Haunted | Privado

por **Nnamdi** Miér Ago 17, 2016 11:36 pm

Exhaló con un dejo de desgano, en un intento por alejar aquellas crónicas tortuosas que aún asaltaban sus espacios de cordura desde que había llegado a la capital. El número principal en el Teatro estaba por concluir y el silencio mortuorio apenas era opacado por los parlamentos que aquellos protagonistas bien parecidos proliferaban. Una noche aparentemente perfecta si Sabine le hubiese acompañado. Fue bajo su tutela que había crecido y de quien había aprendido a amar la actuación. De no ser por su carácter retraído no dudaría en incursionar en dicha rama del arte. Una ligera mueca emergió en sus comisuras al descubrirse a sí mismo ensimismado una vez más en esos deseos que seguramente no eran bien vistos por la sociedad. Había aprendido a ocultar a la perfección su atracción por la belleza de las personas.

Desde que tenía uso de razón manifestaba este gusto por una de las empleadas en la mansión, así como después lo sería por el único ente que le acompañaba a todas partes. El estallido de los aplausos le despertó de su trance viéndose obligado a levantarse de su asiento para unírseles en esa retribución sonora. Un par de murmullos y comentarios acerca de la trama deambulaban a lo largo y ancho del palco. Avanzó entre los asientos ahora vacíos y se dirigió presuroso a la salida, no estaba seguro de haber ordenado a su cochero pasar por él. Desde su incidente había cosas tan sencillas que en ocasiones olvidaba, si aquel espectro estuviese a su lado, seguramente se lo hubiera recordado. Miró perplejo a los lados buscándole y en su intento fallido concluyó que debía recorrer parte de la avenida a solas. El eco de sus escarpines bien lustrados herían el mutismo que las calles presentaban a esa hora.

Por su mente no circuló la idea de ser asaltado o asesinado. De igual forma poco le hubiese importado. El Quinn nostálgico a veces solía ser el más peligroso, pues se mostraba indiferente a cualquier situación que sucediera a su alrededor, incluyendo su integridad. La tibia refulgencia de las farolas se cernía cándidamente sobre sus hombros, a su paso le pareció escuchar gritos provenientes de alguna de las calles que eran devoradas por las fauces de las sombras. Arqueó una ceja pensando si sería correcto averiguar lo que sucedía. ¿Y si se trataba del cochero? A pesar de ser distraído, poseía un ápice de indulgencia con la servidumbre, no iba a permitir que nada malo le ocurriese. Se adentró entonces. El brillo de sus ojos apenas sobresalía en lo que se perfilaba como un escenario perfecto para un relato de terror. Un golpe en seco le provocó un sobresalto.

–¿Quién está ahí?– soltó rápidamente.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Dic 19, 2016 11:50 pm

Soren regresaba de la Biblioteca, había conseguido prestar unos 5 libros que ahora traía en su maletín raído de cuero colgado a su espalda, a veces le sorprendía que confiaran en él como para prestarle libros (teniendo en cuenta como vestía) pero había visitado tantas veces la biblioteca y en sus conversaciones con la bibliotecaria había demostrado tener un vasto conocimiento sobre las artes, que al parecer lo consideraban como un maestro excéntrico que gustaba de vivir al límite. Lo que no sabían era que realmente era pobre, no llevaba esas ropas desgastadas y viejas por gusto personal, sino porque no tenía dinero para comprar unas nuevas.

De cualquier forma, regresaba muy satisfecho consigo mismo por haber podido prestar esos 5 libros y ya se imaginaba así mismo recostado en el viejo sofá de la cabaña abandonada con los libros en su regazo devorándolos uno a uno con casi el mismo fervor con el que devoraría las tiernas arterias cuello de una dama.

Entonces fue cuando el olor a sangre lo distrajo, no era su imaginación era sangre real, notó que el olor provenía de un callejón que se perdía en la oscuridad de la noche y con curiosidad se acercó ocultándose entre las sombras, entonces vio como un hombre mucho más alto que él, de frondosa barba, aprisionaba a una mujer (probablemente una desdichada cortesana) contra la pared. Bajo la tenue luz de la luna notó el brillo de la hoja del cuchillo que este traía y con un movimiento rápido apuñalaba a la pobre mujer en el estómago.

–¿Quién está ahí?– De repente una nueva voz apareció en la escena, un joven muy bien vestido había doblado la esquina presenciando el asesinato, el hombre se giró y notó al chico, más no al Vampiro que seguía oculto entre las sombras cual experto cazador.

- No has visto nada niñito – Exclamó el hombre con una voz callosa y siniestra, mientras levantaba el cuchillo en alto, con la intención de matar al chico también para que no hubiesen testigos. El cuchillo se balanceó en un arco perfecto y rápido directo hacía el pecho del muchacho, Soren supuso que el hombre era un experto en pelea callejera con cuchillo ya que lo movía con bastante fluidez.

Haunted | Privado

Haunted | Privado

Re: Haunted | Privado