ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

por **Kim Min Ho** Lun Oct 25, 2010 6:09 pm

El sol pasaba de amarillo a anaranjado, era señal de que estaba atardeciendo, pero aún no era algo tan perceptible, quedaba luz solar para acompañar la caminata de muchos parisinos por unas cuantas horas o minutos mas, luz que combinaba con las hojas café que habían esparcidas en algunas calles al volar desde los árboles ya que estábamos en otoño.

Min Ho había dejado atrás el bosque y las zonas rurales de la ciudad, iba caminando hacia un lugar urbanizado y es que sentía hambre, necesitaba comer y aunque intentó embaucar a alguna gente no tuvo mucho éxito. Dentro del bosque tampoco encontró algo para cazar, cocinar y comer por lo que decidió que sería más conveniente alimentarse estando en su forma animal, aún cuando no solía hacerlo aún de día. Se metió por una calle sin mucha gente y con total facilidad se transformó en aquel ágil gato que era.

Caminó de aquí por allá, siendo mimoso y cariñoso con aquellos que se veían amables, pero al parecer nadie le tendía una mano ¿Qué acaso hoy nadie tenía corazón de alimentar a un ‘indefenso’ gatito?
Solo le restaba esperar si encontraba alguien de ‘noble corazón.

por **Andrè Leroy** Lun Oct 25, 2010 8:03 pm

Había pasado gran parte de la tarde metido en un café leyendo un libro que había sacado la mañana anterior de la biblioteca. 'Robin Hood' decía la portada, y en un francés no muy pulcro (la traducción era de hace tanto tiempo que habían muchas palabras que no comprendía del todo), sin embargo la trama era tan entretenida que no le costó perderse por completo.

Cuando regresó del bosque de Sherwood notó que el cielo ya estaba pasando a anaranjado y el lugar estaba teniendo su habitual recambio de gente, cuando dejaba de ser un tranquilo lugar para beber una taza de café para pasar a ser un lugar ruidoso, de aquellos que a él no le agradaban del todo.

Luego de levantarse y pagar, salió a la calle y respiró del aire puro de París, sonriendo un poco ante el frescor de la noche que se venía. Algo le decía que aquella noche sería buena. Quizás podría acabar de leer su libro, en cuyo caso tendría que dirigirse el día siguiente a la biblioteca a buscar algo más en lo que enfocar su atención.

- O podría ir a una clase con el profesor Kaarkarogf - sonrió mientras se acomodaba el sombrero y comenzaba a caminar hacia su hogar.

Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, farolas siendo encendidas por los nocheros y tiendas nocturnas abriendo mientras las diurnas cerraban. Las noches en París eran casi tan animadas como sus tardes (o más) pero él aún no se convencía para disfrutarlas.

De pronto sintió algo contra sus piernas y dio un pequeño saltito hacia atrás mirando a sus pies, sorprendido - ¡Ahh!! - se tapó la boca con el libro y luego sonrió bajando el objeto al verlo.

Un hermoso gato le observaba con unos grandes y expresivos ojos. Se encontraba quieto mirándole y parecía querer algo - Hola bonito, ¿qué quieres? Me asustaste - se acuclilló a su lado y estiró su mano, rozando su pelaje con suavidad para luego sonreír al ver que el gato no se resistía. Nunca se había dado cuenta lo mucho que le gustaban los gatos, quizás era porque nunca había estado tan cerca de uno. Los gatos de sus amigos siempre eran malhumorados y su madre los odiaba (por lo mucho que ensuciaban) así que jamás tuvo uno - Me parece que puedes tener hambre - mirando alrededor a ver que podría comprarle, pero todo en lo que se podría comprar algo comestible parecía estar cerrado.

por **Kim Min Ho** Lun Oct 25, 2010 8:52 pm

Entre lo que corría de un lado a otro, se tropezó varias veces con distinta gente, muchos de ellos solo le pateaban y otros seguían indiferentes, pero de pronto vio a un chico, se veía joven y con un rostro amable. Si su intuición no le fallaba quizás él le podría ayudar.

Corrió hasta él chocando con sus pierna, maullando de forma quejosa y mimosa. Por fin le notó, por fin alguien se dirigía hacia él y pretendía hacerle cariño, señal para ser mas meloso y lograr sacar algo. Si el chico solo le hacia cariño él le seguiría hasta su casa para darle comida, o al menos encontrar algo de lo mismo para robar.

Cuando sintió su mano sobre el lomo lo encorvó, Su pelaje se erizó un poco y su cola se elevó. Comenzó a ronronear y a frotarse en la piernas del chico, yendo de aquí para allá entre ellas. Se quedó quieto un poco, solo para sentarse y lamerle los dedos con suavidad.

Sus ojos parecían brillar cuando el chico notó lo que quería y de un saltó se subió a sus brazos, enganchando sus garras a la ropa del chico con tal de no caerse, maullandole de forma lastimera como suplicando un "Llévame contigo".
Tenía la idea de que aquel chico le alimentaría y le daría un lugar cómodo para dormir. No es que el bosque o cualquier otro lugar fueran malos siendo un gato, pero no le venía mal dormir sobre un lado limpio y suave de vez en cuando.

-Quizás pueda quedarme en su casa por las noches...sería bueno tener alimento seguro- Pensó y comenzó a ronronearle, frotando su rostro contra el pecho del chico.

por **Andrè Leroy** Lun Oct 25, 2010 9:19 pm

Era un gato muy bonito para estar solo en la calle. No se veía sucio por lo que rebuscó entre su pelo para ver si encontraba un collar pero no había nada - ¿Estás solo? ¿Por qué un gato tan bonito como tú estaría tan solito? - se preguntó, sorprendiéndose al ser lamidos sus dedos.

Le sonrió lindamente pensando en qué podría conseguirle cuando de pronto sintió esas garras en su ropa, viendo como le había saltado encima, cogiéndolo entre sus brazos por inercia, rompiéndosele el corazón ante sus maullidos - Ay, Petit chat, me encantaría poder llevarte conmigo, pero mi madre no me lo permitiría... lo siento - se disculpó acariciándole el pelito.

Intentó dejarle en el suelo, sin embargo el minino seguía firme en su ropa y él no tenía el corazón para quitarle de allí - De verdad que no puedo llevarte conmigo... - susurró con mirada triste, levantándose, ya que debía verse extraño acuclillado en el suelo con el gato encima.

Observó los hermosos ojos verdes del minino y suspiró un poco - Ay... - le acarició el pelo. ¿Qué hacer? Esa era la pregunta.

por **Edmundo Mercadante** Mar Oct 26, 2010 1:35 am

Decidió salir a dar un breve paseo por las calles de Paris, tenía ganas de despejarse un rato, habia pasado las ultimas cuatro horas, enfrascado en el estudio de una partitura musical, un concierto para clavecin de un compositor conocido como Johan Sebastian Bach, que habia muerto hacia unos 150 años aproximadamente.

Edmundo aun no conocía bien las calles de Paris, por lo que le resultaba facil perderse, y fue asi que mientras deambulaba, un espectaculo curioso llegó hasta su rostro, primero la imagen de un muchachito, que se veía joven, fisicamente atractivo, y segundo la de un gato que se aferraba a su ropa como negandose a soltarlo.

A medida que se hacerca un aroma detectable para alguien que provenia de una ancestral familia de cambiaformas le fue facil detectar que el gato, no era tan felino como aparentaba serlo, miro al muchacho a medida que se hacercaba dedicandole una sonrisa, se aproximó hacia el y deslizó un dedo recorriendo desde la cabeza hasta la espalda del gato, y acontinuación retirandolo.

-Es tuyo el felino?, por que parece ser un animal ladino y tramposo, mira que aferrarse así de su dueño-dijo profiriendo una sonrisa enigmatica en su rostro, observando fijamente al muchacho que tenia frente asi, pero con la atención sentrada en el gato.

por **Kim Min Ho** Mar Oct 26, 2010 1:55 pm

Escuchó la disculpa del chico, aquella de que su madre no le dejaría tener un gato en casa ¿Pero eso le importaba? No. Estaba a un paso de convencer a aquel joven y no desistiría.

-Miaaaau! -Maulló de forma lastimera, con ojos suplicantes, sin soltarse de sus brazos. Maulló no solo una, ni dos, ni tres veces, si no muchas, como si estuviera llorando y suplicando por ser llevado. Y como iba a desperdiciar la ocasión. Había sido el único que le tomó en cuenta luego de un largo rato, y a juzgar por su apariencia debía ser un niño rico acostumbrado a los lujos. Aquellos que viven despreocupados porque tienen alguien que se preocupa por sus vidas y muchas veces tapan necesidades con dinero.

Con la gente que iba y venía poco sintió aquel hombre que se les acercó, solo hasta que éste pasó un dedo por su espalda. Su pelaje se engrifó y sus uñas salieron de sus patas aferrándose mas a muchacho que le tenía en sus brazos. Volteó la cabeza y le miró con el ceño fruncido. Porque si, un gato si podía fruncir el ceño y entregarte una mirada de odio profunda, la cual le estaba dando a aquel hombre.

Percibió cierta aura diferente al resto de la gente ahí. Aquel hombre debía tener algo especial, algo en común con él tal vez. Y aunque aún no entendía al cien por ciento el francés, si pudo comprender aquellas palabras 'ladino' y 'tramposo' - ¿Este sujeto me habrá descubierto? ¿Pretende delatarme?- Pensó por un isntante y luego no dudo en alzar una garra y lanzarle unos zarpasos.

por **Andrè Leroy** Mar Oct 26, 2010 10:33 pm

Sus dedos no dejaban de acariciar el pelaje del animal que maullaba suplicante mientras le miraba con esos ojos tan hermosos. ¿Cómo podía simplemente dejarle a la intemperie? No podía. Debía llevárselo a su hogar, debía cuidarlo, sobre todo si no tenía dueño. Luego se afearía por la calle y ¿quién le cuidaría allí?

Estaba pensando en como convencer a su madre o, en su defecto, como esconder al minino cuando una presencia ajena le alertó, girando un poco su cabeza observando con sus claros ojos a aquel hombre. Le sonreía y caminaba directamente a él así que se sintió ligeramente intimidado al sentirle tan cerca hasta que tocó al gato.

- ¡Debe ser el dueño del gato! - pensó sonrojándose, ya que a todas luces se notaba que planeaba llevárselo, aunque realmente él había estado intentado dejarlo.

Le escuchó con algo de duda pues el que le preguntase si era su gato o, uno, era una pregunta con trampa, o, dos, realmente no era el dueño del gato. - Eh... no es mi gato, pero tampoco creo que sea lo que usted dice que sea... - sujetándole mejor sintiendo como aquellas afiladas garras casi le alcanzaban la piel, atravesando su chaqueta y su camisa. Observó la actitud del felino y se dio cuenta que no le agradaba aquel joven, pero jamás esperó que hiciese lo que hizo.

Dio un ligero jadeo de sorpresa y retrocedió un paso, aferrándole más a él, como para alejarle - ¡Petit Chat! ¿Qué haces?!! - le regañó asustado, mirando luego al joven - Lo siento mucho, Monsieur... ¿está bien? - esperando que no le hubiese alcanzado.

Ese minino era muy temperamental por lo que se veía.

por **Edmundo Mercadante** Mar Oct 26, 2010 11:17 pm

Miró a los ojos al felino, tan intensamente como el "minino" lo habia hecho, observando divertido como fruncía su ceño, cuando estaba a punto de quitarselo al muchacho, el animal lanzó un zarpazo, Edmundo retiró la mano apenas a tiempo, pero varias heridas de garro aparecieron en el dorso de su mano, hiriendole muy superficialmente, habia sellado su sentencia de muerte, estaba a punto de invocar un enjambre de avispas para que lo picaran hasta matarlo, cuando la voz del muchacho le hizo volver en si, antes de que Edmundo realizará un zumbido con sus labios para llamar a los insectos al ataque, se chupo la herida mirando de forma inquisita al joven y entonces dijo en tono seco.

-Estos gatos callejeros son de lo mas extraños jovencito, le aconsejo que lo castre si desea que sea mas amigable con las personas, por que tal vez, alguien no sea tan amable y termine destripandolo.- pero todavia no terminaba de decir esas palabras, cuando las manos de Edmundo se movieron mas rapido de lo normal hacia el felino, aprisionandolo por el cogote, y arrebatandoselo de un violento movimiento al joven, mantuvo al gato sujeto por el pellejo del cuello como haria una leona o una gata cuando carga a su cachorro, y lo alzó por encima de su cabeza, observandolo fijamente a la luz que aun habia y diciendo.-Si, un perfecto ejemplar de gato macho, que será mejor si le recortamos sus genitales, se pondrà mas gordo y será mas docil con la gente...si lo prefiere claro.-bajo al gato y lo volvió a colocar en los brazos del muchacho.
-No me ha lastimado, despues de todo apenas es un cachorrito-dijo con sorna.

por **Kim Min Ho** Miér Oct 27, 2010 1:48 am

Si pudiera sonreír lo habría hecho, había alcanzado a rasguñarle un poco aunque fuera. No era que tuviese algo personal contra aquel hombre. De hecho, si lo hubiese conocido en otra ocasión hasta se mostraría amable. Pero sentía que estaba atentando contra su plan y aquello le hacía ponerse alerta.

Llegó a chillar en un maullido cuando escuchó la maquiavelica idea de castrarle. Si pudiera se le habría tirado a la cara a rasguñarlo. ¿Cómo podía decir eso? Y si el chico terminaba haciéndole caso? Si así era solo le quedaría huir. Y era algo que estaba pensando, mejor salir corriendo de ahí.

Se creía seguro en los brazos del menor hasta que sintió esas manos tocarle de nuevo y ahora le tomaban desde la piel de su cuello, que por muy flexible que fuese igual molestaba. Antes de ser retirado de esos dulces brazos que le cobijaban, enganchó sus garras con firmeza a la camisa del menor, sin darse cuenta que sus garras llegaron a penetrar la tela tocando la piel, solo por el susto.
Se retorció de un lado a otro mientras era sostenido, intentando escapar, creyendo que el sujeto aquel se lo llevaría.

Exhaló un último maullido lastimero, como suplicando que le soltaran y se dejó de mover, agradeciendo que era devuelto los brazos del chico, aferrándose a él nuevamente.

por **Andrè Leroy** Miér Oct 27, 2010 1:25 pm

No sabía muy bien porque lo sabía, pero sentía como si entre aquel hombre y el gato que estaba entre sus brazos se había formado un vínculo de antipatía gigantesca desde el mismo momento en que se vieron, mucho anterior al zarpaso y anterior a aquellas palabras ajenas.

Como pudo sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo tendió al hombre, pero sus palabras le sobresaltaron - ¿Qué? ¿De qué habl-...? ¡Ahh, qué hace?! - exclamó asustado, sintiendo como le arrebataba de los brazos al felino, mientras su camisa se rompía por las garras del animal, pasando a llevar su piel, pero preocupándole mucho más lo que el otro podría hacerle al minino.

-¿Qué le está haciendo? Monsieur, por favor, déjele... - pidió asustado, horrorizado ante sus palabras, para luego cogerle y abrazarle contra su pecho, mucho más tranquilo, aunque ahora su miedo iba hacia aquel hombre que no dudaba en usar su fuerza para hacer lo que deseaba.

Sus ojos claros le miraron con temor y retrocedió un paso con el minino en sus brazos - Lamento que le haya lastimado... yo le cuidaré así que no le haga nada.... por favor... - pidió sintiendo sus ojos humedecerse por el susto pasado, a la vez que unas manchas rojizas aparecían en su blanca camisa, por la zona que habia sido herida por el gato sin querer.

por **Edmundo Mercadante** Miér Oct 27, 2010 2:33 pm

Edmundo rió de manera divertida mientras cogía el pañuelo del muchacho y se limpiaba la sangre con cuidado, acontinuación sacó su propio pañuelo y se lo dió al jovencito que tenia de frente
-Tomé este pañuelo, seguramente esta fierecilla le ha lastimado.- murmuró Edmundo entregandoselo al chico, mientras observaba al gato con seriedad, pensando si en lugar de abejas mejor invocaba escorpiones, pero entonces su repentino arranque de ira, desapareció embargandole un extraño y muy fuera de lugar jubilo.

-Ah el dia es encantador no les parece, lamento lo de su camisa, yo he tenido la culpa, si desea acompañarme podría invitarle algo de tomar, tenga coma un chocolate, y uno para este pequeño adorable poco amable minino.-sacó de los bolsillos de su pantalon dos barras de chocolate envueltas en color dorado, y las puso en los bolsillos del muchacho, mientras lo tomaba por los hombros y le daba un par de palmadas fraternales.-Ah si la juventud se impone sin lugar a dudas, es usted un excelente ejemplar de fuerza y compasión.-pero entonces un aroma familiar le llegó a la nariz del cambiaformas.

Sintió su piel encrisparse, pero ya no era por el felino, era por el mismo muchacho con el que estaba, Edmundo tomó con suavidad la barbilla del muchacho entre su dedo indice y pulgar, y lo levantó un poco, pues era mas alto que el y le costaba trabajo, tenia algun parecido con alquien, y no se quedaría con las ganas de preguntarle.
-Disculpe mi amigo...pero no nos hemos visto ya antes, juro que su cara me resulta familiar-hacercó su rostro hacia el del muchacho, clavando de manera penetrante sus ojos como esmeraldas en los del joven-Si, una extraordinaria familiaridad-

por **Kim Min Ho** Miér Oct 27, 2010 6:33 pm

Vio aquel chocolate, lo olisqueó. Tenía un rico aroma y él tenía hambre. ¿Llegaría a probar de aquello? Pensó que no pues como gato no creía que le fueran a dar algo así como alimento. Pero su pensamiento cambió cuando escuchó que uno de los chocolates iba para él. ¿Habría algún truco de por medio o de verdad estaba siendo amable?

Se quedó callado y sigiloso, observando cada movimiento de aquel sujeto hacia él y hacia el chico que le tenía en brazos. Sus pupilas completamente dilatadas veían con desconfianza al otro hombre. Sus grandes ojos verdes se concentraban en él ¿Qué sería lo que buscaba ahí? Si pudiera volvería a su forma humana, pero de momento no era algo posible para él.

Cuando ese hombre estuvo tan cerca del menor, su pelaje en el lomo se engrifó, echó sus orejas hacia atrás y movió su cola de un lado para otro, casi pareciendo un látigo que azotaba furioso. ¿Se conocían de antes y por eso tanta familiaridad?

Cuando la mano del hombre estuvo en la barbilla del menor, puso su pata sobre esta, pero sin rsguñarle o sacar sus garras.- Miaaaauuu~ -Maulló para llamar la atención, aunque aún su mirada para con el mayor seguía siendo de un 'Te tengo en la mira'.

por **Andrè Leroy** Miér Oct 27, 2010 7:27 pm

Usando tan solo una mano el menor cogió el pañuelo que el otro le ofrecía y miró hacia abajo, viendo que en la camisa, entre su pañuelo de cuello y su traje, se veía unas manchas irregulares rojas, soltando un ligero jadeo de sorpresa - Ay, esto no le gustará a mamá - se lamentó mentalmente, sabiendo que una mancha de sangre no se vería muy bien en su blanca camisa y que sería difícil de quitar.

El cambio en la actitud del hombre solo le hizo parpadear con sorpresa y algo de desconfianza, ¿cómo se podía cambiar tan radicalmente? - Hum, no se preocupe, no es su culpa para nada - intentó negarse, pero el chocolate le recordaba a aquel que traía su padre de sus viajes en ocasiones y casi se le hizo agua la boca. No pudo más que permitirle meter las barras en los bolsillos de su traje, aunque se sintió ligeramente invadido ante ello, sintiendo las palmadas con aún más extrañeza - Definitivamente los extranjeros son extraños - pensó el francés, mirándole y sin saber que decir a sus palabras - Gracias... creo - no sabiendo como tomar sus palabras ni su actitud.

Observó al minino en sus brazos y nuevamente pensó en como conservarlo cuando unos dedos le cogieron por la barbilla sorprendiéndole al ser alzada. Sus ojos claros se abrieron en una expresión de incredulidad, sintiéndose demasiado cerca del otro mientras sus mejillas se coloreaban, abrazando un poco más hacia él al felino.

- ¿Eh?... n-no lo sé... no creo que nos conozcamos de antes... - girando su rostro un poco al sentir un poco demasiado cerca el rostro del otro, mirando como el minino ponía su pata sobre la mano del hombre - ... no sé cómo pueda serle familiar, monsieur... - se disculpó con las mejillas encendidas, esperando que le soltase.

por **Edmundo Mercadante** Miér Oct 27, 2010 10:59 pm

Sintió la patita del gato, y pensó que este le volvería a arañar, pero si lo hacia, ahora si le meteria en un cesto lleno de escorpiones, afortunadamente el felino solo lo hizo para llamar la atención, Edmundo habló en un tono de voz galante.
-Valla, parece que el pequeño no quiere que su simpatico dueño se quedé con toda la atencion.-murmuró el cambiaformas en un tono de voz suave, deslizó su dedo indice por la cabeza del felino, rascandole detrás de la oreja, en el punto exacto donde a sus jaguares les gustaba ser acariciados.

Edmundo sin embargo no quitó la mirada de encima del muchacho, intercalandola ahora en la del gato, entonces tronó los dedos, y dijo apresuradamente.
-Disculpen mi pesima educación, permitame presentarme, mi nombre es Edmundo Mercadante, hace apenas unos dias he llegado a la ciudad, vengo del nuevo mundo, de la ciudad llamada México, aun no conozco bien paris, pero si lo desean podria invitarles a beber algo-dijo con un educado y cortés tono de voz, mientras rebuscaba en sus bolsillos el dinero.

-Si tengo el suficiente dinero como para invitarle un cafe o un té y un plato de leche para su peludo amigo.-

por **Kim Min Ho** Sáb Oct 30, 2010 7:35 pm

La verdad, su pata sobre la mano del otro hombre era un acto de 'No pongas las manos en mi objetivo'. Sus ojos estaban bien abiertos y pendientes de lo que hacia y decía, pero el hecho de que le hablara sobre comida, o mas aún, les diera algo de ésta, hacia que ese extraño comenzara a 'simpatizarle' al menos bajar la guardia.

No solía dejarse hacer con tanta facilidad, pero como gato tenía un punto débil. Así como los perros no resistían el ser acariciados en su barriga, él no podía resistir ser acariciado tras la oreja. Cerró sus ojos y estiró el cuello haciéndolo hacia atrás para pegarlo mas a la mano que le acariciaba.

-Miaaaaaau! -Maulló fuerte al escuchar la invitación, como si dijera un 'Si!' bastante entusiasta. Comenzó a ronronear, pero pegándose en el pecho del menor. Surgiéndole la duda. El otro hombre ya había revelado su identidad 'Edmundo...así se llama' pensó, pero le faltaba saber el nombre del jovencito que le tenía en brazos y le estaba cuidando tan bien.

(off: Perdón la demora)

por **Andrè Leroy** Mar Nov 02, 2010 11:23 am

La verdad es que a él no le parecía que la actitud del minino fuese 'mírame a mi', sino que era más bien 'no toques lo que no te corresponda', pero tampoco tenía muchos argumentos. Solo esa mirada tan especial en los ojos del animal y que le habían encantado desde el primer momento.

Observó el ligero cambio en el comportamiento del felino y acabó por sonreír ligeramente - Al parecer el gatito solo necesitaba un poco de cariño... - le sonrió al hombre, guardándose el comentario de que si hubiese sido más cuidadoso quizás no se hubiese ganado ese zarpaso.

Parpadeó algo curioso y se sonrojó un poco - No, no, lo siento yo, también he olvidado mis modales... Soy Andrè Leroy, un placer conocerle. Se nota que es extranjero, si me disculpa la acotación, pero no conozco muy bien el Nuevo Mundo, ¿México está bajo los Estados Unidos? Y por favor, no vaya a gastar su dinero en mi... - negó con una mano, aún sujetando al minino que al parecer ya había aceptado por si mismo.

- Me niego a que pague por mi... sin embargo acepto su invitación a una taza de té, enseguida o cuando usted pueda. Si es que no está ocupado - sujetando mejor al gato contra su pecho, aprovechando para acariciarle el pelaje.

Ya estaba decidido a conservarle de una u otra forma.

por Contenido patrocinado

ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]

Re: ACTIVO - Gato hambriento [Libre]