Rosette Lefebvre • Ficha

• Rosette Lefebvre • Francesa • 20 años • Esclavo de sangre • Clase Alta • Heterosexual •

•Descripción Psicológica•

Es una mujer de apariencia benévola, aunque no tiene como primordial propósito, el agradar a las personas, como tampoco es de mucha relevancia para ella; a diferencia de muchas jóvenes de su edad, el encontrar un esposo ideal; casarse, tener hijos y una gran familia, por lo contrario, prefiere no idealizar su vida de este modo, le agrada más la idea de vivir su día a día de una forma menos predecible.
Es astuta y vivaz, en ese aspecto muy parecida a su madre, según afirma su padre. Es pésima al momento de dar a conocer sus pensamientos y sentimientos, pues considera esto, algo absolutamente privado. Una vez que alguien gana su respeto y cariño, lo pierde difícilmente, puesto que  siempre rescata lo positivo en las personas. Pese a no estar en busca de un esposo, no se niega al amor, a sentir eso que en cuya descripción suelen emplear tan bellas palabras.
Suele analizar detenidamente a las personas que le rodean, una vez que logra conocer por completo a una persona, ésta le aburre, y su interés en esta se desvanece. Es una mujer coqueta, a primera vista evoca dulzura. Le gusta llamar la atención y despertar curiosidad, tanto en hombres como en mujeres, siempre y cuando luego éstos no pregunten más de lo que desea responder.
¿Desconocido? no hay cosa que le resulte más atrayente que lo desconocido, todo aquello que aún no sea parte de su día a día y lo que conoce. Si lo que deseas es llamar su atención preséntale algo que sea de su completa ignorancia y las probabilidades de captar su atención, aumentarán.

•Historia•

 Una fría noche de luna llena, nació una cándida niña de ojos pardos y dulce mirada bautizada con el nombre de Rosette. Sin embargo, cuando apenas hubo cumplido un mes de nacimiento, ella y su padre fueron abandonados por aquella mujer que era su madre, quien al haber concebido una hija creyó que sería privada de su libertad. El padre, guardando la esperanza de que su mujer regresaría espero en París durante dos años, pero jamás la volvió a ver. Desilusionado, fue entonces que decidió volver a Venecia, lugar donde residía su familia y donde él había nacido. Pasaron los años, el tema de su madre no era comentado en ningún momento y bajo ninguna circunstancia, su padre hacia todo lo que estuviese en sus manos para que su adorada hija pudiera tener cuanto desease y que nunca le faltara nada. Transcurridos cuatro años el padre de Rosette pensó que ella ya no podía seguir creciendo sin una figura materna estable, más que su abuela. Decidió buscar una buena mujer y hacerla su esposa, contrajeron matrimonio en Venecia y al cabo de un corto tiempo, un año más o menos, tuvieron una pequeña hija.
Con la llegada de la nueva integrante a la familia, Rosette estaba llena de dicha. Era una niña sonriente y feliz a la que le encantaba compartir con los suyos y estar todo el tiempo posible jugando con su hermana, lamentablemente, la desgracia cayó sobre su familia y tras un horrible accidente fallece la pequeña antes de cumplir siete años. Este hecho marco de forma trascendental la vida de Rosette, pero a pesar de ello continuo siendo una chica cándida y vivaz, ocultando en lo profundo de su corazón el gran dolor que le había causado la pérdida de su hermana.
Sin embargo, el espíritu rebelde se incrementó considerablemente en Rosette. Sus padres trataron de mantenerla ocupada con varias actividades, entre ellas, clases de espineta o enviarla a ver partidos de Soule. Empero no se logró más que despertar en ella una aversión inconfundible por esta clase de deportes. En la escuela, muy rara vez se comportaba de forma tiránica con los más pequeños. Por lo demás, hay que reconocer que era inquieta y hasta, si cabe decir, un poco indómita; Odiaba el aseo excesivo y que se ejerciese cualquier control sobre ella, y amaba sobre todas las cosas retratar sus inquietos pensamientos en un par de hojas de papel. Al llegar a los catorce años de edad, su actitud cambio rotundamente. Cuando sus padres cayeron en cuenta, la niña estruendosa había desaparecido dejando en su lugar una pequeña flor que despertaba al mundo. Conforme pasaban los días menos tenia de niña y más de mujer.
Rosette, al ser tan inquieta y curiosa, se conocía prácticamente toda Venecia y sus alrededores. Aburrida de todo lo que ya conocía y en busca de nuevas experiencias, al cumplir los dieciséis años, Rosette sin más dudas ni deliberaciones toma la decisión de alejarse de su familia y decide exponer a su padre su aparente loca idea de poder ir a vivir a otro lugar, ¿Lugar? No, no cualquier lugar, sino que nada más y nada menos que la icónica ciudad de París. Tras un par de ruegos y promesas, su padre concede uno más de los anhelos de Rosette. Para ella el dejar Venecia y a su familia significaba un nuevo comienzo. Con muchas esperanzas e ideas rondando en su cabeza sin cesar, parte a París. Una vez allí, su padre le consigue un excelente lugar donde vivir en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Finalmente y con gran angustia en el corazón, se despide de ella para regresar a Venecia.
Ahora todo dependía absoluta y completamente de Rosette. Afortunadamente su padre le presentó varios empresarios y asigno tanto un tutor legal como un abogado. Para su padre, todos estos hombres de negocios no eran más que posibles candidatos dispuestos a desposar a su hermosa hija. En París, Rosette experimento una transformación entre mansiones burguesas y toda clase de negocios del entretenimiento, como teatros y cafetines que dieron un nuevo impulso a su vida. Su sueño no era ser una mujer burguesa que significará para el marido una especie de “carta de presentación ante la sociedad” para quien una mujer debía casarse joven y trabajar en su hogar criando a los niños y organizando la casa para su esposo. No. Rosette era una joven de carácter fuerte y con grandes ambiciones. Ella no aceptaba el lugar que le estaba destinado sino que estaba dispuesta a apropiarse de él.

•Otros Datos•