La luna es testigo de tu secuestro, pero el infierno te tiene un asiento en primera fila [Privado]

por **Valentina B. Lothbrok** Lun Mar 28, 2016 6:26 pm

Me había perdido.

Mis hermanos estaban dispersos en sus acontecimientos y yo, llegaría tarde a la cena que mi padre organizó con el consejo. Tenían noticias de que Ragnar quería pedirles ayuda, pero yo, como bien sé que vivo los días enteros dentro de dicho lugar, sé que tendrá que sacrificar algo para que él pueda tener cierta ayuda, solo pido sea que acepte de una maldita vez aquel supuesto trabajo como nuevo líder del Consejo licántropo.

Los Okhlumatti, como así se llamaba dicho grupo, era un antiguo clan indio nativo americano que decían que vivían de las leyendas quileutes, otorgándose el mérito de haber mantenido una generación hasta estos días con orgullo y honor, pero ¿Qué hay de honor obligar a alguien para que se una a un clan del cual le oprimen sin razón alguna. ¡Ninguno! Solamente suspiré mientras me sentaba dentro del carruaje a la espera de que el cochero pudiera darse cuenta de que estábamos perdidos. Mis zapatos estaban manchados de tierra y eran ¡CARISIMOS! Me los traje de Italia y me costaron bastante. Me gusta gastar dinero, pero los zapatos me enamore de ellos y no pude resistir en comprármelos.

- Creo que nos hemos perdido –Dije al cochero que parecía que aún no se daba cuenta de lo que estaba pasando. Creo que era tonto o le habían parido del revés – Y ¿sabe mirar un mapa? Digo, porque llegamos tarde y más yo, se preguntarán dónde estamos y ya sabe que no les gusta que sus “garantías” se extravíen –Dije afinando el sarcasmo al final de la frase.

Solamente la luna me acompañaba esa noche, no estaba segura por dónde ir, pero allá donde alumbraba más era hacia el norte, pero si decía algo el cochero simplemente se arriesgaría de ser golpeado si me pega de alguna manera. Quarz me enseño una técnica algo ambigua. Me enseño a concentrar mi mente en un punto fijo, en un pensamiento y ella lo recibiría pero ¿Hasta dónde más o menos le llegaría mi mensaje de socorro? Suspiré de un modo u otro que me aburría demasiado, pero algo que vi a lo lejos, un grupo de alegres jóvenes pasaban cerca de nosotros.

Permanecí en las sombras del interior del carruaje, pero por culpa de mi curiosidad, el gato murió, haciendo que uno de los jóvenes de ropas andrajosas me tomara de la mano y tirara al suelo sin ni siquiera apenas cuidado. El vestido de color lila oscuro ahora estaba manchado de tierra, el escote un poco roto haciendo que mi escote fuera más vistoso, lo único que hice fue quedarme quieta, en el suelo de tierra y observando con odio al joven de ojos azules y cabello oscuro como la noche - ¿¡TE PICA EL CULO O QUE!? ¡SUBNORMAL! –Grite con odio, después escupí en los pantalones de ese andrajoso, pero lo siguiente fue ver el cuerpo muerto de mi cochero. OH no.

Estaba en un buen lío.