AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Últimos temas
Demian Reyne | ID
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Demian Reyne | ID
⇚ NOMBRE DEL PERSONAJE ⇛
Demian Reyne
⇚ EDAD ⇛
Real 28 | Aparente 26
⇚ ESPECIE ⇛
Vampiro
⇚ LUGAR DE ORIGEN ⇛
Inglaterra
⇚ CLASE SOCIAL ⇛
Clase alta
⇚ ORIENTACIÓN SEXUAL ⇛
Heterosexual
⇚ ATRIBUTOS ⇛
Colmillos afilados, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.
⇚ HABILIDADES ⇛
Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana
⇚ PODERES ⇛
• Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (no aplica al desmembramiento). El tiempo de recuperación varía según la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego, puede morir si las heridas son muy graves.
• Percepción del aura: habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también le permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.
☒ Bloqueo mental: habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa. No aprendido.
☑ Fortaleza: capacidad de resistencia extrema al dolor físico. Aprendido.
☒ Rastreo: puede rastrear la localización de cualquier objeto o criatura. Es capaz de descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, siempre que esté dentro un radio de veinte kilómetros. No aprendido.
DESCRIPCIÓN FÍSICA
Demian posee ojos celestes, su tez es pálida, tiene labios finos y cabello marrón. Mide 1.82 de alto, es de contextura delgada.
Por lo general usa ropa oscura, y se niega a usar todo tipo de galera. Suele llevar su corta melena suelta, aunque si la ocasión lo merita, puede peinarlo hacia atrás para que de una apariencia más formal. De momento roba prendas de algún que otro poblado, aunque sus malos hábitos no le permiten llevarse nada que no sea de su agrado y talla.
Su voz es apenas grave, su paso al caminar es apurado y audible como el de cualquier persona normal. Usa su sigilo para cazar animales en el bosque, pero al estar entre humanos, se comporta como uno más de ellos.
DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA
Demian es un joven reservado, taciturno. Fácil de tratar, suele ser amable en toda ocasión, aunque no tiene reparos en lidiar con hostilidades. Desconfiado por naturaleza, mantiene su guardia en alto hasta en la conversación más trivial, pero de la misma forma, no guarda secretos con aquel que se haya ganado su confianza.
Rebelde por naturaleza en su vida humana, se descubre ahora buscando las reglas que rigen el nuevo mundo que se abrió ante él. Ya no es el joven problemático de entonces, cuando su vida en la alta sociedad le resultaba igual que estar encerrado en un nido de serpientes. Ahora la soledad y la sed le enseñaron que hay criaturas más terribles en la oscuridad, y que él es una de ellas.
Tras haber pasado su segundo año como vampiro, sabe que necesita alguien que lo guíe en su camino, pero también considera que puede ser peligroso encontrarlo. Desconocedor de su nueva naturaleza, carga consigo muchas preguntas que necesitan respuesta.
Rebelde por naturaleza en su vida humana, se descubre ahora buscando las reglas que rigen el nuevo mundo que se abrió ante él. Ya no es el joven problemático de entonces, cuando su vida en la alta sociedad le resultaba igual que estar encerrado en un nido de serpientes. Ahora la soledad y la sed le enseñaron que hay criaturas más terribles en la oscuridad, y que él es una de ellas.
Tras haber pasado su segundo año como vampiro, sabe que necesita alguien que lo guíe en su camino, pero también considera que puede ser peligroso encontrarlo. Desconocedor de su nueva naturaleza, carga consigo muchas preguntas que necesitan respuesta.
Crecer teniéndolo todo tiene su precio, y posiblemente este sea el caso del joven Demian. El mundo a su alrededor siempre fue relativamente amable, predecible, quedándose él sin las herramientas necesarias para abrirse camino en su nueva vida.
Quizás su espíritu algo sabía de esto, por lo que no fueron pocos los problemas en los que él mismo se embarcaba, acaso buscando romper la seguridad de esa monotonía de la que era esclavo. Y fue en estos intentos de ponerse a si mismo en la línea de fuego, que un vampiro lo atacó.
Eran las primeras horas del amanecer, cerca de un bosque sin nombre. Iba a batirse a duelo con el único heredero de una familia importante, situación que el mismo provocara tras mantener una cercana relación con su prometida. Nada más había pasado, sólo eran buenos amigos. Pero los rumores poco tuvieron de ciertos, y él no se molestó en hacer demasiadas aclaraciones. Quería el duelo, deseaba saber si era capaz de dejarse morir.
El sol aún no asomaba en el horizonte, pero el cielo había aclarado ya hace buen rato. No olvidará nunca el color rosado del firmamento, el aire frío en su rostro, el sudor de su frente ni lo eternos que fueron esos tres pasos antes de darse vuelta hacia el fin de sus días como humano. Porque esperaba ver a su rival de pie en el extremo opuesto, pero sólo pudo ver al mundo darse vuelta mientras escuchaba la explosión de unos disparos. Todo se volvió oscuro entonces.
Al abrir los ojos, estaba sólo en lo profundo del bosque, y era de noche. Caminó durante unos cuantos minutos, sin notar nada que no fueran árboles que parecían repetirse constantemente. Se sentía cansado, como si hubiera estado corriendo todo el día, escapando de alguna oscura criatura. Y fue cuando se dejó caer en el suelo, abatido, que el vampiro apareció.
"¿Aún deseas la muerte, joven Reyne?", le preguntó aquel rostro espectral que parecía tener llamas en los ojos. Demian parecía haberse quedado sin voz, pero su corazón respondió por él, latiendo con fuerza. El vampiro sonrió, dejando ver sus afilados colmillos. "Veremos que tanto tarda en rendirse ese corazón altivo que tienes", susurró, mientras se acercaba a sustraer la poca sangre que había en el cuerpo del joven.
El vampiro ya había bebido su sangre anteriormente, durante aquella madrugada, a fin de facilitar la sanación de sus heridas, causadas por recibir el disparo destinado hacia su víctima. Y habría terminado lo que se proponía en ese mismo momento, pero el inminente amanecer lo forzó a retrasar sus planes. Ahora en la oscuridad de la noche, y con su víctima falta de fuerzas, iba a resultarle todo aburridamente fácil. O eso pensaba él.
Lo cierto es que Demian no deseaba morir. A pesar de que eso es lo que había pensado de si mismo, hasta el punto de abrirse camino hasta un duelo, su corazón dictaba lo contrario. El ritmo no disminuía su intensidad, y el vampiro no podía terminar lo que había empezado. Soltó a su víctima, embriagado, y con una sonrisa escarlata exclamó palabras que incendiarían la mente del joven durante largos meses: "Ahora entiendo por qué no quiso hacerlo personalmente, es realmente doloroso no dejarte vivir".
Y tras un instante que pareció durar siglos, el vampiro prosiguió con su tarea, hasta que el corazón cantante de su víctima quedó casi en silencio. Apenas podía oírse, pero allí estaba, al borde del colapso. "¿Aún deseas la muerte, joven Reyne?" preguntó nuevamente la criatura. "Puedes vivir, o puedes morir. Pero piénsalo bien, pues lo que sea que elijas, será para siempre".
El joven no podía hablar, pero sus ojos estaban más abiertos que nunca, y sus puños permanecían cerrados sobre el pasto, como si soltarlos significara caer en algún abismo. Entonces lo más extraño sucedió ante sus ojos: el vampiro mordió su propia muñeca, y unas oscuras gotas de sangre comenzaron a caer sobre su rostro. "Bebe si quieres vivir, bebe y no cierres tus ojos".
Nada era claro ya para Demian, sólo era un espectador de cosas que pasaban frente a sus ojos, pero que se veían lejanas como si en realidad solo fueran extrañas memorias de alguien más. Vio sus labios abrirse y beber, sintió su cuerpo levantarse lentamente hacia aquel vampiro que ahora era sólo una fuente. Sintió su fuerza volver, sus oídos abrirse hacia nuevos sonidos, pero la sensación predominante era ese extasiante sabor en sus labios, que parecía volverse infinitamente más intenso, como si bebiera la copa de un vino capaz de volverse más exquisito en cada sorbo, sin agotarse, sin necesidad de servirse otra vez.
Pero entonces el vampiro lo apartó con fuerza, y el joven sintió dolor. No por el férreo empuje de la criatura, no por golpear su espalda contra un gran árbol, sino por tener que volver a la realidad tras haber experimentado aquel éxtasis embriagador. Estaba dispuesto a luchar con el vampiro por otro sorbo más de su elixir, pero entonces su cuerpo se estremeció.
"Tu cuerpo morirá ahora, y la vida que conoces morirá con él. Dormirás por dos días enteros, y al despertar volverás aquí" dijo el vampiro, mirándolo fijamente a los ojos. Y esa fue la última vez que lo vio.
Desde entonces, estuvo sólo en el bosque, acechando criaturas que sólo le proporcionaban lo necesario para sobrevivir. Solamente se alimentó una vez de un humano, pero fue incapaz de controlarse y este acabó muriendo. Desde entonces se prometió no hacerlo de nuevo. Sin embargo, su sed era grande, por lo que tuvo que empezar a viajar cuando el rastro de cadáveres silvestres alarmaba a la gente que vivía en los alrededores.
Con el tiempo aprendió a elegir sus presas y a ocultar los restos, y cuando notó que su control sobre la sed crecía, comenzó a acercarse a pequeños poblados. Actualmente continúa probando sus límites, viendo que tanta interacción puede tener con humanos sin perder el control. Sin embargo, la razón principal por la que se acerca a los poblados, sigue siendo hablar con los lugareños para ver si tienen alguna extraña historia que contar, algo que le pueda ayudar a encontrar a quien lo convirtió en lo que es.
Quizás su espíritu algo sabía de esto, por lo que no fueron pocos los problemas en los que él mismo se embarcaba, acaso buscando romper la seguridad de esa monotonía de la que era esclavo. Y fue en estos intentos de ponerse a si mismo en la línea de fuego, que un vampiro lo atacó.
Eran las primeras horas del amanecer, cerca de un bosque sin nombre. Iba a batirse a duelo con el único heredero de una familia importante, situación que el mismo provocara tras mantener una cercana relación con su prometida. Nada más había pasado, sólo eran buenos amigos. Pero los rumores poco tuvieron de ciertos, y él no se molestó en hacer demasiadas aclaraciones. Quería el duelo, deseaba saber si era capaz de dejarse morir.
El sol aún no asomaba en el horizonte, pero el cielo había aclarado ya hace buen rato. No olvidará nunca el color rosado del firmamento, el aire frío en su rostro, el sudor de su frente ni lo eternos que fueron esos tres pasos antes de darse vuelta hacia el fin de sus días como humano. Porque esperaba ver a su rival de pie en el extremo opuesto, pero sólo pudo ver al mundo darse vuelta mientras escuchaba la explosión de unos disparos. Todo se volvió oscuro entonces.
Al abrir los ojos, estaba sólo en lo profundo del bosque, y era de noche. Caminó durante unos cuantos minutos, sin notar nada que no fueran árboles que parecían repetirse constantemente. Se sentía cansado, como si hubiera estado corriendo todo el día, escapando de alguna oscura criatura. Y fue cuando se dejó caer en el suelo, abatido, que el vampiro apareció.
"¿Aún deseas la muerte, joven Reyne?", le preguntó aquel rostro espectral que parecía tener llamas en los ojos. Demian parecía haberse quedado sin voz, pero su corazón respondió por él, latiendo con fuerza. El vampiro sonrió, dejando ver sus afilados colmillos. "Veremos que tanto tarda en rendirse ese corazón altivo que tienes", susurró, mientras se acercaba a sustraer la poca sangre que había en el cuerpo del joven.
El vampiro ya había bebido su sangre anteriormente, durante aquella madrugada, a fin de facilitar la sanación de sus heridas, causadas por recibir el disparo destinado hacia su víctima. Y habría terminado lo que se proponía en ese mismo momento, pero el inminente amanecer lo forzó a retrasar sus planes. Ahora en la oscuridad de la noche, y con su víctima falta de fuerzas, iba a resultarle todo aburridamente fácil. O eso pensaba él.
Lo cierto es que Demian no deseaba morir. A pesar de que eso es lo que había pensado de si mismo, hasta el punto de abrirse camino hasta un duelo, su corazón dictaba lo contrario. El ritmo no disminuía su intensidad, y el vampiro no podía terminar lo que había empezado. Soltó a su víctima, embriagado, y con una sonrisa escarlata exclamó palabras que incendiarían la mente del joven durante largos meses: "Ahora entiendo por qué no quiso hacerlo personalmente, es realmente doloroso no dejarte vivir".
Y tras un instante que pareció durar siglos, el vampiro prosiguió con su tarea, hasta que el corazón cantante de su víctima quedó casi en silencio. Apenas podía oírse, pero allí estaba, al borde del colapso. "¿Aún deseas la muerte, joven Reyne?" preguntó nuevamente la criatura. "Puedes vivir, o puedes morir. Pero piénsalo bien, pues lo que sea que elijas, será para siempre".
El joven no podía hablar, pero sus ojos estaban más abiertos que nunca, y sus puños permanecían cerrados sobre el pasto, como si soltarlos significara caer en algún abismo. Entonces lo más extraño sucedió ante sus ojos: el vampiro mordió su propia muñeca, y unas oscuras gotas de sangre comenzaron a caer sobre su rostro. "Bebe si quieres vivir, bebe y no cierres tus ojos".
Nada era claro ya para Demian, sólo era un espectador de cosas que pasaban frente a sus ojos, pero que se veían lejanas como si en realidad solo fueran extrañas memorias de alguien más. Vio sus labios abrirse y beber, sintió su cuerpo levantarse lentamente hacia aquel vampiro que ahora era sólo una fuente. Sintió su fuerza volver, sus oídos abrirse hacia nuevos sonidos, pero la sensación predominante era ese extasiante sabor en sus labios, que parecía volverse infinitamente más intenso, como si bebiera la copa de un vino capaz de volverse más exquisito en cada sorbo, sin agotarse, sin necesidad de servirse otra vez.
Pero entonces el vampiro lo apartó con fuerza, y el joven sintió dolor. No por el férreo empuje de la criatura, no por golpear su espalda contra un gran árbol, sino por tener que volver a la realidad tras haber experimentado aquel éxtasis embriagador. Estaba dispuesto a luchar con el vampiro por otro sorbo más de su elixir, pero entonces su cuerpo se estremeció.
"Tu cuerpo morirá ahora, y la vida que conoces morirá con él. Dormirás por dos días enteros, y al despertar volverás aquí" dijo el vampiro, mirándolo fijamente a los ojos. Y esa fue la última vez que lo vio.
Desde entonces, estuvo sólo en el bosque, acechando criaturas que sólo le proporcionaban lo necesario para sobrevivir. Solamente se alimentó una vez de un humano, pero fue incapaz de controlarse y este acabó muriendo. Desde entonces se prometió no hacerlo de nuevo. Sin embargo, su sed era grande, por lo que tuvo que empezar a viajar cuando el rastro de cadáveres silvestres alarmaba a la gente que vivía en los alrededores.
Con el tiempo aprendió a elegir sus presas y a ocultar los restos, y cuando notó que su control sobre la sed crecía, comenzó a acercarse a pequeños poblados. Actualmente continúa probando sus límites, viendo que tanta interacción puede tener con humanos sin perder el control. Sin embargo, la razón principal por la que se acerca a los poblados, sigue siendo hablar con los lugareños para ver si tienen alguna extraña historia que contar, algo que le pueda ayudar a encontrar a quien lo convirtió en lo que es.
• De momento vive en una cabaña en el bosque, la cual encontró en estado de total abandono.
• Actualmente busca a su creador, aunque teme lo que pueda encontrar.
• Su familia cree que murió en el duelo, él nunca los volvió a ver.
• Solía ser un buen espadachín, aunque desde que se convirtió en vampiro que no ha vuelto a usar una espada.
• Recuerda el nombre del joven que murió en sus brazos, y teme saber algún día lo que fue de su familia.
• Actualmente busca a su creador, aunque teme lo que pueda encontrar.
• Su familia cree que murió en el duelo, él nunca los volvió a ver.
• Solía ser un buen espadachín, aunque desde que se convirtió en vampiro que no ha vuelto a usar una espada.
• Recuerda el nombre del joven que murió en sus brazos, y teme saber algún día lo que fue de su familia.
Demian Reyne- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 18
Fecha de inscripción : 21/01/2016
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Demian Reyne | ID
FICHA APROBADA
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ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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