Diario de Sissi

por **Erzsébet Von Lothringen** Miér Sep 28, 2016 6:35 am

¡Pero qué se ha creído ese maldito bastardo! Yo no he recorrido miles de kilómetros hasta unas tierras desconocidas para mí por gusto. Me han obligado, al igual que me obligan a casarme con él. Sí, puede que antes lo deseara más que nada, pero ahora todo es distinto y no quiero ni verlo en pintura. Y aún así, aquí estoy, recorriendo las calles de una ciudad que, aunque preciosa, comienzo a odiar ocn todo mi ser porque no estoy visitándola como me gustaría. No, tengo su presencia cerca o, todavía peor, sus palabras en mi cabeza. Porque las escucho incluso cuando estoy sola, cuando cierro los ojos e intento relajarme. No lo consigo, por supuesto. Tal vez me iría mejor si él no se hubiera cruzado nunca en mi vida. ¡Cómo es posible que sintiera algo por semejante ser! No lo sé, estaría confusa o...Bueno, dicen que no podemos controlar lo que sentimos. Sea como sea, no voy a dejar que nadie me falte al respeto de la misma forma que lo ha estado haciendo él y que continúa haciendo. No. Por supuesto que no. Aunque eso signifique quedarme completamente sola hasta el día que vuelva a mi casa, aunque eso signifique que toda mi familia ponga el grito en el cielo y se enfade conmigo, aunque no me perdonen nunca...He decidido mirar por mí misma, puede que me esté equivocando, pero no sería la primera vez. Y en esta ocasión seré yo quien tropiece con la piedra, no me empujarán a ello. Estoy decidida a hacerlo, aunque me muera de miedo, aunque me quede completamente sola el resto de mis días.

por **Erzsébet Von Lothringen** Vie Nov 25, 2016 7:08 am

¡Maldito bastardo! No hay mejores palabras para definir a Garland. Ha sido un error el haber venido hasta esta ciudad, tan alejada de mis seres queridos, puesto que he podido comprobar que, efectivamente, estoy sola. Quizás tendría que haber puesto más empeño en convencer a mis padres de que se trataba de una equivocación, pero en el fondo sé qué no habría servido de nada. Mis palabras suelen carecer de importancia cuando se trata del tema de mi boda. Mi boda...el compromiso está roto. Yo misma lo rompí llevada por la frialdad del que era mi prometido y herida por sus comentarios. Maldigo el día que lo conocí y todavía más el día que se acordó que él y yo nos casaríamos. Sí, sentí algo por él, pero me parece que ha pasado mil años y apenas lo recuerdo ya. Es como la sensación que recorre tu cuerpo cuando te despiertas tras una pesadilla, empapada en sudor. Solo que mi pesadilla acaba de comenzar. Garland no es el mayor de mis problemas, aunque me sienta como una estúpida por haberme enamorado de él, si es que realmente lo que sentía era eso, amor. No, el mayor de mis problemas es mi familia, cuando se enteren de que he acabado con el compromiso. Pondrán el grito en el cielo, los escucharé a pesar de la distancia. Pude que, incluso, mi madre venga a hacerme recapacitar, que no es más que un eufemismo para convencerme de que de un paso atrás y vuelva a estar comprometida con él. La importancia de la unión, los beneficioso que será...Eso es lo que importa. Yo paso a un segundo plano, aunque tendría que estar feliz por casarme. ¿No se supone que el día de su boda es el más importante para una muchacha? Yo no lo siento así, aunque es cierto que ya no sé ni lo que siento exactamente.

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