The Guardian:Scape Route [Priv.Gregory]

por **Nirole Eilen** Mar Nov 17, 2015 11:56 am

The Guardian:Scape Route

Gregory…

He mencionado su nombre en alguna ocasión, siempre aparte, pero pendiente de lo que pueda ocurrir. Pocos saben en que momento se unió a mi, sin llegar a probar su sangre a pesar que por aquél entonces no había nada por lo que frenarme, casi había logrado desatar al demonio que suelo ser cuando me dejo llevar por la sed.

Aún recuerdo con nitidez lo que ocurrió aquella noche, cuerpos mutilados y ensangrentados, toda una masacre en la que él fue el único superviviente, por esta vez yo no era el causante. Cierto es también, que puede haber puesto punto final, haciendo que su alma se uniera a la de ellos o bien convertirle en alguien como yo. Una opción poco viable porque a pesar de mi soledad y la necesidad de tener a alguien vinculado a mí, no era capaz de condenarlo de esta manera, y menos por desencuentros que bien se puede asociar a lo humano.

Lento pero regulares latidos me atrajeron hasta él, acercarme lo suficiente como para ver la gravedad de las heridas, por suerte solo tenia magulladuras en el rostro de fácil curación, aunque lo que preocupaba era el fuerte golpe que tenía en la cabeza, roce su herida con dos de mis dedos y observe su color, llegué a saborear su sangre hasta dos veces de la misma forma, para saber más de él a través de la clarividencia, me permitió ver como era traicionado, un símbolo —el cual desconozco— y vino derramado por la mesa, deteniéndose en ese instante, sin enlazar los elementos de la visión, nada del por qué lo dejaron con vida.

Quería comprender y disipar la curiosidad que cierne sobre él, que tenía que ver con lo que ocurrió allí, para acabar con muebles destrozados y la muerte de varios de ellos. Me lo lleve conmigo a la Mansión, con cuidado de no ser perseguida y preste cuidados como hice alguna vez por aquellos que me importan, limpie su sangre y cosí su herida para que dejara de sangrar, paños sobre su frente hasta que poco a poco volvía en sí…

(…)

Creí que no volvería a verlo más, de hecho me sorprende que aún siga a mi lado por tan simple gesto como haber cuidado de él. Tomó en serio el juramento que hizo ante mi, —Juro lealtad y protección—; sonreí ante ello y acepté a sabiendas que como otra veces pudieron mentirme, quedando en palabras vacías, no vuelven a aparecer.

Su nombre es, Gregory Markhof.Mi protector y guardián, a quien espero en la parte trasera de mi propiedad para dar inicio a los entrenamientos que pedí encarecidamente para mi propia protección, de manera que existiera la mejoría en mis habilidades físicas sin necesidad de hacer uso de las innatas después de convertirme en lo que soy, una manera también de desahogo mutuo. Estaba lista para comenzar y hacer revelar el misterio que le involucró en aquella situación.

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por **Gregory Markhof** Dom Nov 29, 2015 7:23 pm

THE GUARDIAN

10 pm - VIERNES 3°

Salí por una puerta falsa que daba el aspecto de ser parte de la pared rocosa, y me adentré a los húmedos túneles, que iban prendiendo sus antorchas conforme iba pasando para alumbrar mi camino. Al fina de éstos, una puerta de hierro, que se abrió de manera lenta, haciendo el ruido típico de las muertas que han permanecido mucho tiempo sobre sus goznes. Al frente, un páramo rodeado de espesa vegetación que le daban un aspecto siniestro. El viento silbaba y la nieve, con pequeños copos cayendo, cubrían el suelo con una tenue escarcha de hielo. Un panorama típicamente invernal, que el sector más favorecido de la población lo hubiesen catalogado como "una velada romántica" De romance nada, de expectativas, muchas y variadas. Ya veríamos cómo se desarrollaban las cosas entre Nirole y él, porque no me cabía en la cabeza, que viniese a entrenarse directamente conmigo, para demostrar de lo que era capaz. Por el momento le daría el beneficio de la duda. Ella era una vampiresa que bien podría defenderse con sus dones, pero... No iba a ser yo quien le llevara la contra; le debía la vida, había jurado ser su protector e intrínsecamente ligado, estaba el hecho de instruirle en algo que tan bien solía hacer.

Tomé asiento en uno de los muchos troncos esparcidos por el rededor (Mismos que pertenecieron a frondosos y longevos árboles que fueron alcanzados por rayos en noches de grandes tormentas) observando hacia al frente, sin despegar mi vista ni un ápice. Justo cuando observé mi reloj, pude presentir la presencia de ella . Podía sentir su aura aproximándose hacia mí. Otra de las puertas de hierro que circundaban mis tierras se abrió, revelando la humana figura de una mujer muy joven, arropada con las clásicas vestimentas en negro. Suspiré. porque podría ser un auténtico bastardo con quien representara peligro, pero ésa figura, que parecía ser tan delicada, cambiaba la situación por completo. Acorté distancias y besé su mano en señal de respeto, como solía hacer cada que nos encontrábamos.

-Buenas noches madame. ¿Cómo se encuentra la noche de hoy? - intenté sonreír, más lo hice por compromiso. Aún no estaba del todo de acuerdo en aquel entrenamiento-. Llevaba yo un par de dagas y un cuchillo pendiendo del cinturón. Había pensado que instruirle en el uso de armas pequeñas sería un buen comienzo y esperaba su aprobación.

por **Nirole Eilen** Dom Dic 20, 2015 2:59 am

The Guardian:Scape Route

Primeras Armas

Cómodas ropas vestí para la ocasión, un vestido no iba ayudarme demasiado, impediría cualquier movimiento que estuviera ligado a no usar mi don.Por ello llegue a usar ropa masculina, solo unos pantalones que se ajustaban a la piel, leotardos acordes con ellos y botas cómodas que eran de habitual uso si mi atuendo me lo permitía — que ridícula me veía frente al espejo —,quise darle un toque femenino, me sentía cómoda y visualmente a pesar del atrevimiento del corsé no perdía mi esencia. Las doncellas acomodaron cada detalle incluso el peinado, extrañadas que me molestara tanto en mi apariencia ante él.

Noches anteriores les oí cuchicheando, sobre estos encuentros en los que decían que era el nuevo señor reservorio, el nuevo deseo carnal de su señora, el que acabaría muerto una vez exprimiera lo que deseara de él, pero se equivocaban si así fuera no hubiera habido los anteriores encuentros que desconocen ni siquiera un intercambio de palabras.

Blancos copos de pequeño tamaño se posaron en mis pestañas y la escarcha comenzaba a formarse sobre los rosales, de nuevo había bajado las temperaturas como cabría esperar en esta estación del año, últimamente los Parisianos iban bastante abrigados de manera que era difícil visualizar donde hincar el diente, aunque para aquél destinado a ser el que calme la sed , no será obstáculo alguno.

Me moví un par de pasos hacia adelante, miré a mi alrededor por si visualizaba a quien se convirtió en mi protector, pero me temo que fue al mismo tiempo — o eso creo — de la presencia del otro. Detuve mis pasos y mi gire dejando que se acercara y besar el dorso de mi mano diestra lo que correspondí con una marcada inclinación de reverencia, sonriendo como acostumbra a hacer a los más cercanos a mi, aun notando que la ajena parecía forzada pero no dije nada.

—Bonjour,mesie…— dice marcando mas la sonrisa y separé la mano,dejando un paso de separación entre nosotros — ¿Empezamos?—dije elevando una ceja—…¿Qué será hoy? — dije soltando una risilla que no tardé en callar en espera de su respuesta

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por **Gregory Markhof** Lun Ene 04, 2016 7:20 pm

THE GUARDIAN

Eran sus orbes azuleos unos juguetones niños que se distraían inocentes con la grácil danza de aquellos copos de nieve, la brisa era la madre que arrullaba su movimiento con esos brazos invisibles, de un lado a otro, y de otro a otro más, ¿Qué bonito no? De lo alto del cielo, las lágrimas de los pompones grises de nubes se congelaban para esta época y caían en finos cristales de hielo sobre aquella pecaminosa humanidad parisina. Su mano, cubierta por aquel cuero, se extendía frente a él para ver como caían, ¿Era mito o realidad que los cristales de nieve nunca eran iguales? No tenía forma de saberlo, pero la sola idea le era excitante.

-¿Impaciencia, señorita Nirole? -Volvió su mirada al presente. - La impaciencia es un defecto bastante… tonto-Su voz expresaba una calma que solamente podría ser comparada con la que era transmitida por la empatía, no tenía ese poder de entregar sus emociones, tenía en cambio una sonrisa y una infinita tranquilidad que hacían el intento de empatizar su entorno. - Ejercítela, como a sus músculos, y me atrevo a decir que podrá esperar la segunda venida de Jesucristo con una sonrisa en el rostro. -Y así, regaló una curva de sus labios, mientras escuchaba su ahora comentario, recordando exactamente lo que hizo al leer su carta en la mañana: Su mano hechizó aquel sobre, para convertirlo en una hermosa rosa de papel, obviamente, doblada por el origami que el manipuló, y como por arte de magia, - suaves risas ante el recuerdo - lo hizo volar en miles de trocitos, tal cual los finos pululantes de escarcha que ahora descendían desde el manto nocturno. Su cuerpo se irguió, y posteriormente el torso inclinó para mostrar respeto con una venia. Claro estaba, lo hacía por las costumbres aprendidas durante su vida, y sus exquisitos modales, le parecía un gesto de mengue para aquel árbol que le daba sombra.

- Oh, una pregunta… -Sus pupilas se paralizaron en el espacio comprendido entre los dos presentes, podía imaginar aquella vampiro que estaba viéndole de manera fija, pero no, en realidad no estaba haciendo tal cosa. -Muy bien, ya la respondió.-Dijo más tras estar unos segundos en silencio, sin siquiera esperar que aquella formulara una respuesta a la interrogante que no llegó a salir de su boca. Se retiró desde donde estaba unos cinco metros aproximadamente de la bella dama con quién hablaba. Fueron sus manos las que retiraron la porta agujas que se mimetizaba con su pantalón y que yacía en su muslo derecho, justo luego quitó el par de cuchillos que se encontraban dentro de sus botas negras, y extrajo las dos cuchillas cortas que cruzaban la parte baja de la espalda.

Exhaló el aire de sus pulmones por su boca, y dispuso su mirada al frente, sonriendo apacible, solo para pronunciar: - Comencemos, por favor.-Y guardar el silencio expectante de una batalla que estaba a punto de iniciar. Sin pensarlo mucho siquiera, lanzó un par de dagas más que tenía escondidas entre sus ropajes, para sorprenderla. Quería ver la reacción de la vampiro y ver cómo se las arreglaba. Por supuesto no eran de plata, así que si resultaba herida, no pasaría nada más allá del simple rasguño

por **Nirole Eilen** Lun Feb 01, 2016 10:09 am

The Guardian:Scape Route

Primeros pasos…

Parpadeaba a medida que aquellos copos continuaban posándose en pestañas y pelo, observado el instante en el que un Gregory distraído miraba los copos que caían en su mano abierta, sumergido en sus pensamientos a los que no pretendía acceder por mi don,si no por la forma natural en la que él me lo dijera por si solo. Lo cierto es, que esta noche pretendo abrir heridas y conocer aquello que vi tiempo atrás cuando lamí su sangre, quiero darle significado y saber que tiene que ver con él aquél símbolo, como también el porqué de aquella masacre, siendo el único vivo.

Por fin volvió en si con una pregunta que me hizo sonreír sin pretenderlo al igual que aquella que surgió de él, más sincera que la anterior, después de querer convencerme de que la impaciencia era un defecto y no una virtud, que visto desde su punto de vista y bien argumentado—puedo decir que tenía razón—,pero también sé que la impaciencia no es una característica que desborde en mi,sé cuando debo mostrarme y cuando debo esperar para conseguir algo, mientras no quiera molestar al otro a propósito.

—¿Jesucristo?— pensé para mi —¿acaso existe?—; seguí hablando para mi mientras le observaba, sorprendida el truco que creo una rosa de papel ante mis ojos, después de todo la magia no siempre se usa para hacer el mal, aunque poco tiempo duro al convertirse en minúsculos trozos de papel camuflándose con la nieve.

Me mantuve en mi posición observándole aún hasta que por fin la respuesta que espera, como creo intuir que él la esperaba de mí al separarme, quedándome quieta, viendo hasta que punto se alejaba para al fin empezar lo que se pretendía.

Saque de mi bota larga, mi único arma para defenderme, otras dos a la vista también daría uso como último recurso, si mis manos y piernas no son suficientes para vencerlo hoy, intentando también frenar el uso de la rapidez que entrega mi don.

—¿Los caballeros primero..?—dije dibujando una ladina sonrisa, mientras hacia cortés reverencia a modo de respeto hacia mi contrincante, como había visto y aprendido a lo largo del tiempo de mi existencia.

Ceño fruncido y mueca en mis labios en el instante que presentí la cercania de algo o de alguien,en tan solo un parpadeo logré zafarme de que me diera una de aquellas dagas, mientras que la segunda paso de refilón por la mejilla causando una herida superficial que pronto sanaría gracias a mi Don.

—¿es todo lo que tienes,muchacho?— dije ladeando ligeramente la cabeza.Sonreí burlona, tratando de incitarle a hacer algo mas que aquellas dagas.Alce la mano armada, de manera que la punta de la daga señalara a Gregory.

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por **Gregory Markhof** Vie Mar 04, 2016 8:28 pm

THE GUARDIAN

-No podía esperar menos de usted madame, pero no debe basarse únicamente en su fuerza sobrenatural; tiene que complementar con los movimientos de todo su cuerpo; manos, brazos, piernas, todo a la vez. Un descuido se considera mortal en estos casos, porque puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Un simple cazador humano experimentado, puede hacerse de varias cabezas sobrenaturales en cuestión de segundos si sabe cómo actuar y a dónde rematar. -estiré la mano para que me fueran devueltas las dagas. -Necesitamos descubrir primeramente, los puntos débiles de cada criatura. En este caso me gustaría que comenzáramos por los hechiceros.-me señalé con la punta de una de mis armas blancas recién recuperadas-. Generalmente -salvo algunas excepciones- tratarán de evitar la lucha cuerpo a cuerpo, porque pueden utilizar ilusiones para confundir al oponente. -torcí el gesto. Yo solía utilizar esta técnica con regularidad para salir de verdaderos aprietos, y siempre lograba salir con vida. Sobre todo cuando se trataba de un Nosferatu, quienes eran los huesos más duros de roer.

Traté de concentrarme lo más posible, para cambiar el entorno en el que nos encontrábamos. Había decidido utilizar un paisaje soleado, rodeado de fuego. Eran dos cosas a los cuáles los vampiros temían. Todo parecía estar sucediendo en verdad. El hechizo trabajaba en el subconsciente del enemigo. Era tal su efecto, que inclusive podían sentir el calor del fuego y la luz radiante del sol, aunque sin producirle más allá del mero aturdimiento. Las llamas eran ficticias, pero con el conjuro adecuado, podrían aparecer llamas de verdad.

-Ahora trate de atacarme. -me puse en posición de defensa. -Obsérveme. Trate de pensar cuál sería mi punto débil. Y trate de sacar ventaja. -sonreí, invitándole a acercarse.

por **Nirole Eilen** Dom Abr 03, 2016 8:19 am

The Guardian:Scape Route

Atrapada

Mantuve mi gesto por unos segundos más, hasta que al final tuve ceder para el simple gesto como devolver las dagas a su dueño. Teniendo la oportunidad de nuevo por la cercanía de devolverle el roce de mi mejilla sobre la suya antes de darle su arma, después de haber guardado la mía.

En cambio no llego a suceder, dejándome llevar por la palabrería que formaba un argumento compacto y razonable. Puede que yo supiera defenderme intuitivamente y conforme iba dando golpes al contario veía entre ellos un defecto en su patrón de pelea, aunque siendo sinceros con el paso del tiempo y mi pasivo comportamiento estos últimos años he desmejorado en ese aspecto y creo que hice bien en aceptar su ayuda para mi mejora y desahogo por todo el alboroto que había en mi cabeza.

Asentí comprendido e incluso tachando de cobardía por un instante y equivocadamente porque yo también lo he sido alguna vez cuando hice uso de mi habilidad para dañar al otro sin ni siquiera acercarme a él y escapar, por lo tanto creo que es algo común entre humanos e inmortales.

XXXXXX

Poco a poco mi alrededor fue cambiando sin darme cuenta mientras lo escuchaba, tan fácil caí entre palabras de algo que parece imposible de escapar si no conocía la forma. El cielo se aclaraba, dando paso a un sol de que inmediatamente hui dando un salto largo hacia atrás, llevándome el brazo a cubrirme la cara, detenida por el obstáculo que apreció después tras de mi y que si cruzaba acabaría muerta, sentía el calor del fuego en el suelo y el del cielo, sin embargo no me convertí en polvo después de que me diera de lleno, dibujando bajo los pies mi propia sombra. El sol no me ciega y puedo mirar de frente aunque no relajarme, me siento incómoda pero eso no puede suponer inconveniente para enfrentarme. Tome de nuevo de mi arma, di un paso al frente y sin llegar a colocarme corrí hacia el en contra del ligero aturdimiento de todo mi cuerpo con el único fin de infringir algún tipo de daño que me haga salir de aquí.

—debo estar más cerca, desde aquí no puedo verlo— dije con molestia mientras la distancia disminuía entre los das, quería ver el patrón dentro de toda aquella ilusión en la que quedé atrapada.

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por **Gregory Markhof** Jue Mayo 12, 2016 3:03 pm

Si algo había que me agradara, era que Nirole no se daba por vencida. A pesar de que la ilusión era muy poderosa, ella estaba deseosa de encontrar el génesis de todo. Arremetiendo con fuerza hacia adelante, para tratar de hacerme daño, con algunas de sus armas. Tenía la luz a mi favor. Una vampira como ella, que hacía siglos sus ojos contemplaban semejante belleza. La luz era precísamente eso para mí: Belleza.

-Vamos ¿es todo lo que tienes? - cuando le sintió pasar por su lado, le hizo un corte en uno de los tirantes de su vestido, alcanzando algo de piel con ello. - ¡Punto más para el brujo!

Estaba deseoso de que descubriera la manera más fácil para maniatarme. Ahora era cuestión de que encontrar el punto exacto. Tenía amplias expectativas con ella, de su inteligencia y habilidad. Sólo necesitaba tener más confianza en ella misma y estaríamos del otro lado.

-¡Olvìdate de la luz! - grité al momento de hacerle otro corte en la pierna. -¡Vamos, encuentra la manera de ubicarme y trata de lastimarme!- Nirole estaba olvidando detalles importantes, sólo por el simple hecho de no querer hacer uso de sus habilidades sobrenaturales. En la guerra y en el amor todo se valía, llegando a un punto importante. Si Nirole fuera en realidad mi enrmiga en aquel instante, ya le hubiera cortado la cabeza de un solo tajo.

Me alejé de ella un par de metros, para esperar un movimiento más agresivo de su parte. Con la guardia en alto y moviendome a su alrededor, seguía observándole detenidamente.

-Me decepcionas, vampira. Creí tener una adversaria de cuidado, y sólo observo a una frágil mariposa miedosa. ¡Decepcionante en verdad! Es como jugar a las canicas.

Sonreí de medio lado. Me encantaba hacerle rabiar. Tal vez y sólo tal vez, le hiciera despertar.

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