué!- respondí con el mismo tono de voz, moviendo la cabeza hacia él, se acercó hacia mí como le fue posible. “¿Qué le pasa ahora?” pensé aguantándome la risa.
- Esto... es-to significa que tú y yo... – “¿Tú y yo?”... ¿qué estaba intentando decir? Me preocupé por un momento, también me estaba asustando a la vez, viendo como sus ojos se acercaban a mí como dos lunas llenas flotando en la oscuridad de la habitación.
Se escuchó el sonido de la mesa al ser arrastrada, dejé que se sentase a mí lado moviendo un poco el cuerpo. ¿Qué iba a decirme? Por Dios… me tenía intrigado, por la intensidad que transmitía.
- Significa que... ¿somos amigos? Porque... los amigos se cuentan cosas personales y se dan consejos y se confortan y... bueno eso es lo que he leído en los libros.- Sonreí al igual que él, algo aliviado, las neuronas empezaron a conectarse unas con otras comprendiendo lo que decía. - Entonces eres... mi primer amigo ¡Woaahh! – Me sentí emocionado, me impulsé como pude hacia el profesor y le abracé con fuerza (o lo que me quedaba), cuando lo tuve entre mis brazos de lo rápido que me había movido me provocó entre nauseas y vértigos. Le di unos golpes en la espalda, apretandolo contra mí y volví a echarme hacia atrás controlando lo que en mi estomago se estaba formando. Solté una ligera risa mirándole con ojos brillantes:
– No te falta razón, los libros nunca mienten.- me pasé ambos brazos por detrás de la cabeza. –Espero merecer el ser llamado “tu amigo”.- comenté alzando ambas cejas. No me podía creer que me considerase su amigo, pues yo también lo sentía como tal.
–Será un honor. Ya sabe que puede contar conmigo para lo que sea… realmente pienso que independientemente de lo que nos haya sucedido a ambos, ya sea intentos de asesinato como el que esté aquí ahora, pienso que podríamos haber sido amigos sin necesidad de heroicidades. – me eché a reír, recordando algunas de las imágenes de encuentros pasados con el profesor. – Ya no me siento tan ‘carga’…- iba a seguir hablando pero de pronto me encontré mal, me levanté corriendo ignorando los mareos, me di de lleno con bastantes cosas en el camino al baño, ¿por qué todo estaba por medio? Me incliné en el váter como alma que lleva el diablo, y en fin…
[JAJAJAJAA me muerooo! Echó todo el campeón xD]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
((dios LOL mori con el peinado de Gerardo en tu avatar ahaha)
El abrazo fue algo que lo tomó completamente desprevenido, en otro momento su rostro se había coloreado a más no poder y se hubiera avergonzado infinitamente, pero en ese estado de embriages, sólo sonrió como tonto sintiéndo las palmaditas de Gerard en su espalda y apretándolo entre sus brazos con fuerza como si lo quisiera estripar. Escuchó sus palabras y su sonrisa de ensanchó más, entendía su significado por muy ebrio que estuviera, su mente estaba procesando la información y eso era bueno.
Entonces el chico salió disparado como bala de cañón hacía el baño y le escuchó trasbocar, su primera reacción fue asustarse, había olvidado que los humanos hacían eso de vez en cuando y se levantó del sofa como un resorte, sintiéndo el mareo apoderándose de su cabeza y casi calléndo hacía un lado, teniéndo que agarrarse al mueble y a la pared.
- ¿Es...estás bien? - Exclamó caminándo torpemente hasta el baño, Gerard había dejado un desastre a su paso y ya se preocuparía en arreglarlo a la noche siguiente - Joven Gerard... - Agregó escuchando los sonidos propios que emitía su cuerpo en esa situación. No sabía que podría hacer, así que regresó sobre sus pasos hasta la cocina, buscando algo de agua y un cuenco.
En su intento de conseguirlo, tumbó una olla al suelo y quebró un cuenco de barro en cientos de pedazos - ¡Mierda! - Gritó frunciéndo el ceño para tomar un segundo y último cuenco, llenándolo de agua al fin. Todo resultaba más complejo de lo normal, regresó caminando a la sala, regándo el agua del cuenco con cada nuevo paso - Mierda... - repitió cada que el agua le mojaba las manos.
(( Ya estoy en Colombia! pensé que no tendría internet, pero hay internet en mi nueva casa, así que podré estar al pendiente de los post aunque no tan activamente como antes! ))
El abrazo fue algo que lo tomó completamente desprevenido, en otro momento su rostro se había coloreado a más no poder y se hubiera avergonzado infinitamente, pero en ese estado de embriages, sólo sonrió como tonto sintiéndo las palmaditas de Gerard en su espalda y apretándolo entre sus brazos con fuerza como si lo quisiera estripar. Escuchó sus palabras y su sonrisa de ensanchó más, entendía su significado por muy ebrio que estuviera, su mente estaba procesando la información y eso era bueno.
Entonces el chico salió disparado como bala de cañón hacía el baño y le escuchó trasbocar, su primera reacción fue asustarse, había olvidado que los humanos hacían eso de vez en cuando y se levantó del sofa como un resorte, sintiéndo el mareo apoderándose de su cabeza y casi calléndo hacía un lado, teniéndo que agarrarse al mueble y a la pared.
- ¿Es...estás bien? - Exclamó caminándo torpemente hasta el baño, Gerard había dejado un desastre a su paso y ya se preocuparía en arreglarlo a la noche siguiente - Joven Gerard... - Agregó escuchando los sonidos propios que emitía su cuerpo en esa situación. No sabía que podría hacer, así que regresó sobre sus pasos hasta la cocina, buscando algo de agua y un cuenco.
En su intento de conseguirlo, tumbó una olla al suelo y quebró un cuenco de barro en cientos de pedazos - ¡Mierda! - Gritó frunciéndo el ceño para tomar un segundo y último cuenco, llenándolo de agua al fin. Todo resultaba más complejo de lo normal, regresó caminando a la sala, regándo el agua del cuenco con cada nuevo paso - Mierda... - repitió cada que el agua le mojaba las manos.
(( Ya estoy en Colombia! pensé que no tendría internet, pero hay internet en mi nueva casa, así que podré estar al pendiente de los post aunque no tan activamente como antes! ))
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Como odiaba que me encontraran en ese desagradable e deplorable estado ¿por qué no habría cerrado la puerta? Por lo menos no se escucharía aquella ebullición.
Cuando escuché fuertes sonidos que provenían del piso “¿Ahora viene el apocalipsis?” pensé para mí. También oí como el profesor iba maldiciendo ¿qué estaría haciendo?
Me levanté pesadamente del suelo y me mojé la cara un poco, estaba muerto del cansancio, pues justo para salir de fiesta sin ir más lejos.
Me apoyé en el marco de la puerta mientras miraba al profesor que llevaba en un cuenco pequeño charco de agua, y me pregunté ¿dónde estaría el resto? Así que moví la cabeza a su derecha para ver todo el rastro de agua que había dejado tras él, y no pude evitar reírme.
–Gracias, pero creo que será mejor que no beba nada más hasta mañana.- La buena intención era de admirar en él, siempre lo fue. Tomé el cuenco entre sus dedos y fui hacia la cocina, al estar todo a oscuras (menos donde los sofás se encontraban), mis pies pisaron lo que debió rompérsele antes. –Qué desastre.- murmuré dejando el cuenco allí.
Volví al sofá y me tiré en él, al hacerlo creí que el alma se me escapaba del pecho, que sensación tan extraña. Me pasé los dedos por los ojos mientras intentaba volver a hablar:
-Joder, me había quedado tan bonito mi discurso... y ha sido manchado vilmente, pero ¡literal!- sonreí inocentemente hacia el techo. - ¡Ay! Soren…Soren…- solté una risilla volviendo la cabeza hacia él.
- ¿No hay espacio para la calma en nuestras vidas?- Me parecía un sube y baja constante, así no se podía vivir, o eso pensé yo.
[[¿Quéeeeee? xDDD ¡Algún problemo! Jajajajaa si está tope sexy con ese tupe!!!
Ya me he dado cuenta de tu vuelta...¬¬ y ni si quiera...ni si quiera... ¡ah! Indignación...Anuare fue el único enterado de ello!...eso no se hace. Maldito profesore y.y]]
Cuando escuché fuertes sonidos que provenían del piso “¿Ahora viene el apocalipsis?” pensé para mí. También oí como el profesor iba maldiciendo ¿qué estaría haciendo?
Me levanté pesadamente del suelo y me mojé la cara un poco, estaba muerto del cansancio, pues justo para salir de fiesta sin ir más lejos.
Me apoyé en el marco de la puerta mientras miraba al profesor que llevaba en un cuenco pequeño charco de agua, y me pregunté ¿dónde estaría el resto? Así que moví la cabeza a su derecha para ver todo el rastro de agua que había dejado tras él, y no pude evitar reírme.
–Gracias, pero creo que será mejor que no beba nada más hasta mañana.- La buena intención era de admirar en él, siempre lo fue. Tomé el cuenco entre sus dedos y fui hacia la cocina, al estar todo a oscuras (menos donde los sofás se encontraban), mis pies pisaron lo que debió rompérsele antes. –Qué desastre.- murmuré dejando el cuenco allí.
Volví al sofá y me tiré en él, al hacerlo creí que el alma se me escapaba del pecho, que sensación tan extraña. Me pasé los dedos por los ojos mientras intentaba volver a hablar:
-Joder, me había quedado tan bonito mi discurso... y ha sido manchado vilmente, pero ¡literal!- sonreí inocentemente hacia el techo. - ¡Ay! Soren…Soren…- solté una risilla volviendo la cabeza hacia él.
- ¿No hay espacio para la calma en nuestras vidas?- Me parecía un sube y baja constante, así no se podía vivir, o eso pensé yo.
[[¿Quéeeeee? xDDD ¡Algún problemo! Jajajajaa si está tope sexy con ese tupe!!!
Ya me he dado cuenta de tu vuelta...¬¬ y ni si quiera...ni si quiera... ¡ah! Indignación...Anuare fue el único enterado de ello!...eso no se hace. Maldito profesore y.y]]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Luego de todo su esfuerzo por conseguir un simple cuenco con agua que al final había resultado vacío, Gerard no lo había bebido, frunció el ceño ligéramente cuando lo vió volver a la cocina y le escuchaba pisar los pedacitos esparcidos por el suelo, cuando regresó se había tirado en el sofá cuan largo era, parecía tener energía para bromear inclusive en ese estado. Soren regresó tambaleándose hasta la sala y se recostó en el borde del sofá sin sentarse.
- ¿Discurso? - Exclamó riéndo apagadamente por la broma - ¿Entonces estabas fingiendo para agradarme? - Agregó en tono burlón, ¡Que bueno era encontrarle gracia a todo! - Y yo que exponía mis sentimientos con sinceridad... ¡que mala suerte tengo! -
Apoyó la cabeza en la palma de su mano observándole, aquel chico tan agradable y géntil ¿Cómo era posible que existiera alguien con intención de matarle o torturarle? Era tan absurdo, dejó escapar un largo suspiro.
- Me parece absurdo que alguien quiera hacerle daño a un joven como tu - Exclamó estirando el labio en lo que parecía un puchero - Eres tan agradable... me gusta estar contigo... aunque no se si estoy diciéndo todas estás idioteces porque estoy borracho - Agregó soltándo una carcajada con ganas - Tengo sed... - Se quejó como un niño pequeño a su madre - ¡Y es tu culpa! - Agregó señalándole con un dedo indice acusador y volvió a reír.
(( ;0; porque nunca te apareces en el chat! a Anuare lo vi en el chat y le conté de mi medio-regreso que no es del todo regreso Dx sólo me pasaré para responder posts :3 ))
- ¿Discurso? - Exclamó riéndo apagadamente por la broma - ¿Entonces estabas fingiendo para agradarme? - Agregó en tono burlón, ¡Que bueno era encontrarle gracia a todo! - Y yo que exponía mis sentimientos con sinceridad... ¡que mala suerte tengo! -
Apoyó la cabeza en la palma de su mano observándole, aquel chico tan agradable y géntil ¿Cómo era posible que existiera alguien con intención de matarle o torturarle? Era tan absurdo, dejó escapar un largo suspiro.
- Me parece absurdo que alguien quiera hacerle daño a un joven como tu - Exclamó estirando el labio en lo que parecía un puchero - Eres tan agradable... me gusta estar contigo... aunque no se si estoy diciéndo todas estás idioteces porque estoy borracho - Agregó soltándo una carcajada con ganas - Tengo sed... - Se quejó como un niño pequeño a su madre - ¡Y es tu culpa! - Agregó señalándole con un dedo indice acusador y volvió a reír.
(( ;0; porque nunca te apareces en el chat! a Anuare lo vi en el chat y le conté de mi medio-regreso que no es del todo regreso Dx sólo me pasaré para responder posts :3 ))
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Me tapé la boca para no reír tras su intento de hacerse el dolido. Habría asentido con la cabeza para darle la razón aunque no fuera así, simplemente por molestarle un poco, era divertido.
- Me parece absurdo que alguien quiera hacerle daño a un joven como tu – Volví la cabeza hacia él alzando las cejas, ¿qué iba a decir yo? Si yo tampoco me lo explicaba, quizá era un castigo por algo mal hecho en mi pasado, no lo sabía, y tampoco recordé haber hecho nada malo a un tercero.
- Eres tan agradable... me gusta estar contigo... aunque no sé si estoy diciendo todas estas idioteces porque estoy borracho – ¡Ah! ¡Qué manera de estropear lo que estaba diciendo! Puse hasta rostro de horror, me llevé la mano al pecho indignado al escuchar su carcajada, “será posible” pensé riéndome después de todo.
¿Era posible que estuviéramos diciendo cosas de las que luego nos arrepintiésemos? Yo no quería que eso pasara, aunque sería posible.
-¡Ah no! sí claro, ahora todo es mi culpa.- Bromeé apuntando a su dedo ¿a ver quién ganaba a mi dedo delatador? –Tendrías que tener provisiones para momentos como en los que no puedes sostenerte… ya sabes bolsas de emergencia.- me imaginé aquello, y luego me quedé parado.
– Pe-ro yo no…yo no.- reí.- Donde esté una buen cargamento que se quite un Gerard… No… ¡buah! No podría cagarla más.- me cubrí el rostro con las manos queriendo borrar la imagen que había tenido de mi mismo con una vía pinchada en el brazo y el profesor con una pajita bebiendo (tan contento), qué escalofriante podía ser.
– Para la próxima lo piensas mejor.- ¡Qué extraño me sonó eso! Mi madre se había metido dentro de mí.
Y cambiando radicalmente de tema:
-Si…por algún motivo…tuvieras que abandonar París... ¿me avisarías?- pregunté pasando mi brazo por detrás de la cabeza.
[wuaaa, ahí te lo dejo]
- Me parece absurdo que alguien quiera hacerle daño a un joven como tu – Volví la cabeza hacia él alzando las cejas, ¿qué iba a decir yo? Si yo tampoco me lo explicaba, quizá era un castigo por algo mal hecho en mi pasado, no lo sabía, y tampoco recordé haber hecho nada malo a un tercero.
- Eres tan agradable... me gusta estar contigo... aunque no sé si estoy diciendo todas estas idioteces porque estoy borracho – ¡Ah! ¡Qué manera de estropear lo que estaba diciendo! Puse hasta rostro de horror, me llevé la mano al pecho indignado al escuchar su carcajada, “será posible” pensé riéndome después de todo.
¿Era posible que estuviéramos diciendo cosas de las que luego nos arrepintiésemos? Yo no quería que eso pasara, aunque sería posible.
-¡Ah no! sí claro, ahora todo es mi culpa.- Bromeé apuntando a su dedo ¿a ver quién ganaba a mi dedo delatador? –Tendrías que tener provisiones para momentos como en los que no puedes sostenerte… ya sabes bolsas de emergencia.- me imaginé aquello, y luego me quedé parado.
– Pe-ro yo no…yo no.- reí.- Donde esté una buen cargamento que se quite un Gerard… No… ¡buah! No podría cagarla más.- me cubrí el rostro con las manos queriendo borrar la imagen que había tenido de mi mismo con una vía pinchada en el brazo y el profesor con una pajita bebiendo (tan contento), qué escalofriante podía ser.
– Para la próxima lo piensas mejor.- ¡Qué extraño me sonó eso! Mi madre se había metido dentro de mí.
Y cambiando radicalmente de tema:
-Si…por algún motivo…tuvieras que abandonar París... ¿me avisarías?- pregunté pasando mi brazo por detrás de la cabeza.
[wuaaa, ahí te lo dejo]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
-¿Bolsas?- Se hechó a reír de sólo imaginarlo. Sólo conocía un vampiro que bebía de bolsas con sangre y era su mentor, pero eso se debía a su conveniente trabajo en el hospital, en teoría el debía trabajar en la unidad de psiquiatria, pero siempre se las arreglaba para robar un poco de sangre de urgencias
. - ¡Estás loco! - Agregó con un tono arregle - Sabe mejor de la fuente directa -Rió un poco más, estaba resultando muy fácil decir tonterías y hacer bromas esa noche, debía tomar más a menudo, a lo mejor con Anuar, a ver si eran capaces de decirse las cosas en la cara y dejaban de ocultarse como conejillos en agujeros cada que se veían.
- ¿Eh?- La pregunta lo sorprendió, ¿Porque le interesaría a Gerard si salía del País o no? Pensó en primera instancia, era extraño pensar en que debía dar explicaciones a otros sobre lo que hacía o dejaba de hacer, puesto que había pasado 200 años preocupándose sólo por si mismo - Um... supongo que si... aunque no encuentro una razón por la cual abandonaría un lugar - Comenta llevándose una mano a la barbilla pensativo.
- Puedo parecer torpe e indeciso... y en realidad lo soy he he- Dejó escapar otra rista - Pero soy una persona fiel a mis principios e ideas, vine a Paris con la ilusión de convertirme en profesor - Hizo una pausa - ¡El mejor profesor! - Agregó entre risitas - No me iré sin más - Se quedó mirándo la pared sin fijarse en un punto específico antes de preguntar - ¿Y que hay de ti? ¿Me dirás cuando te canses de vivir aquí? - Se giró para mirarle - Porque quiero que seas honesto conmigo, porque ahora también seremos amigos - Finaliza con una sonrisa afable.
. - ¡Estás loco! - Agregó con un tono arregle - Sabe mejor de la fuente directa -Rió un poco más, estaba resultando muy fácil decir tonterías y hacer bromas esa noche, debía tomar más a menudo, a lo mejor con Anuar, a ver si eran capaces de decirse las cosas en la cara y dejaban de ocultarse como conejillos en agujeros cada que se veían.
- ¿Eh?- La pregunta lo sorprendió, ¿Porque le interesaría a Gerard si salía del País o no? Pensó en primera instancia, era extraño pensar en que debía dar explicaciones a otros sobre lo que hacía o dejaba de hacer, puesto que había pasado 200 años preocupándose sólo por si mismo - Um... supongo que si... aunque no encuentro una razón por la cual abandonaría un lugar - Comenta llevándose una mano a la barbilla pensativo.
- Puedo parecer torpe e indeciso... y en realidad lo soy he he- Dejó escapar otra rista - Pero soy una persona fiel a mis principios e ideas, vine a Paris con la ilusión de convertirme en profesor - Hizo una pausa - ¡El mejor profesor! - Agregó entre risitas - No me iré sin más - Se quedó mirándo la pared sin fijarse en un punto específico antes de preguntar - ¿Y que hay de ti? ¿Me dirás cuando te canses de vivir aquí? - Se giró para mirarle - Porque quiero que seas honesto conmigo, porque ahora también seremos amigos - Finaliza con una sonrisa afable.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
¿Cómo que no encontraba razones para abandonar? Había miles y más siendo lo que era, quizá él no había caído. Me quedé escuchándole con los ojos entornados, era ambicioso él también, queriendo ser “el mejor profesor” ¡qué meta!
-Mmmmh, sí bueno, imagino que dejaría alguna nota dramática.- quizá no era lo mejor para despedirse, pero así era yo. –Nunca me han gustado las despedidas…intentaría evitarlas.- murmuré para mí.
-Aunque bueno…si te refieres a vivir aquí… ¡aquí!...algún día tendré que irme, claro.- volví la cabeza para sonreírle.- ¿o no? Tampoco estoy tan mal en la residencia.- tenía sus inconvenientes, pero para algunas cosas había intimidad, ¿y si me daba por traer una chica? ¡Me moriría si la trajese a la casa del profesor! – Puedes echarme cuando quieras sin ningún tipo de reparo.- reí mientras le daba unos golpes en la pierna. Me palpé la parte de atrás del pantalón donde aún guardaba la pistola y la dejé sobre la mesa, haciendo un gran esfuerzo por no caerme del sofá.
-Porque… todo el mundo necesita su intimidad.- alcé las cejas repetidas veces.-ya sabes…- ¡já! Enorme.
-¡Ah! Y mañana sin falta ordenamos esto. No está presentable. – negué con la cabeza mirando cada esquina, ¿cuántas cosas podría ir acumulando? Casi el síndrome de Diógenes, aunque bueno...era normal al haber vivido tanto, quien sabe si de estar en su lugar los cuadros saliesen por las ventanas ¡qué imagen!.
-Mmmmh, sí bueno, imagino que dejaría alguna nota dramática.- quizá no era lo mejor para despedirse, pero así era yo. –Nunca me han gustado las despedidas…intentaría evitarlas.- murmuré para mí.
-Aunque bueno…si te refieres a vivir aquí… ¡aquí!...algún día tendré que irme, claro.- volví la cabeza para sonreírle.- ¿o no? Tampoco estoy tan mal en la residencia.- tenía sus inconvenientes, pero para algunas cosas había intimidad, ¿y si me daba por traer una chica? ¡Me moriría si la trajese a la casa del profesor! – Puedes echarme cuando quieras sin ningún tipo de reparo.- reí mientras le daba unos golpes en la pierna. Me palpé la parte de atrás del pantalón donde aún guardaba la pistola y la dejé sobre la mesa, haciendo un gran esfuerzo por no caerme del sofá.
-Porque… todo el mundo necesita su intimidad.- alcé las cejas repetidas veces.-ya sabes…- ¡já! Enorme.
-¡Ah! Y mañana sin falta ordenamos esto. No está presentable. – negué con la cabeza mirando cada esquina, ¿cuántas cosas podría ir acumulando? Casi el síndrome de Diógenes, aunque bueno...era normal al haber vivido tanto, quien sabe si de estar en su lugar los cuadros saliesen por las ventanas ¡qué imagen!.
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
(( haahahah me hacía falta tu post :3 ))
Sus ojos se opacaron cuando le escuchó decir lo de la nota, sintió como si se le revolviera el estómago, en teoría no debería sentir ese tipo de cosas porque estaba muerto, pero sintió algo muy similar, la risa y la sonrisa de oreja a oreja desapareció casi al instante. Sólo había tenido una despedida en toda su existencia y habia sido presidamente con una espantosa nota. Pareció transportarse al lugar, centenas de años atrás, con el trasero congelado, apenas siendo consciente de todo lo que había mandado a la basura por una ilusión, caminando por ese camino pedregoso y gélido.
Se vio sentado allí al borde del camino con el baúl de madera lleno de sus pertenencias, sólo y patético, llorándo mientras leía una carta de despedida. ¿Habrían sido las cosas diferentes si se hubieran despedido en persona? ¿Le habría dejado ir? Si se hubiera ido con él, probablemente estaría muerto, pues nunca se habría convertido en vampiro (a no ser claro que Erkki le hubiera perseguido y convertido a la fuerza), de cualquier manera ¿Habria valido la pena?.
- No... me dejes una carta si te piensas ir - Logró murmurar y se encontró luchando contra sus propias lágrimas que querían caer. Es culpa del alcohol, ¡es culpa del alcohol! se obligó a pensar porque se sentía demasiado tentado a dejar todo salir. ¿Todo?.
Escondió el rostro hacía un lado, contra el sofá, la idea de que Gerard se fuera y de que sus noches volvieran a ser solitarias como antes lo aterró.
¿Que demonios te pasa Soren? joder, ¡has vivido solo por más de 200 años! Disfrutas de la soledad ¿ya lo olvidaste? Te gusta estar solo y odias a las multitudes... imbécil.
SI, pero Gerard no era multitud, como tampoco lo era Anuar. Como tampoco lo había sido esa extraña bruja Miranda o esa cortesana que le había enseñado tantas cosas que él nunca había imaginado que existían. ¿Que diablos estaba pasando? ¿Y ahora tenía miedo que Gerard se fuera? ¡Pero si apenas llevaba dos días viviendo con él!. - No te hecharé - Murmuró queriéndo volverse pequeño y desaparecer de la vista de Gerard - Aún... hay muchas cosas que debo aprender de ti - Finalizó.
Sus ojos se opacaron cuando le escuchó decir lo de la nota, sintió como si se le revolviera el estómago, en teoría no debería sentir ese tipo de cosas porque estaba muerto, pero sintió algo muy similar, la risa y la sonrisa de oreja a oreja desapareció casi al instante. Sólo había tenido una despedida en toda su existencia y habia sido presidamente con una espantosa nota. Pareció transportarse al lugar, centenas de años atrás, con el trasero congelado, apenas siendo consciente de todo lo que había mandado a la basura por una ilusión, caminando por ese camino pedregoso y gélido.
Se vio sentado allí al borde del camino con el baúl de madera lleno de sus pertenencias, sólo y patético, llorándo mientras leía una carta de despedida. ¿Habrían sido las cosas diferentes si se hubieran despedido en persona? ¿Le habría dejado ir? Si se hubiera ido con él, probablemente estaría muerto, pues nunca se habría convertido en vampiro (a no ser claro que Erkki le hubiera perseguido y convertido a la fuerza), de cualquier manera ¿Habria valido la pena?.
- No... me dejes una carta si te piensas ir - Logró murmurar y se encontró luchando contra sus propias lágrimas que querían caer. Es culpa del alcohol, ¡es culpa del alcohol! se obligó a pensar porque se sentía demasiado tentado a dejar todo salir. ¿Todo?.
Escondió el rostro hacía un lado, contra el sofá, la idea de que Gerard se fuera y de que sus noches volvieran a ser solitarias como antes lo aterró.
¿Que demonios te pasa Soren? joder, ¡has vivido solo por más de 200 años! Disfrutas de la soledad ¿ya lo olvidaste? Te gusta estar solo y odias a las multitudes... imbécil.
SI, pero Gerard no era multitud, como tampoco lo era Anuar. Como tampoco lo había sido esa extraña bruja Miranda o esa cortesana que le había enseñado tantas cosas que él nunca había imaginado que existían. ¿Que diablos estaba pasando? ¿Y ahora tenía miedo que Gerard se fuera? ¡Pero si apenas llevaba dos días viviendo con él!. - No te hecharé - Murmuró queriéndo volverse pequeño y desaparecer de la vista de Gerard - Aún... hay muchas cosas que debo aprender de ti - Finalizó.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
- No... me dejes una carta si te piensas ir – fruncí el ceño confuso "¿Qué?", giré mi cuerpo en un intento de mirar al profesor, ya que por el tono utilizado había distinguido algo muy distinto a lo ya acostumbrado. ¿Habría dicho algo malo? Pero cuando quise encontrar su rostro, éste se escondió de una manera que me desconcertó.
- No te echaré. Aún... hay muchas cosas que debo aprender de ti. – Me quedé en silencio unos segundos, me habría quedado así hasta que amaneciera solo con la mirada fija en su silueta.
De verdad que quería acercarme, y lo habría hecho si fuera humano ¡joder! Me cabreé conmigo mismo por no poder moverme, por haberme quedado rígido en aquel sofá, recordando la sed que debía estar pasando.
Aún con todo fui acercando mi mano hasta dar con la suya, sí era cierto que no podía distinguirle entre la oscuridad de la habitación pero con tocarlo sabría que estaría ahí, y eso me bastaba.
- Perdóname ¿vale?- negué con la cabeza confuso. –...No dejaré nada que pueda dañarte. No ahora.- murmuré apretando su mano para que así sintiera la intensidad, de que lo que le estaba diciendo iba en serio.
Al rato sonreí débilmente recordando sus palabras. –Seguro que te dará tiempo a aprender todo lo que yo pueda ofrecerte.- tampoco pensé que fuera tanto, nada que él ya no supiera, estaba claro ¿qué era yo comparado con él? Hay respuestas que duelen, así que ahorrémonoslo.
–Por el contrario a mí nunca me daría tiempo a aprender todo lo que puedas enseñarme.- No había tiempo suficiente, él lo tenía todo y yo no tenía nada, así estábamos. Y eso realmente me molestaba, ¿por qué todo era tan injusto? Solté su mano incorporándome en el sofá con rostro ausente. ¿Por qué unos tanto y otros tan poco?
Pensaba que había que aprovechar las oportunidades que se te ofrecían, y yo sabía que jamás podría leerme todos los libros escritos, como tampoco podría deleitarme con los cuadros que más me fascinaban, o visitar todos los lugares donde quería ir antes de morir. ¡Jamás! En cambio, él sí podía… y quizá no lo estaba aprovechando…no estaba aprovechando eso que yo tanto anhelaba.
–Solo estamos de paso.- murmuré llevándome la mano a la boca. ¿Ahora filosófico?
[ buaaah menudos días he tenidooo de presión, soy de lo más despistado. Ahora bien, bien x) jajajajajaja ]
- No te echaré. Aún... hay muchas cosas que debo aprender de ti. – Me quedé en silencio unos segundos, me habría quedado así hasta que amaneciera solo con la mirada fija en su silueta.
De verdad que quería acercarme, y lo habría hecho si fuera humano ¡joder! Me cabreé conmigo mismo por no poder moverme, por haberme quedado rígido en aquel sofá, recordando la sed que debía estar pasando.
Aún con todo fui acercando mi mano hasta dar con la suya, sí era cierto que no podía distinguirle entre la oscuridad de la habitación pero con tocarlo sabría que estaría ahí, y eso me bastaba.
- Perdóname ¿vale?- negué con la cabeza confuso. –...No dejaré nada que pueda dañarte. No ahora.- murmuré apretando su mano para que así sintiera la intensidad, de que lo que le estaba diciendo iba en serio.
Al rato sonreí débilmente recordando sus palabras. –Seguro que te dará tiempo a aprender todo lo que yo pueda ofrecerte.- tampoco pensé que fuera tanto, nada que él ya no supiera, estaba claro ¿qué era yo comparado con él? Hay respuestas que duelen, así que ahorrémonoslo.
–Por el contrario a mí nunca me daría tiempo a aprender todo lo que puedas enseñarme.- No había tiempo suficiente, él lo tenía todo y yo no tenía nada, así estábamos. Y eso realmente me molestaba, ¿por qué todo era tan injusto? Solté su mano incorporándome en el sofá con rostro ausente. ¿Por qué unos tanto y otros tan poco?
Pensaba que había que aprovechar las oportunidades que se te ofrecían, y yo sabía que jamás podría leerme todos los libros escritos, como tampoco podría deleitarme con los cuadros que más me fascinaban, o visitar todos los lugares donde quería ir antes de morir. ¡Jamás! En cambio, él sí podía… y quizá no lo estaba aprovechando…no estaba aprovechando eso que yo tanto anhelaba.
–Solo estamos de paso.- murmuré llevándome la mano a la boca. ¿Ahora filosófico?
[ buaaah menudos días he tenidooo de presión, soy de lo más despistado. Ahora bien, bien x) jajajajajaja ]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
(( Nunca me cansaré de Gerard en serio :3 es un personaje tan agradable de leer haha, empiezo a sentir que necesitamos una nueva aventura! este tema ha sido bastante calmado a comparación de los otros que hemos tenido, ve pensando en algo para meternos en problemas! ))
Se quedó allí escondiendo su rostro como un niño pequeño, intentando escapar de algo intangible cuando sintió el roce tibio de su mano y posteriormente el apretón seguido de sus palabras. Le gustanba sentir el calor de la piel humana, contrastaba agradablemente con su gélida piel. Era extraño estar tan cerca de ese cuerpo rebosante de sangre caliente y deliciosa cuando sentía tanta sed, generalmente él no se contenía de esa forma, si tenía hambre cazaba, fin de la historia.
Pero no a Gerard, no podría, aunque lo deseara desvergonzosamente y su lengua reseca se moviera inconsciente entre su boca y se relamiera los labios. No quería además que Gerard conociera esa faceta de él. A pesar de todo le gustaba la cercanía del chico.
- Sólo me he despedido de alguien en toda mi existencia y fue... con una carta - Explicó con la cara contra el sofá - No... quisiera repetir esa sensación - Se quedó en silencio escuchando lo que el chico decía y no pudo evitar concluir lo que era obvio, giró su rostro lentamente hasta mirarlo, sus ojos azules brillándo sobrenaturales en la oscuridad, casi como las aureolas de un gato.
- ¿Quieres decir que te gustaría ser vampiro? -Le preguntó mirándole fijamente.
Se quedó allí escondiendo su rostro como un niño pequeño, intentando escapar de algo intangible cuando sintió el roce tibio de su mano y posteriormente el apretón seguido de sus palabras. Le gustanba sentir el calor de la piel humana, contrastaba agradablemente con su gélida piel. Era extraño estar tan cerca de ese cuerpo rebosante de sangre caliente y deliciosa cuando sentía tanta sed, generalmente él no se contenía de esa forma, si tenía hambre cazaba, fin de la historia.
Pero no a Gerard, no podría, aunque lo deseara desvergonzosamente y su lengua reseca se moviera inconsciente entre su boca y se relamiera los labios. No quería además que Gerard conociera esa faceta de él. A pesar de todo le gustaba la cercanía del chico.
- Sólo me he despedido de alguien en toda mi existencia y fue... con una carta - Explicó con la cara contra el sofá - No... quisiera repetir esa sensación - Se quedó en silencio escuchando lo que el chico decía y no pudo evitar concluir lo que era obvio, giró su rostro lentamente hasta mirarlo, sus ojos azules brillándo sobrenaturales en la oscuridad, casi como las aureolas de un gato.
- ¿Quieres decir que te gustaría ser vampiro? -Le preguntó mirándole fijamente.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Comamos y bebamos, que mañana moriremos (Gerard)
Intenté entender lo que estaba diciendo, o recordar las historias que me había contado, pero la verdad es que esa noche no andaba muy sembrado. Después sentí sus mirada sobre mí haciéndome girar la cabeza, como si algo dentro de mí me obligase a corresponderle. Hasta que preguntó:
- ¿Quieres decir que te gustaría ser vampiro? – Abrí los ojos sorprendido por aquella pregunta, no… era algo que estuviera capacitado de responder en aquellos momentos, quizá diría alguna burrada, o a lo mejor diría algo que molestase al profesor, muy posible.
Porque para mí la experiencia con vampiros había sido muy dispar, si es cierto que en mi fuero interno deseaba vivir mucho más de lo que mi condición de humano me permitiría, no estar tan indefenso en el mundo, no tener miedo a nada, eso me encantaría.
Desvié los ojos de los suyos para que no notase mi confusión, mi incapacidad de dar una respuesta lógica.
-No sé lo que quiero decir, Soren.- Mejor sería callarse antes de meter la pata.
Aún diciéndole que si quería, el profesor no me ayudaría, o eso pensé, no le imaginaba mordiéndome, aún teniendo ese miedo primigenio recorriéndome, pero eso era lo normal, de no ser así, sería estúpido.
–Será mejor que…- bostecé desmesuradamente.- nos durmamos ya. No creo que quede mucho para el amanecer, y no creo que saquemos algo más coherente de todo esto.- Sonreí mientras me hacía una bola en el sofá, recogiendo las piernas.
El quinqué ya se apagaría solo.
–Pero ha sido interesante, ya lo creo, a ver si mañana me acuerdo de algo ¡A ver!- Murmuré pegado al respaldo del sofá. Habíamos avanzado bastante en esa noche, cosa que con muchos de mis compañeros no me había molestado en hacer.
–Buenas noches, profesor.- murmuré comenzando a cerrar los parpados, que me pesaban sobremanera.
[Jajajaja sacame de casa, y podré hacer más cosas, encerrado poco-poco puedo hacer xD.
Después de ese día...tu te ibas a la fiesta aquella con Anuar y Eric...y te enterrabas...asi que...abandonado Gerard xD, ese es el contexto.]
- ¿Quieres decir que te gustaría ser vampiro? – Abrí los ojos sorprendido por aquella pregunta, no… era algo que estuviera capacitado de responder en aquellos momentos, quizá diría alguna burrada, o a lo mejor diría algo que molestase al profesor, muy posible.
Porque para mí la experiencia con vampiros había sido muy dispar, si es cierto que en mi fuero interno deseaba vivir mucho más de lo que mi condición de humano me permitiría, no estar tan indefenso en el mundo, no tener miedo a nada, eso me encantaría.
Desvié los ojos de los suyos para que no notase mi confusión, mi incapacidad de dar una respuesta lógica.
-No sé lo que quiero decir, Soren.- Mejor sería callarse antes de meter la pata.
Aún diciéndole que si quería, el profesor no me ayudaría, o eso pensé, no le imaginaba mordiéndome, aún teniendo ese miedo primigenio recorriéndome, pero eso era lo normal, de no ser así, sería estúpido.
–Será mejor que…- bostecé desmesuradamente.- nos durmamos ya. No creo que quede mucho para el amanecer, y no creo que saquemos algo más coherente de todo esto.- Sonreí mientras me hacía una bola en el sofá, recogiendo las piernas.
El quinqué ya se apagaría solo.
–Pero ha sido interesante, ya lo creo, a ver si mañana me acuerdo de algo ¡A ver!- Murmuré pegado al respaldo del sofá. Habíamos avanzado bastante en esa noche, cosa que con muchos de mis compañeros no me había molestado en hacer.
–Buenas noches, profesor.- murmuré comenzando a cerrar los parpados, que me pesaban sobremanera.
[Jajajaja sacame de casa, y podré hacer más cosas, encerrado poco-poco puedo hacer xD.
Después de ese día...tu te ibas a la fiesta aquella con Anuar y Eric...y te enterrabas...asi que...abandonado Gerard xD, ese es el contexto.]
Gerard Montefeltro- Humano Clase Media
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