Esther Nottingham ID

PERSONALIDAD

Rencorosa, es una de las palabras que la definen. Puede llegar a ser un amor de persona cuando nadie la molesta, pero si alguien se mete en su camino, no hay alma que libre al pobre desgraciado de su rencor. Ademas, no se conforma con odiar a las personas, es de las personas que intentan hacerles pagar a toda costa. Disfruta con el sufrimiento de sus enemigos y eso le da miedo porque la hace bastante parecida a su padre. Se parece a él más de lo que quiere reconocerlo y no sabe como evitarlo. También siente cierta simpatía por su hermano desde el accidente provocado por Alphonse. No es que quiera a sus hermanos, nunca lo hizo, pero el hecho de que le hubiesen destrozado la vida a Caleb de esa manera, la hace desear arreglarlo aunque no fue culpa suya. Por lo demás, es solo por ella misma por quien mira. Es egoísta en ese aspecto, pero poco importa, ya que si puede vivir y a poder ser eternamente, las cosas irán bien.  

HISTORIA & OTROS

La pequeña y buena para nada, Esther Rose Nottingham. Nació poco tiempo después de su hermano y su nacimiento fue un ungüento natural para la herida abierta de Dominique Nottingham; la cual, su esposo le había dejado al llevarse a su primer bebé. Fueron sus rasgos los que más desconcertaron a toda la familia. No era fea, pero tampoco había heredado el encanto natural de los Nottingham, sino que se parecía por completo a esos familiares maternos olvidados. Era la copia calcada de aquel hombre gruñón, pero de buen corazón, que era su abuelo materno; por lo que se gano, sin buscarlo siquiera, el odio profundo de su padre. Su infancia no fue desgraciada, pero sí estuvo marcada por la envidia que les tenía a sus hermanos. Poco tiempo después de su nacimiento vino otra niña, llamada Evelyne Isabella, que era todo lo que sus parientes paternos buscaban en una señorita Nottingham. A su hermano Caleb no lo conocía lo suficiente, pero si sentía envidia de que fuese el preferido de su padre y así durante toda su infancia.

De adolescente las cosas no mejoraron. Isabella atraía todas las miradas de los hombres, mientras que ella no parecía más que su acompañante. No es que buscara un marido, pero ansiaba sentirse deseaba aunque solo fuera por unos momentos. Fue tiempo después que el accidente de su hermano ocurrió y vio como aquel hombre cruel Philip Marshall, al que llamaba padre, se encargaba de borrar todas las huellas de la desgracia familiar. Se sintió ultrajada y lo odio con más profundidad en cuanto declararon muerto a su hermano. No entendía como una persona era capaz de tales atrocidades contra sus seres queridos, pero claro, su padre no era realmente una persona. Era un mariscal sin corazón, para ella era prácticamente un psicópata y eso fue en parte lo que la hizo cambiar. Dejo de ansiar el amor de la familia paterna, también el amor de su propio padre y empezó a amarse sola; se amaba por cómo era, por cómo se comportaba, por cómo disfrutaba, por mil “cómo” más y porque estaba decidida hacer pagar a aquellos que la infravaloraban.  

Fueron varias las propuestas de matrimonio que Esther recibió tras la "muerte" de su hermano, pero ninguna limpia, ya que todas buscaban el dinero familiar. Al ser la segunda hija del matrimonio, todos esperaban de ella que se casara, pero se dieron cuenta que era una perdida de tiempo en cuanto rechazo más de tres propuestas, una de ellas del propio Alphonse; él cual había pasado a ser el favorito de su padre. Ante tal panorama, Philip Marshall la desheredó en favor de su hermana pequeña y fue Isabella la que recibió luego la propuesta de matrimonio de Alphonse, la cual aceptó encantada.

Ser desheredada la había librado de cumplir con el compromiso familiar no deseado, pero al poco tiempo una desgracia de verdad cayó sobre sus hombros. Empezó a experimentar fuertes dolores en el bajo vientre y sangrado abundante, tanto, que en un momento dado su madre tuvo que mandar llamar al médico para que la atendiesen en casa. Quien se presentó fue el peor médico de la alta esfera de Nottingham; que la tacho de mala mujer y de ahí el sangrado abundante ─Las malas mujeres, las impuras, sangran más de una vez al mes y me temo que usted señorita es una mala mujer─ sus padres al escuchar el veredicto, lo tomaron como válido, a pesar de que parecía de lo más absurdo. Esther estaba decidida a no quedarse de brazos cruzados y cuando el sangrado volvió, fue a buscar al único médico que no se relacionaba con el que la había atendido.  Era un pobre médico de clase media, pero el único que le dijo que su sangrado y sus dolores no eran normales. Tras pruebas que se hizo a espaldas de sus padres, supo que estaba enferma y que tenía algo incurable. Se estaba consumiendo poco a poco por dentro y no tardaría mucho más antes de que se notara.

Tal noticia la destrozo, pero no se permitió llorar, sino que acepto la ayuda secreta de aquel médico. Los medicamentos que le daba contra el dolor funcionaban en determinados momentos, pero los días de más dolor (cuando había sangrado) no hacían ni una cuarta parte de su efecto. El opio se volvió indispensable en esos momentos, pero solo en esos, ya que el resto del tiempo necesitaba su cabeza totalmente lucida. El trato con el medico los llevo hasta tal punto que él le confeso su secreto. Era un cambiante y supo por su propia boca que había más como él ahí fuera, además de otras criaturas. Le dijo que no tenía posibilidad de salvarla, pero había otros seres que sí podían hacerlo, por lo que los dos se enfrascaron en una especie de búsqueda, mientras que al mismo tiempo hacían practicas con cadáveres de mujeres, para ver si podían curarla sin necesidad de hacerla renunciar a su vida humana.

Esther nunca se lo dijo, pero desde que le confesó la existencia de otras criaturas en el mundo, ella deseo ser una de ellas, por el simple hecho de poder volar del nido y de ser poderosa. La amistad de los dos se volvió muy intensa y entre búsqueda y búsqueda, cadáver y cadáver, también hubo besos y un sinfín de tocamientos. Aquel secreto, aquella traviesa relación, se sentía mejor que cualquier cosa que hubiese hecho jamás, hasta que Alphonse se metió en su camino. Una noche, cuando volvía de la morgue, se encontró a Alphonse en su casa en estado de embriaguez. Estaba en su habitación, ya que su padre le había dado permiso para pasar la noche en la de invitados, pero por algún error tonto (o no tan error), se había equivocado de habitación. Esther, decidida a ser madura, le acompañó hasta su habitación cuidando que no se tropezara mientras caminaba. Al parecer había bebido tanto que le era imposible mantener una línea recta mientras caminaba, pero se dio cuenta del error nada más llegar a la habitación. Fue entrar para dejarle dentro y cuando quiso salir, ya no pudo. Él había cerrado la puerta y la estampó contra una de las paredes desnudas. Le puso la mano en la boca para evitar que gritara y mientras luchaba con él, se lo contó todo. Su aliento de whisky y su gran secreto es una de las pocas cosas que se permite recordar de aquella noche. En lo demás prefiere no pensar, y no lo sabe nadie, ni siquiera el médico cambiante que se había convertido en su amante.

Juro vengarse por si sola, pensaba contarle a su padre que él había disparado a Caleb, pero antes de lograr hacerlo, Alphonse le tomó la delantera. La delato ante sus padres y todo lo que había guardado hasta ese momento quedo al descubierto, menos los verdaderos hechos de aquella noche. Al saber que su hija era otra invalida y además la amante de un medicucho, Philip Marshall preparó su viaje a París junto a su otro hijo y aviso a todo el mundo de que Esther por fin había encontrado un marido en Francia; uno capaz de hacerla feliz, por lo que se marchaba inmediatamente. Poco sabían ellos que con ella iba el médico cambiante, pero desde aquel incidente con Alphonse ella cortó todo lazo con aquel cambiante. No quería hacerle daño y algo le decía que estaba más loco de lo que aparentaba. No es que eso fuese un problema, ya que ella definitivamente también había perdido parte de su humanidad por el camino, pero no pensaba dejar que nada la distrajese de sus metas finales. Quería vivir y sobretodo quería vengarse de Alphonse por lo que le había hecho no solo a ella sino a su hermano también.

Otros Datos
─ Esta enferme terminal y busca una manera de salir de ello, aunque eso le ha acarreado algunos problemas.
─ Alphonse la violó y también le desgracio la vida a su hermano, por lo que esta supuesta a hacérselo pagar, aunque sea lo único que haga en la vida.
─ Ha dejado la relación con el cambiante una vez llegada a París y el ha aceptado esto, pero aun así sigue a su lado.
─ Los dos juntos, el cambiante y ella, han hecho pruebas sobre cadáveres. No ha encontrado una cura para lo suyo, pero el cambiante cada vez esta más cerca de ayudar a su hermano y eso es tan bueno como la solución para su enfermedad.