Darko DeGrasso

Personalidad

Un hombre de edad madura, pero un alma que aún tiene mucho para darle al mundo. Su cuerpo fuerte y lleno de energía mantiene una apariencia algo jovial. De ojos celestes casi violáceos, con parpados caídos y expresión fría; pareciera que puede traspasar los pensamientos ajenos con solo una panorámica. Una vista invasiva y nada pacifica, sino que mantiene una sed de sangre y destrucción bastante característica. Por otro lado, la forma de sus cejas le da un plus sombrío que en combinación con unos labios extremadamente finos y avejentados por las arrugas aleatorias en su rostro dan la facha de alguien con gran experiencia en su rubro. El de torturar sin piedad hasta encontrar lo que busca.
Tiene una sombra de barba que procura rasurarla cada mañana, formada uniformemente en toda la parte inferior de su rostro.
Es alto, de contextura más bien robusta, se nota la preparación física en sus músculos marcados y toscos. Con manos pesadas y tatuadas en sangre. Lleva justamente la insignia de la cruz sobre su palma derecha, con la cual bendice a los herejes antes de darles la muerte.
Si hablamos de expresiones, las tiene todas, a simple vista podría parecer que es alguien sumamente indiferente, lo cual no está tan errado, ya que es frívolo con todo lo que esté a su alrededor. No obstante, muestra sus sentimientos sin ningún tapujo. La realidad es que ama ser lo que es y está tan convencido que sus accionares son correctos, que demostrárselos a los demás no le parece nada descuidado ni poco ético. Por el contrario, lleva su fe hasta en los lugares más banales.
Su condición de licántropo jamás le ha impedido hacer las cosas que desea. Y tampoco le resulta una desventaja, ni una disconformidad con la iglesia. Sino que utiliza toda esa fuerza y esos poderes para dar con sus presas con más facilidad. Llevando al límite todos los poderes, siendo su misión encontrar la sabiduría de Gaia para poder tener un mejor control de su licantropía en las noches de luna llena. En donde su cuerpo se transforma en un enorme medio lobo de extremidades escandalosas. Éste animal está preparado para matar seres sobrenaturales de cualquier tipo y sin cuidado. Ignorando mayormente a los humanos que están cerca, aunque claro que esto algunas veces no se da y tampoco le importa cuando sucede. Pues solo es él, con la luna y la destrucción.




Darko DeGrasso, es un inquisidor de Liguria, una región muy comercial de Italia. Fue nacido bajo una familia de clase media en las cercanías del puerto. En donde su padre trabajaba con uno de los principales mercantiles de la zona. Y su madre como costurera. Allá por 1700 fue cuando él vio la luz por primera vez. Único niño de una familia de cuatro, con una hermana mayor, sumamente despechada, egocéntrica y desquiciada. Anormal en absoluto para la época, pero era agraciada, hermosa y todos los demás -menos él- la idolatraban como si fuese una reina.
Darko jamás tuvo una vida demasiado interesante, se comportaba normal, sin cosas extraordinarias a su alrededor, ayudando a su padre en las cargas, comercializando con la perfección que se esperaba de un hijo. Haciendo las labores pesadas de la casa, como acarrear los alimentos de la granja o acondicionar a los animales del lugar. Se podría decir que su vida era tan interesante como la de una tuerca ya puesta. Sin movimiento ni triunfos. Sufriendo los maltratos de su descortés hermana, que por aquel barrio se decía que era una bruja. Sublime, atractiva y siempre parecía dar la impresión de excitación. El joven no podía verlo, sino que al contrario, solo encontraba en ella una aberración. Y no fue hasta años más tarde que la llegada de un barco con la bandera de la inquisición llego al astillero para modificarlo todo. Imponentes y con un grado de seguridad tal, que al muchacho de ojos violáceos todo parecía iluminársele. En principio parecían buscar cobrar unos tributos, la razón era desconocida para todos, pero aun así sabían que cada una cierta cantidad de tiempo, tenían que entregarle un dinero a la santa iglesia. Lo hacían sin chistar, pues parecía que a nadie le agradaban aquellos señores de hálito con renombre.
Pero cuando terminaron con las ofrendas, alzaron de sus manos un pergamino enrollado, éste hablaba sobre la existencia de una mujer hereje. Que insinuaba a los mercantes para robarles el dinero y mandaba maldiciones a lo largo y lo ancho de Italia y el mar ligure. La curiosidad de todos se agravaba y no fue hasta entonces que Darko sintió un verdadero regocijo en su interior. Se adentraron a la casa en donde él vivía y tomaron a su propia equipara. Una batalla se formó allí mismo, el aire se sentía pesado y parecía ser que la herejía estaba allí, flameante y con gran seguridad. Uno de los hombres advertía que la mujer sería llevada a juicio luego que aceptara su sacrilegio y entonces ella sería condenada a arder en la hoguera.

Pensaran entonces que nuestro protagonista estaría desesperado por salvar a su hermana aun cuando no se llevaban bien, pero por lo contrario, aquella manera maniática ya comenzaba a despertar. E inverso a todo, corrió a buscar a uno de aquellos hombres, imploró entonces que lo llevaran a ser uno de sus discípulos, que lo sacaran de aquel pueblo en donde su vida era monótona y para nada abocada “al Señor”. Señor Dios del cual él no sabía nada, pues no lo habían educado en absoluto. Pero que suponía, al ver aquella justica que estaban implantando, que sería el mejor y más adecuado ser de todo el universo. Después de todo, estaban vengándolo luego de muchos inviernos de sufrimiento.
Desde ese momento, a los ocho, Darko DeGrasso comenzó su camino para convertirse en el As oscuro de la Iglesia.
Experimentó desde ese entonces y hasta siempre, cómo eran las torturas, se inculcó en el arte de la religión, dejando absolutamente todo lo demás atrás. Su padre, su madre y toda aquella pequeña y miserable ciudad que no le habían causado más que repudios. Pudo ver desde un primer plano como su hermana era consumida a grasa y cenizas en la hoguera. Gritaba enloquecida, lanzando maldiciones a todos los que allí estaban, provocando que mitigaran el fuego para que el dolor se alargue y la condena sea eterna. Para que el fuego purificante aliente su alma hasta el verdadero Dios.
Luego de ello, a los doce, conoció su primera experiencia como inquisidor de bestias. Momento en donde no salió en absoluto ileso. Fue allí cuando se convirtió en uno más de la acelerada ola de sobrenaturales que arrasaba con la herejía de la Inquisición Italiana. La maldición de la licantropía se hundió en su piel, pero no lo llevó a irse a ningún otro lado, por el contrario, pasó a ser uno de los primeros condenados de la iglesia. Subiendo de categorías hasta encontrarse a sí mismo como uno de los mejores. Una máquina que mantenía separada sus sentimientos de todo lo demás. Los salvajes tormentos que podía utilizar para los interrogatorios en los sótanos de la abadía en la que vivía lo llevaron a ser considerado el más apto. Fueron años en donde su lado lycan le ayudó y lentamente nacía para mimetizarse con sus propias necesidades.
Luego de mucho de llevar su hábito y su psicosis al borde de todos los límites, una nueva “aventura”, como él lo llamaba, se le dio por hacer. Ya con casi ciento treinta años de respaldo, la jubilación estaba muy lejos de su alcance. Y una carta de la iglesia Alemana llegó a sus oficinas. Hacía mucho tiempo que no actuaba de manera primaria en alguna misión, sino que se encargaba de los tormentos para hacer confesar a los reos de la herejía, buscando llevarlos a sentir tantas ganas de morir que incluso aceptaban cosas que realmente no creían verdades con tal de cortar el sufrimiento.
Pero por suerte para DeGrasso las cosas no habían terminado. Una carta para el As negro había llegado de parte de la Iglesia Alemana. Buscaban a alguien de confianza para esa misión que llevaba a la caza de una gran familia de cambia formas. Según los escritos de una mujer que había sido de espía, contaban con un dúo de gemelos que sería esencial para los nuevos experimentos que se estaban dando en el grupo de los tecnólogos. ¿Por qué no?
El viaje fue instantáneo, desde Roma partieron directo junto a su notario en comisión. Aquel que registraba cada una de sus acciones. Pasaron por una Suiza en forma, hasta llegar al convento propuesto en Alemania, donde lo esperaría un grupo que según le habían indicado, tenía grandes habilidades de batalla. Y para su sorpresa no era tan así. Parecía que lo habían llamado correctamente, pues fue él quien acentuó la astucia de la misión para que ésta terminara con éxito.
Darko consiguió lo que quería, se encontró entonces con los gemelos, se dedicó a torturarlos, sin lograr que clamaran por la muerte ante los pecados cometidos. Disfrutó con el que conservaba los dedos, a ese otro poco le quedaba.
“— ¿Cuál es su nombre? ¿Cree que el pan y vino consagrados en la Santa Misa se transforman en el Cuerpo y Sangre de Cristo por Causa divina? ¿Cree en la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, como Dios Uno y Trino, la doctrina central de todo aquel que se llame cristiano? ¿Cree en Jesús como el Verbo de Dios encarnado? ¿Cree en la Virgen María como madre que dio a luz al Verbo encarnado por fecundación Divina? ¿Afirma entonces, que es inocente? —”  
Esas eran las primeras palabras antes de cada sesión, buscando en principio, saborear el éxtasis de una unión que odiaba por demás. La de la hermandad. Pero no duró demasiado con aquel, pues era sabido que una cambiante tenía que venir a ser fecundada por él. Y por el contrario, el dulce néctar de la femineidad que siempre había odiado era lo que lo llevó a buscar a la fémina.
“Monicke” se llamaba según los gritos que los demás hacían ante su búsqueda imposible. Se la llevaban en un barco para Francia, necesitaban custodios y por supuesto el deseo fue cumplido. Según el grupo que allí iba, su mirada era el diablo encarnado. Pero él bien sabía que habían hecho con ella tantas cosas como su mente no era capaz, se notaban las violaciones, las marcas del deseo en el viaje, aunque él no participaba de ello: sus pecados podían ser terribles, pero siempre avalados por su Dios, en donde fornicar no estaba escrito. Pero el odio de los hermanos unidos era tanto que no dudó en utilizar los métodos para ejecutarla. Profesó que se le quitara la vista, recalcó que su mirada satánica tenía que ser bendecida y el ácido con agua bendita fue echado desde manos ajenas. Darko DeGrasso observaba desde la lejanía de su sillón de Inquisidor General. Era el testigo de cada acto, hasta que fue arrojada al mar al no ser realmente útil siquiera para la hoguera.
Fue entonces, cuando volvió a Alemania para dar el veredicto final, que se enteró de la ineficiencia de los compañeros de turno. En donde uno de los cambia formas escapó. Uno, el ciento once, sobrevivió bajo la mano inútil de un grupo que solo se divertía con las demenciales torturas y se asombraban con la perfección de los experimentos que los tecnólogos hacían.
Ahora la misión tenía que seguir, pues DeGrasso jamás dejaba las cosas a medias y ante un simple rastro que lo llevaba a Paris no tardó en hacerse presente en la Iglesia, allí donde lo más grande de su fe estaba presente. Lugar en donde sería acogido como un duque, aunque eso no le importaba realmente. Él venía a tomar justicia y venganza por mano propia.



► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS: (Puedes colocarlos en tu ficha si lo deseas).
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Atributos: Garras afiladas, dentadura afiliada, rasgos lobunos (en su forma transformada) y longevidad.
► PODERES INNATOS: (Puedes colocarlos todos en tu ficha si lo deseas).
→ Transformación: Habilidad de cambiar de forma humana a animal y viceversa. Cuando el licántropo está en su forma transformada aumenta un 50% su potencia física.
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento; si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros licántropos cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida y su característico olor.
► PODERES A ELEGIR: (Sólo puedes elegir 3 poderes).
→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.
→ Aullido: Habilidad para aturdir y dejar paralizado, por algunos instantes, a sus enemigos por medio de un aullido ensordecedor. En ese momento, el sonido golpea fuertemente el oído del enemigo y en ocasiones puede llegar a destrozarle los tímpanos o incluso causarle algunas lesiones cerebrales. El aullido también sirve para llamar otros de su misma raza.
→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.



Lo llaman el As negro por ser terriblemente apático, pero leal a los mandatos de la Iglesia.
Disfruta de la bebida sin someterse a excesos de ningún tipo.
Lleva una larga cruz de madera en el cuello y un rosario en la muñeca.
Mantiene escondido su tatuaje en la palma de la mano con guantes de cuero.