Cacerías fallidas con enemigos que son amigos || Privado +21

por **C. Aiden MacIntyre** Vie Jul 31, 2015 7:10 pm

–Eso es una estupidez– escupo al suelo saliendo de aquella taberna, solo se han quedado el jefe y el otro tipo ese raro que solo se pasa en burdeles. No creo aquello que estoy escuchando enviarme a reconocimiento del maldito lugar ni que fuera su puta para hacerles el trabajo sucio, que manden a otro yo no me metí en ese grupo para hacerle de gata para ellos, si no para trabajar en lo que se me contrató cazar, ser un soldado nada más, nada de planeaciones, peritaje, ni nada de perímetros, solo pelear y cortar cabezas de lobos y ahora estos malditos engendros del infierno querían que haga cosas fuera de lo que me correspondía, al diablo con ellos.

Salí enfurecido directo al burdel, necesitaba descargarme con alguna mujer y luego iría tarde a mi trabajo para que dejen de joderme; lástima que no todo sale como queremos, la mujer no aguantó mucho y me tocó dejarla tirada para largarme a descargar esa adrenalina en la batalla ojala estuviera alguna cazadora buena para con ella quitarme esas ganas. Vamos al bosque, el jefe nos divide en grupos, y ahí veo a esa cazadora no se su nombre y no me interesa pero es sexy con esas armas alzadas y su fiereza logra que se me pare, aunque también veo esas miradas en los otros que nos toca con ella ¡mierda, todos quieren metérsela! Bufo molesto siguiendo el trasero de la mujer para ver si encontramos aquella manada o si alguien sabe de ello. La mujer nos subdivide y me toca con aquel perro del raro vago y a ella se va con el otro cazador a buscar.

–Por qué coño me toca contigo cabron si yo quería con esa rubia y su boquita perfilada– escupo al suelo molesto caminando descuidadamente escuchando el aullido de los lobos de la zona, lobos y pestes de lobos.

por **Nikolai E. Kozlov** Lun Ago 17, 2015 1:26 pm

La patada en el catre lo hace roncar aun mas fuerte. Otra patada y esta tirado en el suelo boca abajo limpienadose los resto de baba del mentón –Verga hombre…– esta vez siente como la amarga y helada bebida que tanto llena su estomago cada noche mojar de lleno su cabeza y pecho –¡Verga mujer! Que estaba soñando con…– la mira y se guarda los enormes pechos que se estaba devorando en el sueño mirando a la hembra con ceja alzada después de lo de hace dos noches. Le evita la molestia de saber a que va a despertarlo de tan mala gana –¿El jefe habla? ¡Ya!... dile que voy en un momento culito sabroso– una nalgada como despedida y la rubia se va sonriendo negando con la cabeza.

Reconocimiento del lugar, si que se habían cogido duro al nuevo. Se aguanta la risa mirando cómo se larga el hombre todo encabritado. Un paso fuera y todos estallan en risa, incluso la rubia nalgas prontas que está al acecho de quien de sus compañeros será su presa esta noche. La tipa esta buena pero no para lo que todos cree. Se alista dejando a los hombres mirar a las dos cazadoras presentes. Será una cacería pesada. El Jefe le ha dicho que se forraran con francos de oros las bolsas si salen vivos. No le importa, solo es dinero, lo que a él le gusta es la adrenalina de destripar al licántropo, el sentir que está a punto de morir, que puede más que un humando convertido en bestia como alguna vez lo llego a ser él mismo. Se guarda un par de cuchillos más y las pistolas en la chamarra.

Un par de horas más y esta a lado del drugo rabioso nuevo que acaba de unirse.

–Ni tan pérfida ni tan buena cabron– bosteza mirando a la rubia que todos se quieren tirar, todos menos él –No es tan buena como presume ¿Mamadas buenas?– se queda pensativo rascándose la nunca unos segundos –Nnaaa… he tenido mejores, pero si salimos de esta te invito un par de putas– sonríe socarrón –Si le cortas los huevos al licántropo te invito a la “favorita” del jefe si se los corto yo me la invitas tú ¿Qué dices?– el silbido se vuelve largo y joroscho sacando una pistola mientras pensando en la castaña saboreándosela, le trae ganas tremendas y es la noche que no ha podido tirársela.

por **Dante Jarosław** Lun Ago 31, 2015 6:38 pm

Ebrio, completamente borracho y retozando con mujeres desnudas a su alrededor y ron, así debía haber estado aquel sujeto que justo ahora brindaba con sus camaradas en aquel bar, no estaba en momento diversión o de descanso, ahora venía la parte más dura de todas, tomar el liderazgo de la tropa a la que su anterior jefe le dejó, luego de morir en garras de una manada de lobos. ¿Qué haría ahora? Bebía observando a sus compañeros que disfrutaban de la futura cacería y adrenalina, se veía en sus rostros la fascinación por matar. Si, a los hombres les gusta matar cosas, romperlas y desgarrarlas hasta ver que dejan de moverse, y aun así siguen destrozando. Esta es profesión de machos, pero hay algunas hembras que se creen más rudas que los machos pero no duran mucho, realmente están para que los hombres de verdad liberen testosterona. No hay mujer que pueda disparar sin que le tiemble la mano. Las zorras se paseaban delante de él y de sus compañeros de escuadra con ropas provocativas y movimientos sensuales, pero nada no hacía caso a ninguna de esas mujerzuelas, solo bostezaba. Las horas iban pasando hasta que llegó el momento de la partida de la noche. Chifla al nuevo que se ha unido a las filas, solo para joderlo enviándole a hacer cosas de preparación, mientras busca a su otro colega, su mano derecha que como siempre pululaba en ausencia. Entre chiflidos, brindis, risotadas y cabreos comienza la preparación para salir. Todos listos ahora y completos parten directo a los bosques.

Una de las cazadoras del grupo divide al equipo, pero no por autoridad de ella, aquel hombre se lo ha ordenado en privado que se lleve un grupo para asegurar el perímetro desde otro punto mientras él y sus hombres de confianza irán por otro. Claro que él no va a la cabeza, es más ni siquiera va con ellos, va más atrás observando todo y a todos. Mira a su equipo dividirse. Ríe para sus adentros adelantándose porque al equipo bravo le ha tocado un par que no se llevan de maravillas. Se acerca sigiloso y los escucha apareciendo de la nada

–Y si yo les corto los huevos a ustedes, por hablar de la “favorita” del puto jefe, quien me pagara los culitos para festejar, o pondrán los suyos para que los jodan y me pagaran. Me parece perfecto yo también le entro a esa apuesta– les da empujones en la espalda riéndose –Déjense de apostar y muévanse o quienes terminaran sin huevos son ustedes, hay mucho dinero en juego señores y no quiero pensar que a mis putitas de hombres se les cae los calzones porque no quieren esa paga– atraviesa a los dos hombres separándolos y riéndose de la suerte de ellos –Además aquella putita, no se las mamaría a ustedes ni por un penique, tiene clase la muy zorra, aunque quizás nos haga descuento si le pedimos que nos la mame a los tres, así que si quieren tener mamadas y culitos frescos, es mejor que no les peguen un tiro o los devoren, si no pues señores ha sido una desgracia trabajar con ustedes– palabras de aliento mientras se adentra a la zona boscosa con su arma apuntando y el ojo en la mira, su pequeño equipo se dispersa por la senda oscura para ganar más terreno.

El viento les trae anuncios de una pelea fuerte y difícil, una contienda donde todos saldrán perdiendo y ganando.

por **Isak & Tara Mirković** Mar Nov 17, 2015 7:22 pm

La humanidad se ha envuelto en el orgullo como se envuelve las manos de las jovencitas y sus guantes de seda a la hora de una fiesta engalanada solo para presumir sus largas colas de tela de horribles colores vivos, como si fuera lo más importante ¡qué tontos!

La noche llega cual rauda y veloz compañera en una danza tortuosa, el juego del bien y el mal se vuelve a entablar, pero esta vez con cada aliado de su parte, el diablo con sus hijos y Dios con sus “enviados” pero hay un lado que juega a los dos bandos solo por algo llamado el “orgullo” algo que los mueve como seres de “sangre familiar” con promesas de costumbres y tradiciones muertas, así esta una mujer de cabellos negros como la noche, sus ropas no son como las damas corrientes de la ciudad, va con pantalones ajustados negros, una peasant blouse blanca con mangas largas, un corsé negro que hace que se ajuste la blusa a su cuerpo y ciñe su figura a tono negro igualmente, botines negros y por supuesto sus armas colgando de su cadera una espada de plata pura y un arma de fuego además de llevar dagas en su botas, mientras que el otro individuo igualmente con ropas oscuras una cazadora larga y ballesta en mano salen por el premio prometido.

La cacería se llevaría a cabo en los bosques parisenses pues el objetivo cada noche paseaba por esa zona así que por treinta mil libras esterlinas valía la pena, los hermanos se alistan, los dos Isak con más armas que nunca pero la mujer Tara solo con su espada y su revólver, salen a caballo hasta el lugar y cuando llegan Isak se dirige a un árbol subiendo por este a vigilar las cuerdas de los caballos lo sujetan, Tara se queda alistando su revólver y el de su hermano tras un roble antiguo, la trampa estaba preparada, un agujero de veinte metros a la cual estaba cubierta de una red de ramas hojas y tierra el caería y luego lo matarían, pero antes siquiera de poder efectuar su trampa de llevar a su presa hasta esta el viento nocturnos que corría más frio que nunca anunció que otro estaba tras su misma presa.

El sonido de una flecha impactando un cuerpo hace que los hermanos se miren preocupados, Isak baja rápido y Tara comienza a correr hasta donde a escuchado aquello, su hermano la detiene antes de que cometa alguna locura –Wow, quieta fierecita, vamos con calma, si nos adentramos a lo loco a los bosques terminaremos muerto y no quiero cargarte a la casa pesas mucho– la mujer rodó los ojos poniéndolos en blanco y le pateo la pierna a su hermano –Serás idiota déjate de tus estupideces Isak y mueve ese culo para alcanzar, no quiero que se nuestra presa se vaya de las manos y el premio se lo gane otro infeliz– antes de darse cuenta se había soltado de su hermano apuntándole con su revólver justo cuando escupía al suelo como toda una rusa ruda.

Juntos se adentran al bosque con sus armas alzadas apuntando en toda dirección, con la cautela máxima lo que hacía que su adrenalina subiera hasta el máximo punto de la excitación, Tara podía palpar el ambiente y su hermano solo reía lo que le hacía ganarse codazos de la pelinegra.

por **Jaelyn Sheridan** Lun Ene 25, 2016 4:35 pm

Correr… eso me hace sentir libre. Correr por el bosque me hace sentir libre de todo, de las peleas, de los malos entendidos, del dolor, de todo lo malo que llego a hacer en esta vida… correr, siempre hago eso, siempre huyo de todo aquello que puedo lastimar, de todo aquello que me importa, de todo aquello que amo. La cadena en mi cadera jamás me permitirá ser libre, sin embargo correr me da una esperanza, incluso en este momento en que mi vida parece estar saturada y empeñada en recuperar mi pasado, mis pasados. Las personas que alguna vez deje atrás están de nuevo rodeándome, llegando sin previo aviso y eso comienza a asfixiarme…

Mis botas se hunden en el fango, entre las últimas hojas de otoño. Llevo puesto lo que de costumbre a la hora de cazar una buena presa, y no me refiero al encaje y los listones que acompaña a la lencería fina, mas bien al rojo cuero de mis pantalones, el corsé que aplasta mis pechos sin mucho éxito, la semi capa y mis adoradas botas que me regalo Richard, los rosos de mi cabello recogido y la máscara que oculta poco de mi rostro, solo lo suficiente.

Respiro… algo en el ambiente flora hasta mí, algo peligroso, algo atrayente y poderoso, algo que me eriza la piel. La adrenalina se apodera de mí, disminuyo la velocidad. – Estas cerca –miro a mi alrededor agachándome. Cierro los ojos por un momento, agudizando los sentidos sin percatarme de algo en específico. Lo aullidos se hacen escuchar con fuerza y mis acompañantes nocturnos a mi alrededor perciben algo que yo no. Algo o mejor dicho, el delicioso aroma de alguien. Corro por el bosque, el viento pega en todo mi cuerpo, la humedad de la lluvia es palpable, agradable, casi puedo sentirme en casa aunque sea solo una ilusión creada por mi misma. Unos metros mas y los miro prestando atención a todo su alrededor, subo a un árbol desenvolviéndome como uno de esos seres féminas de los libros llamados Hadas.

Camino con agilidad y libertad entre las ramas hasta estar sobre ellos. Esta cerca puedo sentirlo me dejo caer entre ambos, desenfundo y disparo hacia el… el estallido los desconcentra, todo a pasado demasiado rápido – No… no he fallado – niego con la arma en la mano mirándolo a él… Directo en la cabeza –Yo jamás fallo –afirmo seria señalando al joven, tal vez demasiado, hombre lobo detrás del él hombre al que le e lastimado el pómulo izquierdo con la bala –Yo que tu preciosa, corría porque hay muchos esta luna llena –Sin esperar a mas, ni que me importara, les doy la espalada y hecho a correr.

por **C. Aiden MacIntyre** Jue Ene 28, 2016 6:46 pm

Estaba ahí el cabrón ese del tipejo vago¡Maldito hijo de puta! Le dije en mi mente viéndolo retorcerse en su sangre con mi mano en su corazón arrancándolo de tajo cuando estuviera… –Mierda– la voz que salió desde atrás me deja heleado porque esa voz era del maldito jefe, aquel desgraciado que nos arrancó de los burdeles para morirnos de frío en aquel bosque.

–Vamos jefe aunque sea un poco, no puede negarnos ese gusto con su culito favorito. Seguro que los tres la podremos pasar bien con aquella zorra– rio comenzando el camino mirando con odio al desgraciado del vago, por ese hijo de puta nos meterán un tiro y tal como dijo el jefe en aquellas circunstancias si no nos poníamos pilas terminaríamos con la lengua fuera y morada al amanecer, aunque si por mi fuera dejaría de aquella manera a algunos comenzando por el que estaba a mi derecha –Habrá sido todo un desagrado jefe haber trabajado con usted, pero sobre todo estaré agradecido por estar en el mismo equipo que este– señalo al vago de Nikolai.

El sarcasmo y humor negro del grupo era lo mejor, mostrando con palabras lo opuesto de que se quería decir. El ambiente estaba tenso se podía respirar lo cargado de mierdas, sangre y pólvora, la batalla está por comenzar, la adrenalina corría por mis venas el solo imaginar destrozar a un lobo, desmembrarlo o cortarlo a la mitad con todas sus tripas volando. Que gran motivación.

De repente el ambiente cambian, hay más tensión de la esperada junto al sonido de una explosión cercana a donde estábamos, miro al puto vago acercándome a zancadas a él para dejarle un zape en la cabeza de bruto que tiene –Deja de soltar balas a lo pendejo, acabas de dar nuestra ubicación a los lobos puto con razón las zorras se aburren de ti porque no sabes mantener la carga– rio con sorna tomando mi arma en guardia.

por **Nikolai E. Kozlov** Mar Mar 22, 2016 8:30 pm

Mis sentidos se agudizan al máximo, presto atención a la dirección de donde se escuchó el disparo. Casi puedo sentir que esta noche hay mas perros apestosos que de costumbre ¿Qué mierdas paso que están tan agitados los “inmortales” esta noche?. Mi meditación se queda flotando entre alcohol, apestoso aroma a perro mojado, el húmedo ambiente y la noche cubriéndonos por completo. –¡Que Verga MacIntyre…!– chillo sobándome el zape –Soltar ni madres– apunto mi pistola a su cuello –¿quieres ver quien es el pendejo aquí?– el silbido del jefe no saca de la pelea. ¡Verga! Debí quedarme a sacarme las ganas, esta noche por muy buen motín que nos ofrecieran. Miro a todo mí alrededor poniéndome en guardia listo para atacar cualquier cosa que se mueva y en eso la veo, me quedo sorprendido. Me tallo los ojos creyendo que ha sido mi imaginación –La viste– codeo al grandulón, eso no sé si ha sido una pregunta o un susurro o no sé qué mierda –¿Joder hombre viste eso?– señalo a lo lejos con el arma. El bruto escocés ni me capta así que hecho a correr enfundadnos la pistola y sacando las espadas de plata yendo detrás de aquello que he visto.

Me estoy volviendo loco o es por fin que me ha afectado eso de ser adicto, pero llevo años limpios y de la nada aparece. Una mujer de cabellos rojos, vestida de cuero rojo, una máscara disimula los rasgos de la cara y parece mágica. Su agilidad es sorprendente, no parece muy fuerte y es demasiado joven pero está dándole una verdadera madriza al Lycan que tiene enfrente con solo las pequeñas espadas que usa. Escucho la voz del perro escocés gritarme pero le ignoro. La sigo admirando. Ah sido ella, pero es imposible que salga sola, ningún cazador sale solo a matar inmortales. –Que te calles cabron!!– señalo con la cabeza –Mírala– es una arma esa mujer.

No muy lejos se escuchan los estallidos de las pistolas de nuestros compañeros. El sonido que indica han encontrado el nido se escucha mientras ella desgarra el pecho del animal dándole muerte, cae con peso muerto y no bastándole abre el pecho sacándole el corazón. Lo que hace a continuación nos desconcienta. Besa al animal que esta cambiando y hecha a correr nuevamente no sin antes mirarnos y sonreír con los labios rojo carmín.

por **Dante Jarosław** Mar Mar 29, 2016 11:55 pm

El sonido de las balas que golpean los cuerpos que sobrepasan el tamaño ración, los aullidos y la luna en lo alto mientras otros seres gritan y resuenan sus armas, golpes, sangre y balas que dan como resuelta las bajas y altas de toda guerra. Aquel alzó su arma contra aquellos seres, uno que salió saltando por encima del grupo, lo espero y con dos tiros en la cabeza y en el corazón lo dejó caer frente a ellos al instante que recarga a su mejor amiga y amante.

–SERÁN CABRONES HIJOS DE PUTA, NO DEJEN QUE EL BOTIN SE LO LLEVEN OTROS SI LO HACEN MEJOR QUE SE DEN POR MUERTOS CABRONES– los gritos de la amenaza inminente a sus compañeros mientras ve a otros que entran a la guarida de la manada. Corre dispararon a los jóvenes lobos que salen como primera fila –Connor, donde está Nikolai– pregunta desenfundando aquel cuchillo –Dile que no gaste energía de las puras, son solo jóvenes los más viejos vendrán luego– al atravesar uno de los matorrales ve a su otro hombre del equipo acercándose corriendo a darle un empujón –Deja de ver el lindo culo de zorra, que la muy perra te está quitando el hueso en frente y tu excitado frente a ella por lo que ha hecho, las mujeres hacen eso y más para ponerte en ese estado, ve a la parte de atrás, ahí están los otros, diles que no gasten tantas fuerzas con los jóvenes lobos que formen líneas de tres a cuatro, con vigías en lo alto, que disparen en ese orden y que no se separen que vayan atacando de dos, en parejas para ahorrar energía, los más duros vendrán luego y ustedes ya estarán muerto, CORRE– el grito de los estallidos de las armas es más que contundente.

Los aullidos aumenta así como la pelea, las balas suenan fieramente. Aquel hombre está un poco alejado del grupo en busca del alfa, pero se encuentra a una loba, la reconoce por el pelaje, se guarda el arma dejando solo dos cuchillas en sus manos y el deseo de una buena pelea, golpes, zarpazos y sangre corriendo de ambos incluso árboles siendo arrancados de rais volando, lo que presupone un gasto de energía necesario, cuando aquel cuchillo rasga el pecho del animal viendo el corazón al que le dispara con una bala de plata viendo el cambio abrupto en una mujer de hermosos atributos y cabellera rubia –Estoy seguro que era amante del alfa, dónde estará ese cabron y u hembra– escupe sangre guardando los cuchillos para desenfundar dos de sus armas.

El sonido del viento solo trae el violento enfrentamiento, donde espera que su equipo resista lo suficiente para regresar casa con vida, al menos más de la mitad, aunque sabe que será menos. Regresa corriendo a donde los gritos y su gente está y la vista es desalentadora, sangre y cuerpos dos de sus soldados junto hombres y mujeres jóvenes desnudos; más el ambiente se tensa más porque algo más pesado y siniestro ruge en el interior de los bosques, lastimosamente su grupo no lo encuentra, al menos no a todos solo a sus dos mejores hombres y otros tes que no conoce ni ha visto en toda la vida.

por **Isak & Tara Mirković** Vie Mayo 20, 2016 10:16 pm

Destellos, dolor, sangre y dos sonrisas macabras que comienzan a romper la silenciosa y oscura noche hasta convertirle en un campo de batalla memorable.

¿Qué era lo que había pasado? Esa era la pregunta que los rusos se hacían con solo mirarse. El ardiente dolor que sentía en su brazo solo le recordó que estaba vivo y que no había ido al más allá a encontrase en el infierno con su padre; más la risa y burlas de su hermana le hacía desear aquel dulce sueño eterno ¡lástima que no se puede tener todo lo que se desea!. Los minutos pasaban lento aguardando los dos hasta que aquel pudiera retirarse el proyectil y curarse la herida, el tiempo les corría y podría irles en contra, era algo que le recalcaba aquella mujer de cabellos negros que lo amenazaba con la espada.

–Será que ya terminaste de lloriquear como una nenaza–

–Esta pendejada duele como una bala en el trasero mujer, apiádate de tu hermano y ayudame–

Otro retumbe de un cañón explotando y sangre manchando el suelo en pequeñas gotas

–Joder que hija de puta que eres Tara–

–Si te atrasas de dejaré atrás como cena de lobo–

Aquella mujer se iba alejando riéndose mientras se seguía mofando de aquel que vendaba ambas heridas mascullando molesto improperios a ambas mujeres. Se internaron en el bosque a toda prisa siendo conscientes del lugar pero más que nada sabiendo ahora que no estaban solos en aquella cacería que había más de esos mercenarios rondando por la paga prometida.

–Esa mujer de rojo, me pregunto cuál será su nombre y sabor– el filo de la espada refleja el rostro de perversión de aquella mujer que observa la sombra que se mueve tras de ella –Un trio herma…– no termina la frase cuando el infierno se desata en aquel lugar, un infierno de balas y espadas chocando contra garras enormes, para ellos era la gloria.

Una flecha que atraviesa la cabeza de una de esas bestias mientras la espada se clava en el corazón ; los ojos de la morena divisan a la pelirroja y otros hombres dentro del campo de batalla –HAY QUE LLEVARLOS HACIA ALLÁ– grita a la pelirroja a y otros dos mientras señala con su espada cubierta de sangre una parte del bosque llena de árboles que linda con un llano prado, justo donde estaba la trampa de los rusos.

Su hermano no pierde tiempo abre las vendas improvisadas mientras arroja algo de su sangre a las bestias; sin dejar duda alguna corre junto a su hermana quien van lanzando disparos, pero no a puntos exactos si no a las patas de los animales lo suficiente para desangrarlos y romperles los ligamentos, aunque más nada para que no sientan el dolor cuando lleguen a la trampa de alambras y fosos.

por **Jaelyn Sheridan** Dom Jun 05, 2016 10:17 am

Cazadores, hay demasiados cazadores esta noche. Hay algo especial esta noche, alzo salvaje atrayente, más que aquella doncella de plata que cautiva y enloquece a esa bola de humanos maldecidos por esa dama fría y sin corazón llamada Luna –Te la debo hermosa– grito para que me escuche la chica –Trabajo sola– y sin mas me voy contra cuanto licántropo se me cruza.

La verdad no trabajo sola, cuando salgo acompañada es por mis hermanos, pero solo con ellos logro hacer equipo y con mi viejo y ebrio maestro. Un hombre enorme apestoso y ebrio, muy macho y brabucón pero buena gente, aunque siempre se quejaba de todo… divago un poco en mis recuerdos mientras me limpio la sangre del rostro y silbo llamando la atención de otros tres, estos se can contra de mi sin pensárselo detrás de una cueva. No me gusta usar las bombas de plata, estas dejan cerios traumas a los pobres animales. Están hechas con polvo de plata, que los podridos en dinero usan para dar un toque brilloso a sus cabellos plateados mientras que yo lo uso pata matar lobos. Me ajusto la mascara y dejo explotar la bomba esparciendo polvo y dejando moribundos a los tres lobos.

Son darme cuenta estoy junto al equipo disparejo de 4 nuevamente distrayéndome por un momento un lobo me embiste quedando a milímetros de una buena mordida, de esa no hubiera salido con vida de no ser por las cuchillas instaladas en mis botas que ahora están enterradas en el tórax del ex hombre lobo. Me lo quito de encima y con agilidad me pongo de pie de un brinco rebotando contra el enorme hombre que tengo frente a mi –OH carajo… que no vees que…– me le quedo mirando mientras brama cual enorme oso enojado quien sabe que tanto en Gaélico … espera ¿Gaélico?... lo miro… parpadeo y –NO PUEDO CREERLO– grito brincándole encima, sosteniéndome de él como uno de esos animalitos llamados koalas –Connor, soy yo– sonrió de oreja a oreja subiéndome la mascara dejando ver mi rostro y mis enormes ojos azules llenos de felicidad –Jaelyn, hermana de William y James– sonrío girándome un momento arrojando dos dagas q se clavan en los cerebros de los jóvenes licántropo que estaban a punto de llegar a nosotros. A fuerza me tiene que reconocer, me siento como un pavorreal al recordar que fui una de sus alumnas más difíciles pero más terca, hábil y ágil que ha enseñado.

por **C. Aiden MacIntyre** Vie Jul 01, 2016 9:00 pm

–Que demonios– el infierno realmente se había desatado en aquel lugar, gritos, gruñidos, sangre se podía apreciar por todo el campo de batalla, uno que ya estaba siendo consumido por los demás cazadores ¿Y yo?, que pendejo me quedé viendo todo sin actuar, a la madre. Corro por el lugar guardando el arma sacando solo dos cuchillos que tomo por la empuñadura con los filos hacia abajo, justo en el momento que una bestia de dos patas se aparece frente a mi a unos dos metros.

Sé que puedo romperle el cuello sin mucho esfuerzo así que me lanzo a él clavándole uno de los cuchillos en el hombro, la bestia pega tremendo grito justo cuando mi puño impacta su mandíbula –Eso es todo lo que puedes hacer cabrón– escupo al suelo riéndome dando piñas y golpes al lobo que solo me gruñe peor no me ataca ¿por qué? Oh joder, tenía que llevarme a donde están otros, una maldita trampa. Me rio realmente no era tan bruta aquella bestia, pero tampoco soy uno para no saber qué hacer.

Lanzándome contra aquella bestia clavo el segundo cuchillo rajándole todo el abdomen hasta la garganta pero sus garras lograron clavarse en mi espalda rasgándola igualmente, que dolor tan rico se podía sentir, unos centímetros más y su corazón es partido a la mitad al igual que sus brazo que lo agarro en las manos arrancándolo del cuerpo para llamar a los otros lobos, pero algo no conté, una explosión que alteró a todos, incluso a mis oídos que apenas llegaba la audición, solo vie a una morena pasar junto a otro escuálido que estaba herido y los atraía con su sangre, el jefe peleando bien medido con otra bestia y el vago eso ¿Dónde mierdas estaba? ¿ya lo habrán matado? ¡Qué gran favor y yo que iba a hacerlo pasar como accidente! Rio hasta que unas manos me agarran de los huevos desprevenidos.

Una mujer me tenía sostenido, no le golpee pero tenía ganas de hacerlo hasta que la melena roja y esa voz se hacía más fuerte –¿Qué dijiste?– me limpio los oídos moviendo la cabeza –¿Jaelyn? Quien vergas es Jaelyn– claro que la reconocía y solo lo hacía por ver ese rostro cabreado por “olvidarme” de ella, la empujo dándole una palmada en la espalda –Claro que te recuerdo mujer, ya no eres una niña, ya estas hecha una mujer como para que te den una visita ¿te la visitan?– rio, ni con las mujeres puedo ser decente, pero ella no era una mujer era una ex estudiante que tuve, quizás por eso me aventuré a pedirle ello –Hay que unirnos al grupo o seremos comida pronto, nuestras armas y puños no serán suficiente, además de que hay otros cazadores que rondan por aquí, como esa morena y su escuálido hermano, es tu amiga, la conoces, sabes su dirección– la invito a formar parte del grupo al menos, sé que le jefe no se molestará porque las bajas que tuvo el escuadrón son muchas. Ineptos, pero con Jae y yo será suficiente, aunque si se une la morena podría ser también buena.

por **Alekshandro Del Piero** Jue Jul 14, 2016 7:56 pm

Solo se sentó a beber sobre aquel peñasco donde la luz de la luna iluminaba más fuerte, sus ojos se fiaban en la gran llanura donde los lobos estaban siendo masacrados al igual que otros humanos que se veían como cazadores. La sonrisa que mostró llena de la autosuficiencia es acompañada por un estruendoso aullido que estaba tan cerca de aquel que solo alzaba la botella de hidromiel acercándose quedando a la espalda de él gruñéndole como si le hablara.

Para Del Piero aquello había sido una amenaza por parte de su ¿colega?, exacto, la bestia que gruñía tras él era un amigo del cazador y juntos habían ideado aquel plan para atraer victimas por un bajo costo (realmente era alto para ambos), todo para garantizar su alianza. Del Piero se alejó de su asiento de primera fila de aquella obra de teatro que se estaba montando, con mala gana bajó de ahí dispuesto a comandar el ejército de lobos. Los huesos se truenan antes de entrar al campo de batalla.

—Reúnelos a todos antes de que salgan de la parte boscosa, o terminarán tus hermanos como ese, sin corazón y sin cabeza— susurra adentrándose a la oscuridad de aquella cueva para poder descender entre los laberintos al infierno mismo. Al salir al campo de batalla saca del interior de su chaqueta una bolsa con almendras; la seriedad de su rostro solo refleja la apacibilidad y el misterio que está por desentrañar, así como la locura que se mezclara con la sangre.

Vislumbra a la pareja acercándose a interrumpir su encuentro “amoroso”, los lobos se repliegan en la retirada hasta los árboles ocultándose con la ayuda de una bruja, que es otra contratada. El aplauso en eco que se produce ante la mirada de todos los presentes, o pocos que quedan en pie —Por qué no se van a follar cuando terminen de asesinarlos, sería mejor que hacerlo aquí, incluso podría recomendarles mejores lugares de este bosque para que hagan realidad su fantasías eróticas— el arma brillaba en su cintura momento en el que la toma en su mano para dejar un disparo en la frente a uno de los jóvenes cazadores que estaba por matar a un lobo.

—Lo siento pero no puedo dejar que los maten a todos— Con guiño y un fuerte silbido los aullidos más fuertes del grupo comienzan a escucharse por todo el lugar, rodeándolos lentamente. Los lobos más fuertes estaban por aparecer junto a su comandante.

por **Nikolai E. Kozlov** Lun Jul 25, 2016 7:36 pm

Un golpe que bloque pero no evito que me mandara a bolar. Cuando aterrize en el fondo, hubo un mojado sonido asqueroso como si alguna fuerza me golpeara a través del estómago. Miró boquiabierta con incomprensión al afilado tocón que salía del cuerpo del enorme lycan. No... no... no puede ser. Mientras el dolor disminuía a solo una fría sensación de presión interior. Con cada respiración, la sangre burbujeaba de su boca goteaba por su cara a la nieve, tan suavemente como sus lágrimas. Ella sabia mucho mas, se le miraba completamente aturdida, mirando fijamente al cielo, escuchó mientras la bestia se apresuraba hacia ella lo más rápido que podía, como si oliera la sangre. Antes de que pudiera alcanzar a Mariah, reconoció que ya no estarían solas y ella no seguiría respirando por mucho mas tiempo.

–Tranquila, descansa– susurre intentando ofrecerle un poco de consuelo, mi voz contra la boca sangrienta de Mariah. Inmediatamente, ella percibió la debilidad de su corazón. Los pulmones cesaron su labor y la máscara de dolor de su cara se aflojó desenterraba mi cuchilla de u moribundo cuerpo. Deje el cuerpo sin vida de la que alguna vez fue mi compañera de caza y cama. Serré los ojos de la mujer y en un acto casi mecánico y premeditado di media vuelta apoyándome del hombre lobo saltándole al subir en la espalda. Una vez sobre el ahogue y razque su garganta con el cable de plata que tenia entre las manos para poder matarle –Muere– una vez que deje de percibir sus signos vitales esenciales limpie el sudor de mi frente y corrí al lugar a donde estaba MacIntyre y la pelirroja vestida de cuero. Le silve y ella me devolvió la mirada con una extraña sonrisa en los labios –¿El jefe?– pregunte agitado desgarrándole la mandíbula a uno de los lycan con los que peleaban. Esto no era una simple salida a aullarle a la luna. Aquí había algo mas peligroso.

por **Dante Jarosław** Mar Ago 30, 2016 11:04 pm

Que mierdas había pasado en todo ese lugar, al parecer la cacería se volvió contra de los humanos que eran los te que terminaban en el suelo desangrados y esos bastardos lobos muy poco de ellos terminaban con los hocicos destruidos ¿Cómo demonios pasó todo ello? ¿Qué salió mal?, ahí había algo que no era del conocimiento de aquel grupo de cazadores y al parecer a su líder eso lo estaba cabreando más de la cuenta al punto de tener un rostro de pocos amigos.

Iba sangrando de regreso a donde la mayoría de su equipo, por no decir todo, había sido dado de baja en cuestión de segundos; a lo lejos observó que aún había cazadores que quedaban de pie, algunos dando de tajo a los lobos y otros simplemente reagrupándose, pero ¡esperen! No todos eran de su grupo, habían dos mujeres y sus bastardos engendros y uno nuevo más, aunque también observó a otro que se movía acercándose a ellos.

Corriendo aun con el dolor de su cuerpo fue a donde estaba su mano derecha, aquel cazador que es diestro en la armas, cuando gritó se acercó por detrás dándole un golpe en el nuca –El jefe estaba fallándose a unas chiquitas allá atrás mientras ustedes terminaban su concurso de meadas, para ver quien sacaba más lobos– el sarcasmo que emplea solo es para ocultar el resto de su furia por la pérdida de su equipo, armar otro costará mucho –Dime que mierdas pasó aquí, porque están casi todos muertos o así como estos de aquí– señala al suelo furioso –Que pasó con nuestra puta estrategia Nikolai, esto nos hace quedar mal, con los calzones abajo y expuestos, y ahora al parecer hay nuevos integrantes– mira a todos los que se han agrupado ahí cerca – Y además tenemos un invitado cabrón que nadie notificó, ¿alguien le conoce?– mira a Connor y a la pelirroja con una ceja enarcada

Estaba tan furioso que una vena cerca de su sien comenzaba a palpitar, eso y que estaba lleno de sangre de lobo hasta los calzones.

por **Isak & Tara Mirković** Mar Sep 20, 2016 10:45 pm

Sudor y sangre era lo que quedaba en aquel campo de batalla, algo que alegraba a los gemelos; la pelinegra terminaba por arrancar la cabeza a un lobo que rodaba por el suelo de aquel bosque hasta terminar convertido en un humano y su hermano en cambio oprimía el gatillo con flechas envenenadas. Ambos llevando al resto a aquella trampa, los dos trabajaban en conjunto.

Los ojos de Isak se clavaron en la pelirroja que montaba sobre otro tipejo como si fuera su amante de turno; chasqueo la lengua viendo a otro lado asqueado por la escena de amor, aunque su enojo era por la llegada del otro tipo, esperaba que su hermana al menos pudiera haberlo visto. Miró a un lado y ahora había un grupo mayor pero entre todos su hermana no estaba eso lo alarmaba completamente vio entre los cuerpos caídos pero no había señal de la melena negra de su hermana –Espero que al menos haya tenido una muerte decente y haya muerto con mucho dolor– la detonación de un arma se escucha a lo lejos así como el rozar de la bala contra los cabellos negros de Isak que se asustó estando alerta ante esa amenaza. Más que nada con las palabras del supuesto líder –Para dolor ya lo eres tu cabrón– Tara aparece cansada mirando a todos con desprecio y cara de pocos amigos.

–No se quienes sean ustedes y no me interesa intimar con ninguno de los aquí presente, aunque solo con una persona lo haría–mira a la pelirroja relamiéndose los labios. Se acerca al líder mirándole desafiante a los ojos –Somos los gemelos rusos, y esta es nuestra cacería para la que se nos contrató y si no fuera molestia saquen sus traseros inútiles de aquí o les meteré una bala a todos– sonríe amablemente pero se notaba la furia que llevaba más que nada al haber oído a aquel bastardo traidor que ahora estaba con los lobos.

Por otro Isak se acercó a la pelirroja tomándole del cabello para olerle ese cabello tan liso tirándole un poco para luego alejarse hasta estar tras su hermana –Por lo que veo a todos nos pagaron para estar aquí hoy, así que ¿Por qué no hacemos un nuevo grupo señor líder? No me odies hermanita pero me has dado un balazo en el brazo y así no podre sujetar con tanta fuerza las trampas. Nosotros nos especializamos en hacer trampas en el terreno y atacar de manera conjunta ¿y ustedes? Ah por cierto la fiera de aquí es mi hermana Tara y yo Isak, somos los Mirković, mucho gusto – extiende la mano al líder de aquellos sujetos mirando al de contextura delgada y al fortachón, sonriéndoles como si fueran camaradas, aunque su hermana simplemente les mira con mala cara viendo solo a la pelirroja a la que si le sonríe aunque con otras intenciones.

por **Alekshandro Del Piero** Vie Oct 14, 2016 11:41 pm

—Pero, que bonito mira a todos los tortolos reunidos…auuuuw se ven tan tiernos. Mátalos, a todos—

Las sombras devoró su rastro y la niebla se espesó más que antes, ahora no había marcha atrás. Los aullidos eran más fuertes que antes así como el sonido de las pisadas más estridentes; la guerra estaba por comenzar y los soldados se estaban alistando.

—Querida, lleva a tus niños de ese lado que lleven a esos entrometidos al punto, y diles que será la cena prometida, pero sin matarlos que los dejen inconscientes para luego ya sabes ponernos todos a jugar. HEY NO TOQUES ESO PERRO APESTOSO—

Conforme avanza la noche los planes van cambiando, lo único que no se altera es aquel que ha movido los hilos desde el comienzo, aquel hombre que disfruta de las vistas desde aquel lugar, tan alto pero cerca de los demás cazadores, acompañado de aquella bruja que controla a los licántropos. Nuevamente el aullido a petición de ese ser, dos más, y sigue aumentando de cada uno de los enemigos, los troncos de los árboles son derribados del flanco este triturados por las patas de aquellos enormes y peludos seres

—Si esto sale bien, dejaré que follen a cualquier lobita del lugar, les doy mi palabra de honor— susurra sonriendo con toda la frivolidad que caracteriza a aquel cazador.

La razón de ello, era el pago que recibió por desaparecer a los mejores cazadores de la región y entre la lista dada estaban aquellos nombres, ahora solo debía esperar el próximo movimiento de ellos. Aquel juego le estaba divirtiendo demasiado como para dejarlos ir tan rápido, y sin importar arriesgar varios elementos.

Aun la luna seguía en alto alumbrando con todo su poder junto al llamado de sus hijos no dejaban de aullar fuertemente.

por **Nikolai E. Kozlov** Sáb Nov 05, 2016 9:33 pm

Cuando menos me lo esperaba zorrajales un zape bien plantado en la mera cabezota, ese era el jefe –Hombre que yo solo pregunte por…– le miro, esta lastimado. Todos estamos jodidos, el más que yo, yo más que el monstro enorme que es MacIntyre, pero la chica pelirroja que trae ese antifaz y la deliciosa ropa de cuero roja entallada delineando lo rica que esta la maldita condenada… ella no tiene ni un rasguño, ella parece que a comenzado a pelear hace solo unos cuantos minutos, no se ve exaltada ni cansada como nosotros y no creo que sea eso. –… por usted. ¡Que vergas Dante! tu follandote a una puta y a nosotros nos están dando por el culo esta bola de putos lobos– limpio en mi pantalón la espada que cargo con la mano derecho y recargo las dos pistolas que aun me quedan. –Paso lo que ves– señala –O alguien nos traiciono o escoges muy malos trabajos.– mientras mira a la pelirroja. –Ahorita nos sirve la pelirroja, y parece que la conoce Connor así que con las bajas que hemos tenido no estamos como para ponernos mimosos– me quede callado. Los otros perros están a punto de comenzar a ladrar y les hago callar nuevamente. Esto esta mas que jodidamente puteado, si no pienso en algo vamos a terminar igual que la preciosa puta de enormes tetas que esta a metros de mi.

Se escuchan las detonaciones de balas, los gruidos de los lobos. La batalla no va ni en lo mas mínimo para el final. Si no nos apresuramos esta noche será muy larga.

Los gemelos hacen su acto de presencia. Pero seguimos sin saber quien mierdas es la pelirroja. Los aullidos eran más fuertes que antes así como el sonido de las pisadas más estridentes; la guerra estaba por comenzar y los soldados se estaban alistando. Todos nos ponemos en guardia. Miro a mi alrededor, todos los lobos se reagrupan, esto no es cosa de ellos Los aullidos eran más fuertes que antes así como el sonido de las pisadas más estridentes; la guerra estaba por comenzar y los soldados se estaban alistando. –Alguien les manipula– suelto moviendo la cabeza para que dante me capte y mire discretamente a lo lejos de lado derecho –Conozco este tipo de situaciones, alguien nos quiere muertos– afirmo apuntando a dos lobos a la vez dando en el punto –Matare al puto que nos contrato al amanecer– afirmo rellenando las pistolas.

por **Jaelyn Sheridan** Sáb Nov 05, 2016 9:53 pm

Me distraigo realmente por la alegría de encontrar al bárbaro brabucón este que tuve por maestro cuando de la nada me jalan del cabello –Hijo de puta– suelto en un perfecto ruso, me suelta y en verdad que va a rogar a dios no haberme tocado. Me giro y con el puño cerrado me le voy encima, un golpe directo a la nariz que lo atonta y en un ágil y rápido movimiento le suelto una patada que lo tira una –No me vuelvas a tocar si aun quieres mantener tus bolas y la verga en el lugar que te cuelgan. – agrego en el mismo idioma amenazo poniéndome encima de el aprisionando sus brazos con mis rodillas, tiro del cabello del bastardo con la diestra y con la gemela apunto furiosa a su garganta. Le doy un codazo y me pongo de pie dirigiéndome a aquel que es el Jefe. –Soy Jaelyn Sheridan– miro a aquel cazador mas delgado –Y no necesito que nadie me cuide o hacer equipo con cualquiera de ustedes. Cazo sola y por diversión no como ustedes, yo no necesito dinero– sonríe divertida mirando a Connor que sabe a la perfección mi secreto –Si quieren mi ayuda se se metan en mi camino.– miro al tipejo que me a jalado el cabello y a la chica llamada Tara –Y tu hermosa, creeme no soy tu tipo– me trueno el cuello y miro a mi alrededor esuchando lo que ha dicho aquel sin nombre, el vago –No es un vampiro, ninguno tiene el suficiente poder para mover tantos chuchos, o es un lycan muy viejo o un hechicero nigromante guiado por alquien que conce esta profesión– esta pinche boca brabucona. Dios mio. A ver si no termino muerta.
La verdad no trabajo sola, cuando salgo acompañada es por mis hermanos, pero solo con ellos logro hacer equipo y con mi viejo y ebrio maestro, me limpio la sangre del rostro y silbo llamando la atención de otros tres lobos –Ya estuvo princesas, ¿Vinieron a matar o a mearse del miedo?– estos se van contra de nosotros, sin pensársemelo lanzo una bombas de plata, estas dejan cerios traumas a los pobres animales. Están hechas con polvo de plata, que los podridos en dinero usan para dar un toque brilloso a sus cabellos plateados mientras que yo lo uso pata matar lobos. Me ajusto la mascara y dejo explotar la bomba esparciendo polvo y dejando moribundos a los tres enormes lobos que no se dan por vencidos y se van en contra de nosotros. Estos minimo son lobos beta.

por **Alekshandro Del Piero** Lun Nov 14, 2016 9:12 pm

—¿Qué lindos se ven todos?, acábalos, envía la primera según ola, usen las garras cortando los árboles para separarlos, llévenlos para acá, a medio camino que vayan los otros, ellos usarán su habilidad de aullido para aturdirlos, quiero que griten y les rompan esos tímpanos hasta más no poder, déjenlos lo suficientemente atontados para que los aten y lo lleven al jefe ¿comprendiste o te lo grafico?—

Truena su mandíbula adentrándose más a la oscuridad llegando a donde el hombre (lobo, para ser exactos) estaba encerrado a petición (contrato con el cazador), quien le mira a los ojos sonriéndole al lanzarle un pedazo e carne, una pierna de venado recién cortada

—Están por llegar aquí, está la pelirroja que dijiste que ha arrancado corazones a tus hijos, están los hermanos raros y un trio de soquetes que no sé para que los quieres si con la pelirroja y la morena basta y sobra, pero bueno tu eres el que pagó por todo—

Con un gruñido y con Alek regresando por donde vino para comenzar su parte, su espada y su pistola listas y cargadas con ansias de ejecutar para lo que se le encargo

—No te preocupes no los mataré pero haré que vayan directo hasta aquí vivos o medio aunque sea, si no puedo a las buenas usaré las habilidades de tus soldados para ello— susurra regresando a su gran vista donde los ve reunidos preparándose para pelear, así como sus primeros soldados corren en círculos rodeándolos acorde al plan, la bruja que les acompaña está con ellos oculta entre uno de los árboles, alza la vista viendo al cazador que le lanza una moneda de plata a la luna como señal.

El ambiente comienza a cambiar drásticamente, la niebla comenzó a expandirse en medio de la pelea y los cuerpos muertos de los lobos recién convertidos, la sangre y tripas de ellos regadas por el suelo hace que retrocedan los otros manteniéndose al plan, mejor dicho a las latigazos de aquella bruja que suelta una risotada mientras inunda más el lugar con su niebla y los lobos comienzan a cortar con sus zarpas los árboles dejando oír como caen estos contra los cazadores.

Nueva batalla estaba comenzando, con nuevo plan, separarlos completamente.

por **Dante Jarosław** Vie Dic 30, 2016 10:37 pm

Cada uno hablaba y hablaba de manera que la paciencia de aquel que estaba parado ahí en medio de la nueva “adquisición de grupo” que solo le estaban dando un dolor en los huevos que estaba hinchándole tanto como para rascárselos y sacar a apuntar a cada uno de ellos pero necesitaba a su grupo de mercenarios y los otros tres, bueno aunque agregados cada uno tenía su especialidad y podrían ser útiles pero antes, antes tenía que formar ese grupo nuevo y eso era un dolor no solo de huevos si no de culo.

Se acercó hasta su mano derecha quitándole el arma –Si y la muy puta se puso tan caliente que me tiro todo su jugo encima mientras se corría por eso estoy así de sudado, cabrón– con el arma en su mano pegó dos tiros al cielo tomando la atención de todos los invitados al baile –Al parecer aquí todos fuimos tomados de los huevos y tetas para ustedes señoritas, eso nos hace ver mal, muy mal a todos nosotros que somos cazadores– apuntó con el arma a los gemelos rusos –Ustedes dos, más les vale tener sus manos quietas o quien les cortará todo seré yo, y morena estás muy buena como para que te mate así que es mejor que te domes o te domo a mi manera– apunta a la pelirroja – Aquí nadie vino a mearse de miedo y quien da las ordenes niña, soy yo– se acerca a la mujer y suelta una risotada –No puede ser, bien, quien toque a la pelirroja está muerto, no es así princesita– con ese último hace referencia al título de la mujer dentro de la nobleza, apunta a sus dos hombres –Nikolai y Connor ustedes son los dos únicos que quedan del grupo, por lo tanto…ESPERABA MÁS DE USTEDES MALDITOS PUTOS CABRONES ESTAN QUE ME VAN A REVENTAR LOS HUEVOS POR SU CULPA Y NO CONTROLAR A ESTOS NUEVOS cuando regresemos los voy a poner al sol a que estén con las armas atadas a las manos y enterrados la mitad del cuerpo en tierra– se aclaró la voz sonriendo al resto.

De pronto todo cambió, el lugar estaba sufriendo cambios con una niebla densa y los aullidos más cercas y otros lejos –Bien, no tenemos de otra, haremos grupo nosotros seis, primero que nada ya conocemos a los locos rusos, la pelirroja y nosotros tres también, soy Dante el líder del grupo y por lo tanto el que da las órdenes, primero, hay que deshacernos de la bruja, es su camuflaje, para ellos, ustedes dos los rusos son buenos trepando ¿Verdad? Bien, van desde los aires, pelirroja tu eres buena corriendo, tú serás primera línea con el grandote de Connor, Nikolai tu y yo somos buenos disparando así que seremos los de segunda línea, los rusos usarán las ballestas para disparar desde las alturas ¿alguna objeción? Por cierto, alguien conoce a ese cabrón cualquier dato será bueno, sea quien sea él nos conoce a todos y nos tiene de las pelotas a todos, la cosa es ¿Qué demonios quiere?– se acercó a uno de los cuerpos de sus compañeros quitándole el arma para revisar las balas, va a otros esculcándole por armas y cuchillas mirando alrededor de él que la niebla se detenía en el linde de los árboles.

No le gustaba para nada ello, le sonaba a una trampa pero no tenía otra opción si quería capturar a la cabeza de la serpiente y matarla, sobre todo a aquel cabrón.

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