Love is in the forest... [Kenneth] {+18}

Caminando en la oscuridad de la noche, solo iluminada levemente por las estrellas y el plateado candor de la luna creciente, Brandon Amnell se dirigía con paso seguro hacia su destino. Durante la fiesta que hubo unos días atrás, el joven inglés estuvo hablando con otro hombre. Apenas podía verlo, pues el antifaz, la peluca y el disfraz en sí tapaban casi la totalidad de aquel hombre.

Había ofrecido sus servicios durante la fiesta. Solo prostitutos y prostitutas de lujo del burdel para la crème de la crème. No obstante, ese hombre, ese misterioso tras la máscara, había citado al Amnell varias veces a solas. No había pasado nada. Solo charlas en la oscuridad, en los barrios más bajos de París, en casas abandonadas y mostrando su rostro, pero sin recibir la imagen de la de su compañero. Ni siquiera sabía su nombre.

Aquella noche, el londinense tenía la esperanza de verlo por fin. Si bien parecía un hombre importante, a Brandon le extrañaba que aún no le hubiera dicho quién era. Ni siquiera le dio un nombre falso, solo se limitaron a hablar y entablar una amistad que, pese a ser corta y de pocos días, había sido bastante intensa.

A cada paso que daba, Brandon estaba más nervioso. Le sudaban las manos y sentía como que, en parte, lo que hacía no era correcto. Había faltado al burdel aquella noche para poder encontrarse con ese “cliente” que nunca le había pagado… aunque los momentos de charla habían sido suficiente pago, pues era agradable, simpático y risueño.

Sí que sabía una cosa: era de su misma tierra. Lo había notado desde la misma fiesta, donde su francés era, sin lugar a dudas, influenciado por el inglés, la misma lengua madre que la de Brandon. Eso facilitó mucho las cosas, pues Brandon echaba de menos su patria, y el hecho de que su compañero hablara la misma lengua, lo hacía sentir encajado.

Llegó al sitio en el que habían quedado. Una pequeña cabaña abandonada en mitad del bosque, probablemente de algún cazador que en el pasado la dejara por la falta de presas. Llevaba varios años abandonada, y eso se podía observar en el polvo que había en los objetos y en el mal estado de las sillas o los estantes.

Cogió un trapo y limpió las sillas y la mesa. Después, puso una vela en el centro y una rosa que había llevado previamente. Siendo sincero, Brandon habría dicho que el desconocido no lo quería para acostarse con él, o habría ido al burdel, donde la intimidad de la gente era tan respetada como en mitad del bosque. Aunque el inglés no quería hacerse ningún tipo de ilusión. Lo que tuviera que ser, sería.

Observó el cielo desde la ventana, que estaba parcialmente tapada por tablones de madera. Algunos se habían podrido y se habían caído de forma natural, y otro quitó Brandon para poder observar mejor el firmamento, que estaba entrecortado por la sombra de los árboles. El viento movía las hojas con timidez, y los huecos que había en la cabaña formaban un susurro apenas imperceptible. Brandon tomó aire. Una. Dos. Tres veces. Sus manos temblaban.

Había hecho eso de quedar con hombres y mujeres cientos de veces, pero aquello era distinto. Incluso podría ser un inquisidor, y podía meterse en problemas… pero se quedó ahí, esperando, observando por la ventana y a la puerta de forma intermitente, esperando la llegada del hombre que conoció en aquella fiesta. Ese hombre con el que había quedado dos noches hasta el amanecer y cuyo rostro aún no había visto. Ese hombre que ansiaba conocer con todo su corazón.

Estaba discutiendo con su madre una vez mas sobre las razón por la cual todavia no sea a casado cono una doncella, ella sabia que todo era mentira y que este le ocultaba algo pero Kenneth seguía firme en su palabra de que desea disfrutar un poco mas de su soltería antes de entrar en un hogar a formar familia y tener mas responsabilidades sobre sus hombros. Este al ver que su madre salia de su habitación furiosa una vez mas, este no le daba mucha importancia puesto tenia otras cosas mejores en mente que ponerse triste por que su madre desea tener nietos y alguien que siga el apellido de la familia.

Al ver que su madre no había regresado como siempre hacia para continuar discutiendo esa fue la señal de que ella se fue a descansar y sera su momento para salir a escondidas de su gran mansión. Este tomo una de sus ropas puesto era momento de ser sincero con le hombre que se había citado en el bosque luego de conversar, este no le había visto el rostro pero por la forma de hablar de este se notaba que era alguien interesante.

Había llegado el momento de poder verlo y esto le llenaba de nervios puesto había pensado que podría ser una trampa de su madre, que por sin se ha dado cuenta de que a este no le van las mujeres. Esa era la peor de las cosas que podrían pasarle por que si su madre se entera lo casa con la primera mujer que aparezca en su camino, pero sobre todo lo haría alejarse de los hombre y lo mantendría vigilado todo el tiempo para que no pudiera escaparse nunca mas.

Como siempre tome mi carruaje para que mi cómplice me llevara al bosque donde se había citado para verte esta noche, pero ahora seria sin mascaras y se pondrán ver la cara uno al otro. Este no dejaba de pensar como seria el rostro del ingles con el cual se ha llevado tan bien en estos últimos días, los nervios hacían que el corazón de este se acelerase considerable mente y eso era extraño por que muy pocas veces se sentía de esa manera por ver a alguien.

Ya el carruaje lo dejo en una de las entradas del bosque para que este se hiciera paso en la oscuridad para llegar a la casa abandonada donde podría verse con el hombre misterioso, este mira una vez mas a su chófer para que lo espere en ese lugar sin moverse puesto si pasaba algo y tenia que salir corriendo tenia que tener la seguridad de que tendrá un transporte que lo ayudara a escapar si las cosas no salen como espera que salgan.

Mientras iba caminando por el bosque cada vez estaba mas que nervioso de este encuentro que no sabe de que forma terminara pero desea que sea de buena forma, por la forma tan fácil que ha podido conectar con este hombre le hace pensar que las cosas pueden ir bien entre los dos. Pero una parte de el tiene miedo de que sea una trampa, podría pasarle algo peor que sea su madre ya que si la iglesia lo supiera no viviría mucho tiempo.

Llego por fin al lugar indicado el cual estaba un poco iluminado y se podía ver un hombre desde la ventana, así que como ve la puerta media abierta avanza rápida mente para entrar al lugar. Cuando este lo hace ve al hombre de espaldas, una mesa con una una flor en ella, dos sillas y nada mas. Eso le hace ver que no es una trampa y comienza a sentirse mas tranquilo de la cuenta, puesto podrá pasar un tiempo cara a cara con el hombre que ha ocupado sus pensamientos desde que lo conoció.

- Buenas noches.- Le dije al hombre para que este se voltee y por fin ver su cara sin nada de mascaras, solo el al natural.

Brandon estaba tan ensimismado observando la grandeza del firmamento, que no se dio cuenta cuando alguien abrió la puerta despacio. El viento ahogado por los árboles formaba pequeños silbidos, y las hojas de los árboles se movían algo más fuerte que antes, haciendo que su rumor se extendiera por el vasto y oscuro bosque.

Dio un pequeño respingo cuando alguien le habló. Giró la cara para observarlo. La visión le ofreció a un muchacho joven y de muy buen ver, de ojos claros y pelo negro. Brandon sonrió. Era más guapo de lo que había pensado. Sonrió y se acercó a él con la mano extendida.

—Hola. Me llamo Brandon Amnell —cogió la mano del muchacho — ¿y usted, Monsieur?

Se quedó un momento observándolo, agarrado aún de la mano del joven, perdiéndose en la profundidad de esos ojos azules. Sonrió con timidez. Él era un prostituto. Un joven que vendía su cuerpo por dinero y con el que podían hacer cualquier cosa que deseara el cliente. Pero eso era distinto, y ambos lo sabían.

—Encantado —dijo él al escuchar el nombre del muchacho.

Recogió la rosa que había dejado encima de la mesa y la puso entre ambos. Después, con una sonrisa, se la entregó a su acompañante mientras lo miraba a los ojos. Aún seguía algo nervioso con aquella situación, pero no podía parar de pensar en la suerte que había tenido… por un momento incluso llegó a pensar que era deforme o algo. Pero no, ahí estaba, uno de los chicos más guapos que nunca había visto.

—Se me ha olvidado traer nada para beber —dijo el inglés con una sonrisa de disculpa —. Lo siento.

Brandon apartó una de las sillas de la mesa y le indicó con su mano que se sentara. Por su parte, se quedó apoyado en la mesa, muy cerca de él, para poder observarlo con detenimiento mientras la sonrisa seguía permanente en sus labios.

—Y bien… ¿por qué estamos aquí exactamente?

El inglés se ruborizó un poco. Le gustaba el chaval… vaya si le gustaba. Pero no sabía qué era lo que el otro quería. No sabía si querría una noche de sexo, una amistad… o cualquier cosa que Brandon no hubiera visto o entendido en sus anteriores quedadas. Por eso lo preguntó abiertamente.

Este hablo antes su entrada al lugar por que estaba seguro de que estaban solo así que no tenia nada que temer hasta ahora, se había ido el mio de que fuera una trampa de su madre para descubrir por que no ha tomado mujer alguna. Por un momento llego a la cabeza del hombre de que puede ser un ladrón que desea robarle y secuestrarlo para sacar todo el dinero que pueda de el, pero este nunca lo vio sin mascara ni sabe quien es por lo que no tendría razón para hacerlo y decide dejar de pensar tanto en cosas negativas para disfrutar el instante de esta con un hombre completa mente a solas.

Cuando el hombre se volteo para veo la sorpresa golpeo de golpe a Kenneth, puesto era un hombre real mente apuesto le que se había dado cita en esta noche junto a el. Este lo miro rápida mente de pies a cabeza para ver que era un hombre simple mente bello, con el cual se puede hacer todo tipo de cosas y saber que sera feliz por tener consigo semejante hombre a su lado.- Un placer,Monsieur Brandon.- Dijo tomando la mano del hombre.- Soy Kenneth Karamakov, Barón de Escocia.- Comente para hacer oficial el encuentro de los dos mirándonos cara a cara, por primera vez y diciendo nuestro nombres también.

Se quede mirándolo fija mente a los ojos mientras este también me miraba, a la verdad estaban aquí como si fuera la primera ve que los dos se conocieran pero ya son conocidos de noche anteriores en la cuales hablaron de cosas como la edad, que hace en la fiesta, cuales son sus gusto sexuales y esas cosas triviales nada forma como el nombre.- Igual mente encantado.- Dijo luego de escuchar la voz masculina y algo seductora del otro, en verdad le gusta lo que veía de este hombre.

De repente el rojo se asomo a sus mejillas al ver que tierna mente el hombre le entrega la flor de la mesa, nadie había hecho un detalle tan dulce por el en tanto tiempo. La tomo mientras lo miraba fija mente a los ojos, dejo de verlo unos segundos para ver la hermosa flor que le habían regalado sin ninguna segunda intención lo cual era maravilloso para el. Que suerte la suya de poder toparse con tan bello hombre en su camino, tantos días pensado como seria y es mejor de lo que se había imaginado antes.- No te preocupes, todo esta bien como esta ahora.- Dijo sincera mente.- No tienes que disculparte.- Dijo sonriendo.

Rápida mente este tomo asiento cuando el hombre se lo ofreció a el, mientras que tomo asiento el otro se quedo muy cerca de el mirándolo como siempre con esa bella mirada que tiene un hermoso rostros para completarlo.- Estamos aquí para vernos sin las mascaras de fiestas y conocernos a fondo el uno al otro.- Comento sincera mente mientras seguía un poco nervioso, puesto tenia mucho tiempo sin poder estar con un hombre a solas y saber que podía pasar cualquier cosa.- Deseo me cuentes todo lo que no me hayas dicho, que crees debo saber de ti y yo haré lo mismo.- Propuso final mente, para hacer la conversación amena.

Al principio, Brandon se quedó ensimismado, observando los labios del joven conforme hablaba, viéndolos formar las palabras que salían de su boca y haciéndolo sonreír. Para hacer honor a la verdad, el hombre era muy hermoso, tanto que Brandon sabía que no necesitaba de nadie como él para obtener a la mujer o al hombre que quisiera. No obstante, allí estaba. El Barón no sabía que él era un prostituto que, a pesar de que antaño ejerció su profesión por necesidad, ahora trabajaba por placer.

—Creo que hará falta más de una noche para responder a lo que me has preguntado —dijo él sonriendo —. Pero sí puedo decirte que mi vida ha sido un poco dura. Yo era el tercer hijo de una familia adinerada, cursé estudios superiores en la Universidad y me dediqué a la abogacía del negocio familiar, una industria de éxito —su mirada seguía posada en el rostro de su joven compañero —. Cuando mis padres murieron, mis hermanos me consideraron un estorbo, así que me llenaron los bolsillos y me mandaron lejos. Cuando se acabó el dinero, trabajaba en lo que podía, incluso pedía limosna en la calle —acarició con sus dedos la mano de Kenneth —. Hasta que, un día, acabé en el prostíbulo para poder salir adelante.

Suspiró un momento, dejando que en la sala reinara un silencio que, por otro lado, no era incómodo del todo. Acogió la mano de Kenneth y entrelazó sus dedos con los de él de forma suave. Brandon sabía que un Barón, un miembro de la nobleza, tal vez no quisiera tener ningún trato con un prostituto del tres al cuarto que podía conseguir por dinero. Cualquiera podía tenerlo por dinero.

La mirada de Brandon se agachó entonces y posó sus ojos azules en las manos entrelazadas. No se arrepentía de la vida que había escogido, y tampoco habría cambiado su destino si alguien se lo hubiera propuesto. Las cosas vinieron de una manera ya escrita, y Brandon saltó los obstáculos como pudo siempre. Él solo. Pero nunca se rindió.

No obstante, en ese momento, se encontraba en un callejón sin salida —al menos era eso lo que él pensaba —, porque precisamente, su forma de vida podía ser juzgada de forma negativa por su compañero. Se armó de valor y volvió a mirarlo a los ojos.

—Si no quieres seguir conociéndome no pasa nada —empezó —. Pero te aseguro que estoy aquí porque quiero, porque no espero ningún tipo de pago… y porque hablar contigo ha sido un bálsamo estas noches atrás. No quiero mentirte, pero tampoco quiero que te sientas incómodo en mi presencia por ser como soy.

Sin poder sostener la mirada del muchacho, y esta vez algo avergonzado, bajó de nuevo la vista y aflojó los lazos que hacían sus manos. Si hubiera sido un cortesano o un hombre del pueblo, no habría problemas. Pero un miembro de Alta Cuna era otro cantar. No obstante, permaneció allí, expectante a lo que el escocés tuviera que decirle.

No sabe mucho de este hombre mas que es muy agradable y lo hace reír como tenia mucho tiempo que no lo hacia con nadie en esta ultimas noche, ademas que cuando termino su historia de hombre de clase alta que termina en un prostíbulo no se sintió mal por el sino que lo envidiaba porque tuvo la oportunidad de elegir.- Tu historia parece un cuento escrito por un dramaturgo, pero a la verdad no me molesta que hagas de profesión ahora la prostitución.- Dije sincera mente.- Te admiro por que no te echaste a morir cuando se acabo el dinero, sino que saliste a flote con lo que la vida te dio para seguir en su juego y muy pocos tiene el valor de tomar grandes decisiones en su vida por el que dirán los demás cosas que creo no te importa mucho por lo que haces.- Comento esperando este no se ofenda por que dijo lo que haces, no fue de mala manera pero puede prestarse a malos entendidos.

Hubo un momento de silencio que ha sido acompañando con las manso entre lazadas de los dos de una forma tierna, lo cual hace que Kenneth se sienta bien con este hombre a pesar que es de la vida alegre como dice mi madre. Ademas que parece un hombre sincero que lo que sea es hacer algo mas que acostarse conmigo para darle un par de monedas de oro, eso en verdad no lo tiene pensado para esta noche pero ese hombre tan hermoso pero a la vez romántico frente de el lo tiene vuelto loco y sin idea.

- No piense que no quiero conocerte Brandon.- Confeso.- Al verdad me encanta que hayas sido sincero conmigo y que no trates de aprovecharte de mi por mi posición con la gran mayoría, para mi también a sido un gran desahogo poder hablar contigo un poco estas noches atrás. Mas que incomodo me siento de lo mas como estando en este lugar contigo, sintiendo tus manos y recibiendo regalos tan hermoso como esta flor que me haz dado.- Comento sincera mente, ademas que al ver cuando este baja su mirada con su mano derecha sube su vista desde su mentón para que choque con la de el.

- Me haces sentir cosas que no me ha pasado con ningún hombre antes, lo cual si me da algo de miedo.- Dijo.- Pero debo decir que se siente muy bien este momento contigo y antes de seguir hablando romántico mente debo agradecer el gesto de tu flor puesto eres el primer hombre que me regala una en toda mi vida.- Dijo sincera mente puesto cono los hombres que había estado antes solo se reunían tenían sexo, le daba su dinero y ni siquiera hablan mucho que se diga como lo ha hecho ultima mente con este que tiene en frente.

Durante un momento, Brandon pensó que lo mismo su atractivo acompañante se iba a levantar, iba a dar media vuelta, e iba a dejarlo allí, a oscuras en esa cabaña abandonada del bosque. Pero no, se quedó y le habló con cariño. Brandon no pudo hacer otra cosa que sonreír en ese momento y observar la flor. No sabía por qué lo había hecho, pero a él le gustaban esos pequeños gestos para con los demás.

—Gracias, Kenneth —musitó Brandon —. No me lo habría esperado de nadie.

Le sonrió con ternura y acarició con su diestra el rostro del joven Barón. Tenía la cara suave y olía bastante bien. Se notaba que era un hombre aseado y que, para aquella noche, había querido estar más que presentable, al igual que Brandon.

Se quedó unos segundos simplemente observándolo, mirando esos preciosos ojos azules que lo tenían hipnotizado, mientras las yemas de sus dedos acariciaban su rostro e iban avanzando poco a poco hasta llegar a su nuca, donde jugueteó con el cabello entre sus dedos, haciendo pequeños masajes circulares.

—Espero que no te enfades por esto… pero tengo ganas de hacerlo —dijo Brandon para, acto seguido, posar sus labios en los de Kenneth. Acarició con suavidad el negro cabello de su nuca con la diestra, mientras tocaba el torso con la siniestra —. Una vez más te pido disculpas.

Simplemente, volvió a sonreír. No había sido un beso obligado, así que no puso ni pasión ni calor, solo dulzura. Después, sus ojos volvieron a posarse en los del escocés.

—Por cierto, tú aún no me has contado nada de tu vida… me llevas una gran ventaja en cuanto a conocimiento —le dedicó una pícara sonrisa de medio lado y cogió la otra silla para sentarse a su lado, muy cerca de él. Tanto que sus piernas se tocaban por encima de la ropa.

Ahora que estaba sentado a su lado y más cómodo, volvió a coger su mano y entrelazó los dedos con los del escocés, mientras sostenía nuevamente su mirada, esperando para escuchar todo lo que Kenneth quisiera contarle, mientras observaba esos labios que pedían ser besados de nuevo, esta vez con pasión.

Estaba mas que deslumbrado por la forma en que este hombre se desenvolvía ante el, dándole a demostrar a Kenneth que lo ultimo en lo que el otro pensaba era en tener dinero sino que estaba interesado en su persona lo cual lo llena de una gran alegría. No se imagino que una persona que ejerce la prostitución fuera así de agradable, había estado cono otros pero ello solo se desnudaban y rápida mente iban por lo que le había pagado hacer. Pero ahora que conoce a Brandon sabe que es muy diferente, por lo que esta mas que contento de poder toparse con el que esta tierno y desinteresado.- No me tienes que agradecer, solo digo la verdad.- Dijo sonriendo.- Ademas aunque no lo creas no pienso como la mayoría de la gente, por eso me dicen el raro.- Comento con sinceridad.

Al terminar de decir sus ultimas palabras comenzó a sentir como este iba tocando su piel la cual en un principio se sintió fría, pero mas luego se volvió cálida mientras seguía deslizándose por su cara. Este como algo un poco atrevido puso sus dos manos sobre su pecho para sentir el calor de su cuerpo, ademas de poder sentir un poco los latidos del corazón de su compañero de esta noche. Lo mas bellos de todo para Ken era que mantenía la mirada fija en Brandon, de una forma tan intima que le parecía hermoso.

- Hazlo no tengo problema con nada que me hagas.- Respondió mientras ve como el hombre se acerca sus labios para besadlo tierna mente, este corresponde el beso mientras siente una gran emoción recorrer todo su ser.- No te tienes que disculpa por algo tan bello, soy yo que debo ser cortes y agradecer que lo hicieras. - Comento mientras seguía mirándolo fija mente y con una gran sonrisa en su rostro.

- Si tienes razón no te he dicho mucho de mi.- Comento mientras se acomoda un poco mas en su asiento, luego de que su acompañante tome su asiento a su lado este lo mira tierna mente mientras sus manos se entrelazan una vez mas.- Bueno te diré que me dieron el titulo de Barón cuando tenia veinte años de edad, osea que solo tengo cinco años ejerciendo mi titulo. Esto paso por que mi padre murió luego de una larga enfermedad y tuve que tomar su lugar, cosa que en verdad detesto solo por una cosa..- Dijo tomando un gran respiro, para seguir hablando sin enojarse.- No tengo la libertad de elegir casi nada para mi, siento que soy un juguete de todo el que tiene una autoridad mayor sobre mi.- Comente mientras me acerco mas a el.- Mi mayor problema es que todavia no me caso, ni he tenido un heredero lo cual me tiene muy presionado por que todos esperan que tome mujer por esposa cuando lo que quiero es tomar un hombre para tenerlo el resto de mi vida.- Comento mientras se acerca a Brandon, para besarle tierna mente.- Un hombre como tu Brandon, creo me puede hacer feliz.- Termino diciendo al terminar su beso mientras recostó su frente con la de el para no despegarse mucho de el, así puede sentir su calor y olor masculino cerca de el.

El inglés no esperaba para nada que lo hubiera aceptado así. De hecho, se sentía en ese momento la mar de a gusto. Se quedó sentado, mirándolo a los ojos mientras escuchaba su historia. Entendía perfectamente lo que significaba la presión, aunque tal vez nunca llegara a entender lo difícil que era llevar esa carga sobre los hombros. De vez en cuando, apretaba con suavidad la mano de Kenneth, para darle fuerza.

Recibió el beso del joven escocés con gusto, cerrando los ojos. No se lo había esperado, pero desde luego no era algo que le disgustara, así que lo correspondió con suavidad y ternura. Acto seguid, dejó la frente posada contra la de su compañero, respirando profundamente y sonriendo.

—No podría pedir más yo tampoco —dijo él —. Y si te soy sincero, tú también me pareces especial, Kenneth.

Ahora fue Brandon quien cogió el rostro del joven con ambas manos para besarlo de nuevo. Esta vez fue menos suave, le imprimió más fuerza al beso, más pasión, pero sin dejar de un lado el romanticismo. Kenneth despertaba en él un sentimiento difícil de describir que, con el tiempo, quien sabía a lo que podía desembocar.

—Eres precioso. Espero que alguien te lo haya dicho alguna vez antes que yo… —sonrió y dio dos piquitos más en sus labios —porque si no lo han hecho, es que están completamente locos.

Brandon volvió a sonreírle con dulzura, mientras con la diestra acariciaba el rostro del joven y con la zurda su pecho, envolviéndolo en un casi abrazo. Sentía el calor del cuerpo de Kenneth tan cerca de él, que lo único que le apetecía era estar así, abrazándolo y besándolo.

Otro en el lugar de Kenneth debía de ver a este hombre como solo un juego mas para poder pasar su tiempo antes de encontrar un mejor partido, a la verdad alguien con su profesión no era digno de estar con alguien en su posición pero eso le importaba poco puesto no era como los demás que se guían de beneficios y estatus para estar con alguien. Este hombre era sincero y bello, que mas podía pedir de este hombre para hacerlo feliz. Ahora estaba viviendo un momento de intimidad con esta persona de una manera que tenia tiempo que no hacia con nadie, eso hacia mas especial a Brandon para Kenneth que esta mas que feliz de poder ver que es alguien bueno que esta a su lado y no un aprovechado mas que solo deseaba tener algo de dinero en su bolsillo.

Este tomo la iniciativa de besadlo por que tenia mucho tiempo que solo deseaba poder hacerlo, así que se lanzo a la aventura de besadlo y sentir esos labios contra los suyos le agrado en gran manera. Al terminar el beso y decirle unas palabras este escucho atenta mente las respuesta de su compañero de esta noche, lo cual le hacia sonreir en gran manera.- Me alegra ver que somos suficiente el uno para el otro, eso es buena señal.- Dijo.- Gracias, en verdad tus palabras hacen que mi corazón se acelere mas de la cuenta y la emoción dentro de mi pecho se alborote mas.- comento sincera mente.

Luego de eso este fue investido por otro beso pero ahora por parte de su compañero, el cual esta lleno de mucha pasión y este correspondió fácil mente la pasión de este por que también la sentía. Dentro de el un fuego se encendía en gran manera y no deseaba mas que pasar la noche completa besando esos ricos labios que ahora están contra los de el, ademas de eso no podía creer la suerte que ha tenido de toparse con un hombre sincero y cariñoso. Finalizado el beso este lo mira fija mente a los ojos, mientras escucha nueva mente lo que este tiene que decirle lo cual lo alegra en gran manera y recibe los dos piquitos en los labios.- Si contamos las mujeres muchas me lo han dicho, pero de los hombres si eres el primero que me lo dice sincera mente y sin segundas intenciones de solo agradarme por el beneficio que pueda darte.- Comento.- Mas que tu físico es la forma en que me haz tratado que me hace estar loco por ti ahora, eres diferente a los demás y eso en verdad me gusta.- Dijo sonriendo mientras siente como sus manos tocan su piel en diferentes parte de su cuerpo, lo cual me hace sonreir y darle un par de piquitos mas.

- Luego de tantas noche sin ver tu rostro, me doy cuenta que tengo la mejor suerte.- Comento sincera mente.- Tenia mucho tiempo buscando un buen compañero que me hiciera compañía y creo eres tu.- Dijo mirándolo fija mente a los ojos, con una sonrisa dibujada en su boca.

Probablemente, aquel momento sería el que cambiara la vida de Brandon tal y como este la conocía. Durante esas noches en las que habían quedado, Kenneth había estado de lo más amable y simpático, y había logrado despertar en él sensaciones que nunca nadie lo había hecho experimentar. No obstante, ahí estaba. Eso que pensó que jamás llegaría, se presentaba en forma de Barón de Escocia. Un gran título para una gran persona.

—Me alegro de que te sientas tan bien conmigo —dijo Brandon con una sonrisa —. Tú a mí también me gustas mucho.

Y, de nuevo, sus labios alcanzaron los suyos para besarlo con la suavidad y la dulzura que el Barón merecía. Después, se quedó prendado de sus ojos mientras hablaba con él. Lo tenía como hechizado, y en parte esa sensación le asustaba. Pero nada comparado con la calidez que empezaba a anidar en su corazón.

—Lo mejor de las máscaras fue que conocimos primero a la persona —dijo Brandon, sonriente —. Y yo también me alegro de haberte podido ver así… tan natural.

Sonrió de forma sincera y lo acarició con mucha suavidad con la yema de sus dedos. Podía sentir la suavidad del pelo negro hacerle cosquillas en su mano, mientras su cuerpo únicamente pedía besar esos jugosos labios.

Durante un momento, se quedó mirando a su compañero, sopesando sus palabras. Si bien era cierto que a él le encantaría tener a una persona de por vida con la que levantarse cada mañana, a la que poder besar y abrazar después de hacer el amor, y con la que acurrucarse y sentirse protegido.

—¿Crees que podremos permanecer juntos? ¿A pesar de todo?

Brandon no lo dejó terminar la respuesta en el acto. Simplemente, se acercó de nuevo a él para besarlo. Lo único que quería esa noche era eso: besar los labios de Kenneth. Sí que tal vez le gustaría que le dijera que sí, que todo iba a estar bien. Que estarían juntos para siempre… pero el inglés empezaba a temer por el título de Kenneth… aparte de la gente, que probablemente algún día acabarían pillándolos.

Sin embargo, cuando se separó de ese beso jugoso, lento y lleno de pasión, lo miró a los ojos. Los de Brandon estaban húmedos por la tensión del ambiente, y se posaban en los azules del escocés, esperando una respuesta.

Tenia miedo de lo que podría pasar luego de estar con este hombre, por que tenia una reputación la cual debe de cuidar así que no sabe como podrá hacer eso posible si esta en los brazos de Brandon. Pero a la verdad mientras mas lo miraba mas le gustaba todo de este hombre, que llena una profesión de placer a los demás pero no puedo juzgarlo por mas que trato por que su forma de ser demuestra que a pesar de todo es un hombre de nobles sentimientos. No había pensado en mucho tiempo el poder estar con un hombre como lo esta ahora con el, ademas pensado en que podría verlo fija mente a escondidas siempre que se pueda y si este así lo deseaba también.

- Me siento en verdad muy feliz de escuchar tus sinceras palabras.- Comento con una gran sonrisa en su rostro, mientras lo miraba fija mente a los ojos.- Es bueno saber que el gusto es mutuo y sincero entre los dos.- Dijo mientras seguía mirándolo, pero también dando mente que menciona mucho la sinceridad por que quiere que todo entre los dos sea de esa manera, sin mentira alguna solo con la mayor claridad que puede haber entres dos personas adultas. Luego comenzó a probar una vez mas los labios de este hombre tan bello que tiene frente de el, que mientras mas lo besa y siente su aroma cerca de el mas se enloquece por el.

- Si tienes razón en ello, las mascaras han sido de gran ayuda para este encuentro entre los dos.- Comento Kenneth sonriente.- Yo también me alegro de verte así de natural, es mucho mejor de lo que me había imaginado en mi mente.- Dijo mientras acaricia el pecho de su acompañante mientras lo miraba por todas parte de su cuerpo para poderlas tener grabada en su memoria para cuando este lejos de el poder recordarlo bien, por que a pesar de pasar la noche juntos al amanecer tendremos que separarnos hasta un próximo encuentro entre los dos en la intimidad de la noche. Luego de unos segundos de caricias este lo mira con algo de sorpresa por la pregunta que este formular, así que cuando iba a decir su respuesta es callado por un beso de su acompañante. Con mucha pasión todos su cara con mis dos manos para sentir esos ricos labios junto a los de el, puesto besaba de una manera tan rica que me volvía cada vez mas loco y eso le daba un poco de miedo por que dicen que así es que las personas se enamoran.

Al final este dejo de besadlo y así este tomo un poco de aire para poder decir su respuesta al hombre frente de el.- Si creo que podemos permanecer juntos a pesar de todo, Brandon.- Dijo mientras toma sus dos manos tierna mente con las de las suyas.- No había conocido hombre como tu, así que ahora que tengo la oportunidad de conocerte no te dejare ir.- le da un ligero beso en los labios, para luego separarse de el para verlo tierna mente mientras sigue tomando sus manos.

La cabeza de Brandon seguía dando vueltas a la dificultad que tendría Kenneth, que era un hombre de alta cuna, para seguir viéndolo. Normalmente, los nobles solo tomaban un par de veces o tres al prostituto, le dejaban una cuantiosa cantidad de dinero y, si te he visto, no me acuerdo. De hecho, los que más generosas propinas dejaban eran los hombres. Así pensaban que su silencio estaba pagado con creces.

Al inglés nunca le importó demasiado quiénes fueran sus clientes. De hecho, tampoco se interesó demasiado por destrozar la vida o la integridad de nadie. Sin embargo, ese hombre parecía diferente. Su rostro no era duro o inflexible. Su mirada se posaba en sus ojos. Sus manos respondían con pequeños apretones mientras que, en la serenidad de la noche, sus sonrisas y sus besos eran las reinantes del lugar.

Empezaba a sentirse algo indefenso, pues a Brandon nunca le había gustado demasiado mostrar sentimientos. Por otro lado, los sentimientos eran algo que estaba completamente fuera de lugar en su trabajo, y desconfiaba de sí mismo ahora, puesto que ese hombre empezaba a romperle todos sus esquemas.

—No va a ser fácil estar juntos toda la vida… —dijo él con suavidad — probablemente, te obliguen a tomar a una mujer en matrimonio para continuar tu linaje. Tendrás hijos y, tal vez, nuestros encuentros empiecen a ser cada vez más escasos… y no me gustaría tenerte lejos de mi vida.

Lo miró con una mezcla de preocupación y cariño. Sabía que, en esas noches, sus sentimientos habían aflorado hacia el enmascarado a paso agigantado. De hecho, sabía que era algo que tenía que haber evitado a toda costa. Pero no pudo frenarlo. Así que, antes de que el joven contestase, Brandon se lanzó a sus labios y lo besó con furia, fuerza y pasión. Soltó las manos de Kenneth y las puso en la nuca del joven, enredando sus dedos en los cabellos del noble, saboreando sus labios con las ganas con las que un lobo devora a su presa.

Gimió suavemente sobre los carnosos labios mientras pegaba su cuerpo más aún. Puso su diestra en la espalda del joven para acercarlo más a él, juntando sus cuerpos a la vez que el beso interminable tomaba un matiz más fiero si cabía, más intenso. Más pasional. No obstante, Brandon se apartó muy levemente, todavía con sus labios rozando los del joven y con la respiración agitada, esperando ahora una respuesta que sería mucho más fácil de asimilar.

Estaba cada vez mas emocionado por lo que estaba pasando entre los dos en estos momentos, este pensaba que se toparía con un hombre que solo buscaba algo de dinero fácil y aprovecharse de su alto rango para esta a su lado lo cual no ha pasado para nada. A la verdad todo era mejor de lo que esperaba, Kenneth esta ya hablando de pasar su vida con el cuando tenia minutos de verle la cara puesto a pesar de conversar una que otras veces a escondidas pensaba que el hombre solo estaba esperando este momento para conseguir una gran cantidad de dinero y nada mas.

Brandon tiene todo lo que Kenneth había esperado tener por mucho tiempo de un hombre, así que trata de no arruinar nada del momento y trata de que sus palabras sean las mas claras posibles para que sepa que no esta jugando con el. Suspiro tierna mente luego de hablar y que su acompañante le respondiera de esa manera, eso hacia que su corazón se agitara mas de la cuenta al solo escuchar lo dulce que es este hombre que le hace compañía a escondidas de todos.

- Se que no va hacer algo fácil.- Dijo.- Pero tratare de que podamos estar juntos, puesto tiene razón en que quizás tenga que tomar una mujer que no deseo solo para reproducir mi linaje pero de verdad con quien deseo estar es con un hombre toda mi vida y si eres tu creo las cosas serán mejor de lo que imagine en toda mi vida.- Comento.- Espero no sonar muy cursi con todas mis palabras pero en verdad, me haz llenado de una gran emoción con estos encuentro y con este de ahora estoy en las nubes.

Lo miro tierna mente para toparse con la mirada de su acompañante, así que cuando intenta hablar una vez mas es tomado para ser participe de un gran beso lleno de pasión como tenia mucho tiempo que no lo tenia. Se dejo llevar de lo mas feliz por que en verdad estaba deseando hacerlo toda la noche, así que siguió en el acto mientras ponía sus dos brazos alrededor de su cuello para seguir de lo mas relajado y feliz a su lado. Sentir sus labios como parte de su piel contra la suya, hacia en gran manera que este se excitara.

Al final de ese gran beso se paran unos segundos al escuchar el gemido de su acompañante, este lo mira tomando un poco de airee mientras sonríe en gran manera.- Me vuelves loco, Brandon.- Comento mientras se lanza a sus brazos para abrazarlo tierna mente.

Brandon sonrió, apegando más su pecho al de Kenneth. No sabía si el plan de futuro que este proponía era completamente viable, o si podría llegar algún día a cumplir la promesa. Pero a Brandon le gustaba la idea, y también lucharía por aquello en lo que creía. Y creía en lo que estaba sintiendo por Kenneth.

—Siendo así, quiero que sepas que yo también haré todo lo posible por conservarte en mi vida… lo prometo.

Sonrió con suavidad y volvió a besar sus labios, que se habían convertido en una especie de droga para Brandon. Sentía el calor del cuerpo de Kenneth completamente pegado al suyo, mientras en el exterior el viento soplaba con fuerza, intentando traspasar los tablones de madera de la cabaña en el bosque. No obstante, aguantaban firmes las embestidas del elemento que, por otro lado, no era capaz de hacer enfriar a los amantes.

—Creo que he caído presa de un hechizo. Y creo que tú eres el culpable.

Rió con suavidad. Ya no se sabía cuál silla era la de Brandon y cuál la de Kenneth. Estaban tan pegados el uno al otro que podría decirse que sus cuerpos estaban hechos el uno para el otro. En perfecta armonía y sincronización.

—Kenneth… quiero hacer el amor contigo.

Brandon lo miró a los ojos. Su expresión era seria para hacer creíbles sus palabras. Quería hacer el amor con él. Fundirse con él en un solo ser y acariciar hasta la última parte de su cuerpo. Besarlo hasta quedar completamente exhausto y colmarlo de placer. Y ahí se quedó, escrutando su mirada. Esperando una respuesta.

Kenneth jamas en la vida se había sentido de esta manera tan extraña con un hombre en toda su vida, eso causa que en el, a pesar de sus palabras haya un poco de miedo de que este yendo demasiado veloz en todo esto que esta pasando esta noche. Al escuchar las palabras que salen de la boca de su acompañante este siente como su corazón se acelera, puesto de verdad le gusta ese hombre que tiene tan junto a el en este lugar secreto de los dos.- En verdad tus palabras son como una bocanada de aire fresco para mi, luego de estar varios días encerrado en lo mas profundo de una habitación sin salir por varios días.- Comenta mirandolo fija mente.- En poco tiempo te haz vuelvo algo que no quiero perder, espero no sonar loco al decirlo.- Dijo final mente.

Un beso es lo que recibe en sus labios luego de que ve la sonrisa que se posa en el rostro de su amado, solo piensa mientras lo besa que ya lo considera su amado con solo un par de noches de hablar y ahora ver su rostro. Pero a pesar de todo eso se deja llevar por la pasión y besa a su hombre como si no hubiera mañana, por que sabe que debe disfrutar este momento lo mejor que pueda ya que tenia mucho tiempo sin estar con un hombre a su lado. Brandon era todo lo que había buscado hace tiempo, en verdad sentía una gran atracción hacia la su persona.- Me he convertido en un brujo medieval, para lanzar un hechizo sobre ti y solo pienses en quererme.- Comento tierna mente, mientras acaricia su rostro con las dos manos de este.

Sus cuerpo se pegan un poco mas de la cuenta y esto no le molesta para nada, además que cuando escucha la propuesta de su acompañante sonríen en gran manera.- Brandon pensé que nunca me lo pediría, yo tengo rato aguantando la ganas de estar sin ropa entre tus brazos.- Dijo final mente para poner sus dos brazos sobre su cuello y plantarle un tremendo beso apasionado, a su hora amante.

El inglés, que había sido un amante excepcional para cualquier persona que había contratado sus servicios y cuya vergüenza era parte de una parte ínfima de su pasado, ahora estaba casi temblando. Pese a todas las veces en las que había estado en cama, haciendo disfrutar a alguien con el único objetivo de ganar dinero, ahora estaba nervioso. Sentía algo que nunca había experimentado, y que conseguía hacer nacer en él algo completamente nuevo y, hasta cierto punto, maravillado.

Siguió con la mirada cada acto de Kenneth, así como se mantenía atento a sus labios mientras este hablaba, intentando pensar con claridad y no dejarse llevar por su más primitivo ser. No obstante, la respuesta del escocés hizo sonreír a Brandon, que habría contestado si no hubiera sido por el beso que le siguió. Tan intenso y tan fuerte que lo hizo perder la noción del tiempo y del espacio. Ya no estaba en una cabaña abandonada en mitad del bosque. Ahora estaba en brazos de Kenneth, y lo único que quería hacer era tomarlo. Hacerlo suyo.

Solo hubo un momento en el que Brandon se separó para respirar, aprovechándolo para mirarlo con dulzura. Fue entonces cuando sus manos se aventuraron a tocar la piel por debajo de la ropa de su acompañante. Pese a la temperatura fría, la piel del joven era cálida, y se estremeció al contacto de Brandon. Lo acarició con suavidad, mirándolo a los ojos todavía, sonriendo con cariño y ternura.

—Me encantaría poder vestirte con mis besos… toda la noche. Durante toda mi vida.

Se sonrojó un poco. En su trabajo lo único que hacía era el trabajo de un domador o de un animal. Lo que el cliente dijera, era lo que se hacía, y no se discutía. A cambio, se llevaba una suma de dinero considerable que lo ayudara a vivir y hasta el día siguiente. Esto era el extremo completamente opuesto. Decía lo que decía porque el corazón se lo permitía, y se mezclaban mil sentimientos: miedo al rechazo, cariño, amor, sinceridad, miedo al ridículo… no sabía cómo iba a reaccionar, pero él sabía lo que tenía claro.

Así que volvió a besarlo, mientras desabrochaba con lentitud la camisa de Kenneth, dejándole el espacio que necesitara. Podía salir corriendo si quería, incluso. Aunque Brandon lo que quería era tenerlo entre sus brazos… y hacerle el amor hasta que amaneciera en cada uno de las noches de su vida.