Buscando a alguien sin escrúpulos (Cailen)

por **Mirko Lautrec** Lun Sep 14, 2015 7:49 am

Mirko se sintió nervioso desde el momento en que pisó la calle de la concurrida Corte de los milagros, había escuchado que no había mejor sitio para buscar gente que estuviera dispuesta a hacer cualquier tipo de trabajo con tal de recibir un buen pago. Eso era justamente lo que Mirko necesitaba, un hombre sin escrúpulos que no hiciera muchas preguntas. Caminó por entre la gente con el ceño fruncido, intentaba ocultar el nerviosismo aunque le estaba resultando difícil, pero la idea de resolver los misterios de la muerte le seducía más allá del miedo y era lo que lo mantenía caminando por ese lugar.

Llegó hasta una especie de taberna o restaurante, no estaba seguro, el sitio lucía de mala muerte y bastante sucio, decidió probar suerte en aquel lugar. Pasaban las 3 de la tarde, no tenía mucho tiempo pues debía regresar a su trabajo en el restaurante en el norte de parís, le había mentido al jefe para pedirle permiso y este le había dado una hora de plazo, por lo que debía encontrar a la persona en cuestión en cuanto antes.

Se acercó al tabernero que lucía como un hombre al que no se hacía perder el tiempo, su bigote y barba eran tan largos como enmarañados y traía una mirada de pocos amigos.

Me han dicho que puedo conseguir buenos hombres en el negocio – Murmuró Mirko intentando en vano ocultar el miedo en su voz – Ya sabe... el arte de robar – Agregó bajando aún más la voz, el tabernero soltó un gruñido que Mirko no supo identificar y le señaló con un movimiento de cabeza a un joven que estaba sentado en una de las mesas, Mirko le observó, la verdad era que no parecía una mala persona, tenía un rostro más bien calmado, pero por supuesto, aquello podría ser sólo una fachada.

Mirko se acercó al caballero en la mesa y antes de que el muchacho pudiera decir nada al respecto, se sentó frente a él, no sin antes pedirle al tabernero que les trajera a ambos un par de cervezas.

- Tengo un trabajo para ti – Dijo al fin, el chico que tenía al frente parecía más bien sorprendido.

por **Cailen Gowan** Lun Sep 14, 2015 11:39 pm

Después de una larga jornada de "trabajo" sin hacer ganado absolutamente nada, lo último que quería era acompañar a Munch a la taberna, pero comenzaba a hacer demasiado frío y no quería estar a la intemperie a merced de la madre naturaleza, por lo que me quedé sin alternativa. Yo sabía que él no iba ahí a beber cerveza hasta emborracharse o buscando alguna mujer que llevarse a la cama, Munch iba a buscar "negocios", gente desesperada que pagase lo que fuera con tal de obtener algo que desafiaba la moral y/o la ley. Hubo un momento en el que casi obtiene un trabajo pero al final se acobardó, ocasionando que perdiese más de 1000 Francos. La reacción fue tan violenta que se levantó estrepitosamente de la mesa y salió del bar a fumar unos cigarros. Así que ahí me quedé, solo, esperando a que regresara.

Aprovechando el espacio adicional que tenía ya que Munch estaba afuera, decidí ponerme aún más cómodo y estirar mis piernas. Por primera vez en ya varios días, me sentía relajado. Munch me había invitado un plato con carne y sopa, no podía estar más contento y en medio de la felicidad me distraje observando la silenciosa calle afuera de la taberna. Estaba tranquilo hasta que escuché pasos aproximándose a mí, seguramente buscaba al hombre mitad chimenea que no paraba de fumar.

Estaba a punto de decirle que Munch estaba ocupado, pues esa era mi única instrucción, decirle a la gente que necesitase sus servicios que le esperaran en caso de él no estar disponible. Pero me interrumpió con una llamativa frae- Tengo un trabajo para ti. -Dijo titubeando. Lo miré de arriba a abajo y volteé a ver hacia afuera. ¡El idiota se había ido sin avisar! Seguí mirando hacia la calle tratando de razonar esto, miré una vez más al hombre que estaba frente a mí, quien seguía esperando una respuesta.

De inmediato noté que el pobre estaba sudando, haciendo evidente lo nervioso que estaba. Pensé "¿qué tan malo podría ser?" así que decidí hacerme pasar por mi "amigo". -¿Qué necesita exactamente?. -Dije con profesionalismo, tratando de imitar a Munch. -Porque déjeme advertirle, mis servicios no son nada baratos.

por **Mirko Lautrec** Mar Sep 15, 2015 12:25 am

El tabernero se acercó con las cervezas rápidamente y las dejó sobre la mesa, Mirko tomó la suya con gestos inseguros, no solía beber en horas de trabajo pero le pareció que una buena forma de abordar a un hombre potencialmente peligroso como un ladrón era invitándole a una cerveza. A pesar de que el chico que tenía frente definitivamente no tenía cara de ser una persona sin escrúpulos, había preguntado por el trabajo e inclusive había insinuado que le costaría caro.

Mirko no tenía mucho dinero, de hecho sólo contaba con la mitad de su paga mensual, ya que debía pagar la renta de la casa donde vivía, así que esperaba que pudiera ofrecerle una cantidad de dinero apropiada sin tener que aguantar hambre hasta el final del mes.

-Necesito reclamar algo que es mio... - Comenzó bajando la voz, no quería que el tabernero le escuchase, aunque probablemente aquel hombre había escuchado cosas peores – Le aseguro que no habrá policía involucrada y el sitio permanece generalmente sólo – Continuó tomando el tema por las ramas – Se trata del cementerio, nos reuniremos allí a la 1 de la madrugada, al lado de la entrada -Bebió un sorbo de su cerveza pensando en que, ir al cementerio a esa hora de la madrugada no era una idea para nada atractiva para el común de las personas, tenía que hacer la propuesta más atractiva por lo que agregó – Tengo 300 Francos ahora y puedo darle otros 300 cuando el trabajo esté terminado -

por **Cailen Gowan** Mar Sep 15, 2015 8:37 am

-¿Algo suyo? -Insinué mientras le daba un sorbo a mi cerveza, disfrutando del sabor. Tenía mucho tiempo sin beber algo tan refrescante y me sabía a gloria. Seguí prestando atención a sus palabras mientras mi paladar seguía disfrutando de la bebida. –Se trata del cementerio, nos reuniremos allí a la 1 de la madrugada, al lado de la entrada. -Bajé la cerveza un momento y lo miré con seriedad, tratando de adivinar de qué iba el trabajo exactamente. Volví a mirarle de arriba a abajo y noté que bebía nerviosamente, trataba de disimular que estaba cómodo con la situación. Retomé el tarro te cerveza mientras me preparaba para cuestionarle nuevamente pero me interrumpió mis pensamientos con una prometedora frase. - Tengo 300 Francos ahora... -¡300! ¡Eso era más de lo que yo ganaba en un mes! -... y puedo darle otros 300 cuando el trabajo esté terminado - ¡600 Francos! ¡eso era mucho!

Hubiera tosido mientras bebía de no ser porque seguía decidido a mostrar profesionalismo, y sobre todo, no perder el personaje. Calmadamente terminé mi cerveza y con lentitud y calma la deposité sobre la mesa. -El primer pago que sea por adelantado. -Dije mirándole a los ojos serio. Él era más ingenuo que yo, o yo era buen actor.

por **Mirko Lautrec** Mar Sep 15, 2015 9:02 pm

Aquella era la primera vez que trataba con personas como él y para ser sincero, esperaba que el chico luciera un poco más intimidante. Él siempre se había imaginado que los ladrones tendrían un semblante más rudo y másculino, más como los trabajadores y marineros que iban a desayunar todos los días al restaurante donde trabajaba. Por el contrario ese chico de cabellos rubios y mirada cristalina bien podría desempeñarse como actor o como pianista.

-¿Quiere decir ahora? - Preguntó tontamente, pues era obvia la respuesta, los nervios le estaban haciendo actuar de esa forma, bebió otro sorbo de cerveza - ¿Cómo se que va a estar en el cementerio a la hora que le he pedido y que no va a escapar con el dinero? - Preguntó con franqueza, después de todo estaba tratando con un ladrón.

Mirko traía el dinero por supuesto dentro de su saco, iba vestido con un abrigo negro algo viejo pero en buen estado y debajo aún traía la ropa que solía usar para cocinar en el restaurante, sólo que sin el delantal, vestía unas botas de cuero café oscuro y pantalones negro. No lucía como una persona adinerada ni de clase alta, pero estaba limpio y con el cabello bien peinado hacía atrás, él era una persona que se preocupaba sobremanera por la limpieza y el orden.

- Por cierto ¿Cómo puedo llamarle? - Preguntó, pues no se habían presentado, Mirko se imaginó que el chico tendría algún Alias intimidante, todos los ladrones debían tener un nombre en los bajos mundos ¿no?

por **Cailen Gowan** Mar Sep 15, 2015 9:17 pm

-Sí, ahora. -Dije mientras lo miraba fijamente, tratando de lucir harto. Si quería el dinero, debía estar serio para esto o de lo contrario se daría cuenta de que estaba tratando de embaucarlo. - ¿Cómo se que va a estar en el cementerio a la hora que le he pedido y que no va a escapar con el dinero?. -Hubo una pausa de unos cuantos minutos en los que pensaba qué respuesta podría ser buena. -Porque yo me tomo mi trabajo en serio. -Fue lo único que le dije. "¡Dios! Que me entregue el dinero de una vez" pensé, no sabía cuánto tiempo podía seguir actuando, tenía al hombre prácticamente en la bolsa y si no mantenía mi compostura ya podía irme despidiendo de la recompensa. Estaba pensando en otra cosa que pudiera reafirmar mi papel y noté que me observaba mucho, entonces se me ocurrió algo que podía añadir, Munch lo decía muy seguido. -¿Qué tanto me mira?- Dije aparentando estar molesto y agregando un toque de intimidación que ni yo me creía. -Sobre el nombre. Puede decirme Cailen, no tengo problema. -Me acomodé en el asiento y di unos golpes con el dedo índice sobre la mesa. -Los 300 Francos por favor. Que me estoy poniendo impaciente.

por **Mirko Lautrec** Mar Sep 15, 2015 9:59 pm

Se tomaba su trabajo en serio, eso era algo que Mirko deseaba escuchar, porque necesitaba una persona que fuera completamente en serio y pudiera ejecutar el trabajo sin miramientos. Tragó otro sorbo de cerveza para humedecer su garganta seca y se sobresaltó cuando le preguntó que le miraba.

-Nada, nada... - Se apresuró a decir Mirko haciendo un ademán con las manos, el hombre se estaba impacientando y Mirko no quería jugar a la ruleta Rusa con un desconocido ¿Y si tras esa bonita cara se encontraba un psicópata que no iba a dudar en enterrarle una navaja en el costado por hacerle impacientar? Era mejor no coger ese riesgo.

Mirko buscó dentro de su saco y sacó una bolsa de panadería y la colocó sobre la mesa con expresión seria, un par de arrugas se le formaban en la frente cuando fruncía el entrecejo – Una de la madrugada, cementerio, No lo olvide – Repitió y se terminó el resto de la cerveza, aquel dinero significaba mucho para él, pero si lograban sacar el cadáver del cementerio, el dinero sería en lo último que se preocuparía.

- Me llamo Mirko – Dijo al fin, pues creía apropiado darle el nombre en caso tal de que tuviera que llamarle pero no quiso darle el apellido – Hasta la noche Monsieur Cailen -

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