AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Página 1 de 1.
El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Así comienza el Caos
España—1795
Duele Joder, Duele mucho
Los rayos del sol cegaban a cualquiera que estuviera a esas horas por las calles, demasiado temprano para ver algún alma vagar por los rumbos desconocidos, calles solitarias a las que le viento de la estación llena con polvo y escombros de la noche anterior.
Entre aquellas calles desérticas un alma que cruza tambaleante por los senderos de la ciudad, una sombra que se mueve erraticamente como si no pudiese coordinar sus pasos; la sombra va tomando lentamente forma, una que no se aprecia distante a lo que se imaginaba. Cabellos largos ondulándose al viento, ropa rasgada manchada de sangre y suciedad, brazo izquierdo que es sostenido a la altura del hombro por la diestra que presiona la carne, el aroma a sangre inunda toda la ciudad y lo peor está aun por pasar.
Las horas del reloj central marcan el momento preciso en las almas "bondadosas" comienza su jornada cada mañana, pero entre las calles principales sigue vagando sin rumbo fijo aquella alma descarriada que solo sonríe mientras camina hasta la pileta central, la silueta es de una mujer que ríe tosiendo y andando descalza por la calzada; Unos minutos más tarde otros individuos van haciendo su aparición en la escena ignorando por momento a la mujer que ha alcanzo su objetivo, al menos hasta que el chapuzón se ha hecho eco entre los pocos transeúntes.
Grito de una mujer que llama a los que más puede al ver el cuerpo de una "dama" en estado deplorable y sangrante, almas caritativas que se acercan a ayudar pero les es imposible sacarla de aquel estado, su cuerpo pesa y tiene heridas profundas que matarían a cualquier hombre.
El ajetreo que se va suscitando y aumentando conforme pasan los minutos llaman la atención de un viejo hombre que tenía dos semanas de haber llegado a aquellas tierras, conmocionado por los rumores se acerca como buena alma de "dios" para brindar su apoyo, más, no esperaba por ningún medio encontrarse con aquel reguero de sangre.
Su presta ayuda fue bien recibida por los convivientes del lugar que le agrediceron al hombre por ayudar a la pobre y desvalidad mujer de una muerte segura, más lo que nadie sabia era que aquella y aquel compartían un secreto, uno que los haría unidos.
—Quíen eres— golpea el rostro de la joven riéndose—Despierta, no te duermas como un perro sin hogar— le arroja una cubeta con agua.
La mujer se levanta haciéndole una marca obscena al anciano riendose por la actitud que ha tomado de alejarla de los lugareños. Se sienta tocándose la herida entre muecas e insultos
—No blasfemes en la casa de Dios niña— la regaña dándole un golpe en la cabeza
—Anciano pervertido no me estes tocando— le grita al hombre que solo se ríe
Los lazos de familia no solo son los de sangre...
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Así comienza el Caos
España—1795
Demonios, odio todo esto
Sudor que gotea incesante por la frente y cabellos humedecidos, la respiración agitada que trata de calmarse tragando bocanadas grandes de aire por la boca, los pulmones ardiendo y esas ganas incesantes de matar con sus manos aquel anciano que está tan sereno en frente de aquella bestia de mujer que lo mira con ojos fulminantes.
Aquel lugar que sería considerado como un jardín no era más que un terreno con polvo donde el sudor y la sangre se mezcla mientras los puños de los rivales s enfrentan, cadenas de plata, y una pequeña sección que es la que muestra ser como un jardín (si pequeño se le puede llamar a ese sector donde hasta una fuente con peces hay). Aquella mansión es el lugar de entrenamiento y morada de un anciano que al parecer tiene como como deporte el entrenar a personas de toda índole con métodos espartanos.
El reloj anuncia la hora del medio día, momento perfecto para la comida pero, al menos para los otros que estaban ahí porque para la mujer no había nada más que estar parada de manos bajo el sol incesante por su comportamiento
—Estas de coña, verdad viejo ¿Cuánto tengo que estar aquí haciendo esta estupidez?, maldita sea— grita soportando el calor y peso de su propio cuerpo con las manos
—Hasta que modules tu vocabulario y cuando me ganes en la arena, niña— sonríe dando un golpe con aquel bastón, un palo de madera que utiliza de aquella forma
—Serás un viejo pervertido, por qué no te mides conmigo cuando este menos cansada y con luna llena— sonríe con orgullo de poder ganar en su condición
—Igual te ganaría, niña, pero si quieres perder hagamos algo mejor— una sonrisa que ilumina todo el lugar —Si te gano, harás lo que diga sin reclamar y sin maldecir tanto, y si ganas te dejaré hacer las cosas a tu manera— extiende el palo hasta la mano de ella
—Ya rugiste ruco, te voy a ganar— deja de estar en esa posición tomando aquel pedazo de madera colocándolo en sus hombros como muestra de que ganará.
Las horas pasan y cada uno van entrenando a su manera, al menos hasta que las manecillas del reloj anuncian la entrada de la oscura noche y antes de que la luna salga ambos se han dirigido al campo de batalla, los bosques, bien apartados del pueblo.
Rugidos, árboles cayendo y aullidos de dolor se escuchan por todo el lugar, así como los gruñidos y ataques de dos bestias feroces que sin tregua se atacan esperando ocasionar al contrario el mayor dolor posible. Sangre fresca es la que deja como rastro de aquel encuentro y a medida que las horas pasan los golpes se vuelven más violentos
Los lazos de familia realmente se pueden crear luego de una pelea…
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Así comienza el Caos
España—1795
La luna está en su punto más alto y con ello los fuertes rugidos que se mandaban entre ambos. Sus garras que se clavaban contra los maderos tiernos de los árboles afilándose al destrozarlos, sus colmillos que se muestran entre cada rugido, el pelaje gris de la loba así como su enorme cuerpo y vitalidad es lo que piensa que le ayudará, se abalanza con ira contra el anciano pero este rápidamente le toma del lobo con sus fauces arrojándola contra una serie de árboles que se arrancan de raíz.
Agita su cabeza al ponerse de pie gruñéndole, el lobo negro en cambio la mira tirando un aullido a la luna uno muy agudo, corre en dirección a la loba que piens que será atacada de frente pero solo se detiene para dar un salto sobre ella a seguir corriendo adentrándose al bosque, el instinto de la mujer es correr tras su presa y no soltarle, lo huele, le sigue el rastro pero los árboles se golpean contra ella así como troncos caídos y ramas que se adentran a sus ojos.
En medio de aquel esposo bosque la loba busca al lobo pero no está así como su aroma que esta por todo el lugar sin indicarle un punto fijo, de la nada sobre ella cae aquel hombre sujetándole con fuerza el lobo clavando los dientes haciendo que aúlle del dolor, pero son sus garras las que lo toman y sus patas las que le lo alejan de un solo golpe. Puede oir como los huesos le crujen así como el del atacante que ha salido volando golpeándose el lobo contra un árbol. Ambos llenos de ira se miran abalanzándose de frente con sus hocicos chocando y deseando calvarse en al yugular, sus garras empujando al otro, las zarpas de ella se clavan en la mejilla de él pero este es más astuto y clava las de él en el costado abriendo una gran y extensa herida.
Herida, cansada pero aun más furiosa no tiene control y con ello se va perdiendo, el hombre lo sabe y solo la pone a correr, corren por todo el bosque en intentos irracionales de parte de ella de atacarlo, al menos hasta que el amanecer llega.
Tirada en el suelo desnuda cubierta de sangre y con heridas profundas como dolorosas que van sanando muy lento, el hombre aparece con una manta para extenderla a la mujer que ha perdido completamente, ve que el anciano se ha recuperado más rápido que ella y está más estable.
—Lo sabías desde el principio ruco, verdad. Maldito viejo infeliz—murmura quedándose quieta mientras deja que su cuerpo haga lo suyo naturalmente.
—Te espero, para que comiences tu entrenamiento, Uriel— el anciano se ríe alejándose dejándola sola.
Apenas y puede moverse correctamente.
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Así comienza el Caos
España—1795
Sudor, sangre, lágrimas y saliva que se junta a las maldiciones proferidas por la mujer que solo destella sus caninos contra el anciano que la tiene atada a cadenas y postes enormes de plata pura, los grilletes que la atan han lacerado su carne y solo puede insultar al anciano por tenerla atada como si fuera un perro vulgar y sucio, ni sus quejas ni sus intentos de negociar funcionan sino más bien hacen que sus cadenas se ajusten más a sus muñecas y cuello
—Controla tu ira Uriel, o esas cadenas te apretarán más hasta matarte— el anciano se ríe mirándola tirar de grilletes.
Ella tira de las cadenas con fuerza haciéndolas sonar cada vez más insistentemente, el hombre niega y vuelve a reclamarle.
—Uriel, calmate, no lograrás nada de esa forma no se desatarán las cadenas solo porque tires de ellas— el anciano trata de acercarse porque ella no entiende razón de sus palabras.
Tira nuevamente con todas sus fuerzas gritando hasta que la sangre y sudor caen al suelo hasta que un buen escupitajo desde su garganta de sangre sale, el anciano asustado por ver la necedad de la loba corre a soltarla de las cadenas pero antes de llegar el cuerpo casi inconsciente de Uriel queda de rodillas en el suelo. Se acerca y ella comienza a reirse
—No que así no se las puedes soltar— limpia su boca del resto de sangre con el dorso de su mano.
Las cadenas se han roto desde la base pero su cuerpo está en serios daños
—Niña tonta de eso no se trataba el entrenamiento— un golpe del bastón le vino en la nuca hasta que terminó en el suelo
A la mañana siguiente, Uriel había despertado en medio de una habitación de todo tono blanco con un aroma muy molesto para su olfato delicado y con vendas que le molestaban más y más en sus muñecas, cuello, tobillos y en la cabeza. Una mujer aparece con cara de angustia y enojo y tras ella el anciano que se acerca a la cama y de donde Uriel a fuerzas quiere levantarse a como dé lugar pero las fuerzas se le van por la pérdida de sangre.
Le traen comida mucha comida y agua pero ella pide cerveza y por ello recibe un buen golpe, luego de unas horas el anciano se queda a solas con ella
—Eres una inconsciente y necia, sabes que pudiste morir por no escucharme, de ahora en adelante harás lo que te diga o te dejaré sin comida atada con más cadenas hasta que te mueras— se sentó con el bastón entre sus manos
—No exageres viejo al final me libre no— se sienta de manera poco femenina
—Pero estuviste inconsciente un mes, sabes lo que eso significa si estuvieras en una pelea— enarco una ceja y el pan de Uriel cayó a la cama ante las posibles imaginaciones de lo que el anciano le decía.
Estaba muy molesta consigo mismo y con el anciano que se jactaba de su sabio consejo. Se mantuvo en silencio acostándose dándole la espalda, ante todo su orgullo.
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
España—1795
Miraba al anciano casi gruñéndole para ese momento Uriel se sentía muy molesta como para admitir las palabras del anciano aunque en silencio lo hacía. Se tumbó de nuevo a dormir dándole la espalda y cubriéndose con la sabana, el anciano hablaba y hablaba pero ella no escuchaba hasta que un bastonazo fuerte le llego a la cabeza
—Maldito viejo enfermo voy a romperte ese bastón en tu calva cabeza de anciano— se levanta bruscamente.
El anciano toma el bastón y toca el hombro de Uriel que cae de rodillas adolorida soportando el dolor en silencio sin quejarse pero con unos ojos llenos de ira como para tornar sus pupilas ambarinas y mostrar su naturaleza.
—Uriel tienes mucha ira y así no podrás llegar a donde tienes que llegar— baja el bastón y con una campanilla aparece una mujer que ayuda a Uriel a acomodarse en la cama.
Tritura sus dientes casi haciéndolos chillar molestamente, gruñendo como el canino que es y a punto de lanzar una mordida pero el anciano alza las manos entregándole el bastón
—Rompelo si quieres pero eso no restará tu ira acumulada debes canalizarla o de lo contrario te consumirá y nunca…— guardó silencio retirándose.
Ella le quedó viendo sin comprender sus palabras pero destruyó aquel bastaón hasta quedar solo astillas.
Se tumbó a dormir por un buen rato, el dolor puso hacer que durmiera seguido y tranquila aunque a media noche se levantó por algo de agua e ir al baño pero al pasar por el pasillo miró por la ventana al anciano practicar con una ballesta el doble de pesada y aún más, con una velocidad sorprendente. El patio del anciano era un campo de juego con juguetes digno para cualquier pelea. Se quedó mirando un largo rato hasta que una flecha atravesó la ventana rasguñando su mejilla y llevándose mechones de su cabello hasta la pared
Sorprendida quedó y el anciano a la espera de su ira aguardó abajo. Uriel bajó por las escaleras a toda prisa y al llegar le arrebató la ballesta
—Como un viejo como tu puede cargar esto tan pesado, estas de broma verdad tu eres un viejo que se rompería con un mal viento como puedes soportar este enorme peso— apunta con la ballesta pero falla en el objetivo.
El anciano se ríe y le quita el arma
—Años de entrenamiento y tú también podrías si te aplacaras y aplicaras en los entrenamientos— asesto dos flechas en el centro de las dianas.
En ese momento Uriel acepto a regañadientes aplicarse al entrenamiento sin reclamos.
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
España—1795
El entrenamiento comenzó en el momento que ella aceptó, incluso en el punto de estar encadenada y tener que golpear los postes, aunque sus manos no alcanzaban estos, trató por varias horas y su ira comenzaba a explotarse al punto de lastimar su cuello. Una flecha le atravesó el brazo haciendo que gritara con fuerza cayendo al suelo con su sangre goteando alzó la vista y vio al anciano con la ballesta recargada sobre su hombro
—Infeliz cabrón como te atreves a usar plata — escupe algo de sangre poniéndose de pie.
El anciano le amputa con la ballesta a la cabeza mirándole por la mirilla y roza la flecha la mejilla de ella pero no se mueve, Uriel se queda quieta al punto de solo sentir algo cálido en su mejilla unas pequeñas raya de sangre que ha dejado.
—Pensé que te moverías, así que tampoco retrocedes ante nada, Uriel, eso es malo, a veces retroceder es bueno para poder avanzar más pasos, pero si te quedas mueres más rápido— el hombre deja la ballesta a un lado y con fuerza le arranca la flecha del hombro.
El grito que soltó Uriel en aquel momento es tan fuerte que despierta a vecinos y aves que huyen despavoridos.
—No tenías otra maldita forma de quitarme la flecha maldito viejo desgraciado, que no sabes que eso duele— su cuerpo iba sanándose lentamente cerrando la herida que le escocía
El anciano tomó la ballesta y le ordeno ponerse de pie. Volvió al entrenamiento pero sin entender que hacer, pasaron horas y todo un día atada a esa cadena a su cuello sin poder alcanzar uno de los cinco postes de madera, no había comido nada ni bebido ni una gota de agua y estaba a punto de perder el conocimiento cuando entre ver a una pequeña ave que saltaba entre la arena comenzó a entender. Un fuerte suspiro trató de calmarse y focalizar su energía en un punto, se levantó al fin tomando la cadena entre sus manos hasta el poste donde estaba atada y dejo en el suelo, se tronó los huesos y corrió dando una patada a uno de los postes, entre un salto hacia atrás se pudo impulsar en una dirección de 180 grados para derribar el segundo poste…paso haciendo eso hasta que el último poste fue derribado por sus piernas.
El anciano salió aplaudiendo
—Felicidades, al fin entendiste que no solo tienes una opción para atacar aun cuando te digan que solo debes usar esta, tienes varias opciones para lograr lo que se te pida o te propongas— le lanzó la llave de la cadena del cuello
Uriel se rio quitándose la cadena lista para la cena cual banquete tendría por haber aprendido la primera lección
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
España—1797
Los orbes observaron entonces el gran espejo ante ella dispuesto, su vestido en tonos azules se pegaba al cuerpo como segunda piel, sólo los más observadores podrían ver los pocos kilos que le faltaban para llenarlo. No había tiempo de ajustarlo, aunque sí de echarse un poco más de polvo y eliminar las molestas ojeras que la caracterizaron estos últimos. No tenía hambre a pesar de sólo haber desayunado un pan duro con té. El dinero tenía que ahorrarse y cuidarse como si fuera la vida misma y gracias a ello, su hermana iba recuperándose. Unos meses más estaría -esperaba- sanada lo suficiente para relajarse y sonreír de nuevo.
Se colocó derecha sobre sus pies y acarició el vestido mirando al espejo. Sus cabellos estaban sujetos a la cabeza y aunque alguno se desprendiera alguien llegaría a acomodarlo de nuevo, era lo bueno de tener un entrenamiento no solo físico sino también en otras indoles que en este caso le ayudarían mucho, y no solo en sus misiones si no también en ser una mujer diferente, ya no era solo una loba más con rabia ahora era miembro de algo más grande y para eso su maestro le había enseñado, pronto el aire se la llevaría en un instante de rabia o bien, desenfreno cual globo en pos de un cielo donde las calamidades se olviden.
Se encaminó a su lugar para esperar la entrada. Nerviosa estaba, pero consciente de que no habría nada que pudiera evitar que se llevara los elogiso de su maestro. Se concentró durante algunos instantes antes de que el atravesar aquellas puertas y entonces dejar qe toda la actuación empezara. Una vez en escena, dio todo su esfuerzo en cada participación que tuvo dentro del grupo de inquisidores, en cada diálogo incluso al bailar, su voz la modulo de manera tan elegante que nadie creería que ella era una mujer de las calles, una vulgar sin educación, al contrario todos creyeron y cayeron presas de su encanto. Pero ahora ella no era sola, no estaba sola y no lo estaría porque. Ahora era parte de una familia de nuevo, una que al parecer, tenía predilección por los engaños y la sed de sangre y rabia y gracias a ello, la aceptaban en su regazo.
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Re: El llamado de la naturaleza || Una pieza más de este juego de Ajedrez
Italia—1798
Sangre fresca gotea por las fauces de aquel animal enorme de pelaje gris, sus zarpas enormes destrozan lo que antes era un humano y que ahora no es más que partes desmembradas, las tripas por fuera esparcidas y reventadas. La carne que mastica es lo que queda de una pierna, se oye el hueso crujir y ser escupido por la bestia. Sus enormes patas traseras iban dando tumbos como pasos donde trituraban al resto de víctimas. Baja a cuatro patas olfateando el aroma de aquel bosque, el olor a tierra humedecida, algo que provoca una risa con aquellos caninos afilados y la baba chorreando lentamente, avanza sigilosa aquella criatura adentrándose más a las sombras nocturnas.
En las profundidades boscosas ruge el fulgor de una batalla. El sonido de estallidos junto al aroma de la pólvora provoca en ella un aullido extenuante de éxtasis por la sangre que percibe que se derrama, espeso líquido que borbotea de inocentes y corruptos, carne lacerándose junto a los gritos de dolor y batalla, la sobre exalta y corre al encuentro de sus presas, más atisba a lo lejos a aquellos seres que luchan en nombre de Dios, uno la observa igual que ella lo hace, con sigilo mostrándole aquellos incisivos, y sin pensarlo dos veces se lanza al ataque. Agarra de la yugular al tipo zarandeándolo como una muñeca de trapo lanzándolo sobre uno de los árboles escuchando como cae el hombre junto a los huesos romperse. Sus zarpas quedan improntas en la tierra acercándose más, uno de ellos la reconoce y la llama pero solo para tener su atención dejando así a los otros inquisidores, hijos del altísimo, la oportunidad de blandir sus armas contra ella.
Una hacha se clava en su omóplato, pero sus fauces se ciernen sobre la cabeza del que le ha asestado el golpe, otro lanza una especie de cadena de plata con una mano de metal al final que se agarra del pelaje gris de la loba haciéndola aullar; en dos patas se levanta mostrando aun más su tamaño, con las patas delanteras agarra aquella cadena arrojando a su dueño varios kilómetros lejos. Ahora solo quedan cuatro más. Nadie se mueve todos se quedan quietos esperando el próximo ataque de la loba hasta que uno de ellos, el que tiene una espada en la mano se dirige a ella.
—Uriel, no te quiero lastimar, pero si insistes en estar en esa forma lo haré y créeme— baja unos decibeles el tono de su voz —lo disfrutaré —una sonrisa donde muestra los colmillos a la loba.
Aquella que responde al nombre de Uriel se relame su hocico ensangrentado y deja salir de lo más profundo de su maldito ser un aullido estruendoso que obliga a sus contrincantes a cubrirse los oídos desorientándolos unos segundos, segundos que ella aprovechó para correr adentrándose al bosque, se interna en las partes más oscuras llevándolos a una cacería de muerte. Busca separarlos y distraerlos. Al menos ello le dará tiempo a sus heridas.
Siempre actuando sin pensar.
Uriel Q. McCowan- Condenado/Licántropo/Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 25/08/2015
Temas similares
» Quién quiere ser mi hermosa pieza de ajedrez? [Búsqueda]
» Sólo un juego de ajedrez | Chelsea White | BSTE
» Este juego feroz y ridículo, ¿cuándo acabará?
» En este juego, tú eres el juguete... y yo el perro malo »Darkness Delacroix«
» ¿Te atreves a jugar nuestro juego...? ¡El juego de ¿Quién es Kerêm quién es Karim Fournier?! | Busqueda
» Sólo un juego de ajedrez | Chelsea White | BSTE
» Este juego feroz y ridículo, ¿cuándo acabará?
» En este juego, tú eres el juguete... y yo el perro malo »Darkness Delacroix«
» ¿Te atreves a jugar nuestro juego...? ¡El juego de ¿Quién es Kerêm quién es Karim Fournier?! | Busqueda
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour