Astrid J. Bergès

por **Astrid J. Bergès** Lun Ene 04, 2016 6:42 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Astrid Jane Bergès

▲EDAD▲

25 años

▲ESPECIE▲

Humana || Cazadora

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

Ninguna

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Media

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Gales

▲HABILIDADES/PODERES▲

Domina la lucha cuerpo a cuerpo y es ágil con la espada, aunque su punto fuerte son el camuflaje, las trampas y los ataques a larga distancia tanto con armas blancas como de fuego. Posee conocimientos de herbología, toca un total de ocho instrumentos, entre ellos el violonchelo, y domina los idiomas con fluidez.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Quizás todos estaban en lo cierto, Astrid Jane tiene algo salvaje en el borde de su mirada. Siempre ha sido una joven dispuesta a complacer las formalidades de la sociedad mostrando la elegancia, la disciplina y el porte de los de su clase. Y pese a ello una picardía impropia en una dama asoma por la comisura de sus labios. Ella es fuego, la vida le estalla en las manos. Tan ardiente y fría, tan contradictoria. Normalmente atenta a detalles que podrían pasar desapercibidos. Desprende ese algo tentador fuera de lo común, una suspicacia inverosímil en un rostro seductor y despreocupado. Desde temprana edad demostró una madurez poco vista contra la que lucha en sus intentos vanos por desprenderse de la realidad. Astrid es música, de hecho si pudiera se convertiría en una melodía, de esas que envuelven los sentidos y apagan el volumen del mundo, es el inicio de la canción y sus respetados silencios. Sabe cómo decir lo que piensa con la autoridad justa que la mantiene con la última palabra, aunque en ciertas ocasiones, pese a su orgullo de mujer revolucionaria, acepta las derrotas con la barbilla bien alta. Valiente temeraria. Entre sus valores consideraba la verdad como algo necesario en todos nosotros y confiaba en una realidad que ahora la ha apuñalado. Sus creencias van perdiendo peso a medida que la joven tropieza con el mundo.

Actualmente, no es más que una sombra de lo que fue, dedicada a camuflarse, no sobresale del todo pero sí destaca, no llama la atención pero es distinta, siempre está ahí. Para ella no hay un porqué del destino, igual que no existen casualidades. El tiempo es suave, sin pausas y traicionero. Las noches son más largas desde que Astrid no puede ser Astrid, tan apasionada, tan desesperada por la vida e irónicamente deseando estar tan muerta. En su presente el odio y el amor, la luz y la oscuridad, nunca antes había colgado de un hilo tan fino, sin punto intermedio.

Todo lo que sabe del amor se encuentra en las novelas que lee, cree entender ilusamente que nada vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente, sin alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Lo cual confunde a la joven de orgullo dudoso porque, tomado al pie de la letra, al amor es enfermizo, una despiadada obsesión.

Astrid se ha visto forzada a olvidar quién fue, siempre debatiendose si debería seguir huyendo de su pasado o hacer frente a su presente. Lucha constantemente por no perderse su propia esencia, su verdadero yo, pero ésta situación la lleva a límites que no se creía capaz de cruzar, se siente fuerte en su debilidad y está probando el deleite de su propia mente. Las noches son más largas desde que Astrid no puede ser Astrid, sí, pero tal vez no quiere volver a serlo.

HISTORIA

Astrid Jane Bergès desearía haber podido detener el tiempo cuando la sangre de su familia manchó sus manos. A día de hoy recuerda hacer recorrido el gran comedor casi sonámbula, sumida en un silencio letal, los cuerpos inertes de aquellos a los que amó yacían en el frío suelo. El cabello dorado de su madre empapado en carmesí, la mirada asusente de su hermano y el último aliento de su padre suspendido en el aire. Sobre todos ellos, una nota. “Eres mía”. No fue consciente del peso de aquellas siete letras hasta que sintió el gélido aliento de una sombra en el umbral de la puerta. Él, con mirada de fuego y garras por manos, se acercó a ella susurrando. “Esto es para ti mi querida Astrid, prometí que solo yo podría tenerte”. Una promesa que en primera estancia había supuesto romántica, sacada de la más delicada de las novelas, había resultado ser una pista, un destello del verdadero ser que albergaba el desconocido destinado a ser su esposo por conveniencia. El monstruo apartó la máscara y tras ella solo había horror y sed de sangre, el resquicio de un ser letal. La muerte de su familia por oponerse a la suya. Quizás él pudo ver antes que nadie el destello salvaje en los ojos de Astrid, la oposición ante lo común y su afán por la vida, su fuerza. En algún momento aquella muchacha inconformista se escaparía de sus manos y eso era algo que no podía consentir. Era y sería suya, y solo la muerte y el miedo podría sentenciarla.

Cual fue la sorpresa de ambos cuando la joven arremetió contra él con todo lo que tenía, un mal golpe ante su asombro lo hizo caer y comenzaron un forcejeo en el que claramente Astrid no tenía las de ganar. Su lengua en su cuello, sus colmillos atravesando la carne. La pesadilla comenzó ante la luz de una desvergonzada luna.

Los siguientes meses pasaron a cámara lenta en una latitud que la mantenía fuera de si misma. Recuerda el fuego en sus venas, el desgarro del dolor en su cuerpo y el desesperado lamento por querer morir deseando vivir un día más. En una decadente obsesión la bestia la convirtió en su esclava de sangre... Astrid jamás se opuso aún cuando su mente luchaba. Curiosamente el tiempo entre ataques fue aumentando y sus heridas sanaban por completo, menos mordiscos, menos maltrato, menos dolor. La niebla en su cabeza se dispersaba por momentos y las lagunas comenzaron a llenarse, Astrid despertó del letargo inducido y la fiebre por ser libre la hizo actuar. Sería mentira asegurar que la duda no acechó a Astrid en el último momento, algo en ella deseaba atarla a aquel ser, algo en ella quería quedarse dentro de sus ojos y servirle, entregarle su sangre y conformarse con sus caricias. En ella había un pensamiento algo inhumano.

Lo siguiente que recuerda es leer su nombre en los periódicos de la mañana posterior mientras el paisaje se difuminaba por la ventana del carruaje, camino a ninguna parte. "Astrid Jane Bergès fallece, la tragedia condena a la última Bergès". Lo cierto es que, aprovechando las intermitentes ausencias del su captor, asesinó a la doncella que había curado sus heridas e incendió sin piedad la mansión en la que había permanecido cautiva para fingir su propia muerte. Fue fácil, demasiado fácil, lo cual aún hoy estremece a la joven. Puede que Astrid jamás llegue a saberlo, pero él permaneció entre las llamas con una ira pasiva mientras la obserbaba correr.

Astrid actualmente se hospeda en Francia acogida por su padrino, su esposa y sus pequeñas gemelas. En cuanto se encontraron a una irreconocible Astrid en el umbral de su puerta supieron que no hacían falta palabras. Durante los siguientes 5 años la necesidad de acallar los murmullos a terminado convirtiéndola en la sobrina intocable de Sir Pierre Contrier, empresario de día, cazador en la noche. No resultó sorprendente comprender que en un mundo donde existen los monstruos también caminan sus cazadores. La bestia convertida en presa. Astrid ha convertido su miedo en su mejor arma, un arma de doble filo. El aprendizaje contra las sombras la ha mantenido cuerda y le ha dado un motivo para seguir adelante pase lo que pase. Letal, decidida y mordaz.

DATOS EXTRA

La música por encima de todas las cosas, se podría decir que su vida transcurre en un pentagrama, notas altas, baja, silencios. Muchos silencios. Disfruta de los largos paseos donde la única meta es encontrase con el horizonte. Pequeños placeres como el té, los pastelitos de limón, un buen libro o la inmensidad escondida en un lienzo sacan lo mejor de ella. Le gustaban las tardes compartidas con su hermano en la modesta biblioteca particular de su casa, en aquellos momentos no existía ningún tipo de superioridad, no eran necesarios modales. El instante en el que sobran las palabras, su más preciado deleite.

Entre sus odios: Vampiros. Vampiros. Vampiros. Los odia casi tanto como los teme.
Sin embargo siente curiosidad por los licántropos.

Tampoco concibe un mundo en el que la mentira es más creible que la verdad, donde el honor de una persona se mide por el peso de su cartera. Creció en alta cuna, sí, pero su posición jamás mantuvo ajena de las pericias de los menos acomodados, de la gente real, por lo que cualquier desdén del que es tesgido la llena de rabia.

Facilis Descensos Averni RPG

por **Astrid J. Bergès** Lun Ene 04, 2016 6:46 pm

He publicado la ficha al nombre de Astrid ya que al registarme comprobé que Lilith es un nombre ya cogido. Además, he puesto como pb a Gemma Arterton dado que he visto que su anterior user no parece estar activo y estaría muy interesada en tener este pb. Si me equivoco retiraré el gif y buscaré otro pb.

Espero no ocasionar molestias...
Y gracias, el foro es maravilloso ^^

por Invitado Jue Ene 07, 2016 5:40 pm

OBSERVACIONES

favor de corregir

ESTÁ TODO CORRECTO SALVO EL TEMA DEL AVATAR QUE TE HE COMENTADO POR MP Y EN EL REGISTRO. EN CUANTO EDITES ESO, POSTEA AQUÍ Y PASAREMOS A ACEPTAR TU FICHA.

CODE BY NIGEL QUARTERMANE

por **Astrid J. Bergès** Dom Ene 17, 2016 6:13 pm

Editado!
Gracias por la paciencia.

por Invitado Dom Ene 17, 2016 10:11 pm

FICHA APROBADA

bienvenido/a a victorian vampires

¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.

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