Noches frías con soles sangrientos || Libre

por **Dante Jarosław** Miér Dic 30, 2015 11:44 pm

Un sonido estruendoso recorre toda la senda de los bosques en tonos marrones y ahora con pintas rojas; Paris se ha vuelto más un campo de batalla que una ciudad de disfrute; el estruendo continua pero ahora se vuelve más insoportable con aullidos a la luna cubierta por nubes, el sonido de cuerdas sujetando carne, lacerándola, las cadenas azotadas con vehemencia en busca de la libertad que con gritos tratan de evitárselo a la pobre creatura que no para de sangrar.

Trepa a uno de los árboles, en posición de vigilante se encuentra aquel sujeto que lleva los cabellos despeinados y las manos con sangre, sus “juguetes” los tiene a la mano para asestar el golpe que requiere, los cuchillos guardados pero los rifles con la mira puesta en el objetivo, la trampa que ha elaborado le resulta porque atrae a todo tipo de creatura gracias al aroma nefasto de aquella vida correr por la tierra.

Las horas pasan y ya no hay mirones que estén observando el cuerpo inerte de aquel licántropo, más un pequeño ruido hace que tome la mira de su arma que alerta se haya para disparar, más las sombras y la niebla no le permite ahora ver. Guarda silencio y su equipo tampoco está cerca y ahora él temía lo peor. Descendiendo con presteza de los árboles corre por entre ellos ahora en busca de alguno de sus soldados pero no hay ni uno, todos han sido dado de baja con garras en sus gargantas y la sangre borboteando. Solo uno le informa que no es cualquier ser que es una más letal de la que fueron a cazar, se alista con el arma apuntando en toda dirección con un cuchillo en la diestra para el combate, revisando sector por sector el bosque.

por **Hans D'Altrui** Jue Dic 31, 2015 12:41 pm

Estar metido en los bosque era de las pocas cosas que este podía hacer para distraerse un poco de todo lo cotidiano que tenia en su vida, ya tenia varios años viviendo en parís desde que salio corriendo de las manos de un cazador y ahora tenia que ser un humano normal para no levantar sospechas de que no es alguien normal como aparenta serlo. Ir a los bosque le recordaba como su padre fue mostrándole a transformarse poco a poco en las tres forma que puede tomar, además que era el único lugar donde podía tomar las formas felinas que toma sin que nadie se espante de eso. Una veza intento poder hacer en el teatro pero siempre estaba lleno de gente, además que su padre siempre le dijo que era peligroso hacerlo delante de personas que no saben de su don.

Camino lentamente por el bosque tratando de ver donde podría ponerse a cambiar de forma, así que se fue moviendo por todo el lugar para ver que la zona este libre de otras personas que no sean el ya que nadie puede verlo tomar forma de felinos. Se pone a revisar todo con gran sigilo, mientras camina de lo mas cuidadoso que puede y mientras va avanzando un olor a sangre se va intensificando. Este se pone un poco nervioso porque no había encontrado antes un muerto en estos lugar, al menos no cuando este pisaba el bosque para liberarse un poco y usar sus habilidades.

Mientras mas iba avanzando mas fuerte era el olor, así que este se deliza para ir hacia donde esta el olor. Ya al estar muy cerca de todo este se detiene un minuto a pesar porque estaba tomando esa dirección, ya que podría meterse en líos si era algo que no pudiera manejar y no estaba por eso. Al final su curiosidad fue mas fuerte que el, así que siguió caminando hacia donde se encuentra ese olor a metal que tiene la sangre y ver que fue lo que había pasado con esas personas que estaban en el bosque.

Al llegar al lugar donde se encuentran los muerto, ve un hombre apuntarlo con un arma.- Hola...- Dijo levantando las dos mano al aire, así que se lamenta de seguir esa pista.- No me mates como estos hombres, solo estaba dando un paseo por el bosque.- Confeso sinceramente, pero era para verse como alguien normal y cuando este mas cerca si intenta hacerle algo dejarlo inconsciente para poder huir rápidamente de este lugar.

por **Dante Jarosław** Sáb Ene 30, 2016 10:10 pm

Carga el arma a su hombro y va por los cuchillos de todos sus compañeros, el arma de él la carga a la espalda junto a otras que mete bajo la cazadora negra. Clava los cuchillos a los árboles asegurándole un perímetro entre ellos envuelve el alambre de plata en la parte baja y alta ayudado por los filosas armas que le sirven de soporte y temple a su idea. Regresa cuando un ligero movimiento de los arbustos le alertan –Bueno si “ella” me ha de matar al menos que sea con elegancia y muera peleando– ríe mientras termina su estrategia, la terminar se acerca a los caídos retirándoles las armas y municiones necesarias para poder ayudarse él mimo.

La mirada fiera ante cualquier movimiento con el arma en la mirada de cualquier rastro de que el enemigo ronde cerca, sujeta con firmeza el gatillo observando con sigilo cada rincón, gira y gira sin dejar de esperar a aquello a por lo que iban a cazar más la niebla le imposibilita seguir el rastro, sabe que tiene las de perder por estar descubierto, maquina un plan en su cabeza y echa su suerte a ello pero antes de poder dar comienzo a su plan de “atraer” a la bestia, la silueta oscura de alguien que se acerca y una voz que retumba palabras de “rendición”.

“Pero…qué demonios” piensa cuando baja el arma y enfunda el cuchillo, mira a todos lados caminando entre los cadáveres de sus compañeros, si no lo hacían sus camaradas al menos el terminaría el trabajo. Se acerca al joven apuntándole con el cañón del arma bajada, en un muestra de que se voltee, lo iba a requisar. Aquel hombre no se confiaba de nadie y menos en la situación en la que ahora se encontraba. Miró a sus colegas caídos y luego al joven –Si no quieres termina como ellos entonces date vuelta, no me confío de alguien que dice “Salí a dar un paseo por ahí” y luego termina en el bosque– mira a todos lados con cautela atento al mínimo ruido –Quien me asegura que no los mataste tú, que eres una bestia disfrazada de humano y ahora quiere matar al último de los cazadores en pie, eres un extraño en tierra de cazadores y para lo que a mí respecta eres sospechoso– Enarca una ceja acercándose con la mayor cautela al joven con el gatillo listo para disparar si fuera necesario al mínimo movimiento que hiciera aquel extraño.

por **Hans D'Altrui** Jue Feb 04, 2016 3:06 pm

Maldecía en su mente al ver el escenario en el que estaba y mucho mas la persona armada que tenia en frente de el, no era alguien que conociera lo cual dificulta mas toda la cosa. Pero este no se dejara matar tan fácil mente, era un actor y si quería salir con vida de este momento tenia que hacer una gran actuación como si fuera en el teatro que estuviera haciendo un gran espectáculo. Al final el hombre toma su cuchillo lo cual es mas fácil de poder desarmar, pero si era un cazador lo reconocería en la calle y tendría que huir de esta ciudad que tanto le fascina vivir en ella ya que sabría que no es un humano normal por sus habilidades.

Se da la vuelta como el hombre le dice.- No se de que esta hablando, solo tengo miedo por mi vida y no pensé que salir al bosque podría ser tan peligroso.- Comento fingiendo mucho miedo del hombre que estaba hablando con un experto descubrir cosas no tan naturales, así que Hans sabe debe tener cuidado.- ¿ Bestia? ¿ cazadores? en verdad lo que me dice me hace pensar que esta un poco loco señor, debo decirle que estaba en el bosque encontrándome con una doncella la cual su padre no desea darme su mano porque piensa no soy suficiente para ella.- Mintió al ver que no estaba ante cualquier hombre como sospechaba, por debía seguir en su papel, porque sino mataba la hombre este lo cazaria por todo París hasta matarlo seguramente.

- Por favor señor, déjeme irme y no diré a nadie que mato a estas personas.- Dijo fingiendo desesperación y miedo, así dada la impresión de ser un cobarde humano común que estaba en el momento incorrecto nada mas.

por **Dante Jarosław** Mar Mar 01, 2016 12:16 am

Risa, la enorme carcajada que retumbó por el lugar fue lo primero que dejo salir luego de haber oído la excusa más disparatada en su vida, rie tanto que termina pidiendo disculpas por ello pero no por eso se detiene al contrario, con la severidad que le caracterizaba apunta más sus armas al hombre misterioso –Y tú que dijiste, a este imbécil le meto el dedo y se creerá aquella estúpida novela de romance de los cojones– alza su arma dejando escapar un disparo a los cielos.

Apuntó con el arma a la espalda del muchacho instándole a que camine y se aleje de los cadáveres, su rostro estaba serio y mostraba el odio que sentía por la bestia que ha causado la muerte de sus camaradas –Niño, no nací ayer soy un veterano en este mundo y tu historia es de la más ridícula, por varias razones si quieres mentirme cuéntame otra historia una más de terror que esa estupidez de romance mal tragado, pero ya que te haces la inocente palomilla enamorada ¿por qué no probamos tu teoría?– rastrilla una de las armas –Dispararé a tu hombro con esta arma, que tiene algo especial lanza balas de plata, lo que para ciertas bestias les haría daño y quemaría como el infierno, si tú eres inocente tendrás una historia para tu doncella y el padre te dará su mano al ver que tienes cojones para enfrentarte a un hombre como yo, al final los dos ganamos– apunta el arma sin dejar de ver todas direcciones en busca de aquella bestia a la que daban caza o de sus secuaces.

Miraba al joven los nervios y como buscaba el poder escapar de ello, pero ahora solo tendría dos opciones o decir la verdad o atenerse a las consecuencias.

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