Recopilando recuerdos e información [Soren] [Finalizado]

por **Jérôme Leroy** Miér Oct 20, 2010 2:58 pm

Había llegado hasta los pasillos de la Universidad, guiado entre la nostalgia de los recuerdos de antaño cuando era un estudiante mas de aquella institución educacional y por búsqueda de información acerca de Andrè, su hijo. Había recibido la noticia de que el joven estudiaba allí, no tenía muy claro cuales eran sus estudios, pero debía investigar en el mismo sitio. Aún cuando casi partiera al azar.

Caminó con tranquilidad, observando el lugar que en si tenía ciertos cambios. Contando los años que estuvo fuera del viejo continente, mas los años en que había terminado sus estudios, hacia mucho que no visitaba el lugar. Recorrió con su mirada cara rincón, y a la vez quizás alguien que lo pudiera guiar. Deseaba con todas sus fuerzas poder tener una información real y concreta de Andrè, saber en que estaba su vida, si acaso aún seguía viviendo en la mansión, si su madre aún vivía, y así tantas cosas que no se atrevía a averiguar directamente, por miedo a ser visto, por miedo a reencontrarse con el pasado, con la familia que él había decidido dejar atrás. Pero su miedo mayor era otro, aún se preguntaba si había superado aquel deseo, aquella sed que le daba al estar al lado de Andrè.

Detuvo su andar un momento y se quedó de pie en frente de un letrero, la verdad no sabía de lo que trataba, ni lo que decía, pues solo se paro para ponerse a pensar y no perder el camino mientras su mente volaba. Parecía como si en verdad estuviera concentrado en aquel cartel, pero su mente cuestionaba el hecho de haber vuelto a París. - ¿No habría sido mejor seguir muerto? -Pensó por un instante pero negó con la cabeza.

Se cruzó de brazos, aún con la vista en frente, aunque si se le miraba con detención se podría notar que era una vista perdida, que no estaba concnetrado en aquello que tenía en frente.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Oct 20, 2010 3:17 pm

Venía saliendo de clase, eran alrededor de las 10 de la noche, aquella era una semana bastante difícil. El director Queen le había dado una segunda oportunidad para seguir trabajando en el claustro y no podía desperdiciarla, porque de no ser profesor ¿Que podría ser? Volvería a vagar por el mundo sin una razón para existir. Aunque claro, siempre podría volver a su antiguo trabajo en suecia y encargarse de los asesinatos y trabajos sucios del Sherif vampirico de Suecia como lo había sido por más de 50 años.

Pero había decidido terminar con todo eso y allí estaba. En la Universidad Francesa, intentando ser humano, fingiendo que podía llevar una vida normal. Caminaba por los pasillos con los 3 libros bajo el brazo de novelas inglesas y francesas, con un par de pinceles sobresaliéndo de los bolsillos de su desgastado pantalón verde oliva, cuando vio a un hombre de aspecto elegante parado frente al tablón de anuncios, no parecía un profesor o por lo menos no era alguno que el conocía y además algo más llamó su atención.

La palidez de su rostro y ese encanto sobrenatural del cual gozaban ciertas escorias de la creación. Entrecerró los ojos concentrándose en ver su aura, la técnica se activo y de inmediato todo se volvió a escala de grises a su alrededor, el hombre en cuestión brilló con un aura grisásea y pálida. El aura sin duda de un vampiro, en contraste con las auras de colores de los humanos a su alrededor. Parpadeó desactivando la técnica y preguntándose ¿Que hacía un vampiro un lugar como ese?

- Disculpe monsieur... - Murmuró acercándose con desconfianza, manteniéndo una distancia prudente entre ambos - ¿Puedo ayudárle en algo? -

por **Jérôme Leroy** Miér Oct 20, 2010 5:00 pm

De vez en cuando cambiaba la vista de un punto a otro dentro del mismo lugar que miraba, y no porque prestara atención a ello, tal vez solo buscaba en algún sitio una respuesta a sus interrogantes. Claro, como si con mirar la pared pudieras encontrar la solución de tus problemas- Si fuera así de sencillo perdería el encanto...-Murmuró para sí mismo casi bromeando, aunque no llegó a sonreír.

Escuchó unos pasos que se acercaban a él e intentó mirar por el rabillo del ojo, aún sin distinguir bien a la persona, por lo que giró un poco su cabeza dándole un vistazo rápido. Así fue como vio a un joven que lucía sencillo, de aspecto desgarbado y que a su parecer, lucía como alguien que andaba sin apuro en la vida. Por su rostro, por la juventud que vio a simple vista y aquellos libros bajo su brazo supuso que era un alumno, por lo que no le prestó mayor atención y siguió con lo suyo, que en verdad tampoco era una labor tan importante la de estar parado pensando. Y aunque quería retomar lo que tenía en mente, aquel joven que había visto y caminaba hacia su dirección, algo le había llamado la atención. Quizás el hecho que estuviera tan tarde en la Universidad, o que su piel era tan pálida como la propia.

Por un instante pensó en dar media vuelta y volver por donde había llegado, pero no alcanzó ni siquiera a hacer la acción de voltearse cuando escuchó que le hablaban. Miró de reojo al joven aunque luego se giro para quedar frente a él, intentando observarle de pies a cabeza pero con cautela, no quería lucir grosero ni menos parecer que le examinaba, aún cuando era eso lo que hacia.
Por la forma en que le habló y por como guardaba distancia, pudo suponer que debía ser alguien reservado, tímido, quizás ambos.

-Buenas noches- Dijo con un tono serio, pasándose la mano por la frente, haciendo hacia atrás un mechón de cabello rebelde que siempre se las arreglaba para caer hacia adelante. - Quizás podría ayudarme, estoy buscando a algún profesor, o alguna autoridad de la Universidad que me pueda atender por un asunto en especial. ¿Podría tener la amabilidad e indicarme con quien puedo hablar? Mis asuntos son muy generales, por lo que no sé con quien ir específicamente. - Preguntó con amabilidad, puesto que si en un principio había decidido ignorarle, creyó que sería correcto el prestarle atención debido a que aquel joven había sido atento al hablarle, cuando perfectamente podría haberle ignorado también.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Oct 20, 2010 6:47 pm

¿Porque un vampiro iría a la Universidad? Para comer y asesinar. ¿Para que más?, últimamente las creaturas de las noches hacían estragos en París, Soren no conocía a ninguno directamente, pero era evidente su presencia en las noticias de los periodicos y los pregoneros que anunciaban lo ocurrido. O había un jodido psicopata en serie suelto o habían muchos como él, vagando por ahí, haciéndo de las suyas.

Cuando le preguntó por un profesor, sintió que un orgullo lo llenaba de repente, fue inflando el pecho progresivamente, casi como esos raros pajaros reciéntemente descubiertos en el Amazonas del nuevo continente. Se sintió importante y casi olvidó que estaba frente a un letal y potencial asesino sediento de sangre (Literalmente).

- Esta usted de suerte, pues soy yo el indicado - Comentó con orgullo más no con arrogancia, porque nunca se había caracterizado por ser egocéntrico, bueno quizás un poco cuando estaba vivo - Soy el profesor Kaarkarogf, profesor de historia del Arte y Literatura clásica - Continuó con esa misma voz orgullosa, casi desbordándose el alma con las palabras apasionadas - Acabo de salir de clase, así que puedo ayudarle en lo que necesite -

En realidad no era más que un simple profesor de arte, en realidad no era nadie. Pero para él eso lo era todo. Enseñar arte... que bella utopía.

por **Jérôme Leroy** Miér Oct 20, 2010 11:58 pm

Aquello le pareció muy fácil y a la vez extraño. El tenía otro recuerdo de los profesores, si incluso aquel hombre lucía un poco mas joven que él. ¿No le estaría tomando el pelo? Aquello lo pensó con incredulidad, mirándole con una ceja alzada pero luego comenzó a creerle al escucharle hablar con seguridad y con cierto aire de orgullo por aquello que decía. Sus ojos parecieron iluminarse al enterarse lo que impartía aquel profesor. Literatura, aquella pasión que había tenido cuando aún era humano y que ahora se reducían a leer un libro de vez en cuando.

-Profesor Kaarkarogf, es un gusto el conocerle, mas aún a quien imparte dos materias fascinantes -Hizo un ademán de reverencia, mostrando cierta galantería innata en él- Tengo aprecio por la Literatura, cuando era joven estudié acá, aunque no terminé mis estudios de literatura...-Comentó algo nostálgico, pero restandole importancia- Quizás, si pueda conocer a la persona que estoy buscando, pero antes me presento. - Volvió a arreglar el mechón de cabello sobre su frente, tomándose unos segundos antes de contestar- Mi nombre es Jean Leroy, y quería informarme sobre un estudiante de ésta Universidad, sobre Andrè Leroy, él es mi sobrino-

Estaba mintiendo, falseando información sobre su identidad y es que obviamente no podía decir su nombre ni menos que era padre de Andrè siendo que supuestamente él estaba muerto. Por lo que decidió usar el nombre de uno de sus hermanos.

-No he tenido muchas noticias de él desde que llegué de un viaje, bueno, algo hablé con su madre, la cual quería saber de Andrè y su vida universitaria, por lo que he venido hasta acá...-Cada mentira salia de su boca sin problema, sin titubeos, aun cuando no era su costumbre hacerlo.- ¿Cree que me pueda ayudar?-

por **Soren Kaarkarogf** Jue Oct 21, 2010 12:30 am

La voz de aquel hombre era elocuente y segura. Seguro era un vampiro capaz de matar con sólo la palabra, parecía un burgues de clase muy alta que pueden dominarte con un mero gesto, pues este vampiro le transmitía lo mismo, una supremacía casi inumana y bueno, en teoría lo era. Le escuchó decir que había estudiado en ese lugar y que le gustaba la literatura.

Un punto a su favor, la literatura era un placer que pocos sabían apreciar. Por lo menos ya sabía que no estaba frente a un vampiro decerebrado, eso era bueno. Entonces el hombre se presentó y le preguntó por un alumno. Soren entrecerró los ojos con expresión sospechosa ¿Que hacía un vampiro buscando a uno de sus alumnos?. No pudo evitar preocuparse, los alumnos para él eran sagrados, nadie podía tocarlos, ni siquiera el mismo. ¿Porqué ese vampiro decía ser su tío? ¿Era cierto?

- El joven Leroy es mi alumno - Aceptó tranquilamente, pero con algo de recelo ¿Y si ese vampiro le había engañado y estaba allí para llevárselo a algún lado y aprovecharse de él? ¿Que debía hacer en una situación así?

Como vampiro, simpatizar con otro de su misma especie por supuesto.
Como profesor, proteger a su alumno humano.

- Es un buen chico, un poco tímido, pero muestra bastante interés en las clases - Comentó intentando ocultar su conflicto interior - ¿Para que le necesita exáctamente? -

por **Jérôme Leroy** Jue Oct 21, 2010 1:45 pm

Notó algo de desconfianza en su mirar, desconfianza hacia él. ¿Sería acaso que para el profesor se le hacia raro que a esa hora de la noche él estuviera preguntando sobre un alumno? Aún así internamente agradecía haber dado con alguien que conocía a su hijo, la primera fase estaba completada pero ahora ¿Qué seguía?

No le sorprendió el escuchar que su Andrè era tímido, y como no, si desde pequeño había sido muy apegado a él, bastante dependiente y no solía hacerse de amigos de su edad. Sintió algo de orgullo al escuchar buenos comentarios y mas a saber que estaba estudiando lo que a él le gustaba. Aquello había sido el propósito en su vida, encargarse de que Andrè hiciera las cosas que deseaba, jamás le iba a imponer algo.

-Me alegra escuchar eso- Comentó con una semi sonrisa -Ahh, bueno, la verdad es que no necesito verle a él, sé que se molestaría si se entera que estoy averiguando de su vida a sus espaldas- Sacó su reloj de bolsillo, viendo la hora y luego guardándolo- Aunque quizás es muy tarde para hablar de estos asuntos, pero lamentablemente no puedo venir de día ya que tengo asuntos laborales que atender, aunque...me parece que usted también es de aquellos que prefieren la noche- No estaba seguro de qué podía ser aquel sujeto frente a él. Aún cuando llevaba aproximadamente diez años siendo vampiro, aún así no podía distinguir a simple vista quien lo era o no. Pero por instinto estaba seguro que aquel hombre no debía ser un simple mortal.

Aquel pensamiento no solo venía por la palidez de su piel, había algo mas en él, algo que a pesar de su apariencia quizás poco 'llamativa' era atrayente.

-Quise y aún quiero mucho a Andrè, siempre me preocupé por el cuando pequeño, pero por circunstancias de la vida me tuve que alejar de su lado - Habló de forma sincera.- Solo quisiera saber que es de su vida ahora...-

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 22, 2010 10:41 am

Pocas veces se encontraba uno con vampiros que parecían tan tranquilos y tan... porque no decirlo 'humanos', porque el hombre que tenía frente así, se comportaba realmente como un ser vivo, parecía tener sentimientos propios de los vivos y algo de esa parsimonia propia de los inmortales. Se preguntó si habría sido convertido reciéntemente o si por el contrario llevaría demasiado tiempo vagando por el mundo y se habría vuelto más sabio.

Cuando hizo el comentario sobre la noche, fue evidente que el hombre sabía sobre su naturaleza vampírica y no le sorprendió ser descubierto, conque otros humanos no lo supieran le bastaba, pero no tenía necesidad de fingir frente a otro inmortal, asintió con la cabeza ante esa cuestión, aceptando lo que era.

Le llamó bastante la atención lo último que dijo, ese hombre transmitía un algo que el poco conocía ¿Que era aquello? No encontraba en sus memorias algo similar para relacionarlo con la actitud del hombre, pero le hera familiar el sentimiento que transmitía.

- ¿Gusta una taza de café? - Le preguntó de pronto, no sonreía, porque no solía hacerlo, especialmente con extraños, pero su mirada era ahora afable, la desconfianza comenzaba a disolverse lentamente - Y podemos hablar mejor sobre este asunto, comprenderá que debo velar por la seguridad de mis alumnos - Le explicó sintiéndose extraño por estar hablando de proteger humanos cuando él era un depredador de los mismos - Y espero entienda mi descofianza hacía sus palabras, pero siempre he dicho que no hay nada que no pueda solucionarse con un buen café de por medio ¿le parece? -

por **Jérôme Leroy** Vie Oct 22, 2010 7:58 pm

Le tomó por sorpresa aquel ofrecimiento, el cual mostraba amabilidad, interés y quizás empatía por su parte. Asintió ante la oferta pero no dijo palabra alguna pues se quedó escuchando al otro volviendo a asentir ante aquello de la seguridad de sus alumnos -Eso habla muy bien de usted - Acotó con sinceridad en su hablar.

- Me parece una buena idea, además, creo que el pasillo no es un lugar apropiado para abordar estos temas, acepto con gusto su oferta y por supuesto, entiendo su desconfianza, pero créame cuando digo que por mi mente lo último que pasaría es lastimar a Andrè- Decía aquello con total seguridad y convicción, pero sabía que para que le creyera no solo bastaban palabras convincentes, necesitaba demostrarlo ta vez con actos o incluso con sinceridad, es más, con la verdad.

Quizás sería prudente contar quien era de verdad, decirle que no era un tío, sino aquel padre que todo mundo daba por muerto. Pero también sabía que debía ser cauteloso. Aunque el hecho de saberse ambos vampiros le daba algo de confianza, quizás el entendería sus razones y mas aún, guardaría su secreto. Y claro, Jérôme tenía pensando presentarse ante Andrè y contarle la verdad, pero antes necesitaba saber si él era necesario en su vida o no.

-Entonces, me dejo guiar por usted- Comentó finalmente.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 23, 2010 12:08 pm

- ¿Ha escuchado esa expresión que dice que los pasillos tienen oídos? - Comentó con un tono de voz afable y comenzando a caminar por el pasillo hacía la cafetería que no estaba muy lejos de allí - Puede aplicarse aquí también es mejor no arriesgarnos -

Caminó por el pasillo a paso tranquilo por el largo corredor, escuchándo lo que el hombre decía, la seguridad de sus palabras le hacían sentir algo de tranquilidad, pero por otro lado no podía dejar de pensar en si esas palabras tan centradas y aparentemente sinceras no eran parte de su gran habilidad para mentir, porque si en algo eran admirables los vampiros era en el arte de engañar y era que para ellos la existencia era siempre una mentira.

Llegaron pronto a la cafetería, Soren hubiera podido conducirlo a la sala de profesores a su lugar, pero le parecía que la cafetería era un lugar más informal y tranquilo, además si entraba con un hombre elegante a la sala de profesores alertaría a los otros profesores y comenzarían los rumores. Si algo había aprendido en su larga vida es que el ser humano vivía de los chismes.

Se sentó en una pequeña mesa alejada y cercana a la ventana y pronto una mesera vino a atenderlos. - Lo de siempre - Le dijo a ella, sin esperar a que el hombre hiciéra su pedido, los vampiros no bebían café o por lo menos ninguno que el conciera y si el café iba a quedarse allí intacto, prefería pedir algo económico porque iba a pagar él.

- Bien... soy todo oídos - Finalizó cuando la mujer se había ido por la orden.

por **Jérôme Leroy** Sáb Oct 23, 2010 2:41 pm

Le siguió por el pasillo hasta la cafetería, se le hacía casi divertido el ir por un café, quizás soportará un sorbo, pero no era de su agrado el beber algo que no fuera sangre. A veces solía beber una copa de vino, pero tampoco era algo frecuente.

A llegar a la cafetería tomó asiento frente al profesor, sentándose derecho en su puesto, mirando por la ventana con despreocupación mientras el otro hacia el pedido a aquella mesera que se les había acercado. Miró de reojo cuando a mujer se retiro y entonces cuando escuchó la preguntar del profesor le vio a los ojos.

-Supongo que desea conocer la historia completa- Pensó por un momento, mirando nuevamente por la ventana, en dirección a la luna que se veía algo brillante.- Cuando Andrè era solo un niño, yo aún era humano, cuidaba de él no solo por tener lazos sanguíneos, si no porque de verdad el se había convertido en el ser mas importante en mi vida...-Dijo con nostalgia, aún sin quitar la vista de la ventana- Pasábamos mucho tiempo juntos, de hecho, creo que soy el culpable de que Andrè sea tímido y no tenga muchos amigos, pues siempre estaba a mi lado y sus problemas eran solucionados por mi, le permitía hacer lo que quisiera siempre y cuando estuviera dentro de las normas...si él en un futuro deseaba ser un escritor, músico o un pintor, lo que fuera yo lo iba a apoyar, quería que su vida fuera perfecta...-

Alzó un brazo solo para posar el codo sobre la mesa y poner so rostro sobre su mano, mirando de reojo al hombre frente a él -...pero lo que uno quiere no siempre es lo que uno tendrá. Me vi forzado a convertirme en vampiro, por otra historia larga de contar, que no sé si sea necesaria el que usted la sepa...solo diré que lo hice por resguardar la seguridad de Andrè y por el mismo motivo me alejé de su lado, no quería que llegara la ocasión en que no pudiera controlar mi sed y terminar por hacerle daño-

Aquellos recuerdos, contar la historia de el suceso mas triste en su vida le traía aún mas pesar, aunque su rostro no lo reflejara, porque no le gustaba llegar a verse débil, él si se sentía triste- Ahora, solamente quiero saber de él, con su familia me es algo imposible, la verdad es que con su madre no he hablado ni deseo hacerlo y con respecto a preguntarle directamente a él, no es la mejor opción el que sepa que regresé...me gustaría saber como va su vida desde que nos separamos.-

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 23, 2010 8:28 pm

Mientras le escuchaba hablar, lentamente un nudo fue formándose en su garganta lentamente, un nudo que parecía estar hecho de alambres de púas y hierro molido, porque era lacerante y tortuoso. Estaba de frente a algo que el desconocia, un padre que amaba a su hijo con fervor. Aunque hubiese dicho que era el tio, aquel sentimiento que ese hombre transmitía era de padre y lo más increíble de todo era que aún después de muerto ese sentimiento continuara tan fuerte.

Por otro lado parecía ser que el hombre llevaba poco de haber sido convertido, quizás esa era la razón para aún conservar esos sentimientos, ¿pero sería consciente de que algún día vería envejecer y morir a ese André que tanto amaba? No pudo evitar sentirse triste, aunque no era su problema.

- André está bien... no se habla con muchos estudiantes y como le dije es bastante tímido, pero el chico se ve saludable y parece feliz estudiando lo que le gusta - Le respondió con un suspiro, sus ojos reflejando esa tristeza que por dentro sentía.

La mesera regresó con el par de cafés y los dejó en la mesa contoneándo sus caderas graciosamente al hacerlo. Una vez se fue, Soren tomó uno de los cafés y le dio un sorbo. Amargo, intenso y oscuro sin nada de azucar, lo suficiéntemente amargo como para que sus papilas gustativas muertas percibieran su sabor.

- Pero es díficil descubrir lo que se esconde en la mente de una creatura - Agregó refiriéndose a sus alumnos - A veces los ves por allí, riendo y tonteando en sus superficiales existencias y detrás de esas finas máscaras están viviendo horrores personales... hace un tiempo una chica me confezó que esperaba un bebe y que pensaba abortar bajo cualquier precio porque si sus padres se enteraban, la matarían a ella- Explicó y se encogió de hombros dejándo el vaso en la mesa - Lo que intento decir es que, en la superficie, el joven André parece tranquilo y feliz, pero no estoy muy seguro de si hay algo más -

por **Jérôme Leroy** Dom Oct 24, 2010 6:54 pm

Tomó el café entre sus manos y solo le quedó mirando. Sentía su calor, el calor de aquella agua hirviendo que traspasaba la taza. Aquel calor que podía hacer que por unos segundos sus manos fueran cálidas otra vez. Por un instante pudo recordar, como sus frías manos recibían la calidez de las manos de Andrè cuando era solo un niño y ahora, pensar que se estaba convirtiendo en un hombre, le llenaba de orgullo y a la vez de tristeza.

Había dejado su vista puesta en aquel líquido obscuro, es como un pequeño vapor salía de este. Pero de todas formas prestaba atención a lo que el vampiro delante de él decía.- Entonces, podría ser que Andrè en el fondo aún me necesite? Si fuese así, eso me daría muchas razones para continuar...en este lugar, pero a veces siento el temor del rechazo -Alzó la taza cerca de sus labios, pero no para para beber, solo para oler y sentir el pequeño vapor en su boca-

-Aún cuando yo fui convertido y no me alejé de inmediato, seguí fingiendo ser un humano, conseguí un falso diagnóstico de un doctor, donde decía que era alérgico al sol y por ende no podía salir de día.-Bajó la taza, dejándola en la mesa y mirando directamente al hombre de anteojos- Monsieur Kaarkarogf...-Pronunció con un marcado acento francés- Entiendo el porque de mi interés hacia uno o dos humanos que conozco...pero ¿Usted por qué se interesa? Con esto no digo que yo sea un desalmado, al contrario, creo que me costaría demasiado ser despiadado con seres a los cuales yo pertenecí, pero me sorprende en parte que además usted se dedique a ser profesor, y lo digo porque al verle noto que no es igual a otros de nosotros que he conocido-

por **Soren Kaarkarogf** Dom Oct 24, 2010 10:49 pm

Soren se llevó el vaso a los labios y bebió sin dejar de mirarle y escucharle. Le parecía facinante encontrar a un vampiro con tanta humanidad. Muchos de los sentimientos que cuando humano se sentían se perdían al volverse vampiro, o al menos eso era lo que él creía, si de humano se consideraba insensible ahora que se había convertido en un muerto en vida sentía aún más intensa esa sensación de que era un cuenco vacío.

- Rechazo...entiendo - Murmuró aún con los labios contra la taza, sintiéndo el vapor que le subía por las mejillas y comenzaba a empañarle las gafas. Inclusive un hombre distinguido, apuesto y adinerado como él temía ser rechazado. Nadie se escapaba a sus brazos de lacerante fuego gélido.

Aquella revelación le hizo sentir una desagradable sensación en su interior ¿Que era aquello que sentía? ¿Culpa?, ese hombre había buscado una solución para seguir fingiendo que era humano y velar por los suyos ¿Y que había hecho Soren? Había escapado para no volver a ver a su familia nunca más, les había abandonado sin tan siquiera preocuparse por sus sentimientos.

Se atragantó inclusive con las palabras que siguieron y escupió algo de café en la mesa y toció, de inmediato el color se le subió a las mejillas pálidas y se limpió con el dorso de la mano.

- Yo...ehh...bueno...- Tartamudeó - A pesar de esta apariencia... yo tengo 291 años... con el tiempo uno reflexiona sobre muchas cosas, pensé que si iba a vivir una existencia como un cáncer para la sociedad...pensé que si me convertía en maestro y instruía las mentes avidas de los jóvenes con la sabiduría que he adquirido en años... quizás... podría contribuír en algo - Finalizó.

por **Jérôme Leroy** Lun Oct 25, 2010 1:14 pm

Al verle toser, de inmediato sacó del bolsillo interior de su gabardina un pañuelo blanco. Se veía nuevo o al menos bien cuidado, de alguna tela suave; estaba bien doblado y planchado. Estiró su mano y le ofreció el pañuelo, siendo éste un gesto común en un hombre como él. -Por favor...- Pidió para que su pañuelo fuese recibido.

-Creo que mi pregunta le tomó por sorpresa -Volvió a tomar la taza y decidió beber algo de aquel café, aunque fuese por educación debido a que había sido una atención por parte del otro. Bebió un sorbo y por un momento cerró sus ojos apretándolos, era extraño volver a beber algo que no fuese sangre. Dejó la taza en su lugar y se quedó pensativo analizando la respuesta que el otro vampiro le daba.

-Así que es mayor...yo solo tengo 45 años- De pronto pensó cuanto le tocaba seguir viviendo ¿Podría llegar a tener la misma edad que ahora tenía el profesor? Eso implicaría tantas cosas, ver como muchos a su alrededor envejecían y morían ¿Sería capaz de sobrellevar algo así? No estaba muy seguro, pues muchas veces se le había cruzado la idea de quedarse en un lugar, esperando el amanecer y que los rayos fuertes del sol hicieran su efecto.

Aquellas palabras que decía el otro eran ciertas. Si solo eras un mal para la sociedad, al menos podrías intentar colaborar con ésta misma de alguna forma y no ser solo una sanguijuela que se alimentaba de ellos. Que de hecho, prácticamente eso es lo que eran.

-Razones muy nobles...tantos años deben otorgar muchos conocimientos, aunque personalmente, creo que ni aún así podría tener la respuesta para lo que estoy viviendo y sintiendo...-Miró hacia la ventana nuevamente perdiéndose en lo que veía a través de ésta- Manejar los sentimientos ha de ser una cuestión complicada en unos, diez, cien o mil años.-

Suspiró hondamente, con cierta expresión de desconformidad en su rostro. Desde antes había pensado que no iba a quedar conforme solo con hablar del tema, debía atreverse a dar un paso mas y ver con sus propios ojos a Andrè.

-Es complicado ser dueño de nuestra vida...cuando era joven y aún un humano solía vivir despreocupado, mi vida era vista por mi padre, el me mantenía y en cuanto a estudios, deje de lado lo que quería por lo que él me aconsejo -Tomó una pequeña pausa jugueteando algo con la taza- Incluso mi matrimonio fue arreglado, pero aún así eso no me importo...solía hacer las cosas en un orden correcto solo porque la sociedad lo pedía así...hasta que nació Andrè y por fin quise hacer as cosas porque yo lo quería...-

Le miró directamente a los ojos agudizando su vista, intentando buscar su mirada aún detrás de esos anteojos -Creo que podría confiar en usted e incluso sería interesante el seguir hablando no solo ahora, si no en próximas ocasiones por lo que me gustaría ser sincero y decirle que no soy el tío de André, soy...su padre- Confesó.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Oct 26, 2010 4:57 pm

Soren no solia contarle a extraños sus motivos al hacer cosas. Especialmente en temas referidos a su trabajo como maestro. Aquello era algo muy personal, algo que él había decidido, arriesgándose a ir en contra de su naturaleza. Porque siempre había temido estar muy cerca de humanos, la tentación podría llevarle a cometer una locura y temía que terminara aprovechándose de alguna alumna. Pero llevaba un par de meses enseñando y la prueba de fuego había pasado, ahora le daba posada al joven Gerard, un alumno que estaba siendo atormentado por otro vampiro y que había terminado refugiándose en su casa.

Escuchó las palabras del señor Leroy y sólo pudo asentir, cierto era que el tenía 291 años, pero no era más sabio, sólo menos...¿imbécil? Si, porque la mayoría de vampiros lo eran. Arrogantes y superficiales, viviéndo una vida desmesurada sin importar el daño que hacían. A veces la edad no bastaba para hacerlo a uno madurar.

45 años... eres todo un jovencito – Bromeó, aunque al instante se calló y carraspeó, bromear con un hombre que se ve mucho más mayor que tu no era muy apropiado, era como bromear con un padre o con un doctor.

Lo último que dijo le dejó sin habla. ¿Su padre? De nuevo ese sentimiento se revolvió en su interior. No comprendía los alcances de ese amor paternal, no tenía sentido, porque el no podía imaginarse a su propio padre haciendo algo así por él. Se quedó sin habla frente a ello y se tomó unos minutos para pensar en su papel en esa difícil situación. ¿Que haría un buen profesor? Ayudaría al alumno sin importar que...

Monsieur Leroy... creo que podría ayudarle a ver a su hijo – Dijo al fin luego de meditarlo – Podría organizar un encuentro con él y usted podría esconderse en algún lugar para escuchar nuestra conversación y saber más del joven André, siendo lo que es, no le será difícil ocultar su presencia... y así podría saber más de los sentimientos del chico y si está preparado para verle de nuevo -

por **Jérôme Leroy** Miér Nov 03, 2010 6:56 pm

Sus ojos parecían iluminarse al escuchar que podría ser ayudado. Sus ojos reflejaban algo de felicidad, esperanza y anhelo, cosas que había olvidado. Y aunque no sonreía, todo se reflejaba en eso...en sus ojos.

Escuchó con atención, pues de verdad estaba interesado y animado con lo que le proponía. Poder ver a Andrè, aunque fuera a unos metros de distancia, escuchar su voz, sentir su aroma, saber que vivía y estaba bien e incluso ver cuanto había crecido, todo eso era algo que le llenaba de 'nuevos viejos' sentimientos, unos que había creído perder en el momento en que decidió desaparecer.

Cuando el profesor terminó con su idea solo asintió con calma y se tomó una pausa antes de contestar.

- Me parece una idea excelente, muchas gracias Monsieur Kaarkarogf...- Sonrió levemente, algo que quizás podría parecer mas una mueca, pues no era alguien de sonrisa fácil, pero todo aquello le daba cierta esperanza que le hacia sentir 'feliz'. Como si pudiera sentir de nuevo ese calor en el pecho que invade cuando uno se siente en regocijo.

- ¿Quizás le parezca bien el mantenernos en contacto mediante cartas? Pues sería algo invasivo de mi parte venir cada noche hasta aquí. Siento que aún hay mucho que contarle y no sé si una sola sesión de para eso, como por ejemplo que mentí cuando me presenté -Elevó una mano acomodando el mechón de su cabello sobre su frente- Creo que mis motivos para ocultar mi identidad son casi obvios, mi nombre real es Jérôme Leroy, Jean es uno de mis hermanos. Aunque claro hay un motivo aún mas grande como para tener tanto cuidado en mi identidad-

Tomó la taza de café entre sus manos, ahora se sentía menos caliente que antes, pero aún no se enfriaba del todo. Pero el hecho de que ésta descendiera en su temperatura le hacía pensar que habían estado hablando un largo rato.

- Hay mucha gente que me cree muerto, incluyendo Andrè. Hubo un naufragio hace cuatro años atrás, era un barco que venía de América hacia Europa, me aproveché de que todos creyeron que venía en aquel barco y fingí estar muerto...espero que conserve el secreto -Llevó su índice hasta sus labios posandolo ahí, haciendo el gesto de guardar silencio y finalizó.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Nov 03, 2010 9:26 pm

Soren asintó con la cabeza y notó el regocijo y la felicidad en el rostro de aquel hombro. No podía imaginar que tan fuerte era el sentimiento que le unía a su hijo, porqué el mismo nunca se había llevado bien con su progenitor y no podía tan siquiera pensar en su padre haciéndo algo similar por él. Aquella era sin duda una gran oportunidad para aprender cosas nuevas sobre los sentimientos tanto humanos como vampiricos y todos sabemos cuan iletrado era Soren en esos dos aspectos.

Se terminó el café dándole un último sorbo. Le gustaba beber café, no por su sabor, ya que había perdido la capacidad de degustar desde su transformación, le gustaba el café por lo que connotaba, con un café en la mano siempre parecía más amena una conversación y el aroma de alguna manera le tranquilizaba, Observó a Jerome y escuchó su historia sobre el barco y como había fingido su propia muerte.

- Me parece bien lo de las cartas - Comenta tranquilo y comienza a buscar una pluma en el bolsillo interior de su saco, luego saca un frasquito de tinta negra del bolsillo de sus pantalones - Puede dirigir la carta a la facultad de Artes y humanidades, a mi nombre - Sacó la libreta que siempre cargaba con sigo y le arrancó una hoja escribiéndo en ella su nombre completo y la dirección - El joven Leroy no es un alumno oficial, si más no recuerdo no está registrado como los demás alumnos, no estoy muy seguro porque, pero parece ser que su madre no aprueba este tipo de educación para él.-

Le pasó el papel y prosiguió - Bien, si me disculpa, ahora debo regresar a la oficina, mi jefe puede enojarse si no me ve en horas laborales - Explica levantándose de la mesa - ¿Le parece bien si arreglo la cita para el próximo martes a las 8 de la noche? No tengo clase y puedo llamar al chico a una clase particular -

por **Jérôme Leroy** Dom Nov 07, 2010 6:35 pm

Enarcó un ceja al oír que su hijo no estaba inscrito en la Universidad, pensaba preguntarle sobre la misma el por qué de aquello pero escuchar hablar sobre su esposa le aclaró todo. Dio un bufido y giró los ojos- Esa mujer...-Dijo en un murmuro y algo resignado. - Entonces, he de suponer que Andrè solo asiste como oyente- Afirmó.

Estiró su brazo para coger la nota, leyéndola mientras esperaba que la tinta secara antes de guardarla. Alzó la vista cuando le escuchaba comenzar a despedirse, asintiendo con la cabeza- Claro, no le quitaré mas tiempo, gracias por haberme escuchado- Se levantó de la mes y dobló por fin la hoja guardándola en el bolsillo interior de su abrigo, con bastante cuidado, pues sabía que era un papel importante.

Asintió enérgico ante la confirmación de la propuesta - Me parece excelente fecha y hora, estaré aquí unos minutos antes para afinar detalles - Entró la silla en la que estaba sentado y de reojo vio el café sin haber sido terminado- Lo siento...-Murmuró- Pero ya sabe, yo no estoy acostumbrado a beber eso...pero nuevamente gracias por darme parte de su tiempo e invitarme el café.-

Arregló su abrigo, estirándolo en las partes que podrían estar arrugadas luego de haber estado sentado. Si había algo banal que le preocupase era su apariencia.- Ha sido bueno el encontrarnos, espero que en el futuro surgan ocasiones en que podamos hablar de otros temas. -Sonrió afable y arregló la solapa del abrigo para finalizar-

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