Je suis très heureux d'être ici {LIBRE}

por Invitado Miér Sep 29, 2010 9:13 am

Caminaba por las calles parisinas con paso lento y tarareando entre susurros una canción que había oido en un bar del que acababa de salir. Había estado tomando un café, ella sola. Porque aquí en París, aún no conocía a nadie. Su vestido, algo viejo y demasiado corto para lo que debería llevar una señorita victoriana resaltaba su clase baja y ¿Porqué no? Su profesión como cortesana. Había que decir, que tenía modales ya que en su día había sido una señorita de dinero, pero al perder su dinero perdió también algún que otro modal imprescindible para una señorita de clase media o alta.
Se sentó en un banco y para daño de algunos de los paseantes del lugar, se subió ligeramente su vestido acomodando sus ligeros de color negro. Una madre salió corriendo del lugar de la mano de su hijo, ya mayor para enterarse de lo que aquella señorita estába haciendo y mirába con una pícara sonrisa en su cara mientras su madre le regañaba por mirar. Dakotta sonrió de igual forma acariciando su muslo enrrojecido por sus ligeros.

por **Lionel D'Maine** Sáb Oct 02, 2010 6:54 pm

-La libertad era un arma de doble filo que muchos utilizaban a su libre albedrio sin importar de que condición fuesen, Lionel siempre habia pensado que los hombres son iguales en dos maneras cuando aman y cuando mueren ya que allí no importaba de que clase social fueses ya que a la gente parecía solamente importarle la victoria, ganar el corazón de la dama o del caballero. Se sonrió, estando sentado en uno de los bancos admirando como la población masculina enloquecía de una forma realmente fácil debido a una mujer, debía de admitir que era hermosa ya que no poseía excesivo maquillaje que escondiese sus facciones y aquel vestido, que no era ni mucho menos el vestido que toda mujer deseaba, sentaba muy bien a la femenina figura-

No ha de preocuparse señora, creo que sus palabras aun no han llegado al muchacho

-No supo porqué, antes de que pudiera contener su labia habia empezado a decir lo que claramente todos pensaban, que el chico por el gesto de su rostro y sus ojos no estaba arrepentido y buscaba más, admirar más a aquella mujer que tan fácil parecía de conquistar, volvió su mirada a la mujer, solo a sus ojos y no a lo que estaba haciendo, no era demasiado respetuoso observar a una mujer hacer esas cosas tan solo por las miradas...¿o había algo más?-

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