Rememorando el pasado. /Privado

por **Clagg Storm** Vie Sep 11, 2015 2:21 pm

El joven Clagg se encontraba entrando en las dependencias del jardín botánico del sur de Francia, por el simple hecho de un rumos que rondaba por las calles, que en ese lugar era posible encontrar y extraña y rara flor que tenia propiedades medicinales altamente poderosas, que podía curar de un simple calambre, hasta variadas pestes que afectaban a los hombres.

Clagg comenzó la búsqueda, una más bien a ciegas, ya que solo se decía que la planta seria encontrada bajo las condiciones atmosféricas correctas, pero el caso es que nadie sabia cuales eran esas condiciones, así que el joven simplemente fue a probar suerte.

A las horas de haber comenzado la búsqueda Clagg se sentó rendido y de su bolso saco su pipa y puso en ella su mescolanza de diferentes clases de hierbas, las cuales según él, lo hacían pensar y sentir con mayor claridad, aunque la mayoría de los casos aparte de tener un efecto relajador en si persona, lo hacían recapacitar sobre las acciones y sentimientos de su oscuro pasado, lo cual no siempre traía consecuencias positivas.
-¿Por qué ella?-
esa era la pregunta que siempre pasaba por su cabeza. Él sabia que no había respuesta para esa interrogante, que todo fue una acción del destino, pero aun así no podía dejar de sentir culpa por su muerte, tal vez, solo tal vez esa culpa desaparezca algún día...

por **Erikson Draven** Vie Sep 11, 2015 3:28 pm

Mis pasos continuaron su camino en dirección hacia el Jardín Botánico, la travesía que me citaba aquella tarde era ligeramente cansadora… Me habían llegado comentarios acerca de una extraña flor que contenía las típicas propiedades curacionales, pero que estaba un escalón más alto de aquellas hierbas que yo coleccionaba y cultivaba con recelo con respecto a su intensidad en efecto, aromas y exclusividad. Esto debido aun cuando recién comenzaba a establecerse en París y podías encontrarla dentro del Jardín, no era una flor que cualquiera podría conseguir. Se necesitaba discreción. Me adentré entonces, tras pasar aquél alto portón que se alzaba enorme frente a mis ojos, presentándome al portero con una nota de recomendación que se les da a algunos hechiceros en el hospital, también clandestinamente, cuando realizan actividades voluntarias para la medicina. Y entre ellos estaba yo. Alguna que otra ocasión había dado mi ayuda a estos médicos y doctores que a veces necesitan un apoyo externo que no siempre es bien visto entre la sociedad, y que es completamente anónimo y protegido.

Escudriñando algunos aromas, y percibiendo con la sensibilidad propia que yo poseía algunas energías, aquella tarde el jardín, estaba particularmente vacío. Quizás la hora, o tal vez el frío… influía mucho en ese momento. Mientras mis manos eran cubiertas por guantes de cuero en negro y desde mis largas botas negras se escuchaba un marcapasos armónico, algunas energías parecían envolver mi entorno… Adentrándome aún más en lugares frondosos y un tanto húmedos del lugar, pude divisar a lo lejos a otro ser existiendo a metros de mí, al igual que pude percibir un ligero radio que constituía un aura melancólica que se dispersaba en el aire, y que cualquier humano no podría percibir con claridad. “Las flores también cuentan secretos…”-pensé, mientras todo mi ser en el esplendor de su equilibrio de aquella tarde, se acercaba hasta el otro humano. No podía plantearme con seguridad, si aquél otro ser me habría percibido o escucharía algún ruido desde los que mis pasos muertos en la hiedra llevaban consigo.

Tracé el camino hasta su posición encontrándolo con un ligero aroma extraído desde la pipa que estaba fumándose con tranquilidad y cautela, desguanté mi mano derecha, e hice un pequeño movimiento en el aire captando su energía y su melancolía acuestas, se presentó en el aire susurrándome tan suave como la voz de la brisa en aquél momento…
-¿Disculpe?...- dije tras haberle escuchado pronunciar un leve: “-¿Por qué ella?-“, sin sonar perturbador ante su desplante melancólico, ni a los pensamientos que traía aquél Ser, en ese momento.

La calma y reserva, es una gracia que idolatro de sobremanera por lo que invadir o indagar entre los pensamientos de aquél hombre, no sería mi misión, ni mi intención. Su aura me ha dicho que al igual que yo practicaba la magia, y así mismo la nigromancia, más su aura oscura no era tan potente como he visto a través de otros seres con las misma prácticas. Intenté buscar la mirada del hombre que con la mirada un poco perdida dilucidaba entre sus pupilas el humo de su pipa, e intentaba relajarse con ésta.

-¿Se encuentra bien?... Parece usted estar hablando solo. No es que sea alguna especie de anomalía, pero me ha dado simple curiosidad.- dije con aquella voz fría y neutral que me caracterizaba, rebobinando las imágenes que se encadenaban dentro de mi cabeza sobre el Hombre y su mundo, el aroma y su mirada.

Su apariencia física parecía la de un joven que no tendría más de 20 años, es más parecía un adolescente que se hubiese quedado estampado como una pintura que jamás envejece, tenía cierta picardía en la boca que me produjo un desconcierto de buena manera. Su energía estaba llena de melancolía, como ya ha había mencionado, pero aquellos seres a veces son atrayentes en su manera, y su esencia dudosamente cambia y se muestran tal como son. Al menos lo que yo había ganado con la magia y mis estudios acerca del "Todo y la Nada…"es que siempre, siempre la clave está en ser uno mismo, y nada más es necesario en este plano para subsistir que aquél valioso tesoro que muy pocos saben encontrar….

No me preocupé mucho del cómo es Hombre recibiría mi acercamiento, pues incluso llegué a pensar que podría serme útil para lo que yo también andaba buscando en aquél lugar, donde mis pies llegaron a parar, así mismo como el único factor en común que encontré en una milésima de segundo con el hombre: Adicción.

-Puede llamarme Bast… disculpe si he importunado su momento, pero quizás usted pueda ayudarme en algo.- dije con seguridad fría, en el timbre de mi voz, y… ¿Qué era eso?… Ah… una pequeña media sonrisa oculta en la transparencia de mi blanco rostro.

por **Clagg Storm** Vie Sep 11, 2015 5:59 pm

El joven Clagg se encontraba inmerso en sus pensamientos sin prestar atención al entorno que lo rodeaba, aun podía oír su voz si se concentraba, pero su rostro, había olvidado su rostro, y eso lo hacia entristecer, sentía un peso en el pecho que no lo dejaba en paz - Como voy a olvidar el rostro de la persona que una vez le jure amor eterno- fue lo que el joven se pregunto.

Clagg aun no se habi percatado de que un ser de cabellos negros se acercaba, no hasta que este lo observo con detenimiento y de sus labios modularon su nombre -Bast- dijo el joven, el joven Clagg aun cabizbajo y bajo los efectos de su "especial" hierba de pipa movió el rostro con tal de observar al susodicho hombre que al parecer se estaba presentando.

Lo primero de lo que se percato fue su negra cabellera que se sacudía delicadamente con la brisa, y lo segundo, un pequeña sonrisa que luchaba por asomarse de sus prietos labios, la cual no sabia porque, pero destilaba un aire de ternura y comprensión que no había sentido en ya varios años, no podía evitar sentir cierta desconfianza, -Un extraño no habla con otro en la calle, y menos con una expresión tan... benevolente- Pensó Clagg, ya que no encontraba otro adjetivo para describir la expresión del joven "Bast", sin cruzar palabras sintió cierta conexión entre los dos, un poco dudoso no sabia que pensar, pero se esforzó un poco y logro llegar a una conclusión que parecía acertada.

-...Un hechicero...- Pensó el joven, nunca había conocido a otro, llevaba tantos años sintiéndose solo y aislado, pero esa sensación que le producía la cercanía de este joven se parecía mucho a la que le producía esa mujer que en su niñez quemaron después de acusarla de brujería, ¿sentiría el esta misma conexión? ¿sera esa la razón de su proximidad hacia Clagg? él no tenia todas las respuestas, pero si estaba seguro, su melancolía ya no era tan abismal como lo era hace unos minutos.

-Clagg- dijo nuestro personaje con cierta amargura, pero de igual manera se incorporo y de un brinco se paro del banco del jardín y le extendió una mano, y con mas euforia dijo -Mi nombre es Clagg- Esta era una de las reacciones naturaleza del joven, no dejaba que lo vieran cabizbajo, no le gustaba sentir la pena de la gente. El problema fue que no pudo sostener mucho esta farsa, porque mientras mas sonreía, sus ojos mas se esforzaban por retener una lagrima dispuesta a salir por su lagrimal izquierdo, la cual no tardo en asomarse. Pero la pregunta que seguia rondando la cabeza de nuestro Clagg era cuanto tiempo habría estado observando este muchacho, y cuales eran sus intenciones

por **Erikson Draven** Lun Sep 14, 2015 6:55 pm

El muchacho padecía en aquel momento de su existencia una enorme tragedia del punto del pasado del no retorno. Enseguida lo contemplé no con preocupación, ni con pena, ni con curiosidad, sino que con algo que se llama “ritmo” y que se describe entre los principios del universo, una regla irrompible de la cual se basan los primeros designios de la existencia pura. El lugar comenzaba a fluir en una atmósfera de amargura disfrazada de aquél encuentro de dos hombres y del transcurso de las vidas en este plano. El hechicero accedió con fervor ante nuestra conexión que no era más que espiritual, en un lugar apartado de las energías retumbantes de la gran ciudad… pero las flores, aquellos seres aun reclamaban su posición y que estábamos en su territorio. Y en una milésima de segundo las observé con respeto.

-Un desconocido hechicero le habla a quien se ha de cruzar en su sendero, es así como tiene que ser… ¿Dígame…se encuentra bien? Las lágrimas son tan fugaces que no es necesario que las evada y esconda…- dije a Clagg tocando levemente su hombro y le miré con la intensa pureza de la muerte de mi alma, volviendo a su hogar de origen.

Trascendí su aroma de la pipa, entre mis fosas nasales, y entonces saqué de mi maletín un poco más de hierba…
-¿Me permite?...- pregunté indicando si podía prestarme aquél instrumento que utilizaba para fumar e ingerir.

La energía se vio en vuelta en el aroma de nuestras hierbas y me dirigí a sentarme en aquél mismo lugar donde él y su melancolía yacían sin precedentes. La existencia misma me presentó aquellos pensamientos, de Clagg que eran tortuosos más utilizando un poco de mis poderes mentales podía casi disuadir que yo le recordaba a otro Ser que bajo los brazos de la muerte eterna permanecía, y aun en el corazón del joven de tes pálida existía la voz de su ánima. Admiro a aquellos hombres que han encontrado a esa ánima dentro del sendero de su espíritu. Aquello en mí todavía no se hacía presente, pero sabía bien que llegaría en el momento en que ha de llegar.

Mi espíritu se difuminaba en el aire, y así mismo tomaba contacto con el aura de Clagg en ese momento de cercanía que ambos vivíamos. Aquí de nada servía pensar en cúanto tiempo habría pasado, o en la coincidencia del momento terrenal, simplemente aquellas cosas dentro del universo, como dije anteriormente tienen su curso y ritmo que se establecen dentro de la mente del Todo. Y así ha de ser…

por **Clagg Storm** Mar Sep 22, 2015 5:54 pm

Intentando ocultar su tristeza y soledad, el joven Clagg acepta la petición del otro individuo y le entrega la pipa, esa pipa era muy especial para él, la había tallado su difunta esposa con la madera de un árbol muy especial que casi no es posible encontrar, también poseía unas incrustaciones de pequeños lapislázulis, la cual era la piedra favorita de Clagg.
En el momento en que el joven le hace entrega de la pipa a su par, pudo sentir como sus manos interactuaban por unos segundos, asustado por la sensación alejo la mano velozmente e intento esquivar la mirada por un segundo, solamente para volver a ver los ojos del joven que frente a él se encontraba.

- Con cuidado, esa pipa es muy especial para mí- dijo Clagg
- No podría soportar que algo le sucediera-

Clagg no podía dejar de mirar al joven a los ojos, los cuales poseían una profundidad que cautivaban a nuestro amigo, hacia todo lo necesario para evitar mirarlo y al mismo tiempo se hacía varias preguntas, - ¿Cuales será sus intenciones? ¿Qué es lo que quiere? ¿Qué esconde? ¿Acaso tiene dobles intención?, y la más importante, ¿Acaso será este hombre soltero?, son tantas preguntas las que rondaban la mente de Clagg, algunas las cuales no tenía el coraje, aun, de preguntar así que se conformó con una simple pregunta.

- Tengo una pregunta para usted, señor Bast, ¿Qué es lo que necesita de mi persona?

La respuesta que le diera este sujeto no le importaba demasiado al joven, lo que le importaba es que la respuesta pudiera dar inicio a una conversación sutil y amigable entre las dos partes, ya que, Clagg no podía estar más cautivado con la presencia que este hombre le causaba a primera vista, y esperaba que este interés que sentía se profundizara cada vez más, si conocía un poco más a este joven, y obviamente, que el interés no sea solamente unilateral.

por **Erikson Draven** Sáb Sep 26, 2015 7:28 pm

Clagg… el hombre utilizó una pregunta esencial, que a mi parecer fue un gran error si es que el individuo quiere entablar una conversación banal, pero ‘arriba es abajo como abajo es arriba’ y todo es el grado de una misma cosa, yo cambiaría el grado esta vez… y el diálogo se transformaría en algo más intenso que una simple charla de hechiceros. Las energías de las tinieblas se apoderaron de mi interior al entrar en un estado semi-inconsciente producto de la droga que recorría mi organismo en esos momentos, el sutil aroma, suavidad e incandescencia me producía un placer que sólo explicaría como estar recostado levitando en el aire, observando todo sin máscaras, sin velo… tal y cual lo hago siempre, más esta vez con la añadidura del placer en mi cuerpo mortal.

Me mantuve sentado, mientras escuchaba sus declaraciones sobre la pipa y más tarde una pregunta que mecánicamente hizo que mis orbes verdes le miraran directamente, sosteniendo la pipa en mí boca para después exhalar la sustancia:
-Estimado Clagg… ya sabemos que usted y yo somos especies de la noche, que pretenden del arte oculto. Ando en busca de una flor con propiedades medicinales poderosas, y supongo que usted también ha oído hablar de ella… quiero saber si usted la posee en este instante en su dominio… pagaré el precio que sea.- respondí entonces con rectitud ante el hombre y estiré mi mano en el aire en su dirección desde mi posición para entregarle su pipa, con una clara invitación a que fumase conmigo y nuestros espíritus congenien.

Yo no tengo alma, por lo que varias veces recurro a la imaginería de que algún día conoceré a esa ánima que tanto desespera al hombre y su psiquis. (Y que en lenguaje mortal puede llamarse como, ‘la alma gemela’, ‘la otra mitad’, ‘el amor’). Ya en pequeños retazos sabía yo, que el ánima de Clagg le había sido arrebatada hace algún tiempo atrás, una mujer que con sus delicadas manos femeninas talló el cuerpo de la pipa de Clagg, los ojos del hombre me declararon su historia. Observé en instantes de silencio al hombre frente a mí, mientras los efectos de la hierba se canalizaban con mi energía espiritual y para mi suerte, mis emociones humanas permanecían controladas en su totalidad. La frecuencia de mi esencia la sentía real en todos sus ámbitos, y el silencio eran las voces de toda mi propia historia…

-Entonces… ¿La tiene?- repetí a Clagg mientras yo seguía sentado en el espacio, con las piernas flectadas y mis brazos sobre las rodillas, descansando con la perfecta sincronía de mi serenidad y frialdad.

por **Clagg Storm** Dom Sep 27, 2015 9:54 pm

-Lamentablemente para usted y para mí la repuesta a su pregunta es no- dijo Clagg cabizbajo – vine a probar suerte, nadie sabe cuándo florecerá este retoño, por el momento es más que una leyenda, una leyenda que llamo bastante mi atención y simplemente vine a probar suerte, ya que para que la planta pueda crecer necesita las condiciones óptimas, pero ni yo con mis años de conocimiento en herbologia conoce estas condiciones- dijo mientras acariciaba una hoja de eneldo que se encontraba junto a la banca.

-Interesantes seres son las plantas ¿no? Poseen sentimientos y temperamentos muy variados al igual que nosotros – le comento al joven Bast – si uno no les da su espacio o no las trata con el respeto debido estas se malhumoran y no producen como deberían, son algo único y especial, no hay dos plantas iguales, como no hay dos personas iguales, pero se pueden complementar, al igual que nosotros- dijo suspirando el joven.
Realmente este es un tema especial para Clagg, la vida en su estado natural es algo que siempre ha causado interés en el joven, desde una edad muy temprana ayudaba a su “Madre” en la preparación de medicinas a base de diversas plantas que ella con un empeño enorme, y este amor por el conocimiento herboligo creció cuando conoció al que sería su maestro por varios años, el enseño el nombre de cientos de plantas que aun retumban en la cabeza del joven, lugares donde encontrarlas, las condiciones óptimas para su crecimiento y lo más importante, la manera en que hay que tratarlas.

-Si desea puede sentarse conmigo a esperar alguna señal que me indique como y donde florecerá esta planta, dado que mis poderes están muy conectados al ambiente que nos rodea, conozco todo lo que está pasando a nuestro alrededor, desde la ardilla que está saltando del árbol que se encuentra 15 metros detrás nuestro, hasta la bellota que está cayendo del árbol junto a usted, también puedo sentir el ritmo que su corazón está siguiendo, un sonido rítmico muy agradable para ser sincero, por favor siéntese a hacerme compañía- Clagg había reaccionado ya, intento volver a reprimir sus recuerdos y volvió a ser el de siempre, no podía dejar que este hechicero se llevara su planta, ya que el más calificado para darle un buen uso era él.

-Ahora joven Bast dígame, cuál es su interés por esta tan peculiar planta- le dijo apoyando su nudillos en su mentón.

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