How did we die is how we born

No estoy segura de si estaba despierta o dormida; de si mis ojos estaban abiertos o cerrados; el vacío y el silencio colmaban todos mis sentidos y ni siquiera podía saber con seguridad si seguían allí el resto de mis órganos; nada latía ni pesaba dentro de mí, no escuchaba movimiento alguno y por mucho que deseara retraerme, no obtenía respuesta. En su lugar, la nada se extendía de forma infinita y abrazaba mi cuerpo, lo penetraba para arremolinarse en él expulsando cualquier otra sensación de que pudiese tener; no sabía de temperaturas, ni de la textura de aquel lugar donde estaba acostada ¿Estaba acostada? Era difícil distinguir donde comenzaba mi cuerpo y el espacio de aquella habitación; o aquel mundo. Todo se veía igual y no se estoy segura que “ver” sea la palabra correcta; era un conocimiento superior que llegaba a mi mente de que todo, incluida yo, éramos lo mismo, la misma materia, la misma ausencia que no tenía límites y se abría en todas direcciones hasta llenar el todo.

No tengo recuerdos de tener conciencia anterior a ese día que solo puedo presuponer anterior a mi muerte sin llegar a especificar fecha. Tampoco tenia en aquel momento, recuerdos de mi existencia anterior; de quien había sido, que habia hecho y con quienes había compartido mi cuerpo terrenal. Estaba vacía en otro aspecto y no era mas que un recién nacido explorando el mundo que le rodeaba; no entendía nada por supuesto. Los primeros minutos solo quede estática, estupidizada y carente de pensamientos profundos pese a que dirigiera mi mirada (¿Tenia ya los ojos abiertos?) a todas las direcciones intentando delimitar mi cuerpo; encontrar algún punto en aquella gran extensión blanca que con el paso del tiempo (¿existía allí, el concepto de tiempo?) se descubriría tornasol o incluso vidriada al tornarse todo el lugar de un rojo cristalizado; la primera emoción empezaba a asentarse en mi y sin ninguna explicación lógica; pude sentir la ira ciega, el ardor en el nucleo (aun no descubierto) de mi ser, hiso que algo vibrara…

Quizás por ello existimos los fantasmas mas alla de relatos románticos de razones adeudadas. Quizas (aunque es probable que me equivoque pues esta no es una ciencia que pueda medir con precisión a su objeto de estudio) que existe alguna relación con la última emoción que sentimos antes de partir con nuestro actual estado; de forma de que, si es un sentir apacible, continuaremos esta existencia y quien sabe que nos deparara, tal vez continúe en la nada, con pensamientos abobados hasta que estemos tan limpios que podamos renacer. Mientras que el otro camino, trazado por las emociones mas intensas y pasionales; destruyen la crisálida donde nos encontramos ¿Pero porque seriamos diferentes a los espiritus, entonces, que solo pueden sentir emociones de este estilo y carecen de una inteligencia superior o humana? Hay algún paso que se me esta faltando pero estos recuerdos no son fáciles de conseguir; uno no es capaz de evocar su nacimiento; al menos no de forma natural y no sin un gran sacrificio